Archivo de la categoría: Libera tu niño interior (Bibi Varela Gibb -Bibisan-)

Abril de 2025

El Museo de Arte Mizunoki, un espacio que trasciende el tiempo, el espacio y la discapacidad.                                                                                                   

Niños con ideas fuera de lo convencional

Las obras de arte creadas por personas con discapacidad no están atadas a géneros, conocimientos o técnicas. Por el contrario, están repletas de colorido y forma libres. El Museo de Arte Mizunoki, en Kioto, ha inaugurado un proyecto para ofrecer clases de arte a niños de primaria con necesidades especiales

Los artistas fueron 47 niños con necesidades especiales que asisten a la clase Sakura de la Escuela Primaria Municipal de Kameoka, Kioto y la artista contemporánea Yamamoto Makiko. Para crear esta obra, Yamamoto les mostró el árbol que había pintado y les preguntó si creían que un árbol tenía un “corazón”, qué forma tendría y dónde lo colocarían.

De inmediato, uno de los niños preguntó cuál era la diferencia entre el corazón del que ella hablaba y el órgano del cuerpo llamado corazón. Amablemente, le respondió que el órgano es el que da vida al cuerpo, pero que hay otro corazón que nos permite experimentar la felicidad o el disfrute. Los niños comenzaron a amasar la arcilla de colores y a expresar sus ideas: “El árbol es tan grande que debe tener muchos corazones. Hice uno con forma de racimo de uvas”, “Creo que el corazón debe ser parecido a las hojas, lo colocaré en las ramas”, cada uno iba colocando su “corazón” en el lugar de su preferencia.En el primer piso están colocados en el suelo y en estanterías, en diferentes ángulos, dibujos de esquejes que los niños hicieron en tablillas. Al lado de la imagen se les pidió que escribieran el sonido que imaginaban que harían estos esquejes al momento de aparecer las raíces y escribieron algunas onomatopeyas como nyoki-nyoki o goto-goto.

Las obras de Mizunoki son reconocidas dentro y fuera de Japón

Tanto Mizunoki como el Museo de Arte Mizunoki pertenecen a la institución de bienestar social Shōkaen. Las clases de pintura fueron inauguradas en 1964, cuando se invitó al pintor japonés Nishigaki Chūichi a impartir una clase. Nishigaki era un ferviente creyente de que el valor del arte no estaba relacionado con tener o no una discapacidad. Hasta su muerte, en el año 2000, siguió instruyendo a los alumnos.

En la década de los 80, algunas de las obras que surgieron en esta clase fueron premiadas en varios concursos. En 1994, la colección de Art Brut de Lausana, Suiza, eligió 31 obras de seis artistas para que formaran parte de la colección permanente. Fue la primera vez que se aceptaron obras de Asia. En 2012, gracias al reconocimiento que obtuvieron dentro y fuera de Japón, se inauguró el Museo de Arte Mizunoki con el objetivo de exponer y almacenar las obras creadas en las clases de pintura de Mizunoki.

Okuyama nos cuenta que creó el taller con la intención de que se convirtiera en un espacio donde los niños de la clase Sakura pudieran dejar volar su imaginación sin preocuparse por otras cosas. Okuyama afirma que en el arte no existen respuestas correctas ni erróneas, nadie gana ni pierde. Se trata de un mundo donde “ser diferente” se convierte en un halago.

Para los japoneses, cuando algo tiene wabi-sabi es que posee la belleza de la imperfección.

Nada dura,
nada está completo y nada es perfecto.

La estética japonesa, se basa, por tanto, en encontrar la belleza en la imperfección.

En definitiva, el Wabi Sabi es un estilo de vida, donde se concibe que la verdadera belleza no existe.

Wabi Sabi nos aporta la lección de disfrutar de los momentos tal y como vienen, sin expectativas

Abrazar el concepto Wabi Sabi nos permite mirar a la vida de una manera diferente, sin la presión de que todo esté bien, sino aceptando que la imperfección forma parte de la vida y celebrando que las cosas sean maravillosamente  imperfectas.

«La lluvia es un problema solo para quienes no quieren mojarse»   Proverbio japonés.

Tan frágil se vuelve el cuerpo
con ese viento de otoño.

 

Fuente:

https://www.nippon.com/es/japan-topics/b10803/

Introducción y enero

«A los doce años sabía dibujar como Rafael,
          pero necesité toda una vida para aprender
      a pintar como un niño»

PABLO PICASSO

El ego es una trampa que no permite evolucionar el espíritu.

Soltarlo es un aprendizaje que incentiva a liberar la mente.

En cada pincelada abstracta sentí que, al plasmar la pintura,
lo peor es “copiarse a sí mismo”.

En esa búsqueda llegué a los Haikus (poemas japoneses).

Paseos Net , El Rincón del Haiku. aún sigo en el aprendizaje.

         Sin llegar al automatismo pude expresar en la pintura un nuevo instante para vivenciar la naturaleza.

                 No fue fácil!!!

Despojarme de intelectualismos, estructuras y «romanticismo occidental»,

ese ruido mental que acecha se aplacó cuando «acepté mis sombras»

Solté la niña interior…

Mis caminatas hacia el parque que otrora eran un ir y venir, hoy las vivencias tienen otra mirada.

No pinto como una oriental, soy una mujer occidental inspirada en oriente.

Nací en el centro de la ciudad de cemento, (Rio Cuarto-  Cba- Argentina)

hoy vivo lejos, rodeada de árboles frutales y otros propios de esta selva.

pude reconciliarme con la Naturaleza Madre de los haikús, así como la Pachamama

es a la tierra.

La mirada cambió, todo fluye, le coloco alas a los hks y pinturas, nada nos pertenece,

todo tiene su vuelo.

Sigo en el proceso: en la unión espontánea de haikús y artes visuales,

No hay prisa, puedo expresarme libremente, quizás no a una ilustración

del hk ,  soy consciente no respondo al sumie tradicional ni a un collage.

La libre expresión se encausa… las estructuras occidentales han quedado en el pasado.

paso a paso… la mirada cambia

Agradezco a compañeros y guías.

 

Pájaros en la lluvia

dejan su trino

en el frescor de las gotas

 

esa garúa

con el viento que sopla

huele a magnolia

 

Templo nevado

La paloma deja huellas

a media luz.

 

Viento del sur

En la tumba sin nombre

un lirio de agua

 

manguera rota

riega a su paso

las margaritas

 

Monte nevado

las huellas del ternero

en la oscuridad

 

suena en la cáscara

el pico de un pollito

Llovizna

 

Luna de agosto

En el cuenco aún brilla

la gota de rocío

 

 

Cerro Uritorco

Un perro se detiene

ante la tumba.