Enero, inicia con fuertes vientos típicos en primavera-verano.
Las temperaturas son muy elevadas, no habituales en esta parte de la Patagonia…
Hoy amanece en el pueblito azul, con un aire marino que lo recorre, con su frescura. A las 5 am claridad total y la embriagante melodía de los pájaros del amanecer: zorzal, golondrinas, jilgueritos y como no puede faltar el bullicio de las aves marinas que llegan y se expanden: gaviotas, gaviotines, petreles…
y raya el alba
cuando el bostezo
ilumina su mirada
quietud inmensa
se mete por los resquicios
lentamente el fulgor
de su canto la atrapa
sus ojos recorren
el espacio
como cada mañana
él acude a la cita
esa que no acordó
pero ahí está
y de a poco
por sus venas
se suma el placer!
Así transcurre el día
y cuando cae la tarde
Llega y se despide
Con el frío en su plumaje
el último canto
hasta mañana
zorzal patagónico
Transcurre la mañana, el nublado, el sol, el olor del mar, el olor de tierra seca.
Ha cambiado…
Con una brisa suave sigo el sendero sinuoso de la estepa marcado por el paso de caminantes.
El aroma característico de la vegetación del lugar se une con el de algas provenientes del mar que rodea el paisaje.
Un chingolo con su canto me acompaña saltando entre algarrobillos, duraznillo, malaspinas, molles, zampas y otras plantas que crecen junto a la senda.
Llegando al pie de este cerro otros olores, otros colores, mutisias que resplandecen amarillos; y… otros ruidos
Desde el matorral…
la voz de un pájaro
también, de crías
Mutisia
Voy por un nuevo ascenso entre matas achaparradas y pedregal.
Un tomillo rosa me regala la belleza de sus flores dispuestas entre espinas y tallos agrisados.
Llego a la meseta y descubro unas plantas a ras del suelo que ocupan la mayor parte de esa extensión, con pequeñas flores blancas y otras cuyas hojas, diminutas, se tornan rojizas
Por la meseta,
la brisa del ocaso
entre tomillos
Siento entusiasmo por el hallazgo que me deleita con ese olor que se expande por todo el espacio.
De repente un bullicio muy fuerte, al levantar la vista, el ave que amenaza con vuelo en picado. Levanto los brazos y tapo mi cara. Parece venirse encima…
Siento alivio al ver que desvía su vuelo hacia otra loma.
Olor a tomillo –
Desciende chillando
un halcón
¿Quizás tiene su nido?
Desde la cima un tanto lejos se ve el mar, es momento de comenzar a descender pero en esta ocasión lo hago por otra parte del cerro. No hay marcas de sendas.
Un nuevo día. Al escuchar las noticias: fuertes nevadas se registran al sur y hacia la cordillera en esta provincia, Santa Cruz. Es verano!!!