Una tumba es un sinónimo de recuerdo. Allí, descansan seres queridos y conocidos de nuestros pueblos.
Por eso, te llama la atención cuando alguna tumba no tiene flores o están muy marchitas. Te preguntas qué ha pasado con esa persona, por qué los familiares ya no vienen, por qué no hay tiempo para limpiarla…
Es entonces cuando la naturaleza presta su ramo especial a esas tumbas. Allí donde no hay flores, sí que ha habido lluvia, viento, sol…Todo ello hace que empiece a salir musgo. Un musgo verde muchas veces, pero grisáceo otras tantas. Uno se da cuenta de que la naturaleza lo invade todo, hasta lo que representa la muerte.
Es como un particular homenaje a aquellos que ya no tienen flores en su tumba. Sabes que siempre tendrás la naturaleza.
tarde nublada –
en la tumba enmohecida
no hay flores