Séptimo día. 13 de mayo

  • Sachio dice que Kakinomoto no Hitomaro era necesariamente un hombre corpulento, que sus poemas amplios, no podían ser obra de un hombre demacrado y nervioso. Pero Takashi afirma que Hitomaro era necesariamente una persona delgada, y que esto se deduce fácilmente del carácter de sus poemas, cargados de mono no aware. Pero Sachio, él mismo, es gordo, y Takashi delgado. Entiendo pues que todos tienen la costumbre de adjudicarse como de su misma forma personal, aquello que consideran bueno o les gusta de los demás, pensando que son idénticos a ellos. Por lo tanto, iniciado en esta controversia, Sachio afirma su punto de vista y explica por qué Hitomaro era necesariamente corpulento, mientras que Takashi responde que él era ciertamente delgado, pero no obstante robusto y de constitución sólida. Al escuchar esto, no puedo evitar reírme. De hecho, Takashi, aunque es delgado, practica culturismo a diario con otros cuantos “sandows” y hace todo lo que buenamente puede; por lo que parece algo más fuerte que la media de la gente. Así se compara a Hitomaro e imagina a este último según su propia figura. ¿No hay límite en la propensión de los humanos a hablar de otros tomándose ellos mismos como referencia?
  • Las pinturas de Bunchô tratan de asuntos ordinarios, como por ejemplo las Siete Divinidades de la Fortuna o la Joya que cumple los deseos, pero incluso cuando pinta paisajes o retratos de hombres sabios o santos, sus obras siempre tienen algo trivial. Kazan, por otro lado, incluso cuando pinta a una cortesana o al chico de los recados, nunca tiene un trazo vulgar. Sin duda se debe a la nobleza de su personalidad. Gente como Bunchô no se le puede comparar.
  • Cuando miramos el campo de Kantô, a nosotros, la gente del Oeste, nos parece que ellos están muy atrasados en todas las cosas. Sin embargo, hay dos cuestiones en las que Oriente nos gana sin cuestionamientos: la salsa de soja y la pasta de soja fermentada.
  • Cosas célebres de Shimôsa: el Fudô de Narita, Sakura Sôgorô, Kikkôman y Noda (para la salsa de soja).

                       … comentarios al texto

– Itô Sachio (1864-1913): Como ya comentamos en el día cuarto, Itô Sachio (1864 – 1913) fue el seudónimo de Itô Kôjirô, poeta y novelista que cultivó waka y tanka, y uno de los amigos que cuidaron de Shiki hasta el final.

Kakinomoto no Hitomaro (662 – 710) fue un poeta japonés del período Nara, designado como uno de los Treinta y seis poetas inmortales. Es uno de los poetas más prominentes del Man’yōshū.

Los treinta y seis inmortales de la poesía son un grupo de poetas medievales japoneses seleccionados por Fujiwara no Kintô a comienzos del siglo XI, como los mejores ejemplos de la poesía japonesa hasta ese momento.

– El Man’yôshû, tras el Kojiki (712 d.C.) y el Nihon-shoki (720 d.C.), en el año 759 d.C., llegó el tercer libro más antiguo de Japón, y el primero escrito en japonés: el Man’yōshū, o “colección de las diez mil hojas (de árbol, no de papel)”. Es una recopilación de poemas japoneses, escrita usando caracteres chinos según su valor fonético y la sintaxis del japonés, en lo que se conoce como man’yôgana o “escritura man’yô”. Su importancia por lo tanto es capital, y fue una gran influencia para el nacimiento del hiragana y el katakana. Por lo que respecta a su contenido, el Man’yôshû incluye poemas de entre los siglos IV y VIII y en él están presentes los estilos propios de la lírica japonesa como la tanka o el chôka. Arthur Waley afirmó: “Hay un marcado paralelismo entre los poemas de la primera compilación de poesía japonesa, el Man’yôshû, y las coplas populares del sur de España”, afirmación que con frecuencia usamos como un argumento más para justificar que el haiku en castellano es posible.

– Nagatsuka Takashi (1879-1915), poeta y novelista de la vida campesina (La Tierra –Tsuchi-, 1910). Se formó con Shiki desde 1900 hasta 1902, cuando murió el maestro, resultando ser un gran discípulo en el campo de la waka.

– Mono no aware, literalmente «el pathos de las cosas», y también traducido como «una empatía hacia las cosas», o «una sensibilidad a lo efímero», es un término japonés para la conciencia de la impermanencia, o la brevedad de las cosas, y tanto una suave tristeza transitoria (o melancolía) sobre su paso, así como una más larga y profunda tristeza sobre la realidad de la vida (pero en realidad, es mucho más que eso). Frecuentemente traducido también como “el patetismo de las cosas”. Su sentido es tan trascendente, que bien merece la pena extendernos un poco más en él, y de ahí que al final de este texto, incluya una «nota a la nota». Muy recomendable para entender el haiku y en general la poesía japonesa.

– El término sandows, hace referencia al nombre del primer fisicoculturista de la historia, el prusiano Eugen Sandow, muy de moda en aquellos momentos en todo el mundo, y cuyo verdadero nombre era Friedrich Wilhelm Müller (1867-1925).

– Tani Bunchô (1763-1840) fue un gran pintor del final de la era Edo, de la escuela Nanga (o Bunjinga) que sirvió al poder, activo en diferentes géneros.

– Las Siete Divinidades de la fortuna (Shichi fukujin), son proveedoras populares de la suerte, que se embarcaron en la Nave del Tesoro (Takara-bune) y son : Ebisu, Daikokuten, Bishamonten, Benzaiten, Fukurokuju, Jurojin y Hotei.

– Símbolo del Buda y su enseñanza (mani cint en sánscrito), se toma con frecuencia por uno Bodhisattvas, especialmente Avalokiteshvara (Kanzeon / Kannon) y Ksitigarbha (Jizo Bosatsu).

– Bunchô pintaba hombres sabios o santos, siguiendo la tradición confuciana.

– Watanabe Kazan (1793-1841), fue un pintor, erudito y estadista japonés miembro de la clase samurái. Nació en una familia samurái pobre. Fue bastante influenciado por los estilos artísticos occidentales, razón por la cual creó un estilo único de pintura mediante la mezcla de elementos del arte europeo y japonés.

– Shimôsa es el anterior nombre del país, en parte correspondiente al actual departamento de Chiba, al este de Tokio.

– El Fudô de Narita es como normalmente se llama al templo de Shinsho-ji de la escuela budista Shingon, donde es venerada la figura de Fudô myôô (Rey de la ciencia inmutable).

– Kikkôman fue un campesino del siglo XVII, que llevó los reclamos de su pueblo a Edo. Ejecutado con su esposa e hijos, se volvió legendario, en el teatro kabuki por ejemplo.

– Luego Kikkôman se convirtió en una famosa marca de salsa de soja. La historia de la firma data del siglo XVII con la producción de salsa de soja en la ciudad de Noda, cuya ubicación favorable en las orillas del río Edo podía facilitar el acceso a las materias primas, así como la entrega rápida de la salsa de soja en la ciudad de Edo, en pleno apogeo. Los comerciantes holandeses descubrieron esta salsa y la enviaron a Europa, donde también aumentó la demanda. La sociedad actual, fue refundada en 1917.

NOTA A LA NOTA (SOBRE MONO NO AWARE)

Por abundar algo más en el importante concepto Mono No aware que Shiki refiere en su conversación sobre los poemas de Hitomaro.

Vicente Haya traduce, en el prólogo de “Haiku Tsumami-Gokoro”, la definición de Motôri Norinaga: «Aware es en esencia una expresión de hondo sentimiento en el corazón. Posteriormente, esta palabra ha sido usada para referirse solamente a un sentimiento triste, pero ésa es sólo una de las acepciones del término… Aware fue originalmente una exclamación para expresar cualquier sentimiento emocionante. Pertenecía a la misma categoría que ana y aya (ambas exclamaciones) (…) Aunque la gente frecuentemente concibe aware con el solo significado de tristeza, esto no es completamente correcto. Más adecuadamente, cualquier emoción profunda, sea feliz, alegre, triste o nostálgica, puede ser referida como aware«.

Haya se sumerge de forma profunda y extensa en el trascendental sentido de estas palabras para la cultura japonesa. En este sentido afirma que:

“La noción de aware, o más exactamente de mono no aware, médula de la poesía japonesa en general, es también fundamental para comprender el papel que juega «lo sagrado» en el haiku. El aware no es emoción exclusivamente estética o sentimental, sino de carácter espiritual, siempre considerando que en Oriente este calificativo es inseparable de los dos primeros (…) El término mono no aware, literalmente «el aware de las cosas», ha sido -equivocadamente a nuestro juicio- identificado por numerosos niponólogos con el latino lacrimae rerum. Según ello, el poeta al ver el sufrimiento de las cosas -de los seres del mundo- se contagia de tristeza y de ahí nace su poesía. Este sentido de mono no aware, muy japonés – ¡quién puede dudarlo! – y profundamente budista, no es aceptable como su más original significado para Motôri Norinaga, inventor del término”.

En la misma línea, Carlos Rubio afirma en “Claves y textos de la literatura japonesa. Una introducción” que «según Motôri Norinaga, aware consta de dos interjecciones, a y hare, usadas cuando el corazón es asaltado por una fuerte emoción. Juntas en la palabra aware, se usan para destacar la intensidad del sentimiento. Este puede ser de alegría, felicidad, admiración, horror, odio, amor, dolor, ira, celos, etc. […] Por otro lado, mono, literalmente <cosa> y que serviría para generalizar aware, haría que la expresión mono no aware significase algo como sentimiento profundo por las cosas o sensibilidad».

Abundando por otra vía en el sentido del término original, leemos en “Los valores estéticos en la cultura clásica japonesa” la traducción que hace Federico Lanzaco del comentario que Motôri Norinaga dedica al Genji Monogatari: “Murasaki Shikibu comprendió profundamente la honda emoción del mono-no-aware. (…) Todas las profundas emociones de nuestro mundo están contenidas en este monogatari. Así, esta obra literaria expresa de diferentes maneras todos los sentimientos que las personas pueden llegar a experimentar y provoca una honda emoción en los lectores”.

Por ello, debemos insistir: “Aware es en esencia una expresión de hondo sentimiento en el corazón. Posteriormente, esta palabra ha sido usada para referirse solamente a un sentimiento triste, pero esta es sólo una de las acepciones del término. Aware fue originalmente una exclamación para expresar cualquier sentimiento emocionante”.

Sexto día. 12 de mayo

El 11 de mayo Shiki no hizo ninguna entrega

Hoy, mi cabeza está un poco mejor. Elijo con Kyoshi unos álbumes de pintura al azar, los acerca a la cama y los vemos. Hay dos o tres cosas que nos llaman la atención.

Me gusta pintar desde mi infancia, pero en los cuadros, siempre preferí las representaciones simples, de flores y pájaros, por ejemplo, a las imágenes complejas. Y mi gusto no ha cambiado hasta hoy. Por eso, cuando miro estos libros, estoy más interesado en una pintura de una flor de camelia que en un retrato de princesa; un ruiseñor descansando sobre un sauce me alegra más que Zhang Fei con su lanza curva.

Las pinturas con color suelen tener un plus sobre las de blanco y negro. Hay mucho encanto en encontrar una pintura con colores entre las hojas de un álbum lleno de dibujos en tinta china, encontrar por ejemplo una mancha roja que se ha dejado caer en medio de una exuberante vegetación.

Goshun es ingenioso. Ôkyo es serio. Me gusta la seriedad de Ôkyo.

Estoy mirando el Álbum de Concurso de la Dirección Pictórica (Takurabe gafu). Está hecho de imágenes asociadas de Nangaku y Bunpó. Nangaku solo pinta personajes, mientras que Bunpó siempre agrega algunos paisajes a sus retratos. En las imágenes de Nangaku, abundan los personajes, pero a veces falta inspiración. Por otro lado, en los de Bunpô, incluso si solo hay unos pocos personajes, el diseño todavía tiene algo de originalidad, y por ello, admiro la manera en que sus formas se acercan a la realidad. Básicamente, no merece ser mencionado al mismo tiempo que Nangaku.

Una pintura representa a un niño, con un paraguas doblado en su mano izquierda y una rama de ciruelo en su hombro derecho. Tal vez él lleva un paraguas prestado y trae esa rama de ciruelo como agradecimiento. Si esto es así, la concepción general de la imagen es extraordinariamente compleja, dada su extrema simplicidad. ¿Podemos decir que dicha imagen tiene sabor a haiku? ¿Qué se ha sugerido sin llegar a decir en ella? En cualquier caso, rara vez he visto esas imágenes. En una de las pinturas de Hóitsu, se afirma que “uno debe apreciar todas las seducciones”, pero las suyas, sus haikus, son tan torpes que no vale la pena detenerse ni un momento en ellos. Cuando uno ve la mediocridad de los versos que acompañan a sus imágenes tan atractivas, produce el mismo efecto que descubrir en un lujoso palacio, una pared de papel hecha con restos de diferentes papeles viejos mal pegados: el desequilibrio es extremo.

Hay un libro llamado Dibujos rápidos de la era Kôchô. Para dibujar una planta o un árbol, uno recurre a la menor cantidad posible de detalles. No es posible imaginar bocetos más sencillos. Y sin embargo, estos dibujos están llenos de encanto, de imaginación. En los bocetos, el pincel de Rosetsu y los suyos, encuentra la belleza de lo que es totalmente libre, sin detenerse en adornos superfluos. ¿Podría ser mi inclinación a amar la simplicidad y a apreciar lo natural, lo que me lleva a emitir este juicio?

                       … anotaciones al texto

  • Zhang Fei fue un general chino de la época de los tres reinos, muerto en 221 y célebre por su fuerza y dureza con sus propios soldados.
  • Matsumura Gekkei (1752-1811), también llamado Goshun, fue un pintor y poeta de Kioto, desde mediados del período Edo. Estudió con los grandes maestros Yosa Buson y Maruyama Ôkyo.
  • Maruyama Ókyo (1733-1795), se formó en la reputada en Escuela Kanô, si bien acabó rompiendo con su estética. Fue uno de los más grandes pintores de la mitad del período Edo, y desarrolló una nueva forma de pintar, basada en ideas tomadas de la propia pintura oriental, pero también de la occidental. Sobre todo, se basó en la observación de la naturaleza y la vida.
  • El álbum del Concurso Takurabe gafu que miraban Shiki y Kyoshi, bajo el título hoy de “Concurso de poemas locos escritos en los caminos de la costa (Kaidô kyôka awase)”, tiene dos volúmenes, incluye poemas de Yosai e ilustraciones de Watanabe Nangaku y Kawamura Bunpô. Las ilustraciones versan sobre dieciocho temas poéticos, de uno en uno, representados por cada uno de los dos artistas como si de una competición se tratara. Es una delicia, muy recomendable, y puedes verlo pinchando aquí.
  • Watanabe Nangaku (1767-1813) fue un pintor japonés, nacido en Kyoto; estudiante de Maruyama Masataka (Ōkyo); introdujo el estilo Maruyama-Shijo en Edo, donde enseñó.
  • Kawamura Bunpô (1779-1821) fue un grabador japonés del período Edo , un especialista en ukiyo-e.
  • Sakai Hôitsu, ya referido (y comentado) en la anterior entrega de Shiki
  • Kōchō es el nombre de la era japonesa que abarcó desde febrero de 1261 hasta febrero de 1264
  • Nagasawa Rosetsu (1754-1799), fue pintor de Edo, discípulo de Maruyama Ôkyo, ha dejado pinturas famosas en algunos shôjis (puertas y tabiques de papel enmarcados en una madera corrediza). Su demonio de montaña (yamanba) del Santuario Itsuku-shima (Miya-jima) es particularmente famoso. Tuvo dos periodos (o dos tipos de pintura) bien diferenciados, uno con pinturas de cierta elaboración, y otro con pinturas de trazos muy rápidos y sencillos.

Quinto día. 10 de mayo

Escribo el 8 de mayo del año 35 de la era Meiji (1902), día lluvioso.

Esta noche he podido dormir un poco, y el sufrimiento que ayer tuve desde la mañana, ha ido disminuyendo. Me tomo dos vasos de leche.

A las 9,00 a.m., tocan los analgésicos.

El Dr. Amagishi, designado como médico para la zona de Chôshû, vino a despedirse y ha aprovechado para tomarme el pulso.

Hekigotô y su esposa Shigeeko, vienen por la mañana temprano para acompañarme. Sokotsu regresa y el el doctor se va.

Con Hekigotô y los demás, estamos viendo un álbum de pinturas de Asakura que había solicitado. Estoy encantado de haber podido obtener también el de Imágenes libres sobre arbustos de Gesshô (Fukei gasô). También me he hecho con el álbum pintado por Oson (Oson Gafu) que es de pinturas de flores y pájaros Keibun (Keibun Kachô Gafu), así como con unas “ pinturas abreviadas” de Kôchô (Kôchô ryakuga).

Para el almuerzo, tomo avena con pescado crudo, como de costumbre.

Cambio mis vendas sin que el dolor sea intenso.

Sobre la pesca del donko: para pescar un donko, tienes que tener un hilo corto y una caña de bambú muy pequeña, y usar como cebo un gusano de tierra. Visto el pez, se le pone delante el cebo y cuando muerda, se debe levantar rápidamente la caña. Si el donko se escapa, podremos repetir, siempre hay una segunda oportunidad. El donko es un pez pequeño que vive en ríos; y que en Tokio es conocido como haze-machin.

Son numerosas las extensiones de agua que se encuentran en los suburbios al sur de Matsuyama, mi ciudad natal. Ahí podemos encontrar estanques a los que la gente llama con curiosos nombres como el Estanque redondo (Maru-ike), el Estanque con cuernos (Kado-ike), el Estanque del cuchillo de cocina (Hótó-ike), Estanque de los lagos (Tóhaze-ike), Estanque del espejo (Kagami-ike), Estanque del viejo Yahachi (Yahachi baba ike), Estanque del vagabundo (Hoito-ike), Estanque del curandero (Yakushi-ike) o el Estanque de la casa de la bahía (Uraya no ike), por poner solo algunos ejemplos.

Observo unos cortes de franela, parece claro que son buenos, que sus rayas son largas y bien diseñadas. Sin embargo, el tiempo de la franela ha pasado, hemos entrado en el de la sarga.

Shigeeko se había ido a casa por un tiempo, y regresó un poco más tarde, llorando, porque su canario, que se había dormido en perfecto estado el día anterior, esa misma mañana, de repente enfermó, dejó el nido y ya no se movió. Shigeeko está muy alterada y no sabe qué hacer. Algunos dicen que debe estar estreñido, y otros se preguntan si no se tratará de un huevo que se le ha quedado dentro sin poder salir. Por mero juego, le dedico unos cuantos versos:

ya no come,

ni tan solo unas semillas

de colza ni palitaria

(Natane no mi /Hakobera no mi mo /Kuwazu narinu)

 

¡padres pájaros!

rezad también a Kannon

que facilita los partos

(Oyadori mo / Tanome Koyasu no / Kanzeon)

 

brotes de bambú

y pequeños pájaros,

lo hacen fácil, sin esfuerzo

(Take no ko mo / Tori no ko mo tada / Yasuyasu to)

 

si es estreñimiento,

no dejen de darle

las laxativas flores de deutzia

(Funzumari / Naraba unohana / Kudashimase)

 

La cena es como el almuerzo.

Tengo 36.5º de temperatura.

Después de encender las lámparas, Hekigotô canta un pasaje de Nô: La piedra que quita la vida (Sesshô-seki). Tengo un poco de dolor de cabeza.

Sokotsu se va a casa.

Los cinco que quedamos, anfitriones y visitantes, hablamos de nuestros presupuestos, sin distinción: todo son lágrimas, cólera y consolaciones. Afuera, percibo que la lluvia se ha detenido y el viento es más fuerte.

A las 11:30, vuelvo a tomar los analgésicos.

Hekigotô y su esposa regresan. Pasan quince minutos de la media noche.

En los últimos tiempos, ando flojo de ánimos y el dolor no se me quita. Los despertares son particularmente difíciles. Como tengo miedo de despertarme, tengo miedo de quedarme dormido, y temo a lo larga que se hace la noche. Si Hekigotô y los demás se van tarde, hacen que la noche sea aún más corta.

               … comentarios al texto

  • Las entregas en prensa van apareciendo dos días después de ser escritas por Shiki.
  • En esta entrega, Shiki va conectando ideas, sobre temas muy dispares y sin mediar enlace alguno entre ellas. Se trata de una sucesión de anotaciones autobiográficas y de pensamientos.
  • Aparece por ejemplo un médico. En un texto que cuenta la vida de un enfermo, apenas volverá a aparecer ningún otro. De hecho, la aparición en esta entrega es principalmente para anunciar su partida.
  • Chôshû es un feudo ubicado en el extremo oeste de la isla principal (Honshu) del archipiélago de Japón.
  • Aparte de su madre y hermana, desde fines de marzo de 1902, varios amigos cercanos de Shiki se turnan para acompañar al paciente. Ellos son:

Ito Sachio (1864 – 1913): fue el seudónimo de Itō Kōjirō, un poeta y escritor japonés de tanka activo durante el período Meiji de Japón.

Katori Hotsuma (1874-1954): Artista especializado en obras de metal y su historia.

Takahama Kyoshi (1874-1959): Discípulo de Shiki a quien conoció por su compañero de clase: Hekigotô. Nació también en Matsuyama. En 1898, Kyoshi acabó dirigiendo la revista de haiku Hototogisu, obra de Shiki.

Kawahigashi Hekigotô (1873-1937): Comenzó aprendiendo de Shiki cosas sobre béisbol, para acabar siendo un importante discípulo en su haiku renovado. En sus visitas para acompañar a Shiki enfermo, era frecuentemente acompañado por Shigeeko, su esposa.

Samukawa Sokotsu (1875-1954): Alumno de Shiki, dedicaría su vida a mantener la memoria, la casa y el legado de Shiki.

  • Los álbumes de pintura que Shiki refiere, son característicos de la segunda mitad del período Edo, fueron impresos a mano, en xilografía, volumen tras volumen. A pesar de su precio relativamente bajo, fueron bien elaborados y podrían servir de ejemplo y material para el estudio de la pintura. Generalmente despreciados en la era Meiji (1868-1912), aquí están redescubiertos por Shiki. Por otro lado, aunque les chirriaran a los coleccionistas occidentales, fueron uno de los más importantes vectores del japonesismo, además de las clásicas pinturas impresas, mucho más conocidas.
  • Shiki cita a cuatro pintores desde el final del período Edo:

Cho Gessho (1765-1832): Estudió nanga (literalmente «pintura del sur”) con Matsumura Goshun (1752-1811), quien le dio el nombre de Gessho. Goshun a su vez era un estudiante de Yosa Buson (1716-1784), además de maestro haijin, un maestro nanga, que a su vez estudió con Maruyama Okyo (1733-195), y juntos fundaron la escuela de pintura Maruyama.

Sakai Oson (1761-1828): más conocido como el Hôitsu, destacó en la escuela Rinpa. Famoso por haber revivido el estilo y la popularidad del gran Ogata Kōrin , y por haber creado varias reproducciones muy interesantes del trabajo de Kōrin.

Matsumura Keibun (1779-1843): Pintor destacado de la escuela Shijô. Vivió en Kyoto y estudió con su hermano mayor Matsumura Goshun y con Maruyama Ōkyo. Trabajó como asistente del príncipe budista Shinnin, cuyos herederos poseen muchas de sus pinturas.

y Ueda Kôchô (1788-1850): Pintor principal de Osaka durante la primera mitad del siglo XIX. Alumno de Matsumura Goshun y Nakai Ranko. Se convirtió en un pintor oficial del 11º señor de Kishu Tokugawa, Tokugawa Nariyuki. Frecuentemente usaba el shasei (bosquejo de la vida) también llamados bosquejos, o pinturas abreviadas o pinturas con espíritu haikai.

  • El donko es un pez de la familia de los gobio.
  • La moda de los kimonos rayados creció en la era Taisho (1912-1926). Eran de franela de rayas verticales. Luego se puso de moda la sarga, un tejido de líneas oblicuas.
  • En sus orígenes, se consideraba que la poesía japonesa estaba dotada de una «eficacia maravillosa», lo que explica el desarrollo de los conocidos “poemas mágicos» (majinai-uta) utilizados en prácticas talismanes y propiciatorias. Lo eran frecuentemente las wakas, y aquí Shiki compila unos versos votivos improvisados en métrica de haiku (no lo son), con virtudes supuestamente laxantes. Cabe señalar que él mismo sufre con frecuencia problemas intestinales de este tipo.
  • La palitaria (Mourron blanc, Drimaria, Golondrina, Nervillo, Pajarera o Yerba de estrella) es una planta que comen los pájaros, pero también usada por humanos por sus efectos medicinales (diuréticos, laxantes, etc.).
  • Los brotes de bambú son famosos por la facilidad y velocidad de crecimiento.
  • En referencia a los aparentemente simples últimos versos referidos por Shiki (Funzumari / Naraba unohana / Kudashimase) cabe decir que el suero que queda tras la elaboración de Tofu (cuajada de soja), conocida por sus propiedades laxantes, se llama metafóricamente en japonés u-no-hana (la flor de la deutzia). Esta denominación se presta a múltiples juegos de palabras y asociaciones. Shiki lo usa aquí y pone en la expresión «cuando las flores de deutzia se pudren» (unohana kutashi) que refiere a las largas lluvias del «cuarto mes». Esta expresión se usa en la frase prosaica «Dadle (kudashimase) flores de deutzia (unohana)». Por otra parte, este nombre se asocia con el cuco para indicar el comienzo del verano, esta ave (shiki, hototogisu), que tiene fama de tener una garganta roja cuando abre la boca, sirve como metáfora para los pacientes con tuberculosis. Elegir cuco como nombre de artista era, por lo tanto, una forma de que Shiki se autoproclamara «poético y tuberculoso». Además, u-no-hana significa palabra por palabra «flor de liebre»  u (usagi), que es un animal del zodiaco chino y japonés. La liebre (o el conejo, según traductores) es el cuarto animal del zodiaco (después de la rata, el buey y el tigre), y por lo tanto sirve para designar el cuarto mes del uzuki (antiguo calendario), o el cuarto año del ciclo sexagesimal (udoshi).
  • Shiki nació en un año de la liebre (1867), y escupió sangre por primera vez, en mayo de 1889, el quinto mes del calendario actual en Japón desde 1873, pero el cuarto del viejo calendario, que aún recuerda mucha gente, y muy especialmente los haijines. Shiki manifestó repetidamente un particular interés por este animal del zodiaco, pero también por el mes de mayo, un “mes sucio» (como ya lo llamó el 15 de mayo de 1901, un año antes, en su obra Gota de tinta), que nunca le trajo nada bueno. Todo parece llevarnos a que este es sin duda uno de los motivos que lo llevaron a comenzar Una cama de enfermo de 6 pies de largo el 5 de mayo, como queriendo romper el maleficio ligado al signo de la liebre.
  • Kannon (Kanzeon): Nombre japonés de Guan Yin, que es el nombre dado en China a Avalokiteśvara bodhisattva venerado en el budismo. El valor asociado a este bodhisattva es la Compasión. Se le reza también para los nacimientos.
  • 36,5º de temperatura son unas décimas de febrícula, ya que en Japón, se toma como normal hasta 36º.
  • La obra de Nô a la que se hace referencia, cantada por Hekigotô es muy famosa, y escenifica a la hermosa Tamamo no Mae, que es la encarnación de un zorro malvado. Es asesinada por sus perseguidores, a pesar de que siempre llevaba una piedra mágica, que quitaba la vida a todos los que se acercaban a ella.
  • Al referirse a los 5 que quedaron hablando sobre sus ingresos, se entiende que podrían ser Shiki, Hekigotô y su esposa, su madre Yae (1845-1927), que estaba viuda, y su hermana Ritsu (1870-1941), dos veces divorciada.
  • Los haijines japoneses (arcaicos incluidos), han tomado a veces la flor de deutzia, la de U o la colza como motivos de haiku. He aquí algunos ejemplos:

BUSON (1716-1784)

flores de colza / la luna, al este / el sol, al oeste

la flor de la colza: / y, en un punto del día, / resuena el mar

BASHÔ (1644-1694)

los gorriones / en los campos de colza / viendo las flores

otra versión

campos de colza: / y un ruiseñor con gesto / de contemplar sus flores

KAWAI SORA (1648 – 1710)

Caminando con Bashô las sendas de Oku: Blancas como el güiro las deutzias, florecían a la par las blancas flores de las zarzas, pareciéndome estar en plena temporada de nieve. Cuenta Kiyósuke que antiguamente hubo un palaciego que al llegar a este lugar se retocó su birrete de gala y se puso el atuendo de la corte.

Una flor deutzia / es mi toque de gala / en este paso.

BASHÔ (1644-1694)

deutzia en flor… / recuerda las canas / de Kanefusa

entre la nieve, / la flor de U, su pálido / color violeta

         otra versión

en los claros de nieve, /el leve morado de los brotes/de la flor de udo

KOBAYASHI ISSA (1763-1827)

la flor de U / florece para el dios… / y para el mendigo

CHIYO-NI (Kaga No Chiyo. 1703-1775)

flores de deutzia, / solo a ellas les da el sol / en un día nublado

 

 

 

Cuarto día. 8 de mayo

Mirando las fotografías de antiguas pinturas occidentales, descubro algunas de paisajes pintadas por los holandeses hace aproximadamente doscientos años. Sin duda, es un tema que en esta época nos parece raro. En Japón, no obstante, hay pocas pinturas sobre personalidades, pero las pinturas de paisajes son extremadamente frecuentes, lo que en absoluto significa que haya habido pinturas de paisajes desde la antigüedad. Las hubo con Kose Kanaoka, y hasta que surgió la escuela Tosa, siendo a partir de entonces, cuando se comenzaron a pintar sobre todo hombres y Budas. Así se mantuvo el tema hasta la llegada de los monjes Zen desde China, y a partir de ahí, comenzaron los intercambios en materia de religión budista, pero también de pinturas importadas sobre montañas y aguas de estilo chino, que tuvieron mucho éxito en nuestro país.

En Japón, como su propio nombre indica, a menudo se pinta la extrema inmensidad de paisajes «de montañas (san) y aguas (sui)». Pero en Europa, no se pintan paisajes tan desproporcionados y son más dados a representar todo más parcialmente. Así, son muchas las pinturas donde se reproducen, por ejemplo, tan solo grandes árboles; o incluso cuando pintan agua, lo hacen solo de una parte del río o del mar, y por ello no se puede llamar a estas obras «pinturas de las montañas y aguas (Sansui-ga)” como hacemos con las nuestras.

Cuando uno mira pinturas occidentales sobre el paisaje, se comprende que las más antiguas reproducen con mucha precisión el carácter majestuoso de los grandes árboles. Cuando pasamos a lo más reciente, no necesariamente se adhieren a la majestuosidad de los grandes árboles, sino más a menudo para representar la tierna frescura de los ligeros árboles comunes. De un sabor austero, hemos pasado a un sabor tierno, de un sabor pesado a un sabor ligero: tal es el movimiento general del mundo, y no solo en la pintura, sin duda, ni tampoco solo en Occidente.

En otras ocasiones, hablando de lo bello en la literatura, ocasionalmente he distinguido tres estilos: narrativo, lírico y descriptivo. Alguien entonces me atacó, diciendo que en Occidente el estilo narrativo y el estilo lírico existen, pero no el estilo descriptivo; y yo respondí, riendo, que entonces nosotros en eso no habíamos imitado a Occidente.

Allí, durante mucho tiempo, como apenas hay pinturas con poesías o sobre grandes paisajes, parece que los estudiosos no estaban interesados en la pintura paisajística, ni siquiera cuando debaten sobre estética. Sin duda esto es una equivocación originada por la estrechez de su conocimiento.

                … comentarios al texto

Shiki hace referencia al significado de Japón entendido como una imagen grandiosa y de inmenso paisaje. El nombre Japón (Nippon/Nihon 日本, significado literal: «el origen del sol») tiene un origen chino: pinyin rì běn, Wade-Giles jih pen, el oriente, el lugar desde donde sale el sol. El carácter 日 es la evolución de un círculo con un punto central que representa al sol, y 本 representa la raíz de un árbol y también tiene el significado de origen. La expresión «país del sol naciente» hace referencia a esta etimología del nombre en japonés.

Kose Kanaoka fue un reconocido pintor de la corte, activo al comienzo de la era de Heian hasta el final del siglo IX (el Periodo Heian ,es el último periodo de la época clásica de la historia japonesa, entre los años 794 a 1185, en el que la capital era Kioto. Heian [平安, ‘Heian’?] significa «paz y tranquilidad» en japonés).

La Escuela Tosa fue una escuela de pintores activos de la Edad Media (principios del siglo XV, periodo Muromachi) hasta el final del período Edo (mediados del siglo XIX).

Sôtô, Rinzai y Ôbaku fueron las tres escuelas del budismo zen existentes en Japón. El monje Rinzai, después de un viaje a China, fundó la Escuela Zen Rinsai en 1168, de tendencia china. Más tarde, en 1223, fue Dógen quien fundó la escuela Zen de Sôtô.

Entre las pinturas importadas de china, tuvieron especial éxito en Japón las realizadas con la famosa tinta china, como por ejemplo las realizadas por Sesshu.

Parece que Shiki ya había hablado de los tres estilos: narrativo, lírico y descriptivo por primera vez en 1892 en un artículo titulado «¿Por qué aparecen algunas breves formas poéticas en nuestro país? (Wagakuni ni tanpen inbun no okorishi yuen o ron-zu). Tuvo alguna crítica a las que él contestaba riendo.

Tercer día. 7 de mayo

Como las peonías de Tokio a menudo provienen de plantas de Kamigata, parece que solo las peonías invernales hacen el camino de este a oeste. Además de las peonías, los recitales cantados al estilo Gidayú también llegan a la capital desde el oeste. Y los que se originan en Tokio son Tokiwazu o Kiyomoto. Al igual que las peonías son las más brillantes y más suntuosas de todas las flores, la Gidayú es, de todos estos estilos musicales, el más brillante y más imponente. ¿Les gustan más las cosas brillantes e imponentes en el arte en Occidente, y más la sobriedad en Tokio? En lo que respecta al haiku, Kyoto siempre ha tenido algo suntuoso e imponente, mientras que Edo a menudo está lleno de sutilezas. En los versos de Buson, uno encuentra todo el encanto de las peonías. Los de Rankó carecen de fuerza, pero también tienen su lado “tipo peonía”. Los versos de Baishitsu son vulgares, pero le recuerdan a uno a las «peonías de aguja de pino». En la costa de Edo, sin embargo, los versos de Kikaku y Ransetsu, al igual que los de la escuela de Shirao, aunque no estén completamente desprovistos de brillo, todos tienen algo de la  sobriedad de las peonías de invierno.

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Kamigata, literalmente «Región de la Capital», es como se conocía a la región de Kioto, ya que el emperador residía allí antes de la Restauración Meiji en 1868, cuando se estableció Tokio.

Edo era el nombre de la actual Tokio; y también un periodo histórico de Japón (periodo Tokugawa) que va desde el 24 de marzo de 1603 hasta el 3 de mayo de 1868.

En el teatro de marionetas (Joruri) había tres formas de “recitar cantando” que fueron creadas por Takemoto Gidayu (1651-1714) en Osaka a finales del siglo XVII, por Tokiwazu Mojitayú (1708-1781) a mediados de siglo XVIII en Edo, y por Kiyomoto Enjudayú (1777-1825), también en Edo, a principios del siglo XIX.

Shiki nombra a tres haijines del oeste de Japón: Yosa Buson (1716- 1783), reconocido pintor y originario de la provincia de Settsu, cerca de Osaka, Yakakuwa Ranko (1726-1798) y Sakurai (1769-1852 Baishitsu ), ambos de la provincia de Kanazawa, en el Mar de Japón.

La Portulaca oleracea, es conocida en el japonés de las peonías como «peonía de aguja de pino». Se trata de una pequeña flor que florece en el verano (es kigo de verano) aunque no es, estrictamente hablando, una peonía.

Shiki nombra finalmente a tres haijines del este de Japón: Takarai Kikaku (1661- 1707), un nativo de la provincia de Omi, al este del lago Biwa, que se estableció en Edo y se convirtió en uno de los principales discípulos de Basho ; Ransetsu Hattori (1654-1707), natural de Edo, y que también sería uno de los principales discípulos de Basho; y Kaya Shirao (1738-1791), de la provincia de Shinano, que se estableció en Edo donde abrió su propia escuela.

La peonía, en China es un emblema y en 1903, la Dinastía Qing declaró la peonía como la flor nacional. En la cultura china siempre han sido asociadas a la belleza femenina y en Japón, es un símbolo de riqueza y prosperidad. Se trata de un tema muy recurrente entre los haijines japoneses. Aquí una buena muestra:

BUSON (1716-1784)

una hormiga de montaña

resalta con claridad

en la blanca peonía

 

¡qué deslumbrante

sobre el biombo dorado

la peonía!

 

me siento mal

tras cortar la peonía

esta tarde

 

o también…

 

después de cortar la peonía,

me sentí exhausto

aquella noche

 

se deshoja la peonía:

los pétalos en montoncitos

de dos y de tres

 

A punto de abrirse

deja ver un arco-iris,

la peonía

 

el pesado vagón

retumba: las peonías

se tambalean

 

caídas las flores

permanece la imagen

de las peonías

 

la peonía,

tal que un gato de plata

mariposa de oro

 

en silencio

antes de la llegada de los anfitriones      ligado al siguiente

las peonías

 

OSHIMA RYOTA (1718-1787)

Sin palabras la anfitriona,

el invitado

y el crisantemo blanco

 

AMANO TÔRIN (1638-1719)

peonías en flor:

para verlas, té chino

kimono pálido

 

BASHÔ (1644-1694)

Completamente mojadas,

inclinadas,

las peonías bajo la lluvia

 

MOKUDÔ (1666-1723)

el shamisen

suena desafinado:

¡la peonía!

 

KATO GYODAI (1732-1792)

flores oscuras:

toda la luna brilla

en la peonía

 

KAYA SHIRAO (1738-1791)

jardín oscuro:

en la noche no se mueve nada

la peonía

 

RYÔKAN (1758-1831)

brisa suave:

en mi sopa, de pronto

peonías blancas

 

KOBAYASHI ISSA (1763-1828)

así de grande

dice la niña abriendo los brazos

es la peonía

 

KIITSU (1856-1933)

peonías en flor:

parece que no existen

las demás flores

 

TAKAHAMA KYOSHI (1874 – 1959)

sobre una barca,

cruzando el lago,

la peonía

 

“blanca peonía”

decimos, pero es

algo rosada

 

corté las peonías,

ahora…

el jardín vacío

 

OGIWARA SEISENSUI (1884-1976)

pétalo a pétalo

se abre y se recompone

la peonía

 

IIDA DAKOTSU (1885-1962)

bajo la lluvia,

plegándose, los brotes

de peonía

 

MIZUHARA SHÛÔSHI (1892-1981)

anochecer:

cada peonía se funde

con la neblina

 

MASAOKA SHIKI (1867-1902)

en noche de luna clara

la blanca peonía

se deshace y cae

 

me gustaría morir

comiendo manzanas

mientras contemplo las peonías

 

el retoño de la peonía…

con la helada

retiembla

 

RYÛNOSUKE AKUTAGAWA (1892-1927)

corté la peonía:

tan apetecible pecado

se me perdona

Segundo día. 6 de mayo

Como nací miedoso, siempre odié cargar un rifle. Sin embargo, cuando estaba en el preparatorio para la universidad, hice ejercicios de tiro al blanco con un Mauser, pero aparte de esa ocasión nunca usé una pistola, ni siquiera en la sala de tiro; y, la simple vista de una persona que lleva una pistola, me produce una desagradable sensación de peligro, de modo que nunca tuve la idea de ir a la caza por placer, aunque me lo aconsejaban insistentemente. ¿Fue el año pasado? Me enteré de que un tal Iwasaki había matado sin querer a un amigo suyo, un estudiante. Me pareció insoportable, a pesar de que era alguien completamente desconocido para mí. Después de esto, a petición legítima del padre de la víctima, la familia Iwasaki encontró una solución honorable de resarcir el mal hecho: se elaboró un compromiso escrito de familia según el cual, en lo sucesivo, ninguno de sus miembros cazará. Es un resultado positivo, pero desde este episodio he llegado a sentir una creciente ansiedad por la caza en general.

Sin embargo, en los últimos tiempos, a medida que mi idiotez crece, me he vuelto incapaz de razonar ciertos textos y, por último, nada me regocija ni me distrae tanto como las historias de caza que se publican en los periódicos. Según un cierto monje budista, no hay nada tan cruel como la caza: matar por sorpresa, desde atrás, un pájaro y la alegría de su canto, sería exactamente como derribar a un hombre que se regocija por componer la estrofa inicial de un poema encadenado, nada es más espantoso. No hay nada malo en ello, y aunque desde el punto de vista del pájaro el acto es ciertamente abominable, la gente común, cuando caza, se siente verdaderamente inocente y digna de simpatía; y es por eso que prefiero escuchar sus historias de caza en lugar de historias de política o economía: son más entretenidas.

Además, la caza se practica en el campo, y por este mismo hecho las historias de caza están a menudo cargadas de sabor. Los buenos disparadores, en particular, no se jactan de multiplicar innecesariamente las capturas matando gorriones o gallinas, se regocijan más bien por descubrir caminos. Desafortunadamente, son muchos los que no son conscientes de la belleza, y cuando se presta oído a sus historias, son en su mayoría insípidas, lo cual es una vergüenza. Las historias de caza, como digo, hablan de paseos por el campo, y por supuesto, no es cuando cuentan cómo se matan las aves lo que nos interesa, sino cuando recrean lo que hay a los lados. Sin embargo, son raros los narradores que saben cómo seducirnos así. Recientemente en la revista El Amigo de la caza (Ryóyu), se contaban las cacerías del profesor Iijima en Alemania. Como la narración era muy detallada, resultó mucho más interesante que de costumbre. Iijima, por ejemplo, explicaba que cuando él fue a cazar a la reserva del embajador Inoue, cada uno trajo de casa una comida japonesa, que luego tomaban con sake Masamune y les llevaba a enseñar japonés a un cazador alemán que les acompañaba. Así, en el artículo, encontramos pasajes como éste:

“Luego, en el interior, durante las comidas, por ejemplo, le enseñé a responder ¡hei! cuando golpeaba mis manos. Pero el paisano me contestaba ¡hi! con acento extranjero. Es un fragmento de la vida diaria en verdad divertido, hasta el punto de partirse uno de risa”.

De hecho, es muy divertido de leer. Me gustaría que todas las historias de caza se contaran como esta. ¡Qué estoy diciendo! me gustaría incluso que entraran en más detalles. Así la caza, incluso podría escapar a la crueldad.

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Componer la estrofa inicial (hokku), de un poema encadenado (renga), era en Japón todo un honor entre los poetas, por ello el monje budista presenta la desgarradora imagen y compara cazar un pájaro de gozoso canto con abatir a alguien que acaba de componerlo (esta anécdota, será de nuevo retomada por Shiki en la entrada 55).

El profesor Iijima al que se refiere, es Iijima Isao (1861-1921), prestigioso ornitólogo japonés. Igualmente cuando habla de Inoue, se refiere al Sr. Inoue Katsunoshin (1861 – 1929) embajador de Japón en Alemania por aquél entonces.

El sake Masamune aún perdura y es de los más antiguos de Japón: la marca se fundó en 1659.

Primer día. 5 de mayo

La cama de un enfermo de seis pies de largo: aquí está todo mi mundo. Y, aun así, este catre de seis pies de largo es todavía demasiado grande para mí. Aunque a veces puedo extender la mano, no sin gran dificultad, y tocar las esteras, no hay manera de que pueda extender mis piernas fuera del colchón y que mi cuerpo se relaje. En los peores momentos, me asaltan dolores extremos, y a veces no puedo moverme en absoluto, ni siquiera una pulgada. Dolor, tormento, gritos, analgésicos: buscar tímidamente un sentido a la vida en el camino de la muerte y desear con avidez un poco de paz, ¡menuda broma!

Y sin embargo, cuando uno está vivo, hay cosas que necesariamente tiene que decir. En todo el día, no veo más que periódicos y revistas, y a menudo, el dolor me impide incluso leerlos. No obstante, solo tengo que avanzar unas cuantas líneas para encolerizarme, salvo a veces, excepcionalmente, que me llevo una alegría inexplicable que me permite olvidar el sufrimiento de la enfermedad. A modo de introducción, estos son, mis queridos amigos, los sentimientos de estar postrado en cama todo el tiempo, además del hecho de que, desde hace 6 años, tengo mayor ignorancia de las cosas de este mundo.

En la parte occidental de la provincia de Tosa, hay una pequeña isla llamada Kashiwa-jima, con un pueblo de pescadores donde se ven unas doscientas luces y una escuela de oficios relacionados con el mar. El aula es de cuarenta metros cuadrados, la oficina de cinco (sirve también como dormitorio del director) y los laboratorios tienen dieciocho o diecinueve. Los gastos de funcionamiento son cuatrocientos veinte yenes, el costo del equipo es de veintidós yenes, y para las pequeñas cosas se tienen diecisiete yenes. Hay sesenta y cinco alumnos, el salario mensual del director es de veinte yenes, y parece que no lo han ascendido durante los últimos cuatro años. Además, los alumnos se benefician de su trabajo y, con cinco centavos de materia prima, fabrican conservas que valen veinte. Por una red fabricada con sus manos, ganaban ochenta centavos. Ellos están obligados a colocar sus ganancias en una cuenta de ahorros postal, de la que no tienen derecho a retirarlos, excepto para el viaje anual de la escuela.

Este pequeño establecimiento parece haber llegado a ser muy famoso entre la gente del oficio, pero es desconocido para el resto de la gente en general. Al enterarme de su existencia, una alegría tan profunda me ha invadido que se me han saltado las lágrimas. Si es que no es posible hacer bullir la olla del Estado, qué alegría al menos entrar en esta escuela de formación para los oficios del mar, filetear los bonitos, poner los calamares al sol, fabricar redes y trabajar bajo la dirección de un gerente como este.

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El pie es una medida de longitud con diferente valor según época y región. En Japón, se conoce como shaku, y en la actualidad se valora en 30,3 cms. Seis pies (seis shakus, como en el título de la obra) equivalen a un ken. El ken (間) viene a suponer por tanto una longitud de 6 x 30,3 = 181,8 cms., lo que el maestro consideraba pues que aproximadamente medía su catre.

Shiki, con 22 años (1889) comenzó a presentar esputos con sangre (por una incipiente tuberculosis pulmonar). No fue hasta su regreso del conflicto chino-japonés, en 1895, que empezó un serio agravamiento del proceso, alcanzando las lesiones a sus huesos (tuberculosis ósea), por lo que en lo sucesivo debió de permanecer casi constantemente encamado.

Tosa pertenecía a la región de Shikoku. Matsuyama, donde nació Shiki, es la ciudad más poblada de la isla de Shikoku. Por ello, fue elegido como lugar para proclamar la conocida Declaración de Matsuyama sobre la apertura del haiku al resto del mundo.

Shiki siempre anduvo preocupado por la justicia social, siendo un revolucionario en la literatura, pero también socialmente. En su juventud formó parte del “Movimiento por la Libertad y los Derechos del Pueblo”.

Si bien la economía de Japón creció después de la victoria en la guerra chino-japonesa de 1894-1895, finalmente se acabaron por encarecer los préstamos, las importaciones de materias primas y los productos de consumo básico, por lo que había una gran polémica sobre la gestión del gobierno. Encontrar humildes rincones de buena gestión, era un gozo para cualquier japonés.

000.- PUBLICAMOS LA OBRA DE SHIKI: “UNA CAMA DE ENFERMO DE 6 PIES DE LARGO”

A PARTIR DEL 14 DE OCTUBRE

Hoy se celebra el 150 aniversario del nacimiento de Masaoka Shiki, promotor del haiku moderno, escritor, periodista y crítico literario a quien el haiku debe, entre otras muchas cosas, su nombre definitivo.

En las fuentes podemos observar dos fechas de su nacimiento: 17 de septiembre y 14 de octubre. ¿Por qué? Shiki nació el 17 de septiembre del año 3 de Keiô. Sin embargo, según el calendario gregoriano, el occidental, fue el 14 de octubre de 1867, y por eso esta fecha es la que encaja en nuestro calendario.

Conocido como escritor de haikus, Shiki practicó igualmente otros géneros. Ya en la escuela, escribió el ensayo Yoken Setsu (los perros de occidente), explicando la poco utilidad de los perros japoneses frente a la de los occidentales.

A pesar de que el haiku estaba en decadencia, sólo un año después de su llegada a Tokio en 1883, Shiki comenzó a escribirlos. En 1891, cuando tenía 24 años, en una caminata de 3 días cerca de Musashino, rodeado de arrozales y bosques, reflexionó sobre que el juego de palabras no bastaba para expresar la verdad y que se debería escribir sobre las cosas tal como son: habló entonces del Sashei o “bosquejo de la realidad” en el haiku. En 1892, publicó un trabajo seriado abogando por la reforma haiku, Dassai Shooku Haiwa (Conversaciones sobre Haiku en el refugio de la nutria). Le valió el puesto de editor de haiku en dicho periódico. En 1895 empezó a publicar las series Haikai Taiyō (Haikai para principiantes) y Meiji Nijūkunen no Haikukai (El Haiku Mundial, 1896), elogiando a Kyoshi y Hekigotō, sus discípulos. Un año después, con manifiesta admiración por la obra del maestro, escribirá Haijin Buson (1897), abordando seguidamente la reforma de la tanka en Utayomi ni Atauru Sho (Cartas a un Escritor de Tanka, 1898).

Obligado a permanecer encamado por su enfermedad, pasó algo más de un año escribiendo en el lecho las que serían sus tres últimas obras: Bokuju Itteki (Una gota de tinta, 1901), Gyōga Manroku (Notas extraviadas recostado sobre mi espalda, 1902), y Byōshō Rokushaku (Una cama de seis pies de largo, 1902).

Para homenajearlo, El Rincón del Haiku pretende dar a conocer una parte de su obra, poco divulgada en la lengua castellana. Con la limitación de que la traducción no se ha hecho directamente del japonés, pero estimando su interés por la falta de escritos de Shiki, publicaremos en la Nueva Revista “Una cama de seis pies de largo”, el diario que Shiki escribe desde el 5 del mes de mayo hasta dos días antes de morir, el 17 de septiembre de 1902. Tal cual lo hiciera el maestro, publicaremos por entregas, honrando así el ánimo con el que se sucedían sus palabras en aquellos días cercanos al final.

FUENTES

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Beichman-Yamamoto, J. Masaoka Shiki: His Life and Works. Cheng & Tsui. 2002. (Orig. Boston : Twayne Publishers, 1982).

Blyth RH. Haïku. Vol. 1: La culture orientale (Trad. Daniel PY). Ed. Unicité, 2017 (1949)

Blyth RH. Haiku. Vol. 2: Spring. Vol. 3: Summer-Autumn. Vol. 4: Autumn-Winter. The Hokuseido Press. 1949–1952

Blyth RH. A History of Haiku. Vol.1: From the Beginnings up to Issa. Vol. 2: From Issa up to the Present.The Hokuseido Press. 1963-1964.

Cuartas Restrepo JM. Los 7 poetas del haikú. 2005

Haya V. Tsumani-Gokoro. 150 haikus inmortales. S.L. Shinden Ediciones: Barcelona, 2008.

Haya V. Aware. Barcelona: Kairós, 2013.

Keene D et al. (eds.) A good selection of Shiki’s poetry, criticism, and diaries, with sorne notes, and a valuable essay (Kaisetsu ) on all three authors. Chuo Koronsha, 1967.

Keene D. The Winter Sun Shines in: A Life of Masaoka Shiki. Columbia University Press. 2013.

Linares E. (dir.) Hojas en la Acera (papel) 10; septiembre 2018.

Ota Memorial Museum of Art –Tokio-. Cien famosas vistas de Edo (Meisho Heido hyakkei), 2007. Reedición Lamers-Schütze P. (dir.), textos de Melanie Trede & Lorenz Bichler, ed. Taschen, Colonia; 2010.

Ota S, Gallego E. Haikus contracorriente. Madrid: Poesía Hiperión, 2018.

Rodríguez JB (ed.). Treinta y cinco haikus comentados por R. H. Blyth. Hojas en la Acera 35:2, pág. 18-31. 2017

Rodríguez JB (ed.) Los 3 últimos haikus de Shiki. Hojas en la Acera 35:2, pág. 31-32. 2017

Rodríguez J. (ed.) Cien haikus de Shiki. Ed. Hiperión. 1996.

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Rovira E. Una gota de tinta, de Masaoka Shiki (trad. del inglés de Beichman-Yamamoto J) Hojas en la Acera (papel) 10, septiembre 2018; pág. 54-79.

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Sánchez de Molina G y Kawakami A. Jardín de escarcha (158 haikus e M Shiki). Miraguano Ediciones, 2019.

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Shiki M. Le mangeur de kakis qui aime les haïkus (trad. Cheng Wing Fun et Hervé Collet). Ed. Moundarren, 1992.

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Yoshîe Okazaki. Japanese literature in the Meiji era. Tokio: Ôbunsha, 1955

 

 

 

Presentación

                

Izquierda. En mi catre. Autorretrato de Shiki.                                                    Derecha: Shiki sobre su cama de enfermo. Haiga con acuarela de Nakamura Fusetsu y poema de Tsuchiya Bunmei

 

“UNA CAMA DE ENFERMO DE 6 PIES DE LARGO”

La obra de Shiki, va mucho más allá de sus haikus. Fue promotor del haiku moderno, escritor, periodista y crítico literario a quien el haiku debe, entre otras muchas cosas, su nombre definitivo.

Aunque sus escritos son numerosos, poco se conoce de ellos en castellano. Así, para celebrar el 150 aniversario de su nacimiento, El Rincón del Haiku se propone publicar seriadamente a partir de hoy mismo, la traducción de la que sería su última obra: “UNA CAMA DE ENFERMO DE 6 PIES DE LARGO”. Supone, un diario de 127 entradas, las que van del 5 de mayo al 17 de septiembre, dos días antes de fallecer. Son unos relatos duros, frecuentemente cargados de dolor, pero también a veces de anécdotas y humor, que nos hacen conocer a Shiki del puño y letra de Shiki. El maestro, en sus momentos más críticos, se abre al mundo.

Elías (AGHA)