Haiku 7

鶯を雀歟と見しそれも春

uguisu o suzume ka to mishi sore mo haru

 

¿Un gorrión?

No, se trata de un ruiseñor-

ya es primavera.

 

Comentario y notas culturales:

El ruiseñor japonés anuncia la llegada de la primavera (el término para este animal, en lengua inglesa sería warbler –curruca- en vez de nightingale, ruiseñor, aunque por simplificar, y por tratarse de un término más conocido, utilizamos este último). Según Nobusuke Takatsukasa, en Japanese birds (cita tomada de R..H.Blyth, Spring, p. 173): “El ruiseñor japonés es del tamaño del gorrión, pero más delgado y alegre. Su parte superior es de color marrón oliva; la frente, la garganta y la parte central del abdomen, todas blancas como el polvo. A principios del invierno revolotea de rama en rama, más bien cerca del suelo, en un seto frondoso o en un arbusto de jardín, emite un sonido «chut, chut», impaciente por la llegada de la primavera. Cuando llega la primavera, se fundirá en su melodioso «ho-hoh, hokekyo….”. Este haiku es un ejemplo de ki kasanagi [季重なり] es decir, un poema con dos kigo (gorrión y ruiseñor), dos imágenes superpuestas que finalmente son aclaradas.

La primavera se introduce con la llegada del ruiseñor. Sin embargo, a veces un kigo de primavera como el uguisu hace hincapié en el final del invierno. Ocurrió con dos intentos de jisei. Buson intentó componer un jisei a la altura del de Bashô, y lo probó hasta en 3 ocasiones. En las dos primeras había un uguisu como eje principal, en la última fue un ciruelo.

En medio de la noche del 24 de diciembre de 1783 (según el calendario lunar japonés), es decir, el 16 de enero de 1784 en el calendario gregoriano, Buson -ya enfermo- dictó a su estudiante Gekkei los dos primeros haikus, a modo de jisei. Luego descansó un rato, y cuando aparecía la primera luz del alba, dictó el último hokku.. Aún tuvo tiempo para despedirse de su familia y sus discípulos. Veamos los dos primeros y su relación con el haiku que nos ocupa (en cuanto al kigo):

 

A.-                                           冬鶯むかし王維が垣根かな

Fuyu uguisu mukashi ôi ga kakine kana

 

Ruiseñor de invierno,

años atrás, en la maleza

de Wang Wei *.

 

* Wang Wei, poeta y pintor chino del siglo VIII, admirado fervientemente por Buson, escribió sobre todo poesía de la naturaleza influenciada por el taoísmo y el zen. Wang hizo gran parte de su mejor trabajo en su casa de campo, donde se aisló del mundo. Un ruiseñor de invierno ha bajado a un espacio inferior (seto, maleza) para alimentarse. No puede buscar comida en las ramas, pues esta acción es propia de la primavera. A diferencia del canto agudo propio de la estación floreciente, con la vitalidad característica, es éste un haiku enclavado en el invierno y el ruiseñor sólo es capaz de un canto breve y tibio. Quizá esa llamada procede de la casa de campo de Wang Wei, como una invitación a su morada. Quizá Buson quiera dirigirse hacia ella, su última casa, junto al pintor de la dinastía Tang. En estos jisei hay mucho contenido emocional e incluso filosófico ante la cercanía de la muerte, alejándole de la línea ortodoxa.   En la poesía japonesa, las luciérnagas pueden representar el espíritu de los muertos (véase el caso de la poeta Chiyo-ni y su hijo fallecido, el “cazador de luciérnagas”); por su parte, las aves simbolizan a veces las como almas que visitan el otro mundo.

 

B.-                                  うぐいすや何ごそつかす藪の霜

uguisu ya nani gosotsukasu yabu no shimo

 

El ruiseñor-

¿Qué leve sonido hace?

La escarcha en el arbusto *.

 

* Buson, además del sonido débil y breve del ruiseñor, escucha un susurro, una ligera nota proveniente de aquel arbusto cubierto de escarcha. Un ruiseñor que intenta sobrevivir al invierno y alcanzar la primavera: inevitable paralelismo con Buson. El uso de nani (何) es llamativo: implica asombro, sorpresa, incredulidad…hoy este pronombre se emplea con frecuencia en el manga, tanto en las series como en el ámbito escrito, para indicar algo que genera desconcierto ante lo imprevisible. En este haiku quitar la escarcha es aplazar la muerte, el invierno, anhelando el regreso de la primavera. Sin embargo, ya es tarde. Así que rechaza este haiku como su auténtico jisei. La aceptación de su propia muerte le llevará a la flor del ciruelo en una temprana primavera. Se cerrará así el ciclo de los complementarios, y su propia vida.