Haibun 61

Haibun 61

La ermita

El sol de verano comienza a ascender. Emprendemos la ruta hacia la ermita de Santa Catalina, que está situada en la cercana dehesa Marijuán a unos dos km. de la población. Un camino tradicional, llano y de fácil acceso, que nos adentra con sus paredes empedradas en un precioso y maduro alcornocal. En el desvío que nos adentra en el sotobosque se encuentra la charca chica, que constituye un hábitat esencial para la conservación de determinadas especies de aves y anfibios.

Por el borde de la chaca
 el chapoteo de las ranas
 a cada paso

En el bosque de alcornocales podemos observar el trabajo del descorcho. Los troncos sin la corteza con el paso de los días van enrojeciendo y esto configura un bello paisaje rebosante de vida. Caminando por el sotobosque envolvente de sombras se llega a una explanada donde está la ermita de Santa Catalina, una construcción que data de 1716 y consta de una sola nave y un atrio exterior donde todos los lunes de pascua se celebra una romería.

En el centro de la explanada se encuentra un ejemplar de alcornoque centenario de gran altura y con un tronco sinuoso de gruesa corteza y gran perímetro, una amplia copa ha ramificado extensos troncos que provocan un haz de sombra para el ganado en los tórridos veranos extremeños

El tiempo pasa, borra las huellas de generaciones, nada o muy poco queda, pero aquí los ojos contemplan con certeza los cientos de años de este alcornoque.

Llega a la sombra
 del alcornoque
 una oveja preñada

Encarna Ortiz Serrano
Recas-Toledo (España)