Entrega nº 113. 2 de septiembre

Quienes componen poemas chino-japoneses, los llamados poetas “de estilo chino”, reciben versos de buenos augurios de un gran número de personas cuando viajan, y ellos se regocijan en esos buenos deseos. No es malo en sí mismo, sin duda, pero siempre pensé que no era bueno exigir ese tipo de poemas para un pequeño viaje de nada, proponiendo además unas rimas que deban cumplirse.

Recientemente, incluso, este mal hábito también triunfa entre ciertos haijines y, ya sea en homenaje al que se va, a los que permanecen, o bien para desear una larga vida a un recién nacido, para cada ocasión se piden poemas a los conocidos. Sabemos que todo esto solo sirve para aparentar y obtener una falsa reputación. Se dice que aquellos que se jactan de la gran cantidad de versos que publican alineados en un periódico o revista, no muestran una gran inteligencia. Por no mencionar la calidad, ya que muchos de esos poemas no valen absolutamente nada.

Notas del traductor y las fuentes

– Desde el periodo Nara (710-794), y sin interrupción hasta la generación de Shiki, los japoneses han compuesto poemas chinos, respetando, por lógica gráfica, las reglas de la poesía y el idioma chino clásico. No obstante, recitaban (y cantaban) estos textos en japonés, y es por ello que pueden llamarse “chino-japoneses” (sino-japoneses). En 1902, momento en que Shiki escribió lo leído, esta práctica todavía estaba muy viva, y algunos poetas la tenían como preferente (se alude a ello), pero perderá gran parte de su importancia después de la guerra ruso-japonesa de 1904- 1905.

– En el texto se hace referencia a que la poesía china hacía uso de la rima. También se habla de unos ejercicios que se hacían con los poemas sino-japoneses y que obtuvieron gran popularidad. Se trataba de unos poemas que eran compuestos para una ocasión particular: un evento o una celebración. En ellos las rimas se impusieron más que visiblemente, y su forzada redacción conllevaba que su calidad, frecuentemente, dejaba mucho que desear.