ZANCUDAS
(Octubre)
¡Ya su perfil zancudo en el regato,
en el azul el vuelo de ballesta,
o, sobre el ancho nido de ginesta,
en torre, torre y torre, el garabato
de la cigüeña!…
Antonio Machado
Las mañanas frescas de octubre en los campos de arroz de la Albufera, teñidos de ocre ( pues la siega llega a su fin), traen olor a paja y barro, y un silencio apenas roto por algunas de las aves que una nueva migración va trayendo. Sobre las motas*, en hilera, garzas, garcetas, garcillas, observan su llegada (también la nuestra). Entre ellas, inmóviles, las garzas reales parecen dormitar.
*Motas: Pequeñas barreras de tierra que rodean los campos de arroz delimitando parcelas y controlando el nivel del agua.
alba de otoño,
bajo el manto de nubes
una garza real
Marga Alcalá
Aves esbeltas, de largos tarsos desprovistos de plumas, señas de identidad, entre otras de este bello, cambiante y no siempre bien tratado paraje.
Luna creciente-
Sobre la barca sin dueño
duermen las garzas
Elías Dávila
yuukaze ya mizu aosagi no hagi o utsu
Viento del atardecer.
Se ondula el agua
alrededor de la garza
Yosa Buson
el chorlitejo chico
corre hacia la orilla
luna del alba
José Luis Vicent
Aves zancudas, de colores y picos diversos en función del alimento, generalmente migrantes, a excepción de aquellas que encuentran condiciones favorables para nutrirse, conseguir refugio y reproducirse. Su elegante y majestuosa forma de volar les permite recorrer grandes distancias buscando el calor y los mejores hábitats.
Marea baja
la garza estira sus alas
sobre la peña
Leticia Sicilia (Hadaverde)
Sol y luna;
la cigüeña coloca
un palo en el nido
M.ª Jesús Pérez Núñez
Existe una relación estrecha entre las zancudas y los humedales, pues de ellos dependen. Garcillas, garcetas, garzas, garzas reales e imperiales, espátulas, grullas, cigüeñas, flamencos, ibis, marabúes, calamones, avefrías, avocetas, cigüeñuelas, alcaravanes, chajás, cocos, martinetes, teros… Pequeñas, como andarríos o chorlitejos, o grandes como grullas o flamencos, sus patas largas y dedos ágiles les ayudarán a mantener el equilibrio y alimentarse.
Nieva en el monte-
Con una pata encogida
la cigüeña
Gorka Arellano
Cielo rojizo:
de roca en roca se oye…
picar de ostreros
Mary Vidal
playa desierta,
la sombra de una garza
estira el cuello
Fernando Mora
yukaze ya misu aosagi no hagi wo utu
brisa en la tarde:
caricia de patas
de garza en el agua
Yosa Buson
Como grupo, las zancudas son menos vocales que otras especies de aves, aunque las bandadas pueden ser ruidosas.
Olor a lluvia.
Los gritos de los teros
en la mañana
Rodolfo Langer
Dos andarríos
cantan en vuelo-
El blanco de sus vientres
Gorka Arellano
Pirr-pirr del corriol-
a l,aigual
la lluna plena
Pirr-pirr del chorlitejo
en la marisma
la luna llena
Vanni Fucci
Chidori noku nada wa hyakuri no fubuki kana
Una ventisca a lo largo de cien millas
¡los chorlitos gritan
sobre el mar abierto!
Masaoka Shiki
Solo el graznido
de grullas hacia el sur-
Cepas vacías
Daigu Neko
Grita una garza.
Va sacando los cuernos
el caracol.
Epifanía Pérez Béjar
El humo de la leña
entre la neblina-
Graznan las grullas
Gorka Arellano
Hacia el maizal
el grito de un tero
Luz de tormenta
Bibi Varela Gibb (Bibisan)
koe nakuba sagi ushinawamu asa no yuki
A no ser por sus voces
ni existirían las garzas:
alba de nieve
Chiyo-ni
Brillo en el barro,
el silencio tras la marcha
de los flamencos.
Marga Alcalá
Las garzas llevan siglos siendo tema recurrente en el arte y la literatura japonés. Aves pacientes, se les suele ver inmóviles, serenas, junto a los ríos, lagunas, pantanos o entre arrozales, con una dignidad que lleva a la calma. Su majestuoso vuelo y sobre todo su planeo en el descenso nos acerca a la paz y al misterio. En Japón son símbolo de muerte, pureza o transición.
Ruido del agua
donde se estrecha el río
la garza quieta
Luis Elía Iranzu (Luelir)
escarcha-
una garza se yergue
en la otra orilla
Rubén Marín Salvador (Benrû)
Yundadi ni sagi no ugokanu aota kana
Bajo la lluvia de la tarde
una garza inmóvil-
verde arrozal
Masaoka Shiki
Las grullas son símbolo de buena suerte, longevidad, honor y felicidad. Por sus costumbres, se las relaciona con virtudes como la diligencia y perseverancia, la previsión, la prudencia y la sabiduría.
ko o kobau tsurutachi madou fubuki kana
Las grullas nerviosas
protegiendo a sus crías
¡una tormenta de nieve!
Masaoka Shiki
hatsushimo ya mazurau Tsuru o toku miru
Primera escarcha:
Miro de lejos
a la grulla enferma
Yosa Buson
En Europa, la cigüeña es venerada desde muy antiguo, trae buena suerte y anuncia la primavera (resurrección de la naturaleza, portadora de vida nueva). En el románico, las aves zancudas en general son imagen del pensamiento y la imaginación. Simbolizan la altura y proyección espiritual por su despegue del suelo.
Por un instante
brilla el sol en las plumas
de la cigüeña
M.ª Dolores E. Cordero
batiendo las alas
la sombra de una cigüeña
fluye con el río
Mercedes Pérez
Ver una bandada que emprende el vuelo es siempre impresionante, pero aún lo es más si esta está formada por estas increíbles aves trotamundos coordinadas y precisas, de patas largas.
Como dice Arthur Morris en su libro, Shorebirds-Beautiful Beachcombers (Las zancudas, hermosas vagabundas): “Son las dueñas indiscutibles del aire”.
sagui murete Tsuru niji teru shigure kana
Aguacero
mojada la garza
la grulla seca
Yosa Buson
Vuelo de gallinuelas-
Tiembla la luz
en el pantano
Rubens Saró
Charcos de lluvia.
Cada tanto un flamenco
abre las alas.
Mary Vidal
tsuru no asobi kumoi ni hanawu hatsuhi kana
bajo el primer sol,
la armonía de ver en el cielo
las grullas que pasan
Chiyo ni
Aosagi no gyatto nakitsutsu kyô no tsuki
Mientras una garza
grita «gyaa»
la luna de hoy
Kôy- ni