LA CHOZA DEL HAIJIN
俳人の山小屋
BUSON, PINTOR Y HAIJIN.
fotokotori
“Antes del siglo VI en Japón, no había palabra para designar la Naturaleza, como realidad aparte y distinta del hombre, como algo que podía ser contemplado por el hombre” Shunzo Sakamaki
Hace unos meses vi una serie de TV sobre hombres y mujeres de otros países que han elegido algún lugar de España para vivir. Comprobé que muchos de ellos se sorprendían por lo poco que los españoles apreciamos y respetamos la magnífica naturaleza que poseemos. A mí no me sorprende. Por desgracia lo he comprobado en persona y en diversos lugares de nuestro país. Aunque suene duro lo que voy a decir, la agricultura y la ganadería “industrial” se han convertido en proxenetas de la tierra que, año tras año, se ve mancillada, vejada, envenenada, violentada por los deseos insaciables de corporaciones sin escrúpulos. Y no solo ocurre en España. Es un mal endémico.
No se ama la tierra. Se la utiliza sin pudor.
Se pierden a velocidad de vértigo especies animales y vegetales por culpa de una visión reduccionista y miope de la economía imperante, que ni comprende y ni le importa, que con cada animal o vegetal que desaparece, una parte de nosotros muere. Aunque el bolsillo de algunos se enriquezca con ello, el mundo se empobrece a niveles insospechados.
Por ello, SENTIR la Naturaleza, aunarse a ella desde la humildad y el respeto, son hoy actos prácticamente subversivos.
El haijin que se vuelve permeable con su entorno natural y vaga libremente en el mundo de sensaciones inocentes que le proporciona ese espacio, se convierte, lo quiera o no, en un revolucionario pacífico, y el haiku que escribe en una expresión esperanzadora de la Naturaleza.
Buson (1716-1784) fue reconocido en su época como afamado pintor de paisaje bunjinga o literario, de influencia china, para más tarde liberarse de esa influencia y pintar paisaje japonés con su propio estilo. Además, muchas de esas pinturas eran haiga, llamadas así porque ilustraban sus haikus. La inmensa mayoría de ellos, se inspiran en una naturaleza vibrante, captando momentos simples, humildes, pero a la vez profundos y en donde deja espacio para que lo sagrado se manifieste sin ninguna pretensión. Esa es la magia de este haijin, que desaparece del todo sin dejar que la sombra del poeta arruine el momento haiku.
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みじか夜や芦間流るる蟹の泡 BUSON
Mijika-yo ya
ashi-ma nagaruru
kani no awa
Noche corta de verano:
entre los juncos, fluyendo,
la espuma de los cangrejos
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明やすき夜を磯による海月哉 BUSON
Akeyasuki yo o
iso ni yoru
kurage kana
Cede la noche
A la costa rocosa se acerca…
¡Una medusa!
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捨てやらで柳さしけり雨のひま BUSON
Suteyarade yanagi sashikeri ame no hima
Escampa la lluvia.
Planto en la tierra
la rama de sauce que no tiré.
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斧入れて香に驚くや冬木立 BUSON
Ono irete
ka ni odoroku ya
fuyu-kodachi
Hincando el hacha
me vi sorprendido por el olor
Bosque de invierno
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春雨や蛙の腹はまだぬれず BUSON
Harusame ya
kawazu no hara no
mada nurezu
La lluvia de primavera:
todavía no se ha mojado
la barriga de la rana
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*haikus extraídos de El Alma del Haiku blog de Vicente Haya