«Los gorriones son los niños del aire, la chiquillería de los arrabales, plazas y plazuelas del espacio. Son el pueblo pobre, la masa trabajadora que ha de resolver a diario de un modo heroico el problema de la existencia. Su lucha por existir en la luz, por llenar de píos y revuelos el silencio torvo del mundo, es una lucha alegre, decidida, irrenunciable…»
Miguel Hernández
Mayo es el mes de los volanderos. Aprendices del vuelo, novatos de numerosas especies, entre otras, los paséridos, comunmente denominados gorriones. Esas pequeñas aves de color parduzco y pico fuerte, que avanzan a saltitos, la mirada al acecho, picoteando unas miguitas que alguien ha dejado caer al suelo.
El gorrión
arrebata una miga
y echa a volar
Fernando Rodríguez Izquierdo
En montes, campos, ciudades o pueblos, los gorriones nos siguen, allí donde el ser humano se halla, y encuentra refugio y alimento gracias a nuestras actividades, en una forma de interacción biológica llamada comensalismo. Cuando los humanos abandonan un pueblo, los gorriones desaparecen.
verdea el pasto…
los gorriones picotean
olivas negras
Xaro Ortolá (Destellos)
tras el recreo
almuerzan los gorriones
junto al columpio
Félix Arce (Momiji)
Existen unas 49 especies diferentes de gorriones divididas en 11 géneros, presentes en todo el mundo a excepción de la Antártida. Son aves principalmente granívoras pero también hábiles insectívoras. Inteligentes, curiosos, poseen una gran memoria e increíble capacidad de reconocimiento.
Brisa en la hierba,
Dos gorriones beben
gotas de rocío.
Pilar Carmona (Piluca)
Tarde estival…
al charquito del caño
van los gorriones
María Ángeles Millán (Hikari)
Son aves sociales que suelen vivir en grupo. Tras la época de cría se desplazan en pequeños bandos para protegerse y localizar el alimento con mayor facilidad.
Viento en los carrizos:
un bando de gorriones
viene a posarse
Gorka Arellano
Su presencia en la vida cotidiana ha inspirado a innumerables escritores y artistas. Véase, El libro de los gorriones de Gustavo Adolfo Béquer, o aquellos de Juan Ramón Jiménez en Platero y yo, a los que llamaba
¡Benditos pájaros sin fiesta fija!. Messiaen en la música, Nakayama Sugakudo en la pintura tradicional japonesa…
Cha no hana ni kakurenbo suru suzume kana
¡Bajo la flor de té
juegan al escondite
los gorriones…!
Kobayashi Issa
En Japón, los gorriones se asocian a felicidad, amor y buena fortuna, pero también resaltan la confianza y la astucia. En el antiguo Egipto, eran considerados sagrados y simbolizaban el alma de los difuntos. En la mitología griega se asociaban a Afrodita, la diosa del amor. La Biblia los menciona como símbolo de protección y cuidado divino. En las culturas indígenas americanas, los gorriones están asociados a la amistad, la esperanza, la protección y el coraje en la adversidad. En general, en todas las culturas representan la resiliencia y la capacidad de adaptarse a diferentes entornos.
Arroyo seco
en la lata oxidada
bebe un gorrión
Ana Añón
Gorrión en la calle…
Son cuatro
las ramitas que recoge
Niño: Elier Bazán Infante (9 años)
Anochecer
Gorriones a saltitos
entre las tumbas
Rodolfo Langer
Un grupo de gorriones bañándose en un charco o piando alegremente en la rama de un árbol, aportan siempre una sensación de alegría y vivacidad. El canto del gorrión es una melodía compuesta por una serie de trinos cortos y rápidos, gorjeos fácilmente reconocibles que alegran pueblos y ciudades.
Lluvia temprana
En el alero del templo
canta un gorrión
Al Agus
Será por ello que también a muchos conmueven en su lucha diaria por la supervivencia. Hablar de gorriones en el haiku es hablar de haikus de compasión.
Ôzei no ko ni tsukarutaru suzume kona
Un exhausto gorrión
En medio
De un montón de niños
Kobayashi Issa
Niebla en el río-
los gorriones, en fila,
acurrucados
Aomame
yudachi ya kusaba wo tu kamu mura-suzume
el gorrión en un pueblo
escondido entre hojas caídas
(chaparrón de verano)
Yosa Buson
Suzume no ko sokonoke sokonoke o-uma ga toru
Gorrioncillo
Apúrate, apúrate
Pasa el caballo
Kobayashi Issa
El suelo helado…
los gorriones deshacen
excrementos de perro
Mary Vidal
Se calcula que hay entre 1300 y 1600 millones de gorriones comunes en el mundo, y desapareciendo. Solo en Europa se han perdido 247 millones desde 1980. En grandes urbes como Londres o Berlín ya casi ni se les ve por las calles. En España ha descendido (sobre todo en entornos urbanos) casi un 20% desde que Seo/Birdlife comenzó a registrar datos en 1998. Necesario renaturalizar los espacios para poder así seguir disfrutando de su presencia, o como dice Karmelo C. Iribarren en su poema El gorrión:
…verlos por ahí
a su aire, en el aire, con ese aire
de pájaros normales, con su traje
de colores apagados, gastado por los años…
Y disfrutar como niños…
…con los niños del aire.
Ware to kite ya oyano nai suzume
Vente a jugar conmigo
gorrión sin padres
Kobayashi Issa