Haibun 12
La pezuña de vaca
Desde hace días que se produce un nuevo sonido en la madrugada: el trote de un caballo –que intuyo- tira de un carro. El clap clap clap clap se amortigua un poco al llegar a la esquina cerca de casa, aún es temprano pero algunos vehículos pasan esporádicamente.
Cruce de calles.
El trote de un caballo
levanta el paso
Me pregunté ¿Qué pasó este lunes que no escuché al caballo?, ¿su conductor se habrá dormido o…le habrá pasado algo…? ¿no estará infectado? El martes me levanté temprano, entre los vahos del té se me produjo una sonrisa, estaba escuchando venir el clap clap clap clap…
Aclara el día.
El sonido de un caballo
acercándose
Más tranquilo, el día siguiente escuché desde la cama el –casi para mí- clásico sonido del caballo pasando por mi calle a la misma hora. Pensé “va como si fuese sólo”, ni un sonido a carro, ni un grito del carrero… Humm…¿llevará barbijo? El carrero claro… Mañana me voy a levantar a verlo.
El jueves me desperté justo cuando el caballo estaba pasando…Me dije para adentro mañana me levanto temprano a escribir y a la hora de siempre voy a esperar llegar el sonido… Hablando de sonidos parece que los pichones “del alero” se están poniendo grandecitos…
Lejos un carro
con ruedas de auto…
Piar de pichones
Hoy viernes sí, hoy voy a ver pasar el caballo tirando del carro con su carrero. ¿Le molestará si le saco una fotografía…?, vaya a saber… ¡Ahí viene!, pronto abro la puerta de calle y… un auto para al verme en la vereda, el conductor baja el vidrio y me pregunta ¿Señor ésta calle va para el cementerio…? Le hice seña que no sabía y miré las flores de la pezuña de vaca…
Aroma de flores
El carrero de todos los días
a la misma hora
Jorge Alberto Giallorenzi “Hitotsu”
Chivilcoy, Buenos Aires (Argentina)