Haibun 32_
Manantial
Cielo plomizo
Al abrir la ventana
el canto del cuco.
Con las copiosas lluvias de primavera -algo inusitado en esta región del sureste de España- han renacido antiguos manantiales. Lo noté hace ya unas semanas cuando, en el transcurso de mi recorrido habitual por la pista forestal con Nivo, mi perro pastor de pelo blanco, escucho a mi izquierda un leve rumor de agua y, para mi sorpresa, veo reflejadas las primeras luces de la mañana en un regato que desciende por la cuneta, sortea algunos argayos, desaparece bajo las rocas desprendidas de la ladera y vuelve a manar más abajo formando pequeñas cascadas, espumas, remansos donde se para a beber el perro… hasta desaparecer definitivamente de mi vista en un escarpado valle donde desemboca. Lo imagino uniéndose con otros arroyos en un solo cauce hasta desparramarse por los bancales donde resplandece el verdor primicial de los almendros.
De regreso por el mismo camino, ahora cuesta arriba, me lo vuelvo a encontrar. El dulce canto de sus aguas puras me redime del cansancio y mitiga el sudor de mi frente. De nuevo Nivo hunde sus patas en el recodo donde se aquieta el torrente y bebe hasta que lo rebaso.
Lentamente el sol se eleva sobre la pinada.
A ambos lados
las rosadas flores
de las jaras.
Paco Ayala ,
Ceutí (Murcia)