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Haiku 35

梅遠近南すべく北すべく

Ume ochi kochi minami subeku kita subeku

Ciruelos aquí y allí-
debo ir al sur,
debo ir al norte…

 

Desglose:

 梅 ume: ciruelo,

遠近 ochi-kochi: aquí y allí, por todas partes,

南 minami: sur,

べく beku: deber,

北 kita: norte.

 

Comentario y notas culturales:

Haiku con estrofa 6-6-5 (ume ochi kochi/ minami subeku/ kita subeku).

Es un haiku muy sonoro: ochi-kochi y subeku-subeku.

La obligación, la necesidad de desplazarse tanto al sur como al norte para contemplar el nacimiento de la primavera con la floración de los ciruelos, sus flores blancas por todas partes.

Enero 2022

Cuando los amigos de “El rincón del haiku” me invitaron hace poco más de un año a participar con una columna, me sentí profundamente honrada debido a la importancia de este sitio y de los increíbles colaboradores que han dejado sus palabras plasmadas en él. Y fue una aventura exquisita, entretenida y desafiante. Por lo tanto, volver este año y poder continuar presentándoles mes a mes este hilo invisible que une la literatura japonesa a través de siglos, obras y autores, es una oportunidad maravillosa. Espero transmitirles mi amor por Japón y su poesía durante este 2022.

Si bien el tema general de la columna seguirá siendo el mismo — encontrar en el trabajo de Matsuo Bashou todas sus referencias y citas a obras clásicas, y, por lo tanto, parte de un continuo —, les traigo un pequeño cambio: presentaré los haikus siguiendo el progreso del año, para que además puedan disfrutarlos junto al paso de las estaciones. Espero que esto les brinde un placer aún mayor.

Comenzamos con el poema 454 del rollo X del Kokin wakashuu de Ki no Zenshi, también conocida como Ki no Menoto, quien fue la ama de leche del Emperador Yozei. Este poema expresa los sentimientos de una madre o figura materna que espera la prometida visita de un lejano hijo, y que sin embargo, todavía no se produce.

 

いささめに待まつまにぞ日は経ぬる心ばせをば人に見えつつ

isasame ni toki matsu ma ni zo hi wa henuru kokoro baseoba hito ni mietsutsu

El tiempo pasaba mientras esperaba el momento, aun cuando él conocía mis sentimientos.

 

Bashou toma el cuarto verso para inspirarse y componer en 1686 este poema que habla de la celebración del Nuevo Año.

 

幾霜に心ばせをの松かざり

iku shimo ni kokoro bashou no matsu kazari

incluso tras muchas heladas mi hogar es un adorno de pino

 

Acá “kokoro bashou” – escrito “kokoro basewo”, y que significa el propio corazón o los propios sentimientos – es utilizado como kake kotoba, palabra homófona de distinto significado, para referirse a su ermita, Bashou an. Por otra parte, “matsu kazari” hace referencia al “kado matsu”, un tipo de decoración de Año Nuevo que se coloca en la entrada de los hogares. En el antiguo calendario lunar, el Año Nuevo calzaba con el inicio de la primavera, por lo tanto, Bashou no sólo está celebrando el inicio de un nuevo ciclo anual, sino también el de una nueva estación, y a pesar de los años que se puedan tener o de los eventos que hayamos enfrentado, siempre traen esperanza. Es un poema ciento por ciento orientado a los nuevos comienzos.

Y también yo deseo que este sea el comienzo de un maravilloso año para todos ustedes.

Poetas en el camino: Issa

Issa Kobayashi (1762-1827) es otro de los grandes poetas del camino. Quizá el más popular. Y sin duda, el más querido. Hijo de una rica familia campesina, con apenas tres años pierde a su madre y tendrá que soportar muy pronto a una madrastra celosa y desabrida.  A los 13 muere la abuela Kanajo, que le había dado educación y cariño, y se ve obligado a abandonar la casa paterna de Kashiwabara y a buscarse la vida en Edo (la actual Tokio). Vivirá penosamente, aprenderá a escribir haiku -rebelándose pronto contra su rigidez formal- y en 1791 emprenderá un peregrinaje de siete años como poeta errante. Por entonces cambiará el nombre juvenil de Yataro por el nombre literario de Issa (“taza de té”). De vuelta a Edo retoma sin demasiado éxito la carrera literaria, y regresa fugazmente a su tierra natal para cuidar a su padre gravemente enfermo. Amargado por disputas de herencia con su hermanastro, finalmente se reconcilia con él, se instala en el pueblo y se casa con Kiku-jo, una mujer veinte años más joven, con quien tendrá cuatro hijos que irán muriendo uno tras otro. (Al perder a la pequeña Sato, escribirá su poema más conmovedor: “Sólo rocío / es el mundo, rocío/ y sin embargo…”). En 1823 muere también Kuku-jo, y ya con sesenta años vuelve a casarse, esta vez con la hija de un samurai, de treinta y ocho años, la relación fracasa, pero Issa -recién recuperado a medias de una parálisis que le deja sin habla- se casa una vez más con Yao, una joven nodriza de origen campesino. Al morir Issa, en noviembre de 1827, aparece en su lecho un poema de adiós – su posible jisei- agradeciendo la nieve que cubre su colcha y que parece bajar también del paraíso. En la primavera siguiente nacerá Yata, una niña de su última esposa. Será la única hija que sobrevivirá al poeta.

                En pobreza y en soledad, con una vida jalonada de disgustos y de tragedias, Issa encuentra en el haiku un arma maravillosa de resistencia y de catarsis. Se reconoce, se acepta, habla consigo mismo y dialoga al mismo tiempo con las cosas y con las criaturas, humanizándolas y humanizándose, renovando el haiku -quizá sin pretenderlo- de una manera revolucionaria, con un lenguaje coloquial, directo y sencillo, tierno y lleno de humor. Issa habla por sí mismo -citándose incluso con su propio nombre-, y hace hablar a las cosas, prestándoles un habla, o un gesto, que les permite presentarse, preguntar y responder. Issa le dice al gorrioncillo que deje paso al caballo del gran señor; invita a jugar al gorrión huérfano; anima a la débil rana que lucha; compadece a la pulga porque él también conoce la noche larga y solitaria… Reivindicando la dignidad de cada criatura -con especial predilección por las criaturas más pequeñas, más débiles o más despreciadas-, Issa sintoniza con el budismo zen -que reconoce en cada una de ellas la budeidad intrínseca o posible- y le da a su poesía una dimensión universal. Parafraseando uno de sus haikus más célebres, a la sombra del cerezo florido, nadie es extraño…

                En Issa no hay sólo compasión o consuelo. Hay belleza y pasión incondicional por la vida. Todo es efímero como el rocío, sí; y, sin embargo, merece la pena. El poeta disfruta de todo: del gotear de la nieve, de las cacerolas secándose con el deshielo, de la niebla gateando sobre la mesa, de la Vía Láctea que se divisa por la ventana rota, … Todo es interesante: la mariposa que sigue los movimientos del bebé, los pétalos que caen confiadamente, el niño que pide sollozando la luna llena, el mendigo que pasa y se compara con él… Y enlazando con esa percepción tan sutil, el sentido humorístico, tan genuino en el origen del haiku: “¡eh, caracol, / escala el monte Fuji, / pero despacio!”; “¡vamos, lechuza, / pon otra cara! lluvias / de primavera!”, “¡qué decepción!: / las flores, floreciendo; / Buda, dormido…”

Issa, el favorito de la gente sencilla. El más directo, el más universal. Intenso y vivo. Un relámpago deslumbrante cruzando el río pedregoso de la existencia.

***

Haiku 34

小豆賣小家の梅のつぼみがち

Azuki uru koie no ume no tsubomi gachi

Las judías vendidas
en la pequeña casa-
los brotes de los ciruelos

 

Desglose:

 小豆azuki: vigna angularis o frijol azuki, soja roja o judía. Es una legumbre asiática,

賣 uru: vender,

小家 koie: casa pequeña y sencilla,

つぼみ tsubomi: brote.

 

Comentario y notas culturales: 

Similitud de color y forma de los frijoles o judías azuki y los brotes del ciruelo.

Noviembre 2021

Este mes veremos cómo todo puede cambiar dependiendo del enfoque que le demos a una situación, y cómo podemos encontrar belleza en cualquier circunstancia, sobre todo si tenemos la flor de Noviembre como compañía.

Kenkou Houshi (1283-1353), cuyo nombre real era Urabe Kaneyoshi, se convirtió en oficial de la Corte y tomó importantes roles, por ejemplo, Guardián de los Archivos Imperiales, trabajando muy cerca del Emperador. Sin embargo, alrededor de los 30 años, Kenkou (la otra lectura posible de los kanjis de Kaneyoshi) renunció a su puesto en la Corte y tomó los hábitos de monje. Sin unirse a ningún templo, vivió su vida a su manera.

A pesar de esto, su conexión con la Corte no se rompió por completo; estudió poesía con el Consejero Major Nijou Tameyo, y fue considerado entre sus pupilos como uno de los «Shitennou», o «Cuatro Dioses».

Su poesía se encuentra, entre otras compilaciones, en la quinceava antología imperial Zoku Senzai Wakashuu y en el Kenkou Houshi Kashuu.

Su obra más famosa, el Tsuredzure gusa, la completó cuando tenía, aproximadamente, 50 años. Tiene un total de 243 secciones, y está escrito en un estilo libre y fácil de comprender. En ella analiza a los hombres y la sociedad con un gran poder de observación.

En la sección 19, en la que aborda las cuatro estaciones, específicamente sobre el otoño indica lo hermoso que es el festival de Tanabata, que cuando llegan las frías noches se oye el canto de los gansos salvajes, cambia el color de las hojas de la lespedeza, y el arroz es cosechado y secado en los campos. Pero indica al final de ese párrafo また、野分の朝こそをかしけれ。 (mata, nowaki no asa koso wo kashikere): ¡qué terrible es una mañana después del paso del tifón!

Bashou toma este tema y le da un giro más positivo. Si bien, también utiliza la palabra nowaki 野分, que se refiere a un paisaje después de una tormenta de viento otoñal o tifón, se centra en la belleza de esa flor que se nos presenta como signo de esperanza.

見どころのあれや野分の後の菊

midokoro no areya nowaki no nochi no kiku

¡Qué vista! En el campo, después de la tormenta, el crisantemo.

El kigo o palabra estacional, que Bashou utiliza como punto focal en este haiku, es el crisantemo, que llegó a Japón desde China en la antigüedad. Es cultivado con propósitos decorativos, existiendo muchas variedades. Su elegante aroma y bellas flores son apreciadas, y se le llama “el hermano menor de las flores” ya que es el último que florece en el año.

Haiku 33

しら梅の枯木にもどる月夜哉

Shiraume no kareki ni modoru tsukiyo kana

A la luz de la luna
el blanco ciruelo vuelve a ser
un árbol marchito.

 

 La luz -blanca- de la luna- blanca, se proyecta sobre las flores -blancas- del ciruelo hasta que desaparecen porque se mimetizan. Entonces sólo se aprecian las oscuras ramas del árbol, desnudas como en invierno.

Esta idea contrasta con su verdadero jisei :


白梅に明くる夜ばかりとなりにけり

Shiraume ni akuru yo bakari to narinikeri

 desde ahora
cada noche amanecerá
con las blancas flores del ciruelo.


Se demuestra con este haiku su predilección por el ciruelo frente al cerezo, es decir, su gusto más cercano a la tradición china: la hoja duradera, resistente y heroica del ciruelo, que nace en invierno y resiste sus embestidas; un deseo de vida, de fortaleza frente a la efímera del cerezo. Su obra para la posteridad, un alegato de su vocación poética y pictórica: un cuadro para ser contemplado en los siglos venideros. Buson le pide a Gekkei que añada un título: “El comienzo de la primavera”, indicando que es un haiku para el futuro, varios días después de la luna del 25 de diciembre, cuando ya haya fallecido. La flor del ciruelo florecerá blanca, venciendo el crudo invierno, y a ella se aproximarán los ruiseñores con su canto, ya agudo y vigoroso (recuérdese los dos intentos previos de jisei con ruiseñores en invierno, de canto breve y tibio -véase en los poemas número 7, A y B.

Haiku 32

梅咲ぬどれがむめやらうめじややら

Ume sakinu dore ga mume yara ume ja yara

Se llame “mume”
o “ume”,
el ciruelo florece.

Desglose:
咲 [saki, de saku 咲く: florecer],やら[yara: sobre dos cosas, muestra incertidumbre],

 Comentario y notas culturales:
Buson emplea su humor en este haiku sobre las argumentaciones, eruditas y sesudas, de académicos y escolares acerca de la ortografía correcta de ciruelo: ume o mume. Este poema fue escrito como respuesta al poeta y académico Ueda Shuusei (1734-1809) contemporáneo del erudito Motoori Norinaga (1730-1801). “Mume” fue la forma antigua y obsoleta de “ciruelo”, pero ya en tiempos de Buson se decía “ume”, como en la actualidad. Ueda consideraba que la “mu” debía mantenerse con el sonido “n”-me, mientras que Buson niega la mayor con este haiku en tono humorístico, confirmado por la explicación introductoria del poema:

あらむつかしの假名遣ひやな。字儀に害あらずんばア丶まゝよ

[Es difícil decidir qué ortografía es correcta. Cuando la ortografía no cambia el significado… ¿Acaso importa?]

Haiku 31

燈をカで人あるさまや梅が宿

Hi o okade hito aru sama ya ume ga yado

No hay luz
pero alguien está dentro-
la casa del ciruelo.

Podemos desglosar este poema según su punto de vista gramatical y contextual:

燈 [hi: luz, lámpara], 置カで[okade: forma negativa de poner, colocar, dejar],  人[hito: hombre, persona], ある[aru: ser, tener], さま [sama: estado, apariencia; también forma de respeto propia del lenguaje honorífico –sonkeigo- que se emplea después del nombre de una persona. Implica respeto y su uso es obligatorio en diversas circunstancias sociales. Enfatizan la distancia social o la diferencia de rango.  Actualmente, se emplean formas como “san”, “shi”, etc. Para los niños, de forma coloquial se utiliza “chan”]. や[ya: partícula], 梅[ume: ciruelo], が[ga: partícula], 宿[yado: casa, posada, alojamiento].

Sin duda, la importancia del tono y aquello que “no hay, no existe todavía” y la técnica de yuxtaposición dominan el poema (luz, oscuridad, la nada y la presencia, la fugacidad del ciruelo y la presencia de la casa).

Septiembre 2021

Este mes les traigo un hermoso haiku de Bashou, que tiene su inspiración en un clásico del período Heian: el Makura no soushi de Sei Shounagon.

Sei Shounagon era hija de Kiyohara no Motosuke, erudito y poeta, y nieta de Kiyohara no Fukayabu, otro gran poeta de la época del Kokin Wakashuu.

Sirvió en Palacio como dama de compañía de la Emperatriz Teishi, y creó el estilo «zuihitsu», crónica autobiográfica ensayística con su Makura no soushi o Libro de la almohada, el cual comienza con su visión de las cuatro estaciones y las características que ella más aprecia en cada una. Hoy nos centraremos con la que precisamente abre el texto que es Primavera y que he traducido así:

春はあけぼの。やうやう白くなりゆく山ぎはすこしあかりて、紫だちたる雲のほそくたなびきたる。

Haru wa akebono. Youyou shiroku nari yuku yamagiwa sukoshi akarite, murasaki dachitaru kumo no hosoku tanabikitaru.

La primavera es el amanecer. El cielo de medianoche, sólo por sobre las montañas del este se va poniendo un poco blanco, y allí las nubes son de un violeta un poco más rojo.

Las palabras claves de este poema, y que son las que Bashou toma para el suyo, son akebono (amanecer) y murasaki (púrpura o violeta).

曙はまだむらさきにほとゝぎす

akebono wa nada murasaki ni hototogisu

en el amanecer aún púrpura el cuco chico

Vemos de nuevo una combinación de significados, o también podríamos llamarle proceso, entre el poema original y aquel que lo inspiró. Sei Shounagon está refiriéndose a la primavera, sin embargo, el poema de Bashou habla del verano dado el uso del kigo “hototogisu” o cuco chico. También puede interpretarse como una transición, en la que todavía queda algo de la primavera en las nubes, pero aun así el canto del cuco chico nos indica la llegada de la estación estival.

Existe, además, otra relación literaria, y es que, supuestamente, Bashou compuso este poema cuando visitaba Ishiyama-dera donde se dice que Murasaki Shikibu compuso parte de su Genji monogatari. Ahora bien, algunos estudiosos dicen que, en realidad, esa relación se creó para fomentar el turismo, sobre todo dado que la cita es del Libro de la almohada.

Agosto 2021

Este mes no nos enfocaremos en un verso del que Bashou hubiera tomado inspiración o influencia, como hacemos habitualmente, sino en un lugar en particular y en todo el peso de significado que éste conlleva. Me refiero a la playa de Suma, actual Prefectura de Hyogo, que ya desde tiempos antiguos era considerada un “uta makura” 歌枕. Estas consistían en palabras poéticas que hacían referencia, principalmente, a lugares famosos y a todo el significado de contexto literario que se les había atribuido desde tiempos del Manyoushuu, la primera antología imperial, allá por los siglos VII y VIII.

Suma es muy reconocida por los lectores de literatura clásica japonesa, ya que tiene un papel importante en el Genji monogatari de Murasaki Shikibu, considerada la primera novela del mundo. Uno de sus capítulos, el correspondiente al destierro de Genji, transcurre en esta playa. En él vemos su sufrimiento por verse obligado a apartarse de su vida en la capital imperial y de todos sus afectos. Para ejemplificar lo doloroso de esta situación he elegido los poemas de despedida de Genji y Murasaki no ue.

Genji:

生きる世の別れも知らず命かけ愛しあったよいついつまでもと

ikiru yo no wakare mo shirazu inochi kake aishi atta yoitsu itsu mademo to

sin saber que en este mundo existía la separación te prometí mi vida pero ahora veo el fin de ese voto

 

Murasaki no ue:

惜しくないわたしの命と引きかえにいまのお別れのばしたいもの

oshikunai watashi no inochi to hikikae ni ima no owakare no bashi tai mono

preferiría dejar esta vida mía si con eso pudiera detener aunque fuera un momento esta separación

Y Bashou, haciéndose eco del dolor generado por esta separación forzosa, y de cómo Genji la sufre en Suma, compone un haiku que se encuentra recopilado en su obra más famosa, el “kikou” o crónica viajera Oku no hosomichi:

寂しさや須磨にかちたる浜の秋

Sabishisa ya suma ni kachitaru hama no aki

¡Tristeza! Supera hasta Suma, playa de otoño.

Y así vemos como un lugar y su carga emotiva conmueven a través de los siglos los corazones sensibles.