Gotas de sangre
parecen esas flores
recién cortadas.
Gotas de sangre
parecen esas flores
recién cortadas.
nan no ki no hana towa shirazu nioi kana
No sé
De qué árbol florido,
¡Pero, qué fragancia!
Matsuo Bashô
(Trad. A Manzano)
yamaji kite nani-yara yukashi sumiregusa
por sendas de montaña,
algo sublime:
la violeta silvestre
Matsuo Bashô
(Trad. F Rodríguez-Izquierdo)
Hoy no me canso
de mirar la flor nueva.
Regresa abril.
haru no hi ya hito nani mo senu shooson kana
Día primaveral;
no se ve sombra humana:
nadie en la aldea
Masaoka Shiki
(Trad. F Rodríguez-Izquierdo)
Utsurou ya hinata no hana ni kage no hana
¡Cómo cambian…!
Las flores al sol
Las flores a la sombra
Ueshima Onitsura
(Trad. Y. Uchida, V. Haya y A. Yamada)
futatsu mitsu / hoshi miidasu ya / naku kawazu
Son dos o tres
las estrellas que veo.
Croan las ranas.
Iaiü
(Trad. Antonio Cabezas)
Yûdachi ni / hashiri kudaru ya / take no ari
Lluvia en los tallos
de bambú y hormigas
que los bajan corriendo
Jôsô
(Trad. Alberto Silva)
Caen detrás
del pájaro unas hojas:
verdes, doradas.
Koi koi to iedo hotaru ga tonde yuku
“Ven, ven,” le dije,
pero la luciérnaga
se fue volando
Onitsura a la edad de 7 años
Compartimos en esta entrega una experiencia puntual que sucedió en el taller del 5º grado. Si bien en una oportunidad estuvo publicada en HELA, me parece que el intercambio que se produjo en el taller y que quedó registrado a partir de las ilustraciones y los haiku producidos, valen la pena releer o bien darlo a conocer para quienes no hayan tenido la oportunidad de leerlo.
En esa clase dos compañeros del quinto grado, compartían sus haiku para ilustrarlos. A los niños generalmente les gusta ilustrar sus propios trabajos y son bastantes celosos de entregar su producción para que sea otro el que dibuje. Sin embargo, es un buen ejercicio porque la imagen podrá o no, dar cuenta del haiku.
A veces suceden cosas como ésta cuando dos compañeros deciden intercambiar sus haiku para ilustrarlos al estilo Haiga
El haiku en cuestión era:
En el campo
con gusanos en su interior,
un pajarito
Cuando Nicolás finalizó el dibujo le mostró esto a Luciano, el autor del haiku:
Luego de mirar el dibujo Luciano le dijo:
– Ese dibujo no es lo que yo escribí. No es lo que vi en el campo de deportes – intentaba explicar.
– ¿Cómo que no? Por el campo está caminando un pajarito comiendo gusanos – le dijo Nico.
– Los gusanos los tiene adentro ¿entendés? , a – den – tro – , le aclaró.
– Claro, se los come y le van cayendo en la panza – insistía Nicolás
– Nada que ver, el pajarito estaba muerto. Los gusanos que tenía estaban adentro porque se estaban comiendo el cadáver – dijo Luciano
Silencio… esos que se producen en el aula cuando hay desconcierto.
– No dice eso que vos decís, el pajarito de tu haiku no está muerto.
– ¡Uy!¿Entonces lo tengo que hacer otra vez? No sé ¿Qué hago?
Y fue lo último que escuché por un rato. No fue necesario que Luciano pida ayuda. Ahí estaban deliberando los dos. Entre ellos hablaron del lugar. Algo alcancé a oír. El campo era el campo de deportes de la escuela, es un club cercano al colegio. La tarde estaba soleada. Al pájaro no pudieron identificarlo, no llegaron a ponerse de acuerdo si era o no una paloma y los gusanos eran “millones de millones” de larvas.
Luego del trabajo compartido, llegó esta propuesta:
Tarde en el club
Un pajarito muerto
lleno de larvas
Nico volvió a dibujarlo. Ahora tenía la aprobación de Luciano.
Tengo la certeza de que esta experiencia ha sido un aprendizaje de haiku para Luciano y para Nicolás. Sobre el compañerismo y el trabajo compartido que tan naturalmente surge de los niños, aún tenemos mucho por aprender. Sin dudas el haiku nace de manera individual, pero es grupalmente como se logra una producción más acabada.
Compartimos otros Haiga que realizaron otros alumnos del mismo taller. En esta oportunidad lo hicieron a partir de haiku de maestros japoneses traducidos al español.
Un poco de calor
para que en el cerezo
una a una se abran las flores.
HATTORI RANSETSU (1654-1707)
Un bello barrilete
se levanta
de la choza del mendigo.
KOBAYASHI ISSA (1763 – 1827)
A cada soplo del viento
la mariposa,
cambia de lugar en el sauce.
MATSUO BASHŌ (1644 – 1694)
Koborete wa / kaze hiroi-yuku / chidori kana
de la bandada de los chidori,
uno va perdiendo fuerzas
y el viento lo recoge
Chiyo-ni
(Trad. Vicente Haya)
kono michi ya / yuku hito nashi ni / aki no kure
nadie que vaya
por este camino
crepúsculo de otoño
Matsuo Bashô
(Trad. Vicente Haya)
Viaje en tren.
Muy cerca de las vías,
las amapolas.
Koobai ya / irihi no osou / matsu Kashiwa
flores rojas de ciruelo;
el sol poniente ataca
pinos y robles.
Yosa Buson
(Trad. F Rodríguez-Izquierdo)
Fumi wa ato ni / Ume sashiidasu / Tsukai kana
el mensajero
le da una rama en flor;
después, la carta
Takarai (Enomoto) Kikaku
(Trad. JM Bermejo)