PARTE 4. LOS CUATRO GRANDES POETAS DE HAIKU

PARTE 4

LOS CUATRO GRANDES POETAS DE HAIKU

 

BASHŌ

Hay tres grandes nombres en la historia del haiku, Bashō, Buson e Issa; podemos incluir un cuarto, Shiki. Bashō es el religioso, Buson el artista, Issa el humanista. Bashō se ocupa de Dios como se ve a sí mismo en la mente del poeta ante las flores y los campos. Buson se ocupa de las cosas tal y como existen por y para sí mismas, por derecho propio. Issa se ocupa del hombre, el ángel débil; los pájaros y las bestias que luchan como nosotros por ganarse la vida y mantener la cabeza por encima del agua. Si no empezamos por Bashō, nuestra interpretación del haiku carecerá de profundidad. La objetividad de Buson y la subjetividad de Issa, surgen del hombrecillo hogareño de cejas largas y mala digestión.

Es más cierto en la poesía japonesa que en cualquier otra, que para entenderla hay que entender al poeta. Itō Jinsai[1] dijo:

師は道のあるところ、師 を崇むるは

すなはち道を崇むる所以なり

Donde está el maestro, está la verdad; el respeto por el maestro es respeto por la verdad.

Por lo tanto, cuando acudimos a Bashō, lo hacemos porque él es el Camino, la Verdad y la Vida. Aparte de los seres humanos no hay Buda. Sin embargo, no debe haber imitación de Cristo ni de ninguna otra persona, ninguna imitación de ningún maestro.

En palabras del propio Bashō:

古人の 跡を求めず、

古人の求めたるところを求めよ

No sigas los pasos de los Antiguos;

busca lo que ellos buscaron.

Como en el caso de Wordsworth, la piedad era la base tanto del carácter de Bashō como de su obra literaria. A él, más que a ningún otro poeta oriental, se aplican las palabras de Gensei[2]:

忠孝を以て根底となし、文学を以

核葉となさば詩も亦深遂なり

Al hacer de la fidelidad y la piedad filial lo fundamental, y dar a la obra literaria un lugar secundario, la poesía es profunda.

Podemos comparar lo que dice Wordsworth:

Ser incapaz de un sentimiento poético, en mi sentido de la palabra, es carecer de amor a la naturaleza humana y de reverenciar a Dios.

Bashō sentía que la vida no era lo suficientemente profunda ni continua, y quería dar a cada acción, a cada momento, el valor que potencialmente tenía. Quería que la pequeña vida que llevamos, fuera al mismo tiempo que la vida más grande. Cada flor debía ser la primavera, cada dolor una punzada de nacimiento, cada hombre un poeta de haiku caminando por el Camino del Haiku.

Era la vida del pequeño día, la vida de gente pequeña. Y “el hombre murió” dijo

“A menos que lo englobemos en el gran día… y situemos la pequeña vida en el círculo de la gran vida mayor, todo es un desastre”.[3]

¿Qué es esta vida mayor y cómo debe relacionarse con ella la vida pequeña? O, para plantear la cuestión de un modo más prosaico pero de forma pertinente, ¿cuál es el valor social del haiku?

Cuando comparamos la vida de Bashō en particular, o la de cualquier otro gran poeta del haiku, con las de Wordsworth, Milton, Shelley, Keats, etc., nos llama la atención un hecho de aparente poca importancia: que todos los poetas japoneses del haiku tenían discípulos y los poetas ingleses ninguno. Este es un asunto de la mayor importancia porque es justo aquí, en esta actitud religiosa, donde la pequeña y prosaica vida de la gente pequeña puede situarse en lo más grande, la vida poética.

冬籠りまた寄りそはんこの柱

fuyu-gomori   mata yorisowan   kono hashira

Reclusión invernal:
una vez más me apoyaré en
este poste.

(Bashō)

Aquí, y sólo aquí, está la pequeña vida puesta en el círculo de la mayor, lo ordinario en lo extraordinario, lo común en lo milagroso, lo material en lo espiritual, lo humano en lo divino. Sentarse en el suelo y apoyar la espalda contra un poste puede que no sea el colmo de la comodidad, pero este es el placer que Bashō se promete a sí mismo. Durante el invierno, mientras la nieve cae silenciosamente, se apoyará en el poste como hizo el año pasado, leyendo y escribiendo poesía, pensando

Pensamientos que vagan por la eternidad,

a través de nuestra eternidad, a través de la gran vida. Este poste, frotado suave con innumerables vigilias, negro donde su cabeza se apoya en él, es todo lo que pide. El Camino del Haiku requiere no sólo una pobreza franciscana, sino esta concentración de todas las energías de la mente y el cuerpo, un perpetuo hundimiento de uno mismo en las cosas. Bashō nos dice, y es de notar, que le creemos:

名月や池をめぐりて夜もすがら

meigetsu ya   ike o megurite   yomosugara

La luna llena de otoño:
toda la noche
paseé alrededor del lago

(Bashō)

¿Toda la noche mirando la luna y sólo este pobre verso para mostrarnos? Pero, hay que recordar que Bashō es un maestro. Y así nosotros también, cuando miramos la luna, miramos con los ojos de Bashō, esos ojos que miraban esa luna y su reflejo en las plácidas aguas del lago. Buson dice:

さむしろ を 畠 に 敷 梅見 はな

Samushiro wo   hatake ni shiite  ume-mi hana

Extendiendo una estera de paja en el campo,
me senté y contemplé
las flores del ciruelo.

(Buson)

Esto de sentarse y contemplar un árbol en flor no es tan simple y fácil como parece. Buson, además de poeta, era un artista, y estaba expresando en silencio y sin movimiento el significado poético y artístico de este ciruelo (pues éste es el significado de “contemplar”).

Uno de los haikus de Bashō que ilustra tanto esta sencilla severidad de la vida como su tierno afecto por sus alumnos es el siguiente:

春立つや新年ふるき米五升

haru tatsu ya   shinnen furuki   kome go shō

El comienzo de la primavera:
para el Año Nuevo
cinco cuartos de arroz viejo.

(Bashō)

En Fukagawa, los discípulos de Bashō, especialmente Sampū, le llevaban todo para cubrir las necesidades de la vida. Tenía en casa una gran calabaza en la que cabían cinco shō (1 shō = 3,18 pintas = 1,8 litros). La felicidad del Año Nuevo es el recuerdo de la fidelidad y el afecto de sus alumnos, simbolizados en el arroz que queda del año anterior. Un poema similar es:

嵐雪が送りし正月小袖を着て

Poniéndome una prenda de seda que me regaló Ransetsu por el Año Nuevo
(N.T. es una nota previa explicativa de Bashō)

 

誰やらか姿に似たり今朝の春

Tare yara ka    sugata ni nitari    kesa no haru

La primera mañana de primavera:
me siento como
otra persona.

Literalmente: “¿A quién me parezco?”. La falta de afectación de Bashō se muestra también a continuación:

 

和角製餐句

Respondiendo al poema de Kikaku sobre tade (maleza) y la luciérnaga[4]

 朝顔に我は飯食ふ男哉

Asagao ni    ware wa meshi kū    otoko kana

Soy quien
desayuna
contemplando las flores del asagao.

 

Esta fue la respuesta de Bashō a:

草の戸 に我は蓼くふ蛍哉

Kusa no to ni    ware wa tade kū    hotaru kana

Una luciérnaga;
participo de la hierba[5]
en mi ermita.

(Kikaku)

Kikaku quiere decir que, como la luciérnaga, él prefiere la noche, y tiene gustos excéntricos disfrutando del sabor amargo de una hierba que a otras personas no les gusta. Bashō dice que la verdadera vida poética no está en eso, sino en desayunar arroz con pepinillos y contemplar lo que la naturaleza y las estaciones nos traigan.

Sería igual de difícil pensar en Bashō viviendo en la abundancia o moderadamente acomodado, como sería imaginar a San Francisco como un hombre rico. Bashō vivió una vida muy parecida a la de Meg Merrilies:

“No desayuna muchas mañanas, no come muchos mediodías,

y en lugar de cenar se quedaba mirando fijamente a la luna”.

Chora nos da una imagen de Bashō, muy diferente de la del poeta europeo medio:

旅姿時雨の鶴よ芭蕉翁

Tabi-sugata    shigure no tsuru yo    bashōō

Vestido de viaje,
una cigüeña bajo la lluvia de finales de otoño:
el viejo maestro Bashō.

(Chora)

El primer poema del Diario de Nozarashi nos muestra la idea que tiene Bashō del estado normal del poeta, poco diferente de la del ascético. El fin propuesto no difiere del ideal que Keats tenía ante sí, pero los medios son polos opuestos:

野ざらしを心に風のしむ身かな

Nozarashi wo    kokoro ni kaze no    shinu mi kana

Resignado a morir expuesto,
¡cómo me traspasa
el viento!

(Bashō)

Preparado para morir al borde del camino, emprende su viaje ¿Por qué no se detuvo en casa, cómodamente, al menos al abrigo del viento y la lluvia? Por varias razones. Sin contacto con las cosas, con el frío y el hambre, la verdadera poesía es imposible. Además, Bashō era un espíritu misionero y sabía que en todas las partes de Japón había personas capaces de recorrer el Camino del Haiku. Pero más allá de esto, al igual que con Cristo, el corazón de Bashō se volvió hacia la pobreza y la sencillez; era su hado, su suerte, su destino como poeta.

年の市線香買ひに出でばやな

Toshi no ichi    senkā kai ni    ideba yana

El mercado de fin de año:
me gustaría salir y comprar
varillas de incienso

(Bashō)

 

La modestia de los deseos de Bashō es evidente en este poema. Nada podría ser más barato, o más alegre, según los estándares ordinarios. La simpatía de Bashō por las cosas animadas no surgió de una teoría sobre la unidad de la vida, ni de un amor innato por los seres vivos. Fue estrictamente poética, y por esta razón la encontramos parcial y limitada, pero sincera. Brota, como se ve en los casos individuales en que se expresa, de una profunda experiencia de un caso particular. Bashō regresaba una vez de Ise, el hogar de los dioses, a su lugar natal de tristes recuerdos. Atravesando el bosque solitario, la fría lluvia sobre las hojas caídas, vio a un pequeño mono sentado acurrucado en una rama, con ese patetismo sumiso que los seres humanos difícilmente pueden alcanzar. Sólo los animales lo poseen. Él dijo:

初時雨猿も小蓑を欲しげなり

hatsu shigure   saru mo komino o   hoshige nari

Primera lluvia de invierno:
el mono también parece querer
una pequeña capa de paja.

(Bashō)

Él estaba preservado de cualquier sentimentalismo sobre los animales por el hecho de que su propia vida estaba llena de incomodidad, lo que él vio como inevitable y, en cierto sentido, deseable.

La dulzura de Bashō, (que era un samurái de nacimiento) es una cualidad muy especial. Quizá podamos compararlo con Chaucer, de quien Thoreau dice:

Estamos tentados de decir que su genio era femenino, no masculino. Sin embargo, era una feminidad rara de encontrar en la mujer, aunque no la apreciación de la misma; tal vez no se encuentra en absoluto en la mujer, sino que es sólo lo femenino en el hombre.

Bashō no era un gran genio poético de nacimiento. Durante los primeros cuarenta años de su vida no escribió ningún poema que pudiera calificarse de notable, ni siquiera de bueno. A diferencia de su contemporáneo Onitsura, que alcanzó la madurez a los veinticinco años, Bashō se abrió camino en la poesía más profunda a base de esfuerzo y estudio, estudio que aquí no significa mero aprendizaje, sino una concentración en el significado espiritual de la cultura que había heredado del haikai. De hecho, podemos decir que pocos hombres han sido realmente tan cultos como lo fue Bashō, con su comprensión del Confucianismo, Taoísmo, Poesía China, Waka, Budismo, Pintura o el Arte del Té. En Oi no Kobumi, 笈の小文 escribe:

西行の和歌における、宗武の連歌における、

雪府の 締における、利休の茶における、

其の貫道する物は一なり。

El waka de Saigyō, el renga de Sōgi, la pintura de Sesshū, El té de Rikyū;

el espíritu que los anima es uno.

Con Kigin季吟, 1623-1705, Bashō probablemente estudió el Manyōshū, el Kokinshu, el Shin Kokinshu, el Genji monogatari, el Diario de Tosa, el Tsurezuregusa y el waka de Saigyō en su Sankashu山家集[6]. Otros poetas de haiku también estudiaron a Saigyō, por ejemplo, el poema de Sōin宗因, escrito sobre una imagen de Saigyō:

秋はこの法師すがたの夕かな

Aki wa kono   hōshi sugata no   yūbe kana

Esta aparición de Hōshi,
por la tarde,
es la del otoño.

Hay un gran número de haikus relativos a Saigyō, y no pocos de Bashō referidos o basados en el waka de Saigyō. El interés de Bashō en ellos se debía a su aparente objetividad, aunque real subjetividad, su yūgen幽玄, su doloroso sentimiento, arte y pureza. Más que a los poetas chinos, admiraba a Saigyō por su vida de pobreza y vagabundeo, su profunda fusión de poesía y religión.

Con verdadero genio japonés, no se limitó a leer y repetir las palabras y frases de estos hombres, sino que puso su espíritu en práctica en su vida cotidiana. Hay un lejano, aunque profundo, parecido entre Bashō y Johnson, dos tipos de hombres completamente diferentes, que sin embargo ocupan ambos una posición en la historia de la literatura por encima de lo que sus escritos reales justifican, en virtud de su carácter personal.

Cuando se haya escrito todo lo que se pueda escribir y se haya hecho todo que se pueda hacer, se descubrirá que Bashō no sólo fue el más grande de todos los japoneses, sino que debe ser contado entre los pocos seres humanos que vivieron y nos enseñaron cómo vivir viviendo.

BUSON

Buson nació en 1716, veintidós años después de la muerte de Bashō, y murió a finales de 1783. En comparación se sabe poco de los detalles de su vida, pero parece que fue un marido cariñoso y un padre devoto. Cuando comparamos a Bashō y Buson, nos sorprende la diferencia de la profundidad de su vida poética. Ambos utilizan ojos y oídos, pero en Buson, por muy sensible, incluso supersensible que pueda ser, sus sensaciones no se hunden en lo más recóndito de su alma, como en el caso de Bashō. Hablando de los sonidos, podemos decir que en Bashō la cosa, su naturaleza, se expresa en una especie de onomatopeya, que puede ser profundamente espiritual. Las cosas sin voz hablan en la cadencia de sus poemas:

秋深き隣は何をする人ぞ

aki fukaki    to nari wa nani wo   suru hito zo

En el profundo otoño
mi vecino
¿cómo vive?

(Bashō)

 

Comparemos los siguientes poemas:

五月雨をあつめて早し最上川

samidare wo   atsumete hayashi   Mogami-gawa

Recogiendo
las lluvias de verano,
el rápido río Mogami.

(Bashō)

 

五月雨や名もなき川のおそろしき

Samidare ya   na mo naki kawa no   osoroshiki

Las lluvias de mayo:
incluso un arroyo sin nombre
es algo aterrador.

(Buson)

 

En el poema de Bashō, aunque no habla de sonido, oímos en nuestro interior el agua turbia que se precipita al mar. El poema de Buson nos dice algo poético que sintió sobre el río, pero el río no resuena en todo nuestro cuerpo. Bashō tiene unos pocos poemas que son simples registros de sonidos audibles, pero no muchos:

烏賊売の声まぎれはし杜宇

ika uri no    koe magirewashi   hototogisu

La voz del vendedor de sepia
se mezcla con la voz
del hototogisu[7].

(Bashō)

 

Como ejemplos de la exquisitez del oído de Buson, podemos citar:

涼しさや鐘を離るゝ鐘の声

Suzushisa ya   kane wo hanaruru   kane

El frescor:
el sonido de la campana
cuando sale de la campana.

(Buson)

 

蚊の声すいかず忍冬の花散る梅に

Ka no koe su   suikazura no hana  chiru goto ni

El sonido de los mosquitos
cada vez que la flor de la madreselva
cae.

(Buson)

Pero con pocas excepciones, las percepciones de Buson de los sonidos, por delicados y sutiles que sean, se detienen ahí. Esto no es una crítica a Buson, pues es bueno detenerse y es bueno continuar. Buson es ante todo un poeta de la mirada, y Buson era un artista, mucho más artista con las palabras que con la tinta india o el color. A veces la descripción es tan pictórica como para que no sea apta para la poesía:

若葉して水白く麦黄みたり

Wakaba shite    mizu shiroku mugi    kibami tari

Hojas jóvenes verdes,
agua blanca,
trigo amarillento.

(Buson)

Buson tiene casi una avidez de color:

 

ゆふがほや黄に咲たるも有べかり

Yūgao ya   ki ni saitaru mo   aru bekari

Calabaza de peregrino;
también debería haber
una floración amarilla.

(Buson)

 

Se podrían dar muchos ejemplos; aquí van algunos:

 

月に遠く おぼゆる藤の 色香かな

Tsuki ni tōku   oboyuru fuji no   iroka kana

A la luz de la luna,
el color y el aroma de las flores de glicina
parecen lejanos.

(Buson)

 

つゝじ咲て片山里 の飯白し

Tsutsuji saite   katayamasato no   meshi shiroshi

Las azaleas están floreciendo;
en este remoto pueblo de montaña
el arroz hervido es blanco.

(Buson)

 

公達に狐化たり宵の春

Kindachi ni    kitsune baketari     yoi no haru

El zorro
se transforma en un joven príncipe;
la tarde de primavera.

(Buson)

 

貌白き子のうれしさよ枕がや

Kao shiroki    ko no ureshisa yo    makura gaya

Felicidad,
ante la cara blanca del niño
en el pequeño mosquitero.

(Buson)

 

高楼の灯影にしずむ若葉哉

Kōrō no    hokage ni shizumu   wakaba kana

Las jóvenes hojas,
empapadas en las luces
de la torre alta.

(Buson)

 

牡丹散て打かさなりぬ二三片

Botan chitte   uchikasanarinu  futamihira

Se esparce la peonía,
dos o tres pétalos
yacen uno sobre otro.

(Buson)

 

きりぎりす自在をのぼる夜寒哉 かな

kirigirisu    jizai wo noboru   yosamu kana

El grillo
trepa por la percha;
la noche es fría.

(Buson)

 

金鮮の羅は誰れかあきの風

Kinbyō no   usumono wa tare ka   aki no kaze

Sobre la pantalla dorada,
¿De quién es el vestido de gasa de seda?
Viento de otoño.

(Buson)

 

Para decirlo en una frase, Buson vivió en el mundo de los fenómenos y su vida interior era escasa comparada con la de Bashō. Podemos apreciar los siguientes poemas:

古池や蛙飛びこむ水の音

Furuike ya kawazu tobikomu mizu no oto

El viejo estanque:
una rana salta dentro,
el sonido del agua.

(Bashō)

 

古池に草履沈みてみぞれかな

Furuike ni    zōri shizumite    mizore kana

El viejo estanque,
una sandalia de paja hundida hasta el fondo;
cae aguanieve.

(Buson)

El poema de Bashō tiene vida en su interior, tiene Vida, mientras que el de Buson está muerto en este sentido. La monotonía de la escena con la sandalia de paja no es superficial, pero no encierra en sí toda la tristeza del mundo; es la cosa como es, pero no la Cosa como es realmente. Elegimos una u otra, según nuestro carácter y estado de ánimo.

Otro contraste fundamental entre Bashō y Buson es el siguiente: en Bashō, su comprensión del zen, la influencia de la poesía china, la obra de los poetas waka, todo esto y muchas otras cosas se funden en su mente, en su experiencia de la vida; lo mismo puede decirse, con mayor verdad quizá, de Issa. Con Buson, y con Shiki también, estas cosas son utilizadas e imitadas, pero nunca forman parte del hombre mismo. Buson sigue a Bashō, Shiki sigue a Buson, pero Bashō e Issa no imitan a nadie; su vida es suya.

 

ISSA

Si Bashō es el poeta de la vida y Buson el poeta del estudio, Issa es el poeta del destino. Bashō, aunque su mente es tierna y compasiva, tiene algo de resignado, algo divino en él. Buson ve el mundo como un espectador. Issa se mueve con el movimiento del destino. La vida transcurre alegre y dolorosamente, con éxtasis y angustia, e Issa la acompaña. No alaba ni condena, pero no se aparta de nada de lo que existe. Además, Issa tiene esa cualidad shakesperiana de no decir a las cosas lo que deben ser, de no saber mejor que Dios mismo cómo debe funcionar el universo, de no oponerse a los accidentes predestinados de la vida, ni a su extraño curso hacia una meta desconocida. Lo vemos en el siguiente pasaje del Shichiban Nikki 七番日記 de Issa del 12 de febrero:

布施東海寺に詐でけるに、鶏どもの跡した ひぬることの不便さに、門前の家によりて 米一合ばかり買ひて、華たんぼ、のほとり にちらしけるをやがて仲間喧催をいくとこ ろにも初めたり。其のうち梢より嶋す、め ばらばら飛び来りて 、こ、ろしづかにくら ひつ、鶏宋る時小ばやくもとの輸へ逃げ 去りぬ。嶋雀は蹴合の長かれかしとや想ふ らん、士農工商その外さまざまのなり はひ 皆かくの通り。

米藤も罪ぞよ鶏は誠合ふぞよ

Kome maku mo    tsumi zoyo tori wa    keriau zoyo

Hice una peregrinación al templo de Tokaiji en Fuse. Compadeciéndome de las gallinas que seguían tras de mí con nostalgia, compré arroz en una casa frente a la puerta del templo y lo esparcí entre las violetas y los dientes de león. Pronto empezaron a pelearse entre ellas aquí y allá. Mientras tanto, palomas y gorriones bajaban volando de las ramas y se comían tranquilamente el arroz. Después, los gorriones y las palomas volaban de nuevo a las ramas, antes de lo que querían, sin duda deseando que el encuentro a patadas hubiera durado más. Samuráis, granjeros, artesanos, comerciantes y todos los demás son así en su forma de vivir.

米藤も罪ぞよ鶏は誠合ふぞよ

Kome maku mo    tsumi zoyo tori wa    keriau zoyo

Esparcir el arroz,
también eso es un pecado
¡las aves se patean unas a otras!

(Issa)

Toda la vida de Issa fue una tragedia. Era uno de esos hombres que atraen el fracaso y la desgracia, igual que triunfan en todo lo que intentan. Cristo, por su propia naturaleza, estaba destinado a la muerte violenta, e Issa estaba marcado para la pobreza y sufrimiento, pero en ambos casos el resultado lejano fue en verdad diferente de lo que cabía esperar. Y hay otro paralelismo entre los dos hombres. Cristo es nuestro ideal de lo que debe ser un ser humano, pero qué judío es en sus amores y odios, en su elevación de lo particular a lo general. Issa es también el más japonés de los poetas de haiku, o puede que de todos los poetas japoneses, pero a pesar de ello o por ello, su obra tiene un atractivo universal. Esta paradoja es quizá la de todos los grandes hombres.[8]

A menudo se dice que Issa tenía una visión un tanto deformada de la vida. Esta idea errónea proviene de no darse cuenta de que Issa, a diferencia de la mayoría de nosotros, decía lo que pensaba. Decía no sólo la verdad, sino toda la verdad. Ikkyū, el famoso excéntrico Zen del siglo XV, padeció de lo mismo. Incluso en los asuntos sexuales era estrictamente franco con todo el mundo, y su reputación ha sufrido en consecuencia. Issa, como Bashō, era un hombre muy moral, pero quizá no tan “estirado”. Bashō nació y se educó como samurái, pero Issa tiene una visión más amplia de la vida, que difícilmente se puede resumir en reglas o máximas. El siguiente pasaje mostrará su visión del mundo y las “normas” por las que juzgaba:

風流をたのしむ花園ならで後の畑前のの

物作りに志し、自ら鎖を採つて耕し、

 の賜と親の命に葉を書し、吉野の腰、

の月よりもおのが業こそ葉しけれ。御ダ心

をとめて打むか小菜種の花は井出の山

 よりも好もしく、 夢の積の色は、 牡 丹門帳

より阪ごたへありとゆ。

En lugar del placer artístico de los jardines floridos, dedícate a cultivar el arrozal que hay detrás de la casa. Coge una azada de mano y úsala; ten sumo cuidado respecto a la vida de tus padres y lo que has recibido de tus antepasados. Sé feliz en tu trabajo más que con las flores de cerezo de Yoshino o con la luna de Sarashina. Más que las rosas de montaña de Ide, ama las flores de la colza y cuídalas con esmero. Las espigas verdes del trigo son más conmovedoras que las peonías.

En otras palabras, la vida es más importante que el arte; nuestro arte y la poesía han de ponerse en nuestro vivir. La belleza se encuentra en nuestra vida cotidiana; entonces se crea de forma natural y espontánea.

Issa es como Heine, tiene el poder de decir con ligereza y con humor lo que otros sólo han sabido decir de manera grandiosa. Las palabras de San Pablo son,

La creación entera gime y sufre hasta ahora, esperando la manifestación

de los hijos de Dios.

Qué diferente suena Issa:

蚤どもも夜永だらうぞ淋しかろ

Nomi-domo mo    yonaga darō zo    sabishi karo

Para ti también pulga,
la noche debe ser larga,
debe ser solitaria.

(Issa)

Imagen 24

Asagao, de Issa

 

SHIKI

Shiki, 1869-1902, en oposición a la tendencia prevaleciente de la época, despreció a Bashō y afirmó la superioridad de Buson. Lo que le atraía de Buson era su objetividad, su actitud de pintor-poeta que mira con mirada clara y fresca sobre el mundo. Este no es lugar para hablar de objetividad y subjetividad, pero podemos decir que en sus mejores momentos Bashō e Issa tienen una subjetividad objetiva en la que la cosa está impregnada de la vida poética del poeta, y no sufre distorsión ni decoloración, sino que revela vívidamente su propia naturaleza intrínseca.

世の中は稲刈るころか草の庵

yo no naka wa   ine karu koro ka   kusa no io

Mi choza de paja;
en el mundo exterior
es tiempo de cosecha.

(Bashō)

En Shiki y Buson, su objetividad tiene algo fresco y nos sentimos tranquilos ante ella, porque no nos exige nada. Cuando Bashō o Issa fallan, caemos en el sentimentalismo, o en algo peor. Cuando Buson y Shiki fallan, el paisaje es de cartón, y las cosas pertenecen a un mundo bidimensional, sin vida ni profundidad.

La personalidad de Shiki tal vez no sea muy atractiva, pero cuando leemos sus haikus, nos sorprende el gran número de poemas excelentes y perfectos que escribió. Era un gran partidario de la naturaleza, de la “naturaleza muerta”, de evitar todo elemento intelectual en la poesía. Su fuerza y su debilidad residían en su falta de religión. Esto se pone de manifiesto en una carta enviada a su tío mientras estaba enfermo en la cama:

我等亡くなり候とも俳式の置告など無用に

候。 家も町も狭き故二三十人もつめかけ候

はは、 帆の動きもとれまじく僕。 何派の

式をなすとも、枢の前に中詞、 博記の類激

み上げ候事無用に候。 戒名といふもの用ひ

候事無用に僕。 。 自然有の石碑もいや

な事に 候。梱の前に通夜すること無用に狭。

通夜するとも代りあひて可致候。 概の前に

て空派は無用に帆。 談笑平生の如くあるべ

く候。

Cuando muera, no es necesario anunciar el funeral, etc. La casa es pequeña y la calle estrecha, y si se amontonan veinte o treinta personas el ataúd no podrá moverse. Sea cual sea la secta que celebre el funeral, los discursos fúnebres y la lectura de relatos de mi vida son innecesarios. No quiero un nombre budista póstumo ni una lápida de piedra natural. No es necesario celebrar un velatorio antes del entierro. Si se llegara a celebrar, que sea por turnos. Nada de lágrimas de cocodrilo, por favor; hay que hablar y reír de forma normal.

De su falta de religión proviene su lucidez de ojos y mente, falta de sentimentalismo, amor a la verdad y devoción a la literatura. Pero sentimos cierta falta de profundidad: se ha tirado al bebé con el agua del baño. Shiki no está en contacto con mucho de lo que es humano, aunque su forma sea supersticiosa e irracional. Como dice Whitman,

Sólo lo que se demuestra a sí mismo cada hombre y mujer es así,

sólo lo que nadie niega es así.

Shiki es un humanista, pero sentimos algo un poco duro, superficial, poco cariñoso en él. Bashō sentó las bases del haiku, Buson amplió su alcance; Issa lo elevó por encima del arte, de la poesía, de todo valor estético, al reino de la vida. También en este sentido Issa es el poeta japonés, ya que está más cerca del Cielo cuando está más próximo a la tierra. Shiki, aunque fuertemente realista, lleva el haiku de vuelta a Buson; ve las cosas bajo el aspecto de la belleza, como un artista.

Podemos comparar a los cuatro poetas en los siguientes poemas sobre el mismo asunto, con uno añadido de Kikaku, a quien podemos considerar un contrapunto de Bashō:

家に遊女も 表たり秩と月

Hitotsu-ya ni    yūjo mo netari    hagi to tsuki

Alojamiento en una posada,
junto con las cortesanas:
flores de lespedeza y luna.

(Bashō)

 

傾時鳥あかつき傘を買はせけり

Hototogisu    akatsuki kasa wo    kawase keri

Recinto de Cortesanas

Un hototogisu canta;
al amanecer,
me obligo a comprar un paraguas.

(Kikaku)

 

わかたけや橋本の遊女ありやなし

Wakatake ya    hashimoto no yūjo    ariya nashi

Bambúes jóvenes;
cortesanas de Hashimoto,
¿todavía no están aquí?

(Buson)

 

風や二十四文の遊女小屋

Kogarashi ya    nijū-yon-mon no    yūjo goya

La tormenta de otoño;
una choza de prostitutas,
a 24 céntimos la vez.

(Issa)

 

船着きの小さき眺や縮の花

Funatsuki no    chisaki kuruwa ya   wata no hana

Cerca del embarcadero,
un pequeño recinto autorizado;
flores de algodonero.

(Shiki)

 

El poema de Bashō no expresa directamente la compasión que sentía por las desafortunadas criaturas con las que por casualidad se alojó en la misma posada de la ciudad-barrera de Ichifuri. Peregrinaban a los Grandes Santuarios de Ise. Comparándolas a las flores de lespedeza, y a sí mismo o a la luna en su manera poética, Bashō glorifica a ambos y las ha elevado de este mundo al mundo de la poesía.

Kikaku trata el tema con indiferencia. Por la mañana, cuando está a punto de salir de Yoshiwara, un chaparrón le obliga a comprar un paraguas fuera, o (más probablemente) dentro del recinto. En ese momento, un hototogisu canta. Kikaku es el poeta desprovisto de religión, del verdadero zen.

Buson está tan absorto en la imagen, en las asociaciones, tan transportado a la distancia, al pasado histórico, que las cortesanas son símbolos del floreciente apogeo de Hashimoto. ¿No están esas mujeres todavía allí, ejerciendo su oficio, junto a los jóvenes bambúes que crecen en profusión como antaño? Las cosas de antaño parecen como si nunca hubieran desaparecido.

En contraste con esto, Issa nos da una imagen de la vida, en que el único elemento artístico es la selección del material. Sopla el viento inútil, sin sentido, salvaje y desenfrenado del otoño. El edificio destartalado y endeble, la mirada realista, el rostro suave de las mujeres, incluso el precio por el que se ganan el pan de cada día, todo se nos presenta sin comentarios. Issa hace esto y, sin embargo, aporta más significado que con el arte más cuidado.

Shiki vuelve a Buson. En reacción a los débiles e inútiles poetas de su época que se consideraban seguidores de Bashō, Shiki afirma en la teoría y en la práctica que debemos seguir a la naturaleza, en sus manifestaciones externas. Así, el poema anterior de Shiki muestra el pequeño muelle, el recinto con su indefinible pero inconfundible atmósfera, las flores blancas de algodón. Es una imagen de la vida, pero ¿tiene vida, profundidad?

:::::::::::::::::::::::::::

[1] 伊藤仁斎, 1627-1705, erudito confucionista.

[2] 政元1623-1696, sacerdote y poeta de waka.

[3] Lawrence, El hombre que murió.

[4] NT.- Es otra nota explicativa que incluye Bashō.

[5] NT.- La hierba a la que Kikaku hace referencia es la Persicaria hydropiper, Pimienta de agua o Persicaria picante.

[6] NT.- Colección personal de la poesía de Saigyō.

[7] Un tipo de cuco. NT.- cuco menor.

[8] NT.- Tradicionalmente los estudiosos del haiku en general, siempre han afirmado que Issa era el menos japonés de los haijines japoneses. Esta aparente incongruencia con lo que se dice, no es tal, ya que como nos recuerda V Haya, en una obra posterior “el propio Blyth, en A History of Haiku, p. 351, parece replantearse la cuestión y de alguna manera se desdice: <<Él es en muchos sentidos el menos japonés de los poetas de haiku>> siendo esta última apreciación del ilustre niponólogo la idea que de Issa se tiene entre los estudiosos japoneses del haiku” (El corazón del haiku, 2002).