Entrega nº 35. 16 de junio

No se puede decir que esta entrega sea un verdadero listado de aves, pero aquí hay algunas anécdotas, cosas vistas o escuchadas recientemente.

Hace poco, en la Escuela de Bellas Artes de Tokio, se ha fundido una enorme cometa negra de cinco metros de altura. Parece que los restos se erigirán en Sendai en forma de una estela conmemorativa. Cabe decir que es bastante seguro que rara vez habremos visto una pústula tan gigantesca.

Parece que uno de los avestruces del zoológico de Ueno ha muerto. Se ha probado a comer su carne, pero el sabor, como el de las becadas, no es muy reconocible. Sin embargo, cuando ha sido cocinada frita en su propia grasa, resultó absolutamente deliciosa.

Cuando sacamos el cuco disecado del fondo del armario, encontramos polvo acumulado hasta en el rojo de su garganta.

Busqué imágenes de grullas entre los álbumes que tenía a mano: uno que compone líneas atractivas al asociar varias aves, es Kôrin. El que las pinta alineadas y tranquilas, sin nada en especial, es Hositsu. El que desarrolla un arreglo de líneas bastante complejo al ensamblar el pico y las patas en un mismo pájaro es Kôchô. Pero el más original es Gesshô, que representa una grulla en pleno vuelo, vista desde un punto aún más alto que ella en el cielo.

He observado la serie de estampas de Hiroshige sobre la Ruta de los Mares del Este, pero en ninguna parte he encontrado un pájaro. Luego miré imágenes sueltas de los cincuenta y tres grabados del mismo pintor, y ahí, en el grabado de Hara-juku, vi dos grullas en un campo de arroz*, y en el grabado de Fukuroi-juku, sobre un buzón oficial de correos, de esos que están sujetados sobre un poste, colocado junto al camino**, había un gorrión.

El otro día, en el diario Nihon, se publicó algo procedente de Matsuyama-Iyo, según lo cual el canto del búho sería algo así como ¡toshiyori koi! (trad. «¡Vengan los viejos!»). ¡Qué error! Eso sería el canto de la paloma de Hachiman.

Cuando llegas a Ueno, te encuentras con un edificio de dos pisos, y en una viga está grabado un ganso salvaje. Ahí está el famoso restaurante Gannabe («El ganso en la olla»). Luego, cuando llegamos a Sakamoto, vemos, erigido en el techo de un vendedor de aves, un cartel con un gran gallo. Cuando finalmente llegamos a Negishi, hay un peluquero de lujo frente al santuario de Mishima, que decoró su local con una garza de peluche y un busto de yeso

 

Notas del traductor y las fuentes

 

– Shiki hace una entrada en la que abundan ciertos toques de humor.

– En la pintura y la literatura japonesa es muy frecuente el uso de listados, presentados como unos catálogos exhaustivos temáticos (tsukushi). Por ello Shiki comienza, no exento de sarcasmo, explicando que no pretende hacer uno de esos listados. Los libros de arte japonés hablan mucho de esos listados, catálogos o diccionarios. Ver por ejemplo Los placeres de la literatura japonesa, de Keene D. (trad. J Baquero) ed. Siruela 2018; o a la niponóloga francesa Pigeot J., en Questions de poétique japonaise, Puf, 1997, p. 57-130. O los referentes a los saijikis (listados de kigos) en Rodríguez-Izquierdo F. El haiku japonés, Hiperión, 1994, p. 60, u Ota S. y Gallego E., Kigo, Hiperión 2013, p. 227 a 234.

La Escuela de bellas Artes de Tokio , fue fundada en 1887, por iniciativa de personas como Ernest Fenollosa o su alumno Okakura Kakuzo, conocido como Okakura Tenshin (1862-1913), quien fue su primer director. Tenshin luego sería nombrado director del Museo de Bellas Artes de Boston, y es por ello que este museo tiene una increíble colección de arte asiático, hoy maravillosamente ofrecida en la red, y de la que hemos podido disfrutar en las notas de otras entregas referidas en este diario de Shiki.

– Algún detalle que se pierde en la traducción: Shiki bromea y hace un juego de palabras con la polisemia del verbo fuku: este significa «fundir un metal», pero también «soplar», términos que a su vez, podrían servir igualmente para designar tanto el canto de un pájaro, como el reventar una pústula en la piel (fukidemono).

– Shiki habló de los avestruces del zoológico de Ueno en la entrega 14, 26 de mayo.

– La becada es un ave que hoy es muy solicitada gastronómicamente, aunque su sabor sigue siendo para algunos muy controvertido.

– Shiki habla de nuevo del cuco y su garganta (él mismo se hace llamar Shiki (cuco) y la garganta roja representa su tuberculosis. Se habló de esto en las notas de la entrega 5.

– Shiki refiere a varios pintores al hablar de las grullas, a los que ya se ha hecho referencia en las notas de su entrega 5, y en las de su entrega 27.

– Ya se habló de Hiroshige en la entrega 19. Ahí se hicieron comentarios sobre Las Cincuenta y Tres Estaciones de Tôkaidô y otros grabados ukiyo-e.

– *Hara-juku fue la decimotercera de Las Cincuenta y tres estaciones del Tôkaidô. El grabado con dos grullas en un campo de arroz que Shiki refiere, es este:

– **Fukuroi-juku es el vigésimo séptimo grabado de las cincuenta y tres estaciones del Tôkaidô, lo que lo convierte en el centro de la ruta. Se encuentra en lo que ahora es el centro de la ciudad de Fukuroi, Prefectura de Shizuoka, Japón. El grabado que Shiki comenta con un gorrión sobre el buzón oficial de correos, es este:

– El diario Nihon que se refiere, es en el que se publicaba diariamente Una cama de enfermo de seis pies de largo, desaparecido en la actualidad.

– Sobre la referencia al canto del búho y a Iyo, ver la entrega 25.

Hachiman, en el sintoísmo es el dios de la guerra, pero también es venerado como dios de la agricultura y deidad tutelar del pueblo japonés y la Casa Imperial, otorgando felicidad y paz. Además, es venerado como protector de la vida humana, y en algunos templos como dios de los marineros. Hachiman, es simbolizado por una paloma.

Ueno es, en la actualidad, un distrito del barrio Taitô en Tokio, Japón, mayormente conocido por ser la sede de la Estación Ueno y el Parque Ueno.

– En la entrega 9, Shiki ya habla de Negishi y el santuario Mishima.