Sandra Pérez

 

 

 

 

Unas palabras de la autora

Se escucha un zorzal al alba… En plena ciudad también hay aves y flores y árboles… y mosquitos, babosas y abejas. Crujen hojas y ulula el viento. Llueve y amanece y se hace de noche. Hay otoños y primaveras…

Todas obviedades, pero antes no lo sabía. O sí lo sabía, pero no lo sentía.

Antes del haiku la ciudad era eso, tan solo ciudad.

El haiku me conecta con todo lo que me rodea y ya no sé, en algunos instantes, si estoy en el mundo o el mundo está dentro de mí. ¡Dura tan poquito ese instante!

Comparto con los niños los asombros que se vuelven haiku, y lo disfruto plenamente.

El camino del haiku ha marcado un antes y después. Hoy estoy en el camino… cada día empezando…

Antes del alba

el canto de un zorzal,

olor a lluvia.

 

*

 

Más arrugadas

las manos que podan

esta tarde de otoño.

 

*

 

Nieve en la cima.

Humea el lomo

de la yegua echada

 

*

 

Lo que queda del muelle,

en cada poste

una gaviota.

 

*

 

Brisa en las plumas

Se va filtrando el sol

entre los frutos.

 

*

 

Huele a eucalipto

chisporrotean las piñas

en el brasero.

 

*

 

El brillo de las piedras

a orillas del lago

salta una trucha

 

*

 

Musgo en las rocas

la sombra de los vencejos

cruza la cascada

 

*

 

Huele a podrido

en la orilla rocosa

el brillo de las escamas.

 

*

 

Al llegar el colibrí,

los insectos que cantaban

se callaron

 

*

 

Queda algo

del olor a jazmines.

El brillo de luna.

 

*

 

Gaviotas en vuelo.

El calor de la arena

entre los dedos.

 

*

 

Brisa en el cedro

cuando canta el mirlo

levanta la cola.

 

*

 

Canto de zorzales

Amanece sin vilanos

el diente de león

 

*

 

Bramidos de un ciervo

Amarillea la nieve

en el Lanín*

 

*volcán de los Andes, en el sur de Argentina y  Chile.