Entrega nº 102. 22 de agosto

– En una selección de haiku realizada por Kyoshi, entre los versos clasificados en tres categorías, publicados en el número diez de la quinta serie de Hototogisu, uno encuentra estos, extraídos del tercer grupo:

 

Kawagari ya

Katana tsukanete

Kusa no ue

 

Pesca en el río:

Los sables juntos

sobre la hierba

(Tenpa)

 

Nos trae la imagen de antiguos guerreros que están de pesca en el río, y entonces, con «los sables juntos», se da la idea de un hombre solo con sus dos espadas, o de dos o tres hombres «juntando espadas», no lo sabemos exactamente. Y, cuando hablamos de espada, refiere la más grande (la katana, el sable). Creo que los guerreros de antaño, cuando iban a pescar, generalmente no tomaban sus dos espadas, sino solo la corta, la daga ¿y podemos realmente pensar que el poeta dice «sables» para referirse a las cortas? Por otro lado, hay un viejo poema que dice:

Kawagari ya

Jizô no hiza ni

Kowakizashi

 

Pescando en el río…

sobre las rodillas de Jizô

una pequeña daga

(Issa)

 

Podemos pensar lo que queramos, pero no parece que el poema seleccionado sea precisamente extraordinario.

 

Entre los versos del segundo grupo, encontramos:

 

Masakari o

Katagete wataru

Shimizu kana

 

Con la azuela

al hombro,

¡cruzando por el agua pura!

(Hekikûsei)

 

El término “agua pura” hace referencia a una pequeña fuente en las montañas o en mitad del páramo, y si se trata de describir el lecho por donde fluye el cauce del agua, digamos que no debe exceder una vara o una vara y media. Para “cruzar” esta tan estrecha agua pura, solo se precisa un paso o dos, un mínimo salto. ¿Por qué entonces parar voluntariamente en este lugar, que cruzamos con ese paso o dos, para hacer un haiku? Elegir cosas tan irrisorias como punto de partida para un poema y darles una importancia que no se merecen, es justo lo que hacen los pertenecientes a la “Escuela mensual».

Entre los versos del primer grupo, encontramos:

 

Sano ga yado

Nata furuu beki

Akaza kana

 

Casa de Sano,

es preciso manejar el hacha

sobre la pata de ganso

(Chôurô)

 

Con “la casa de Sano” se debe referir a la de Genzaemon, y encuentro que hay un pésimo gusto al asociar la imagen de la tala de bonsáis en sus macetas (hablamos de ciruelos, pinos o cerezos) a la del corte de las malas hierbas, como las patas de ganso durante el verano. Además de eso, evocar la solemne imagen de un guerrero empuñando su gran guja oxidada para describir el «manejo» (furuu) del hacha, realmente muestra un mal gusto destinado a impresionar a los neófitos. No hablemos ya de ese “es preciso” (beki) que, igualmente, es de lo peor.

 

Notas del traductor y las fuentes

– Nuevamente Shiki analiza algunos haikus, y nuevamente lo hace criticando duramente algunos de ellos que había seleccionado para Hototogisu su amigo, pero sobre todo discípulo, Kyoshi.

– Los guerreros samuráis acostumbraban a llevar dos espadas. La más larga, tipo sable, la katana, que era el arma principal reservada especialmente para la batalla y es de la que habla el haiku seleccionado. La espada corta, el wakizashi, es tipo sable corto o daga (entre 30 y 60 cms.), y es de la que habla el haiku de Issa, reservada para otro tipo de actividades más cotidianas. A Shiki no le termina de convencer que se citen unas katanas en el contexto de la pesca.

– En el poema de 1813, Kobayashi Issa describe a un guerrero que, para pescar, puso su espada (corta, la daga) sobre las rodillas de Bodhisattva Jizô, una figura pacífica, compasiva y protectora de los niños. A este respecto, Los seis Jizô es una antigua leyenda japonesa perteneciente al budismo, cuyo protagonista es precisamente el Bodhisattva Jizô o Ksitigarbha, tal como se le conoce en Japón.

– En los comentarios sobre la casa de Sano, se hace alusión a la obra de teatro Nô titulada “El árbol en la maceta (Hachinoki)”, donde el guerrero Sano Genzaemon rescata a Hôjô Tokiyori, gobernante del shogun, y corta un bonsái para calentar la casa.

– Las hierbas tipo “pata de ganso” son unas malas hierbas propias de lugares abandonados.

– A Shiki le desagradan los paralelismos de referir una solemne obra de Nô en la que se debe cortar un bonsái (árbol pequeño pero noble), con una casa descuidada donde hay que cortar malas hierbas; el evocar impresionantes figuras de guerreros diestros en el manejo de majestuosas armas, con la “necesidad” de manejar un “hacha jardinera” para arrancar unos hierbajos.

– La guja es un arma medieval que en Japón tomó forma de Bisento o también de Naginata.