Así que aquí hay un hombre enfermo. Sufre en sus carnes, está muy débil, apenas puede moverse. Su cabeza se colapsa fácilmente, es presa de vértigos y no puede leer libros ni periódicos. Y ni hablar de tomar un pincel para escribir, es totalmente imposible para él. Entonces, ¿no hay nadie para estar a su lado y cuidarlo? ¿No hay algún visitante que venga y le cuente historias? ¿En qué ocupar mis días?… ¿En qué ocupar mis días?
Notas del traductor y fuentes
Regresa el Shiki más doliente. El extremo dolor lo agota física y psíquicamente, le lleva a sentirse más solo que nunca. Ya en la entrega 1 hablaba del bien que le hacía y lo que le gustaba leer la prensa; ahora se queja amargamente que ni eso puede hacer. Y lo dice al mundo a través de estas publicaciones en el diario Nihon.