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febrero 2018

por Xaro Ortolá “destellos”

ANIMALITOS DE DIOS

Calendario oriental

 

A Grego Dávila, un ser todo bondad, un Bodhisattva de incógnito

 

cae la noche… 

la perra más pequeña 

ladra a los truenos 

 

-Xaro La, destellos

 *

El día 16 de febrero, se celebra el Año nuevo lunar del “Perro de Tierra” LOSAR. Reorganizamos pues el almanaque lunar para poder celebrar el evento aportando por consiguiente los haikus pertinentes a dicho tema.

Este tipo de astrología de cálculo de los ciclos temporales lunares, está considerado como un arte sagrado, el conocimiento de las estaciones y de los elementos permite predecir las circunstancias auspiciosas.

Los cinco Kham o cinco elementos externos: madera, fuego, tierra, metal y agua, se relacionan directamente de forma interna con los doce signos del zodiaco, aportando sus distintas características y peculiaridades de cada signo y de forma secreta, por la observación de los ciclos de la energía cósmica, que siempre ha estado implícita en la verdadera luminosidad de la naturaleza humana.

El estudio del (llamémoslo) milagro de la naturaleza y sus ciclos: flores de ciruelo en primavera, calor en verano, caquis en otoño, nieve en el invierno… tienen un tiempo que corresponde más o menos a lo calculado. La naturaleza (no manipulada) en su pureza intrínseca se guía libremente por todos esos elementos climáticos tales como las lluvias, la sequía, el calor o el frío, la nieve o el deshielo…etc. No es de extrañar pues que haya haikus donde aparecen kigos de distintas estaciones, porque la naturaleza lo establece de esta manera y el haijin lo recoge con completa autenticidad (así debería de ser) como buen notario. ¡Cuánta responsabilidad!

En este haiku de Sampû (discípulo de Bashô) encontramos todas las estaciones aconteciendo simultáneamente en el mismo tiempo con una deliciosa sincronía.

Flor de cerezo,

cuco, luna, nieve…

y acaba el año

-Sugiyama Sampû (1647-1732)

Flor de cerezo: primavera.
Cuco: verano.
Luna: otoño.
Nieve: invierno.

 

PERRO

16 de febrero 2018

“Año del Perro de Tierra”

Perros, perritos, perrazos

Queridos compañeritos de camino, protectores terrenales, bonachones, fieros, cariñosos, pesaaaados, juguetones, gruñones, saltarines, dormilones…

 *

Perro de fuego

 Echado el perro

al resol de la siesta,

se lame el pene.

-Juan Francisco Pérez “Raijo”

 

Perro de tierra 

Luz de las brasas.

En las uñas del perro,

barro incrustado

– María Victoria Porras “Mavi”

 

Perro de hierro

Tarde estival,

las caricias del niño

al perro muerto

-Félix Arce “momiji”

 

Perro de aire

Cada día

camina más despacio…

la perra ciega

José Julio Sastre “Unsui”

Perro de agua

Perro en la hierba.

El rocío brillando

sobre su hocico.

-Susana Benet “Palmira”

 

Perro de madera 

juego de niños:

un perro se une, aunque

no entiende nada

-Fructuoso Soriano ”Frutos”

 

¡FELIZ AÑO DEL PERRO DE TIERRA!

_()_

Leticia Sicilia Saavedra

 

 

 

 

 

Unas palabras de la autora

Crecer y vivir en esta isla (Gran Canaria) ha sido y es para mí un regalo para los sentidos: el océano que nos rodea, los amaneceres, las puestas de sol en la playa, las cumbres rodeadas del mar de nubes, el bosque de helechos, la tierra volcánica… una infinidad de instantes y sensaciones irrepetibles que llegan al alma.

Y qué mejor forma de dejar constancia de todo ello que a través del haiku. Su aparente sencillez y su belleza me cautivaron hace casi diez años, buscando la manera de expresar lo mejor posible todo eso que me emocionaba.

Desde entonces sigo esta vereda, mirando con los ojos del corazón y aprendiendo cada día.

***

Pasan las nubes…

la yegua amamantando

a su potrillo.

 *

 Viento del sur,

la hilera de zapatos

junto a la fuente.

 *

 calabacera,

la brisa en los pelillos

de tallo y hojas.

 *

 Calla el pinzón,

el bosque todavía

huele a quemado.

 *

 alba de mayo,

con las alas mojadas

una libélula.

 *

 Atardecer,

el peso de la calima

sobre las hojas.

 *

 Bosque en otoño,

la hilera de chiquillos

cruzando el puente.

 *

 tarde invernal,

el graznar de unos patos

cruzando el cielo.

 *

 Siembra de otoño,

se agitan las mangas

del espantapájaros.

 *

luna de enero,

un gato de puntillas

entre los charcos.

 *

 Atardecer…

se llena de sonidos

la vieja charca.

 *

 El vecino apaga

la fuente del jardín,

la luna llena.

 *

 Tarde de invierno,

el chirriar de un columpio

en la neblina.

 *

 Cielo estrellado,

se curva la hoja

bajo la escarcha.

 *

Agua que fluye,

en el reflejo del árbol

los renacuajos…

ENERO 2018

Por Xaro Ortolá “destellos”

 

A Elías Rovira nuestro “Papa Noel” del haiku

¡¡¡FELICES DÍAS!!!

 

uvas de Año Nuevo,
mientras tañen campanas
comienza a llover…

-Xaro La, destellos

 *

 

El calendario de astrología oriental lo-tho es un calendario lunisolar, es decir, el año se compone de 12 o 13 meses lunares, comenzando y terminando con luna nueva. Cada año es representado por uno de los doce animales con completa sintonía con los cinco elementos. Esta astrología milenaria estudia energías astrales externas, internas y secretas, se deriva de las observaciones de las nubes, los arco iris, el viento, los truenos, los pájaros y otros animales. En oriente, llega en el momento en que comienza a producirse el primer deshielo de la primavera.

Según los distintos almanaques, usaremos estas características ancestrales para ubicar las fechas del calendario en las que cada mes del año se asocia con un animal y un elemento, similar al zodiaco chino, con el consiguiente orden: Conejo, dragón, serpiente, caballo, cabra, mono, gallo, perro, cerdo, rata, buey y tigre; los elementos también aparecen en un orden: Fuego, tierra, hierro, agua y madera.

En tiempos antiguos el Año Nuevo para Japón coincidía con el calendario chino, al inicio de la primavera; pero desde 1873 esta fecha fue ajustada al calendario gregoriano y por ende coincide con el 1 de enero.

Para los humanos el comienzo del nuevo año es un tiempo sagrado y de auspicios, un tiempo para estar con la familia y con la fe de cada uno. Es un alegre momento de reconciliación y celebración.

 

CONEJO

“El conejo y la luna”

Pint. de Ohara Koson 小原 古邨 (1877–1945)

 *

 Conejo de fuego

Un conejo roe

la hierba iluminada –

Almendro en flor

 

-Gorka Arellano “Ge-érgon”

 

*

Conejo de tierra

Un sol brumoso…

las huellas de las liebres

por el sembrado

-Xaro Ortolá “destellos”

 

*

Conejo de hierro

Le da una brizna
al conejo enjaulado
Viento terral 

-Jorge Braulio Rodríguez “JB”

 

*

Conejo de aire

Hierbajos altos.

Ahora aquí, ahora allá,

brinca un conejo.

-Anna M Santolaria “Estela”

 

*

Conejo de agua

Cae la tarde,

entre las lechugas

quieto, un conejo

-Isabel Rodríguez “Isa”

 

*

Conejo de madera

Bruma invernal,
la cola de un conejo
ladera arriba.

– Leticia Saavedra “Hadaverde”

 

*

Estimad@s compañer@s de camino, este año a petición de los administradores de este foro de ERDH a los que agradezco su confianza, escribiré un artículo durante doce meses… Gracias a este gesto, me gustaría compartir el presente espacio con los haikus de otros haijines contemporáneos.

_()_

 ***

 

Jorge Moreno Bulbarela

 

 

 

 

UNAS PALABRAS DEL AUTOR

Nací en una población pequeña que está, por decirlo así, dentro de la naturaleza. Al emigrar a la capital tuve nostalgia de la vegetación y el reino animal. Esto, aunado a la vida agitada de la ciudad, que no deja mucho tiempo disponible, hizo que me inclinara hacia un género poético muy especial que reúne el culto a la naturaleza y la brevedad. Donald Keene fue mi guía. Pasaron los años, vino el nuevo siglo, que trajo el uso generalizado de las computadoras, y me uní a los cibernautas que cultivan el haiku.

Jor

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Recién salida

del caparazón:

cigarra de alas húmedas.

*

Llega el otoño.

El color de la aurora

en el volcán.

*

Rama de fresno.

El canto de ese pájaro

que oía la abuela.

*

Noche sin nubes.

El temblor de la sombra

del cardo santo.

 *

Hierba crecida.

Sobresale la tierra

de un hormiguero.

 *

Volando bajo:

el ruido de las alas

de un zopilote.

 *

Un crujido en la cañada.

Las puntas del bambú,

entre la brisa.

*

Ya sólo suena

el gotear del alero.

Cocuyos* en el patio.

(*cocuyos: en mx., luciérnagas)

*

El olor

y de nuevo el mugido.

Día de niebla.

 *

Fresno viejo.

Un perro, lentamente,

se acerca a su sombra.

*

La sombra del haya

empieza a moverse:

fresco murmullo.

*

Par de libélulas:

una sola sombra

junto al charco.

 *

Oscuridad.

El chorro de la orina

de una vaca.

 *

Cañada fresca.

En el cielo las líneas

de una espejitos*

(*espejitos: mariposa de alas transparentes)

 *

Otro balido

de la hondonada.

La pinta le responde.

 *

 

José Antonio González

UNAS PALABRAS DEL AUTOR

Mis inicios en este maravilloso mundo del Haiku-dô, se remontan al año 2006, cuando casualmente me topé con un artículo de José Luis Martínez Arteaga, entresacado de su libro “Literatura Uno”, en el que se hablaba del Haiku como si se tratara de una coplilla o de otro tipo de composición poética al estilo de Occidente, es decir, utilización de la rima, de la metáfora, del juego de palabras, etc.

Por mis manos pasaron autores como Alfredo Boni de la Vega, José Juan Tablada Acuña, Andrés Neuman o Mario Benedetti.

A medida que fui adquiriendo información al respecto, pude comprobar que el Haiku-dô era otra cosa, y que para entender y escribir haikus debía ajustarme a la manera de hacer de sus creadores y aceptar que, si quería hacerlo de un modo respetuoso y honesto, tendría que beber de sus fuentes y luchar por apaciguar la inevitable “herida poética” de nuestra cultura.

 

****************

 

tras los alcores

la luz se desvanece;

suenan esquilas

*

al sol se agitan

bajo el hielo del charco,

ninfas de libélula

*

llueve en el campo;

el vuelo de un cuervo

entre los riscos

*

luna con halo;

huye de una lechuza

la musaraña

*

sol de febrero;

en el fondo del pilar

brillan las carpas

*

luna velada;

el paso de las grullas

toda la noche

*

remolino de polvo;

entre las piedras

la codorniz

*

huele a tomillo;

la liebre en un surco

agazapada

*

nublo de abril;

la hormiga arrastra un ala

de saltamontes

*

suena un cencerro;

se lanza a la poza

el galápago

*

chirría la noria:

los ojos vendados

de la burra

*

viento del Sur;

van los espulgabueyes *

tras el arado

*Espulgabuey: Garcilla bueyera

 

María Isabel Vidal Angeleri

UNAS PALABRAS DE LA AUTORA 

Soy María Isabel Vidal Angeleri. Nacida en Caleta Olivia, Provincia de Santa Cruz, Argentina.

Profesora en Ciencias Naturales. Especialista en gestión de Centros Educativos. Artista plástica. Actualmente jubilada.

Me inicié en el haiku en Paseos.net en el año 2009 y en El Rincón de Haiku en 2010. Me resulta gratificante el contacto con la naturaleza, observar el despliegue de la vida en el mar y en la estepa que son los ambientes que nos rodean. Es muy emocionante. El haiku me posibilita esto que para mí es una filosofía de vida.

Participé en Periodista Digital en: “Ensaya tu haiku” (2009-2010) Taller del Prof. Vicente Haya.

Cada día sigo aprendiendo con los comentarios de compañeros y la lectura de otros materiales.

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Primeras luces.

El color de la violeta

que está entre el hielo

*

Matas en flor…

Zigzaguea una mara

sendero arriba

*

Aves migratorias…

Se deshace la espuma

entre las piedras

*

Aún la nieve…

Por la senda en penumbras

un zorro gris

*

Bajamar

La cachorra regresa

trayendo un alga

*

Tarde de abril.

Con cada ola el sonido

entre las piedras

*

Sol en la estepa.

Corretean entre matas

crías de zorro

*

Trae el gaviotín

un cornalito en el pico

Frescor de ocaso

*

Viento de otoño.

Sobre la roca pequeñas

bellotas de mar

*

Tarde de enero.

Sin más se abrió la espata

del agapanto

*

Junto a la violeta

se inclina una espiga.

Ninguna nube

*

Dentro del viento…

el vuelo de las crías

de golondrina

*

Con sámaras de olmo

ha hecho su nido

el trepador

*

En la camelia

un pimpollo a reventar

Copos de nieve…

 

 

Quinto día. 10 de mayo

Escribo el 8 de mayo del año 35 de la era Meiji (1902), día lluvioso.

Esta noche he podido dormir un poco, y el sufrimiento que ayer tuve desde la mañana, ha ido disminuyendo. Me tomo dos vasos de leche.

A las 9,00 a.m., tocan los analgésicos.

El Dr. Amagishi, designado como médico para la zona de Chôshû, vino a despedirse y ha aprovechado para tomarme el pulso.

Hekigotô y su esposa Shigeeko, vienen por la mañana temprano para acompañarme. Sokotsu regresa y el el doctor se va.

Con Hekigotô y los demás, estamos viendo un álbum de pinturas de Asakura que había solicitado. Estoy encantado de haber podido obtener también el de Imágenes libres sobre arbustos de Gesshô (Fukei gasô). También me he hecho con el álbum pintado por Oson (Oson Gafu) que es de pinturas de flores y pájaros Keibun (Keibun Kachô Gafu), así como con unas “ pinturas abreviadas” de Kôchô (Kôchô ryakuga).

Para el almuerzo, tomo avena con pescado crudo, como de costumbre.

Cambio mis vendas sin que el dolor sea intenso.

Sobre la pesca del donko: para pescar un donko, tienes que tener un hilo corto y una caña de bambú muy pequeña, y usar como cebo un gusano de tierra. Visto el pez, se le pone delante el cebo y cuando muerda, se debe levantar rápidamente la caña. Si el donko se escapa, podremos repetir, siempre hay una segunda oportunidad. El donko es un pez pequeño que vive en ríos; y que en Tokio es conocido como haze-machin.

Son numerosas las extensiones de agua que se encuentran en los suburbios al sur de Matsuyama, mi ciudad natal. Ahí podemos encontrar estanques a los que la gente llama con curiosos nombres como el Estanque redondo (Maru-ike), el Estanque con cuernos (Kado-ike), el Estanque del cuchillo de cocina (Hótó-ike), Estanque de los lagos (Tóhaze-ike), Estanque del espejo (Kagami-ike), Estanque del viejo Yahachi (Yahachi baba ike), Estanque del vagabundo (Hoito-ike), Estanque del curandero (Yakushi-ike) o el Estanque de la casa de la bahía (Uraya no ike), por poner solo algunos ejemplos.

Observo unos cortes de franela, parece claro que son buenos, que sus rayas son largas y bien diseñadas. Sin embargo, el tiempo de la franela ha pasado, hemos entrado en el de la sarga.

Shigeeko se había ido a casa por un tiempo, y regresó un poco más tarde, llorando, porque su canario, que se había dormido en perfecto estado el día anterior, esa misma mañana, de repente enfermó, dejó el nido y ya no se movió. Shigeeko está muy alterada y no sabe qué hacer. Algunos dicen que debe estar estreñido, y otros se preguntan si no se tratará de un huevo que se le ha quedado dentro sin poder salir. Por mero juego, le dedico unos cuantos versos:

ya no come,

ni tan solo unas semillas

de colza ni palitaria

(Natane no mi /Hakobera no mi mo /Kuwazu narinu)

 

¡padres pájaros!

rezad también a Kannon

que facilita los partos

(Oyadori mo / Tanome Koyasu no / Kanzeon)

 

brotes de bambú

y pequeños pájaros,

lo hacen fácil, sin esfuerzo

(Take no ko mo / Tori no ko mo tada / Yasuyasu to)

 

si es estreñimiento,

no dejen de darle

las laxativas flores de deutzia

(Funzumari / Naraba unohana / Kudashimase)

 

La cena es como el almuerzo.

Tengo 36.5º de temperatura.

Después de encender las lámparas, Hekigotô canta un pasaje de Nô: La piedra que quita la vida (Sesshô-seki). Tengo un poco de dolor de cabeza.

Sokotsu se va a casa.

Los cinco que quedamos, anfitriones y visitantes, hablamos de nuestros presupuestos, sin distinción: todo son lágrimas, cólera y consolaciones. Afuera, percibo que la lluvia se ha detenido y el viento es más fuerte.

A las 11:30, vuelvo a tomar los analgésicos.

Hekigotô y su esposa regresan. Pasan quince minutos de la media noche.

En los últimos tiempos, ando flojo de ánimos y el dolor no se me quita. Los despertares son particularmente difíciles. Como tengo miedo de despertarme, tengo miedo de quedarme dormido, y temo a lo larga que se hace la noche. Si Hekigotô y los demás se van tarde, hacen que la noche sea aún más corta.

               … comentarios al texto

  • Las entregas en prensa van apareciendo dos días después de ser escritas por Shiki.
  • En esta entrega, Shiki va conectando ideas, sobre temas muy dispares y sin mediar enlace alguno entre ellas. Se trata de una sucesión de anotaciones autobiográficas y de pensamientos.
  • Aparece por ejemplo un médico. En un texto que cuenta la vida de un enfermo, apenas volverá a aparecer ningún otro. De hecho, la aparición en esta entrega es principalmente para anunciar su partida.
  • Chôshû es un feudo ubicado en el extremo oeste de la isla principal (Honshu) del archipiélago de Japón.
  • Aparte de su madre y hermana, desde fines de marzo de 1902, varios amigos cercanos de Shiki se turnan para acompañar al paciente. Ellos son:

Ito Sachio (1864 – 1913): fue el seudónimo de Itō Kōjirō, un poeta y escritor japonés de tanka activo durante el período Meiji de Japón.

Katori Hotsuma (1874-1954): Artista especializado en obras de metal y su historia.

Takahama Kyoshi (1874-1959): Discípulo de Shiki a quien conoció por su compañero de clase: Hekigotô. Nació también en Matsuyama. En 1898, Kyoshi acabó dirigiendo la revista de haiku Hototogisu, obra de Shiki.

Kawahigashi Hekigotô (1873-1937): Comenzó aprendiendo de Shiki cosas sobre béisbol, para acabar siendo un importante discípulo en su haiku renovado. En sus visitas para acompañar a Shiki enfermo, era frecuentemente acompañado por Shigeeko, su esposa.

Samukawa Sokotsu (1875-1954): Alumno de Shiki, dedicaría su vida a mantener la memoria, la casa y el legado de Shiki.

  • Los álbumes de pintura que Shiki refiere, son característicos de la segunda mitad del período Edo, fueron impresos a mano, en xilografía, volumen tras volumen. A pesar de su precio relativamente bajo, fueron bien elaborados y podrían servir de ejemplo y material para el estudio de la pintura. Generalmente despreciados en la era Meiji (1868-1912), aquí están redescubiertos por Shiki. Por otro lado, aunque les chirriaran a los coleccionistas occidentales, fueron uno de los más importantes vectores del japonesismo, además de las clásicas pinturas impresas, mucho más conocidas.
  • Shiki cita a cuatro pintores desde el final del período Edo:

Cho Gessho (1765-1832): Estudió nanga (literalmente «pintura del sur”) con Matsumura Goshun (1752-1811), quien le dio el nombre de Gessho. Goshun a su vez era un estudiante de Yosa Buson (1716-1784), además de maestro haijin, un maestro nanga, que a su vez estudió con Maruyama Okyo (1733-195), y juntos fundaron la escuela de pintura Maruyama.

Sakai Oson (1761-1828): más conocido como el Hôitsu, destacó en la escuela Rinpa. Famoso por haber revivido el estilo y la popularidad del gran Ogata Kōrin , y por haber creado varias reproducciones muy interesantes del trabajo de Kōrin.

Matsumura Keibun (1779-1843): Pintor destacado de la escuela Shijô. Vivió en Kyoto y estudió con su hermano mayor Matsumura Goshun y con Maruyama Ōkyo. Trabajó como asistente del príncipe budista Shinnin, cuyos herederos poseen muchas de sus pinturas.

y Ueda Kôchô (1788-1850): Pintor principal de Osaka durante la primera mitad del siglo XIX. Alumno de Matsumura Goshun y Nakai Ranko. Se convirtió en un pintor oficial del 11º señor de Kishu Tokugawa, Tokugawa Nariyuki. Frecuentemente usaba el shasei (bosquejo de la vida) también llamados bosquejos, o pinturas abreviadas o pinturas con espíritu haikai.

  • El donko es un pez de la familia de los gobio.
  • La moda de los kimonos rayados creció en la era Taisho (1912-1926). Eran de franela de rayas verticales. Luego se puso de moda la sarga, un tejido de líneas oblicuas.
  • En sus orígenes, se consideraba que la poesía japonesa estaba dotada de una «eficacia maravillosa», lo que explica el desarrollo de los conocidos “poemas mágicos» (majinai-uta) utilizados en prácticas talismanes y propiciatorias. Lo eran frecuentemente las wakas, y aquí Shiki compila unos versos votivos improvisados en métrica de haiku (no lo son), con virtudes supuestamente laxantes. Cabe señalar que él mismo sufre con frecuencia problemas intestinales de este tipo.
  • La palitaria (Mourron blanc, Drimaria, Golondrina, Nervillo, Pajarera o Yerba de estrella) es una planta que comen los pájaros, pero también usada por humanos por sus efectos medicinales (diuréticos, laxantes, etc.).
  • Los brotes de bambú son famosos por la facilidad y velocidad de crecimiento.
  • En referencia a los aparentemente simples últimos versos referidos por Shiki (Funzumari / Naraba unohana / Kudashimase) cabe decir que el suero que queda tras la elaboración de Tofu (cuajada de soja), conocida por sus propiedades laxantes, se llama metafóricamente en japonés u-no-hana (la flor de la deutzia). Esta denominación se presta a múltiples juegos de palabras y asociaciones. Shiki lo usa aquí y pone en la expresión «cuando las flores de deutzia se pudren» (unohana kutashi) que refiere a las largas lluvias del «cuarto mes». Esta expresión se usa en la frase prosaica «Dadle (kudashimase) flores de deutzia (unohana)». Por otra parte, este nombre se asocia con el cuco para indicar el comienzo del verano, esta ave (shiki, hototogisu), que tiene fama de tener una garganta roja cuando abre la boca, sirve como metáfora para los pacientes con tuberculosis. Elegir cuco como nombre de artista era, por lo tanto, una forma de que Shiki se autoproclamara «poético y tuberculoso». Además, u-no-hana significa palabra por palabra «flor de liebre»  u (usagi), que es un animal del zodiaco chino y japonés. La liebre (o el conejo, según traductores) es el cuarto animal del zodiaco (después de la rata, el buey y el tigre), y por lo tanto sirve para designar el cuarto mes del uzuki (antiguo calendario), o el cuarto año del ciclo sexagesimal (udoshi).
  • Shiki nació en un año de la liebre (1867), y escupió sangre por primera vez, en mayo de 1889, el quinto mes del calendario actual en Japón desde 1873, pero el cuarto del viejo calendario, que aún recuerda mucha gente, y muy especialmente los haijines. Shiki manifestó repetidamente un particular interés por este animal del zodiaco, pero también por el mes de mayo, un “mes sucio» (como ya lo llamó el 15 de mayo de 1901, un año antes, en su obra Gota de tinta), que nunca le trajo nada bueno. Todo parece llevarnos a que este es sin duda uno de los motivos que lo llevaron a comenzar Una cama de enfermo de 6 pies de largo el 5 de mayo, como queriendo romper el maleficio ligado al signo de la liebre.
  • Kannon (Kanzeon): Nombre japonés de Guan Yin, que es el nombre dado en China a Avalokiteśvara bodhisattva venerado en el budismo. El valor asociado a este bodhisattva es la Compasión. Se le reza también para los nacimientos.
  • 36,5º de temperatura son unas décimas de febrícula, ya que en Japón, se toma como normal hasta 36º.
  • La obra de Nô a la que se hace referencia, cantada por Hekigotô es muy famosa, y escenifica a la hermosa Tamamo no Mae, que es la encarnación de un zorro malvado. Es asesinada por sus perseguidores, a pesar de que siempre llevaba una piedra mágica, que quitaba la vida a todos los que se acercaban a ella.
  • Al referirse a los 5 que quedaron hablando sobre sus ingresos, se entiende que podrían ser Shiki, Hekigotô y su esposa, su madre Yae (1845-1927), que estaba viuda, y su hermana Ritsu (1870-1941), dos veces divorciada.
  • Los haijines japoneses (arcaicos incluidos), han tomado a veces la flor de deutzia, la de U o la colza como motivos de haiku. He aquí algunos ejemplos:

BUSON (1716-1784)

flores de colza / la luna, al este / el sol, al oeste

la flor de la colza: / y, en un punto del día, / resuena el mar

BASHÔ (1644-1694)

los gorriones / en los campos de colza / viendo las flores

otra versión

campos de colza: / y un ruiseñor con gesto / de contemplar sus flores

KAWAI SORA (1648 – 1710)

Caminando con Bashô las sendas de Oku: Blancas como el güiro las deutzias, florecían a la par las blancas flores de las zarzas, pareciéndome estar en plena temporada de nieve. Cuenta Kiyósuke que antiguamente hubo un palaciego que al llegar a este lugar se retocó su birrete de gala y se puso el atuendo de la corte.

Una flor deutzia / es mi toque de gala / en este paso.

BASHÔ (1644-1694)

deutzia en flor… / recuerda las canas / de Kanefusa

entre la nieve, / la flor de U, su pálido / color violeta

         otra versión

en los claros de nieve, /el leve morado de los brotes/de la flor de udo

KOBAYASHI ISSA (1763-1827)

la flor de U / florece para el dios… / y para el mendigo

CHIYO-NI (Kaga No Chiyo. 1703-1775)

flores de deutzia, / solo a ellas les da el sol / en un día nublado

 

 

 

Tercer día. 7 de mayo

Como las peonías de Tokio a menudo provienen de plantas de Kamigata, parece que solo las peonías invernales hacen el camino de este a oeste. Además de las peonías, los recitales cantados al estilo Gidayú también llegan a la capital desde el oeste. Y los que se originan en Tokio son Tokiwazu o Kiyomoto. Al igual que las peonías son las más brillantes y más suntuosas de todas las flores, la Gidayú es, de todos estos estilos musicales, el más brillante y más imponente. ¿Les gustan más las cosas brillantes e imponentes en el arte en Occidente, y más la sobriedad en Tokio? En lo que respecta al haiku, Kyoto siempre ha tenido algo suntuoso e imponente, mientras que Edo a menudo está lleno de sutilezas. En los versos de Buson, uno encuentra todo el encanto de las peonías. Los de Rankó carecen de fuerza, pero también tienen su lado “tipo peonía”. Los versos de Baishitsu son vulgares, pero le recuerdan a uno a las «peonías de aguja de pino». En la costa de Edo, sin embargo, los versos de Kikaku y Ransetsu, al igual que los de la escuela de Shirao, aunque no estén completamente desprovistos de brillo, todos tienen algo de la  sobriedad de las peonías de invierno.

        … comentarios al texto

Kamigata, literalmente «Región de la Capital», es como se conocía a la región de Kioto, ya que el emperador residía allí antes de la Restauración Meiji en 1868, cuando se estableció Tokio.

Edo era el nombre de la actual Tokio; y también un periodo histórico de Japón (periodo Tokugawa) que va desde el 24 de marzo de 1603 hasta el 3 de mayo de 1868.

En el teatro de marionetas (Joruri) había tres formas de “recitar cantando” que fueron creadas por Takemoto Gidayu (1651-1714) en Osaka a finales del siglo XVII, por Tokiwazu Mojitayú (1708-1781) a mediados de siglo XVIII en Edo, y por Kiyomoto Enjudayú (1777-1825), también en Edo, a principios del siglo XIX.

Shiki nombra a tres haijines del oeste de Japón: Yosa Buson (1716- 1783), reconocido pintor y originario de la provincia de Settsu, cerca de Osaka, Yakakuwa Ranko (1726-1798) y Sakurai (1769-1852 Baishitsu ), ambos de la provincia de Kanazawa, en el Mar de Japón.

La Portulaca oleracea, es conocida en el japonés de las peonías como «peonía de aguja de pino». Se trata de una pequeña flor que florece en el verano (es kigo de verano) aunque no es, estrictamente hablando, una peonía.

Shiki nombra finalmente a tres haijines del este de Japón: Takarai Kikaku (1661- 1707), un nativo de la provincia de Omi, al este del lago Biwa, que se estableció en Edo y se convirtió en uno de los principales discípulos de Basho ; Ransetsu Hattori (1654-1707), natural de Edo, y que también sería uno de los principales discípulos de Basho; y Kaya Shirao (1738-1791), de la provincia de Shinano, que se estableció en Edo donde abrió su propia escuela.

La peonía, en China es un emblema y en 1903, la Dinastía Qing declaró la peonía como la flor nacional. En la cultura china siempre han sido asociadas a la belleza femenina y en Japón, es un símbolo de riqueza y prosperidad. Se trata de un tema muy recurrente entre los haijines japoneses. Aquí una buena muestra:

BUSON (1716-1784)

una hormiga de montaña

resalta con claridad

en la blanca peonía

 

¡qué deslumbrante

sobre el biombo dorado

la peonía!

 

me siento mal

tras cortar la peonía

esta tarde

 

o también…

 

después de cortar la peonía,

me sentí exhausto

aquella noche

 

se deshoja la peonía:

los pétalos en montoncitos

de dos y de tres

 

A punto de abrirse

deja ver un arco-iris,

la peonía

 

el pesado vagón

retumba: las peonías

se tambalean

 

caídas las flores

permanece la imagen

de las peonías

 

la peonía,

tal que un gato de plata

mariposa de oro

 

en silencio

antes de la llegada de los anfitriones      ligado al siguiente

las peonías

 

OSHIMA RYOTA (1718-1787)

Sin palabras la anfitriona,

el invitado

y el crisantemo blanco

 

AMANO TÔRIN (1638-1719)

peonías en flor:

para verlas, té chino

kimono pálido

 

BASHÔ (1644-1694)

Completamente mojadas,

inclinadas,

las peonías bajo la lluvia

 

MOKUDÔ (1666-1723)

el shamisen

suena desafinado:

¡la peonía!

 

KATO GYODAI (1732-1792)

flores oscuras:

toda la luna brilla

en la peonía

 

KAYA SHIRAO (1738-1791)

jardín oscuro:

en la noche no se mueve nada

la peonía

 

RYÔKAN (1758-1831)

brisa suave:

en mi sopa, de pronto

peonías blancas

 

KOBAYASHI ISSA (1763-1828)

así de grande

dice la niña abriendo los brazos

es la peonía

 

KIITSU (1856-1933)

peonías en flor:

parece que no existen

las demás flores

 

TAKAHAMA KYOSHI (1874 – 1959)

sobre una barca,

cruzando el lago,

la peonía

 

“blanca peonía”

decimos, pero es

algo rosada

 

corté las peonías,

ahora…

el jardín vacío

 

OGIWARA SEISENSUI (1884-1976)

pétalo a pétalo

se abre y se recompone

la peonía

 

IIDA DAKOTSU (1885-1962)

bajo la lluvia,

plegándose, los brotes

de peonía

 

MIZUHARA SHÛÔSHI (1892-1981)

anochecer:

cada peonía se funde

con la neblina

 

MASAOKA SHIKI (1867-1902)

en noche de luna clara

la blanca peonía

se deshace y cae

 

me gustaría morir

comiendo manzanas

mientras contemplo las peonías

 

el retoño de la peonía…

con la helada

retiembla

 

RYÛNOSUKE AKUTAGAWA (1892-1927)

corté la peonía:

tan apetecible pecado

se me perdona

Ángeles Millán García

UNAS PALABRAS DE LA AUTORA

Saludos estimad@s compañeros, nací en 1956 en Huéscar (Granada). Soy la séptima hija de una familia de nueve hermanos. A finales de los años sesenta nos trasladamos a vivir a Cornellá de LLobregat (Barcelona); en la actualidad vivo en Palamós (Girona).

En el año 2014 leo “Sendas de Oku” de Matsuo Bashô “y quedo impresionada por la sencillez y la belleza del haiku.

¿Qué tiene este breve poema para que llegue tan hondo? No lo sé, me lo he preguntado para hacer este escrito. La intuición me dice que no es necesario saberlo para leer o escribir haikus.

Algo inexplicable de la realidad se nos muestra en cada uno, como si ella nos estuviera hablando a través de esas palabras que surgen del silencio. Autenticidad dice Onitsura.

Digo “haiku” y me lleva a la infancia; al olor de los higos que mi padre cogía al amanecer y dejaba sobre un lecho de hojas de higuera en la mesa de la cocina. Al gato que un camión atropelló aquella tarde de frío.

Puedo ver la nieve en la sierra una mañana de invierno. Meto las manos en los bolsillos y todavía siento el calor de las piedras calientes.

Haiku…y estoy durmiendo en los campos de trigo una noche de verano. Oigo el sonido de los carros cargados de garbanzos tiernos y cebollinos.

Digo” haiku”; corre el agua en la acequia mientras el gallo canta al amanecer en el corral.

Intuyo que, en este camino del haiku y de la vida, estoy aprendiendo a desaprender para volver a jugar con mirada inocente al ¡Veo, veo!…; -¿Qué ves?:

 Parece árbol

posado en una rama,

el saltamontes

 Mari Ángeles Millán García (Hikari)

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Se alza la niebla

Las zarzas del sendero

llenas de moras

*

Luna de invierno…

esparciendo cenizas

sobre las olas

 *
Un pajarillo

roza las hojas secas…

la medianoche

*

Crecen las nubes…

el hombre de la leña

espanta al mirlo

*

Alba de invierno…

al fondo de las cuadras

cocean los potros

*

Traen en la ropa

el olor de la lumbre –

noche de lluvia

*

Batir de alas…

la luz del sol alcanza

los higos verdes

*

Claro del bosque –

Repleta de vilanos

la telaraña

*

Sol en las malvas;

lleva un grillo en la boca

la lagartija

*

Mar en calma

Se ondulan en la roca

las algas verdes

*

Hilos de luz

bajo el techo de cañas

El hormiguero

 *

*La autora no tiene blog. Publica algunos de sus haikus en su perfil de facebook “Mari Angels Olmo”.