Junio 2022

Llegamos, casi sin darnos cuenta, a la mitad del 2022, y con junio llega también el verano en el hemisferio norte. El haiku de este mes tiene por kigo la palabra 蛍 “hotaru, luciérnaga”, elemento que encontramos desde la antigüedad en poesía japonesa, como vemos en los dos tankas que siguen. El primero, de Ki no Tomonori, viene compilado con el número 562 en el Kokin Wakashuu, la primera antología imperial.

夕されば蛍よりけに燃ゆれども光見ねばやひとのつれなき

yuu sareba hotaru yori ke ni moyure domo hikari mineba ya hito no tsurenaki

al anochecer más que las luciérnagas ardo y sin embargo no alumbro ¿seguirá mi amor indiferente?

 

El siguiente, perteneciente a Izumi Shikibu, lo encontramos en el Go Shuui Wakashuu, cuarta antología imperial, con el número 1162.

もの思へば沢の蛍もわが身よりあくがれ出づる魂かとぞ見る

mono omoeba sawa no hotaru mo wa ga mi yori akugare idzuru tama ka to zo miru

pensando en aquello, vi las luciérnagas volar en el pantano, y parecía como si mi alma se alejase de mí

Dos hermosos poemas románticos de la segunda mitad del período Heian (794-1185). Pero a Bashou siempre le gustaba darle una vuelta a las cosas; verlas de forma distinta, y esta vez se basa en las enseñanzas de Zhuang Zhou, también conocido como Chuang Tzu, filósofo chino del siglo IV, de gran influencia no sólo en Asia, sino también en Europa. Él establece, a través de sus alegorías, lo que considera un tonto: “aquel quien pierde de vista el Tao y se aleja de su naturaleza innata”. Bashou lo expresa en el siguiente haiku.

愚に暗く茨をつかむ蛍哉

gu ni kuraku ibara wo tsukamu hotaru kana

tontamente en la oscuridad atrapo las espinas ¡oh, luciérnagas!

El haiku muestra una típica actividad veraniega que se realiza hasta nuestros días, la caza de luciérnagas. Pero el autor no sólo se deleita con la escena en la que se percibe la ceguera humana de buscar la satisfacción inmediata sin ponderar consecuencias; además, juega con los kanjis del primer verso 愚に暗く que, reordenados, forman la palabra 暗愚 “angu”, imbecilidad. Por lo tanto, no sólo tenemos la oscuridad en el sentido de la ausencia de luz, sino de inteligencia o perspicacia.

Y así, con la ironía tan propia de Bashou, me despido esperando tengan todos un maravilloso verano. Yo por mi parte, en Santiago de Chile, pasaré el invierno soñando con la tibieza de una noche estival.