CONSTRUIR
En todo el monte
Solo una luz.
Tarde de otoño.
DECONSTRUIR
En el curso de un paseo, a esa hora crepuscular en que las líneas pierden definición y los colores se vuelven grises, en la Cabeza del Oso, una elevación de 1.100 metros situada en las primeras estribaciones de la Sierra de Gredos cuando se llega del sur, el monte que cobija mi casa de El Real de San Vicente, me fijé en la luz. Era de una casa. No había otra casa iluminada, aunque fuera débilmente, en la ladera del monte.
A mi alrededor, sombras y cercanía de la noche en el paisaje desolado del otoño.
Frío, soledad. Y el tiempo detenido.