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Traducciones de textos de/sobre haiku, hechas desde una lengua occidental.

Los orígenes espirituales del haiku 5. El Confucianismo (2 de 2)

(一九ー)   心地上無風溝、陥在指青山報樹、

性天中育化育、 鍋見魚躍飛。

Si tu corazón no tiene olas tormentosas, en todas partes hay montañas azules y árboles verdes. Si nuestra verdadera naturaleza es creativa como la naturaleza misma, dondequiera que estemos, veremos que todos los seres humanos son libres como los peces que se divierten y las cometas que vuelan en círculos.

 

(三三ニ) 興逐時楽、 芳草中撮服 間行、野島機時

作件。最興心食、落花下披襟元。 自雲

無語漫相 留

Cuando me apetece, me quito los zapatos y camino descalzo por las hierbas olorosas de los campos, y los pájaros salvajes me acompañan sin miedo. Con el corazón en sintonía con la naturaleza, me aflojo la camisa mientras me siento absorto bajo los pétalos que caen, mientras las nubes me envuelven en silencio como si quisieran retenerme allí.

 

(三四五)  年根似察谷投響、 過而不留、 則是津供謝。

心境如月池徴色、装面不著、 期物我忘。

Así como un torbellino que ruge valle abajo no deja nada tras de sí, así el oído no debe tener nada que ver con el bien y el mal. Así como la luna sólo refleja su luz en un estanque, así la mente, vacía y desapegada, no se conoce a sí misma y al mundo exterior como dos cosas.

 

(三五五)  波浪策天、舟中不知催、 商舟外者心。

福狂駕座、 席上不知警、而席外。

故君子身難在事中、 心要超事外也。

Cuando las olas alcanzan el cielo, los que van en la barca no son conscientes del peligro, pero quienes los están viendo tiemblan de miedo. Un comensal borracho insulta y maldice a los demás, pero éstos no se inmutan, mientras que los de fuera “se muerden la lengua” (por temor a una pelea). Así con el hombre superior. En su cuerpo puede estar inmerso en los asuntos, pero su mente está por encima y más allá de ellos.

 

(三五八)  不特而奇赤不爆、 酒不来河而樽ボ介、

素華無紋而常誕、短笛無路面自適、

縦難超越義皇、亦可匹毒。

Aunque mi té no sea el mejor, la tetera nunca se seca. Mi vino no es exquisito, pero el barril no está vacío. Mi sencillo laúd, aunque sin alguna cuerda, siempre está afinado. Mi flauta corta, aunque sin forma, me va bien. Tal vez no pueda superar al Emperador Gi, pero puedo igualar a Kei y Gen.

 

(三五丸)   氏隆稼、吾雷素位、四字是波海的浮叢、

査世路花花一念 全、期高緒秘起、随富

而安、則箱入不得変。

Siguiendo al Buda “adaptarnos a las circunstancias”, y a nuestro confuciano “actuar de acuerdo con la propia posición”, estas dos frases son el salvavidas para atravesar el mar de la vida. Los caminos de la vida son ilimitados. Si deseamos la perfección, surgen todo tipo de obstáculos, pero si obedecemos a nuestro destino, somos libres en todas partes.

Como ya se ha dicho, la tendencia general en Japón ha sido la fusión del budismo, el confucianismo y el sintoísmo. Fujiwara Seika, nacido en 1651, sacerdote zen que posteriormente abandonó el budismo, fue el fundador de la escuela Shushi (1139—1200) de confucianismo en Japón. Decía que las tres eran diferentes en sus principios, pero iguales en cuanto al estado final al que llegan sus seguidores. Amenomori Hōshu, que murió en 1755, declaró que Rōshi era el sabio de la vacuidad, Buda el sabio de la misericordia y Confucio el sabio de los sabios. Lo que se conoce como la Escuela Yōmei (1472—1523) fue fundada realmente por Rikushōzan (1138—1192), quien dijo,

El Ser lo es todo; la mente constituye los seis clásicos.

Nakae Tōju (1608—1648) uno de los hombres más grandes que ha producido Japón, el virtual fundador de la Escuela Yōmei en Japón, dijo que el Cielo y la Tierra y el hombre parecen ser diferentes, pero son esencialmente uno. Esta esencia no tiene tamaño, y el espíritu del hombre y el infinito deben ser uno.

Nakane Tori (nacido en 1694), un sacerdote de la secta Jidō convertido al confucianismo, dijo lo que podría considerarse la base filosófica del haiku:

El objetivo del aprendizaje no es sino abolir la “valla” que separa al hombre del hombre. En otras palabras, la distinción entre él y yo será abolida cuando estemos verdaderamente educados.

El universo y la humanidad son uno, y mis padres, hermanos y todos los hombres son mi yo. El sol, la luna, la lluvia, el rocío, las montañas, los ríos, los pájaros, los animales y los peces también son mi yo. Por eso debo amar y simpatizar con los demás, porque ellos son mi yo y no son separables de mí.

Oshio Chusai (nacido en 1793) dijo,

Incluso la hierba rota, el árbol caído o la piedra cortada nos dan pena,
porque sentimos que están en nuestra mente.

De los extractos anteriores se desprende que durante la segunda mitad del siglo XVII, es decir, durante la vida de Bashō, el confucianismo estaba haciendo una notable contribución a la cultura japonesa y a la alimentación del espíritu del haiku. Especialmente mencionados durante este período son:

Fujiwara Seika 藤原惺窩,  Hayashi Razan 林羅山, Ishikawa Jōzan, 石川丈山, Nakae Tōju 中江藤樹, Kaibara Ekken 員麻益,  Itō Jinsai 伊藤仁商, ltō Togai  伊藤東護 y Ogiu Sorai 荻生祖体 .

Para concluir este relato, podemos referirnos a un libro titulado Zenkai Ichiran, Una ola del mar del Zen, de Kōsen Imakita. Consta de una larga introducción y treinta casos, en los que el autor, un destacado sacerdote zen de la Era Meiji, muestra cómo la mejor interpretación confuciana de la vida, representada en los escritos de Confucio y Mencio, concuerda con la del Zen. Kōsen comenzó a escribir esta obra cuando tenía cuarenta y tres años, en 1858, mientras vivía en el templo Eikōji de Iwakami, en la prefectura de Yamaguchi. Es una obra de cultura, humanidad y perspicacia, que muestra la mente japonesa en su carácter asimilador y apreciativo. Aunque aparentemente tan alejados, el confucianismo y el haiku tienen esto en común, que ambos apuntan a una vida de perfección, en este mundo, en relación con las cosas externas y los asuntos prácticos; ambos apuntan el mismo equilibrio de la mente.

En este sentido, cabe destacar que Bashō nació y se educó como samurái. Cuando Yoshitada Tōdō, su señor, murió en 1667, dejó la ciudad castillo de Ueno en Iga, provincia de Edo. A partir de entonces estudió a los clásicos japoneses con Kigin Kitamura,北村季吟,  fallecido en 1705, de la escuela de haikai de Teitoku, los clásicos chinos con Itō Tanan, 伊藤淡麻, y más tarde Zen con Bucchō, 仏頂, pero durante veintitrés años, en la parte más impresionable de su vida, había imbuido la teoría y la práctica del confucianismo que gobernaba el mundo samurái.

Sin embargo, no podemos aportar muchas pruebas directas de la influencia de los clásicos confucianos en Bashō. Parece que recurrió más a los poetas que a los filósofos. Hay un pasaje cerca del principio de Oku no Hosomichi, en el que describe a un hombre digno pero sin talento llamado “Hotoke Gozaemon” (“Buda Gozaemon”) por su honestidad, en palabras de las Analectas:

剛教木納近仁。(子路第十三)

Los firmes, los perseverantes, los simples,
los modestos, están cerca de la virtud.

Los siguientes poemas de Bashō presentan un sabor especialmente confuciano de Jingichūkō, 仁義忠孝, Humanidad, Justicia, Ley y Piedad filial:

塚も動け我が泣く声は秋の風

tsuka mo ugoke     waga naku koe wa      aki no kaze

¡Tiembla, oh tumba!
mi voz de lamento
es el viento de otoño.

 

手に取らば消えん涙ぞ熱き秋の霜

te ni toraba      kien namida zo atsuki     aki no shimo

Si lo tomara en mi mano[1]
desaparecería con mis lágrimas calientes,
como la escarcha de otoño.

 

撫子にかかる涙や楠の露

nadeshiko ni    kakaru namida ya    kusu no tsuyu

El rocío del árbol de alcanfor
cae como lágrimas
sobre las rosas[2].

Este sencillo confucianismo se convirtió en algo más profundo y más amplio, abarcando toda la naturaleza en su ámbito, sin perder su sentimiento humano:

やがて死ぬけしきは見えず蝉の声

yagate shinu  keshiki wa miezu   semi no koe

Nada da a entender
lo pronto que deben morir;
el llanto de las cigarras.

 

大嵐のあしたも赤し唐辛子

Ôkaze no   ashita mo akashi    tôgarashi

La mañana
después del vendaval también,
los pimientos son rojos[3].

 

初雪や水仙の葉のたわむまで

hatsu yuki ya   suisen no ha no   tawamu made

Primera nieve del año;
simplemente dobladas
las hojas del narciso.

Podemos ilustrar aún más la influencia confuciana en el haiku por las Reglas del Peregrinaje (Poético), 行脚捉, de las cuales hay al menos tres formas atribuidas a Bashō. La primera en aparecer fue en 1760, sesenta y seis años después de su muerte, en el Goshichiki:

一宿再宿すべからす、あた めざ 楚を思ふべし

  • No duermas dos veces en la misma posada; desea una estera que aún no hayas calentado.

 

腰にす錬たりとる帯すべからす、竣而 物

の命を取るととなかれ、君父の響あるも

のは門外に遊 べし、 いたきふまぬの

道忍びざる情あれば也

  • No te ciñas ni siquiera un machete en el muslo; no mates a ninguna cosa viviente. Encuéntrate con el enemigo de tu señor o de tu padre siempre al otro lado de la puerta, “no viviendo bajo el mismo cielo ni caminando por la misma tierra”, esta ley proviene de un sentimiento humano inevitable.

 

衣類器財相鷹すべし、過たるはよからず
足らざるもしからず

  • La ropa y los utensilios deben ser adecuados a las necesidades de cada uno, ni excesivos ni demasiado pocos.

 

味にける人は他事にふれやすきhi

本根を攻へ百事をなすべき最を思ふ、ベ

魚為の の肉好むでくふべか からす、 美

  • El deseo de la carne de pescado, aves y bestias no es bueno. Deleitarse con platos sabrosos y platos raros conduce a placeres más bajos. Recuerda el dicho “Come comida sencilla, y puedes hacer cualquier cosa”.

 

人の求めなきて己が旬出すべからず、 望

をそむくもしからす

  • No presentes tus versos sin que te los pidan; y si te los piden, nunca te niegues.

 

ととへ輸幅の境たりとも所夢の念起す。

からす起らば中途より詩るべし

  • Cuando te encuentres en una región difícil y peligrosa, no te canses del camino; si lo haces, da media vuelta.

 

馬駕に乗る事なかれ、一枚の枯枝を己が

脊脚と思ふ、べし

  • No montes a caballo ni en palanquín. Piensa en tu bastón como en otra delgada pierna.

 

対んで酒を飲むべから市、 饗鷹により画

静しがたくと微醸にして止むべし、ん(C

及ばすの禁、誕 微し起歳の戒祭にもろみを

用るも幣るを悩んで也、 酒に遠ざかるの

訓あり、ついしめや

  • No seas aficionado al vino. Si es difícil rechazarlo en los banquetes restríngelo, deja de aceptarlo después de haber bebido un poco. “Refrénate de toda algarabía”. Como la embriaguez en los “matsuri” está mal vista, los chinos utilizan sake refinado. Hay una advertencia para mantenerse alejado del sake; ¡ten cuidado!

 

船鏡茶代高るべからず

  • No olvides la tarifa del barco de transporte y las propinas.

 

他の短をあげ が長をを額すととなか。

人を諦て己にほとるるは甚陵き事也

  • No menciones las flaquezas de otros y tus puntos fuertes. Vilipendiar a los demás y alabarte a ti mismo es algo sumamente vulgar.

 

俳談の外雑話すべからず、 雑話語なぼ路

眠して券を養ふ、べし

  • Aparte de la poesía, no hables cotilleando sobre todas las cosas y cuando haya tal charla, échate una siesta y recréate en ti mismo.

 

女性の俳友にしたしむべから中、師にも

弟子にもいらぬ事也 、此道で親究せぼ人

をもて停ふふべし、惣じて男女の道は前を

立るのみ物、 流務すれば心教一なら中、

此道は主一無適にして成す、能己を省べ

  • No intimes con mujeres poetas de haiku; no es bueno ni para el maestro ni para el discípulo. Si se interesa por el haiku, enséñale a través de otro. El deber de hombres y mujeres es la producción de herederos. La disipación impide la riqueza y la unidad de la mente. El Camino del Haiku surge de la concentración y la falta de distracción. Mira bien dentro de ti.

 

主あるものはー針一東たりとも取るべか

らす、 山川江潔にも主あり、 勤よや

  • No debes coger una aguja o una brizna de hierba que pertenece a otro. Las montañas, los arroyos, los ríos, los pantanos, todos tienen un Dueño; ten cuidado con esto.

 

山川哲跡したしく帯入べし、あらたに私

の名を付する事なかれ

  • Debes visitar montañas, ríos y lugares históricos. No les pongas nombres nuevos.

 

ー宇の師恩たりとも忘るい事なカ

何の理を7 だに解せす人の師と となる事なか

しい人に教るは己 3を成じて後の事也

  • Sé agradecido con quien te enseñe aunque sólo sea una palabra. No intentes enseñar tú, a menos que lo tengas entendido perfectamente. La enseñanza debe hacerse después de que te hayas perfeccionado.

 

一宿一飯の主もおろそかに思ふ。べからキ、

さりとて帽調、 事なかれ、 如此の人は件

の奴穂、此道で入る者は此道 に交るべ

  • No trates como si no tuviera importancia a nadie que te aloje siquiera una noche, o te dé una sola comida. Incluso no adules a las personas. Los que hacen tales cosas son los bribones de este mundo. Aquellos que van por el Camino del Haiku deben asociarse con otros que lo caminan.

 

タを思ひ且を思ふべし、且春の行脚とい

事は好まざる事也、人に登をかくるこ

となかれ、しばしばすれぼ疎ぜらるIの

賞を思ふべし

  • Piensa por la tarde, piensa por la mañana.
    El viaje no debe hacerse al principio ni al final del día. No molestes a los demás[4].
    Recuerda el dicho “Si molestas a menudo, se distanciarán de ti”.

 

Las reglas anteriores se atribuyen a Bashō, pero la evidencia interna me parece contraria. La idea central de la mayoría de estas Reglas bien podría ser de Bashō, pero el lenguaje y las palabras no parecen suyas. Es, sin embargo, un documento muy significativo que muestra la influencia que el ideal de vida confuciano tuvo en los primeros poetas de haiku. Cuando leemos sobre los diecisiete puntos nos parece que muestran una combinación imperfectamente reconciliada de ideales budistas, confucianos y poéticos, pero suenan anticuados, y son interesantes más bien como fósiles de algo que una vez estuvo vivo. En una palabra, carecen de poesía y por lo tanto no tienen inmortalidad.

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[1] Compuesto sobre un mechón de pelo de su madre muerta.

[2] Este poema refiere a Kusunoki y su hijo Masatsura, cuando ellos fallecieron en 1336 antes de la derrota y el suicidio del padre.

[3] NT.– Confusión de Blyth. No es un poema de Bashô.

[4] Existe tal sentimiento expresado en el Hōjōki.

Los orígenes espirituales del haiku 5. El Confucianismo (1 de 2)

El confucianismo aportó cierta sobriedad, reserva, falta de extravagancia e hipérbole, brevedad y concisión, y un sabor moral que a veces puede percibirse vagamente, pero que nunca se separa, como en Wordsworth y Hakurakuten, de la poesía misma. La relación entre haiku y el confucianismo es tanto más profunda cuanto que la influencia de uno sobre el otro es aún más sutil, debido a la aparente disparidad entre ambos. Pero el confucianismo es mucho más poético de lo que la mayoría de la gente supone. De hecho, como el cristianismo y todas las demás religiones, se puede decir que lo que hay en él de poético es verdadero, usando la palabra verdadero en el sentido de algo que alimenta la vida del hombre, que puede ser absorbida en nuestra propia vida y, sin embargo, tener vida propia, que es orgánica y creciente. Por ejemplo, al comienzo de las Analectas, Confucio dice:

有朋自遠方来、不亦禁平

¿No es delicioso tener un amigo que viene de tan lejos?

 

Bashō lo repite en:

淋しさを とうてくれぬか きりひとは

Sabishisa wo   toute kurenu ka   kiri hito-ha

Una hoja de la paulonia ha caído;
¿Por qué no vienes a mí
en mi soledad?

(Bashō[1])

dirigido a Ransetsu.

 

En Confucio nunca se olvida su amor por la música y la poesía. Su devoción por las Odas, su desconocimiento del sabor de la carne durante tres meses después de escuchar cierta pieza de música[2], esto es lo que le dio el poder de influir en la raza china durante tres mil años. Los hombres son poetas y músicos en un sentido en el que no son filósofos ni sabios. No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra poética que sale de la boca de Dios. Confucio dijo:

子目興於詩,立於薦、成於築(論語八八)

Levántate con poesía;
párate con propiedad;
crece con la música.

 

La mente se despierta con la poesía, se mantiene firme con la corrección…, y se perfecciona con la música. Esta cualidad poética, musical y encantadora en los actos y palabras de Confucio le hizo difícil de entender, y es por eso que dijo:

 

得其門者或寡英       (論語十九、ニ十八)

Pocos son los que encuentran la puerta

 

Si Confucio hubiera sido un mero moralista, nunca podría haber dicho esto.

Confucio se acerca mucho al Zen y al haiku en el siguiente pasaje:

子在川上日、逝者如斯夫、不舎書夜

(論語九、十六)

De pie junto a un arroyo, Confucio dijo:

“*No cesa ni de día ni de noche, fluyendo sin cesar así”.

 

El Zen no consiste tanto en captar directamente el significado de algo, como en expresarlo sin expresarlo. Esto también es peligroso, pero no tanto como las palabras. Confucio mismo dijo,

不知言無以知人也

(論語二十、 三)

Si no conoces (el significado de) las palabras,

no conoces a los hombres.

 

Un ejemplo de ello es una frase como “Sin conocer la corrección, no podemos establecernos”[3]. Si tomamos las palabras “conocer”, “decoro”, “establecerse”, en su significado cotidiano, antipoético, intelectual, esta afirmación tiene poco sentido, además de ser fría y pedante, sin poder para conmovernos. Pero si tomamos “saber” como “creer y tener fe en”, “confiar en”; “propiedad” por “un modo armonioso de vivir”, “un modo poético de manera poética de hacer las cosas”, “una profunda e interior rectitud de relación entre nosotros y todas las circunstancias externas”; “establecernos” significa “convertirnos en un verdadero ser humano, ser las vicisitudes del destino”. Entonces cobra vida la expresión de Confucio: “Mantente en lo correcto”. Lo sentimos en su propia persona lo que las palabras endurecen y desfiguran al tratar de manifestar. Con el mismo espíritu debemos leer pasajes como los siguientes, todos de las Analectas:

人落度哉、人帯慶設、(ニ十)

¿Cómo puede un hombre ocultar su naturaleza? ¿Cómo puede un hombre ocultar su naturaleza?

 

渡罪於天、無所遠也 (三、十ニ)

Quien ofende al Cielo, no tiene a quien rezar.

 

祭神如神在 (三、十ニ)

Él sacrificó a los espíritus como si los espíritus estuvieran presentes.

 

仁者安仁。(四、ニ)

Un hombre virtuoso encuentra descanso en su virtud.

 

Hay rastros de elementos taoístas en las Analectas:

季康子恵盗、 問於孔子、孔子 日萄子之

(十ニ、 ナ八)

君子之風、小人之徳草、草上之風必低。

不欲、 賞之不稿。

(十ニ、 十九)

Kikō estaba preocupado por los ladrones, y preguntó a Confucio sobre el asunto. Confucio respondió, “Si no tuvieras deseos, no robarían, ni siquiera por recompensas”.

El sabio es el viento, la gente común la hierba; con el viento encima, la hierba debe doblarse.

 

El animismo del que surgieron la religión y la poesía y que sigue siendo la fuente y la fuerza motriz de toda nuestra religión y la poesía de hoy, puede ilustrarse, en el pensamiento chino primitivo de la Doctrina del Medio, Capítulo XVI:

子日、鬼神之鶴徳、 北盛犬平、鴨之而売

見、鴨之而ル、管物 而不可遺

Confucio dijo: “El poder de los espíritus, ¡cuán abundante! Los miramos, pero no los vemos; los escuchamos, pero no los oímos; sin embargo, ellos sostienen todas las cosas, y nada es descuidado por ellos”.

 

En Rōshi XIV, éstas se identifican con el Camino:

親之不、 名目夷。 惑之不、名香、

神之不得、 名日。

Mirándola, no se ve, y por eso se la denomina incolora. Al escucharla, no podemos oírla y la llamamos insonora. Al querer sentirla, no podemos y la llamamos informe.

 

En China, como en Japón, la tendencia gradual, durante tres mil años, fue la mezcla de lo que empezaron siendo tres corrientes de pensamiento distintas: confucianismo, taoísmo y budismo, para añadir una cuarta, el zen. Como ejemplo tardío de esta síntesis podemos tomar el Saikontan, escrito por Kōjisei, こうじせい, se desconocen los detalles de la vida del autor, así como la fecha del libro, pero ya existía en 1624.

El Saikontan consta de trescientas cincuenta y nueve piezas de prosa y verso, la más corta de catorce caracteres y la más larga de setenta y cuatro. Esta forma de escritura epigramática, o algo así como un poema en prosa, se hizo popular y universal en la dinastía Ming. El nombre Saikontan significa literalmente “discursos de raíz vegetal”, para dar a entender que sólo un hombre de vida sencilla es capaz de ser poeta o filósofo. Llegó a Japón probablemente a través de sacerdotes zen[4] o comerciantes de Nagasaki.

Los siguientes extractos darán una idea de su no siempre asimilación completa del zen, el taoísmo y el confucianismo. Pero el lector debe aplicar cada uno de los extractos siguientes, cualquiera que sea su propósito ostensible, a la poesía, a la religión y a la conducta práctica, recordando que si estos tres no son uno, no son tres.

(七) 競肥辛甘非属味、r味具是淡、沖奇阜発

非至人、至人只是常。

Vino fuerte, carne grasa, cosas picantes, cosas muy dulces, no tienen verdadero sabor; el verdadero sabor es simple y llano. Lo sobrenatural, lo extraordinario no caracteriza a un hombre real; un hombre real tiene un comportamiento bastante común.

 

(ニー) 家庭有個還伸、日用有種資道、人能誠心

和無、愉色境言、使父録兄弟間形骸

意 交流、勝於調 息観心薬倍実。

El verdadero Buda está en el hogar; el verdadero Camino es la vida cotidiana. Un hombre que tiene sinceridad, que es pacificador, alegre en su aspecto y amable en sus palabras, armonioso en mente y cuerpo, con esa mente y ese cuerpo con sus padres y hermanos. Un hombre así es muy superior al que practica el control de la respiración y la introspección.

 

(六五)心頭光明、暗室中有青天、

金頭暗味、自日下生属鬼

Si la mente es clara, una habitación oscura tiene su cielo azul; si la mente es sombría, la luz del día da nacimiento a demonios y espíritus malignos.

 

(九一)貞士無心微薦、天郎就無心虚曜其哀、憶

人著意避藤、天郎就著、意中奪其競、可

見天之機構最前、人之智巧何能。

El hombre justo no tiene mente para buscar la felicidad; el Cielo por lo tanto, debido a esta falta de mente, abre su corazón más íntimo. El hombre malo se ocupa en evitar las desgracias; por eso el Cielo lo confunde por este deseo. ¡Cuán inescrutables son los caminos del Cielo! Qué inútil la sabiduría de los hombres.

 

(一五ー)道起一重公衆物事、富降人而接引、 堅是

一個幕常 家飯、

常簡事面警慢。

El agua no perturbada por las olas se asienta por sí misma. Un espejo no cubierto de polvo es claro y brillante. La mente debe ser así. Cuando desaparece lo que la nubla, aparece su brillo. No hay que buscar la felicidad; cuando lo que la perturba desaparece, la felicidad aparece por sí misma.

 

(一六ー)道起一重公衆物事、富降人而接引、 堅是

一個幕常 家飯、常簡事面警慢。

El Camino es propiedad común. Hay que señalar a todos los que nos encontremos. Aprender es tan común como comer arroz en casa. Según las circunstancias, debe aplicarse con circunspección.

 

(一七三) 鳥鼠常 留飯、憐峨不野燈、古人此等等念頭

是吾 人一懸生生之機、 無此便所謂士木形

弦面己。

Los antiguos dejaban arroz para los ratones y no encendían lámparas por piedad de las polillas. Esos pensamientos son el punto de operación de la humanidad en la vida. A falta de esto, un hombre es un mero cuerpo de tierra, un cuerpo de madera.

 

(二三ー)

売静夜之鐘葉、喚醒夢中之夢、

観澄涼之月影、窺見身外之身。

Al sonido de la campana en la noche silenciosa, despierto de mi sueño en este mundo de ensueño nuestro. Contemplando el reflejo de la luna en un claro estanque, veo, más allá de mi forma, mi forma real.

 

(二三二)

鳥語轟解穂是傷心之訣,

花英草色無非見道之文。

幕者要天機清徹、胸茨玲職、

鋼物皆有食心之蔵。

El canto de los pájaros, los sonidos de los insectos,
son todos medios de transmitir la verdad a la mente;
en las flores y las hierbas vemos mensajes de El Camino.
El erudito de mente pura y clara, sereno y abierto de corazón,
debe de hallar en todo lo que le alimenta.

Imagen 6

Texto: shiki soku ze kû = la forma es vacío, caligrafía de Takuan.

(NT: es una parte del Sutra del Diamante: shiki soku ze kû, kû soku ze shiki: “la forma es vacío, el vacío es forma”).

 

(二三三) 人解液有字博 、不解詩無字書、如弾有縦

琴、不知弾無琴、以川不以跡用、何

以得琴書之趣。

Los hombres saben leer libros impresos, pero no saben leer los no impresos.
Pueden tocar un arpa con cuerdas, pero no una sin cuerdas.
Aplicándose a lo superficial en vez de a lo profundo,
¿cómo van a entender la música o la poesía?

 

(二三六) 食得個中趣、五湖之煙月素入寸縄、

破得眼前機、 千古ン挑雄素鯖学撮

Si conoces el significado interno de las cosas,
la luna brumosa de los Cinco Lagos está dentro de ti.
Si comprendes la actividad de los fenómenos humanos,
el heroísmo y la nobleza de los grandes hombres de todas las épocas
están a tu alcance.

 

(二四八)

松覇浄、携杖猫行、立虚雲生破柄、

竹窓下、乾書高臥、 登時月使寒無。

Caminando solo, apoyado en un bastón, por un valle de pinos,
las nubes se elevan alrededor de mi túnica de monje.
Duermo con un libro como almohada junto a la ventana bajo los bambúes, me despierto cuando la luz de la luna empapa las mantas del suelo.

 

狐雲出軸、

去留 一無所係、

朗鏡懸、静陳雨不相干。

Una nube solitaria sale de la cueva de una montaña;
se queda o se va sin referencia a nada más.
El brillante espejo de la luna cuelga en el cielo;
es ajeno tanto a la quietud como al clamor.

 

(二六O)灘宗日、磯束喫飯倦束眠、詩旨日、眼敵

景歌日頭語、蓋極高演 於極不、至難出於

至易、有意者反遠、無心者自近也。

La secta Zen dice: “Cuando tengas hambre, come; cuando estés cansado, duerme”.
El objetivo de la poesía es describir en lenguaje común paisajes hermosos.
Lo sublime está contenido en lo ordinario, lo más difícil en lo más fácil.
Lo que es autoconsciente y ulterior está lejos de la verdad; lo que es está cerca.

 

(二七四)    身如不繋之舟、一任流行炊止 、 心似能

之木 何妨 刀割香塗。

El cuerpo es como un barco a la deriva, flotando o inmóvil en un estanque profundo.
La mente es como un trozo de madera quemada;
¿qué importa si es combustible partido,
o barnizado con laca perfumada?

 

(一七九)       譲易萌窓、丹砂研松間之露、 談経午案、

資磐宜竹下之風。

Leyendo el Libro de los Cambios en la ventana de la mañana,
froto un bastón de bermellón en el rocío que gotea de los pinos.
Discutiendo los sutras con un visitante, el sonido del kei
[Una especie de badajo de piedra, utilizado en un templo zen] se aleja con el viento de los bambúes.

 

(一八八)    古徳云、竹影掃確慶不動、月輪寧 水無

痕。吾儒云、水流任念境常静、花落離頻

意自間。 人常持北意、以夢事接物、身心

何等自在。

Un anciano respetable afirma: “La sombra del bambú se extiende sobre la escalera,
pero el polvo no se mueve. El círculo de la luna pasa a través del agua del lago, sin dejar rastro”. Uno de nuestros confucianos dice:
“El arroyo se precipita velozmente, pero todo está en silencio a su alrededor.
Las flores caen incesantemente, pero nos sentimos tranquilos”.
Si has comprendido el significado de esto, en todas tus relaciones con las cosas serás libre de mente y cuerpo.

 

—–Continúa en próxima entrega lunes 7 de agosto—–

 

[1] NT.- La autoría de Bashō, en este hokku, se discute.

[2]  士笹舞開紹、三月不知肉味(論語七、十三)

[3] Otra traducción de “permanecer con corrección”.

[4] Por ejemplo, Ingen,隠元 que se naturalizó en Japón, adonde llegó en 1654, diez años después del nacimiento de Bashō.

LOS ORÍGENES ESPIRITUALES DEL HAIKU 4. LA POESÍA CHINA

  1. La poesía china

La poesía china influyó al haiku tanto a través del Zen y el Taoísmo que la impregnaron, como por sus méritos puramente de romanticismo, nostalgia, cansancio del mundo y evocaciones de gloria. Esto último, que el haiku ha evitado por alguna razón bastante “japonesa”, puede ilustrarse con el siguiente poema de Ritaihaku (Li Tai Po):

望魔山源布

日照香焼生紫煙

逢香録有排前川

飛流直下三千尺

疑是銀河落九天

CONTEMPLANDO LA CASCADA DE MT. RO

El sol brilla sobre el pico Kōro, tiñendo de púrpura la niebla;

la cascada que se ve a lo lejos parece un largo río

bajando en línea recta tres mil pies:

¿No es la Vía Láctea cayendo desde el Noveno Cielo?

 

Los poetas de haiku más antiguos, al menos, casi nunca elegían esos temas, ni los trataban de forma tan vasta. Hay grandes cascadas en Japón, pero había algo instintivo, casi un encogimiento ante cosas tan tremendas.

Compárese con el siguiente poema de Bashō:

 

ほろほろと山吹散るか滝の音

Horo horo to   yamabuki chiru ka   taki no oto

Los pétalos de la rosa de montaña
caen de vez en cuando,
¿al son de la cascada?

(ver volúmen II, p.630)

(Bashō)

 

Qué delicado y particular es esto. La mente parece más intensa en la belleza y frescura de la escena. El siguiente ejemplo es de Hakurakuten.

 

清夜琴 興

月出鳥福識 彼然坐築林。

是時心境閑 可弾素琴。

清冷由木性 悟淡監人心。

心積和平策 木 正始音。

響飲菜動息曲能秋夜深。

正幣感元化 天地清沈

 

TOCANDO EL LAÚD AL FRESCO DE LA NOCHE

La luna ha salido, los pájaros están todos en sus nidos;

me siento tranquilamente entre los árboles, solo.

Ahora mi corazón descansa,

y es bueno tocar el laúd de madera blanca.

Fresco y claro, según su naturaleza,

fino y tranquilo, sigue al corazón humano.

La mente se llena del espíritu de paz,

mientras responde al antiguo modo de Seishi.

Los sonidos perduran y, vibrando, cesan.

La melodía termina, la noche de otoño es profunda.

El Sonido Verdadero se hace eco de los Cambios Primordiales;

el Cielo y la Tierra se serenan.

 

                                  Imagen 3

Paisaje, de Sōsheki.

Esta es la forma china de alcanzar la unidad. Cuando los comparamos, el japonés parece trivial, insignificante, casi un anticlímax:

 

水際もなくて古江の時雨かな          蕪村

Mizu-giwa mo   nakute furue no   shigure kana

Bajo la llovizna en Fume,
el borde del agua
desaparece.

(Buson)

La manera japonesa se expresa claramente en el siguiente verso del Zenritikushu:

維摩領開ロ、

枝上一輝吟

Yuima no quiere abrir la boca,

pero en la rama gorjea una sola cigarra.

 

La forma en que los poetas de haiku utilizan la poesía china varía según el poeta. Tomemos a Bashō y Buson como ejemplos típicos. Bashō leía constantemente a los poetas chinos para inspirarse y enriquecer su propia vida poética. Se encontró especialmente con Tōhō, (que no me atrae personalmente). En Oku no Hosomichi, las primeras palabras son una adaptación de algunas prosas de Ritaihaku:

光陰者百代之過客

El tiempo es un viajero que pasa sin cesar.

 

Bashō dice:

月日は育代の過客にして、行きかふ年も

又旅人なり

Los meses y los días son viajeros eternos; los años también son viajeros.

 

Más adelante, tenemos versos como:

片雲の風にさそはれて、

una nube solitaria invitada por el viento,

行く春や鳥啼き魚の目は涙

Yuku haru ya / tori naki uo no / me wa namida

Termina la primavera;
el llanto de los pájaros,
las lágrimas en los ojos de los peces.

(Bashō)

Son ecos de Tōhō.

臭天に白髪のうらみを重ぬとレへとも

Aunque el dolor y la ansiedad pesen sobre mí y encanecieran mis cabellos bajo un cielo extranjero,

proviene de un poema de Hakurakuten:

今年九月来央郷、

雨逸藩袋一時自。

En septiembre de este año llegué a la provincia de Go;

Ambos lados de mi cabello desordenado se volvieron repentinamente blancos.

 

El siguiente pasaje,

雲端につちふる心地して

Sintiendo como si la tierra cayera desde los bordes de las nubes,

proviene de un verso de Tōhō:

巳入風澄叛雲端

Entrando en la ventosa pendiente de piedra, los bordes

de las nubes llovieron polvo.

 

Otro ejemplo:

雨も又奇なりとせば、

雨 後の時色また頼もしと

Bajo la lluvia, el paisaje era maravilloso, y

después de la lluvia esperaba que lo fuera más.

Esto viene de uno de los dos poemas de Sotōba sobre Beber en el Lago, después de que la lluvia se despejara.

飲湖上、初晴後、 二首

Hay una descripción de Matsushima:

負へるあり抱けるあり、

見孫を愛するがどとし

Algunas (islas) aparecen como un niño de espaldas,

otras como un niño por delante, otras como un hombre

acariciando a sus hijos o nietos.

 

Probablemente proviene de «Mirando a las montañas» de Tōhō 倒峯,  Contemplando las montañas:

諸峰羅列似見孫

Todos los picos del archipiélago parecen hijos y nietos.

Hay algunos haikus de Bashō que se basan más o menos directamente en versos de Tōhō, por ejemplo:

猿を聞く人捨子に秋の風いかに

Saru o kiku hito   sutego ni aki no   kaze ikani

Triste ante el llanto del mono,
viendo al niño abandonado en el viento de otoño,
¿cómo se sentiría?

(Bashō)

Esto viene de 秋 興八首; Ocho poemas de diversión otoñal

撃渡寛下三撃涙

Oyendo a los monos, ¡verdaderamente tres lamentos lacrimosos!

Los versos de Bashō aparecen en el Nozarashi Nikkō y representan una experiencia real al pasar cerca del río Fuji. Es diferente en sentimiento del poema chino que proporcionó parte del pensamiento.

Estos son ejemplos concretos de la forma en la que los pensamientos y sentimientos de los poetas chinos pasaban continuamente por la mente de Bashō. Muestra cuáles eran sus ideales de la literatura, aunque su idea del haiku incluía algo nuevo y original, único de hecho, en la literatura universal. Pero con su haiku, toda esta vida poética china es absorbida completamente en la suya propia, y hay pocos ejemplos de préstamos directos. Algunos más se observan en algunos haiku sueltos.

Con Buson y otros poetas antiguos de haiku, encontramos algo muy diferente. En muchos de sus versos, Buson apunta al mismo objeto que los chinos. En casos extremos, de los que hay bastantes, toma frases enteras y las plasma en un nuevo escenario. En esta obra se pueden encontrar muchos ejemplos, pero aquí se cita uno como típico. El poema de Buson es:

 

春 夜 聞 拳

議湘の雁のなみだや ぼろ月

Shōshō no kari no namida ya oboro-zuki

                -Escuchando el laúd una tarde de primavera-

Lágrimas
por los gansos salvajes de Shōshō;
una luna brumosa.

(Buson)

El río Shōshō es el que desemboca en el famoso lago D’tei; es muy conocido por sus Ocho Vistas. Los gansos salvajes de Shōshō se mencionan en el poema de Senki, un famoso poeta chino, que se encuentra en el Tōshisen:

                                                                               帰雁

満湘何事等間岡

水碧沙明南岸音、

ニ十五紘弾夜月、

不勝清後部飛本

 

GANSOS SALVAJES QUE REGRESAN

¿Por qué se alejan tan ciegamente de Shōshō?

El agua es azul, la arena es blanca, el musgo

de ambas orillas es verde;

si se tocara el laúd de veinticinco cuerdas,

en una noche iluminada por la luna,

con la emoción abrumadora ¿no volverían?

Imagen 4

Mono, de Tôhaku

El laúd de veinticinco cuerdas era tocado por Gaō y Joei, las dos hijas de Gyō, que murieron en este lugar. Las “lágrimas” del verso de Buson están relacionadas con las dos hermanas. El título es de estilo chino, aunque parece ser original de Buson. Sus versos tienen un sentimiento totalmente chino y son tan de la sencillez y franqueza del haiku como es posible en diecisiete sílabas. Buson, probablemente oyó tocar el koto una tarde de primavera, y expresó sus propios sentimientos, utilizando el paisaje de Shōshō, el regreso de los gansos salvajes, las lágrimas de Gaō y Joei, como material, y añadiendo la luna brumosa, cambiando así la estación de otoño a primavera para encajar el elemento romántico. En otras palabras, el poema de Buson es literatura, es poesía, pero no es haiku, excepto en el sentido de que estemos dispuestos a aceptar cualquier cosa buena o interesante en forma de haiku como una contribución a la cultura y los placeres de la vida. Contrasta el verso anterior con un verdadero haiku de Buson:

洗足の盥も漏りてゆく春や

Senzoku no   tarai mo morite   yuku haru ya

También gotea
la pileta para lavarse los pies:
se va la primavera.

(Buson)

Aquí tenemos la armonía de una abstracción con una instancia concreta de ella, que sin embargo es también un acompañamiento puramente accidental. Este poema no es muy bueno, pero se ve como si estuviera en el polo opuesto de la poesía y la técnica anteriormente vista.

Otro de Ritaihaku, más cercano al espíritu del haiku, pero todavía algo difuso:

宿清漢主人

夜到清淡宿。

主人碧談真。

鷲撒掛星斗。

沈席響風水。

月落西山時。

                                                                         歌々夜猿起

 

ALOJAMIENTO EN UNA POSADA DE SEIKEI

Llegué a Seikei por la noche

donde mi amigo vive entre las verdes rocas;

entre los pilares bajo los aleros

las estrellas estaban colgadas,

crujido de hojas y goteo de agua cerca;

cuando la luna cayó detrás de las colinas del oeste,

surgió el grito nocturno de los monos: ¡güi, güi!

 

Como ya se ha dicho, los poetas japoneses, sobre todo los de haiku, tienen una tendencia natural hacia lo pequeño, lejos de lo magnífico, como si sintieran que hay algo bastante vulgar en lo grandioso de la naturaleza. Pero hay algunos haiku que, ciertamente, retratan los aspectos más vastos de la naturaleza, por ejemplo:

 

荒海や佐渡に横たふ天の河        芭蕉

Ara umi ya   Sado ni yokotau   Ama-no-gawa

Un mar salvaje,
y extendiéndose hacia la isla de Sado,
la Vía Láctea.

(Bashō)

 

Los poetas chinos, posiblemente a partir de la geografía y la historia de su país natal, nos ofrecen el tiempo y el espacio in extenso. El pasado, en el haiku, es casi siempre individual, no histórico. El espacio se siente en el cielo, tanto por el día como por la noche, pero hay poco de las vastas distancias en la tierra, cordilleras de montañas y llanuras interminables que encontramos en los poetas chinos.

En el siguiente poema de Hakurakuten, los dos últimos versos son bastante poco japoneses, tanto en su insinuación moralizante y general, y en la preferencia de lo grande y antiguo a lo pequeño y efímero.

秋蝶

秋花紫菜菜。 秋蝶黄非茸。

花低蝶新少。日暮涼風来

夜深白露冷。飛戯設西東。

紗紗花落遊。葉巳死叢中。

朝生タ倶死。 類各相従。

不見千年鶴。多接百丈松。

 

LA MARIPOSA DE OTOÑO

Las flores púrpuras del otoño florecen en profusión,

las mariposas amarillas del otoño revolotean de un lado a otro.

Las flores empiezan a caer, las nuevas mariposas son pequeñas;

al este y al oeste coquetean de dos en dos y de tres en tres.

El sol se pone, se levanta un viento frío;

las flores caen y se dispersan entre los arbustos.

La noche se hace más profunda, el rocío blanco es frío;

las mariposas ya han perecido en los matorrales.

Nacen por la mañana y mueren por la noche.

En mutuo acuerdo;

¿no has visto cómo la grulla milenaria

se posa tan a menudo en el alto pino?

 

Lo que sigue se llama Primavera Temprana, pero esto significa más bien Pensamientos en la primavera temprana.

 

早           春

営湾氷又響      景和 風復職,

 満庭田地孫      鷺葉生摘根。

  官舎情無事      日西斜施門。

  不開荘老恭       欲興何人言。

 

PRINCIPIOS DE PRIMAVERA

La nieve desaparece, el hielo se derrite,

el paisaje se suaviza, el viento es suave.

Los jardines y los campos están húmedos,

los jóvenes crecen junto a la valla.

En mi casa, todo es tranquilidad y ocio;

el sol de poniente inunda oblicuamente el portal.

Si no abro los libros de Rōshi y Sōshi,

¿con quién desearía conversar?

 

Las dos últimas líneas tienen una conexión tan remota con el título… que podemos decir que no tienen ninguna. El siguiente de nuevo habla de un cierto estado; el haiku es estar en él.

 

睡起髪

後亭変展足。 起坐春景春。

新登眼簡昏。無思心正住。

淡寂時一性。 歳閑遺高嵐。

了然此時心。 無物可職。

  本是無有郷。亦名不魔。

行噂興坐忘。 同藤無異路。

 

DURMIENDO, Y AL DESPERTAR, SENTADO TRANQUILAMENTE EN EL ATARDECER

En el cenador trasero dormí toda la tarde.

Levantándome, me senté allí, con la escena primaveral oscureciéndose.

Recién despertado, los ojos aún estaban apagados.

Pero mi mente estaba en reposo, sin pensamientos.

Silenciosa y desapegada, había vuelto a su unidad;

dejando a un lado la miríada de ideas, estaba vacía y quieta.

No hay nada por lo que podamos insinuar

la iluminación de un momento así.

Es simplemente el estado de es-no es,

llamado también “el reino de lo inútil”.

El estado de Zen, y de “sentada olvidadiza”.

Lo mismo en esencia, no son dos caminos.

Esta “sentada olvidadiza” Sōshi la explica como “mantener el cuerpo, haciendo que la inteligencia se retire, separándose uno mismo de la forma, descartando toda sabiduría”.

Rogers, Pope, Greene y Cowper dicen:

Mío sea un catre junto a la colina.

Feliz el hombre, cuyo deseo y cuidado,

unos pocos acres paternales atan.

Dulces son los pensamientos que saben a satisfacción.

O por una cabaña en algún vasto desierto.

Esto era poco más que una convención literaria en Inglaterra, pero en China y Japón realmente se practica. Nada atraía más que los poemas chinos de una vida de soledad. De los poetas chinos, el más famoso en este sentido es Tōenmei, cuyas descripciones en prosa y poesía de su retiro son clásicos también de Japón. Como ejemplo más breve podemos tomar el siguiente poema de Hakurakuten;

 

晩秋閑 居

地館門深少途迎

披夜閑坐養幽情

秋庭不描携藤杖

閑島様桐黄葉行。

 

UNA VIDA RETIRADA A FINALES DE OTOÑO

Vivo en un lugar retirado y apartado;

pocos vienen a visitarme.

Poniéndome la ropa me siento en silencio

y alimento mi paz mental.

El jardín de otoño, no lo barro;

con una vara de wistaria en la mano,

camino lentamente sobre las hojas amarillas de paulownia.

Esto está totalmente en el espíritu del haiku, especialmente la particularidad, la concreción y la sensualidad de los dos últimos versos.

Los poetas japoneses han estudiado la lluvia en todos sus aspectos, los diferentes tipos de lluvia, la lluvia ventosa y cortante, el tamborileo constante de la lluvia, el chaparrón, la lluvia silenciosa e invisible que Hakurakuten describe a continuación:

微雨夜 行

漢淡秋禁起。愉愉夜塞生。

自登衣裳湯。 無端亦無整。

 

CAMINANDO DE NOCHE BAJO UNA FINA LLUVIA

Nubes de otoño, vagas y oscuras;

la noche, solitaria y fría.

Sentí la humedad en mis ropas,

pero no vi ninguna mancha, ni oí el sonido de la lluvia.

La relación entre Hakurakuten y Sōshi es muy fuerte y profunda. El segundo capítulo de Sōshi, 物 論 se convierte en el tema de dos poemas de Hakurakuten que se alinea explícitamente con Sōshi en su visión del mundo y de la naturaleza humana:

 

曹物 二

青松高百尺。線派低敷中。

同生人塊間。長短各有分。

長者不可退。短者不可進。

若用此理推。窮通雨無間。

其               二

椿奈八千春。植花不縦宿。

中間復何有。再再孤生竹。

竹身三年老。竹色四時線。

離謝棒有飲。猫勝様不足。

 

1

El altivo pino verde mide treinta metros;

la humilde orquídea, sólo unos centímetros de verde.

Ambos viven entre el mismo cielo y la misma tierra;

cada uno tiene su parte de longitud y brevedad.

Lo que es largo no puede retraerse;

ni lo que es corto aumenta su estatura.

Un hombre que vive esta verdad,

nunca conocerá el dolor de la riqueza o la pobreza.

 

2

Ocho mil años, y la Camelia ha

alcanzado su primavera;

la flor de una Rosa de Sarón dura sólo un día.

¿Qué hay entre ellas dos?

Está el bambú, que crece por sí solo.

El bambú es viejo después de tres años,

sin embargo, es verde en todas las estaciones.

Aunque no se puede comparar con la Camelia,

supera con creces a la Rosa de Sarón.

Los segundos versos, (no puede llamarse poema) son una versión del final del primer capítulo de Sōshi. Hay otro de estos poemas filosófico-botánicos que reviste interés:

問                   友

種南不種丈、蘭生丈亦。

根菱相交長。弦葉相附策。

香査興臭葉、日夜倶長大、

鋼丈恐傷蘭、遊蘭恐芝、

南亦未能歳、支亦未能除

沈吟意不決、間君合何如、

 

UNA PREGUNTA A UN AMIGO

Planté una orquídea y no planté artemisa.

Pero la orquídea creció y la hierba de la taza también.

Sus raíces y raicillas se mezclaron y se extendieron;

sus tallos y hojas se entrelazaron y florecieron.

Los tallos perfumados y las hojas malolientes

Tanto de día como de noche crecían y se engrosaban.

Si deshierbo la artemisa puedo dañar la orquídea;

Si riego la orquídea, nutriré la artemisa.

Aún no estoy dispuesto a regar la orquídea,

ni puedo deshacerme de la artemisa.

Reflexiono y reflexiono y no puedo decidirme:

te pregunto, ¿qué debo hacer?

 

Este es el dilema del mundo práctico visto por el intelecto dicotómico, resuelto por la vida, por el vivir, que puede ser y no ser, hablar y callar, existir y no existir, en un mismo momento intemporal.

El budismo, los poetas chinos lo trataron a veces con seriedad y a veces con burla; ambas actitudes eran bien merecidas.

Al final de un breve poema, Pelos blancos, Hakurakuten hace las siguientes observaciones sobre la vejez y la muerte en particular, y la vida humana en general:

 

由来生老死、三病者相魔。

除却無生念、人間無薬治、

 

En la naturaleza de las cosas, vida, vejez, muerte,

estos tres males se suceden durante mucho tiempo.

Aparte de la creencia en algo más allá de la vida,

los hombres no tienen remedio.

 

Este 無生念 Es el pensamiento y la fe en algo que no es ni la vida ni la muerte, sino algo que trasciende ambas, pero que se puede vivir en este mundo.

En el siguiente poema, también de Hakurakuten, la visión budista del cuerpo se expresa de forma moderada y con sentido común :

                                                              平和な自由

亦英糖此身 赤莫脈此身

此身何足織  高却類橋根

此身何足豚 一楽虚鹿

無態亦無服 始是道造人

 

LIBERTAD PACÍFICA

No amo este cuerpo mío,

tampoco lo odio.

¿Por qué debería amarlo?

Es la fuente de todos los deseos y pasiones.

¿Por qué debería odiarlo?

No es más que un montón de polvo vacío.

Sólo si no lo odiamos ni lo amamos

podemos ser libres y estar en paz.

 

Aquí vemos el pensamiento de Sōshi mezclado con el pensamiento y la terminología del budismo. Hakurakuten se burla del budismo y de los monjes budistas en lo siguiente:

 

香火一燈一速、白頭衣職備名経、

何年飲著発聞酒、 直到如今華未醒

 

BURLÁNDOSE DE UN MONJE ANCIANO POR ADORAR LOS SUTRAS

Quemando incienso, encendiendo velas,

un monje anciano de pelo blanco está cantando

los Mil Sutra de los Mil Nombres de Buda.

¿Cuántos años lleva bebiendo el

vino de Sravaka?[1]

Hasta ahora nunca ha despertado de su estupor.

 

Aquí, sin embargo, está atacando la supersticiosa palabra escrita. No obstante, Hakurakuten era un independiente y habría atacado incluso a la propia poesía, por no hablar del Zen en cualquiera de sus formas. Ataca a Rōshi en su conocido poema:

議老子

言者不知知者歌、 此語吾開於老君。

若道老是知者、 縁何自著五千文。

 

 LECTURA DE RŌSHI

El que habla no sabe; el que sabe no habla:

así hemos oído a Rōshi.

Si Rōshi debe ser llamado erudito,

¿Por qué escribió cinco mil palabras?

 

También critica la doctrina de Sōshi sobre la unidad de todas las cosas, la identidad de los contrarios, de la siguiente manera:

議老子

荘生奔物同鯨一、我道 首同中者不同

途性道逢難一致、驚原終校藤能。

 

LECTURA DE SŌSHI

Sōshi reduce todas las cosas a una;

creo que en la unidad está la diversidad;

Aunque por su propia naturaleza viven en igual felicidad,

un fénix es ligeramente superior a una serpiente.

 

Sin embargo, en un poema escrito en su vejez, en un verso ocasional 是非 después de describir un día de su vida pasado en tranquila meditación y caminando solo por los campos, concluye:

 

一以貫、身世交相忘、.

若間此何許、此是無何郷

 

Percibiendo que lo relativo es lo absoluto.

Olvidándose tanto de sí mismo como del mundo,

¿Qué estado es éste?

Es el reino de la Inactividad Serena y Sin Yo [de Shōsi].

 

Como ejemplo de poesía china que es puro haiku podemos tomar el siguiente:

夜雨

早渋暗復歌、 滅叉明、

藤速知夜雨、 芭薫先有。

 

LLUVIA POR LA NOCHE

Un grillo chirría y calla:

la lámpara del canal se hunde y vuelve a encenderse.

Al otro lado de la ventana se oye la lluvia de la noche;

es la planta del plátano la que habla primero.

Se trata de dos haikus, en lugar de uno; primero:

Un grillo chirría.
Y se calla:
la lámpara del canal se hunde.

Se observará que así se evita el paralelismo, más o menos inevitable de los versos rimados. Los haikus son a la vez asimétricos en la forma y asimétricos en el pensamiento.

Sería mejor ordenar los versos así:

La lámpara del canal se hunde;
un grillo chirría,
y calla.

 

El segundo “haiku” es aún más adecuado a la forma del haiku ya que es la esencia del poema original:

 

Lluvia vespertina:
el bashō
habla de ello en primer lugar.

 

Imagen 5

Pájaros y flores, de Chōshō

La poesía de Hakurakuten es un ejemplo de la definición de “poesía pura” de George Moore.

Algo que el poeta crea fuera de su propia personalidad

Si entendemos por esta afirmación clara pero ambigua, que el mundo se refleja en la mente del poeta como en un espejo sin el crecimiento y la vida de la mente del poeta son idénticos al movimiento con el movimiento de las cosas fuera de él. Por las aparentes peculiaridades e idiosincrasias del poeta se corresponden exactamente con los caprichos del universo, y lo que expresa como sentimiento personal en su interior, es lo que crea de la nada, es lo que Dios hizo del vacío. La poesía pura nos parece, superpersonal, extrapersonal, y así es, pues tal poeta no habla para sí mismo, sino para la humanidad. Conviene recordar, sin embargo, con respecto a la poesía en general, y también para algunos haikus, que los propios prejuicios y caprichos personales de un poeta, debilidades y exageraciones, pueden producir versos románticos, subjetivos y líricos que, sin embargo, son poesía por el sutil poder que el poeta posee y nos otorga, de elementos personales y actitud subjetiva, y de situarse al margen incluso de ellos. Tal es, por ejemplo, la poesía de Heine. El siguiente verso de Shiki es de este tipo:

 

エ夫して花にランプを吊しけり

Kufû shite   hana ni rampu wo   tsurushi keri

Colgando un farol
en una rama en flor;
¡qué esfuerzo me tomé!

(Shiki)

 

En vista del gran número de citas de Hakurakuten, debe mencionarse que su influencia en la literatura japonesa fue muy fuerte desde el siglo IX hasta el XV. La obra Nōh, Hakurakuten, de Seami, es una prueba de ello, y representa la persistente influencia de quinientos años. Sumiyoshi,住吉 (o Suminoe 住江) dios del waka, devuelve a Hakurakuten a China:

住吉の融の力のあらん程はよも日本をば

従へさせ給はじ、 速に浦の度立ち師り徐へ

楽天

 

La fuerza del dios Sumiyoshi es tal que

no te permitirá conquistar Japón; rápidamente

regresa, Rakuten, sobre las olas de la bahía.

Como prueba de la amplia naturaleza de la influencia de Hakurakuten, especialmente entre las clases dirigentes y los literatos, podemos citar la siguiente anécdota de Breve historia de los emperadores, de Aoyama Enu, 1776-1842, sobre el emperador Takakura, octogésimo emperador de Japón, 1169-1180:

 

高倉天皇幼時、有献 楓者。天皇愛之、

藤原 信成 守之 。 一日、仕丁将飲酒、窮枝

為新以憶酒、 信成見而大驚牧仕丁、特之

罪、食天墓使信成 上其樹、 信成具奏其状、

叩頭請罪、天皇従容日、唐詩有去、林間

媛酒焼紅葉。誰教仕丁作此風流。無復所

間。

 

Cuando Takakura Tenno era joven, alguien

le regaló un arce, que él apreciaba mucho.

Ordenó a Fujiwara Nobunari que se hiciera cargo de él.

Un día, unos obreros del palacio,

con la intención de beber vino, cortaron algunas ramas

para hacer fuego y calentarlo. Nobunari, al ver

esto, se molestó mucho, los agarró e informó detalladamente al Emperador,

se postró y pidió ser castigado. El Emperador respondió con calma:

 “Un poema Tang[2] dice:

Quemando las rojas hojas de otoño, calentamos vino en el bosque.

¿Quién enseñó a los trabajadores un logro tan elegante?”

y no se habló más del asunto.

[1] Doctrina hinayana de la salvación personal.

 

[2] Este “poema Tang” es obra de Hakurakuten.

LOS ORÍGENES ESPIRITUALES DEL HAIKU 3. El Taoísmo

  1. Taoísmo

El taoísmo, representado por Lao-Tsé (Rōshi) y Chuangts (Sōshi), llegó a Japón en parte directamente y en parte a través de la poesía china. Directamente, tal vez, la influencia fue restringida, porque Sōshi especialmente es muy difícil en el original, aunque no en la traducción inglesa. La relación entre el taoísmo y el zen no es nada fácil de establecer. Pueden haberse originado juntos en la mente china; el Zen puede ser la aplicación práctica de los ideales taoístas, injertados en el árbol religioso budista. La historia ortodoxa del Zen dice que hubo una sucesión ininterrumpida de patriarcas Zen desde Shakamuni, pasando por Daruma, hasta los maestros Zen chinos. Todo esto es de dudosa historicidad y un tanto improbable. Sin embargo, lo importante para el haiku son esas ideas, esos ensayos del alma que se han transmitido a Japón desde aquellos antiguos místicos chinos. Los siguientes son pasajes característicos de Rōshi primero y de Sōshi después:

 

RŌSHI

道沖而 用之、 或不脅。酒子似変物之宗

(等四章)

El Camino es un vacío insaciable, un abismo sin fondo, es decir, el origen de todo en el mundo.

天地不仁、以高物信郊向。

聖人不仁、以百性鶴郊狗。

(第五章)

El Cielo y la Tierra son despiadados; tratan las cosas como a perros de paja. Los sabios son despiadados; tratan a las personas como a perros de paja.

 

上帝若水。水善利高物面不争。

歳衆人所悪、 故幾於道,

(第八常)

El Gran Bien es como el agua, el agua que sirve a todas las cosas sin conflictos. Está donde a los hombres no les gusta estar (en el lugar más bajo). Por eso está cerca del Camino.

 

希言自然,故翼風不終朝,薬雨不終日。

教信此者。天地。天地向不能久而況於人

呼。

(第二十三)

Ser de pocas palabras es seguir la naturaleza. La tempestad no dura toda la mañana, ni una tormenta de lluvia cae todo el día. ¿Cuál es su causa? El Cielo y la Tierra. Y si el Cielo y la Tierra no la mantienen tanto tiempo, mucho menos debería el hombre.

 

知人者智、 自知明。(第三十三参)

Quien conoce a los demás tiene conocimiento. Quien se conoce a sí mismo está iluminado.

反者道之動、 弱者道之用、 天地高物生於

有、有生於無。(第 四十)

Volver (a la Naturaleza) es la actividad del Camino. La debilidad es el uso del Camino. Todas las cosas en el Cielo y en la Tierra surgen de la Existencia, pero la existencia surge de la Inexistencia.

 

驚道日銀、損之又報

鈴摩日益、以至於無烏、無鳥而無不魚。(第四十八章)

Aprender es añadir algo cada día. Seguir el Camino es quitar algo cada día, hablar, quitar, hasta llegar a la Inactividad, esa Inactividad que es Todo-actividad.

 

知者不賞、言者不知。(第五十六章)

Los que saben, no hablan. Los que hablan, no saben.

 

聖人欲不欲、 不費難得之。(第六十四章)

El sabio quiere cosas no deseadas (por otros); no da preferencia a las cosas difíciles de conseguir.

 

信言不美、美言不信、善者不精、

籍者不善、知者不博、博者不知。(第八十一章)

La verdad no es agradable de oír. Las palabras que suenan agradables no son verdaderas. Los hombres buenos no discuten. Los hombres que discuten no son buenos. El que sabe no es culto. El hombre culto no sabe.

 

而 後眼如耳、年如発、鼻如口。

 A partir de ahora, mis ojos son uno con mis oídos, mis oídos con mi nariz, mi nariz con mi boca.

Rishi, 2, 3.

 

Compara esto con Rōshi, 56:

塞其戸、 閉共門、捧其鋭、解其紛、

和其光、同其菓、 是謂玄同。

Cerrar la puerta (de su boca), cerrar los portales (de la vista y el oído), embotar la agudeza, desenredar las complicaciones, templar el brillo, alisar el polvo (de la discriminación): esta es la nivelación misteriosa.

 Es del tipo de haikus como el siguiente, pero no sólo:

海くれて鴨の 整ほのかにしろし

Umi kurete   kamo no koe   honoka ni shiroshi

El mar se oscurece:
las voces de los patos salvajes
son ligeramente blancas.

(Bashō)

 

SŌSHI

 恵子謂荘子日、吾有大樹。人謂之標。英

大本擁麺、 而不中潮張、其小枝容曲、而

不中規短。立之第、匠者不願。今子之言

大面無。衆所前去也。荘子日、.今チ

有大樹、悲其無、 何不樹之於無何有之

繩、臓真之野、街復平無 郎其側、道造学

彩臥其下. 不天斤斧。 物無害者。無所 可

用。 安所国苦哉。(内 詩澄藩遊第一)

Keishi le dijo a Sōshi: “Tengo un gran árbol llamado ‘El orgullo de la India’. Su tronco es tan retorcido y bulboso que una línea de tiza [para marcar la longitud de la madera] es inútil. Las ramas están tan contorsionadas que el compás y la escuadra no podrían hacer nada. Se encuentra al borde de la carretera, pero los carpinteros ni siquiera le echan un vistazo. De la misma manera, Señor, sus palabras son grandes e inútiles, y la gente es indiferente a ellas”. Sōshi replicó “…Señor, te aflige la inutilidad de tu gran árbol; ¿por qué no lo plantas en la Región del No Ser, el Dominio de lo infinitamente Vasto, vagar junto a él en estado de no acción, dormir apaciblemente [El título del capítulo, ‘Placer apacible’, procede de esta frase] reclinado bajo su sombra? Entonces el hacha no le haría daño; nada podría herirlo. No habiendo forma de utilizarla, ¿cómo podría sufrir daño?”

 

唯達者知通露一。篇是不用、而雷諸唐。(斎物論第ニ)

Sólo “quien ha llegado” sabe y comprende que todas las cosas son Una. No se habla a sí mismo como separado de las cosas, sino que se identifica con ellas en su actividad esencial.

 

夫大道不稀、大禁不賞、大仁不仁、

大原不廉、 大勇不伎。(節ニ)

La gran Vía no se expresa; la elocuencia perfecta no habla; la justicia absoluta no es desinteresada; el completo valor no es valiente.

 

注鶏而不溝。酌溝而不。 而不知其所由索、此之謂篠光 (第ニ)

Por mucho que vertamos, nunca va a rebosar; por mucho que repartamos, no se va a agotar; más aún, si no hay ninguna razón para ello, – a esto se le llama la Luz Oculta.

 

上徴武士、則支離撲費於其間。上有大役、

則支離以有常疾不受功、上興病者業、則

受三鐘興十東薪、夫支離其形者、縮是以

養其身、 終其天年、又況文離 徳者学。

(内第、 人間性、 第四)

Cuando la gente es llamada por las autoridades, el jorobado se pavoneaba entre ellos. Cuando la orden fue para hacer obras públicas, el jorobado, ya que es un lisiado sin remedio, no se puso a trabajar. Cuando el gobierno distribuía grano a los enfermos, él recibía tres shō y diez haces de leña. Si un jorobado, debido a su malformación corporal, es capaz de alimentarse y vivir hasta el final de sus días, ¡cuánto más provechoso es ser un jorobado moral!

若然者、其心志、其容疲、其額。渡然

似秋 、渡然似春、喜経通四時、興物有宣,

而莫知其極。 故聖人之用兵也。 亡図面不

失人心。 利深施平高世、不郎障 人。故築

通物非聖人也.有親非仁也。(第六)

Un hombre así (un Hombre Real) no se ve afectado por las circunstancias, su actitud es tranquila, su expresión (facial) poco demostrativa. Su frescura es la del otoño, su calidez la de la primavera. Sus emociones siguen su curso natural como el ciclo de las cuatro estaciones. Su armonía con la naturaleza está más allá de toda estimación humana. Así que cuando el sabio utiliza el ejército de tal manera que arruina el país, no pierde el amor de ese pueblo. Si otorga su benevolencia a éste y a las generaciones venideras, no es por amor al pueblo. Así pues, no corresponde a un sabio hacer felices a otros seres. Ser aficionado a las cosas, esto no es Amor universal.

 

夫蔵舟於峯、蔵山 於潔、謂之固突。然而

夜牢有力者負之而走。除者不知也。藤小

大有宜、縮有所遂。 若夫蔵天下於天下、

而不得所遂。是仮物之大情也。

(第六)

A un barco escondido en un arroyo, o (“una isla montañosa escondida”[1]) en un pantano, se le considera seguro. Aun así, algo fuerte puede llevárselo a medianoche. Los hombres en su ilusión no se dan cuenta de esto. Ocultar las cosas pequeñas en las grandes está bien, pero pueden perderse. Si, por el contrario, escondes el universo en el universo mismo, no hay lugar donde pueda perderse. Esta es la Gran Naturaleza de todas las cosas.

 

俄而子来有病瑞 職然将死、其妻子環而泣

之。 子物往間之日、叱避。無恒化。衛其

戸典之語目、偉哉造化。又将梁J以汝篇、

将築以政適、以政露鼠平。以汝常識管

平。子来日、父母於子、東両南北唯之命

従、陰易於人、不婦於父母、彼近吾死、

而我不聴、我則悼安。彼何罪蒔。夫大塊

載我以形、券我以生、快我以 老、息我以

(第六)

Shirai enfermó repentinamente, jadeaba y estaba al borde de la muerte. Su mujer y sus hijos lloraban a su alrededor. Shiri se acercó y les gritó: “¡Fuera de aquí, no frustréis su cambio!” Luego, apoyándose en la puerta (poste) dijo: “¡Maravilloso es el Creador! ¿Qué hará de él ahora? ¿Será el hígado de una rata o los codos de un gusano?” Shiri respondió: “Un niño debe ir obedientemente… Este, Oeste, Sur, Norte, según le digan sus padres. El Ying y el Yang [los negativos y positivos poderes de la Naturaleza] no son simplemente la madre y el padre de un hombre. Cuando me llevan a la muerte, y me opongo a ellos, soy rebelde; ellos son intachables. Gran Naturaleza, al darme la forma (humana) me da un lugar (en el mundo); por la vida, me permite trabajar; por la vejez, la satisfacción; por la muerte, el cese de la existencia”.

 

孔子日、魚相造平水、人相造平道。 相造

平永者穿池面養給、 相造平道者、無事而

生定。故日、魚相忘呼江湖、人相志平道

(第六)

Confucio dijo: “Los peces están hechos para el agua, los hombres para el Camino. Los que viven en el agua se entregan por entero a los estanques y se alimentan en ellos; los que viven en la Vía, viven en reposo, una vida de certeza. Y así se dice: ‘Los peces son inconscientes de los ríos y los lagos; los hombres nunca piensan en el Camino, y en cómo caminar por él’ ”.

Antes de hablar de la influencia de Rōshi y Sōshi sobre Bashō, podemos mencionar lo que Sōin [Fundador de la Escuela Danrin, 1604-1682] escribió en parte sobre un retrato de Sōshi:

 

荘調が文章にならひ、

守武が録属を仰がざらんや

“¿No nos basamos en los escritos de Sōshi, y veneramos la influencia de Moritake?”

Termina con el verso:

世の中や葉葉とまれくもあれ

Yono naka ya   chōchō tomare   kaku mo are

El mundo
es después de todo como la mariposa,
sea como sea.

(Sōin)

 

Esto, por supuesto, se refiere a lo que es quizás el más conocido pasaje de Sōshi:

不和薦之夢露胡蝶奥,胡蟻之夢鶴周興。

¿Soy un hombre que soñaba con ser una mariposa, o soy una mariposa soñando que soy un hombre?

Este fue el origen de muchos haikus sobre mariposas, por su identificación con el poeta en esa forma ligera y soñadora que forma parte tanto de la naturaleza del insecto como del poeta.

El poeta que más insistió en el hecho de que “los escritos de Sōshi son haikai”, fue Okanishi Ichū, 岡西惟中, fallecido en 1692, discípulo de Sōin. En una de sus obras 俳講栄求 Haikai Mokyu, aparece el siguiente pasaje:

北の海に解と言魚有り、其の魚の大さ幾

千里と云よ、事をしらす、此鳥海の 動く時

北より南の海へうつらんとす。 水にう

つ事三千里、 風c乗てのr る事九高里と

書けリ、 是期心の天遊機化自然の大自在

底なリ。しかれば今する俳謝も、方すの

胸中よb額れ出で、 天地の外に打むか

自由壁化の趣向をおもひめぐらし、 有事

ない事とり合て活法自在の旬微を誠の俳

識と毎るべし

山にかけリ野に遊びて、 花をめで、紅葉

にあこがる 折ふ、しでとに、此心をもて

作する事是俳 の追姦遊ならすや。

En el Océano del Norte hay un pez llamado el Kon, no sé de cuántos ri de tamaño. Cuando el mar se mueve, se prepara para partir hacia el Océano del Sur. Bate sus aletas en el agua durante 3.000 ri. Asciende en un torbellino 90.000 ri[2]. Así es la mente en su actividad celestial, sus transformaciones y libertad natural. Pero el haikai también surge desde un pecho de apenas unos pocos centímetros cuadrados que contemplando lo que está más allá del cielo y tierra, reflexiona y forma su idea de cambio libre. Uniendo lo que es y lo que no es, obtenemos un verso de libertad viva. Esto es auténtico haikai.

Vagando por las montañas, jugando en los campos, admirando los cerezos en flor, anhelando sobre las hojas carmesí del otoño, -siempre que hacemos estas cosas, ¿no es nuestro estado de ánimo el de “Disfrutar con tranquilidad”?

 

Durante el periodo que abarca la vida de Bashō, los estudios confucianos florecieron enormemente [véase apartado 5. Confucianismo], y Sōshi y Rōshi eran leídos junto con Confucio y Mencio como algo natural, publicándose sus libros y comentarios sobre ellos durante esa época. Se dice que el propio Bashō estudió los clásicos chinos, y especialmente a Sōshi y Rōshi, con Tanaka Tōkō, 田中桐江 1668-1742, pero sus fechas apenas coinciden con las de Bashō, 1644-1694.

Cabe mencionar que en esta época era común aplicar la palabra gugen, 寓言 alegoría, al pensamiento de Sōshi, y también al haikai. Esto tiene relación con la alegorización de la escuela Teitoku de haikai.

Es difícil juzgar el conocimiento que Bashō tenía de Sōshi, pero no cabe duda de que el pensamiento y el talante del “filósofo” chino eran muy afines a su propio carácter. El número de citas y referencias a Sōshi es comparativamente grande, mientras que a Rōshi son pocas porque su aplicación es más bien política, y en parte porque no tiene los elevados vuelos de fantasía que caracterizan a Sōshi.

En la obra de Kikaku 田舎の句合 Inaka no Kuawase, de 1680, se dice que Bashō tomó el nombre de くくさい Kukusai. Anteriormente había asumido el seudónimo de 桃 Tōsei, Melocotón Verde, en admiración por Ritaihaku, cuyo nombre significa “ciruela blanca” 李白. El nombre Kukusai, “Volando por ahí”, está tomado del célebre pasaje de Sōshi al final del capítulo 2, El Ajuste de controversias, al que ya hemos aludido:

普者荘周夢爵胡蝶。頼親然胡蝶也。自際

適志興不知周也。俄然党、則選遊然周也。

不知周之夢露胡蝶興。胡葉之夢爵周興。

Antes soñaba que era una mariposa volando disfrutando. No sabía que era Sōshi.

De repente me desperté y volví a ser Sōshi. No sabía si era Sōshi soñando que era una mariposa, o una mariposa soñando ahora que era Sōshi.

 

En el mismo Inaka no Kuawase encontramos los siguientes versos de Yajin, siendo los comentarios de Bashō:

 

壁の姿葬千年をわらふとかや              野人

Kabe no mugi    yomogi sen-nen wo        warō to kaya

La cebada junto al muro
se ríe, puede ser,
de los tres mil años de la hierba de ganso.

  (Yajin)

[NT.- “Hierba de ganso” es un nombre común para diversos pastos o hierbas].

 

壁に生る姿は 菌の聯朔 をしらす冥競大

椿を論するに似たり。

La cebada junto al muro es como la seta que no sabe nada del primer mes ni del último día, como la tortuga que habla del Gran Árbol de la Camelia.

Estas dos comparaciones proceden del primer capítulo de Sōshi.

 

限となりぬ騎牛の容由貝        野人

Kogarashi to   narinu katatsumuri no   utsusega

Ha llegado la tormenta:
el caparazón vacío
de un caracol.

(Yajin)

 

幅牛のうつせ貝もさびたり。されどもか

れが角の上にあらそはんときは、 右いさ

さかまさりなんや。

Esta “concha vacía de un caracol” tiene sabi. ¿Pero no sería mejor que lucharan en los cuernos?

Este fragmento procede del capítulo 25 de Sōshi, en el que Keishi presenta a Taishinjin al rey; Taishinjin le habla de los dos cuernos de un caracol. En un cuerno hay un reino llamado Provocación, y en el otro un reino llamado Estupidez. Estos están siempre luchando, causando miseria y muerte entre sus habitantes.

Sōshi está, por supuesto, señalando la relatividad de las cosas.

Además de estos ejemplos de comentarios de Bashō sobre el haiku, podemos citar algunas de las propias composiciones de Bashō. En el Nozarashi Kiko, 1684:

ニ上山富麻寺に諦で庭上の松を見るに凡

そ千とせも経たるならん、 大いさ牛を腰

すとも云ふべけん。かれ非情といへども

 俳縁にひかれて斧斤の罪をまぬかれたる

ぞ幸にして尊とし

 

僧朝顔幾死に返る法の松

Sō asagao   iku shini kaeru   nori no matsu

Visité el templo Tomaji en el monte Futakami. En el jardín vi un pino; debe tener unos mil años. Se podría decir que es suficientemente grande para esconder un buey.
Aunque insensible por su relación kármica con el Buda, había evitado el pecado del hacha,  y esto era a la vez afortunado y loable.

El monje… una gloria de la mañana,
muriendo una y otra vez;
este pino… ¡la ley budista!

 

Esta referencia al buey proviene del cuarto libro de Sōshi:

匠石之警至於曲藍見機武機。

其大蔽牛

Un maestro carpintero Seki, de camino a Sai, llegó a Kyokuen, y vio un árbol, sagrado para los espíritus de la tierra. Era lo bastante grande como para esconder un buey.

Sōshi se empeña en mostrar la inutilidad de este gran árbol, de cuyas ramas incluso se podría ahuecar una barca. Bashō lo contempla como un árbol, con cariño y asombro, pero también desea tener el peculiar sabor del pensamiento espiritual de Sōshi, el “color local” chino. Lo trae casi por costumbre. En el Oi no Kobumi, de 1687, leemos:

かの三月の糧をあつむるに力を入れす。

No me esforcé mucho en reunir provisiones para
esos tres meses.

 

Esto proviene del primer capítulo de Sōshi:

 

適千里者三月楽織

Aquel que vaya a mil ri tendrá que llevar provisiones para tres meses.

Hay algunos haikus de Bashō que están conectados de alguna manera con Sōshi, por ejemplo:

唐土の俳諧問はん飛ぶ胡蝶

Morokoshi no   haikai towan  tobu kochō

Preguntaré,
sobre el haikai de China,
esta mariposa revoloteando.

 

Esto tiene el proscripto, 非子書賛, “Escrito en una imagen de Sōshi”. La “mariposa” se refiere, por supuesto, a la alegoría de Sōshi mencionada anteriormente. La misma relación se ve en:

君や蝶我や荘子の夢心

Kimi ya chō   ware ya sōshi no   yume-gokoro

Tú eres la mariposa,
¿y yo el corazón soñador
de Sōshi?

 

起きよ起きよ我が友にせん寝る胡蝶

Okiyo okiyo   waga tomo ni sen   nuru kochō

Levántate, levántate,
y sé mi compañera,
¡mariposa durmiente!

 

Dice Bashō, en el Diario Genjuan, 幻住庵記 :

素はまれまれとぶらふ人々に心を野かし、

あるは営守の、黒のをのこども入り本

りで、わのしいの積くひあらし、乗の豆

畑に通ふなど我が開きしらぬ農談、日低

に山の輪にかいれば、 夜確設に月 を待ち

ては影を律ひ、燈を取 ては同雨に是非

をこらす。

Durante el día, mi mente es de vez en cuando estimulada por la gente que me visita. A veces el viejo guardián del santuario, a veces los jóvenes de la aldea vienen y cuentan cómo los jabalíes devoran y arrasan las plantas de arroz, cómo los conejos vienen a menudo a los campos de guisantes, y cosas así, hablando de asuntos agrícolas que son nuevos para mí.

El sol ya está detrás de las montañas, y yo me siento tranquilamente en el crepúsculo con mi sombra, esperando la luna. Enciendo la lámpara y medito sobre la verdad de las palabras de la Penumbra.

 

Esta última frase se basa en un pasaje de Sōshi:

問雨問景日、養子行、今子止。発子、

今子起。何共無特操。最日寄有待而然

者那、香所待、又有持而然者耶。容待蛇

紺鯛葉耶。悪識所以然。悪識所以不然。

(京物幹節二)

La Penumbra preguntó a la Sombra: “Acabas de caminar, y ahora te has detenido; te sentaste y ahora estás de pie; ¿por qué eres tan inconstante?” La Sombra respondió: “Espero el movimiento de algo (forma), y de esto (forma). Espero el movimiento de algo más (el Creador). Mi espera del movimiento es como la espera de las escamas de la serpiente [sobre la que se desliza] o las alas del higurashi [una especie de cigarra]-. ¿Cómo puedo saber por qué hago esto y por qué no hago aquello?”

 

En Oku no Hosomichi, Bashō cita una parte de una waka de Saigyō:

(終夜嵐に渡をはとばせて]

月をたれたる汐越の松

(Yo mo Sugara arashi ni nami wo hakobasete)

tsuki wo taretaru shiogoshi no matsu

                 (Toda la noche, con el violento viento,)

Los pinos de Shiogoshi,

colgando la luna en sus ramas,

(envuelven las olas.)

 

此の一首にで数景書きたり、 若し一禁を

加ふるものは、無用の指を立つるがごと   し。

Luego continúa…

con este poema,  se expresan en su totalidad muchas escenas.
Añadir otra palabra sería “un dedo inútil”.

_________________________________________

[1] Podemos omitir esto por completo y tomar 有力者 como un hombre; o considerar 山 como una colina (isla) y 有力者 como una fuerza mayor que el hombre, es decir, la Naturaleza.

[2] Estas cinco líneas son el principio de Sōshi.

LOS ORÍGENES ESPIRITUALES DEL HAIKU (2 cont.). Bashō y el Zen

Antes de hablar de Bashō y el Zen, podemos referirnos a la relación del renga[1] y el Zen. Muchos de los maestros de renga eran monjes, algunos de ellos de la secta Zen. Entre ellos cabe mencionar a Muso Kokushi, 1271-1346, fundador del templo Tenryuji, que se convirtió en la sede de la rama Rinzai. Otros fueron alumnos de Ikkyu, 1394-1481; entre ellos se dice que estuvo Sōkan 宗鑑, 1458-1546, uno de los más grandes maestros de haikai. Sōin宗因, 1604-82, fundador de la Escuela Danrin de haiku, también fue budista y recibió la tonsura de manos de Houn Zenji del templo Fukushūji, a la edad de sesenta y cuatro años.

庭前に白く咲きたる椿哉

 Tei-zen ni    shiroku saitaru          tsubaki kana

En el jardín
la camelia florece
blanca.

(Onitsura)

Se dice que Onitsura, el gran contemporáneo de Bashō, compuso esto en respuesta a una pregunta de un maestro Zen, Kudō, que le preguntó cuál era su haikai.空道和尚いかなる是衣が俳諸といはれしに即答. Se trata, por supuesto, de una especie de imitación del caso 37 del Mumonkan:

越州因管間

如何是師西来意。州云、庭前柏樹子。

Una vez un monje preguntó a Jōshū,

“¿Cuál es el significado de la llegada de Daruma de Occidente?” (es decir, la esencia del budismo).

Jōshū respondió,

“El magnolio en el jardín”.

Parece haber otras pruebas indirectas pero satisfactorias de la preocupación de Onitsura por el Zen. El contacto directo de Bashō con el Zen fue a través de Bucchō 佛頂, el abad del templo Konponji 根本寺, y la mejor manera de que de hacernos una idea de la relación entre discípulo y maestro es leer lo que escribió Bashō, cuando visitó el templo tras la muerte de Bucchō, en Oku no Hosomichi:

木豚も庵はやぶらす夏木立

Kitsutsuki mo    io wa yaburazu natsu kodachi

Ni el pájaro carpintero
dañará esta ermita
entre los árboles de verano.

(Bashō)

Bucchō fue uno de los maestros zen de Bashō cuando éste residía en Edo. El verso anterior fue compuesto en el templo de Unganji 雲岸寺, que está cerca de Kurobane 黒羽. Más tarde se convirtió en el monje principal de Konponji, en Kashima,鹿島. El pasaje de Oku no Hosomichi en el que aparece el poema es el siguiente:

常闘雲岸寺のおくに伸頂和貨山居の跡あり。

たてよこの五尺にたら0草の魔

むすぶもくやし雨なかりせは

と松の炭して書付け待るといつぞや開へ給ぶ。

其の跡見んと雲岸寺に杖を曳けば、人々すいん

で共にいさなUい、若き人妙 雨く道のほどうちさ

わぎて、おぼへ,彼の 麓にいたる。

けしきにて、谷道はるかに松杉黒く、普したい

って山門に入る。さてかの跡はいづくのほどに、

りて卯月の天令なほ塞し。十景藍く る所橋を渡

やと、後の山にょぢのぼれば、石上の小庵岩窟

に結びかけたり。妙膚師の死開、法雲法師の石

宝を見るが如し。

木啄も庵は破らす夏木立

と、とり あへぬー何を柱に残し侍りし

En esta región, detrás del templo Uganji, en la profundidad de las montañas, se encuentra la morada de Bucchō.

Menos de metro y medio cuadrado,

mi cabaña de paja;

es un fastidio

tener que construir incluso esto,

pero la lluvia…

Una vez me dijo que había escrito esto aquí con carbón de pino. Deseando ver las ruinas, fui al templo. Algunas personas, la mayoría jóvenes, se ofrecieron a guiarnos. Haciendo mucho ruido, antes de que nos diéramos cuenta llegamos al pie de la montaña, que estaba aislada, y al camino del valle distante, entre pinos y criptómeras. El agua goteaba entre el musgo, hacía frío incluso ahora, en el Cuarto Mes.

Después de ver las Diez Vistas, cruzamos el puente y entramos en la Gran Puerta del templo. Pero ¿dónde estaban las ruinas de la ermita de Bucchō? Subiendo por la montaña situada detrás del templo, encontramos una pequeña cabaña sobre una roca ante una cueva, sentíamos como si estuviéramos mirando la Puerta de la Muerte de Genmyo o la Habitación de Piedra de Houn [ambos monjes budistas]. Escribí este poema en el momento y lo dejé en el pilar de la cabaña”.

Este fragmento es una expresión del sentimiento de reverencia del propio Bashō por su maestro muerto. Ni siquiera el pájaro carpintero ha dañado los postes de madera de la cabaña en este lugar solitario, lejos de las de los hombres.

Algunos de los versos de Bashō que tienen el “sabor del Zen” 禪味 en un grado notable son:

咲き乱す桃の中より初桜

Saki midasu   momo no naka yori   hatsu-zakura

De entre los melocotoneros
floreciendo por todas partes,
los primeros cerezos en flor.

 

鐘消えて花の香は鐘く夕哉

Kane kiete   hana no ka wa tsuku   yūbe kana

El sonido se desvanece,
surge el aroma de las flores;
la campana tocada al atardecer.

 

原中やものにもつかず啼く雲雀

Haranaka ya       mono ni mo tsukazu       naku hibari

En medio de la llanura
canta la alondra,
libre de todas las cosas.

 

 

庭掃いて出でばや寺に散る柳

Niwa haite          ide baya tera ni                 chiru yanagi

Barriendo el jardín,
la nieve desaparece
con la escoba.

 

Imagen 2

Glorias de la mañana. Bashō

 

山も庭も動き入るるや夏座敷

Yama mo niwa mo     ugoki irū ya    natsu zashiki

Las montañas y el jardín también se mueven;
el salón de verano
las incluye

(Bashō)

Los discípulos de Bashō se vieron naturalmente afectados por su profundo interés sobre el Zen. Se dice que cuando Kikaku tenía 13 años, en 1674, se convirtió en alumno de Bashō. Aprendió medicina, confucianismo, el Libro de los Cambios, (del que tomó su nombre), caligrafía, pintura, poesía china, haikai y parece que probablemente estudió Zen en cierta medida, pero debe decirse que no tenía ni idea de su verdadero significado. Por un lado, muestra una especie de libertad primitiva, ninguna actitud religiosa. Por otra parte, su profundidad es accidental e irregular, y degenera con facilidad en juegos de palabras y ocurrencias de los que Bashō había librado al haiku.

Ransetsu,嵐雪, estudió Zen con Saiun 湾雪, de Edo. Su poema de despedida [jisei] es:

一葉ちる噛はちるかぜの上

Hito ha chiru   totsu hito-ha  chiru   kaze no ue

Cae una hoja de paulonia;
¡Totsu! una sola hoja cae,
llevada por el viento.

Totsu es una exclamación Zen que expresa gruñido, cólera. Tiene el mismo significado que kwatsu. Este verso de despedida es digno de un adepto del Zen. Se dice que su nombre, Ransetsu, “Tormenta-Nieve”, fue tomado de un Mondō o pregunta y respuesta, entre él y su maestro Saiun, preguntó:

“¿Qué hay cuando la nieve cubre mil montañas? “

雪千山を如めて仕藤

Él Respondió: “Un solo pico no es blanco”.

孤峰不自

De aquí también se dice que vino su nombre Fuhakken, 不白軒 “Aleros que no son blancos”, pero todo esto es muy dudoso.

El discípulo de Bashō que tuvo la comprensión más profunda del Zen fue Josō, 丈草 1661-1704. Estudió con Gyokudō 玉堂 del templo Senseiji, de la rama Obaku del Zen, en su juventud. Aprendió de él a escribir poemas chinos, y compuso un gran número de ellos con un significado Zen. Sus haikus también tienen el sabor inconfundible, por ejemplo:

水底の着におちつく木の葵かな

Misanoko no   iwa ni ochitsuku   ko no ha kana

Hojas,
caídas sobre una roca
bajo el agua.

 

野も山も霊にとられてなにもなし

No mo yama mo   yuki ni torarete   nani mo nashi

Campos y montañas…
todo cubierto de nieve,
no queda nada.

 

水底を見て楽た額の小鴨かた

Minasoko wo     mite kita kao no   kogamo kana

La cerceta
parece como si dijera
“¡he estado en el fondo!”.

Ryōta, 菱太 1707-1787, un discípulo de Ritō 吏登, 1680-1754, también alumno de Ransetsu, tras entrevistarse con Hakuin, visitó Torei, 東嶺,en Ryutakuji, 龍深寺,quien compuso un haiku y se lo entregó a él:

飛込んだ力でうかぶ鮭かな

Tobikonda   chikara de ukabu   kawazu kana

La rana
se eleva con la misma fuerza
con la que salta.

Tenemos aquí un ejemplo de Zen (enseñanza) que no es haiku. El haiku no es didáctico en ningún sentido. Si es, como la poesía, “una crítica de la vida”, esta palabra “crítica” debe entenderse en un sentido poético y no filosófico, psicológico o analítico.

[1] Forma de verso a partir de la cual se desarrolló el haiku (se estudiará más adelante)

De todo el capítulo:

[1]  Fallecido en 996; famoso por el uso del bastón en la enseñanza del Zen.

[2]  751-834; también famoso por el uso del bastón.

[3] Su lengua. Compárese: “No he venido a traer la paz, sino una espada”.

[4] La poesía, como el Zen, no es nada del otro mundo.

[5] Forma de verso a partir de la cual se desarrolló el haiku (se estudiará más adelante)

 

LOS ORÍGENES ESPIRITUALES DEL HAIKU (2)

  1. Zen

El Zen es la puesta en práctica, la realización (hacer real) del budismo Mahayana en la vida cotidiana. Un monje erudito debe mostrar su «saber» cuando un ladrón le amenaza, cuando le aclaman diez mil personas, cuando le sorprende un chaparrón repentino, cuando tiene que esperar horas a un autobús. Al mismo tiempo, en la misma acción, y mismo estado de ánimo, no hay ladrón, ni lluvia, ni espera; no se muestra nada, y no hay nadie que muestre nada. Es decir, por un lado el Zen es rigurosamente práctico, por el otro salvajemente idealista y suprarracional; y, sin embargo, es sólo un hombre escribiendo palabras en un papel, o una madre dando el pecho a su hijo.

¿Y qué tiene esto que ver con el haiku? Ya lo veremos. En próximas páginas, se traducen algunos de los breves pasajes recogidos en el Zetirinkushu. Esta antología fue compilada por Eichō,東陽英朝, fallecido en 1574, discípulo de Seccō de Myōshinji 雪江. Los artículos son lo que se conoce como agyo下語, o chakugo, 著語, recopilados por Eichō de unos doscientos centenares de libros, incluidos varios escritos zen, por ejemplo El Hekiganroku, Mumonkan, Shinjinmei; los Sutras; Las Analectas, La Gran Enseñanza, La Doctrina del Medio; Mencio; Las Odas; Laotse, Chuangtse; la poesía de Kanzan, Tōenmei, Tōhō, Ritaihaku, Hakurakuten; el Tōshisen.

Fueron utilizadas, y aún las utilizan, los monjes que estudian Zen en los monasterios, quienes seleccionan el pasaje que consideran capaz de resolver el problema que les plantea el maestro. Una ojeada a lo que sigue mostrará una profunda relación entre ellos y el haiku. En particular, podemos señalar:

破鏡不重照 落花難上枝

El espejo roto no volverá a reflejarse;
Las flores caídas difícilmente regresarán a la rama.

Compárese con el verso de Moritake:

落花枝に蹄ると見れば胡蝶かな

Ochiba eda ni    kaeru  to mireba    kochô kana

¿Una flor caída
regresando a la rama?
Era una mariposa.

Moritake, 1472-1549, fue sumo sacerdote del Gran Santuario de Ise; es bastante probable que este poema fuera para él un original. Tomemos de nuevo el siguiente:

春来遊寺客 花落閉門曾

Cuando llega la primavera, muchos visitantes se divierten

en el templo;

Cuando caen las flores, sólo queda el monje que cierra

la puerta.

 

Se desconoce su origen, pero podemos compararlo con los siguientes versos:

散って しづか なり円成寺         鬼貫

Hana chitte   mata shizuka nari   Enjyō-ji

Los cerezos en flor han caído,
el Templo Enjoji
vuelve a estar tranquilo.

(Onitsura, 1660-1783)

 

花散るや伽藍の樞 落しゆく    凡兆

Hana chiru ya    garan no toboso    otoshi yuku

Caen las flores;
cierra la gran puerta del templo,
y se marcha.

(Bonchō , fallecido en 1714)

 

花散りて木の間の寺となりにけり
Hana chirite      ko no ma no tera to        nari ni keri.

Las flores de los cerezos han caído,
el templo
a través de las ramas.

(Buson, 1715-1783)

 

Compárese también:

不知何虚寺、風塗鐘撃楽

No sé de qué templo
el viento trae el sonido de la campana.

 

花の雲鐘は上野か渡草か       芭蕉
 Hana no kumo    kane wa ueno ka    asakusa ka

 Una nube de cerezos en flor:
la campana… ¿es de Ueno?
¿es de Asakusa?

(Bashō)

En la siguiente selección, setenta y tres de unos cuatro mil, podemos ver la visión Zen del mundo en su camino a través de la poesía al haiku.

 芭蕉葉上無愁雨

只是時人聴断陽

Las gotas de lluvia repiquetean sobre la hoja del platanero, pero no son lágrimas de dolor;

son sólo la angustia de quien las escucha.

 

渓盤便是鷹長舌

山色覚非清浮身

La voz del torrente de la montaña es la de una gran lengua;

las líneas de las colinas, ¿no son el Cuerpo Puro de Buda?

 

如刀能割不自制

如眼能看不自看

Es [la vida] como una espada que hiere, pero no puede herirse a sí misma;

como un ojo que ve, pero no puede verse a sí mismo.

 

須得人評之

語不令人食

Las palabras no hacen que un hombre entienda;

debes hacer que el hombre las entienda.

 

賢被太虚室

鎌牛也汗出

Para poder pisotear el Gran Vacío,

la vaca de hierro debe sudar.

 

似虎多隻角

如年鉄尾巴

Es [la Verdad] como un tigre, pero con muchos cuernos;

como una vaca, pero no tiene cola.

 

相見阿阿笑

園林落葉多

Al encontrarse, los dos amigos ríen en voz alta;

en la arboleda, las hojas caídas son muchas.

 

資昏難 報藤

牛夜日頭明

El gallo anuncia el alba al atardecer ;

El sol brilla a medianoche.

 

泉撃中夜後

山色夕陽時

La voz de la fuente después de medianoche;

Los colores de las colinas al atardecer.

 

樹密猿聾響

波澄雁影深

Los gritos de los monos resuenan a través del denso bosque;

en el agua clara, los gansos salvajes se reflejan profundamente.

 

木難鳴子夜

狗映天明

El gallo de madera canta a medianoche:

el perro de paja ladra al cielo despejado.

 

山河並大地

全露法玉身

Montañas y ríos, la tierra entera,-

todos manifiestan la esencia del ser.

 

風定花縮落

鳥鳴山更幽

El viento amaina, pero las flores siguen cayendo;

un pájaro canta, y la montaña encierra aún más misterio.

 

有水皆合月

無山不帯雲

Todas las aguas contienen la luna;

ni una montaña sino las nubes la ciñen.

 

入林不動草

入水不立波

Al entrar en el bosque, no perturba ni una brizna de hierba;

entrando en el agua él [el poeta] no causa una ondulación.

 

一旬定乾坤

一剣亭天下

Una palabra [por ejemplo, de Cristo] determina el mundo entero;

una espada pacifica el cielo y la tierra.

 

梅変占春少

庭寛得月多

El ciruelo, menguante, contiene menos de la primavera;

pero el jardín es más ancho, y contiene más luna.

 

波弄月精神

El árbol manifiesta el poder corporal del viento;

la ola exhibe la naturaleza espiritual de la luna.

 

出門逢響迦

入門逢覇動

Sal y conocerás a Shakamuni;

vuelve a casa, y conocerás al Buda Miroku.

 

古今無二路

達者共同途

Desde antaño no había dos caminos

“los que han llegado” recorrieron todos el mismo camino.

 

汲水奨山勤

揚帆発岸行

Sacad agua, y pensad que las montañas se mueven:

iza la vela, y creerás que los acantilados huyen.

 

歳容無背面

鳥道絡東西

En la vasta inanidad no hay detrás ni delante;

el camino del pájaro conquista el Oriente y el Occidente.

 

只見錐頭利

不知要頭方

Sólo viendo el filo del punzón;

sin conocer la cuadratura del cincel de piedra.

 

傷此夜誠度

如薪漆火被

Esta noche el Buda entró en el Nirvana;

fue como leña quemada por completo.

 

一葉一響迦

一競一爾勤

Una hoja, un Shakamuni;

un cabello, un Miroku.

 

護生須是殺

殺索始安居

Para preservar la vida, hay que destruirla;

cuando se destruye completamente, por primera vez hay reposo.

 

雨中看果日

火菜前清泉

Percibiendo el sol en medio de la lluvia

sacando agua clara de las profundidades del fuego.

 

懐洲牛喫未

徐州馬場張

Cuando una vaca de Kaishū come hojas de morera,

el vientre de un caballo de Ekishū se distiende.

 

袖中日月蔵

栄内握乾坤

Tener el sol y la luna en la manga;

tener el universo en la palma de la mano.

 

不向自己食

向什棄虚食

Si no lo obtienes de ti mismo,

¿dónde irás a buscarlo?

 

牛飲水成乳

蛇飲水成毒

El agua que bebe una vaca se convierte en leche;

el agua que bebe una serpiente se convierte en veneno.

 

町寧損君徳

無言画有功

Muchas palabras dañan la virtud;

la falta de palabras es esencialmente eficaz.

 

欄千難共衛

山色看不同

Aunque nos apoyemos juntos en la misma balaustrada,

los colores de la montaña no son los mismos.

 

善哉観世香

全身入荒草

¡Qué bueno es  Todo el Cuerpo

de Kwannon entre en las hierbas silvestres!

 

結起一誓草

作丈六金身

Tomar una brizna de hierba,

úsala como un Buda dorado de dieciséis pies.

 

青山自青山

自雲自自雲

Las colinas azules son de por sí colinas azules:

las nubes blancas son de por sí nubes blancas.

 

不譲東魯書

争食西索意

Si no has leído las Analectas,

¿cómo puedes conocer el significado del Zen?

 

移花象葉到

途磨道不知

Plantar flores a las que acuden las mariposas,

Daruma dice: «No lo sé».

 

火不待日熱

風不待月演

El calor no espera al sol, para estar caliente,

ni el viento a la luna, para estar fresco.

 

法法不機蔵

古今常露

Desde antaño, todo es claro como la luz del día.

No hay nada oculto.

 

古松義般若

匿鳥弄買如

El viejo pino habla sabiduría divina;

el pájaro secreto manifiesta la verdad eterna.

 

有眼不食見

有耳不食聞

Viendo, no ven;

oyendo, no oyen.

 

黙梅花菓

三千世界香

Sólo un pistilo de la flor del ciruelo,

y los tres mil mundos son fragantes.

 

霊門棒頭短

薬山杓柄長

El bastón de Unmon[1] es demasiado corto;

el bastón[2] de Yakusan es demasiado largo.

 

人々脚渡下

有一坐具地

Todo hombre tiene bajo sus pies

suelo suficiente para hacer Zazen sobre él.

 

不是打殺人

被人打殺必

Si no lo matas,

serás asesinado por él.

 

欲問花楽歳

東君赤不知

Tal vez quieras preguntar de dónde vienen las flores,

pero ni siquiera Tōkun [el dios de la primavera]  lo sabe.

 

路逢達道人

不将語獣野

Si te encuentras con un iluminado en la calle,

no le saludes con palabras, ni con el silencio.

 

是非交結歳

聖亦不能知

Donde la interacción de “es” y “no es” es fija

ni siquiera los sabios pueden saberlo.

 

前水復後水

古今相績流

El agua antes y el agua después,

ahora y siempre fluyendo, se suceden.

 

文章千古事

得失寸心知

Lo que está escrito es de hace mucho tiempo,

pero el corazón conoce todas las ganancias y pérdidas.

 

更無薄覚虚

鳥跡印容中

No hay lugar donde buscar la mente;

es como las pisadas de los pájaros en el cielo.

 

元然無事坐

春来草自生

Quietamente sin hacer nada,

llega la primavera, la hierba crece por sí misma.

 

上無片瓦蓋頭

下無寸土立足

Arriba, ni una teja para cubrirse la cabeza;

abajo, ni un palmo de tierra para poner el pie.

 

ロ欲義而命衰

心欲録而裏亡

La boca desea hablar, pero las palabras desaparecen:

el corazón desea asociarse, pero los pensamientos se desvanecen

 

要知山上路

須是去来人

Si deseas conocer el camino que sube a la montaña.

Debes preguntar al hombre que va y viene por él.

 

只可容諸所有

又英寛諸所無

Simplemente hay que vaciar «es» de significado.

Y no tomar «no es» como real.

 

一鷹飛而撃天

Una mota volando oscurece el cielo:

una mota de polvo cubre la tierra.

 

争如著衣爽飯

此外更無伸意

¿Hay algo que se pueda comparar con llevar ropa y comer de los alimentos?

Más allá de esto no hay Buda ni Bodhisattva.

 

識得本心本性

正是宗門大病

Conociendo la Mente original, la Naturaleza esencial,

esta es la gran enfermedad de (nuestra) religión.

 

如茶正法眠蔵

大似南鏡相照

El tesoro ocular de la ley verdadera del Tathagata

es como dos espejos que se reflejan mutuamente.

 

不可以有心得

不可以無心求

No puede ser alcanzado por la mente

no debe buscarse mediante la falta de mente.

 

不可以語言造

不可以彼獣通

No puede ser creado por el habla;

no puede ser penetrado por el silencio.

 

雁無遺微之意

水無選影之心

Los gansos no quieren dejar atrás su reflejo;

el agua no tiene mente para retener su imagen.

 

落霞興孤驚斉飛

秋水共長天一色

La niebla que cae vuela junto con los patos salvajes;

las aguas del otoño son de un mismo color con el cielo.

 

老樹臥波塞影動

野畑洋草夕陽昏

El viejo árbol se inclina sobre las olas, su fría imagen se balancea;

la niebla se cierne sobre la hierba, el sol del atardecer se desvanece.

 

不信只看八九月

紛紛黄葉満山川川

Si no crees, mira septiembre, mira octubre,

cómo caen las hojas amarillas y llenan montaña y río.

 

落木千山天遠大

登江 道月分明

Por encima de las desnudas ramas de mil colinas, un vasto y lejano cielo;

sobre el sendero del río, una luna radiante.

 

物出輸王三寸銭

方知期界是刀鈴

Cuando Buda clavó sus tres pulgadas de hierro[3],

entonces se conocieron por primera vez las espadas y las lanzas del mundo.

 

到得崎索無別事

臓山姻雨街江潮

Fui y volví; no era nada especial[4]:

el monte Ro envuelto en niebla; Sekkô en marea alta.

 

 

[1]  Fallecido en 996; famoso por el uso del bastón en la enseñanza del Zen.

[2]  751-834; también famoso por el uso del bastón.

[3] Su lengua. Compárese: “No he venido a traer la paz, sino una espada”.

[4] La poesía, como el Zen, no es nada del otro mundo.

LOS ORÍGENES ESPIRITUALES DEL HAIKU (1)

Sección I

LOS ORÍGENES ESPIRITUALES DEL HAIKU

 

En el presente volumen se explicará la evolución histórica del estado de la mente zen en la creación del haiku de Bashō y sus seguidores. Podemos rastrearlo desde sus orígenes en el pensamiento prebudista de la India, y a través de la cultura china hasta la cosmovisión japonesa y su expresión poética.

El objetivo de esta primera sección es ofrecer lo que podría llamarse el trasfondo de toda la cultura oriental; pero esta metáfora teatral o pictórica es engañosa, porque surge mecánicamente.

En el haiku, todos esos profundos pensamientos y experiencias de las razas india, china y japonesa, arraigados en el oscuro y abismo del tiempo, muestran aquí sus pequeños, y tiernos rostros floridos, con esa sonrisa tenue y secreta que atestigua instantáneamente su origen y naturaleza celestiales. Nosotros mismos hemos de pasar por todas esas fases una vez más hasta que podamos recitar estos versos, con Masefield:

…Primavera de nuevo en mi corazón

para que pueda florecer en los hombres

No queremos insistir en la idea de que el Zen es lo único común al haiku, a la poesía de la literatura inglesa, el misticismo de Soshi (Chuang Tse) o a los elevados vuelos morales de Confucio; porque cuando hacemos esto, incluso dentro de nuestro propio pecho surge el sentimiento de que, después de todo, cada cosa es ella misma y nada más.

二もとの梅に遲速を愛す哉     蕪村

Futa-moto no   ume ni chisoku wo   aisu kana

Los dos ciruelos…
amo su floración,
uno temprano, otro más tarde.

(Buson)

Y cuando afirmamos la separación de las cosas la mente se vuelve insensible, pero inevitablemente, al otro extremo de la identidad y la igualdad. Esta ley es el reino más profundo de nuestro universo mental. Pertenece a lo inherente, original,  a la inexplicabilidad intrínseca de todo.

El diagrama adjunto representa las distintas corrientes de pensamiento-sentimiento. La relación del pensamiento oriental con el haiku se tratará bajo éstas.

  1. Budismo

Debemos remontarnos al pensamiento indio prebudista si queremos ver los comienzos (hasta donde se conocen) de lo que finalmente se convirtió en la simple instantánea del haiku.

En los primeros tiempos se comprendió que el secreto de la vida está en la comprensión de lo que es el yo:

Aquellos que parten de aquí, sin haber descubierto el yo y los verdaderos deseos, para ellos no hay libertad en todos los mundos. Pero los que se apartan de aquí, después de haber descubierto el yo y los verdaderos deseos, para ellos hay libertad en todos los mundos.

(Chand. Upanishad, 8, 1.)

Existía ese fuerte deseo de encontrar una vía de escape del mundo del sufrimiento:

Guíame entonces, te lo ruego, a la orilla más lejana que está más allá del dolor.

(Chand. Up. 7, 1.)

En la famosa parábola del fruto del árbol de Nyagrodha, vemos el hecho de que la verdad es invisible, pero está ante nuestros ojos y a nuestro alcance. En la semilla, cuando se abre y no vemos nada, está la esencia del gran árbol:

Eso que es la esencia sutil, en eso, todo lo que existe tiene su ser. Es lo Verdadero. Es el Ser, y tú, oh Svetaketu, lo eres.

(Chand. Up. 6, 12.)

El haiku es este » tú lo eres «; cuando un hombre se convierte en un bambú meciéndose bajo la lluvia ventosa, una cigarra llorando y su vida, entonces él es «eso».

Imagen 1

Dainichi Nyorai (Periodo Kamakura)

Aquello de donde estas cosas nacen, aquello

por el cual, cuando nacen, viven, aquello en lo que

al morir vuelven a entrar, trata de saberlo. Eso es

Brahman. (Taiit. Up, 3,1)

 

El efecto del budismo del tipo indio-chino-japonés en la vida y el pensamiento del pueblo japonés, y por tanto sobre el haiku, puede tratarse bajo dos epígrafes:

(a) Ideas populares (b) Ideas filosóficas.

(a) La vida es dolor y sufrimiento. Hay más de un matiz de esto en Bashô e Issa; pero Buson y Shiki, en su objetividad, sienten el significado de las cosas más profundamente que su evanescencia. La naturaleza temprana de todas las cosas, incluso del propio universo, puede suscitar pena; también puede verse, o pasarse por alto, como el elemento inevitable de todo cambio y variedad. En el budismo, la ignorancia es el gran mal del mundo, más que la maldad moral. El gran problema de la vida práctica y cotidiana es, pues, ver las cosas correctamente, no valorarlas en una escala moral rígida de virtud y vicio, utilidad e inutilidad, sino tomarlas sin prejuicios sentimentales o intelectuales.

El politeísmo de los japoneses corrientes, como el de los griegos, tuvo un gran efecto en su modo de vida poética. Los dioses son muchos: Amaterasu, Miroku, Hachiman, Jizo, Amida, Dainichi Nyorai, Tenjin, Kwannon, Emma O, Shakamuni, Benten, y cien más.

Pero, estos dioses no están lejos de nosotros, ni en lugar ni en rango. Tampoco existe una distinción clara entre lo humano y lo infrahumano. La escala de seres del universo budista sitúa al hombre a medio camino. Las primitivas ideas animistas de los japoneses coinciden con el sistema budista, y todos están unidos por la teoría de la transmigración. El resultado es (¿o es causa?) que nuestras simpatías se amplían en ambas direcciones:

留守のまに荒れたる神の落葉かな               芭蕉

Rusu no ma ni    aretaru kami no    ochiba kana

El dios está ausente;
las hojas muertas se amontonan,
y todo está desierto.

(Bashô)

さまづけに育てられたる蚕かな      一茶

Samazuke ni    sodateraretaru    kaiko kana

 

Criando gusanos de seda,
los llaman
«Señor»[1].

(Issa)

(b) La doctrina Mahayana de la identidad de la diferencia o indiferencia de los opuestos, es la que distingue al budismo y el cristianismo como ninguna otra. Esta distinción explica la profunda conexión entre la experiencia budista y la poesía oriental, y por qué el cristianismo se ha mostrado como poetas a Wordsworth, Coleridge, Chaucer, Blake, Shelley. La paradoja es el alma de la religión, como lo es de la poesía, pero donde no se la reconoce, o donde se la anatematiza, religión y poesía se reducen a dogma y sentimentalismo, respectivamente.

De nuevo, la enseñanza Mahayana de la equivalencia de lo fenoménico y lo nouménico ofrece a la mente oriental esa extraña fusión de espiritualidad y sentido práctico que caracteriza al arte chino y al haiku japonés.

Es este mundo, pero no es este mundo. No insinúa otro mundo distinto de éste, un absoluto; es este mundo cotidiano visto por primera vez como realmente es, un patio de recreo de Budas.

El budismo es, en cierto sentido, panteísta, especialmente en las enseñanzas de las sectas Tendai y Shingon, pero el todo, que es uno, no se concibe como una persona, sino como algo que no es ni personal ni impersonal. Lo mismo ocurre con Amida en las sectas Shin y Jodo. Amida sólo se personaliza en aras del discurso o la concepción; en el sentido literal de las palabras, «Dios es amor».

La doctrina de que todas las cosas, incluso las inanimadas, tienen la naturaleza de Buda presenta consecuencias de gran alcance. Mientras que la del budismo primitivo tiende a borrar la idea de una individualidad estanca de las cosas, incluidos nosotros mismos, la creencia de que todo alcanzará un día la Budeidad da valor (da el mismo valor) a los objetos más triviales, y sienta las bases de una democracia espiritual y práctica que el cristianismo como tal nunca podría permitirse.

» ¿No valéis vosotros más que muchos pajarillos? «

La respuesta es «No».

En los siguientes versos de Bashô el elemento budista es obvio:

白魚や黒き目を明く法の網

Shirauo ya   kuroki mewo aku    hô no ami

El pez blanco
abre sus ojos negros
en la red de la Ley.

蛸壺やはかなき夢を夏の月

Takotsubo ya   hakana i yume o   natsu no tsuki

Los pulpos en las trampas:
sueños fugaces
bajo la luna de verano.

 

もろもろの心柳にまかすべし

Moro moro no    kokoro yanagi ni    makasu beshi

Rinde al sauce
todo el odio, todo el deseo
de tu corazón.[2]

 

蓮池や折らでそのまま玉祭

Hasu ike ya    orade sonomama    tamamatsuri

Los lotos en el estanque,
tal y como son:
el Festival de los Muertos.

 

秋の色糠味噌壷もなかりけり

Aki no iro    nukamiso tsubo mo    nakari keri

Señales de otoño;
No tengo olla
de pasta de arroz y salvado.

 

Podemos mencionar aquí a una de las alumnas de Bashô, Sonojo,園女, 1649-1723. Se ganaba la vida como oculista. Tras la muerte de su marido, se trasladó a Edo, donde está enterrada. Más tarde se afeitó la cabeza y estudió budismo. En una carta al sacerdote Unko, 雲, escribe:

不求其不求妄は大道の根源.….柳は緑花は紅ぬ唯其健にして常に句を云ひ歌を綴て遊び申候事に候.….我平日の行は念沸と句と歌となり。極業へ行くはよレ、地獄へ落るは目出たし。

No buscar la Verdad, no buscar el error,- esto es lo fundamental de la Gran Vía… El sauce es verde, la flor es roja; tal como son las cosas, deben componerse el haiku y el waka…Mis días transcurren en la recitación del Nenbutsu, la elaboración del haiku y el waka. Ir al Paraíso es bueno, y caer en el Infierno también es un asunto de felicitación.

誰か見ん誰か知るべき有にもあら市

無きてもあらぬ法のともしび

¿Quién puede verlo?

¿Quién puede conocerlo?

No está en «lo que es».

Ni en «lo que no es».

¡Esta Luz de la Ley!

Su verso de la muerte, un waka, es en la verdad budista, y uno puede decir el espíritu japonés:

秋の月春の曙みし容は

夢かうついか南無阿獅陀傍

Los cielos vistos en el amanecer de la primavera,

Vistos con la luna del otoño,-

¿Eran reales? ¿Fueron un sueño?

¡Namuamidabutsu!

Todo lo que es, todo lo que parece ser el pasado y el presente y el futuro, los mundos descubiertos y los mundos creados, – debemos vivir en ellos y por ellos y para ellos, sin egoísmo, con deseo y sin deseo. Esto es Namuamidabutsu, y la realidad o irrealidad de todo ello debe ser la menor de nuestras preocupaciones. Puede ser un sueño del que nunca despertamos; tal vez la vida sea real, la vida es algo serio; pero la respuesta a cada pregunta debe ser siempre: “¡Namuamidabutsu!”.

[1] La palabra sama implica no sólo respeto sino un sentimiento gentil y piadoso hacia los gusanos de seda.

[2] NT.- Este haiku no aparece recogido en ninguna de las recopilaciones de Kon Eizo, Barnhill u Oseko sobre Bashô. En realidad, se apunta su autoría a Ryoto, uno de sus numerosos discípulos.

PREFACIO Y CONTENIDOS

HAIKU 1

 

Imagen de la portada: Se trata de una ilustración de Buson, 1715-1783, sobre el Oku no Hosomichi de Bashô, que muestra una reunión de haikai de cuatro poetas componiendo un largo poema enlazado en casa de Nagayama Shigeyuki en junio de 1689. Rogan se apoya en su abanico, componiendo un verso; Sora está dispuesto a escribirlo si Bashô (a la derecha del todo) lo aprueba, mientras Jūkō (Shigeyuki) aparece sentado (arriba, con su hijo detrás a la izquierda).

 

HAIKU (Por R.H. Blyth)

EN CUATRO VOLÚMENES

VOLUMEN I. CULTURA ORIENTAL

HOKUSEIDO

© 1949, by R. H. Blyth

Impreso en Japón

Dedicado a Sakuo Hashimoto, con agradecimiento porque su patriótica generosidad hizo posible la publicación de estos volúmenes.

NT: Este haiga que aparece en el interior de la portada de este volumen es de Miura Chora, 1729-1781. El poema también es de su autoría (se explica un poco más adelante, en este primer volumen).

呉竹のよよにあふひのまつりか な     樗良

Kuretake no yoyo ni auhi no matsuri kana

Hoy es el Festival de Aoi:
saludamos nuevamente a los bambúes de muchos nudos,
generación tras generación.

(Chora)

(NT: Aoi = las malvarrosas/alceas)

 

Sora se despide de Bashō (Buson)

 

PREFACIO

La historia de la humanidad, como historia del espíritu humano, puede concebirse formada de dos elementos: una huida de este mundo a otro, y un retorno a él. Cronológicamente hablando, estos dos movimientos, el ascenso y la caída, representan la historia de la humanidad; y ambos tienen lugar muchas veces, de forma microcósmica, en pueblos y naciones. Pero de forma simultánea o, mejor dicho, más allá del tiempo, constituyen una descripción ontológica de la naturaleza humana.

No me parece necesario, sin embargo, hacer un intento spengleriano para mostrar que, a partir de ejemplos históricos, ha habido un movimiento hacia las ideas, los ideales, las abstracciones; y también su correspondiente repulsión hacia ellas. En nuestras vidas individuales y en los movimientos más amplios del espíritu humano, estas dos tendencias contradictorias se manifiestan más o menos de la misma manera y son más o menos visibles siempre, en todas partes. Hay un flujo bastante notable hacia la religión en el mundo primitivo, y en la vida temprana de casi todas las personas, y un posterior reflujo de la misma, usando la palabra “’religión” en el sentido de un medio para escapar de esta vida.

Los japoneses, por un accidente de la geografía y por su carácter nacional, tomaron parte en el desarrollo de este “retorno a la naturaleza”, que en el Lejano Oriente comenzó (para darles un hábitat local y un nombre) con Enō, el 6º Patriarca chino del Zen, 637-713 d.C. Los chinos, quizás también por su geografía, siempre han tenido una fuerte tendencia en poesía y filosofía hacia lo vasto y vago, lo general y sentencioso. Por ello, a los japoneses les correspondió así emprender este “retorno a las cosas” en el haiku, pero debe entenderse claramente que a lo que volvemos nunca es lo mismo que lo que dejamos, porque nosotros mismos hemos cambiado mientras tanto. Así que volvemos al antiguo animismo salvaje, a la superstición y a la vida común del hombre y los espíritus, y los árboles y las piedras; y sin embargo hay una diferencia. Las cosas han adquirido algo de lo tenue de las abstracciones en que se convirtieron. De nuevo, en la primavera y el otoño, por ejemplo, hay distinciones inexistentes, arbitrarias, que han adquirido un cuerpo y una palpabilidad que nunca antes habían tenido. Nosotros también somos las cosas, y sin embargo somos nosotros mismos, en un limbo perpetuo de cielo e infierno.

Fue necesario que nos postráramos ante el Buda, pasando nueve largos años mirando a la pared para nacer en el Paraíso Occidental. Pero ahora, ya no. Ahora tenemos que volver del Nirvana a este mundo, el único. Nosotros tenemos que vivir, no con Cristo en la gloria, sino con Jesús y su madre, su padre, hermanos y hermanas. Volvemos a los amigos de nuestra infancia, la lluvia en el cristal de la ventana; los largos caminos silenciosos de la noche; las olas de la orilla que no cesan de llegar; la luna, tan cerca y tan lejos a la vez; todas las sensaciones de la textura, el timbre, el peso y la forma, esos tesoros preciosos y riquezas inagotables de la vida cotidiana.

El haiku puede parecer a primera vista un pobre sustituto de las brillantes visiones del Cielo y el Paraíso de los ascetas paliduchos. Como dice Arnold:

“Alimentada por largo tiempo de ilimitadas esperanzas, oh especie humana, ¡Con qué rabia escupes todo lo que es más sencillo!”

El haiku es de una sencillez engañosa, tanto por la profundidad de su contenido como por su origen, y el objetivo de este volumen y el de los siguientes es mostrar que el haiku requiere más pura y profunda apreciación espiritual, ya que representa todo un mundo, el Mundo Oriental de la experiencia religiosa y poética. El haiku es la última flor de toda la cultura oriental; es también una forma de vida.

El haiku debe entenderse desde el punto de vista del Zen. Esto puede deducirse más o menos directamente de este volumen, y, perfectamente, de forma indirecta mediante los mismos poemas.

Debemos mencionar que la palabra “Zen” se utiliza de dos maneras diferentes, y el lector debe decidir a la que se hace referencia. Por lo general, a lo largo de estos volúmenes, significa ese estado mental en el que no estamos separados de otras cosas, sino que somos idénticos a ellas y, sin embargo, conservamos nuestra propia individualidad y peculiaridades personales. Ocasionalmente, como en el diagrama de la página 3 (el diagrama que veremos en breve y que representa las diversas corrientes de pensamiento-sentimiento), y en la Parte 2 de la primera Sección, significa un conjunto de experiencias y prácticas iniciadas por Daruma, (que llegó a China en 520 d.C.) como la aplicación práctica a la vida de las doctrinas del Mahayana, y continuó hasta nuestros días en los templos Zen y en los libros de instrucción Zen. El “haiku” se expresa también en dos sentidos diferentes: en plural, para referirse a los poemas; en singular, la actitud poética de los poetas de haiku, su modo de vida, su “religión”.

En Faiths Men Live By (La fe de los hombres) de Archer, hay una descripción del maná polinesio, que tiene cierta aproximación al Zen en su relación con la poesía:

<<El maná está en todas partes, es intangible y omnipresente como el éter. Todas las cosas lo tienen; más bien cada cosa por separado está manaizada, pues el maná no es una entidad espiritual en un cuerpo físico; es un dinamismo que impregna, matiza y colorea todo el objeto. Es, por ejemplo, de la flecha, del veneno en la punta de la flecha; y lo que mata no es el veneno ni la flecha, sino el maná. El maná, sin embargo, no es algo universal sino una porción que impregna cada objeto primitivo que no se ha elevado lo suficiente como para generalizar una realidad primera y universal. Actúa en respuesta a situaciones y cosas concretas e inmediatas, a objetos maná-saturados, ya sean arroyo, piedra, montaña, nube, planta o animal. Además, el maná en sí no tiene ninguna cualidad moral, sino que puede ser bueno o malo, favorable o peligroso, según el momento o el lugar; puede hacer el bien o el mal, según la voluntad del agente. Se ve en funcionamiento cuando un hombre, intentando lo extraño e “imposible”, lo consigue.>>

Aquí sentimos algo de la intangibilidad, la indefinibilidad, la no-cosa, la no-abstracción, la no-moralidad y la no-racionalidad del Zen.

Sin embargo, podemos afirmar rotundamente que el haiku es haiku, con sus propias leyes y normas no escritas, sus objetivos y logros. Tiene poco o nada que ver con la poesía, así llamada, o con el Zen, o cualquier otra cosa. Pertenece a una tradición de mirar, de ver las cosas, una forma de vivir, una cierta ternura y pequeñez de mente que evita lo magnífico, lo infinito y lo eterno. Sus defectos son la tendencia a la debilidad y al sentimentalismo, pero evita el lirismo y el colorido mental tanto instintiva como conscientemente.

Si decimos entonces que el haiku es una forma de Zen, no debemos afirmar que el haiku pertenece al Zen, sino que el Zen pertenece al haiku. En otras palabras, nuestras nociones del Zen deben cambiar para adaptarse al haiku, y no al revés. Puede que nos resulte difícil mostrar cómo el antiguo código de los samuráis, los golpes de los maestros Zen, la ausencia de palabras, la filosofía del Kegon Sutra son en el fondo uno con el haiku; pero se puede hacer.

El sentido del haiku, su franqueza, su sencillez y su falta de intelectualidad, no deben tergiversarse en modo alguno. No olvido, pues, las palabras de Arnold en Human Life (Vida humana):

¡Ah! ¡No reclamemos
en el incognoscible mar de la vida,
una dirección demasiado exacta de nuestro camino!

Entiendo que Zen y poesía son prácticamente sinónimos, pero como dije antes, si alguna vez se imagina que hay algún conflicto entre el Zen y la poesía del haiku, el Zen se va por la borda; la poesía es la norma suprema.

La vida del haiku, el estado de ánimo en que se escribe y en el que debe leerse, es la misma que la de Rōshi, la del Sutra del Diamante y los versos del Hekiganroku (Crónicas del acantilado azul). La diferencia estriba en la concreción y abstracción, respectivamente, de su visión de la realidad. En el haiku el elemento intelectual está ausente, o está tan completamente fusionado con lo intuitivo-poético que ningún análisis puede separarlos. Para expresarlo con otras palabras, los filósofos chinos estimulan a través de su “forma” intelectual ese “estado de ánimo sereno y bendito” que los poetas de haiku suscitan con su representación de las cosas de la naturaleza.

Estos dos grupos corresponden a los aspectos teóricos y prácticos del mismo que llamamos Vida. Sin embargo, en la mente de los japoneses, los comentarios sobre los poemas de este libro parecerían no sólo superfluos, sino un intento de separar elementos inseparables, un intento de sacar a la luz de la razón un organismo que sólo puede vivir en su propia y profunda oscuridad, de hecho, una negación de todo el espíritu del haiku.

Podemos decir que para comprender y leer correctamente un solo haiku se requieren años de absorción inconsciente de toda la cultura de la India, China y Japón, que se materializa en estos pequeños versos. Para ayudar al lector no japonés, se ofrece esta larga introducción con numerosas citas, y un comentario sobre cada haiku en los volúmenes sucesivos.

Pero el japonés medio no ha leído las obras de Rōshi, Sōshi o los maestros zen. Los comentarios le parecerán acartonados, demasiado intelectuales, más que innecesarios. Él entiende el haiku sin esfuerzo, por instinto, por la intuición heredada de siglos. En otras palabras, toda la introducción y los comentarios deben estar en la memoria, en la mente inconsciente, no en la página impresa entre el lector y el verso.

Hay, sin embargo, dos excusas que pueden esgrimirse para las interpretaciones y las citas. La primera está implícita más arriba, la diferencia de bagaje cultural, de la weltanschauung (NT: forma de concebir el mundo y la vida).

La segunda es que el haiku no es sólo poesía, es decir, una representación en palabras del mundo real; es una forma de vida, un modo de vivir todo el día; es religión, y como tal, tiene que ver con la vida social, la política, la guerra, nuestros asuntos y con nosotros mismos.

La poesía, la cultura, la religión son una manera de vivir, y esta forma, como las maneras ordinarias, es hasta cierto punto una cuestión de educación, de pensamiento y de ideas, de hábito y de imitación. Todo haiku, pues, en la medida en que es representativo de un modo de vida, de una forma de vivir lo cotidiano, es involuntariamente didáctico, nos enseña por encima de nuestra voluntad. El gran peligro es confundir la explicación con la poesía, el dedo que señala con la luna, el sermón con la realidad. El objetivo de la explicación, como el del dedo que señala y el de las escrituras, es hacerse innecesaria. Una vez más llegamos a un hecho a través de una paradoja, que hay que deshacerse de lo indispensable para que pueda surgir la verdad.

El haiku registra lo que Wordsworth llama esos “puntos del tiempo”, esos momentos que por alguna razón bastante misteriosa tienen un significado peculiar. Hay una cualidad única en el estado de ánimo del poeta en esas ocasiones; puede ser muy profundo, puede ser más bien superficial, pero hay un “algo” en las cosas externas, un “algo” en la mente interior que es inconfundible. Donde los poetas de haiku superan a todos los demás es en reconocer ese “algo” en los lugares más inverosímiles y en los momentos más inesperados. Pertenece a lo que Pater llama, hablando de Wordsworth,

“la tranquila observación habitual de la existencia inanimada o imperfectamente animada.
El haiku es una especie de satori, o iluminación, en la que vemos la vida de las cosas.”

Captamos el significado inexpresable de alguna cosa o hecho bastante ordinario que hasta entonces habíamos pasado por alto. El haiku es la aprehensión de una cosa mediante la comprensión de nuestra propia unidad original y esencial con ella, y la palabra “comprensión” tiene aquí el significado literal de “hacer realidad” en nosotros mismos. La cosa se percibe a sí misma en nosotros; nosotros la percibimos por simple autoconciencia. La alegría de la reunión (aparente) de nosotros mismos con las cosas, es pues, la felicidad de ser nosotros mismos. Es con “todas las cosas” porque, como explica el Dr. Suzuki en sus obras sobre el Zen, cuando una cosa es tomada, todas las cosas son tomadas con ella. Una flor es la primavera; una hoja que cae tiene todo el otoño, de cada otoño, de lo eterno, el otoño intemporal de cada cosa y de todas las cosas.

El haiku es la creación de cosas que ya existen por derecho propio, pero que necesitan al poeta para que puedan “llegar a la estatura de un hombre”. Estas “cosas” pueden tener la forma de luz de luna, de una no-piedra y de un perro ladrando incluidos en ella:

犬を打つ石のさてなし冬の月      太祇

Inu o utsu / ishi no satenashi / fuyu no tsuki

Ni una sola piedra
que tirarle al perro…
¡la luna de invierno! 

(Taigi)

Puede ser el canto de una cigarra y el silencio que penetra en el sonido, como el sonido lo hace en la roca:

閑さや岩にしみ入る蝉の声     芭蕉

Shizukasa ya / iwa ni shimi iru / semi no koe

¡El silencio!
la voz de una cigarra
penetra en las rocas.

(Bashō)

Puede ser la brevedad de una noche o la duración de un día:

砂浜に足跡長き春日かな         子規

Sunahama ni ashiato nagaki haruhi kana

En la playa arenosa
unas pisadas:
largo día de primavera.

(Shiki)

Históricamente hablando, el haiku es la flor de todos los especuladores religiosos prebudistas, el Budismo Mahayana, el Zen chino y japonés, el Taoísmo y el Confucianismo. Los Upanishads dicen:

De dónde nacen esas cosas, por qué y cuándo nacen y viven, aquello en lo que a su muerte vuelven a ser, trata de saberlo. Eso es Brahman.                     Taitt. Up. 111.i.

El budismo Mahayana dice:

差別郎千等、準等部差別。

La diferencia es identidad; la identidad es diferencia.

El Taoísmo:

故有之以鴬利無之以震用。 老子、十一。

Por lo tanto, de lo que existe tenemos ganancia, y de lo que no existe, utilidad.

El Zen dice:

休有控杖子我輿称控杖子、

休無控杖子我奪休控杖子。無門闘、四ート四。

Si tienes un palo, te lo daré. Si no tienes un palo, te lo quitaré.

(La barrera sin puerta, IV-IV)

 

Nakae Tōju, 中江 藤樹, 1608-1648, famoso confucionista japonés, el primero en enseñar la filosofía de Oyomei, 王陽明, dijo:

El cielo y la tierra, y todas las cosas existen en mi mente…. No hay diferencia entre la vida y la muerte, el ser y el no ser…. La verdadera naturaleza de la mente del hombre es el deleite.

Bashō, nacido cuatro años antes de la muerte de Nakae Tōju, recibió todo esto, además de la poesía de los Tang y los Sung. Mezclando la espiritualidad india, el sentido práctico chino y la sencillez simplicidad japonesa, obtenemos…

落ざまに水とぼしけり花椿芭蕉       芭蕉

Ochizama ni mizu koboshikeri kana tusbaki

Una flor del árbol de la camelia
cae
derramando su agua.

(Bashō)

 

 

曙や麦の葉末の春の霜      鬼貫

Akebono ya mugi no hazue no haru no shimo

Amanece:
en la punta de las espigas de cebada
la escarcha de primavera.

(Onitsura)

 

牛もうもうもうと霧から出たりけり       一茶

Ushi mou mou mou to kiri kara detari keri

La vaca sale
¡muuu, muuu!
de la niebla.

(Issa)

El haiku no busca la belleza como hace el waka. Al igual que la música de Bach, aspira a la significación, y es posible que algún tipo especial de belleza se encuentre rondando cerca. La verdadera naturaleza de todas las cosas es poética. Es porque Cristo era un poeta por lo que los hombres le siguieron y le siguen, y no a Sócrates. Sócrates nos mostró nuestra ignorancia. El haiku nos muestra lo que sabíamos todo el tiempo, pero no sabíamos que sabíamos: nos muestra que somos poetas en la medida en que vivimos. Aquí está de nuevo la conexión entre el Zen y el haiku, el Zen dice…

平常心是道      無門開        十九

Tu mente normal, ¡ese es el camino!

(La barrera sin puerta, XIX)

Nunca debemos olvidar la simplicidad esencial del haiku y del zen. El sol brilla, la nieve cae, las montañas se elevan y los valles se hunden, la noche se hace más profunda y palidece en el día, pero muy pocas veces prestamos atención a estas cosas.

維草紙に鎮置く店の春の風凡童          几菫

Ezōshi ni shizu oku mise no haru no kaze

En la tienda,
los pisapapeles de los libros ilustrados:
¡viento de primavera!
(Kitō)

Cuando captamos el significado inexpresable de estas cosas, eso es la vida, eso es vivir. Hacer eso veinticuatro horas al día es el Camino del Haiku. Es tener vida en abundancia.

Podemos señalar de paso que todos los lectores japoneses tendrán traducciones y significados ligeramente diferentes para dar a la mayoría de estos versos. Este es a la vez el poder y la debilidad del haiku. Es una debilidad porque no estamos seguros del significado del escritor. Es un poder porque el haiku exige al lector una vida poética libre, paralela a la del poeta. Esta “libertad” no es la de la irresponsabilidad salvaje y la interpretación arbitraria, sino la de la creación de una experiencia poética similar a la que apunta el haiku. Corresponde en gran medida, en la poesía inglesa, a la manera diferente, muy diferente, de leer un mismo poema. En la interpretación de la música, los directores varían mucho en énfasis y tempo. Hay casos registrados en los que un director, por ejemplo, ha aumentado enormemente el tempo de un movimiento, con la asombrada aprobación del compositor (Beethoven).

A este respecto, puede ser interesante comparar dos traducciones y comentarios diferentes sobre el mismo haiku, realizados por el autor con un intervalo de algunos meses. Hasta la ortografía de la palabra veranda(h), todo se ve de forma diferente. La segunda es quizá mejor que la primera, en el sentido de que hay menos psicología y más poesía en ella.

二文なげて寺の橡かる凍みかな          子規

Ni-mon nagete    tera  no en karu    suzumi kana

 Echando medio penique,
tomé prestada la veranda del templo,
en el fresco de la tarde.

(Shiki)

Este tipo de versos provienen de Issa. Tienen su inocencia y delicadeza de sentimientos, combinadas con una leve burla de sí mismo.

Shiki va al templo (Sumadera須磨寺), arroja dos monedas de cobre, hace una reverencia y luego se sienta en la veranda del templo y disfruta de la brisa del atardecer.

Las personas sensibles, es decir, moralmente sensibles, saben que no tienen derechos, ningún derecho a nada en absoluto, ni siquiera a la vida misma. Y la naturaleza humana exige algún tipo de justificación para nuestra posesión o uso de las cosas. Esta justificación, una especie de “racionalización” psicológica, se ve en las dos monedas que Shiki arroja a la hucha del templo. Después, se sienta en la veranda con una especie de complacencia, sintiendo que ha hecho algo, por poco que sea, para ganarse el placer de la fresca brisa vespertina en un lugar tan tranquilo y sagrado.

二文投げて寺の椽借る涼み哉     子規

Ni-mon nagete    tera  no en karu    suzumi kana

Echando un par de monedas,
me refresqué
en la verandah del templo.

(Shiki)

Esto fue escrito en el Templo de Sumadera 須磨寺. Lo interesante de este haiku es percibir la secreta vida poética que habita en un lugar tan común. La poesía está en las palabras del verso; no en algo implícito, no en asociaciones o matices de significado. El poeta sube los escalones del templo, saca dos monedas de cobre de su monedero y las echa en la caja de las ofrendas. Se inclina ante Buda, y una vez terminada su devoción, se sienta en la larga, amplia y brillante veranda. Pero el tintineo de las monedas, el olor del incienso, la remota calma de los Budas le acompañan aún en la brisa fresca y sombreada. La poesía está en la esfera donde el tintineo del metal sobre la madera de la gran caja, y el frescor del viento racheado, son percibidos por el mismo órgano espiritual.

Además del haiku descrito anteriormente, debemos señalar también que algunos poetas se han servido de la forma del haiku para expresar pensamientos e ideas de importancia predominantemente intelectual. Tenemos en inglés mucha poesía didáctica que tiene un gran valor; este valor no es poético, pero indirectamente puede ayudar a nuestra comprensión poética de la vida, eliminando los errores de pensamiento que provienen de la costumbre, el interés propio o la abstracción excesiva.

El haiku, y no sólo el haiku, sino todo el arte y la literatura japonesas, apuntan al mismo infinito que el del mundo occidental de los últimos cinco siglos, pero no a través del espacio, no a través del horizonte. Es el infinito captado en la mano, ante los ojos, en el martilleo de un clavo, el tacto del agua fría, el olor de los crisantemos, el olor de este crisantemo. El haiku es la expresión de la unión de dos formas de vida que Spengler consideraba irreconciliables e incomprensibles: el sentimiento clásico del momento presente, del espacio restringido, y el sentimiento europeo moderno de la eternidad, del infinito. Es quizás a este último al que se refiere Matthew Arnold cuando dice.

En muchos aspectos, los antiguos están muy por encima de nosotros y, sin embargo, hay algo que nosotros exigimos y que ellos nunca podrán darnos.

Los interesados en el tema deberían leer la obra de Miyamori titulada An Anthology of Haiku, Ancient and Modern [una antología del haiku, antiguo y moderno], y mejor aún, The Bamboo Broom, An Introduction to Japanese Haiku [La escoba de bambú, una introducción al haiku japonés], de Henderson.

De la gran cantidad de libros japoneses a los que me refiero al escribir éste y los siguientes volúmenes, casi ninguno escapó a los ataques aéreos, pero de memoria o por nuevas compras, doy una lista en el Apéndice 1.

Una versión romanizada de los haiku contenidos en este volumen figura en el Apéndice 2 (NT: en esta traducción se han incluido debajo de cada haiku también en este primer volumen). En los demás volúmenes, la versión romanizada va debajo de cada haiku.

Las ilustraciones de este volumen han sido elegidas para mostrar cómo los poetas y artistas japoneses gradualmente “fueron atenuando” el misticismo y realismo de los artistas chinos orientándolo hacia el delicado humor y la tierna crudeza del haiga.

H. Blyth,
Tokio,
enero de 1947.

 

CONTENIDOS

 Prefacio

 Sección I

Los orígenes espirituales del haiku

  1. El budismo
  2. Zen
    – Bashō y el Zen
  1. Taoísmo
  2. Poesía china
  3. Confucianismo
  4. Arte oriental
  5. Waka
  6. Renku
  7. Nō, Ikebana, Cha no Yu
  8. Shinto

 

Sección II

Zen, el estado mental para el Haiku 

  1. Desinterés
  2. La soledad
  3. Aceptación agradecida
  4. Despreocupación
  5. No intelectualidad
  6. Contradicción
  7. Humor
  8. Libertad
  9. No moralidad
  10. Simplicidad
  11. Materialidad
  12. Amor
  13. Valentía

 

Sección III

Haiku y poesía

Haiku y Poesía
El haiku en la poesía inglesa
Poesía

 

Sección IV

Los cuatro grandes poetas del haiku

Bashō
Buson
Issa
Shiki

 

Sección V

La técnica del haiku 

  1. El humor y los juegos de palabras
  2. Brevedad
  3. La lengua japonesa
  4. Onomatopeyas
  5. La forma del haiku
  6. Kireji
  7. Secuencias de Haiku
  8. Las estaciones
  9. Traducción

Apéndices

  1. Obras consultadas
  2. Haiku Romanizado
  3. Fuentes del Haiku

Índice de escritores

Tabla de ilustraciones

Presentación de Haiku 1 de RH Blyth

LA MÍTICA OBRA DE BLYTH EN EL RINCÓN DEL HAIKU

Se irá publicando semanalmente hasta completar los 6 tomos que la conforman

¡¡Comenzamos el lunes 19 de junio con el clarificador Prefacio!!

 Presentación de la traducción

Blyth es considerado el eslabón a través del cual el conocimiento del haiku llegó a Occidente. Su amplísima obra desgrana en profundidad y aporta un extenso conocimiento sobre el haiku, visto preferentemente desde su perspectiva zen.

No sólo la teoría, también la traducción de sus cientos de haikus de decenas y decenas de diferentes poetas a un idioma occidental (el inglés) sirvió para que durante décadas pudiéramos saber del haiku. Sus haikus recogidos, durante décadas igualmente, han sido una y otra vez traducidos a los diferentes idiomas occidentales, aunque a veces no se citaran (o se ocultaran) debidamente las fuentes…

En español, tuvimos la suerte de contar con el enorme y clarificador trabajo de Fernando Rodríguez Izquierdo, que, en buena medida, tal y como él mismo cita, bebió de aquellas fuentes. Siempre fue un sueño acceder a la obra original de Blyth, pero permanentemente la hallábamos descatalogada, y las compras de segunda mano ofrecían unos precios realmente exagerados. Fue hace unos quince años que finalmente por un préstamo interbibliotecario de la UCLM con una biblioteca pública de Múnich, desde la AGHA (Asociación de la gente del haiku en Albacete) terminamos recibiendo Haiku 1, 2, 3 y 4, y la Historia del haiku 1 y 2. Tener en nuestras manos aquellos libros… Pronto empezaron las sorpresas… esas tapas de lino, las transparencias de sus páginas de papel de seda intercaladas para confeccionar haigas por superposición… en fin, una delicadeza exquisita. Y más allá de la presentación, su ansiado contenido, imprescindible para entender el haiku. Nos prometimos que de una u otra forma habría que traducirlo al español si ninguna editorial se animaba a hacerlo formalmente. Hubo intento de formar grupos para realizarlo que, finalmente, no cuajaron (en cualquier caso, gracias a quienes en su día mostraron su disposición). Hoy, comienza a ser una realidad.

La presente traducción no es profesional y en ningún caso se permitirá la más mínima retribución de cualquier tipo o por cualquier vía, siendo su uso exclusivamente para fines didácticos/pedagógicos y siempre gratuito, publicándose online en El Rincón del Haiku y en el sello de publicación Sabi-shiori en edición no venal, no comercial.

Si bien en la obra original, en el volumen 1 no figura bajo la versión en kanji de los haikus el texto romanizado, sino en un apéndice aparte, se ha preferido incluirlo para mayor comodidad en la lectura. Por otro lado, Blyth emplea mayúscula al inicio de cada verso del poema, mientras que en nuestro caso recurriremos generalmente a la minúscula salvo que vaya precedida de un punto. También se ha reemplazado el británico (–) guion medio por el punto y coma ( ; ) más frecuente en español. Se hará uso del punto y coma o puntos suspensivos ( … ) según proceda.

Esperando que sea provechosa, os dejamos disfrutando de esta maravillosa y mítica obra de la que semanalmente, se irá publicando una pequeña parte.

Elías Rovira Gil.

Jaime Lorente.

-.-

  1. En escasas ocasiones, se ha introducido en el texto alguna pequeña explicación no incluida en el texto original. Siempre va precedida de las siglas NT (nota del traductor).

Bashō Zōdan 芭蕉雑談 (de Shiki). La obra cumbre del haiku moderno

Versión actualizada y corregida el 28 de agosto de 2023

Tal y como habíamos anunciado públicamente el pasado día 15 y comentado anteriormente en diferentes ámbitos, en El Rincón del Haiku os presentamos hoy Bashō Zōdan, el conjunto de artículos en los que el joven Shiki critica la obra del maestro y referente Bashō, considerada la piedra angular del haiku moderno. Traducida desde la edición italiana de Lorenzo Marinucci (con su introducción y muy interesantes anexos) por Jaime Lorente y Elías Rovira.

Puedes leerla en línea, descargarla o imprimirla desde el siguiente enlace. ¡A disfrutar!

Bashō Zōdan de Shiki en español

 

SOLAPA DE LA EDICIÓN ITALIANA:
El mayor maestro e innovador del haiku fue Matsuo Bashō, un poeta brillante que vivió y viajó por el Japón del siglo XVII. Nadie, a lo largo de los años, se había permitido disputar esta afirmación al menos hasta 1894, cuando otro escritor, de apenas veintisiete años, sintió que tenía algo importante que decir. Masaoka Shiki es un joven periodista, un hombre de letras con entusiasmo febril y, sobre todo, un poeta. Desde noviembre de 1893 hasta enero del año siguiente, Shiki publicó en el periódico “Nippon”, veinticinco fragmentos literarios bajo el título Bashō Zōdan. En japonés, zōdan significa un discurso desorganizado, escrito sin mucho cuidado por su forma y sus consecuencias. Pero el verdadero caos fue creado por el contenido de los artículos de Shiki: hasta entonces nadie se había tomado la libertad de criticar el haiku de Bashō, sobre todo en términos tan lapidarios.
Bashō Zōdan es el primer estudio moderno sobre el haiku y el texto que cambió la historia de este género poético, por primera vez (en italiano) en traducción europea.

NOTAS DE TRADUCTORES AL ESPAÑOL
Sin la menor duda, somos partidarios de las traducciones directas del original, es decir en este caso, la traducción del japonés. No obstante, dada la poca obra que se viene traduciendo del japonés al español y el avance e interés que muchos de los documentos imprescindibles para entender el haiku despiertan entre los hispanohablantes, a la espera de que pronto tengamos estas obras traducidas directamente del japonés, valgan traducciones como esta (en este caso del italiano) para conocer una aproximación rigurosa a la obra original.
Aunque muchos haikus que aparecen en este texto habían sido anteriormente traducidos al español, hemos querido en todo momento, por respeto, partir desde la obra de traducción al italiano de Lorenzo Marinucci, a quien queremos agradecer su trabajo y permiso para la publicación de esta obra. También nuestro agradecimiento a El Rincón del haiku por la publicación y difusión, así como a quienes han colaborado en revisar la traducción.
Esperamos que aún con estas reconocidas limitaciones, disfruten y les sea provechoso el presente trabajo: un texto imprescindible que revolucionó el llamado haiku moderno.
(Jaime Lorente y Elías Rovira, 2023).

CONTRAPORTADA:
«Yo nunca he sido seguidor de Bashō, y el bicentenario de su muerte no me alegra ni me entristece: y aquí sin embargo en lugar de callar o tratar de sacar algo de ello, tengo el extraño capricho de pasar algún tiempo en mi escritorio y anotar este discurso en fragmentos, sin prestar demasiada atención a lo que escribo. He aquí mi crítica a Bashō: quien quiera entender, entenderá, quien quiera ofenderse puede ofenderse.» (Masaoka Shiki, 1893).

COMO UN HAIKU:
BREVE VIDA POÉTICA DE MASAOKA SHIKI

Un cuco
El haiku es un antiguo género poético japonés de diecisiete sílabas.
El haiku capta un instante de la realidad tal cual es, sin añadir nada, como un boceto o una fotografía.
El mayor maestro e innovador del haiku fue Matsuo Bashō, un poeta genial, triste e irónico que vivió y viajó por el Japón del siglo XVII.
Hasta ahora, todo parecería muy simple. En cambio, las dos primeras afirmaciones son falsas, o quizás no estrictamente falsas, sino que muestran una verdad parcial y estratificada, que se formó en diferentes lugares y tiempos. La tercera en cambio es absolutamente cierta, pero como suele suceder, si la miras más de cerca revela una historia aún más fascinante, que merece ser contada en su totalidad. Un capítulo fundamental, o quizás el primero, de una historia similar a la del haiku es este pequeño libro de 1894, del que tienes en tus manos una traducción al italiano (español ahora).
El 1894, en Japón, es el vigésimo sexto año de la era Meiji: el impacto de la cultura y la tecnología occidentales ya se ha hecho sentir en el tiempo de una generación, y Japón es un país joven y viejo a la vez: los caballeros en un paseo mezclan kimonos y bombines, la industria avanza, pero los viejos poemas chinos todavía se están estudiando, y el propio idioma nacional es objeto de un feroz debate. El vigésimo sexto año de la época Meiji es también el bicentenario de la muerte de Bashō, al que, la particular devoción reservada a la poesía en Japón ha transformado en este tiempo en un dios, uno entre los muchos miles del panteón nipón. Sin embargo, más allá de las celebraciones y toda la retórica, la poesía de Bashō, que en ese momento todavía se llamaba por su nombre más antiguo (haikai, “verso cómico”), está en una gran crisis. La rana de Bashō se ve obligada a zambullirse cada vez con más cansancio en su antiguo estanque, y como el mundo y la sociedad japonesa cambian rápidamente, los muchos expertos en haikai, que se reúnen para celebrar el nombre de Bashō, componen versos cada vez más banales, olvidando la recomendación del viejo maestro: “No trates de seguir los pasos de los sabios del pasado: busca lo que ellos buscaron”.
En el año veintiséis de la era Meiji también hay otro escritor que tiene apenas veintisiete años -uno más que la fecha del calendario- y tiene algo importante que decir, con toda la urgencia de quien sabe que dispone de poco tiempo. Masaoka Shiki es un joven periodista, un hombre de letras con un entusiasmo febril y, sobre todo, un poeta.
Desde noviembre de 1893 hasta enero del año siguiente, Shiki publicó en el periódico Nippon, (del que es colaborador habitual), veinticinco fragmentos literarios bajo el título 芭蕉雑談 Bashō Zōdan (Fragmentos de Bashō). En japonés, zōdan significa un discurso en desorden, escrito sin demasiado cuidado por su forma y sus consecuencias. Pero el auténtico revuelo es el provocado por el contenido de los artículos de Shiki: nadie hasta entonces se había permitido criticar el haikai de Bashō, normalmente en términos tan lapidarios, y con las pocas credenciales de un periodista que aún no ha cumplido los treinta años.
Los atónitos lectores de Shiki se encuentran, en cambio, frente a frases del tipo:
Entre los haikus de Bashō, los realmente bellos son una minúscula minoría, sepultada por una mayoría de versos malos o poco interesantes que los superan en diez a uno. Incluso buscando esos valiosos poemas, parecen las pocas estrellas melancólicas que quedan en el cielo de la mañana. (pág. 21)
Si lo de Shiki hubieran sido las simples provocaciones de un novato en busca de atención, o una rebelión juvenil contra uno de los símbolos del pasado literario japonés, hoy miraríamos este texto y a su autor con cierta ironía, no muy diferente a la de otros intelectuales poco conocidos que en ese momento luchaban por la abolición de los ideogramas.
En cambio, hoy el nombre de Shiki -el único entre ellos que no vivió en la era Edo-, se incluye junto con el de Bashō, Buson e Issa entre los cuatro grandes poetas que definieron el haiku como género. A lo largo de su vida, Shiki reinventó casi todo lo relacionado con el haiku, incluso el nombre, y sentó las bases para transformarlo en lo que es hoy: un género literario de importancia mundial, aún en evolución.
Para ello, tuvo que crear una separación a partir del antiguo haikai.
Shiki rebautizó con el nombre de haiku 俳句, y consideró como una composición autónoma, las diecisiete sílabas que en la época de Bashō eran solo un hokku 発句: el “poema inicial” de una serie compuesta en el acto por varias personas, según las reglas de un juego de fantasía y referencias poéticas que era la verdadera esencia del haikai.
Una vez logra la autonomía frente a esas sesiones poéticas, el haiku de Shiki se convierte en algo diferente: la red de referencias clásicas, parodias y juegos de palabras, el carácter incluso imaginario y a menudo estilizado del haikai más antiguo se desvanecen, y el motor de esta forma poética -vieja y nueva al mismo tiempo- se convierte en el esbozo de lo verdadero (shasei 写生)
Este nuevo haiku se convierte en literatura por su capacidad de detener, en la extrema brevedad de su lenguaje, la experiencia de un momento vivido por el individuo. Las ideas de Shiki difícilmente podrían haber tenido un mayor impacto: hoy en día, incluso la propia poesía de Bashō se lee instintivamente (con razón o sin ella) en esos términos.
Todo esto hubiera sido un logro excepcional incluso para un hombre de letras que hubiera vivido hasta una edad avanzada, capaz de esperar a que la influencia de su obra se expandiera lentamente. Pero mientras escribe su crítica a Bashō, Shiki ya ha recibido, a la edad de veintidós años, un diagnóstico de tuberculosis que por entonces aún era una sentencia de muerte.
“Ya será mucho vivir otros diez años”, le dice a Shiki uno de los funcionarios infernales que lleva su caso en Tosiendo sangre (1890), una breve y macabra obra cómica presentada para exorcizar el diagnóstico. Y así el personaje ficticio y el verdadero poeta eligen llamarse Shiki 子規, del nombre del cuco. De hecho, una leyenda japonesa cuenta que este pájaro de garganta roja canta hasta sangrar, mientras que a los poetas del waka les parecía que, cantando en las noches de verano, el cuco ya sabía que pronto llegaría el amanecer y el otoño. Estos dos temas se mezclan en los haikus que el imputado Shiki presenta a los jueces del infierno:

Tal vez vino
a por las flores de deutzia
un cuco

Hasta que no caigan
seguirá cantando
un cuco

Los jueces muestran indulgencia, pero no demasiada: Shiki muere en 1902, trece años después del diagnóstico. Tiene treinta y cinco años.

Vivir escribiendo
Según un aforismo clásico, la vida es breve y el arte es prolongado: la biografía de Shiki se quedó reducida al hueso por una enfermedad que, tras alterar radicalmente su esperanza de vida, lo limita a la cama ya en 1897, con dolores que hacen que hasta escribir un haiku se convierta en un desafío. Sin embargo, es precisamente la extrema contradicción de esta vida lo que le hace estallar en palabras, escritos, relaciones personales y correspondencias. Toda la existencia de Shiki supera (¿o utiliza?) la enfermedad al transformarse en literatura, y este arte no es prolongado, pero tiene su propia extensión particular. Shiki escribe poesía china, prosa, ensayos, haiku, diarios, tanka y es un dibujante de mucho talento. Shiki, de pronto, vivió para escribir.
Masaoka Shiki (también conocido como Tsunenori, pero su nombre de niño es Noboru) nació el 14 de octubre de 1867 en Matsuyama, la principal ciudad de Shikoku, la más pequeña y menos poblada de las islas japonesas. Su padre es un samurái de bajo rango, que de hecho cumple funciones de policía, y tiene problemas con el alcohol: muere cuando Noboru tiene cinco años.
Su madre, Yae, es en cambio quien continuará cuidándolo junto con su hermana mayor Ritsu hasta su muerte, es hija de un erudito confuciano local: Ohara Kanzan. Noboru ha estudiado con su abuelo desde la infancia, y es lo suficientemente precoz como para publicar por sí mismo, en su primera adolescencia, transcribiendo a mano, copia a copia, revistas de literatura -cuentos de aventuras, poesía, dibujos, …-. Y poco después, junto con un grupo de compañeros, comienza a dedicarse con empeño a la poesía china. Decidido a estudiar tanto como sea posible, Shiki deja la provincia y, junto con otros compañeros de estudios, es aceptado en la Primera Escuela Secundaria Imperial de Tokio: la institución de educación secundaria más prestigiosa del país, conectada directamente con la universidad de la capital.
Cómplice de la mudanza a Tokio es su tío materno Katō Takusen, un hombre de gran cultura y capacidad política que luego se convirtió en diplomático en Bélgica, y más tarde alcalde de Matsuyama. Takusen organiza el traslado de su sobrino para julio de 1883; a partir del año siguiente Shiki comenzó a asistir a la Primera Escuela Secundaria de la capital, y en 1990 ingresó a la Universidad de Tokio. La primera y fugaz idea de dedicarse a la política, ya estaba abandonada con la aparición de la tuberculosis. El camino para dar sentido completo a la vida privada de un enfermo pasa entonces a ser el de la Estética, y la facultad escogida es la de Filosofía y Letras. El Shiki de los años universitarios ya está más centrado en su producción poética que en su estudio académico, pero un encuentro importante registrado en sus cuadernos de la época es el del ensayo Philosophy of Style, de Herbert Spencer. La idea de una filosofía del arte no solo promete combinar la libertad del artista con el valor de una investigación teórica seria (dos áreas que la tradición confuciana heredada de su abuelo siempre ha luchado por reconciliar), sino que la lectura de Spencer ofrece al joven Shiki algunos principios que parecen ser particularmente adecuados para el haikai, y que tal vez sean capaces de transformar esta forma poética, ya anticuada y en crisis, en “literatura”.
Por paradójico que parezca, en Japón, la idea de “literatura” es de importación no menos reciente que la de las locomotoras. Esto no quiere decir, por supuesto, que en el Japón anterior a la apertura definitiva de 1868 no se escribiera, o que no se les diera un enorme valor a las artes de la palabra, quizás incluso más que en Occidente. Pero lo que viene del oeste (y que el propio Occidente apenas conoce desde hace algunos siglos) es una categoría de “literatura” que incluye en sí misma la totalidad de los textos y géneros de una cultura, es la garantía de su valor, y también posibilita una elaboración teórica y general sobre sus formas y su significado. No es casualidad que precisamente en la era Meiji una nueva palabra para “cultura” (文化bunka) y otra para “literatura” (文学 bungaku) se inspiraran en sus homólogos occidentales, y que los numerosos géneros que se practicaban a finales de la era Edo (la poesía china, el kabuki o el teatro de marionetas, el haikai y la tanka, la prosa de entretenimiento) de repente tienen que demostrar que pueden estar a la altura de una obra de Shakespeare o una novela del siglo XIX, si quieren tener alguna oportunidad de supervivencia. La novela japonesa comienza a formarse precisamente en los mismos años, encontrando gradualmente su lenguaje: Shiki decide entonces concentrar sus esfuerzos en la renovación de formas poéticas clásicas como el haiku y la tanka, que, por su extrema brevedad, parecían incapaces de incluir la riqueza de significados de la poesía occidental.
Precisamente, la lectura de Philosophy of Style revela, a los ojos del joven Shiki, el potencial de esta síntesis extrema. Una de las ideas fundamentales de la filosofía del lenguaje de Spencer es, de hecho, la “economía de la atención”: el lenguaje mismo es una forma de fricción, y la idea perfecta se expresa mejor en un gesto de sorpresa casi silencioso, en una sola palabra, en la parte capaz de expresar el todo. El joven Shiki confiesa entonces que entendió por primera vez el famoso hokku de Bashō sobre el salto de una rana después de leer a Spencer, y la brevedad de la poesía japonesa de repente se convierte en su fuerza. Si la concisión es una virtud, ¿qué podría ser más conciso que las diecisiete sílabas?
Es irónico que este redescubrimiento no provenga -como se supone demasiado a menudo- de una recuperación directa de la tradición asiática: de hecho, el descubrimiento de las posibilidades aún inéditas del haiku moderno se hace posible precisamente a través de la mediación de un ideal poético occidental, o incluso anglosajón (la particular popularidad que disfruta el haiku en el idioma inglés, la facilidad con que estas dos tradiciones se han mezclado en América del Norte, tal vez también pueda explicarse por esta primera conexión).
Una vez convencido de la necesidad de esta reforma, y consciente de tener un tiempo ridículamente corto para implementarla, Shiki ya no tiene paciencia con el estudio. Sus días (y noches) en Tokio están ocupados por sus primeros intensos contactos con otros hombres de letras -entre los que se encuentra Natsume Sōseki, a quien siempre permanecerá unido- y por un monumental trabajo de catalogación “por géneros” del haiku más antiguo. Los fajos de hojas apilados para esta obra, bautizada como Haiku bunrui (Géneros de haiku) pronto superan la altura del propio Shiki, y descuida cada vez más la universidad: en 1892 Shiki abandona definitivamente sus estudios, y siempre gracias a su tío materno, comienza a trabajar como columnista del periódico Nihon. En las páginas de Nihon, además de la correspondencia y comentarios de poemas enviados por los lectores, habitualmente se incluía una columna de haiku, y aparecen en una secuencia muy rápida una serie de escritos teóricos con los que Shiki inicia su revolución del haikai: Conversaciones sobre el haiku de la guarida de la nutria (1892), este Bashō en fragmentos (1893-94), y luego, después de regresar a Matsuyama debido al deterioro de su salud, Elementos del haiku (1895) y Diálogos sobre el haiku (1896). En 1897, Shiki fundó con Yanagihara Kyokudō, un amigo de la infancia y compañero de estudios en Tokio que regresó a Matsuyama y se convirtió en editor, la revista de poesía Hototogisu (El Cuco). El nombre de la revista es, como es lógico, sinónimo del poético nombre Shiki, y a pesar de que a partir del segundo número la publicación se traslada a Tokio bajo el cuidado de Takahama Kyoshi (otro haijin de talento y amigo cercano de Shiki, al que intentará en vano convertirlo en heredero de su visión poética), Shiki sigue siendo uno de los más importantes contribuyentes a la revista. Hototogisu propone un nuevo estilo de haiku y rápidamente se convirtió en la revista más influyente de la era Meiji, permaneciendo así durante la era Taishō y el comienzo de la era Shōwa. También en las páginas de Hototogisu, Natsume Sōseki publicaría más tarde dos de sus cuentos más populares: Soy un gato (1905) y Bocchan (1906). El segundo en particular se basa en el breve período transcurrido de Sōseki en Matsuyama como profesor de enseñanza secundaria en 1895: las desventuras de un hombre de ciudad que acaba en provincias, en realidad fueron mitigadas por el continuo intercambio intelectual con Shiki, ya en aquel tiempo una referencia para el haiku local. En 1906, Shiki ya está muerto, pero parte de su influencia teórica sigue siendo vital, incluso en la gran importancia que tiene la estética del haiku en la obra de Sōseki.
También hacia 1897 Shiki ofreció otra pieza importante de su visión literaria. Habiendo explorado su amor-odio por Bashō en los Fragmentos de 1894, las páginas de Nihon albergan un ensayo igualmente categórico, que convierte al segundo gran haijin de la era Edo, Yosa Buson (1716-1783), en un ideal de poesía y poeta alternativo al propio Bashō.
En los Fragmentos de 1894, Shiki, después de haber atacado con entusiasmo el culto acrítico a Bashō, comienza a reconocer su grandeza precisamente examinando cuáles son sus composiciones “heroicas” o “sublimes” (otra categoría en la que la influencia occidental está presente sin duda). En Buson, sin embargo, Shiki descubre todo un mundo hecho de plena y vigorosa belleza.
Esta “belleza positiva”, ejemplificada por el verano o por las flores de peonía, se contrasta con la predilección por lo negativo – lo borroso, lo seco, lo áspero, el crepúsculo – que es el núcleo del estilo de Bashō, y que jugó un papel históricamente dominante en el arte japonés. El estilo de estos dos gigantes puede entonces complementarse, como sucede con el propio ciclo de las estaciones:

Hay una belleza positiva y una belleza negativa […] en general, la literatura y el arte orientales tienen predilección por la belleza negativa, los occidentales por la belleza positiva¬. […] Es completamente imposible comparar la belleza positiva y negativa y concluir cuál es mejor que la otra: es cierto que ambas son elementos de lo bello. Hablando en términos cuantitativos, podríamos decir que la belleza negativa es un lado de lo bello y que la belleza positiva es el otro. Tomar sólo la belleza negativa y pensar que constituye la totalidad de la belleza es un malentendido que surge cuando uno tiene ojos y oídos poco abiertos. La literatura japonesa después de la era Genpei (siglo XII) cayó en este error y nunca pudo salir de él, hasta el momento en que, justo cuando esta belleza negativa estaba casi agotada, Bashō sacó a la luz la belleza en el haiku en el hecho de dar espacio al lado negativo de la belleza, hay que reconocerle un talento excepcional. Sin embargo, incluso ese talento excepcional suyo, no ha alcanzado el lado positivo de la belleza […] es solo después de cien años de la muerte de Bashō que Buson, en primer lugar, comienza a hacerlo visible. (Haijin Buson, 1897)

No es imposible que esta atracción por la vitalidad de Buson sea una respuesta poética a la creciente desesperación de su propia condición de enfermo: entre 1895 y 1896 las condiciones de Shiki empeoraron de manera definitiva y, además de los problemas pulmonares, el dolor y la hinchazón de las piernas lo obligaron a guardar cama cada vez con más frecuencia. La etapa final de la tuberculosis de Shiki es una caries ósea, que lo inmoviliza y lo devora por dentro durante siete años, hasta su muerte en 1902.

Más allá de las circunstancias
En los Fragmentos, Shiki había subrayado acertadamente cómo el valor de la poesía de Bashō también proviene de su continua confrontación con la vida del viajero:
Después de la muerte de Bashō, no quedó ningún maestro de haikai feliz por pasar su vida como un vagabundo. Buson estuvo lo suficientemente cerca de este ideal, pero no cruzó montañas y ríos como Bashō, no disfrutó hasta tal punto de la tierra y el cielo. (pág. 106)
La total apertura al mundo que se ofrece al viajero es ya en sí misma una dimensión poética privilegiada, y el haiku es la poesía de viaje por excelencia: incluso el mismo Shiki había recomendado a menudo a los lectores de Nihon componer haiku al aire libre, trasladarse a un lugar nunca antes visto y exponerse verdaderamente a la variedad de la belleza natural. Pero a partir de este momento, el haiku de Shiki (y la tanka, la prosa, la poesía en forma libre) logra explorar y alimentarse de una condición exactamente opuesta a la libertad del vagabundo. Dos siglos antes, Bashō había compuesto poesía sobre la inmensidad del espacio: ahora el poema de Shiki descubre el increíble potencial poético de una habitación cerrada, de la mirada limitado en la ventana que da a un jardín (Shiki reemplazará el papel de arroz de las puertas correderas por unos cristales), el aburrimiento del paciente encamado, la neurosis y los antojos repentinos de alimentos, propios de largas estancias hospitalarias. Ahora se convierten el poesía la espera de una visita, la intolerancia hacia una mosca o hacia la hermana y cuidadora, el prolongado tiempo de soledad, la disposición a concentrarse en una sola flor. El haikai siempre ha sido poesía irónica, y esta ironía salva a Shiki de la destrucción tanto moral como física; pero, por otro lado, el espacio por excelencia de la modernidad es la interioridad: si Shiki fue el primer poeta japonés verdaderamente moderno, es también porque las circunstancias de su enfermedad le obligaron a sacar a la luz su interioridad en un mundo reducido a la mínima expresión.

いざ行む
雪見にころぶ
所まで

Iza yukamu!
Tsukimi ni korobu
Tokoro made

¡Venga, vamos!
Admiremos la nieve
hasta caer en ella
BASHŌ

-.-

いくたびも
雪の深さを
尋ねけり

Ikutabi mo
yuki no fukasa o
tazunekeri

Una y otra vez
pregunté cómo
de profunda era la nieve
SHIKI

Sin embargo, incluso en el período de la enfermedad, Shiki permanece enormemente activo: las colaboraciones con Nihon y Hototogisu se mantienen constantes en cantidad y calidad, y la producción poética de haiku está acompañada de una apreciación y un trabajo de renovación igualmente enérgico de la tanka. En su habitación Shiki sigue albergando encuentros de poesía, y el carácter siempre colectivo del antiguo haikai, que Shiki ha destruido como literatura, sigue siendo fundamental para la construcción de una comunidad poética y crítica. Shiki siente la necesidad de dar a conocer a sí mismo y a los demás la situación en el ámbito de la prosa, tanto en simples notas como en algunos diarios literarios hoy considerados obras maestras: Una gota de tinta (1901) y Una cama de seis pies de largo (1902), ambos publicados en Nihon a pesar de algunas reticencias de los editores. Es el último goteo de la vida de Shiki, que se transforma por la belleza de la palabra momento a momento:

31 de enero

Al principio, los deseos del ser humano son vagos y enormes: con el tiempo se aprende poco a poco a que sean más modestos y precisos. Mis deseos como paciente fueron pequeños desde el principio: hace cuatro años, lo bonito que sería poder caminar por el jardín. Luego, después de un año o dos más, ya no podía caminar, y más tarde pensé que sería feliz con solo ponerme de pie. ¡Qué modesto deseo!, me decía la gente riéndose, pero en el verano del año siguiente me quejaba a los dioses de la enfermedad diciendo que ya no quería levantarme, que me bastaría con sentarme. Pero mis deseos aún se reducen más. Ahora ya no me importa sentarme, deseo sólo poder yacer aquí en paz, durante una hora sin dolor. ¡Qué pequeño deseo! Mis deseos no podrían ser más pequeños que eso. Entonces llegará el momento en que mi deseo se convertirá en nada. Un tiempo sin más deseos: quizás esto es lo que el Buda Shakyamuni llamó nirvana, lo que Jesús llamaba salvación.

20 de marzo

Ha venido aquí, junto a mi cabecera, un bonzo de la Tierra Pura, con la cabeza completamente negra, y me ha dicho: “Leo lo que escribes, y veo que por la enfermedad a veces tocas Grandes Temas”. Qué frase tan rara.

Enfermo en la cama:
hay mochi todos los días
en el Nirvana
(de Una gota de tinta)

2 de junio

Hasta ahora, no entendía realmente lo que se llama satori [iluminación] en el budismo zen. Pensé que satori significaba estar listo para morir en paz, al margen de las circunstancias: pero estaba equivocado. Satori significa, más allá de las circunstancias, vivir en paz.
(de Una cama de seis pies de largo)

En realidad, el verdadero nirvana o satori del budismo debe haber interesado muy poco a Shiki, que es un hombre sorprendentemente pragmático, y cuya única religión es la estética. La proximidad de la muerte, sin embargo, lo coloca frente a imágenes religiosas, que se superponen a las sensaciones de enfermedad o a la pequeña escenografía del jardín, y dejan una extraña mezcla de ironía y metafísica trasmitida en sus últimas obras. El último esfuerzo de Shiki es hacer también arte de su despedida: vivir en paz es vivir con la poesía.
No es raro que un poeta asiático se despida de la vida con un último poema, un jisei 辞世: el haikai ha tomado este antiguo hábito a veces con más seriedad, a veces no tanta. Pero la última producción poética de Shiki no es sino un jisei continuo, en el que el desapego a la vida se refleja y expresa en todas las perspectivas posibles. En la mañana del 18 de septiembre de 1902, después de días en los que ahora, sin poder escribir ni sentarse debilitado por la morfina se ve obligado a dictar, Shiki le pide ayuda a su amigo y discípulo que lo visita, Kawahigashi Hekigotō, para escribir tres haikus. Desde la ventana se puede ver el amarillo de las flores de calabaza: de ellas, cuando aún no han florecido, se obtenía un remedio para las flemas, pero a estas alturas, la situación de Shiki es tan crítica que hace que todo sea inútil.
Esas flores amarillas ya son las flores de su muerte, pero hay en Shiki una sincera emoción por su belleza, por la naturaleza que seguirá su curso. Luego bromea sobre su desaparición final, aprovechando el hecho de que la palabra japonesa para “Buda”, hotoke, también significa “difunto”.

糸瓜咲て
痰のつまりし
佛かな

Hechima saite
Tan no tsumarishi
Hotoke kana

La calabaza ha florecido:
lleno de flema
un nuevo buda

Hekigotō se conmueve cuando ve el último ideograma y la determinación con la que Shiki escribe su última palabra.
Después de unas horas, Shiki muere.

N.T.: Últimos 3 haikus de Shiki de su propia mano.

No cabe duda de que la muerte y el dolor, exhibidos entre otras cosas con todo el poder de la imaginación artística, parecen producir un escenario simplemente trágico. Sin embargo, si pensamos en términos de poesía, es difícil imaginar un éxito mayor que el alcanzado en poco más de diez años por las enseñanzas de este “buda enfermo”. Algunas de ellas son hoy tan amplias y generalizadas que se han vuelto obvias, invisibles. Donald Keene escribe al final de su reciente biografía de Shiki:
El aroma de las flores del ciruelo y las nubes de flores de cerezo deleitan a los japoneses, hoy como en el período Heian, y muchos miles, si no millones, de japoneses viajan largas distancias para ver las hojas rojas del otoño; pero los poetas ya casi no los mencionan, prefiriendo componer haiku o tanka para describir la experiencia de vivir en un mundo moderno. Este fue el logro de Shiki.
(Donald Keene, en The Winter Sun Shines, 2013: 201)
Por lo tanto, el éxito de Shiki no es menos grande, no es menos fundamental, que el de Bashō. Eso sí, el segundo es cien veces más traducido, más nombrado, más adorado que el primero -la alegre destrucción de “Bashō en fragmentos” duró poco- y, ya en la década de 1920, autores como Akutagawa volvieron a quedar hechizados por la imagen del poeta errante. Sin embargo, la influencia invisible de Shiki es quizás de un resultado aún mayor: hoy no nos queda la figura esquelética de las últimas fotos de Shiki, sino los millones de haikus compuestos en todos los rincones del mundo siguiendo sus ideas e intuiciones. No está mal para un pequeño cuco.
Berlín, 13 de septiembre de 2016

-.-

BASHŌ ZŌDAN
Bashō en fragmentos
芭蕉雑談
(1894)

____________________
*Un sincero agradecimiento al profesor Makoto Aoki de la Ehime Daigaku de Matsuyama, por su ayuda en los puntos más complejos de la traducción y por su inestimable conversación y guía por los lugares que han marcado la vida de Shiki. Quiero agradecer al PISEAS de Kioto, y en particular a Silvio Vita, por poner a mi disposición los espacios de la Escuela durante la estancia de investigación necesaria para la conclusión de este trabajo.

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La edad 年齢
Si miramos la historia pasada y presente y tratamos de entender un poco cómo van las cosas en este mundo, parecería que la fama de un individuo es en buena medida acorde con su edad.
Y en efecto, al menos entre los hombres de letras y artistas, individuos particularmente necesitados de un ejercicio constante, es normal que en la obra de un “joven inexperto” o del “aprendiz de tal maestro” haya todavía algo de inmaduro, y que en el lapso de una larga vida es posible crear muchas obras exitosas (poéticas o artísticas), de modo que un número creciente de ellas goce de la admiración del público; por el contrario, podríamos pensar que un joven de veinte años, en la primera parte de su vida, luchará por hacerse un buen nombre, generalmente por envidia o falta de consideración de este mundo.
Si tratamos de ver entre los escritores y artistas del pasado de nuestro país, aquellos que se han hecho famosos en vida y que aún gozan de honores milenarios han vivido todos hasta la vejez. Incluso el “poeta divino” Kakimoto no Hitomaro, quien nunca revela claramente su edad, fue el analista oficial de varios emperadores, y está claro que le tocó vivir mucho tiempo.
Si consideramos a otros escritores cuya edad sabemos con certeza, siempre y cuando nos limitemos a los más famosos, las cosas son similares. Y también en otros países no hay diferencias particulares: casos como los de Watanabe Kazan (1793 – 1841), Shikitei Sanba (1776 – 1822) y Naito Jōsō (1662 – 1704) son raros. Los de Robert Burns, Byron y Sanetomo* deben considerarse verdaderas excepciones. [*N.T. Para las tablas biográficas adjuntas por Shiki a este párrafo, ver Anexo I. Los nombres de los demás artistas mencionados por Shiki a lo largo del texto se han recopilado por orden alfabético en el Anexo II junto con una breve biografía.]
Mirando las cosas desde esta perspectiva, encontramos que sin pasar de los cincuenta es difícil volverse famoso, pero cuando tienes sesenta, setenta, alcanzar la fama es un asunto mucho más simple. Incluso si miramos a los personajes famosos del pasado, vemos que la mayor gloria siempre está reservada, no a los más cercanos a nosotros, sino a los más antiguos. Tal vez es normal que quienes se han ganado con más facilidad el respeto de las masas sean hombres que han destacado con su inteligencia en tiempos aún poco civilizados; y por otro lado, los personajes que vivieron hace más de mil años tienen ahora algo de históricos, por lo que son más raramente objeto de envidia. Pero luego está Matsuo Bashō, y solo él: aquí hay un hombre que nació hace apenas doscientos años, cuya escuela llega a todas las provincias de Japón, y cuyos discípulos son cientos y cientos. ¿Su edad? Apenas cincuenta años.
Desde la antigüedad, nadie ha reunido fieles a su alrededor como los fundadores de un credo. Ni siquiera es necesario nombrar a Buda, Jesús o Mahoma: la dignidad y la fuerza espiritual de figuras como Bodhidharma, Kōbō Daishi y Nichiren es realmente algo que puede dejarnos asombrados como un destello de luz o una flor que se abre [1]. Las ideas de Confucio y Laozi estaban alejadas de una religión, pero, después de su muerte, se convirtieron en objeto de fe, y existe sobre ellos la misma devoción que la reservada a un credo. Sin embargo, todas estas figuras vivieron en un pasado muy lejano. Entendemos cómo pudo ser difícil para Nichiren, nacido dos mil años después de ellos, fundar una confesión religiosa propia.
¿Qué decir entonces de Bashô, un hombre que vivió trescientos años después, en la calma de un mundo ajeno a las cuestiones religiosas, y sin embargo logró conquistar a un número tan grande de fieles? No es nada extraño que todos se refirieran a él como okina, “el viejo maestro”, y que al dibujar sus retratos le dieran la apariencia de tener unos sesenta o setenta años, con el pelo y la barba blancos. Pero ¿cuál era su edad? Apenas cincuenta años.

 

Literatura popular 平民的文学
Alguien capaz de ganarse la fe de muchos debe tener necesariamente algo de “popular”. La religión está en buena medida dirigida a ese pueblo: cuando predican o dan sermones, los bonzos siempre tienen en cuenta las capas más bajas de la sociedad, y una religión como el budismo ha podido prosperar precisamente gracias a sus “hábiles medios”[2].
Si observamos la influencia del haikai de Bashō, descubrimos que hay precisamente en él la misma fascinación que está presente en las enseñanzas de un religioso. Sus muchos fieles no siempre aman a Bashō porque conozcan a fondo su carácter y sus acciones, o porque se emocionen al recitar sus versos: ya es el simple nombre Bashō el que suscita en sí mismo esta admiración. Incluso en una conversación sin importancia, no hay nadie que mencione su nombre sin agregar inmediatamente cierta reverencia: algunos lo llaman “el Viejo Maestro”, y otros “Maestro Bashō”, o “Bashō-sama”, tal como lo harían los fieles de alguna confesión con el fundador de su propia secta. Incluso hay quienes han llegado a reverenciarlo como un kami, erigiendo altares en su nombre o dedicándole los pabellones de un templo: estas personas ciertamente no ven a Bashō como un hombre de letras, le rinden homenaje como si fuera el fundador de una confesión budista. Si excluimos el caso de Hitomaro en el contexto de la waka, no hay ejemplos de algo así, y además la proliferación de pequeños templos dedicados a Bashō o la profusión de monumentos que jalonan sus pasos por Japón, van mucho más allá de lo que ocurre con Hitomaro (Sugawara no Michizane es celebrado como «espíritu celestial», sin embargo esto no se debe a la fuerza de su obra sino, sobre todo, a su rango y a las circunstancias de su vida, por lo que no debemos considerar su caso análogo al de Bashō e Hitomaro).
Entonces, la razón del gran respeto que se le tiene a Bashō no es tanto por su producción de haikai, sino por el carácter popular del propio haikai. El haikai es popular: en primer lugar porque no desprecia el lenguaje vulgar, y en segundo lugar porque el ku es breve y sencillo. No es casualidad que hoy se la defina como una “literatura popular”. Sin embargo, el haikai de la era Genroku (1688-1704) no era tan popular como el de la era Tenpō (1830-44) en adelante, como bien sabe cualquiera que haya leído, aunque sea un poco, esta literatura. El haikai de autores de la era Genroku como Kikaku, Ransetsu y Kyorai alude a hechos históricos y dichos célebres del pasado, cita implícitamente las frases de los clásicos, se hace eco del estilo refinado de la poesía más antigua: en varios puntos es difícil de entender incluso para un erudito, podemos imaginar para un plebeyo analfabeto. Llegó la era Tenpō en que Sōkyū, Baishitsu y Hōrō comenzaron a escribir un poema que los niños y porteadores pueden apreciar sin perder palabra y sin necesidad de varias notas, y que incluso los conductores de rickshaw y los mozos de cuadra pueden imitar sin esfuerzo. De hecho, esta es la era en que el haikai tiene su curso más popular y se extiende más ampliamente en la sociedad.
Mientras tanto, sin embargo, la figura de Bashō no solo no ha perdido su carisma, sino que por el contrario la grandeza de su fama ha seguido creciendo hasta llegar a ser el doble, el triple que antes. Lo que compuso se considera perfecto en su totalidad, pero, así como su obra se transforma en algo sagrado, más allá de la crítica, apenas hay alguien que realmente entienda el haikai de Bashō, y si alguno llega a entenderlo, no hay rastro de nadie que intente criticarlo. Así nos comportamos como los fieles de un credo que no entienden el significado de los textos sagrados, que no distinguen lo que tiene sentido de lo que no lo tiene, y que solo pensamos en repetir “damos gracias” o “alabado sea siempre”.

Inteligencia y virtud 智識徳行
Una obra popular no es necesariamente una obra valiosa, y atraer a un gran número de seguidores no significa necesariamente que sus principios sean correctos. Sin embargo, si tratas de entender mejor por qué alguien tiene miles de admiradores y una fama centenaria, siempre encontrarás que hay algo en él diferente a lo común, algún talento que va más allá de lo ordinario. Esto es aún más cierto si esta multitud de fieles no es una mezcolanza de gente tosca y sin discernimiento, sino que incluye en ella a un gran número de hombres de valor. La virtud de Ganshi [Yan Zi], la erudición de Shikō [Zi Gong] o el coraje de Shiro [Zi Lu], eran incomparables [3]. Pero ciertamente no fue el mismo Confucio quien encontró el momento para traer a los tres a su escuela, educarlos en la virtud, ofrecerles esa sabiduría y reprocharles sus errores. En la escuela de Bashō también hubo muchas personas excepcionales, como los diez sabios y los setenta y dos discípulos menores que estudiaron con Confucio. El extraordinario carácter de Kikaku y Ransetsu, la conmovedora fidelidad de Kyorai y Sanpū, la terquedad de Kyoriku y Shikō, la inteligencia de Yaba y Jōsō… ** el hecho de que fuera capaz de juntar individuos con caracteres tan diferentes y convertirse en el punto de referencia en los haikai de la era Genroku es suficiente para demostrar que Bashō fue un individuo brillante, tanto en términos de inteligencia como de fuerza moral.
Todos estos personajes no eran, ni siquiera en un principio, personas sin cultura ni talento, y en el mismo momento en que Bashō cerró los ojos para siempre, cada uno de ellos levantó su bandera y fundó su propia escuela, esforzándose por no ser menos que los demás. Kikaku inició Edo-za, Ransetsu fundó Secchūan, Shikō inauguró la escuela de Mino, y muchos otros hicieron como ellos. Aunque estas otras escuelas no eran entonces muy numerosas, cada una tenía tácitamente el monopolio del haikai en una región: en Edo estaban Sanpū y Tōrin, en Ise Ryōto y Otsuyū, y en la zona de la antigua capital Kyorai y Jōsō, cada una en eterna competencia con las otras. Cuando llegó la siguiente generación, la disidencia entre las escuelas se hizo cada vez más seria, con cada escuela lista para criticar a la otra, cada corriente centrada en culpar a las otras, cada una lista para elogiar a su fundador y burlarse de los demás, preocupándose solo por aumentar su prestigio.
Pero he aquí que en cuanto hablamos de Bashō, la voz de todos es unánime frente a ese único altar: del mismo modo en que los fieles de la Tierra Pura y los del Sutra de la Guirnalda se consideran enemigos acérrimos, pero el Buda Sakyamuni permanece intocable para todos. Tan amplia es esta virtud, que alcanza a todos y a cada uno de la misma manera, como el calor del sol; y es tan vasto y abundante que en él hay sitio para todo y para todos, como en el océano.
La forma obstinada e irrespetuosa con la que Kyoriku mira a los demás discípulos de Bashō, lo hace parecer un niño pequeño. Sin embargo, así como insiste en que solo él comprendió verdaderamente la esencia del estilo de Bashō, continúa mostrando el máximo respeto por el viejo maestro.
Shikō escribía y enseñaba con la convicción constante de ser más inteligente que los demás, y ha demostrado su erudición en textos y enseñanzas en los que suele discutir frecuentemente puros sofismas, como aquel sabio chino dispuesto a preguntarse si una dura piedra blanca es una cosa o son dos [4]. Sin embargo, cuando expone sus teorías no hay nada en ellas, ni una línea, ni una palabra, que no se refiera a las enseñanzas dejadas por Bashō. Shikō incluso ha llegado a producir una gran cantidad de textos falsos, siempre haciéndolos pasar por las enseñanzas de Bashō: es algo que, en la posteridad, nos sigue llenando de indignación, y uno solo puede considerarlo como un gesto mezquino. Sin embargo, si cambiamos nuestra perspectiva y miramos el otro lado de la moneda, incluso esto no es más que un reconocimiento explícito de la gloria que rodeaba el genio y el carácter de Bashō.

Versos mediocres 悪句
Lo que más hace de Bashō una figura brillante, como pueden adivinar por lo que he descrito hasta ahora, no es su identidad como hombre de letras, sino el ser el padre fundador de una religión de haikai. Si uno quisiera conocer mejor al escritor Bashō, tendría que tomar su haikai y examinarlo a fondo. En cambio, los fieles de esta religión de haikai han tomado cada uno de sus ku como una reliquia, lo que hace que no se deba razonar sin tener en cuenta este hecho. Así, ha faltado y falta, alguien que los critique y muestre sus defectos.
Construir templos y honrar altares, erigir monumentos conmemorativos, preparar banquetes, hacer sesiones de renku o ver quién puede componer el mejor poema para responder al hokku del invitado de honor: estos son los únicos deberes que estos adoradores le deben a su religión. Pero el deber de quienes escriben literatura no se agota así en absoluto.
Nunca he sido uno de los fieles de este “bashōísmo”, y el bicentenario de la muerte de Bashō no me alegra ni me entristece: sin embargo, en lugar de callarme o tratar de sacar algo de todo esto, tengo el extraño capricho de pasar un rato en mi escritorio y anotar este discurso en fragmentos, sin prestar demasiada atención a lo que escribo. He aquí mi crítica a Bashō: quien quiera entender que entienda y quien quiera ofenderse que se ofenda.
Me gustaría anticipar inmediatamente la conclusión a la que he llegado. Entre los haikus de Bashō, los realmente bellos son una minúscula minoría, sepultados por una mayoría de versos malos o poco interesantes que los superan en diez a uno. Incluso buscando esos valiosos poemas, parecen las pocas estrellas melancólicas que quedan en el cielo de la mañana.
Incluso si consideramos que entre los “más de mil ku” escritos por Bashō, los apenas decentes serán más o menos doscientos, la proporción alcanza, sin embargo, apenas una quinta parte. No es exagerado hablar de estrellas al amanecer. Pero si consideramos simplemente el número de estos ku, un individuo capaz de componer doscientos por sí mismo es un fenómeno de importancia histórica, y Bashō sigue siendo un gran erudito. La razón por la que esta proporción es tan baja es otra.
La literatura de Bashō no busca imitar el pasado, es una invención autónoma. Más que hablar de su renovación de los haikai de las escuelas Teimon y Danrin, creo que es justo decir que Bashō ha inaugurado su propio estilo personal desde cero. Sin embargo, este estilo personal sólo comienza a difundirse en los últimos diez años de su vida, y la imagen poética de un Bashō ahora deificado se remonta sólo a tres o cuatro años antes de su muerte. Si nos fijamos en su obra como innovador, vemos que escribió esos doscientos excelentes ku en el brevísimo tiempo de diez años. No está nada mal.
En el caso de un escritor corriente, la vitalidad particular de su obra es lo que llega a la posteridad. Pero en el de Bashō, no es la obra la que se considera con respeto, sino que es su carácter y su vida los que reciben toda la atención: los poemas han sido recogidos sin distinguir nunca los ku malos o fallidos, y de esta forma han engrosado las páginas de sus colecciones. De hecho, muchos de los poemas de otros han sido considerados suyos y agregados a algunas de estas colecciones. El número de buenos ku mezclados con ese montón de trozos de barro y piedras no supera la quinta parte del total: no está del todo mal teniendo en cuenta el conjunto.
Si bien el grupo completo de haiku de Bashō se considera un tesoro invaluable, hay algunos que se siguen señalando por todos como superiores a los demás:

古池や
蛙飛こむ
水のおと

Furu ike ya
kawazu tobikomu
mizu no oto

Un viejo estanque:
una rana se sumerge
el sonido del agua

-.-

道のべの
木僅は馬に
くはれけり

Michinobe no
mukuge wa uma ni
kuwarekeri

En el camino
un hibisco devorado
por mi caballo

-.-

物 い へ ば
唇寒し
秋の 風

Mono ieba
kuchibiru samushi
aki no kaze

Una palabra es suficiente
para enfriar los labios –
viento de otoño

-.-

あか/\と
日はつれなくも
あきの風

Aka aka to
hi wa tsurenaku mo
aki no kaze

Rojo, tan rojo
insiste el sol:
viento de otoño

-.-

辛崎の
松は花より
鹿にて

Karasaki no
matsu wa hana yori
oboro nite

En Karasaki
el pino más que el cerezo
en la niebla

-.-

春もやゝ
けしきとゝのふ
月と梅

Haru mo yaya
keshiki totonou
tsuki to ume

La primavera prepara
lentamente su escenario:
el ciruelo y la luna

-.-

年/\や
猿に着せたる
猿の面

Toshidoshi ya
saru ni kisetaru
saru no men

Año tras año:
el mono llevando
una máscara de mono

-.-

風流の
初やおくの
田植うた

Fūryū no
hajime ya Oku no
taue uta

Sopla en el viento
el primer poema: en el Norte
los cantos de la siembra

-.-

白菊の
目に立てゝ見る
塵もなし

Shiragiku no
me ni tatete miro
chiri mo nashi

Un crisantemo blanco
no ve el ojo
una mota de polvo

-.-

枯枝に
烏のとまりけり
秋の暮

Kare eda ni
karasu no tomarikeri
aki no kure

En una rama seca
se ha posado un cuervo
crepúsculo de otoño

-.-

梅の木に
猶やどり木や
梅の花

ume no ki ni
nao yadorigi ya
ume no hana

De un ciruelo
brotan
otras flores de ciruelo

Además de estos hay otros que muchos mencionarían, pero aquí solo indico los ku que han gozado de una mayor difusión popular. Estos ku más que ser conocidos por la habilidad con la que fueron compuestos, se mencionan a menudo porque están asociados con alguna anécdota o comentario famoso [iwaku tsuki]. Muchos “maestros del haikai” de la nada, sin una visión y una mirada crítica propia, precisamente porque no tendrían un punto de referencia propio, no hacen más que aferrarse a las explicaciones de los antiguos; y basta que un ku haya sido elogiado por el mismo Maestro Bashō para que uno de sus discípulos o algún otro maestro lo haya elevado a modelo, y ahí automáticamente se convierte en algo que debe observarse con reverencia: así se siguen difundiendo estos “famosos comentarios”. Pero veamos de qué se trata. El ku del viejo estanque, huelga decirlo, siempre se cita como la reliquia más preciada dejada por Bashō: incluso se le llama “El ku con el que Bashō llegó al satori”.
Y esto no sólo es válido para la posteridad, sino que el mismo Bashō ya lo había tenido bastante claro.
El ku de la flor de hibisco también se considera casi a la par con el del viejo estanque, van en pareja como las dos ruedas de un carro o las alas de un pájaro.
En una colección de dichos de Bashō, el ku sobre los labios fríos está precedido por la frase:
“No hables de las faltas de los demás, no expongas tus propios méritos”
Se ha pensado que este ku habla de la capacidad de enseñar algo de forma modesta e indirecta, y se ha hecho famoso por ello.
El ku sobre el sol rojo es un poema escrito por Bashō durante su viaje al norte: al principio las últimas cinco sílabas eran «montañas de otoño», luego cuando lo habló con Hokushi dijo que sería mejor «viento de otoño». Y su propuesta captó perfectamente lo que Bashō había intentado decir.
Más que el poema, es el comentario lo que tiene cierto interés.
El ku de Karasaki ha sido objeto de mucha discusión entre los discípulos de Bashō por su terminación en nite.
No creo que haya ninguna historia en particular asociada al ku sobre la llegada de la primavera.
El ku de la máscara de mono fue tildado de chapuza por el mismo Bashō, pero quizás se hizo famoso por esta misma razón.
El ku sobre el fūryū fue compuesto al comienzo del viaje de Oku, sobre las costumbres de Shirakawa: probablemente sea tan conocido precisamente porque es el ku que marca el comienzo de su gran viaje poético.
El ku del crisantemo blanco data de poco antes de la muerte de Bashō y fue compuesto en casa de Sonome, como homenaje a su anfitriona. Temiendo que podría parecerse demasiado a un viejo ku suyo que recitó:

大井川
浪に塵なし
夏の月

Ōigawa
nami ni chiri nashi
natsu no tsuki

En el río Ōi
entre las olas sin polvo
la luna de verano

El mismo Bashō habría dicho que tal vez hubiera sido apropiado retirar el ku dedicado al río Ōi.
El ku de la rama seca es elogiado por todos tanto como el del viejo estanque y la flor de aralia, y ha sido llamado “la esencia del estilo de Bashō” y “el punto más alto del yūgen” [5] . La primera versión decía:

枯枝に鳥のとまりたりけり秋のくれ
Kare eda ni / karasu no tomaritarikeri / aki no kure

y el ku fue reelaborado en una fecha posterior.
El ku sobre el ciruelo lo compuso al encontrarse con el hijo de un conocido, con la idea de hacerle un cumplido [6].
Esto es lo que se dice de estos ku “con historia”, pero como mis ideas sobre ellos son bastante diferentes a las reportadas hasta ahora, pasaré a explicarlas más detalladamente.

Una crítica de estos versos 各句批評

古池や蛙飛こむ水のおと
Furuike ya / kawazu tobikomu / mizu no oto
Viejo estanque / se zambulle una rana / el sonido del agua

Este ku probablemente fue compuesto por Bashō durante su estancia en la cabaña de Fukagawa. Apareció por primera vez al comienzo de Kawazu awase, y fue publicado de nuevo en la colección Días de invierno [7] .
No hay nadie bajo el cielo, ni siquiera quien no sepa nada de haikai, que no sea capaz de recitar al menos este ku: basta con decir hokku y todos se imaginan inmediatamente ese viejo estanque. De hecho, no creo que haya otro poema en el mundo tan conocido. Pero si intentas preguntar cuál es su significado, los haijin responden inmediatamente:
“¡Es algo místico, es difícil ponerlo en palabras!”
mientras el profano comenta:
“¡Pero al final no hay nada que explicar!”
Luego, en tiempos más recientes, los estudiosos occidentales comenzaron a decir:
“Cuando una rana salta sobre la superficie lisa del viejo estanque, escuchas el sonido de su entrada en el agua. A un nivel superficial, el ku no expresa esta quietud, pero el sentido de esta quietud se desborda más allá de las palabras. Es fácil comprender cómo esa paz melancólica que rodea al poeta es algo muy alejado del ir y venir de los carromatos y de ese caos en el que se mezclan los gritos de la gente y el ruido de los zuecos de madera. Aquí el pincel del poeta ha eliminado toda retórica, y sigue la ley de la emoción más profunda”.
¿Hay realmente algo místico en estas palabras? ¿O no hay nada que explicar? No lo creo. Quizás las palabras de esos estudiosos occidentales ya estén un poco más cerca de dar en el blanco. Pero, de todos modos, eso no es todo lo que se puede decir sobre este ku.
Mientras Bashō está solo en la choza de Fukagawa, piensa con calma en el haikai que está en boga en este momento:
«Cuando el renga perdió su frescura nos pareció interesante el haikai de Teitoku, cuando la escuela Teitoku también se volvió rancia recurrimos a la de Danrin. Pero Danrin es en sí mismo una moda momentánea, no es algo que pueda durar generaciones y generaciones. En este punto el camino del haikai cambió de nuevo, empezamos a usar ku con muchas sílabas, en exceso, empezamos a mezclar palabras chinas con él, y al final nos desviamos de la ligera elegancia del estilo Teitoku y de la comicidad de Danrin. Mis alumnos han promovido estas tendencias hasta el final, y yo también he compuesto a veces haiku en estos estilos, pero aquellos que exageran y se repiten aburrirán de inmediato: ahora estas modas también me están resultando desagradables. Si no tenemos que volver a la vulgaridad de Danrin, con mayor razón no creo que sea el caso de imitar el estilo inmaduro de Teitoku, y seguir apegados como niños a los viejos modelos del renga. Si empezaba un nuevo estilo propio, podría estar tranquilo: en primer lugar, sería mejor usar un poco menos esas absurdas palabras chinas, y usar palabras japonesas más comprensibles, tanto como sea posible. Sin embargo, el japonés también tiene sonidos más largos y un sentido menos denso; si en diecisiete sílabas no he expresado bastante lo que pensaba, entonces hay que eliminar en lo posible lo inútil del lenguaje y de las cosas…”
Continúa preguntándose cómo podrían ser estos ku para alcanzar su propio estilo original, con una niebla de pensamientos confusos en el paisaje de su corazón, Bashō se sienta allí en blanco, a medio camino entre el sueño y la vigilia. Y así, en un momento en que los mil sonidos que lleva el viento parecen callar, y la corriente de sus ensoñaciones se detiene, en el viejo estanque frente a su ventana se escucha el sonido de una rana. Para Bashō es como haber despertado por primera vez de un sueño, y cuando después de pensar un rato levanta la cabeza que hasta ahora ha permanecido inclinada, una sonrisa aparece en su rostro.
Esta es mi hipótesis, y es imposible saber si realmente las cosas pudieron haber sido así, pero creo que el proceso que llevó a un punto de inflexión en su pensamiento es precisamente eso.
Este es el momento en que nace el «estilo de Bashō» 蕉風 (lo que la gente llama «estilo correcto» 正風 shōfū) [8] . También se dice que en este ku Bashō alcanzó una novedad similar al estudio del Zen, que es una obra de arte producida en el momento del despertar. Sobre este último punto aún sería mejor tener algunas dudas, pero no es casualidad que alguien haya propuesto esta explicación. Ciertamente puede ser que su apertura de los ojos por primera vez como poeta de haikai corresponda en su sentido más profundo a su apertura de los ojos en el estudio del Zen. Se dice que “la práctica del Zen consiste en liberarse de la multitud de ataduras, poniendo en reposo las diez mil realidades del mundo, no pensando en el bien o el mal, estando libre de preocupaciones en el corazón, dando quietud al trabajo de conciencia, sin medir los deseos, ideas y visiones, sin pensar en cómo convertirte en un Buda” [9]. El haikai de Bashō tampoco se aleja de esta idea. Puedes escribir un buen ku por primera vez cuando dejas de meditar, cuando no te importa la fama o los ingresos y no piensas en lo que es mejor o peor, inteligente o torpe, cuando vacías tu propio corazón, se calma el alma y uno no trata de escribir un buen ku a toda costa. El ku sobre el viejo estanque fue el primer ku compuesto de esta manera: este es precisamente el día en que Bashō comienza realmente su práctica de Zen, en el que al separarlo del instante de la iluminación, no cabe ni un pelo. La verdad del practicante Zen, que el gorrión canta y el cuervo croa, el sauce es verde y la flor es roja, es por lo tanto la médula del estilo de Bashō. De hecho, el ku del viejo estanque expresa poéticamente este “tal como son las cosas”. En efecto, es en este “tal como soy” [10] en lo que se ha convertido en poesía.
Lo que nos llega por los ojos siempre es complejo, pero lo que podemos escuchar con los oídos es muy a menudo un estímulo más simple. El ku del viejo estanque se limita a la información auditiva que recibimos del estímulo nervioso, y no sólo no mezcla con ella un movimiento ligado a formas externas y un pensamiento producido por una visión subjetiva, sino que la actividad de esta conciencia se detiene en el momento, instantáneamente, de modo que en este ku casi no hay extensión espacial, sino una de duración temporal. Precisamente la extrema sencillez de este ku es la razón por la que resulta tan difícil imitarlo.
También se dice que Bashō ya había compuesto los versos “se zambulle una rana / el sonido del agua”, pero no pudo encontrar las primeras cinco sílabas: entonces le preguntó a Kikaku qué pensaba. Kikaku había dicho que podría haber comenzado con “flores de kerria”. Bashō no siguió el consejo, y al final decidió poner eso de “un viejo estanque” al principio del poema [11]. “¿Qué significa esto? Que el sentido de lo que Bashō deseaba decir, ya estaba plenamente expresado con los dos últimos versos. Agregar esas “flores de kerria” sería una búsqueda de artificio que habría distorsionado la realidad de las cosas: tanto como pintar patas a las serpientes o estirar las patas cortas de los gansos significaría dejar de ser espontáneos. Por contra, decir “el viejo estanque” no es más que definir un lugar para las dos versos siguientes.
Pero más allá de la historia de este ku, es difícil encontrar declaraciones explícitas de alguien con respecto a su valor. Todos los fieles de la religión del haikai lo consideran sagrado, y los demás no encuentran nada en él para explicar, por lo que finalmente, nadie puede hablar sobre su validez.
Aquí está mi idea: creo que este ku está más allá del bien y del mal, pertenece a una esfera diferente a lo “correcto” y “equivocado”, y es difícil relacionarlo con criterios como “bueno” o “malo”. También por eso, no me parece absurdo que para muchos sea inigualable, inalcanzable, y que a la vez para otros sea demasiado plano y demasiado desnudo, sin perfume y sin hedor, un ku como cualquier otro. Estas dos posiciones parecen opuestas, pero en realidad no lo son. “Más allá de lo bueno y lo malo” realmente significa que ninguna teoría está equivocada. Básicamente, para la historia del haikai no hay nada tan necesario como este ku; literariamente, sin embargo, no es tan indispensable.
¿Hay otros ku en las Colecciones de Bashō tan lejos de lo bueno y lo malo, lo astuto y lo torpe como este? No creo que encontremos ni uno. Aunque el ku con el que Bashō alcanzó el despertar de su verdadero estilo fuera precisamente este, ciertamente un objeto literario no siempre puede ser tan plano y simple: también necesita cierta inventiva técnica, un toque de color. Esta es también la razón por la que han surgido tantas interpretaciones contradictorias en los años siguientes.

道のべの木槿は馬にくはれけり
Michinobe no / mukuge wa uma ni / kuwarekeri
En el camino / un hibisco devorado / por mi caballo

Algunos dicen dicen que el ku se refiere al viejo dicho: “una rosa de Sharon florece solo una mañana”: aquí, sin embargo, el arbusto es devorado por un caballo que no puede esperar ni siquiera el final rápido de esta flor, y es este el carácter efímero que se expresaría en el ku. [En el pasado, “rosa de Sharon” (槿花) también significaba la planta de hibisco (槿mukuge).] [12]
También existe otra teoría, según la cual el significado sería parecido al del dicho popular “es la estaca que sobresale la que se golpea”: lo mismo ocurre con el hibisco que, si florece inclinado al borde del camino, se lo come un caballo: esta sería la advertencia del ku.
O nuevamente, según una tercera explicación, en este ku no hay un significado profundo, y se ha difundido solo por la bondad de su ritmo. En otro texto, los discípulos de Bashō discutieron extensamente si era posible modificar esa “planta de hibisco” (mukuge), aunque tratando de reemplazarla por “espiga de cebada” (homugi) o algo así, pero el resultado no fue nunca bueno. Finalmente, se habían resignado a dejar el hibisco donde estaba.
En el Sabi-shiori se compara con el ku del antiguo estanque, y se dice que “en estos dos ku está el secreto de la escuela Bashō, debes esforzarte por comprenderlos a fondo”.[13]
En el Compendio de explicaciones al ku del Maestro Bashō [Shō-ō kukai taisei 蕉翁句解大成] editado por Nanimaru, encontramos escrito:
Es obvio que un caballo come hierba, pero ese es precisamente el encanto del poema: en esta flor de hibisco devorada por el caballo está esa belleza irónica que fue descubierta en primer lugar por el Viejo Maestro [Bashō], el de este ku es, sin duda, el “estilo de lo que se tiene ante los ojos”.
Hay numerosas ideas diferentes sobre este ku, pero cuando se trata de elogiarlo, todas las voces son unánimes. Sin embargo, incluso si no logramos adivinar cuál fue la idea de Bashō al componerlo y nos limitamos a una crítica de su forma externa, la teoría de que su ritmo es excelente es ciertamente débil.
Incluso el Sabishiori no dice nada abiertamente, en verdad no hace una crítica. La teoría de que la palabra “hibiscus” no se puede desplazar y la del Compendio de Explicaciones son igualmente débiles. No hay nada que te impida reemplazar ese mukuge (hibisco) por homugi (espiga de cebada). Si hay algún sentido en este ku que vaya más allá de lo literario, habría que elegir entre el primero y el segundo. Sin embargo, si quisiéramos transformarlo en un ku como cualquier otro, inevitablemente usaríamos estructuras como:

道のへに馬の喰ひ折る木槿かな
Michinobe ni / uma no kui oru / mukuge kana
Junto al camino / una flor de hibisco / que se come el caballo

道のへや木槿喰ひ折る小荷駄馬
Michinobe ya / mukuge kui oru / konidauma
Al borde del camino: / el caballo de carga se come / una flor de hibisco

Pero esto no se puede hacer: el hecho es que Bashō, intencionalmente dice mukuge wa [la flor de hibisco] y usa el pasivo kuware [para ser comido]. Entonces habría que reconocer la lógica con la que quiso poner el acento precisamente en la planta de hibisco. ¿Es correcta la segunda teoría, según la cual el significado de la poesía es una advertencia para alguien?
En este caso, elegir la flor de hibisco que crece al costado del camino para expresar ese significado sería una elección muy desafortunada. Aunque no puedo entender por qué un ku, que desaparece rápidamente, se ha hecho tan popular, mi idea es que cuando un poema divulgativo se difunde entre los analfabetos, escucharlo repetido tantas veces termina por sobrestimarse: creo que este ku pertenece a esa categoría.
Si consideramos este ku como una metáfora, y lo tendemos en un sentido didáctico, debe ser considerado como mucho como un boceto, una razón más para evitar que pase a la posteridad. En resumen, este ku literariamente ocupa una posición ínfima.

物いへば唇寒し秋の風
mono ieba / kuchibiru samushi / aki no kaze
Basta una palabra / para enfriar los labios – / viento de otoño

Lo que la gente conoce de este ku es su aspecto didáctico. En este nivel didáctico, es ciertamente un ku moral excepcional, pero desde un punto de vista literario no puede considerarse bueno. Sin embargo, es cierto que en el haiku existe este sentido moral, y poder expresarlo de una manera tan simple y tranquila es una verdadera prueba de la habilidad de Bashō: realmente no se puede comparar con el ku de la planta de hibisco.

あか/\と日はつれなくもあきの風
Aka aka to / hi wa tsurenaku mo / aki no kaze
Rojo, tan rojo / insiste el sol: / viento de otoño

En el Compendio de Explicaciones al Ku está escrito:
La forma [風姿fūshi] de una tarde de otoño es algo que va más allá de las palabras: incluso el Sode Nikki la considera una de las dos o tres mejores obras del Viejo Maestro.
siempre en el mismo texto se añade:

Quizás este ku también podría recordar un poema más antiguo:

須磨は暮れ明石の方はあか/\と
日はつれなくも秋風ぞ吹く

Suma wa kure / Akashi no kata wa / aka aka to
hi wa tsurenaku mo / aki kaze zo fuku

Atardecer en Suma / pero hacia Akashi / rojo, tan rojo
el sol que brilla / en el viento de otoño.

Pero si este poema ya existía, entonces Bashō no hizo más que plagiarlo, y de más está decir que este ku no tiene ningún valor. Pero incluso si pretendemos que esta vieja tanka no existe y tomamos el ku de Bashō como propio, sigue siendo muy banal. Si prescindimos de “la insistencia” [tsurenaku mo], el ku se rebaja por completo. Tal vez sería posible convertirlo en:

あか/\と日の入る山の秋の風
aka aka to / hi no iru yama no / aki no kaze
Tan rojo el sol / entre las montañas al atardecer / el viento de otoño.

De todos modos, considerar este ku como una de las dos o tres mejores obras de las colecciones de Bashō es verdaderamente absurdo.

辛崎の松は花より騰にて
Karasaki no / matsu wa hana yori / oboro nite
En Karasaki / es más pino que cerezo / en la neblina

Dado que un final en “nite” es una rareza, varios textos mencionan este ku. El Kyōraishō discutiéndolo señala:
“Cierta persona había criticado este ku porque termina en nite. Kikaku respondió diciendo que nite es análogo a kana y, por lo tanto, si un hokku al abrir una secuencia termina con kana, se debe evitar nite como conclusión para el tercer verso. Pero aquí usando kana, el cierre de este ku sería demasiado brusco, por eso el Maestro usó nite […] El Maestro concluyó: «el discurso de Kikaku y Kyorai tiene su significado: pero sólo me fascinó la forma en que el pino estaba envuelto en la niebla, más incluso que las flores del cerezo”.[14]
Si Bashō hubiera trasgredido una regla de composición y hubiera querido hacer ese cambio por su cuenta, terminando el ku en nite sin reelaborarlo y dejándolo como había surgido en sus labios, no tendría sentido. ¿Pero de dónde viene ese nite? En el Compendio de explicaciones al ku encontramos escrito:
Entre las augustas obras del ex – Emperador Go – Toba, encontramos:

から時の松の緑も朧 にて
花よりつづく春の曙

Karasaki no / matsu no midori mo / oboro nite
Hana yori tuzuku / haru no akebono

Incluso el verde / del pino en Karasaki / en un manto de niebla:
más allá de las nubes de flores / el amanecer de la primavera

El ku de Bashō podría derivar del recuerdo de esta tanka.
Bashō probablemente compuso su ku sin pensar, con la boca siguiendo el ritmo de la tanka de Go-Toba por costumbre. Si ese fuera el caso, incluso si su ku fuera una simple adaptación de la tanka original, ser tan poco hábil en su versión sería un desliz aún peor que el plagio. Y más aún, si no existiera esa vieja tanka, la torpe composición de este ku sería realmente criticable. Encuentro que estos ku deberían borrarse precisamente por el bien de Bashō.

春もやゝけしきとゝのふ月と梅
haru no yaya / keshiki totonou / tsuki to ume
Lentamente la primavera / prepara su escenario: / el ciruelo y la luna

Por más que lo escucho, no sé por qué, el verso del medio me da la sensación de ser algo artificial, como una serpiente con patas.

三日月は梅にをかしきひみつかな
Mikazuki wa / ume ni okashiki / himitsu kana
Luna de tres días: / qué hermoso el secreto / de un ciruelo en flor

Tachiba Fukaku

 

きさらぎや二十四日の月の梅
Kisaragi ya / nijūyokka no / tsuke to ume
Finales de febrero: / ya casi preparados / la luna y el ciruelo

Yamamoto Kakei

 

梅咲て十日に足らぬ月夜かな
Ume saite / tōka ni naranu / tsukiyo kana
Ciruelos en flor / ya antes de las diez: / noche de luna

Katō Kyōtai

 

Algo que se puede decir de todas estas formas diversas, es que la frase “prepara su escenario” [keshiki totonou] es demasiado torpe. Al menos en su momento esas palabras debieron tener el mérito de la extrañeza: luego en las generaciones posteriores, maestros de haikai demasiado pedantes las repitieron hasta envejecer mal, y ahora basta escucharlas para sentir náuseas.

年/\や猿に着せたる猿の面
Toshidoshi ya / saru ni kisetaru / saru no men
Año tras año: / el mono llevando / una máscara de mono

En el Compendio de explicaciones al ku encontramos escrito:
Una antigua nota informa de que uno de los discípulos de Bashō preguntó por qué en este ku no hay referencia a la temporada: decir “año tras año” no significa hablar del comienzo del año”. [15]
En otro texto se dice que este es un mal ku. Kyoriku pregunta si, incluso según el propio Maestro se trata en realidad de un ku fallido, y el Viejo Bashō le responde que por cada ku sufre un poco al ver aquello que está mal: cuando alguien es un inepto, nunca tiene estos problemas.
Son muchos los casos en los que, dado que alguien es considerado un genio, se transmiten hasta sus obras más banales. Este ku también pertenece a esta categoría. Desde un punto de vista literario, no tiene absolutamente ningún interés.

風流の初やおくの田植うた
Fūryū no / hajime ya oku no / taue uta
Sopla en el viento / el inicio de la poesía: en el norte / los cantos de siembra

No es un ku que se exponga a críticas particulares, pero ni siquiera se ve algo hilvanado con interés. Decir “En el viento el inicio de la poesía” [fūryū no hajime] quizás signifique revelar ya demasiado.16

白菊の目に立てゝ見る塵もなし
Shiragiku no / me ni tatete miru / chiri mo nashi
Un crisantemo blanco / el ojo no ve / ni una mota de polvo

De nuevo, en su Compendio de explicaciones al ku, Nanimaru escribe:

Tal vez sea una suposición un poco tonta, pero este ku podría ser una vuelta de tuerca de una tanka de Saigyō:

曇りなき鏡の上にゐる塵の
目に立て見る世には思はばや

Kumori naki / kagami no ue ni / iru chiri no
me ni tatete miru / yo to omowabaya

Un espejo brillante / y encima sólo / una mota de polvo
sobre la que se posa el ojo – / esto es, creo, el mundo

Está bien tener una referencia antigua, pero si solo se ha dicho que un crisantemo es blanco, agregar negativamente que “no hay una mota de polvo” es caer en lo teórico. En Bashō siempre está esa tendencia teórica, por lo que en su obra a menudo vemos ku en los que el paisaje está completamente ausente.

梅の木に猶やどり木や梅の花
Ume no ki ni / nao yadorigi ya / ume no hana
De un ciruelo / aparece otro / con flores de ciruelo

Aquí también sucede lo mismo, Bashō acaba en la teoría y el poema pierde interés.

枯枝に鳥のとまりけり秋の暮
Kare eda ni / karasu no tomarikeri / aki no kure
En una rama seca / un cuervo se ha posado / crepúsculo de otoño

No sé si podemos considerar este ku como “la quintaesencia de yūgen” o “el corazón del estilo de Bashō”. Sin embargo, no se puede decir que no reproduzca fielmente el paisaje tranquilo y algo tétrico de un atardecer otoñal. El giro de la frase en el primer verso es decididamente malo, pero utiliza una expresión de cuatro caracteres que los amantes de la literatura china ya estaban acostumbrados en sus oídos o en sus labios: 古木寒鴉 [koboku kan’a] “árbol seco, un cuervo en invierno” y transportarlo fielmente a ese “en una rama seca, un cuervo de se ha posado”, y es preciso decirlo, a Bashō le resulta también una excelente idea. Hoy la sensación que nos deja ya no es tan particular, pero si pensamos que en la época de Bashō el paisaje evocado por esos cuatro caracteres aún no se había hecho común en la poesía ni en la pintura, este ku gana en valor y se eleva realmente sobre otro nivel.
Quisiera ahora presentar mis malas opiniones sobre algunos ku que ya son conocidos por todos. Pero si tomamos aquellos ku que no son tan famosos y tratamos de someterlos a tales críticas, incluso dudamos de si la colección de poemas de Bashō no es sino un basurero compuesto en su mayoría por ku mal concebidos.

二日にも
ぬかりはせじな
花の春

Futsuka ni mo
nukari wa sejina
hana no haru

El segundo amanecer del año.
no lo perderé durmiendo:
primavera en flor

-.-

叡慮にて
賑ふ民の
庭竃

Eiryo ni te
Nigiwau tami no niwakamado

Agradeciendo al Emperador,
el pueblo celebra:
un brasero en el jardín

-.-

人も見ぬ
春や鏡の
うらの梅

Hito mo minu
haru ya kagami no
ura no ume

Primavera invisible:
detrás de un espejo
flores de ciruelo

-.-

一とせに
一度つまるゝ
菜づなかな

Hitotose ni
ichido tsumaruru nazuna kana

Durante el año
se recoge una vez,
la hierba nazuna

-.-

景清も
花見の座には
七兵衛

Kagekiyo mo
hanami no za ni wa
shichibyōe

También Kagekiyo
bajo los cerezos perdería
lo “cruel” de su nombre

-.-

暫時は
滝に寵るや
夏の初

Shibaraku wa
taki ni komoru ya
ge no hajime

Estaré por un tiempo
solo con la cascada:
retiro de verano

-.-

己が火を
木々の蟹や
花の宿

Ono ga hi o
kigi ni hotaru ya
hana no yado

Con sus luces
las luciérnagas en los árboles:
como posadas en los cerezos

-.-

世の人の
見付ぬ花や
軒の栗

Yo no hito no
mitsukenu hana ya
noki no kuri

Son flores de las que
el mundo no se da cuenta:
castañas sobre un techo

-.-

五月雨に
かくれぬものや
瀬多の橋

Samidare ni
kakurenu mono ya
Seta no hashi

Bajo el monzón
no desaparece bajo la lluvia:
el Puente de Seta

-.-

五月雨の
降の こしてや
光堂

Samidare no
furinokoshite ya Hikaridô

Ha quedado intacto
de las lluvias de verano:
El Pabellón de la Luz

-.-

目にかゝる
時やことさら
五月富士

Me ni kakaru
toki ya kotosara
Satsuki Fuji

Especialmente
cuando puedes verlo:
Fuji del quinto mes

-.-

文月や
六日も常の
夜には似ず

Fumizuki ya
muika mo tsune no
yo ni wa nizu

En el séptimo mes,
también la sexta noche
está fuera de lo común

-.-

あさがほに
我は食くふ
おとこ哉

Asagao ni
ware wa meshi kû
otoko kana

Aquí hay un hombre:
mi comida es solo
flores de asagao

Los ku como estos son innumerables. ¿Queremos decir que no tienen mucho éxito, que carecen de espíritu poético? Si Bashō realmente nos hubiera dejado solo estos, deberíamos estar enojados con aquellos que han querido recopilarlos.

Buenos ku 佳句
Si esta fuera la única forma, Bashō sería uno de los héroes de la historia del haikai y, al mismo tiempo, un individuo sin valor para el haikai como literatura: pero no es así en absoluto. Encuentro que justo lo que está en las Colecciones de Bashō merece una gloria milenaria por su trabajo, sin importar cuán raros sean los ku realmente válidos en ellas. A falta de otros criterios, los distinguiría en algunos géneros.
Lo que pertenece a la categoría más alta en las bellas artes y la literatura, y sin embargo lo que más le falta a la literatura japonesa, es el elemento grandioso y épico [雄揮豪壮yūdai gōsō]. En el waka hasta la colección del Man’yōshū todavía hay algunas composiciones llenas de este poderoso espíritu, pero desde el Kokinshū en adelante (con la única excepción de Sanetomo) simplemente ya no se encuentra algo como esto. Si bien después de la obra de Mabuchi se compusieron piezas poéticas que simulaban el estilo de Man’yōshū, con la modernidad solo ha permanecido en boga una forma poética hecha de sensibilidad y sutilezas, y cuando llega el turno de un estilo majestuoso, todos están como dormidos y se olvidan de eso. El estilo del waka, ahora es así. Podemos imaginar lo que podría pasar con el haikai, un género que requiere mucho menos estudio. Por el contrario, Matsuo Bashō, él solo, se interpuso en ese camino: adoptó en sí mismo este espíritu grandioso, transmitió esa majestuosidad a su pincel, y compuso una poesía que abraza la tierra y el cielo con la amplitud de su mirada, que canta la grandeza de montañas y aguas, dejando extasiada a toda una época.
Antes de Bashō, la poesía de diecisiete caracteres se había vuelto repetitiva, cayendo en la vulgaridad y el humor más estéril, y carecía de un auténtico valor literario; antes de Bashō, el poema chino [kanshi] compuesto en Japón no solo debería haber prestado más atención a los elementos japoneses que se filtraban en él, sino que las ideas eran insoportablemente infantiles. Antes de Bashō, el waka honraba las asociaciones fijas ligadas a cada palabra, daba gran peso a la metáfora, había llegado al punto más bajo de su vulgarización y su estancamiento, y el estilo arcaico de Kamo no Mabuchi aún no había llegado para mostrar sus joyas. En la práctica, el punto de inflexión creado de repente por Bashō, la fuerza con la que sus posiciones se afirman entre las eras Jōkyō y Genroku, no sólo confirió una nueva dignidad al haikai: de hecho dio un nuevo valor a toda la literatura en verso posterior a Man’yōshū. Para difundir esta carga heroica, no solo no hubo nadie antes de Bashō, sino tampoco después (ver nota añadida por Shiki en la sección Apéndice, p. 68).

Ku heroico 雄壮なる句
Tomemos algunos ejemplos del ku heroico, en el que encontramos este sentido de grandeza:

夏草や
兵どもの
夢のあと

Natsugusa ya
tsuwamonodomo no
yume no ato

Hierbas de verano:
las huellas de los sueños
de antiguos guerreros

Es un poema compuesto en Takadate, Ōshū, en que se siente con fuerza el fluir del tiempo. En diecisiete sílabas casi improvisadas, Bashō habla de la gloria y ruina de un pasado lejano, de la grandeza e impermanencia del ser humano. Frente a esta escena, es imposible no ser sacudido por una emoción. Es posible que algunos encuentren este ku demasiado simple y silencioso. Pero esa misma simplicidad es la grandeza de este ku, su alejamiento de la artificialidad y su acercamiento a la naturaleza.

五月雨を
あつめて早し
最上川

Samidare o
atsumete hayashi Mogamigawa

Recoge las lluvias
y fluye más rápido:
el río Mogami

En el Compendio de explicaciones al ku está escrito: “Creo que Bashō aquí se inspira en el maestro Kenkō”:

最上川
はやくぞまさる
雨雲の
のぼれば下る
五月雨の頃

Mogamigawa
hayaku zo masaru
amagumo no
noboreba sagaru
samidare no koro

Río Mogami
sube rápidamente
a las engrandecidas
nubes
y las lleva contigo
con lluvias de verano

Aquí Bashō retomó y reelaboró el tema de la tanka original, pero se le ocurre una expresión perfecta, “recogiendo… fluye más rápido” [atsumete hayashi]. Agregó arte sin caer en la sutileza, solo se ve el fluir caudaloso del río en crecida, lo suficientemente fuerte como para romper rocas y hacer temblar las montañas. Esta vez es la poesía de Kenkō la que no aguanta la comparación. Aquí realmente tenemos que admitir que es el pobre practicante de haikai quien ha dado en el blanco.

荒海や
佐渡によこたふ
天河

Araumi ya
Sado ni yokotau
Amanogawa

Mar tormentoso
sobre la isla de Sado
se extiende La Vía Láctea

Esta es la escena que se presenta ante quienes observan la isla de Sado desde Izumosaki, en la provincia de Echigo. Cuando Bashō compone este ku, todo lo que tiene delante queda impreso en sus ojos: la furia de las olas que rugen, la amplitud sin límites de la bóveda celeste y, entre ambas, tan solo el vago contorno de la isla. El hecho de que la magnitud de todas estas cosas no esté dominada por la galaxia, de alguna manera transmite la impresión de un perfecto sentido de la realidad. “La Puerta del Cielo se ha agrietado a lo largo del Río Long” 天門中断楚江開es el tejido que forma la trama de este ku, y “el agua vuela y fluye y cae desde tres mil pies de altura” 飛流直下三千尺, la otra parte del tejido que se entrecruza con dicha trama. Si lo piensas un poco, es imposible no sorprenderse por la habilidad excepcional de Bashō. [17]
Alguien dijo que yokotau no es correcto desde el punto de vista gramatical, pero esta es una opinión cuestionable. Para responder habría que decir que sí, las excepciones a las reglas de la gramática no deben verse con simpatía: sin embargo, la poesía, en comparación con la prosa, debería ser un poco menos quisquillosa al respecto, y si el significado no se vuelve confuso debido a la desviación gramatical, sería oportuno hacer la vista gorda. Viendo que entre los ku de Bashō también los hay:

一声の
江に横たふや
時鳥

Hitokoe no
e ni yokotau ya hototogisu

Solo una voz
a lo largo del curso del río:
un cuco

Surge la duda de si en su momento se admitió esta forma. En cualquier caso, si hay incluso entre la posteridad algunos que han imitado ese verbo, con mucho gusto perdonaría a Bashō, que es mucho mayor que nosotros. De cualquier manera, quedarse solo con esta palabra y cometer el error de descartar todo el ku me parece intolerable. ¿Qué clase de elección es la de quien descarta un valioso general por cuestión de dos huevos? [18]

五月雨の
雲吹おとせ
大井川

Samidare no
kumo fuki otose
Ōigawa

¡Rio Ōi!
barrerás las nubes
de la lluvia de verano

El río Ōi, después de días de lluvia ininterrumpida, siempre está más crecido: es como si estuviera a punto de romper el cielo lleno de lluvia, y el rugir incesante de sus rápidos resonaba en los oídos.

ほとゝぎす
大竹原を
もる月夜

Hototogisu
ōtake hara o
moru tsukiyo

Un cuco –
sobre la extensión de bambú
cae la luna

Un denso bosque de bambúes centenarios, una ligera brisa que lo atraviesa desde lejos, el fino hilo de la luna nueva que se fragmenta con serenidad en jirones de luz azul. Solo Bashō pisotea las frescas sombras que han cubierto la tierra, y mientras camina pensando en un poema, un cuco hace sonar su canción, una, dos veces, mientras vuela hacia la cima de una montaña, y luego desaparece más allá de las nubes.
Sentimos la sensación de frescor de la noche a principios de verano penetrando nuestra piel y llegando a lo más profundo de nuestros huesos. Sin necesidad de escribir sobre montañas, sobre el agua, este bosque de bambú parece por un instante volverse tan grande como el mundo entero: aquí la habilidad de Bashō es increíble.

かけ橋や
命をからむ
つたかづら

Kakehashi ya
inochi o karamu
tsuta katsura

Un puente colgante –
se aferran a la vida
enredaderas de hiedra

Aquí Bashō está en la orilla de un puente colgante sobre el precipicio del valle de Kiso, curvo y ondulado sobre el abismo. Cruza el puente con paso tembloroso, y girándose para mirarlo observa las rocas afiladas, las columnas de madera que parecen a punto de caer. Y entonces las ramas de hiedra que vio en la cubierta se convierten por un instante en su doble, y es como si sus hojas rojas derramaran sangre. Este ku contiene ese dolor aterrador que es el reverso del heroísmo, y a su vez esconde una belleza terrible. Es uno de esos raros casos en los que el pincel parece estar poseído por un espíritu. A veces, las personas que entienden poco alaban la disposición de los siete caracteres en el segundo verso del poema y no ven qué imagen evoca. No son diferentes a alguien que reverencia algo dorado sin ver el cuerpo de Buda. Después de todo, es precisamente el despliegue de toda esta habilidad en las siete sílabas centrales lo que constituye el defecto de este ku.

一笑を弔う
Isshō o tomurau
Tras de la muerte de Isshō

 

塚も動け
我泣声は
秋の風

Tsuka mo ugoke
waga naku koe wa
aki no kaze

¡Sacude también su tumba!
La voz de mi llanto
es el viento de otoño

Es posible que esta poesía retome un poema más antiguo, “como si la antigua tumba se moviera” [如動古人墓] [19]. Por otro lado, es inconcebible que “la voz de mis lágrimas es el viento de otoño” se compusiera todo de una sola vez. Su tono es aquel en el que Hitomaro dice: ¡Quién puede ver la puerta de aquellos que me son queridos, oh montañas! [妹が門見む靡けこの山]. [20]

 

秋風や
薮も畠も
不破の関

Akikaze ya
Yabu mo hatake mo
Fuwa no seki

Viento de otoño –
incluso en los campos, también en los bosques
en el paso de Fuwa

Aquí vemos que Bashō pensó en una tanka del Regente y Canciller del Reino [Kujō Yoshitsune九条良経, 1169-1206] incluida en el Shin-kokinshū:

人すまぬ
不破の関屋の
板庇
あれにしのちは
ただ秋の風

Hito sumanu
Fuwa no sekiya no
itabisashi
arenishi nochi wa
tada aki no kaze

Nadie vive
en el paso de Fuwa:
el techo de antaño
ha cedido con el paso de los años,
y solo queda el viento de otoño

Fujiwara no Yoshitsune

 

La fuerza de su pincel, que con eso de “incluso en los campos, también en los bosques en el paso de Fuwa” conserva todo el aura de la antigüedad del famoso lugar y describe el momento presente, mostrando cómo en el pequeño universo de las diecisiete sílabas entra fácilmente una infinidad de espacios libres. El ku compuesto en Takadate gana mucho por su sentido de grandeza, éste, por su sentido trágico. Son una pareja perfecta.

猪も
ともに吹るる
野分かな

Inoshisbi mo
tomo ni fukaruru
nowaki kana

Incluso en el aliento
de los jabalíes:
El monzón de otoño

Aquí para quedarse quieta entre el papel y el pincel está la visión de ese tifón que sacude las montañas y hasta sacude a los jabalíes en los campos: hay algo feroz y muy triste en esta belleza.

吹とばす
石はあさまの
野分哉

Futobasu
seki wa Asama no
nowaki kana

En el aire
la roca: en el monte Asama
el monzón de otoño

El monzón de principios de otoño sopla violentamente en el Monte Asama y la roca de lava del volcán se expande hacia el cielo, una escena aterradora. Aquí la concepción del poema es excepcional, pero esa forma de “la roca: en el monte Asama” con que continúa el verso, es un poco fatigosa. Es un pequeño defecto en una joya casi perfecta.
Bashō es un artista nacido mientras en el mundo del haikai se vive del humor y el ridículo. Sin embargo, nunca se permitió ser limitado por el movimiento de la masa que había alrededor, tenía una atención particular en los ojos para lo literario y mostró una dimensión artística completamente nueva: con estos ku llenos de un poder arcaico, Bashō levanta la cabeza y se hace necesario reconocerle algo que desde el punto de vista literario no tiene precedentes. Sin embargo, por una pésima ironía, este estilo se detuvo con su fundador. Dos siglos después de Bashō, ni siquiera hay un nombre que añadir al suyo.
Los discípulos de Bashō no solo no son inferiores a él en términos de habilidades, sino que muchos de ellos incluso logran superar al maestro de vez en cuando. Entre cientos de hombres de valor, tanto por cultura como por talento, ¿cómo es posible que el único que se conozca sea Shinshi Kikaku? Eran hombres que supieron tomar palabras y temas ya viejos y estrujarlos en sus manos, tocar esos términos que la poesía tradicional siempre había evitado, mostrar el mundo del vulgo tal como era, actuar libremente siguiendo sus instintos y comportarse como si no hubiera nadie junto a ellos: sin embargo, ante la mirada ilimitada de estas obras en las que todo el Flujo de la Creación [造化] [21] se abre paso, su obra no es más que un balbuceo apagado.
El que en realidad fue el primero de los Diez Grandes Discípulos de Bashō, Mukai Kyorai, supera con creces a Bashō en la sutileza de sus composiciones, en el tono de su poesía. Pero ¿qué escribe Kyorai? Hay uno o dos de sus ku que tienen algo de heroico, eso es cierto, pero ni siquiera pueden competir con los de Bashō. ¿Y quién hay además de él? ¿Ransetsu? ¿Jōsō? ¿Kyoriku o Shikō? ¿Bonchō o Shōhaku? ¿Masahide, Otokuni, Riyū? Entre todas sus obras, encontraríamos tal vez uno o dos ku con este poder. Al final llegamos a un puñado de poemas. E imaginemos cuál sería la situación con los muchos discípulos menores.
Después de la era Genroku, es entre la era Meiwa (1764-72) y Tenmei (1781-89) cuando emergen haijin muy populares y el movimiento haikai alcanza su punto máximo de éxito. Compilando el Haikai Sabishiori, Shirao elogia el estilo de Bashō durante mucho tiempo, pero cuando trata su esencia, siempre vuelve al yūgen, y no habla de ese poder, de esa fuerza grandiosa. Incluso cuando se detiene su composición, focaliza solo en lo que en cada ku representa como expresión de una habilidad sutil, en lo tácito, y no capta aquello que en Bashō es realmente valioso. Ryōta considera la sensibilidad de su talento y la inteligencia de su ironía: dice que Bashō logró sorprender al mundo entero, pero básicamente su perspectiva tiene la amplitud de un puntito. La fuerza particular que tienen Buson, Kyōtai y Rankō es algo que nace fuera del viejo estilo de Bashō, y constituye en cada uno de ellos un estilo distinto. Los aspectos más característicos de cada uno de estos tres poetas son algo con lo que Bashō y sus discípulos no habrían soñado en su tiempo, y sería justo otorgarles un valor muy particular en la historia del haikai. Por eso en sus haikus no son nada raros un rasgo heroico, el reflejo de un paisaje sublime. Sin embargo, su fuerza no alcanza la fuerza de Bashō, su grandeza sigue siendo inferior a la de él. A partir de la era Bunsei, Sōkyū, Baishitsu y Hōrō se convierten en un grupo de ranas felices de estar encerradas en un pozo de un metro de ancho. ¿Cómo podrían tener algo que decir sobre el gran mar? En este aspecto, Bashō está por encima de todos los demás en el mundo del haikai. ¡Resumiendo! Antes de Bashō no había Bashō, y después de Bashō no hubo más.

Buenos ku de todo tipo 各種の佳句
Incluso si en toda su vida Bashō hubiera compuesto solo los ku mencionados anteriormente, serían suficientes para convertirlo en un autor destacado en la literatura del haikai y para que su nombre se transmita con el mayor respeto a las generaciones venideras. Pero las habilidades de Bashō no terminan aquí: su poesía varía continuamente en estilo y tono. He intentado recoger todas estas diferencias en mi personal “colección de Bashō”. Por lo tanto, me gustaría tratar de presentar el ku de estas otras categorías a continuación.
Primero están los ku en los que hay una naturaleza extrema, además de la del viejo estanque, por ejemplo un ku como:

名月や
池をめぐりて
夜もすがら

Meigetsu ya
ike o megurite
yomosugura

Luna Llena –
toda la noche
alrededor del lago

Están los ku que tienen el encanto indistinto del yūgen:

衰や
歯に喰あてし
海苔の砂

Otoroi ya
ha ni kuiateshi
nori no suna

Vejez –
rasga entre los dientes
la arena de un alga

-.-

ほろ/\と
山吹ちるか
滝の音

Horo horo to
yamabuki chiru ka
taki no oto

Una a una
caen las flores amarillas
el sonido de la cascada

-.-

うき我を
さびしがらせよ
かんこ鳥

Uki ware o
sabisigarase yo kankodori

A mí que estoy triste
préstame tu melancolía
cuco de las montañas

-.-

清波や
波に散込
青松葉

Kiyotaki ya
Nami ni chirikomu
aomatsuba

Rápidos claros:
verdes en las ondas
las agujas de pino

-.-

菊の香や
奈良には古き
仏達

Kiku no ka ya
nara ni wa furuki
hotoketachi

Aroma de crisantemos:
en Nara las antiguas
figuras de los budas

-.-

冬寵り
またよりそはん
此柱

Fuyugomori
mata yorisowan
kono hashira

Retiro de invierno:
una vez más
apoyado en este poste

-.-

人々を
しぐれよやどは
寒くとも

hitobito o
shigure yo yado wa
samuku tomo

Para nuestra reunión
lluvias heladas: qué importa si
hace frío en la casa

Luego están esos ku en los que el arte de Bashō se vuelve muy sutil:

落ちざまに
水こぼしけり
花椿

Ochizama ni
mizu koboshi keri
hana tsubaki

En su caída
gotas de agua ha derramado
una camelia

-.-

青柳の
泥にしだるる
潮干かな

Aoyagi no
doro ni shitaruru
shioi kana

Un sauce verde
que gotea lodo:
marea baja

-.-

草の葉を
落るより飛ぶ
蟹哉

Kusa no ha o
ochiru yori tobu
hotaru kana

De una brizna de hierba
se ha caído y ya está volando
una luciérnaga

-.-

粽結ふ
かた手にはさむ
額髪

Chimaki yū
katate ni hasamu
hitaigami

Envuelve bambú
en tortas de arroz: con la mano aparta
el pelo de la frente

-.-

日の道や
葵傾く
五月雨

Hi no michi ya
aoi katamuku
satsuki ame

Hacia los pasos del sol
gira la malva
en la lluvia de julio

-.-

眉掃きを
俤にして
紅の花

Mayuhaki o
omokage ni shite
beni no hana

Hasta se parecen
a las brochas de maquillaje
las flores rojas

-.-

しら露も
こぼさぬ萩の
うねり哉

Shiratsuyu mo kobasanu hagi no
uneri kana

Ni siquiera desplaza
las perlas del rocío
el susurro de un hagi

-.-

行秋や
手をひろげたる
栗のいが

Yuku aki ya
te o hirogetaru
kuri no iga

Pasa el otoño:
los erizos de los castaños
extienden sus manos

Otros que tienen la belleza resplandeciente de una flor [華麗karei]:

紅梅や
見ぬ恋作る
玉すだれ

Kōbai ya
minu koi tsukuru
tamasudare

Flores de ciruelo rojo –
el amor ciego creado
de una lona baja

-.-

雪間より
薄紫の
芽独活哉

Yuki ma yori
usu murasaki no
me udo kana

Entre nieve y nieve
el violeta pálido
de unos brotes de aralia

-.-

木のもとに
汁も鱠も
桜かな

Ki no moto ni
shiru mo namasu mo
sakura kana

Bajo el árbol
sopa y pescado en vinagre:
¡ah, los cerezos!

-.-

四方より
花吹入て
鳰の海

Shihō yori
hana saki irete
nio no umi

De las cuatro direcciones
las flores llegan en el soplo
de un lago de somormujos

-.-

末は
誰が肌ふれん
紅の花

Yukusue wa
dare ga hifu furen
beni no hana

¿La piel de quién
tocarán en el futuro
esas flores rojas?

-.-

ひよろ/\と
尚露けしや
女郎花

Hyoro hyoro to
nao tsuyukeshi ya
ominaeshi

En su temblor
aún más como el rocío
las “flores de dama”

-.-

金扉の
松の古さよ
冬寵

Kinbyō no
matsu no furusa yo
fuyugomori

En el biombo dorado
envejece el pino:
retiro de invierno

 

Luego, hay algunos excéntricos:

鴬や
餅に糞する
橡の先

Uguisu ya
mochi ni fun suru
en no saki

¡Un ruiseñor!
En el extremo del balcón
haciendo caca en un mochi

-.-

陽炎の
我肩にたつ
紙衣かな

Kagerō no
waga kata ni
tatsu kamiko kana

Sobre mis hombros
un impermeable de papel
ola de calor

-.-

呑あけて
花生にせん
二升樽

Nomiakete
hanaike ni
sen nishōdaru

Acabado el sake
usemos para flores
estos dos barriles de shō

-.-

鮎の子の
しら魚送る
別哉

Ayu no ko
shirauo okuru
wakare kana

Pequeña trucha
saluda al pescado blanco:
nos separamos

-.-

雲雀より
空にやすらふ
峠哉

Hibari yori
sora ni yasurau
tōge kana

Más alto que los gorriones
que descansan en el cielo:
un paso de montaña

-.-

啄木も
庵はやぶらず
夏木立

Kitsutsuki mo
io wa yaburazu
natsu kodachi

Ni un pájaro carpintero
pica en esta ermita:
bosque en verano

-.-

蛸壷や
はかなき夢を
夏の月

Takotsubo ya
hakanaki yume o
natsu no tsuki

Trampas para pulpos:
sueños efímeros
bajo la luna de verano

-.-

生きながら
ーつに氷る
海鼠哉

Ikinagara
hitotsu ni
kōru namako kana

Vive y sin embargo
se congela en un bloque:
caracoles de mar

Entre los versos cómicos:

猫の妻
へつゐの崩より
かよひけり

Neko no tsuma
hetsui no kuzure yori
kayoikeri

Una gata en celo
Encima de una estufa ya rota
gira y gira

-.-

田家に有て
Denka ni arite
Una casa de campo

 

麦めしに
やつるゝ恋か
猫の妻

Mugi meshi ni
yatsururu koi ka
neko no tsuma

Una gata demacrada
¿será culpa de la cebada
o del amor?

-.-

是橘剃髪に
Zekitsu teihatsu ni Zekitsu
Se afeita la cabeza

 

初午に
狐のそりし
頭哉

Hatsu uma ni
kitsune no
sorishi atama kana

Primer día del caballo
pero para afeitarse la cabeza
¡debe haber sido un zorro!

-.-

葛城
Kazuraki
En el monte Kazuraki

 

猶みたし
花に明行
神の顔

Nao mitashi
hana ni akeyuku
kami no kao

Realmente me gustaría ver
el rostro del dios
mientras amanece en las flores

-.-

菖蒲生り
軒の鰯の
髑髏

Iwashi nari
noki no iwashi
no sarekōbe

brotan los iris
en el techo entre calaveras
de sardinas ya secas

-.-

秋之坊を幻
住庵にとめて
Akinobō o
Genjūan ni tomete
Para Akinobō, de visita en la Morada Irreal

 

わが宿は
蚊のちいさきを
馳走かな

Waga yado wa
ka no chiisaki o
chisō kana

Mi retiro
en el mejor de los casos ofrece
mosquitos diminutos

-.-

盤斎うし
ろ向の像
Bansai
ushiromuki no zō
Un retrato donde se gira Bansai

 

団扇もて
あふがん人の
うしろむき

Uchiwa mote
aogan hito no
ushiro muki

Con el ventilador
sopla el aire desde detrás
de su figura

-.-

あら何共なや
きのふは過て
河豚汁

Ara nan to mo na ya
kinō wa sugite
fukutojiru

sin nada raro
ayer ya pasó:
una sopa de fugu

-.-

鳳来寺に詣る途にて
Hōraiji ni itaru
to ni te
A lo largo de la carretera
del templo de Hōrai

 

夜着一つ
祈り出して
旅寝哉

Yogi hitotsu
inori idashite
tabine kana

Tanto he rezado
que ha aparecido una cama:
dormir sobre la marcha

-.-

月花の
愚に針たてん
寒の入

Tsuki hana no
gu ni hari taten
kan no iri

Luna y flores son mi locura:
me curaré con las agujas
del frio que viene

Hay algunos ku que recopilan belleza: [蘊雅unga]

山里は
万歳遅し
梅の花

Yamazato wa
manzai ososhi
ume no hana

Año Nuevo en la montaña
pero el baile llega tarde,
la flor de ciruelo

-.-

御子良子の
一もとゆかし
梅の花

Okorago no
hitomoto yukashi
ume no hana

Vírgenes del templo
alineadas elegantemente,
flores de ciruelo

-.-

陽炎や
柴胡の糸の
薄曇

Kagerō ya
saiko no ito no
usugumori

Vapores de verano:
entre los tallos del saiko
una nube sutil

-.-

枯芝や
まだ陽炎の
一二寸

Kareshiba ya
mada kagerō no
ichi ni-sun

Sobre hierba seca
uno o dos dedos más
de vapores de verano

-.-

春の夜は
桜に明けて
しまひけり

Haru no yo wa
sakura ni akete
shimaikeri

Noche de primavera:
termina con el amanecer
en flores de cerezo

-.-

古寺の
桃に米ふむ
男かな

Furudera no
momo ni kome fumu otoko kana

En un viejo templo
flores de melocotonero:
un hombre descascara el arroz

-.-

原中や
ものにもつかず
啼く雲雀

Haranaka ya
mono ni mo tsukazu
naku hibari

En la llanura
libre de todo,
canta una alondra

-.-

山吹や
宇治の焙炉の
匂ふ時

Yamabuki ya
Uji no hoiro no
niou toki

Flores de kerria,
mientras los hornos de té de Uji
desprenden su olor

-.-

木隠れて
茶摘みも聞や
郭公

Kogakurete
chatsumi kiku ya
hototogisu

Escondido en los árboles
¿Lo escucharán en los campos de té?
un cuco

-.-

静かさや
岩に染み入る
蝉の声

Shizukasa ya
iwa ni shimiiru
semi no koe

Tranquilidad:
la voz de las cigarras
impregna las rocas

-.-

秋近き
心のよるや
四畳半

Aki chikaki
kokoro no yoru ya
yojōhan

El otoño está cerca
en cuatro tatamis y medio
la medida del corazón

-.-

病雁の
夜さむに落て
旅寝哉

Byōgan no
yosamu ni ochite
tabine kana

Un pato enfermo
cae en la escarcha nocturna:
duermo sobre la marcha

-.-

三井寺の
門叩かば
今日のつき

Miidera no
mon tatakabaya
kyō no tsuki

Llamaría a la puerta
del Templo Mii:
la luna de hoy

-.-

旅人と
我名よばれん
初時雨

Tabibito to
waga na yobaren
hatsushigure

De ahora en adelante
¡llámame viajero!
Primeras lluvias de otoño

-.-

しぐるるや
田のあら株の
黒む程

Shigururu ya
ta no arakabu no
kuromu hodo

Lluvia ligera:
de pronto se oscurece
la hierba del prado

-.-

雪散るや
穂屋の薄の
刈残し

Yuki chiru ya
hoya no susuki no
karinokoshi

Ya está nevando,
aún por cosechar el suzuki
para la choza del dios

Y también hay de otros tipos. Bashō pasó media vida viajando, y en sus haikus hay algunos que consiguen emocionar, aún más, precisamente porque reflejan fielmente esa realidad:

一つ脱いで
後に負ぬ
衣がへ

Hitotsu nuide
ushiro ni oinu
koromogae

Me quito una capa
y la cargo en mi hombro:
el cambio de vestuario

-.-

蚤虱
馬の尿する
枕もと

Nomi shirami
uma no shitosuru
makura moto

Pulgas, piojos
y un caballo meando
al lado de mi almohada

-.-

旅に病んで
夢は枯野を
かけ迴る

tabi ni yande
yume wa kareno o
kakemeguru

Viajar enfermo:
mis sueños vagan
por un campo desolado

-.-

寒けれど
ニ人旅寝ぞ
たのもしき

Samukeredo
futari tabine zo
tanomoshiki

Con tanto frío
es divertido pasar juntos
una noche

-.-

すくみ行く
馬上に氷る
影法師

Sukumiyuku
bajō ni kōru
kagebōshi

Me quedo adormecido,
sobre el caballo
una sombra helada

-.-

住みつかぬ
旅の心や
置炬燵

Sumitsukanu
tabi no kokoro ya
okigotatsu

Sin hogar,
mi corazón errante:
una estufa de viaje

-.-

いかめしき
音や霰の
檜木笠

Ikameshiki
oto ya arare no
hinokigasa

Tan fuerte
el sonido del granizo
sobre un sombrero de ciprés

-.-

年暮れぬ
笠きて草鞋
はきながら

Toshi kurenu
kasa kite waraji
hakinagara

El año se va:
todavía llevo un sombrero
y sandalias de paja

-.-

旅寝して
見しや浮世の
煤掃ひ

Tabine shite
mishi ya ukiyo no
susu harai

Lo veo en una posada
tras la limpieza de año nuevo:
este mundo de polvo

Otros son un poco locos:

不性さや
かきおこされし
春の雨

Bushōsa ya
kakiokosareshi
haru no ame

¡Dulce descanso!
desperté con la picazón
de una lluvia de primavera

-.-

君火を焼け
よき物見せん
雪丸げ

Kimi hi o take
yoki mono misen
yuki maruge

Enciendes el fuego
y mira aquí qué bello:
¡una bola de nieve!

-.-

市人に
いでこれ売らん
雪の笠

lchibito ni
ide kore uran
yuki no kusa

¡Intentemos vender
a la gente del mercado
la nieve de nuestro sombrero!

-.-

おもしろし
雪にやならん
冬の雨

Omoshiroshi
yuki ni ya naran
fuyu no ame

Buenas noticias:
se convertirá en nieve
esta lluvia de invierno

Entre los muchísimos ku que tienen excepciones métricas, hay algunos que tienen sílabas de más [字余jiamari]:

明けぼのや
しら魚しろき
こと一寸

Akebono ya
shirauo shiroki
koto issun

Amanece:
el pescado blanco tiene
la blancura de un dedo

-.-

つゝじ活けて
其陰に干鱈
さく女

Tsutsuji ikete
sono kage ni hidara saku onna

Ikebana de azaleas,
en la sombra una mujer
trocea el bacalao

-.-

行く春に
和歌の浦にて
追い付きたり

Yuku haru ni
Wakanoura nite
oitsukitari

Escapando de la primavera
la he encontrado aquí
en Wakanoura

-.-

帰庵
Kian
Volviendo a mi choza

 

夏衣
いまだ虱を
とりつくさず

Natsugoromo
imada shirami o
toritsukusazu

Vestirse en verano:
aun no me he quitado
todos los piojos

-.-

水鶏啼と
人のいへばや
佐屋泊

Kuina naku to
hito no ieba ya
Saya domari

“¡El rascón canta!”
Me ha dicho alguien:
me quedo aquí en Saya

-.-

芭蕉野分して
盥に雨を
聞夜哉

Bashō nowaki shite
tarai ni ame o
kiku yo kana

Un bananero bajo los monzones,
toda la noche escuchando
agua en un cubo

-.-

芋洗ふ女
西行ならば
歌よまむ

Imo arau onna
Saigyō naraba
uta yomamu

Una mujer lava patatas,
si fuera Saigyō
escribiría un poema

Hay otros ku que tienen una composición inusual:

苣摘んで
貧なる女
機による

Chisa tsunde
hin naru onna
hata ni yoru

Cosechando lechugas,
una mujer pobre
vuelve al telar

-.-

乙州餞別
Otokuni senbetsu
Saludando a Otokuni

 

梅若菜
鞠子の宿の
とろろ汁

Ume wakana
toriko no shuku no
tororojiru

Ciruelas pasas y verduras pequeñas
en la estación Toriko
sopa de toro

-.-

奈良七重
七堂伽藍
八重桜

Nara nanae
shichidō garan
yaezakura

Siete emperadores en Nara
y siete pabellones en el templo,
un cerezo de ocho pétalos

-.-

花の雲
鐘は上野か
浅草か

Hana no kumo
kane wa Ueno ka
Asakusa ka

Una nube de flores,
la campana de un templo
¿Asakusa o Ueno?

-.-

関守の
宿を水鶏に
とうもの

Sekimori no
yado o kuina ni
tou mono

Donde vive
el oficial de aduanas:
podría preguntar al rascón

昼顔に
昼寝せうもの
床の山

Hirugao ni
hirune shō mono
toko no yama

Entre las flores de hirugao
dormir durante el día
en el lecho de la montaña

-.-

隠れ家や
月と菊とに
田三反

Kakurega ya
tsuki to kiku to ni
ta santan

Un retiro escondido:
la luna, los crisantemos,
y una hectárea de arroz

-.-

送られつ
送りつはては
木曾の秋

Okuraretsu
okuritsu hate wa
Kiso no aki

Nos despedimos:
he aquí el final
del otoño de Kiso

-.-

蛤の
ふたみに分かれ
行く秋ぞ

Hamaguri no
Futami ni wakare
yuku aki zo

En Futami nos separamos:
dos valvas de almeja
y el otoño se va

-.-

さればこそ
あれたきままの
霜の宿

Sareba koso
aretaki mama no
shimo no yado

Tan solo
una casa silvestre
bajo la escarcha

-.-

かくれけり
師走の海の
かいつぶり

Kakure keri
shiwasu no umi no
kaitsuburi

Oculto
bajo el mar de invierno,
un somormujo

Estas y muchas más son las variaciones que hace Bashō en cuanto a composición.
Por tanto en la posteridad, más allá de la poca novedad que encontremos en el ritmo de las composiciones de Buson, Kyōtai e Issa, realmente no hay nadie que haya ido más allá de Bashō.
También hay algunos ku de Bashō que no tienen nada de sublime, que carecen de una belleza de lo vivo, que no son ni excéntricos ni cómicos, que ni siquiera tienen una composición particular, pero que generan en sí mismos una fascinación notable por la forma en que se limitan a captar un detalle, uno solo en particular, y expresar su realidad tal como aparece.

五月雨や
色紙へぎたる
壁の跡

Samidare ya
shikishi hegitaru
kabe no ato

Lluvia de verano
en la pared el rastro
de unas cartas con poemas

-.-

さざれ蟹
足這いのぶる
清水哉

Sazaregani
ashi hainoburu
shimizu kana

Un pequeño cangrejo
sube por mi pierna-
el agua clara

-.-

海士の家は
小海老にまじる
いとど哉

Ama no ya wa
koebi ni majiru
itodo kana

La casa de un pescador:
junto con los camarones
un grillo

-.-

びいと啼く
尻声かなし
夜の鹿

Bii to naku
shirigoe kanashi
yoru no shika

Hay un eco triste
en su bramido:
un ciervo en la noche

-.-

松茸や
知らぬ木の葉の
へばりつく

Matsudake ya
shiranu konoha no
hebaritsuku

Un hongo: y encima
la hoja de un árbol
que no conozco

-.-

登や
伊勢の白子の
店ざらし

Daitai ya
Ise no Shirako no
tanazarashi

Naranjas amargas
en el mostrador de una tienda
de Shirako en Ise

-.-

行秋の
猶たのもしや
青蜜柑

Yuku aki no
nao tanomashi ya
aomikan

El otoño se va
pero hay algo que esperar:
mandarinas verdes

-.-

鞍壺に
小坊主乗るや
大根引

Kuratsubo ni
ko bōzu noru ya
daikonhiki

Sobre la montura
está su hijo:
la recolección de rábanos

-.-

塩鯛の
歯ぐきも寒し
魚の棚

Shiodai no
haguki mo samushi
uo no tana

Frías incluso
las encías de la dorada
en el mostrador de pescado

Y además de estos, también están:

傘にん
押しわけみたる
柳かな

Karakasa ni
oshi wake mitaru
yanagi kana

Al pasar con mi paraguas
separo
las ramas de un sauce

-.-

時鳥
暗や五尺の
菖草

Hototogisu
naku ya goshaku no
ayamegusa

Un cuco canta:
con cinco palmos de altura
los tallos del iris

-.-

不トー周忌
Fuboku isshūki
Primer aniversario de la muerte de Fuboku

 

杜鵑
鳴く音や古き
硯ばこ

Hototogisu
naku ne ya furuki
suzuribako

Junto a la vieja caja
de escritura
la voz de un cuco

-.-

やどりせむ
あかざの杖に
なる日まで

Yadorisemu
akaza no tsue ni
naru hi made

Podría quedarme aquí
hasta que la caña de akaza
no me haga de bastón

-.-

いなづまや
闇の方行
五位の声

Inazuma ya
yami no kata yuku
goi no koe

Un relámpago:
mirando a la oscuridad
en dirección a las garzas

-.-

蔦植て
竹四五本の
あらし哉

Tsuta uete
take shigo hon no
arashi kana

Hiedra plantada
y cuatro o cinco bambúes
en la tormenta

-.-

菊の香や
奈良は幾代の
男振り

Kiku no ka ya
Nara wa ikuyo no
otokoburi

-.-

Aroma de crisantemos:
en Nara en todas las épocas
la belleza de los hombres

-.-

義朝の
心に似たり
秋の風

Yoshitomo no
kokoro ni nitari
aki no kaze

Realmente parece
al alma de Yoshitomo
el viento de otoño

-.-

馬士は
知らじ時雨の
大井川

Umakata wa
shiraji shigure no
Ōigawa

El palafrenero,
no conoce la lluvia
sobre el río Ōi

-.-

御命講や
油のやうな
酒五升

Omeikō ya
abura no yōna
sake goshō

En el día de Nichiren
espeso como el aceite
diez litros de sake

-.-

振売の
雁あわれなり
夷子講

Urifuri no
gan aware nari
ebisukō

Gran feria de Ebisu,
la lástima por un ganso
con su vendedor

-.-

ともかくも
ならでや雪の
かれ尾花

Tomokaku mo
narade ya yuki no
kareobana

De una manera u otra
todavía vivo: la nieve sobre
el miscanto marchito

-.-

からからと
折ふし凄し
竹の霜

Karakara to
orifushi sugoshi
take no shimo

El ruido hueco
de las cañas con el frio:
escarcha sobre el bambú

-.-

追悼
Tsuitō
Luto

 

埋火も
消ゆや涙の
烹ゆる音

Uzumibi mo
kiyu ya namida no
niyuru oto

Las brasas bajo las cenizas
se apagan con el sonido
de las lágrimas ardientes

-.-

雁さわぐ
鳥羽の田面や
寒の雨

Kari sawagu
Toba no tazura ya
kan no ame

El graznido de los gansos
sobre los campos de Toba-
lluvia helada

-.-

石山の
石にたばしる
あられ哉

Ishiyama no
Ishi ni tabashiru
arare kana

Sobre todas las piedras
de Monte Ishi
cae el granizo

-.-

古郷や
臍の緒に泣く
年の暮

Furusato ya
heso no o ni naku
toshi no kure

Mi viejo pueblo,
lloro sobre el cordón umbilical
acabando el año

En resumen: cuando se trata de ku que destacan por su carácter sublime, Bashō tiene algo especial, no hay nadie que se le acerque. Si concretamos el tipo y hablamos de ku hermoso, ligero, con el encanto misterioso del yūgen, el encanto de los tiempos pasados, original o con un ritmo modificado, si entre los discípulos de Bashō y su posteridad alguien lo supera, cada uno de ellos lo hace tan solo en un determinado tipo. Por ejemplo, Kikaku ha compuesto ku que saben sorprender con su belleza, pero les falta una gracia más serena.
En cambio, solo el propio Bashō recoge en sí mismo cada uno de estos cien estilos diferentes (incluidos los menos exitosos). Después de todo, las mismas cosas que en las ideas del vulgo son opuestas en todo y nunca podrían estar una al lado de la otra, en la mente del genio son a menudo elementos que deben tomarse y mezclarse, y se vuelven inseparables.

 

Algunas preguntas 或問
Alguien me preguntó por qué si en la obra de Bashō los buenos ku son alrededor de una quinta parte, esta proporción se debe considerar baja.

Mi respuesta es que, en este contexto, lo que llamo “buen ku” se define tan solo con respecto al “mal ku”: solo quiero decir que están tan solo lo justo por encima de la suficiencia. No quiere decir que todos estén hechos de oro y piedras preciosas. Si quisiéramos discutir con tal estándar, entonces cada uno de los maestros de haikai de la era Genroku habría escrito “uno de dos” o “uno de tres” de estos buenos ku. “Uno de cada cinco” no sería un ejemplo para los demás.

Otros me preguntan si escribiendo estos diferentes discursos míos sobre Bashō y criticando los haikus del Maestro, una vez que haya terminado de destrozar sus obras maestras, no habré terminado por destruir también su nombre. ¿No sería esto ser un criminal del haikai o mostrar una falta de lealtad al Maestro Bashō?

A ellos les respondo diciendo que si hablamos de esos fieles del Bashōismo, según los cuales Bashō es un dios, su poesía es una composición divina y él es el haiku en sí mismo, entonces estoy dispuesto a profanar esta opinión, esa divina autoridad. Pero considerar a Bashō como un hombre de letras, al haiku como literatura, y tener una perspectiva literaria al criticarlo, no es otra cosa que eso. Y no solo eso: si estos fieles quieren mezclar el ku bueno y el ku malo y ponerlos a todos en el mismo nivel, su respeto por los ku verdaderamente exitosos está muy por debajo del de aquellos a quienes les gustaría hablar sobre ellos. Si no llamamos a esto falta de lealtad, ¿cómo deberíamos llamarlo? Y sin embargo en este mundo todos siguen, con convicción, dejando enterrados los buenos ku y exaltando los malos. ¿Bashō realmente habría sido feliz con la adoración de tales personas?

Alguien dice: el verdadero sabor del haikai reside en el renga[22], el hokku es solo una parte de él. Por lo tanto, para hablar de Bashō uno no puede quedarse en su hokku, debe entender su trabajo en poemas en cadena. El propio Bashō no estaba orgulloso de su hokku, sino de sus composiciones de haikai no renga.

Mi respuesta es que el hokku es literatura y el renga no: por eso no lo discuto. No se puede decir que no haya ningún elemento literario en el renga, pero al mismo tiempo está lleno de elementos no literarios. Por lo tanto, para discutir estos elementos literarios, creo que el hokku ya es suficiente.

Entonces, otros me han preguntado: ¿cuáles son estos elementos extraliterarios?

A ellos les respondo diciendo que a lo que se le da importancia en el renpai [haikai no renga] es a la “variación”. Precisamente esa “variación” es el elemento extraliterario. De hecho, la variación no es entre un orden y una continuidad que une el principio y el final en una sola cosa, sino algo en que el antes y el después están totalmente desconectados entre sí, un cambio abrupto e impredecible. Por ejemplo, lo literario puede existir entre dos poemas enlazados en una unidad entre el anterior y el siguiente, pero no en una sesión kasen en la que hay treinta y seis poemas seguidos.

Algunos han argumentado que aunque los treinta y seis versos de una serie de renga carecen de un único sentido que los conecte, su variación es análoga al gran cambio en el Flujo de la Creación: ¿No hay realmente cierto encanto en esa franqueza y vaguedad suya?

Bien, yo diría que tienen razón. Pero claro, tal variación es idéntica a lo que se obtendría poniendo en treinta y seis versos normales de waka o haiku. No es algo que esté específicamente limitado a renpai. En otras palabras, si el rasgo esencial del renpai es la conjunción entre la mitad superior e inferior de estas líneas, la mayoría de estas obras son más una cuestión de ingenio que de emoción. Incluso si fuera cierto que Bashō era más hábil en renpai que en componer hokku, esto lo único que demostraría es que era un hombre de gran cultura.

Aunque entre los alumnos de su escuela había muchos superiores a él en el hokku y muy inferiores a él en el renpai, esto significa que habían desarrollado su emoción literaria más que Bashō, pero que eran inferiores a él en variedad intelectual.

[1] Renga: poema encadenado (aquí por abreviación de俳譜の連歌 haikai no renga, poesía cómica encadenada). La poesía japonesa tiene desde sus orígenes una tendencia a la composición y uso colectivo. La poesía cortesana desarrollada en la era Heian (794-1185), la tanka (7-5-7 / 7-7 sílabas), se componían frecuentemente con ocasión de concursos poéticos (uta-awase) sobre determinados temas, y posteriormente se instauró la costumbre de concatenar estas composiciones, confiando las primeras 17 sílabas (maeku) a un autor, añadiéndose las otras 14 (tsukeku o waki) a otro poeta; el mismo proceso podría repetirse varias veces. En el renga cada línea se vincula únicamente con la inmediatamente anterior, reuniendo sus atmósferas y referencias estacionales y literarias para trasponerlas en una dirección inesperada. Como en el montaje de una película, la escena del renga cambia varias veces de lugar, estación y tono emocional. Ya se encuentran ejemplos de renga en el Man’yōshū, la primera colección poética japonesa, pero realmente se estableció como género en la segunda parte de la Edad Media japonesa (por ejemplo, la obra del poeta errante Sōgi), y alcanzó mayor popularidad en su versión cómica (haikai no renga o renpai) en el período Edo (1603-1868), típicamente como una serie de 36 líneas concatenadas (歌仙kasen). Bashō es el maestro indiscutible de este género, y su poético peregrinar, registrado en sus diarios, no es solo una oportunidad de inmersión en la naturaleza, sino que también sirve para difundir su estilo a través de la participación en sesiones poéticas por Japón.

El canto del gallo, los cascos del caballo鶏声馬蹄
Eran tres hombres de letras que hacían del propio viaje su casa, que pasaban la vida “entre el canto del gallo y los cascos del caballo” [23] . Son Saigyō (waka), Sōgi (Renga} y Bashō (haikai).
Saigyō murió a mitad de un viaje el día dieciséis del segundo mes lunar del sexto año del período Bunchi (setecientos cuatro años antes del año veintisiete de la era Meiji en la que nos encontramos ahora). Tenía setenta y tres años.
Sōgi murió el trigésimo día del séptimo mes lunar del segundo año del período Bunki (hace trescientos noventa y dos años), tras llegar a la frontera entre Suruga y Sagami. Tenía ochenta y dos años. Bashō murió durante un viaje el día doce del décimo mes del séptimo año de la era Genroku (hace doscientos años), en la casa de Hanaya en Ōsaka. Tenía cincuenta y un años. Unos trescientos años después de la muerte de Saigyō tenemos a Sōgi, y unos doscientos años después de Sōgi estuvo Bashō. Es como si hubiera una promesa silenciosa entre los que llegaron primero y los que llegaron después. Muy raro.
Como poeta de waka, Saigyō deambuló por todas partes bajo este cielo, y entre sus poemas hay muchos que celebran lugares famosos del pasado; como practicante de haikai, Bashō se movía como una ola de este a oeste, por lo que en su ku se revela a menudo la emoción del viaje, la visión de paisajes excepcionales. Solo Sōgi, siendo principalmente un poeta de renga, escribió algunos hokku durante sus viajes. Probablemente porque el renga sólo se dedica a conectar una serie de versos entre sí, por lo que le resulta difícil tomar como material el paisaje que tiene ante sus ojos.
Sōgi es un poco digno de lástima.
Originalmente Saigyō era un noble encargado de proteger el palacio imperial, luego tomó sus votos y se convirtió en poeta de waka errante. Bashō provenía de una familia de samuráis de bajo rango al servicio del señor de Tōdō, y, cambiando repentinamente de vida se afeitó la cabeza [24 ]y se convirtió en un poeta errante de haikai. En sus biografías, el carácter de ambos es muy similar. Quizás por esto Bashō tuvo un gran culto a Saigyō (algunos dicen que hasta en su estilo aprendió mucho de él).
En la obra de Bashō se alude a Saigyō o a sus poemas en varios momentos:

芋洗ふ女
西行ならば
歌よまむ

Imo arau onna
Saigyō naraba
uta yomamu

Una mujer lava patatas,
si fuera Saigyō
escribiria un poema

-.-

西行の
庵もあらん
花の庭

Saigyō no
iori mo aran
hana no niwa

Tal vez esto sea también
un retiro para Saigyō:
un jardín en flor

-.-

露とくとく
試みに浮世
すすがばや

Tsuyu toku toku
kokoromi ni ukiyo
susugabaya

El rocío que cae:
podría lavar con eso
este mundo de polvo

-.-

嘱よりは
海苔をば老の
売もせで

Kaki yori wa
nori o ba oi no
uri mo sede

Más que ostras,
es el nori lo que se vende
cuando se es viejo

-.-

西行の
草鞋もかかれ
松の露

Saigyō no
waraji mo kakare
matsu no tsuyu

Yo también colgaría
las sandalias de Saigyō
al rocío de un pino

-.-

西行上人像賛
Saigyō shōnin gasan
En homenaje a un retrato de Saigyō

 

すてはてて
身はなきもの
おもへども
雪のふる日は
さぶくこそあれ

Sutehatete
mi wa naki mono to
omoedemo
yuki no furu hi wa
sabuku koso are

Lo he abandonado todo,
también mi cuerpo:
y sin embargo
en un día en que cae la nieve,
tan sólo frío

Saigyō

-.-

花のふる日は
浮かれこそすれ

Hana no furu hi wa
ukare koso sure

En un día en que caen las flores
¡qué maravilla!

Bashō

Una parte de la Colección de la ermita de montaña [山家集Sankashū] [25] nunca faltó en la mochila de Bashō, y lo consideró una piedra preciosa. Incluso en un ku compuesto para la muerte de Bashō, encontramos escrito:

あはれさや / しぐるる頃の / 山家集
Awaresa ya / shigururu koro no / Sankashū
Escuchándolo todo: / bajo la lluvia de inverno / la Colección de la ermita

Yamaguchi Sodō

 

También hallamos cómo entre las frases de Bashō está escrito: «Mi alma se vuelve hacia el viejo Du zi mei [Du Fu], mi melancolía sigue el espíritu de Saigyō», y, claro, podemos entender cuál era su reverencia por él. [26]
Después de Saigyō, Bashō también admiró mucho a Sōgi.

世にふるも
さらに時雨の
宿りかな

Yo ni furu mo
sara ni shigure no
yadori kana

Recorrer el mundo:
la lluvia tambien cae
en este refugio improvisado

Sōgi

 

Es un poema compuesto por Sōgi durante su viaje a Shinano.
Bashō a su vez abrió un pobre paraguas con sus propias manos y compuso:

世にふるも
さらに宗紙の
やどりかな

Yo ni furu mo
sara ni Sōgi no
yadori kana

Pasando por el mundo
también bajo la lluvia
en el refugio de Sōgi

Bashō

 

Bashō, mirándose a sí mismo, debió pensar que las circunstancias de su vida eran similares a las de Sōgi, y reuniendo multitud de sensaciones dispersas compuso este ku.
Después de la muerte de Bashō, ya no había ningún talento de haikai, feliz de pasar su vida como un vagabundo.
Buson estuvo lo suficientemente cerca de este ideal, pero no cruzó montañas y ríos como Bashō, no disfrutó tanto de la tierra y el cielo.
Para expresarlo con uno de sus ku:

笠着て草鞋
はきながら
Kasa kite
waraji hakinagara
Con un sombrero
y sandalias en sus pies

 

芭蕉去って
その後いまだ
年くれず

Bashō satte
sono nochi imada
toshi kurezu

Bashō se ha ido
pero el año sigue
y tarda en terminar

Buson

 

Los textos 著書
Bashō no publicó ni un solo libro. Sin embargo, sus discípulos le procesan una enorme devoción y los que han comenzado a escribir son, en efecto, extraordinariamente numerosos. Tal como le pasó al Buda Shakyamuni, a Confucio, a Jesús: ellos mismos no escribieron nada, pero sus discípulos recopilaron libros sagrados. Hoy como ayer, en Oriente y en Occidente, se parece a sí misma la condición de los hombres que alcanzan tan inmensa gloria.
Hay unos libros titulados Las siete colecciones de haikai, que han tenido una difusión muy amplia. Una vez impresos, han tenido incluso más éxito que los sutras copiados como pruebas de fe. Las siete colecciones incluyen las antologías Días de invierno [Fuyu no hi 冬の日], Días de primavera [Haru no hi 春の日], Una calabaza [Hisago ひさご], El campo salvaje [Arano あら野], El impermeable del mono [Sarumino 猿蓑], Un saco de carbón [Sumidawara炭俵] y El segundo impermeable del mono [Zoku Sarumino 続猿蓑], y comenzaron a circular a partir del período An’ei (1772-81). Luego, entre la era Kansei (1789-1801) y la era Kyōwa (1801-1804) aparecen Adendas a Las siete colecciones de haikai y Fragmentos de Las siete colecciones de haikai, y finalmente en el undécimo año de la era Bunsei (1818-30), se publican Las siete nuevas colecciones de haikai. Por otro lado, dado que existen las Siete Colecciones de Kikaku, Siete Colecciones de Buson, Siete Colecciones de Chora, Siete Colecciones de Kyōtai, Siete Colecciones de Biwaen, Siete Colecciones de Michihiko, Siete colecciones de Otsuni y las Siete colecciones de haikai de hoy, para distinguirlas de todas las demás, Las siete colecciones de haikai quizás deberían llamarse Las siete colecciones de Bashō.
También hay muchos otros textos dedicados exclusivamente a Bashō: la Colección del barco atracado [Hakusenshit 泊船集], publicada en el undécimo año de la era Genroku (1698), y la Selección del ku de Bashō [Bashō kusen 芭蕉句選] son colecciones de su ku; La Colección de textos del Maestro Bashō [Bashō okina bunshū 芭蕉翁文集] y la Colección de haikai del Maestro Bashō [Bashō oleina haikaishū芭蕉翁誹譜集 ] publicados en el quinto año de la era An’ei (1772-81) reunieron sus escritos en prosa y sus renpai. En Los papeles descartados del viejo maestro [Okina hogo 翁反古] [Tercer año de la era Tenmei (1783), editado por Taigi] se ordenaron los haiku que no se habían transmitido a la posteridad, examinando los papeles dejados por el propio Bashō, mientras que Escritos en la manga de Bashō [Bashō sode zōshi 芭蕉袖草紙] [octavo año de la era Bunka (1811), editado por Kien] recoge principalmente sus renpai. Los nueve volúmenes de la Colección de hojas de haikai [décimo año de la era Bunsei (1827)] son una colección completa de la obra de Bashō, que obviamente incluye su haiku, renpai, su prosa, pero cubre con mucha precisión también toda su correspondencia, y recopila todos los documentos relacionados con Bashō. Sin embargo, el abandono de la investigación ha llevado a preferir solo la cantidad, y hay que decir que es lamentable que en esta obra queden mezclados muchos ku no compuestos por Bashō. El Compendio de explicaciones del ku del Maestro Bashō [Shōō kukai taisei 蕉翁旬解大成] [noveno año de la era Bunsei (1826)] presenta notas e interpretaciones de sus haikus, mientras que La estera de juncia para el camino hacia el Norte [Oku no hosomichi sugakomo shō] [An’ei 7 (1779)] es una versión comentada del Camino al Norte (Sendas de Oku). Pero incluso estas notaciones suelen ser arbitrarias y forzadas, y no son del todo fiables.
La bibliografía relativa a la biografía de Bashō es algo que estoy estudiando en este momento, pero los volúmenes que la componen no son muchos. La Biografía del anciano Bashō en imágenes y palabras [Bashō okina ekotoba den芭蕉翁絵詞伝] compilada por Chōmu en el quinto año de la era Kansei (1793) y La verdadera biografía del anciano Bashō [Bashō okina shōden 芭蕉翁正伝] compuestas por Chikuji en el décimo año de la era Kansei (1798) se consideran como textos de referencia, pero son más bien una chapuza. Precisamente el otro día estaba mirando el manuscrito de una biografía de Bashō recopilada por un tal Sōshei. Cronológicamente está muy detallada, pero no sé si existe en versión impresa. Y al fin tenemos hoy versiones impresas de las caligrafías de Bashō.
Al tiempo tengo un libro extraño aquí, se llama Escrito incompleto sobre el viejo Bashō. También se conoce como Crónica precisa de las palabras de Bashō en la casa de Hanaya o simplemente como Hanaya nikki [27]. Es un diario de los últimos días de vida de Bashō (compuesto por las crónicas de su muerte dejadas por Kikaku y los demás discípulos). Comienza el undécimo día del noveno mes del séptimo año de la era Genroku (1694), y viene a dar cuenta detallada hasta el funeral y el destino de las reliquias del maestro tras la muerte de Bashō. Se relata la continua alternancia de Inen, Jirobei, Shikō, Kyorai y otros al lado del lecho del maestro agonizante, y más que una crónica del estado de Bashō, de sus palabras o gestos, se relata sin descuidar nada las composiciones poéticas de los discípulos de Bashō o incluso las visitas de sus conocidos. En la primera lectura, es realmente como ver el final de un gran hombre con tus propios ojos. Realmente es un libro especial. Por cierto, ¿no fue acaso en 1811 cuando este libro llegó al grabado para la imprenta? Que después de cien años y más de la muerte de Bashō aún se conserven los pensamientos más íntimos de estas personas, les hubiera alegrado y engrandecido aún más a Bashō.

La era Genroku 元禄時代
En los tiempos actuales, se ha acuñado una nueva expresión: “la literatura de la era Genroku”. Si no te gustan ciertas personas que solo se refieren a las historias de Saikaku e incluyen en ellas la totalidad de la literatura producida en este período (1688-1704), entonces se convierte en un término muy útil. La era Genroku es la que finalmente solidifica los cimientos del régimen Tokugawa, en el que se establece la paz en todo el país, y en el que de hecho la literatura de la era Tokugawa realmente comienza a florecer.
En esta época hay tres genios literarios que han descendido a este mundo después de haber recibido algún don celestial. Estos tres grandes personajes nacieron aproximadamente al mismo tiempo, y cada uno de ellos dirigió su gran talento en una dirección diferente. ¿Quiénes son estos tres genios? El primero es Ihara Saikaku. El segundo Chikamatsu Monzaemon [Sōrin]. El tercero es Matsuo Bashō. Son los tres. Algunas cronologías indican -erróneamente- que los tres nacieron en el año diecinueve de la era Kan’ei (1642). Pero son Saikaku y Sōrin los que nacieron en el año diecinueve de la época Kan’ei, y Bashō nació en el primer año de la breve Shōhō (1644), por lo tanto hay al menos dos años de diferencia [aunque según otra teoría, el maestro Sōrin nacería en el segundo año del período Jōō (1953)].
Saikaku creó un nuevo género de narrativa. No imitó la ligereza y el idealismo reciente del otogizōshi [28], y no repitió las extravagancias y la inmadurez de los libros rojos y amarillos [29]. Para devolver lo que los ojos vieron y lo que los oídos escucharon tal como fue, usó un vocabulario extraordinario y una gramática muy simple. Sin embargo, es realmente una lástima que esas historias licenciosas se hayan puesto en papel de esta manera. Además, Saikaku no fue el primero en intentar reproducir fielmente las emociones humanas después de Genji Monogatari; para inaugurar este nuevo estilo estaba el Hachimonjiya [30], y no Saikaku. Sin embargo, hay que admitir que Saikaku recoge muchos elementos diferentes en el mundo de su narrativa.
Chikamatzu también ha creado un nuevo tipo de teatro. La antigua belleza del teatro Nō ya no podía adaptarse a los gustos del público en general, y los dramas basados en la figura de Kinpira [31] estaban llenos de exageraciones en las fantasías, y ya no eran suficientes para entretener los ojos y oídos de los hombres del mundo: Chikamatzu, efectivamente, reconcilió estos dos extremos con una mirada aguda y una lengua suelta, logró reproducir las emociones que marcan nuestra condición en este mundo y encomendárselas a los títeres. Trazar en líneas de luz las formas de un mundo lleno de mil cosas diferentes, y animarlas sobre el escenario: ahí es precisamente donde reside la gran habilidad de Chikamatzu.
Bashō también abrió el camino para la posteridad a un nuevo tipo de poesía y prosa. Su producción en este segundo género no fue tan abundante como en el primero, pero lo que se crea en colecciones como Prosa de nuestro tiempo [Fuzokū monzen] y El vestido de la codorniz [Uzurakoromo] [32 ]es un género de prosa diferente al cortesano escrito en la era Heian, de la epopeya bélica de la era Kamakura y Muromachi, de la literatura del jōruri: el haibun. Incluso Hiraga Gennai y la “prosa loca” [kyōbun] después del período Tenmei (1781-89) no pueden evitar ser influenciados indirectamente por el haibun.
Y así estos tres grandes personajes, nacidos más o menos al mismo tiempo, trabajaron en tres direcciones diferentes. Si examinamos en detalle sus obras, podemos decir que pueden tener varios defectos, pero no podemos olvidar que cada uno de ellos son los fundadores de una corriente literaria diferente. Debemos prestar especial atención a un punto en particular: los tres se han desviado tanto del ámbito de una literatura hecha de fantasías ridículas y disparatadas como del estilo prolijo y demasiado seco de los clásicos, y han reproducido la realidad de los sentimientos humanos usando el lenguaje de la gente. Cada uno de los tres difiere en su propia voz, pero los tres comparten el mismo matiz. Los extremos de estas ramas son diferentes, pero el tronco es uno. Aquí es donde reside la “literatura de la era Genroku”.

El haibun 俳文
De los tres, el gran Chikamatzu logró la gloria un poco más tarde. En cambio, Bashō y Saikaku se hicieron famosos en la misma época y murieron al mismo tiempo, por lo que hay varios aspectos similares en sus escritos. En lo que Bashō y Saikaku se parecen es en la ruptura con las reglas de la prosa clásica, la predilección por la brevedad y la sencillez, el intento de hacer todo lo posible sin palabras inútiles. En cambio, lo que los distingue es que Saikaku usa más la lengua vernácula [zokugo] mientras que en Bashō los términos chinos son más numerosos.
La prosa de Bashō surge de la de Chōmei, de la del romancero y de su personal genialidad. Desde la antigüedad, la prosa china ha sido la prosa china y la prosa japonesa la prosa japonesa: cada una pertenece a un ámbito totalmente distinto, y también sucedía que una misma persona componía prosa de dos maneras completamente diferentes. Chōmei había armonizado un poco estos dos extremos, y en el Taiheiki [33] están aún más cerca: incluso las diversas “baladas” han llevado a cabo este proceso, pero en última instancia, realmente solo se optó por utilizar muchas palabras chinas, de modo que en la composición de estos textos no hubo una distancia auténtica de la prosa japonesa clásica. En cambio, la prosa de Bashō no se limita sólo a utilizar este léxico extranjero, sino que también en la construcción de cada línea y de cada capítulo se filtra de manera distinta el aroma de estos textos chinos (en rigor, podríamos decir que envuelve todo el aire de la era Genroku). Por lo tanto, los lugares que Bashō dejó en el papel no son paisajes naturales, muy a menudo son la propia fantasía e ideal de Bashō: en particular, a menudo surgen de una visión del mundo taoísta y budista. Podemos tomar por ejemplo el comienzo de Nozarashi kikō [Diario de un esqueleto insepulto]:

Empiezo un viaje de mil leguas sin aprovisionarme, y bajo la luna de medianoche entro en el reino de la nada, dijo un hombre en otro tiempo [34]. Me apoyé en su mismo bastón, y en el primer año de la era Jōkyō, a principios de otoño, dejé mi choza del río. En la voz del viento sentí entonces un extraño frío.

Incluso en una primera lectura, podemos ver cómo su estilo es completamente diferente al de la antigua prosa japonesa. Al comienzo del Diario de Kashima [Kashima kikō] encontramos escrito:
[…] Mis compañeros de viaje eran dos: uno un samurái sin señor, el otro un monje errante. El monje vestía túnicas de un negro similar al manto de un cuervo, la bolsa con sus túnicas sagradas colgaba de su cuello, y, sobre sus hombros, un relicario en el que guardaba la imagen del Buda que regresaba de la montaña. Se fue por el mundo solo, dejando sonar su bastón, y nada obstruyó la puerta sin puerta de su camino. Yo, por mi parte, no soy ni monje ni hombre de este mundo: soy como un murciélago, a medio camino entre ser un ratón y un pájaro. Dice un dicho que en una isla sin pájaros los que vuelan son los murciélagos [35], y así desde el umbral de mi choza me subí a un pequeño bote, y llegué a un lugar llamado Gyōtoku.

Si fuera una prosa común, Bashō tendría al menos que haber escrito: “Había dos compañeros de viaje: uno era [にて] un samurái sin señor, el otro era [なり] un monje errante”. Por otro lado, a partir de la era Genroku, la prosa empieza a preferir esta mayor sencillez: por ello, Bashō también se adapta con naturalidad a este tipo de composición. Es así, en el momento en que las palabras se usan de la manera más hábil para acomodarlas en el sentido del haikai, vemos nacer el haibun. En el comienzo de Oi no kobumi [Pequeño escrito en la mochila] Bashō escribe:
En este cuerpo de cien huesos y nueve agujeros hay algo que, como nombre provisional, lo llamo Fūrabō (風羅坊) [36]. Y es como un trozo ligero de tela, que se rasga fácilmente con el soplo del viento. Todo ésto me condujo a la poesía, y al final decidí convertirla en el trabajo de mi vida. En muchas ocasiones me aburría y pensaba en abandonarla, otras veces he seguido adelante orgulloso de mis éxitos ante los demás. Batallando así nunca he permanecido quieto. Durante un tiempo pensé en hacerme un hueco en el mundo, pero la poesía me lo impidió: durante un tiempo traté de darle paz a esta locura con el estudio, pero luego desistí por la misma razón. Al final, sin talento y sin arte, solo me aferré a este único hilo.

No hay nada aquí en su enseñanza que no surja de los temas de Laozi y Zhuangzi, y no tiene sentido su exposición si no nos remontamos a la estructura de la prosa china. No veo otro ejemplo de un texto en el que la narración exponga un pensamiento filosófico en tal medida, y en el que una mezcla armónica con el tono de la prosa china sea tan extrema: se trata de una verdadera creación de Bashō.
Un año después de este diario, Bashō escribe el diario de viaje Oku no Hosomichi [El camino hacia el Interior], y encontramos pasajes como:
Los meses y los días son invitados que pasan por la eternidad, y los años van y vienen, también ellos son viajeros. La vida de alguien se aleja flotando en un bote mientras que alguien llega a la vejez conduciendo su caballo por el bocado: día a día viajan, y el viaje mismo es su hogar. Hay muchos hombres que murieron en el camino en los viejos tiempos. Pero yo también, desde hace cuántos años, estoy atrapado por ese viento que aleja una nube de las otras, y mis pensamientos no dejan de vagar. Después de vagar mucho tiempo por la costa, el otoño pasado en mi cabaña junto al río, barrí las telarañas ya viejas: el año también terminó poco después, y mientras la niebla primaveral se elevaba en el cielo pensé que cruzaría el paso de Shirakawa. Un espíritu insatisfecho está sobre mí y no da tregua a mi alma, el dios de las calles me susurra su invitación, y no tengo nada a lo que agarrarme de la mano: luego remendé los desgarros de mis pantalones, até un cordón nuevo a mi sombrero, y me preparé para el viaje quemando artemisa bajo mis rodillas. Con la luna de Matsushima ya colgada en mi corazón, dejé mi cabaña por otra y me trasladé al retiro de Sanpū.
[Desde el pasaje de principios de la primavera en adelante, hay varios puntos que se asemejan a la escritura de Saikaku]
[…] Ya se ha repetido demasiado, pero Matsushima es verdaderamente el lugar más hermoso de esta remota región oriental, digno del Lago Dongting o del Lago Oeste de Hangzhou. Abierta al mar hacia el sureste, la bahía tiene cinco kilómetros de ancho y se adentra en la corriente como la desembocadura del río Zhe. Las islas son innumerables, algunas apuntando hacia el cielo, otras agazapadas en las olas; algunas se superponen entre sí, dos o tres juntas. Las islas están más alejadas a la izquierda y se suceden a la derecha: unas emergen como sobre los hombros de otras, y otras se abrazan como si fueran sus queridos nietos.
Si comparamos estos dos fragmentos con otros anteriores, vemos que las impurezas en estas joyas son aún menores. Esto no solo se aplica a su haibun, el haikai de Bashō también cambia de la misma manera durante el mismo período.
Lo que se llama haibun normalmente no transmite esta sensación de fuerza solemne y antigua, pero el asunto es bastante más irónico. Considerando solo estos textos no podríamos hablar directamente del nacimiento del haibun, pero así como nació el haiku yendo más allá del waka, no cabe duda de que aquí también surge un género de prosa ajeno al antiguo estilo japonés. Los haibun producidos por los numerosos discípulos de Bashō tenían que diferir necesariamente de los que había escrito el maestro. Y es precisamente por eso que tienen principalmente un tono irónico: esos hombres nunca habrían sido capaces de componer prosa con la misma habilidad que Bashō, y ellos mismos ya sabían cuáles eran los puntos más o menos fuertes de su talento. Asimismo, encontramos haikus heroicos y majestuosos en Bashō, pero en su obra generalmente están ausentes.

Apéndice 補遺
Habría mucho que escribir sobre Bashō. Aquí he señalado los puntos en los que en un discurso crítico sobre su figura discrepo de muchos otros maestros: pero no disponiendo aquí del espacio para realizar un examen de su obra, por ahora trataré de mantener a raya la mía. Por lo tanto, enumeraré solo algunos puntos que aún deben abordarse, de manera muy genérica, y luego podré concluir mi desordenada cháchara.
♦ Matsuo Tōsei -su verdadero nombre es Munefusa- nació en Ueno, en la región de Iga, en el primer año de la era Shōhō (1644). Es el segundo hijo de Matsuo Yozaemon. A los diecisiete años entró al servicio del joven señor Tōdō Sengin [Tōdō Yōshitada]. En el tercer año de la era Kanbun (a los veintiún años), Sengin muere prematuramente: Bashō abandona la protección de Tōdō y llega a la antigua capital [Kioto], convirtiéndose en alumno de Kitamura Kigin. A los veintinueve años llega a Edo, apoyándose en la casa de Sugiyama Sanpū. En el otoño de sus cuarenta y un años deja la capital de Oriente y pasa por el Tokaidō, regresando a su pueblo natal de Iga; en el segundo mes [abril] del año siguiente parte de Iga y desde el camino Kiso cruza el camino Kōsher, volviendo a Edo. En este año ve la luna en Kashima. A los cuarenta y cuatro años, vuelve a Iga de nuevo. Al año siguiente va en peregrinación al santuario de Ise, luego ve la corte del sur en Yoshino y finalmente llega a Suma y Akashi. Viaja por el camino de Kiso, admira la luna en el monte Obasute y, por tercera vez, vuelve a Kioto. A los cuarenta y seis vuelve a salir de Edo, y pasando por Nikkō, Shirakawa y Sendai, disfruta del espectáculo de Matsushima, tomando luego la carretera que pasa de Kisakata de vuelta hacia la provincia de Hokuestu [Echigo], y pasando por Echizen, Mino, Ise y Yamato, regresa a Iga e inmediatamente llega a Ōmi. Al año siguiente hizo su ermita en Genjūan, “la morada irreal”, al este del monte Ishiyama. A los cuarenta y ocho años regresa a Iga, pasa un tiempo en Kioto y ya, a principios de invierno, regresa a Edo por cuarta vez. En el verano del cincuenta y uno, abandona la choza de Fukagawa y regresa a la antigua capital, deambulando entre Kioto y Mino. El séptimo mes lunar regresa a Iga, y en el noveno mes llega a Ōsaka. En el mismo mes cae enfermo y muere el día doce del décimo mes [28 de noviembre de 1694]. El cuerpo es llevado a Gichū-ji, en Ōmi y enterrado en el cementerio del templo.
♦ Bashō ha colocado su personal itinerante en muchas provincias del Este y en algunas del Oeste. Las diversas regiones por las que han pasado son: Yamashiro, Yamato, Settsu, Iga, Ise, Owari, Mikawa, Tōtōumi, Suruga, Kai, Izu, Sagami, Musashi, Shimousa, Hitachi, Ōmi, Mino, Shitano, Kōzuke, Shimotsuke, Ōshū , Dewa, Echizen, Kaga, Ecchū, Echigo, Harima y Ki’i, veintiocho en total.
♦ Bashō sacó a relucir el llamado “estilo correcto” (正風 shofū). Sin embargo, el terreno sobre el que prosperó el shofū no fue solo en el talento de Bashō: fue más bien el espíritu de la época lo que le hizo desarrollarse tanto. En la época del haiku de Teishitsu ya había elementos cercanos al shofū. Los haiku de Sōin, Kikaku, Saimaro y Tsunenori ya contenían los brotes de la shofū. Incluso aunque afirmemos que es en el momento de la compilación de los Días de Invierno y los Días de Primavera cuando nace el shofū, aun así, no es el solo Bashō quien lo crea, son todos sus discípulos quienes la construyen juntos. Y en efecto, para ello están no sólo los diversos discípulos de su escuela, sino también figuras que pertenecen a otras corrientes. De hecho, fue solo después del nacimiento del shofū que el ku de Bashō tomó gradualmente una estructura similar a las de la colección de Castañas vacías [Minashiguri]. El que todos estos hechos se mezclen y los documentos no sean cuidadosamente observados, hace que no quede claro cómo el ascenso repentino del shofū fue producto de un cambio espontáneo en el espíritu de la época, y que el mismo Bashō se limitó a actuar con rapidez haciendo que esta tendencia se manifestara plenamente.

♦ El haiku de Bashō solo toca lo que está a su alrededor. En otras palabras, o bien consiste en una emoción percibida subjetivamente por él mismo o es objetivamente limitado a paisajes, personas y hechos que se pueden ver y escuchar directamente. Sin duda hay algo de admirable en esto, pero descartar por completo esos escenarios ideales que escapan al alcance de la vista e ignorar hechos y personas más allá de su única experiencia, sin considerarlos nunca como material poético, hace que la mirada de Bashō sea mucho más estrecha (los poetas más antiguos son todos así). Sin embargo, Bashō fue un gran viajero y supo captar una infinidad de espléndidos temas poéticos a partir de su experiencia directa. Los maestros de haikai que le sucedieron no sólo se contentaron siempre con lo que ya tenían a su alrededor, sino que ni siquiera han compuesto poesía más allá de su experiencia concreta. Es decir, se apoyaron solo en el bastón de las enseñanzas dejadas por Bashō. Para las ranas que viven en un pozo, el cielo mide un metro de ancho. Te hace reír. Sólo Buson, doscientos años después, obtuvo material poético de su propia fantasía -una fantasía original, fluida, elegante y majestuosa en cada momento- y compuso a partir de ella haiku, desacreditando a todos los demás.
♦ El viejo maestro Meisetsu dijo que Bashō era un glotón, y probablemente por eso enfermó y murió. Como prueba, consideraba que en sus cartas escribía cosas como:
– Arroz glutinoso: un shō
– Soja negra: un shō
– Arare en proporción [37]
Para esta noche me gustaría tomar prestados estos suministros, Denkichi puede traerlos […] [Genroku 2, carta a Kyoriku].
Ahora mismo han llegado dos o tres invitados del campo. Tienes que sacar algo rápido, porque aquí no hay provisiones. Hace frío. Así que será el momento de preparar un caldo de fideos, y tienes un montón de sōmen. También me gustaría tomar prestados dos shōs de sake.

Además, se dice que la enfermedad que lo llevó a la muerte se produjo después de que comiera setas, por lo que ciertamente debe haber tenido un estómago debilitado. Estas cartas por sí solas no son suficientes para probar que Bashō comía mucho, pero aun así me hacen pensar que Meisetsu tenía razón y que su teoría tiene su propia lógica. Cuando una persona con fuertes pasiones no logra dirigir los deseos de la carne en otra parte, gradualmente descubre que tiene un apetito fuera de lo común. Bashō debe haber sido una de esas personas.
♦ Bashō nunca tuvo esposa. Y tampoco se sabe nada sobre mujeres o niños. ¿Bashō realmente respetó tan fielmente sus votos budistas? ¿O los informes sobre él omiten algo? Al final, nos queda la duda.
♦ Los maestros de haiku que vinieron después de Bashō estudiaron bien sus textos. También vemos que se ha llegado a tenerle una especie de adoración.
♦ Las declaraciones de Bashō sobre la poesía surgen en gran parte de los malentendidos y falsificaciones de Shikō y otros discípulos de Shōmon. A veces, incluso las que pueden considerarse auténticas son pueriles y no del todo lógicas, y no es seguro que hoy debamos insistir en ellas.
♦ Bashō explicó a sus discípulos como Confucio explicó a los suyos. No se dirigía a todos exponiendo una teoría absoluta, sino que observaba a quien tenía delante y exponía un método adecuado para él.
♦ Una vez, Bashō dibujó ¬un “retrato de ronquidos” como broma para Kyoriku. Bashō también poseía un gran sentido del humor. Era un hombre de mil cualidades.
♦ Durante el período Tenbō (1830-44) se compilaron libros con las ubicaciones de los pequeños monumentos que marcan el paso de Bashō por las distintas provincias. Obviamente, están los lugares a los que realmente fue Bashō, pero no faltan incluso las áreas más remotas de Kyūshū y Shikoku, están prácticamente en todas partes. Una vez que crucé Shinshū [hoy Nagano] pasé por estos monumentos de Bashō en el camino, y vi que en su mayor parte habían sido erigidos a partir de la época Tenbō (1830-44). Si intentáramos contar los monumentos a Bashō hoy en día en las más de sesenta provincias del antiguo Japón, estarían más allá de nuestra capacidad de medición.
♦ Durante el período Kanbun se llamaba a sí mismo Sōbō, durante el período Enbō y Tenna sus nombres eran Tōsei y Bashō. En un momento se escribió a sí mismo:

発句なり
松尾桃青
宿の春

Hokku nari
Matsuo Tōsei
yado no haru

Empezar la primavera
con un hokku
en casa de Matsuo Tōsei

Entonces, como había un bananero al lado de su choza en Fukagawa, sus discípulos comenzaron a llamarlo Bashō no okina: “el Viejo Maestro del Bananero”, y él tomó ese como su nombre artístico. Normalmente lo escribía en sílabas はせを. El hecho de que tranquilamente siguiera usando ese nombre nota cierto orgullo. En cuanto al seudónimo Tōsei, no está claro de dónde viene. Mi hipótesis es que en un principio Bashō quiso mostrar su admiración por el alma abierta y alegre de Li Bai, y que alterando el orden de los caracteres de su nombre, 李白 “ciruelo blanco”, obtuvo el nombre Tōsei 桃青 “verde melocotón”. En los años siguientes parece que Bashō ya no habla de Li Bai y estudia mucho a Du Fu, pero en ese año todavía es joven, sigue siendo seguidor de Danrin, y podemos pensar que más que Du Fu seguía estando atraído por Li Bai.
♦ La literatura japonesa tras la era Heian (particularmente el verso) ha caído durante setecientos años en seguir la moda (engo), la comedia ridícula y otras cosas sin sentido, y no ha habido nadie que haya logrado ir más allá de estas categorías y crear conceptos literarios reales. Llegada la caída de los Ashikaga y el comienzo de la era Tokugawa, la decadencia de la literatura alcanza su máximo, y waka, renga , haikai , la prosa en japonés, la poesía y la prosa en chino, es cada vez más frecuente y más torpe. El destino de la literatura, sofocada durante tanto tiempo por semejante manto de nubes, vuelve a mostrar su luz poco a poco a partir de la era Genroku. En haikai surge Bashō, en poesía y prosa en chino Mononobe [Ogyū] Sōrai, en waka Kamo no Mabuchi, en prosa japonesa Taira no Norinaga [Motoori Norinaga]: son ellos quienes dan un nuevo impulso a la literatura, cada uno en su campo, y por primera vez asistimos a la formación de ideas literarias auténticas en nuestro país (a partir de este momento desaparece el renga). Además, el primero en emerger y comenzar su obra de renovación entre estos hombres, el primero en realizar estas magníficas obras, es en realidad Bashō. En otras palabras, Bashō es el primero en inyectar magníficas e innovadoras ideas literarias en la literatura japonesa. Realmente no se le puede considerar como un mero maestro de haikai.

♦ ♦ ♦

(La obra de Saikaku y los antecedentes de Sōrin ya pueden ser llamadas un renacimiento literario: no obstante, si las miramos con los ojos de hoy, no podemos dejar de notar algún aspecto infantil, incompleto. Si observamos hoy toda la obra de Bashō, Sōrai o Mabuchi, nuestro respeto por ella ni siquiera es comparable).

ANEXO I
Vidas de artistas

Aquí informamos la lista de artistas ordenados según la duración de su vida, presentados por Shiki en el primer capítulo. Shiki solo recuerda su nombre en forma abreviada, aquí hemos agregado fechas de nacimiento y muerte y una breve nota biográfica.

Noventa años y más
TOSA MITSUNOBU 土佐光信 (1434-1535): pintor de estilo yamato-e, exponente de la escuela de Tosa.
FUJIWARA NO TOSHINARI 藤原俊成 (1114-1204): poeta y teórico de waka, padre de Fujiwara no Teika.
KATSUSHIKA HOKUSAI 葛飾北斎 (1760-1849): famoso pintor y grabador japonés, maestro del género ukiyo-e.

Ochenta años
FUJIWARA NO NOBUZANE 藤原 信 実 (1176-1265): poeta y pintor, famoso por su serie de retratos.
TOBA SŌJŌ鳥羽 僧正 (1053-1140): monje y pintor, autor de una famosa serie de caricaturas con animales antropomórficos.
KITAMURA KIGIN 北村 季吟 (1624-1705): filólogo y haijin del periodo Edo, alumno de Teitoku.
SESSHŪ 雪舟 (1420-1506): monje y paisajista, maestro de la pintura monocromática con tinta.
SHŌHAKU 肖柏 (1443-1527): maestro de waka y renga, alumno de Sōgi.
SŌCHŌ 宗長 (1448-1532): otro alumno de Sōgi, autor con él y Shōkaku de Minase Sangin (1488), una de las obras maestras del género renga .
YAMAZAKI SŌKAN山崎宗鑑 (1465-1553): autor de renga, y uno de los iniciadores de los primeros haikai.
KANŌ MOTONOBU 狩野 元信 (1476-1559): pintor, miembro de la escuela Kanō.
SAKURAI BAISHITSU 桜井梅室(1769-1852): uno de los tres maestros del haikai de la era Tenpō.
MATSUNAGA TEITOKU 松永貞徳(1571-1654): uno de los principales maestros de haikai, un poco anterior a Bashō, fundador de la escuela Teimon.
SÒGI 宗紙 (1421-1502): monje errante, poeta waka y figura destacada del renga.
YOKOI YAYŪ 横井 也有 (1702-1783): hombre de letras famoso por su haibun y el estudio del haikai.
NARITA SŌKYŪ 成田蒼虬 (1761-1842): maestro de haikai de la era Tenpō.
KYOKUTEI BAKIN 曲亭馬琴 (1767-1848): haijin y prolífico autor de prosa, a menudo ilustrado por Hokusai.
FUJIWARA NO TEIKA 藤原定家 (1162-1241): destacado autor y teórico waka .
lCHIJŌ KANEYOSHI一条 兼良 (1402-1481): anotador del Genji monogatari y poeta.
ŌSHIMA RYŌTA 大島蓼太 (1718-87): haijin de la escuela de Ransetsu, uno de los discípulos de Bashō.
KITSUSAN MINCHŌ 吉山 明兆 (1352-1431): monje zen y pintor del Tōfuku-ji de Kioto.

Setenta años
SATOMURA JŌHA 里村紹巴 (1525-1602): poeta de waka y anotador del Genji monogatari.
OZAWA ROAN 小沢蘆奄(1723-1801): hombre de letras, uno de los principales compositores de waka en el período Edo.
RAI KYŌHEI 賴杏坪 (1756-1834): Erudito neoconfuciano, también políticamente activo.
NISHIYAMA SŌIN 西山宗因 (1605-1682): maestro de haikai y fundador de la escuela Danrin (conocida por el humor popular, los juegos de palabras y el lenguaje vulgar).
SHIDA YABA 志太野城 (1662-1740): comerciante, discípulo de Kikaku y luego de Bashō. Uno de los principales discípulos de Shōmon, y más tarde maestro de haikai en Osaka.
ISHIKAWA MASAMOCHI 石川雅望 (1754-1830): maestro de ukiyo-e y kyōka, originario de Edo.
UEDA AKINARI 上田秋成 (1734-1809): escritor en prosa, célebre por los relatos fantásticos de los Cuentos de la lluvia y la luna. También activo como autor de haikai y waka.
KANŌ TSUNENOBU 狩野常信 (1636-1713): pintor de la escuela Kanō y autor de waka.
TANI BUNCHŌ 谷文晃 (1763-1841): pintor, exponente del estilo pictórico Nanga (pintura de escritores) y poeta.
ARAKIDA MORITAKE 荒木田守武 (1473 – 1549): maestro de renga del período Sengoku, activo junto con Sōkan entre los primeros autores de haikai.
GION NANKAI紙園南海 (1676-1751): poeta y pintor, entre los primeros exponentes de la escuela Nanga.
TOSA MITSUOKI 土佐光起 (1617-1691): pintor destacado de la escuela Tosa, cómplice del renacimiento de las ilustraciones inspiradas en el estilo de la era Heian.
KAGA NO CHŌJO 加賀千代女 (1703-75): monje y autor de haikai, alumno de Kagami Shikō.
KAGAWA KAGEKI 香川景樹 (1768-1843): poeta waka activo en Kioto.
HANABU SAICHŌ 英一蝶 (1652-1724): pintor en su juventud que se convirtió en poeta haikai , conoció a Bashō. Famoso por su frecuentación de Yoshiwara, el barrio de placer de Edo.
KAMO NO MABUCHI 賀茂真淵(1697-1769): poeta y filólogo, uno de los grandes exponentes de los “estudios nacionales” (kokugaku) del período Edo. En particular, fue estudioso de la colección poética japonesa más antigua, el Man’yōhū, actividad que también influyó en su producción poética de estilo arcaico.
KAMEDA BŌSAI 亀田鵬斎 (1752-1826): poeta, calígrafo y pintor de la escuela Nanga.
KANŌ TANYŪ 狩野探幽 (1602-74): pintor de la escuela Kanō, se convirtió en el artista oficial del shogunato.
CHIKAMATSU MONZAEMON 近松門左衛門 (1653-1725): uno de los más grandes dramaturgos japoneses, famoso por obras diseñadas para el teatro de marionetas (jōruri) y kabuki.
MOTOORI NORINAGA 本居宣長 (1730-1801): filólogo e intérprete de clásicos japoneses, fue un destacado exponente de los estudios de literatura nacional en Japón. Trabajó en particular en las crónicas mitológicas de Kojiki y en el Genji monogatari.
KATŌ CHIKAGE 加藤千蔭 (1735-1808): filólogo y poeta, trabajó con Norinaga en un comentario del Man’yōhū.
SHINKEI 心敬 (1406-1475 ): monje de la escuela Tendai, poeta de waka y renga.
EJIMA KISEKI 江島其積 (1666-1735): autor de jōruri y cuentos del mundo flotante (ukiyozōshi).

Sesenta años
JIPPENSHA IKKU 十返舎一九 (1765-1831): autor prolífico de prosa humorística y viajes en la era Edo.
SAKAI HŌITSU 酒井抱一 ( 1761-1829): haijin, maestro del té y pintor, influenciado por la obra de Ogata Kōrin.
NAKANOIN MICHIMURA 中院通村 (1588-1653): noble, pintor y calígrafo.
KAGAMI SHIKŌ 各務支考 (1665-1731): una de los diez principales discípulos de Bashō, tras su muerte continuó organizando trabajos teóricos y filosóficos sobre el haikai como género literario.
YOSA BUSON 与謝蕪村 (1716-84): después de Bashō el segundo gran autor de la historia del haikai, iniciador del renacimiento del género en el siglo XVIII. También fue un pintor de talento.
YAMAZAKI YOSHISHIGE 山崎美成 (1796-1856): autor de prosa del período Edo.
TAKEDA IZUMO 竹田出雲 (1691-1756): dramaturgo, autor de textos para jōruri.
SHIBUKAWA SHUNKAI 渋川春海 (1639-1715): literato , maestro de go y astrónomo.
KOBAYASHI ISSA 小林一茶 (1763-1828): hoy considerado como el el tercer gran poeta de haikai después de Bashō y Buson.
YASUHARA TEISHITSU 安原貞室 (1610-73): estudiante de Matsunaga Teitoku y principal exponente de la escuela Teimon.
KI NO TSURAYUKI 紀貫之 (872-945): poeta de la era Heian, compilador de la colección imperial Kokinwakashū (905) y autor del Tosa nikki.
KEICHŪ 契沖 (1640-1701): monje Shingon, filólogo y poeta.
NODA TEKIHO 野田笛浦 (1799-1859): estudioso confuciano del período Edo.
MORIKAWA KYORIKU 森川許六 (1656-1715): uno de los diez principales discípulos de Bashō. También fue un pintor apreciado por el mismo maestro.
RYŪTEI TANEHIKO 柳亭種彦 (1783-1842): autor de poesía y prosa cómica.

Cincuenta años
CHIKAMATSU HANJI 近松半二(1725-1783): dramaturgo, discípulo de Chikamatsu Monzaemon y más tarde director de su escuela.
TANOMURA CHIKUDEN 田能村竹田 (1777-1835): pintor de la Escuela Nanga y autor en prosa.
ONO NO OTSŪ 小野お通 (1568-1631): dama de la corte sho gunale y autora de jōruri.
SHŌKADŌ SHŌHŌ 松花堂昭乗 (1582-1639): Monje Shingon y calígrafo.
TAKARAI KIKAKU 宝井其角 (1661-1707): el más famoso de los diez grandes discípulos de Bashō: conocido por la gran vitalidad y tono de su obra, incluso en oposición a la sobriedad de Bashō.
TAKEBE RYŌTAI 建部凌岱 (1719-1774): monje y haijin, también fue un pintor de talento.
SANTŌ KYŌDEN 山東京伝 (1761-1816): uno de los principales autores de la literatura de entretenimiento (gesaku) de la era Edo.
TOSA MITSUNORI 土佐光則 (1583-1638): pintor de la escuela Tosa, uno de los mayores exponentes del estilo yamato-e.
OGATA KŌRIN 尾形光琳 (1658-1716): pintor de la escuela Rinpa, famoso por sus lacados y el uso del pan de oro.
HATTORI RANSETSU 服部嵐雪 (1654-1707): uno de los diez principales discípulos de Bashō, después de su muerte fundó una propia escuela, compitiendo con Kikaku como el mayor haijin de Edo .
IKE NO TAIGA 池大雅 (1723-1776): pintor de la escuela Nanga, autor con Yosa Buson de la colección de ilustraciones Diez cosas útiles, diez cosas bellas (1771).
KAYA SHIRAO 加舎白雄 (1738-1791): haijin del periodo Edo, gran admirador de Bashei.
RAI SAN’YŌ 頼山陽 ( 1781-1832): historiador, erudito confuciano y poeta.
IHARA SAIKAKU 井原西鶴 (1642-93): autor de prosa (a menudo con un tema erótico), también famoso como hajin de la escuela Danrin, fue uno de los más grandes escritores de la era Genroku.
MATSUO BASHŌ 松尾芭蕉 (1644-1694): el poeta de haikai más famoso, protagonista absoluto de Bashō en fragmentos de Shiki y otros innumerables textos.

Cuarenta años
SHIMIZU HAMAOMI 清水浜臣 (1776-1824): médico, erudito literario y poeta waka.
WATANABE KAZAN 渡辺宰山 (1793-1841): erudito, político y pintor, con un estilo que mezcla influencias occidentales y pintura japonesa.
SHIKITEI SANSA 式亭三馬 (1776-1822): autor en prosa e ilustrador de ukiyo-e.
KŌNO RIYŪ 河野李由 (1662-1705): monje y haijin, conoció a Bashō en vida y tras su muerte colaboró con Morikawa Kyoriku en la recopilación de sus máximas.
NAGASAWA ROSETSU 長沢芦雪 (1754-1799): pintor del período Edo tardío, conocido por su estilo peculiar, que mezcla el detalle, las primeras influencias occidentales y la rápida ejecución de la pintura zen.
NAITŌ JŌSŌ 内藤丈草 (1662-1704): monje zen, uno de los diez principales discípulos de Bashō.
HIDARI JINGORŌ 左甚五郎 (1584?-1644): arquitecto y escultor, construyó el mausoleo de Ieyasu Tokugawa en Nikkō.

Treinta años
RŌKA 浪化 (1672-1703): monje de la secta Jōdo Shinshū, posterior discípulo de Mukai Kyorai.
KAWASAKI SHIGETAKA 川崎重恭 (1798-1832): erudito, compiló una colección de trajes típicos del período Edo.

Veinte años
MINAMOTO NO SANETOMO 源実朝 (1192-1219): último shōgun del clan Minamoto, fue depuesto muy joven y se dedicó a la poesía bajo la dirección de Fujiwara no Teika, mostrando un notable talento. Fue asesinado a la edad de veintinueve años por su sobrino Yoshinari.
FUJIWARA YASUYOSHI 藤原保吉 (1760-1784): haijin, fue alumno de Kaya Shirao.

ANEXO II
La escuela de Bashō y otros artistas

En su ensayo Shiki cita numerosas figuras del mundo del haikai de la época de Bashō, haijin sucesivos así como a los literatos que les precedieron. En este anexo se recogen sus nombres y una mención biográfica.

Los “diez sabios” de la escuela de Bashō: (蕉門十哲)
La tradición asiática ha llevado a menudo, argumenta el propio Shiki, a reunir en torno a un maestro a muchos discípulos de talento. En una referencia casi seria a los “diez sabios” (十哲) que estudiaron con Confucio, a los diez alumnos con más talento de la escuela de Bashō también se les conoce a menudo con este epíteto. Cada uno de ellos tiene méritos poéticos y literarios diferentes, y su obra ha tenido fortuna dispar (tanto que no todos se ponen de acuerdo en los nombres de esta lista): cada uno de sus nombres, sin embargo, permanece indisolublemente ligado al del maestro Bashō.

TAKARAI KIKAKU 宝井其角 (1661-1707)
Hijo de un médico de Edo, conoció a Bashō a través de su padre ya en los primeros años de su estancia en la capital, y pronto se convirtió en su discípulo: se distinguió tanto por el talento como por la la gran diferencia en la personalidad del maestro. Kikaku ama la comida, el sake (morirá a los 47 años, probablemente por esta costumbre), y en el haikai prefiere ambientes llenos de vida y movimiento. La poesía de Kikaku está ambientada en el mundo burgués de la metrópolis, no desdeña los temas vulgares más cercanos al primer haikai, y a menudo hace gala de su gran capacidad técnica – en esto, sin embargo, es el polo opuesto a la fascinación de Bashō por la vida esencial de taoístas y budistas que se recluyen, y su propensión al ideal estético del sabi (soledad y pátina del tiempo). A la muerte de Bashō, con quien a lo largo de los años había habido cierta tensión por estas diferencias poéticas, se convirtió en el maestro de haikai más importante de Edo, y fundó la escuela conocida como Edo-za.
Las marionetas golpean / sus tambores: / los cerezos están en flor

HATTORI RANSETSU 服部嵐雪 (1654-1707)
Originario de Awaji, fue un fiel discípulo del estilo Bashō. De joven era un visitante frecuente de los distritos de ocio de Edo; en el mismo período, sin embargo, conoció a Bashō y se convirtió en su alumno ya en 1673, siendo de los primeros en unirse a su escuela. A los veintiséis años vio aparecer sus obras en algunas de las primeras antologías de la escuela Bashō (Castañas vacías). Seguirá estando muy cerca del maestro, quien comparará a él y a Kikaku con un sauce y una flor de cerezo: lo que es típico de Ransetsu es de hecho una belleza serena y austera, más cercana a la melancolía. A la muerte de Bashō toma los votos budistas, pero desde su ermita sigue componiendo poesía y “La choza de Ransetsu” será, junto con la escuela Kikaku, quien lleve el control del haikai en Edo.
Una hoja cae, / otra en cambio / vuela en el viento

MORIKAWA KYOROKU 森川許六 (1656-1715)
Morikawa Kyoroku (o Kyoryoku) fue uno de los exponentes de la escuela Bashō de Ōrni (hoy Shiga, es la provincia alrededor del lago Biwa, no lejos de Kioto). Samurai empleado al servicio de un daimyō local, li Naosumi, Kyoriku estudia esgrima, poesía china y pintura (al estilo de la escuela Kanō). Se acerca al haikai solo más tarde, primero estudiando el estilo Danrin y luego con Esa Shōhaku, un maestro local de Shōmon. Fue a Edo en 1691 y estudió tanto con Ransetsu como con Kikaku, y finalmente conoció a Bashō. Él le dio su nombre de haijin: el seudónimo Kyoriku 許六 se refiere literalmente a las “seis artes” dominadas por Morikawa. Bashō le da a Kyoriku sus lecciones durante solo diez meses, pero también estaba contento de aprender técnicas de pintura de él. Bashō recuerda un diálogo entre ellos sobre el tema en uno de sus haibun, Palabras de saludo a Kyoriku: «“¿Por qué te gusta pintar?” le pregunté. “¡Por la poesía!” “¿Y por qué te gusta la poesía?”“ ¡Por la pintura!”» Y así las dos artes tienen un solo uso. Un verdadero caballero debe evitar sobresalir en demasiadas cosas diferentes: por lo tanto, es loable tomar dos talentos y convertirlos en uno. Después de la muerte de Bashō, Kyoriku continúa su trabajo en Ōrni y afirma haber recibido información secreta sobre el verdadero significado de la poesía del Maestro.
El compilador de Fūzoku monzen 風俗文選, una colección de haibun de Bashō (1706), editó junto con Kyorai otro documento central sobre la poética de Shōmon, el Haikai mondō (Diálogo sobre haikai, 1697).
Diez pasteles de arroz / contando los más pequeños / viento de otoño

MUKAI KYORAI 向井去来 (1651-1704)
Kyorai nació en una familia de samuráis en Nagasaki. Inicialmente recibe una educación militar, pero a la edad de veintitrés años renuncia al rango de samurái y comienza a dedicarse a la poesía: en 1684 conoce a Takarai Kikaku, quien le presenta a Bashō.
Es otro de los discípulos de Bashō que vive lejos de Edo: Kyorai vive en una pequeña casa al oeste de Kioto. Se dice que un otoño pensó en vender los frutos de caqui cultivados en su pequeño jardín, pero la noche de antes de venderlos, el viento los había tirado todos; el episodio le recordó el poco sentido que tenía preocuparse por asuntos materiales, y bautizó su morada como Rakushisha, “la Casa de los Caquis Caídos”.
En 1691 el propio Bashō será su invitado en Rakushisha, donde escribirá el Diario de Saga. Kyorai es el compilador de dos de las colecciones poéticas de Shōmon, Arano (1689) y Sarumino (junto con Bonchō, 1691), y de la que ahora se considera la colección más fiel de las enseñanzas de Bashō, las Notas de Kyorai (Kyoraishō, 1702).
Frescor: / más allá de la lluvia torrencial / la sombra del atardecer

KAGAMI SHIKŌ 各務支考 (1665-1731)
Originario de la prefectura de Mino (hoy Gifu), durante su infancia fue aprendiz en un templo zen local, el Daichi-ji. A los diecinueve años volvió al laicado (manteniendo hábitos y actitudes monásticas) y comenzó a viajar y a completar su aprendizaje poético y filosófico. Shikō ingresa en la escuela de Bashō tras conocerlo en Ōrni en 1690 y lo sigue hasta Edo al año siguiente. Poco tiempo después, se compila la primera colección de anécdotas y discusión crítica del Shōmon, Bosque de pinos y kuzus (Kuzu no matsubara, 1692).
Shikō se destaca rápidamente por su tratamiento teórico, incluso más que por su producción poética: discutirá a menudo con otros discípulos de la escuela, y es recordado por carácter difícil. Al morir Bashō, Shikō comienza a viajar por Japón recogiendo y ordenando las cartas del maestro y elabora su propia teoría filosófico-poética, centrada en el concepto de kyojitsu 虚実, una particular mezcla de lo real y lo inventado dentro del lenguaje poético (Otros cinco ensayos sobre haikai, 1699, y más tarde Diez ensayos sobre haikai, 1719). Para dar fuerza a sus posiciones teóricas, Shikō explotará su trabajo de recopilación de los papeles de Bashō, para falsificar documentos y atribuir al maestro el núcleo de su producción filosófica.
El Viejo Maestro me dijo: “haikai no es más que mentir de la manera correcta, pero no hables de esto con aquellos que no saben lo que es verdadero y falso, con aquellos que no entienden completamente lo que es haikai” (Diez ensayos sobre haikai, IV).

NAITŌ JŌSŌ 内藤丈草 (1662-1704)
Nació en el seno de una familia de samuráis en la prefectura de Owari (hoy Aichi) y su infancia estuvo marcada por la muerte prematura de su madre. Se forma en el estudio de los clásicos chinos y del zen: desde muy joven se ve obligado a enfrentarse a problemas de salud y pérdida del estatus de la familia: abandonó entonces el rango de samurái en 1688, y al año siguiente, gracias a la amistad con Kyorai, se convierte en discípulo de Bashō. Continúa dedicándose tanto al haikai como al zen: se tralada al templo Gichū-in (Saga), pero estará junto a Bashō durante su viaje al área de alrededor de Kioto. Es el discípulo de Bashō que más plenamente toma la idea del sabi, pero también sabe dotar a su poesía de una sutil ironía. Es autor de una colección de ensayos en prosa, Durmiendo sobre la hierba (1693), y del epílogo de la colección Sarumino. Es uno de los discípulos que más tiempo llora la muerte de Bashō (se dice que guardó un luto de tres años), y sin dejar de ser una personalidad poética de gran importancia, pasa los últimos años de su vida en una intensa actividad religiosa: la enfermedad empeora progresivamente, y muere con apenas cuarenta y dos años.
Granizada: / cae desde el fondo / de la soledad

SUGIYAMA SANPŪ 杉山杉風 (1647-1732)
Nacido en Edo, en el distrito de Nihonbashi, Sanpū era un comerciante exitoso: el comerciante oficial de pescado del gobierno del shogunato, y poseía una gran cantidad de tierra en el área adyacente al río Fukagawa. Conoció a Bashō poco después de su traslado en busca de fortuna a Edo, y es uno de sus primeros y más fieles discípulos (probablemente ya en 1678). Sanpū usó sus contactos para conseguirle a Bashō un breve empleo como trabajador de obras hidráulicas en Kanda (1678-80), y, sobre todo, le regaló la cabaña de Fukagawa que se convertirá en su hogar poético y en el origen del seudónimo Bashō, inspirado en el plátano de su pequeño jardín. Incluso al comienzo del ya mencionado viaje de 1689 el Camino al norte (Oku no hosomichi) Bashō se hospedó en la casa de Sanpū. En 1694, el shōgun Tokugawa Tsunayoshi se volvió obsesionado con los animales, y además de promulgar edictos en defensa de los perros, también cierra el mercado oficial de pescado de Sanpū, que sin embargo tiene medios suficientes para seguir viviendo una vida cómoda. Sus composiciones están incluidas en muchas colecciones de Shōmon, pero tras la muerte del maestro surgen algunos celos con los dos discípulos restantes en Edo, Kikaku y Ransetsu. Muere a los ochenta y seis.
Mi puerta de paja: / tu viaje comienza / bajo la sombra de las flores

SHIDA YABA 志太野壊 (1662-1740)
Originario de la provincia de Echizen (hoy Fukui); parte todavía joven para Edo, donde trabaja como cambista para Mitsui Echigo-ya, una empresa comercial que realiza este servicio para el shogunato. Yaba rápidamente se convierte en el contratista principal, y en el mismo período comienza a estudiar haikai primero con Kikaku y luego con el propio Bashō. Su obra está incluida en la colección Otras castañas vacías, y es uno de los compiladores de la antología Un saco de carbón (1694). Tras la muerte de Bashō, primero se trasladó a trabajar a Nagasaki (1698- 1701) y desde 1704 estuvo en Osaka, donde se convierte en autoridad del Shōmon local. Luego seguirá viajando por el oeste de Japón, en Shikoku y Kyūshū, reuniendo a nuevos estudiantes. Su estilo está marcado por la idea del karumi, “ligereza”, que Bashō elaboró en el último período de su actividad poética y considera que es el punto más alto de su búsqueda.
Comienza el otoño:/ al terminar el trueno / el canto de un gorrión

OCHI ETSUJIN 越智越人 (1656-1739?)
Originario de la provincia norteña de Echigo (hoy Niigata), se mudó a Nagoya y pasó a formar parte del mundo del haikai local; marcha con Bashō en el viaje que será el punto de partida del Diario de Sarashina, y se queda con él en Edo. Aquí participa en encuentros de poesía como Treinta noches en la cabaña de Bashō, organizado en honor a su regreso, y se convierte en parte del mundo del haikai local . Bashō le envió este retrato suyo en una carta: «Jūzō de la provincia de Owari se llama Etsujin, nombre que proviene de su lugar de nacimiento. Ahora se esconde en la ciudad, pero solo para abastecerse de comida y bebida. Si trabaja dos días, se divierte otros dos; si el trabajo dura tres, tiene tiempo para otros tres días buenos. Le encanta el vino y recita La Saga de Heike cuando está borracho. ¡Un muy buen amigo, por cierto!».
El sonido de una carpa / sobre agua oscura / una ciruela blanca

TACHIBANA HOKUSHI 立花北枝 (1665? -1718)
Nacido en Kanazawa, no se sabe exactamente cuándo, proviene de una familia de artesanos especializados en el pulido de espadas. Es uno de los haijin más importantes de las provincias del norte, y se une al Shōmon relativamente tarde, mientras que Bashō hace escala en Kanazawa en su viaje al norte de Japón, cuenta en El sendero por el Norte (1689), y parte con él desde Kanazawa llegando a Matsuoka (hoy Fukui). De vuelta a Kanazawa, en 1690 sufre el gran incendio que arrasa la ciudad y quema su casa: escribirá un hokku elogiado por el propio Bashō y luego incluido en la colección Sarumino .
Todo está en llamas: / pero los cerezos en flor / ya habían caído

Otros artistas mencionados por Shiki

AMANO TŌRIN 加藤桃隣 (1773-1806): haijin de Edo en contacto con Bashō, colaboró en la compilación del Sumidawara y le presentó Kyoriku.
CHIKUJI 竹二 (1760-1835): haijin y samurái de bajo rango originario de Namegawa, estudió medicina en Edo y se convirtió en médico oficial del señor de Tōdō. En 1798 compiló la biografía Verdadera vida del anciano Bashō.
CHŌMU 蝶夢 (1732-1795): monje y haijin. Originario de Kioto, en 1740 ingresó en el templo Hōkoku-ji (de la escuela de la Tierra Pura). Comenzó a estudiar haikai desde muy joven, y fue uno de los protagonistas del renacimiento de Bashō: organizó una importante celebración en el centenario de su muerte, y compiló una colección de sus hokku, una de sus prosas y otra con sus poesías colectivas y sus aforismos.
ESA SHŌHAKU 江左尚白 (1650-1722): haijin y médico, nacido en Ise pero pronto se trasladó a Ōmi. Inicialmente discípulo de Teimon, conoció a Bashō durante su viaje al Oeste en 1685 y entró en el Shōmon. Se volverá uno de los representantes de Bashō en la región, y acercará a Kyoriku a la poética de la escuela.
HIROSE INEN 広瀬惟然 (1648-1711): haijin, discípulo de Bashō. Nació en la provincia de Mino (hoy Gifu) en una familia de productores de sake; trabajó en Nagoya como comerciante, pero a los treinta y nueve deja a su esposa e hijos para tomar los votos budistas. Conoce a Bashō tras su regreso del viaje al Norte, y se mudará con él a Kansai, permaneciendo cerca de él en los últimos años de su vida y en el momento de su muerte.
IWATA RYŌTO 岩田涼菟 (1659-1717): originario de Ise, colaboró con Kikaku en Edo y luego mantuvo estrechas relaciones con Shikō, fundando una escuela de haikai en Ise.
JIROBEI 次郎兵衛 (? -?): Jirobei es uno de los personajes asociados a la vida de Bashō: no fue un poeta, sino uno de sus más fieles seguidores, desde temprana edad y hasta la muerte de Bashō, tanto que algunos intérpretes han pensado en un vínculo de sangre.
KAKIMOTO NO HITOMARO 柿本人麻呂 (660-724): aristócrata y poeta de la era Asuka, es una de las personalidades más influyentes de la poesía japonesa temprana y uno de los autores más reppresentados en el Man’yōshū, tanto para tanka como para la forma mas antigua del poema largo (la chōka).
KAMO NO CHOMEI 島長明 (1155-1216): poeta y autor de prosa. Nacido en Kioto, en el seno de la familia encargada de gestionar el santuario de Shimogamo, en 1204 a pesar del apoyo del ex-emperador Go-Toba, perdió su cargo por problemas políticos: así que hizo los votos budistas y se retiró a una pequeña choza en Hino. Aquí escribe su obra maestra en prosa, Memorias de una ermita, y el tratado de poesía Notas sin nombre (Mumyōshō).
KATŌ KYŌTAI加藤暁台(1732-1792): nacido en una familia de samuráis de Nagoya, junto con Buson fue uno de los protagonistas de un renacimiento del haikai inspirado en Bashō, reeditó las Notas Kyorai.
KAWAI OTOKUNI 河合乙州 (1675-1720): haijin originario de la zona de Kioto: hacia 1680 fue alumno de Esa Shōhaku, y en 1689 conoció a Bashō, con quien pasó un tiempo en Gichū-ji y en la Morada Ilusoria. Es considerado como uno de los estudiantes que mejor capta la idea del karumi.
KAYA SHIRAO 加舎白雄 (1738-1791): haijin originario de Fukagawa, fue junto a Buson y Ryōta uno de los protagonistas del renacimiento del haikai de la era Tenmei (1780-1789). También famoso por su admiración por Bashō y por su tratado de introducción al haikai, el Haikai sabishiori.
KŌNO RIYŪ 河野李由(1662-1705): monje y haijin, fue exponente del Shōmon en Ōmi. Conoció a Bashō en 1691, durante su visita a la Casa de los caquis caídos (Rakushisha) de Kyorai, cerca de Kioto. Fue muy cercano a Morikawa Kyoriku y compiló varios textos del Shōmon con él, incluida la colección de prosa Fūzoku monzen y el tratado poético El sacerdote de Uda (1701).
KUJŌ YOSHITSUNE 九条良経 (1169-1206): noble y poeta de la familia Fujiwara que vivió entre Heian y Kamakura, fue regente imperial de 1202 a 1206. En 1205 escribió el prefacio del Shinkokinshū, y 79 de sus waka están incluidos en la antología.
MIZUTA MASAHIDE 水田 正秀 (1657-1723): haijin del período Edo nacido en una familia de samuráis, estudió primero con Esa Shōhaku y luego con el mismo Bashō: construirá una ermita poética, la Cabaña Sin Nombre, en el templo Gichū-ji en el área de Shiga, que se convertirá en uno de los centros del haikai local .
MONONOBE SŌRAI 物部祖棟 (1666-1728): más conocido como Ogyū Sōrai, fue el mayor erudito confuciano de la era Tokugawa. Para Sōrai, el estudio de los clásicos chinos, su lengua y su historia política, es la respuesta a la necesidad de renovación del régimen político japonés.
MOTOORI NORINAGA 本居宣長 (1730-1801): nacido en Ise, estudió medicina y literatura en Kioto. Norinaga fue el principal filólogo y teórico del lenguaje de la era Tokugawa: su trabajo se centra en el análisis y la exégesis de clásicos japoneses como el Kojiki y el Genji monogatari, incluso en oposición a los modelos culturales chinos.
NAITŌ MEISETSU 内藤鳴雪 (1847-1926): haijin y político originario de Matsuyama, fue conciudadano de Shiki y su maestro.
NAKAGAWA OTSUYŪ 中川 乙由 (1675-1739) : haijin originario de Ise, en contacto con Bashō y Shikō y luego alumno de Iwata Ryōto.
NISHIYAMA SŌIN 西山宗因 (1605-82): haijin, nacido en una familia de samuráis de Higo (hoy Kumamoto, Kyūshū) se traslada a Kioto siendo aún joven para estudiar poesía por sugerencia del señor feudal Katō Masakata. Tras convertirse en maestro de renga en Osaka, disfrutó de un éxito considerable y más tarde fundó su propia corriente de haikai, el Danrin. El estilo Danrin se caracteriza por la libertad formal, la pasión por los juegos de palabras y una métrica anómala, con mayor atención aún a los temas más populares y al humor que los haikai anteriores. Ihara Saikaku fue discípulo de Danrin, y la escuela ejerció una influencia considerable sobre el propio Bashō.
NOZAWA BONCHŌ 野 沢凡兆 (1640-1714): haijin, probablemente nativo de Kanazawa, fue otro de los principales discípulos del Shōmon (a veces figura entre los “diez sabios”). Se mudó a Kioto y estudió como médico, y conoció a Bashō en 1988, convirtiéndose en su discípulo y mostrando un talento notable. Su esposa Tome también era una haijin de talento, y su trabajo está incluido en las antologías El campo salvaje y El impermeable del mono, compiladas por Bonchō junto con Kyorai. Pronto se aleja de la escuela de Bashō, y los últimos años de su vida se trastocan cuando en 1701 tras un asesinato es encarcelado: después de cumplir su condena, se traslada a Osaka y muere en la pobreza.
ŌSHIMA RYŌTA 大島募太 (1718-87): haijin, originario de Shinano, uno de los autores del renacimiento del haikai de la era Tenmei. Se traslada a Edo y trabaja para el gobierno del Shogunato como experto textil. Comenzó a estudiar haikai en 1740, y en 1742 volvió sobre los pasos de Bashō siguiendo su itinerario del Camino del Norte. Es el autor de Explicación del ku de Bashō (1759).
OZAWA NANIMARU 小沢何丸 (1761-1837): médico, erudito literario y haijin de Shinano (ahora Nagano), fue alumno de Ozawa Roan; compiló el Gran Espejo de las Siete Colecciones, una colección comentada de antologías de haikai, y el Compendio de Explicaciones del Ku del Maestro Bashō (1826).
SAIGYŌ 西行 (1118-1190): noble, monje y poeta que vivió entre los períodos Heian y Kamakura. Abandonar el rango de noble después de haber estado al servicio del ex-emperador Go-Toba con tan solo veintitrés años, en un periodo de incertidumbre y transición política entre la antigua corte y el primer régimen del Shogun. Habiendo tomado sus votos, Saigyō comienza una serie de viajes por Japón que luego inspirarán al propio Bashō. Su waka se aleja de los temas de la corte, y comienza a explorar el tono melancólico de la naturaleza, la soledad (sabi), y escenarios que reflejan su contacto con el mundo de las personas y la vida del viajero. Toda la poesía de Saigyō está atravesada por el conflicto entre la renuncia budista al mundo y el encanto de su belleza. Entre sus obras, La colección de La ermita de la montaña, que recoge 1560 composiciones.
SHIINOMOTO SAIMARO 椎本才麿(1656-1738): haijin, originario de Uda. En Kioto y Osaka estudió haikai al estilo Danrin primero con Ihara Saikaku y luego se convirtió en alumno del propio Nishiyama Sōin. Más tarde se mudó a Edo y se convirtió en discípulo de Bashō.
SŌGI 宗紙 (1421-1502): monje y poeta de renga. De origen humilde, se hizo monje zen en el templo Shokokuji de Kioto, donde estudió waka, renga y poesía china. Con el empeoramiento de la situación política en Japón, que se acerca a una guerra civil, abandona la capital y comienza a viajar, participando en diversos encuentros poéticos en las distintas provincias del país. Entre sus obras maestras, Tres poetas en Minase, de una reunión en 1488 en honor del ex-emperador Go¬Toba, y Tres poetas en Yuyama (1491). También estuvo activo como comentarista de clásicos, incluido el Genji monogatari .
SUGAWARA NO MICHIZANE 菅原道真 (845-903): Poeta, erudito y político de la era Heian, famoso por su habilidad en waka y poesía en chino (kanshi). Deshonrado por razones políticas, murió en el exilio en Dazaifu, en Kyūshū. Las calamidades naturales que sucedieron en la capital después de su muerte se atribuyeron a la ira de su espíritu, y se construyó un santuario en su memoria al norte de Kioto, luego Michizane se declaró oficialmente un kami. Todavía es popular como patrón de los estudiantes.
TACHIBA FUKAKU 立羽不角 (1662-1753): haijin de la escuela Teimon, que evoluciona progresivamente hacia un estilo más sencillo y popular. También fue autor de cuentos sobre el mundo flotante.
TAKAKUWA RANKŌ 高桑闌更 (1726-98): haijin, uno de los nombres del renacimiento del haikai en la era Tenmei. Nacido en una familia de comerciantes en Kanazawa, se mudó a Kioto y trabajó allí como médico. Gran admirador de Bashō, en 1783 construyó un pabellón en su honor en Kioto (Bashō-dō), y recopiló y reimprimió los escritos de Shōmon.
TANAKA TSUNENORI 田中常矩 (1643-1682): haijin, que se convirtió en alumno de Nishiyama Sōin, alcanzó un papel importante en la escuela Danrin de Kioto.
YAMAGUCHI SODŌ 山口素堂 (1642 – 1716): haijin y amigo de Bashō. Nació en Kai (ahora Yamanashi) en una familia de productores de sake. Confiando la actividad a su hermano menor, parte a estudiar poesía, primero en Edo y luego en Kioto. Regresa a Edo en 1675 y conoce a Bashō, de quien se hace amigo (pero no discípulo).
YAMAMOTO KAKEI 山本荷兮 (1648-1716): médico y haijin, nativo de Nagoya: discípulo de Bashō, colaboró en la redacción de Días de invierno, Días de primavera y El campo salvaje. Más tarde se alejó del haikai para dedicarse al renga.
YOSA BUSON 与謝蕪村 (1716-1784): pintor y haijin, es considerado el segundo gran exponente del género después de Bashō. Originario del área de Osaka, primero se mudó a Edo, donde estudió haikai con Hayano Hajin, y luego, a la muerte del maestro, se trasladó a Ibaraki: de aquí, en 1742, partió siguiendo las huellas del viaje de Bashō por el Norte. Continúa viajando y luego se instala en Kioto, donde trabajará como pintor y profesor de haikai . Buson es un maestro del haiga, la integración de la prosa haibun, el haikai y la pintura en una sola obra; en su estilo poético mientras alimenta una sincera atracción por el sabi de Bashō, se inclina naturalmente por un estilo vibrante y visual, más efectivo en el paisaje que en el detalle, y en cierto modo anticipando el “boceto del natural” (shasei) propuesto luego por Shiki.

NOTAS :

[1] Bodhidarma (siglos V-VI), fue un monje indio considerado tradicionalmente como el primer patriarca del budismo Zen [Chan] en China; Kōbō Daishi es el título póstumo de Kūkai (774-835) el fundador de una de las principales corrientes budistas japonesas, la Shingon; y Nichiren (1222-82) es otra personalidad importante del budismo japonés, defensor de una reforma doctrinal y devocional centrada en el Sutra del Loto.

[2] Hōben 方便: traducido del sánscrito upāya, «medio» o » hábil medio», es una idea básica de la enseñanza budista, según la cual está concebida para adaptarse a los tiempos, circunstancias y capacidad de comprensión de cada uno.

[3] Shiki cita con las lecturas japonesas los nombres honoríficos de Yan Hui, Duanmu Ci y Zhong You, tres de los discípulos más famosos entre los setenta y dos estudiantes de Confucio.

**Para un perfil más preciso de los principales discípulos de la escuela de Bashō, véase el Anexo II.

[4] Kenpaku dōi   堅白同異  es una expresión de origen chino que hace referencia a un argumento del filósofo Gongsun Long 公孫龍 (325-250 a.C.). Famoso por paradojas lógicas, en el «argumento de blanco y duro» Long observa cómo la dureza de una piedra se siente con la mano, mientras que el blanco es lo que puedes percibir con el ojo, incluyéndose ambas cualidades en el mismo cuerpo (es decir, son una unidad) sin dejar de ser distintas (y por lo tanto, una diversidad). Si bien esta y otras paradojas exploradas por Gongsun Long y la «Escuela de los Nombres» tienen una relevancia lógica real, la expresión ha adquirido un sentido irónico y ha comenzado a usarse como ejemplo de una sutileza inútil.

[5] Yūgen 幽玄, literalmente «oscuro e indistinto» es un término utilizado inicialmente en China y en el mundo budista para describir el «profundo misterio» del mundo. Luego se extendió en la estética del waka del Japón medieval, hasta ser considerado uno de los mayores modelos estilísticos de este género: retomando su significado original de oscuro, tenue, yūgen es la particular belleza que exhibe una escena en la que lo visible y lo presente están a punto de ocultarse y ausentarse, o ya remiten a estas experiencias de ocultación.

[6] El ku está dedicado a Setsudō, hijo de Ajiro Minbu (1640-83), poeta de haikai y sacerdote sintoísta en Ise. Lo dice en su Cuaderno en la mochila (Oi no kobumi).

[7] Kawazu awase 蛙合es la colección de versos compuestos durante un concurso poético [awase] realizado en abril de 1686 en la choza de Fukagawa: el tema del día fue precisamente «rana», y el hokku de Bashō fue recitado al comienzo de la competición para inspirar el evento. La publicación de Días de invierno [Fuyu no hi 冬の日], una antología de la escuela poética de Bashō editada por Yamamoto Kakei山本荷兮 (1648-1716), se remonta al final del mismo año.

[8] 正風 shōfū: uno de los términos comúnmente utilizados para referirse al estilo de un maestro es el carácter de «viento» 風 , no muy diferente de las expresiones europeas como «aire», «aura» o «atmósfera». El segundo carácter del nombre Bashō tiene la misma lectura que el carácter de «verdadero», «correcto» 正, y así los discípulos comienzan a escribir «estilo Bashō» 風como «estilo correcto» 正風en señal de respeto.

[9] Shiki cita la descripción de la práctica zen expuesta en Fukanzazengi 普勧坐禅議 [Instrucciones universales para la práctica de zazen], una breve serie de instrucciones escritas por el maestro zen Dōgen en 1227, al regreso de su estancia de estudios en China.

[10] ありの儘  ari no mama: la expresión se reporta en japonés coloquial, pero se refiere al concepto budista de tathātā (“talidad” o “así”): idea central en el Zen que indica la condición de las cosas mismas, no afectadas por las distorsiones del pensamiento, y el estado mental que logra sintonizar con este nivel de la realidad.

[11] Esta es una anécdota relatada por Kagami Shikō en Kuzu no matsubara 葛の松原 [El bosque de pinos y kuzu], un tratado sobre el haikai de 1692.

[12] Mientras que hoy con el mismo nombre nos referimos más a menudo al convólvulo o enredadera.

[13] El Haikai sabi-shiori俳譜寂栞, es un compendio de explicaciones sobre haikai pensado como una introducción para principiantes por Kaya Shirao 加舎白雄 (1738-91).

[14] El Kyōraishō 去来抄(Apuntes de Kyorai, 1704) es uno de los textos de teoría literaria más importantes de la escuela Bashō, recopilado por Mukai Kyorai a partir de las diversas ocasiones en que el Maestro había expuesto o discutido con otros los principios de su poética. Una traducción integral está en R. Siéffert, Le Haïkaï selon Bashō, Traités de poétique, POF, París 1989.

[15] El kigo 季語, palabra o tema estacional que es un aspecto necesario en la época de Bashō, tanto como referencia concreta a la época del año en el hokku individual, como elementos que aluden a pasajes estacionales en las composiciones secuenciales de la cadena del haikai. Además de la primavera, el verano, el otoño y el invierno, incluyen el Año Nuevo como su “quinta estación” que, siendo el calendario lunar, se celebraba en febrero, justo antes de la primavera. La discusión citada por Shiki se informa en Kyōraishō (III, 3): a la pregunta de Ushichi sobre el ku sin referencia a una estación, se responde que mientras algunos no tienen una referencia estacional, en otros este detalle debe captarse observando el poema completo. Este es el caso del ku del mono. Véase Siéffert, op. cit., pág. 59.

[16] El de fūryū (風流literalmente “flujo de viento”) es uno de los conceptos más complejos y contradictorios de la poesía asiática: puede indicar la belleza de la naturaleza y la capacidad estética del artista que vuelve a ella, pero también las costumbres tradicionales de un pueblo y su contexto cultural, (una descripción que también se podría aplicar a las canciones de siembra percibidas por Bashō). “El inicio de la poesía” puede considerarse tanto como una observación sobre el inicio del viaje de Bashō hacia el norte de Japón, como una reflexión sobre cómo lo que marca el inicio de la vida poética es precisamente un canto de trabajo durante la siembra, en que el humano descubre el ritmo y el poder de las palabras en medio del cansancio de la supervivencia.

[17] Shiki cita dos versos contenidos en unos poemas de Li Bai (701-762), uno de los poetas chinos más queridos en la historia literaria de Japón. El primero, Observando el Monte de la Puerta Celestial, dice:

天門中断楚江開

碧水東流至此回

两岸青山相对出

弧帆一片日边来

La puerta del cielo se ha agrietado a lo largo del río Long

las aguas de jade fluyen hacia el este y regresan aquí

montañas verdes se enfrentan en ambas orillas

una vela solitaria se puede ver en el resplandor del sol

El segundo describe la cascada de Lushan:

日照香櫨生紫煙

選看爆布掛前川

飛流直下三千尺

疑是銀河落九天

El sol brilla en el pico del incienso, surgen vapores de añil

A lo lejos se puede ver la cascada en el río

el agua vuela y fluye y cae desde una altura de tres mil pies

como la vía láctea de los nueve cielos

En China y Japón, la Vía Láctea es literalmente el “Río del Cielo”.

[18] La referencia es a una anécdota de la historia china: Zi Si (481-402 a. C.), filósofo y nieto de Confucio, regañó al Duque de Wei cuando supo que había rechazado los servicios de Gou Bian, un general de extrema valía, porque como administrador provincial había tomado y comido dos huevos. Por un pecado venial, había advertido Zi Si, el Duque de Wei estaba en peligro de renunciar a una persona de gran talento.

[19] Se trata de una expresión atribuida al Príncipe Jizha de Wu.

[20] Man’yōshū 2-131

[21] 造化zōka: literalmente «creación y cambio», es un término que se refiere tanto a la calidad creativa del mundo natural como a la creatividad artística presente en el proceso de la naturaleza, del cual el propio artista se vuelve partícipe. Es una idea de origen taoísta, que también retoma Bashō como apasionado lector de Zhuangzi.

[22] Renga: poema encadenado (aquí por abreviación de俳譜の連歌 haikai no renga, poesía cómica encadenada). La poesía japonesa tiene desde sus orígenes una tendencia a la composición y uso colectivo. La poesía cortesana desarrollada en la era Heian (794-1185), la tanka (7-5-7 / 7-7 sílabas), se componían frecuentemente con ocasión de concursos poéticos (uta-awase) sobre determinados temas, y posteriormente se instauró la costumbre de concatenar estas composiciones, confiando las primeras 17 sílabas (maeku) a un autor, añadiéndose las otras 14 (tsukeku o waki) a otro poeta; el mismo proceso podría repetirse varias veces. En el renga cada línea se vincula únicamente con la inmediatamente anterior, reuniendo sus atmósferas y referencias estacionales y literarias para trasponerlas en una dirección inesperada. Como en el montaje de una película, la escena del renga cambia varias veces de lugar, estación y tono emocional. Ya se encuentran ejemplos de renga en el Man’yōshū, la primera colección poética japonesa, pero realmente se estableció como género en la segunda parte de la Edad Media japonesa (por ejemplo, la obra del poeta errante Sōgi), y alcanzó mayor popularidad en su versión cómica (haikai no renga o renpai) en el período Edo (1603-1868), típicamente como una serie de 36 líneas concatenadas (歌仙kasen). Bashō es el maestro indiscutible de este género, y su poético peregrinar, registrado en sus diarios, no es solo una oportunidad de inmersión en la naturaleza, sino que también sirve para difundir su estilo a través de la participación en sesiones poéticas por Japón.

[23] Expresión poética que hace referencia a la vida del viajero.

[24] Bashō vivía con la cabeza rapada, ropa similar a la de un bonzo, y en realidad era un practicante de zen, pero nunca tomó votos completos, lo suficiente como para bromear en el Diario de Kashima sobre su estado intermedio entre lo mundano y lo religioso comparándose a sí mismo con un murciélago, una criatura que está a medio camino entre las aves (monjes) y los ratones (laicos).

[25] Sankashū es la principal colección de poesía de Saigyō: consta de 1560 poemas sobre las cuatro estaciones, los viajes, el amor y temas budistas, y refleja directamente sus experiencias como viajero.

[26] Se trata de un fragmento extraído del séptimo día de Hanaya nikki, una colección que reúne los diarios de los discípulos que se encontraban cerca de Ōsaka en el invierno de 1694, durante los últimos días de la vida de Bashō. Además de Du Fu (712 ¬770), un poeta Tang de enorme influencia en la literatura japonesa, el pasaje citado por Shiki también menciona al poeta de la era Heian, Ariwara no Narihira (825-880), al que se hace referencia como modelo de ritmo poético. El Hanaya nikki ahora se considera generalmente una falsificación, muy probablemente elaborado por Bungyō文暁 (1735-1816), un poeta haikai de la era Edo tardía; en la época de Shiki, sin embargo, todavía se consideraba un texto autorizado.

[27] Cf. nota 26.

[28] Otogizōshi 御伽草子: Historias de diversa índole reunidas en folletos ilustrados: a menudo cuentos de hadas o historias de aventuras con una trama muy simple, concebidas para puro entretenimiento o (en el caso de historias de virtud, matrimonio o temas budistas) con fines didácticos.

[29] Akahon 赤本 ”libros rojos” y Kibyōshi 黄表紙 “libros amarillos” son dos géneros de literatura popular impresa del período Edo: los primeros son cuentos cortos ilustrados, especialmente para niños; los últimos, que se hicieron populares más tarde, son variados en temas (misterio especialmente) y en técnicas de impresión más elaboradas, que incluyen ilustraciones en color .

[30] Editorial de Kioto famosa por publicar ukiyozōshi, historias de entretenimiento sobre la vida de libertinos y cortesanas en el mundo flotante, activa desde la era Genroku hasta el siglo XVIII.

[31] Teatro de marionetas desarrollado en Edo (Tokio), centrado en las hazañas de Kinpira, un héroe perteneciente al antiguo clan Minamoto.

[32] 風俗文選Fuzokū monzen y 鶉衣Uzurakoromo son dos colecciones de haibun (prosa compuesta en un estilo afín al haikai, unas veces por su tono y otras por su atención a la sencillez y la belleza natural). La primera fue organizada por Morikawa Kyoriku, uno de los discípulos directos de Bashō, y la otra fue completada más tarde (1788) por Yokoi Yuyū y Ōta Nanpo.

[33] Taiheiki 太平記, “Crónica de la gran paz”: una balada del siglo XIV que combina el relato bélico de los enfrentamientos políticos en la época de Kamakura y un vistazo a las condiciones de vida de la época.

[34] La referencia de Bashō es un poema del monje zen chino Guangwen 広聞 (1127-1279): “Para mi viaje no recojo provisiones, pero río y compongo poesía / bajo la luna de medianoche, entro en la Tierra de la Nada” (路不賚粮笑復歌  三更月下入無何). La referencia a la “Tierra de la Nada” tiene su origen en una expresión del clásico taoísta Zhuangzi.

[35] Dicho de la era Sengoku (1478-1605) que indica cómo en un lugar donde no hay individuos talentosos, incluso una persona mediocre puede parecer inteligente. La “isla sin pájaros” es un nombre tradicional para Shikoku, una de las cuatro islas de Japón: en 1579 Chosokabe Motochika, un señor feudal local, había entrado en correspondencia con Oda Nobunaga, un general a punto de conquistar todo Japón, con la idea de convertirse en su aliado. Se dice que Oda había encontrado esa oferta ridícula, y había comparado a Chosokabe con un murciélago, un animal que vuela, sí, pero que solo se vería bien en comparación con un pájaro de verdad en un lugar donde el segundo no estuviera.

[36] Literalmente un “ser de viento y gasa”: también en este pasaje Bashō está retomando temas y términos de Zhuangzi.

[37] Un shō es una medida que tiene un tamaño aproximado de 1,8 litros. El arare (literalmente «granizada») es un condimento elaborado a partir de pequeños granos crujientes de arroz inflado aromatizado o sazonado con salsa de soja.

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Original:
BASHŌ ZŌDAN
Bashō en fragmentos
escrito por Masaoka Shiki

Traducción italiana:
Editada por Lorenzo Marinucci
julio de 2017

Traducción italiano-español:
Jaime Lorente y Elías Rovira
enero de 2023