Toda la vida te has esforzado, te has sacrificado, te has enfocado y has desterrado el resto de opciones que podrían haber alterado el camino para, por fin, alcanzar algo parecido a esa meta que se había dibujado en tu horizonte, que te habían augurado, que te habían contado, que habías visto, fugazmente, como en el reflejo de un río. Si prestas atención a tus manos, aún puedes sentir el aferramiento. Y, sin embargo,…
La Vía Perfecta carece de dificultad
Sólo hay que evitar atrapar o rechazar[1].
“Más” fue la clave. Un poco más cómodo; un poco más sabroso; un poco más espacioso; un poco más feliz; un poco más de amor; un poco más de tiempo; un poco más de estabilidad; un poco más de éxito.Y, sin embargo,…
El Camino es perfecto, como el espacio infinito
donde nada falta y nada sobra.
De hecho, es debido a nuestra elección de aceptar o rechazar
que no vemos la verdadera naturaleza de las cosas[2].
Trazar planes, seguir planes, lograr planes, surcando el tiempo más rápido que cualquier viento, atrapando amargos fantasmas del pasado que juramos que no volverían a estar presentes en nuestras vidas, mientras nosotros mismos los perpetuamos una y otra vez. ¿Qué dirían de nosotros si fallásemos?¿Qué pensarían de nosotros si no fuésemos capaces?¿Si perdiésemos su estima, su reconocimiento, su amor?¿Quién sería yo entonces? Y, sin embargo,…
Si la mente no hace discriminaciones, las diez mil cosas son como son:
de la misma esencia[3].
¿Cuánto durará esta carrera?¿Dónde terminá?¿Cuál será su distancia? Resollar para coger una nueva bocanada de aire y dar ese “último empujón”, que nunca llega: esa mentira que ya nos hemos contado demasiadas veces y que, como otras falsedades, termina creyéndose como verdad, por el abuso de la insistencia. Y, sin embargo,…
Vacío acá, vacío allá, y sin embargo,
el Universo infinito está siempre delante de tus ojos[4].
Basta. Wu-wei. Deja de hacer. Detente. Siempre fue suficiente. Ya era perfecto así. Has estado prestándole atención a las palabras que has heredado de otros y así has vivido tu vida, como otro, como un extraño, alejándote cada vez más de ti mismo, pensando que no eras suficiente tal y como el universo te había creado. Y, sin embargo,…
¡Palabras!
El Camino está más allá del lenguaje,
porque en él no hay
ni ayer
ni mañana
ni hoy[5].
¡Ojalá puedas oír la voz de quien ha tropezado durante largos años y ahora tiene los pies doloridos y maltrechos! No hagas nada más: Algo más grande ya lo ha hecho por ti. Todo está hecho y cada uno de nosotros somos ese mismo Todo: ¿qué más pensamos encontrar? Viviendo así, podrás volver a tu casa; podrás retornar a la naturaleza; y podrás regresar a sentir lo salvaje que te sigue creando, aquí y ahora:
No hay un lugar quieto en las ciudades del hombre blanco. Ningún lugar donde se pueda oír el florecer de las hojas en la primavera o el batir las alas de un insecto. Mas tal vez sea porque soy un hombre salvaje y no comprendo[6].
Para la paz y el beneficio de todos mis amigos de El Rincón del Haiku.
Viento.
[1] Shin Jin Mei. Poema de la fe en el espíritu.
[2] Ibídem.
[3] Ibídem.
[4] Ibídem.
[5] Ibídem.
[6] Carta del Jefe Seattle al presidente de los Estados Unidos. En:
https://ciudadseva.com/texto/carta-del-jefe-seattle-al-presidente-de-los-estados-unidos/