Unas palabras del autor
Mi nombre es Antonio, pero soy conocido como «antoka» en el mundo del haiku, fruto de una casualidad y un juego de palabras entre «antonio» y el gran «Santôka», al que, como otros muchos haijines, «venero». Soy maestro en Villlarrobledo, un pueblo de Albacete. Soy miembro de la AGHA desde su fundación. He publicado tres libros de teatro infantil en la editorial CCS y ahora se publicará en otoño mi cuarto libro. En el haiku fui miembro del consejo de redacción de HELA, he participado en antologías de haiku y resulté ganador «ex aequo» del V Concurso Internacional de Haiku de la Facultad de Derecho. El haiku me ha hecho conocer sensaciones y personas que quedarán marcadas para siempre en mi memoria particular. Y en ello estamos…
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Se pone el sol.
Una fila de hormigas
cruza el camino.
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Solo una vela
ilumina la ermita.
Atardecer.
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Sol de la tarde.
Al borde del camino,
unas botas viejas.
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huele a romero…
el murmullo del río
es más cercano
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calla el cuervo –
el sonido de la lluvia
en las hojas
*
Mirando al pueblo
seca el sudor de su frente.
Azada en tierra.
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noche sin luna…
el olor de la paja
tras la tormenta
*
antes de la lluvia…
la cigüeña blanca
se pierde en la niebla
*
grazna un cuervo…
la brisa mueve
unas flores de malva
*
silencio…
la lluvia de anoche
en las hierbas del camino
*
qué blanco el cielo
de este amanecer…
llovizna invernal
*
cielo nublado –
en la tumba sin nombre
se extiende el musgo
*
Atardece…
Aún quedan dondiegos
por abrirse
*
Niebla otoñal…
El vuelo de un cuervo
sobre el viñedo
*
amanecer…
la voz del melonero
rompe el silencio