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El camino del medio

Nadie que vaya
Por este camino.
Crepúsculo de otoño.[1]

 Bashô

Fotografía de Luis Bernardo Cano Jaramillo

Es frecuente asociar las enseñanzas del zen y el budismo con la negación del yo. Se atribuye al mismo Buda la afirmación del que el “yo” no existe, de que solo es una ilusión. Más adelante trataré de aclarar esta afirmación errada, pues en ninguna parte de la extensa escritura del canon budista, el buda dijo tal cosa. Nunca afirmó que el ser humano no tenga yo o que no exista el yo, sino que nos invito a “no ser yo” o “ser no-yo” (anatman en sanscrito, anatta en lengua pali)[i].

En palabras de nuestro maestro Vicente Haya: “Solo cuando el ‘yo’ es parte de la naturaleza tiene permitida su entrada en el haiku”. (Vicente Haya, El espacio interior del haiku, p.77). O también: “Por eso escribir haiku es una Vía; un entrenamiento del ‘yo’. En tanto es un proceso de despertar de los sentidos, de atención, de naturalidad, de autenticidad, de paciencia, de desprendimiento, de extinción de la vanidad… Los maestros del haiku nos enseñan que el poeta debe eliminarse de su poesía para que sus versos capten la esencia dinámica de la realidad”. (Vicente Haya, Haiku-dô. El haiku como camino espiritual).

El asunto del yo es entonces un asunto netamente práctico. Ni en el budismo ni en el haiku se trata de tener una teoría o explicación del yo; como cualquier cosa que aparece o existe en el mundo, el yo tiene su lugar y puede ser reconocido como algo más dentro de la naturaleza, siempre y cuando no reclame ninguna supremacía o exclusividad. Podríamos decir que el “entrenamiento del yo” que propone el maestro V. Haya corresponde al “cuidado de si” al “cultivo de sí” de las tecnologías del yo, como las formuló el filósofo Michael Foucault, en sus últimas reflexiones antes de morir. Cercanas pero diferentes del imperativo “conócete a ti mismo”, que apunta más a un sentido de conocer para controlar, para rechazar o renunciar en el sentido de algunas morales religiosas que consideran el cuidado de uno mismo como una inmoralidad, como un camino de perdición (la carne, el mundo como demonio).

“Eliminar al poeta” significa eliminar cualquier idea que se tenga de sí mismo y que se imponga sobre los demás seres del mundo. En la ausencia de una idea limitada de sí mismo es posible captar ampliamente la dinámica total del mundo.  O como lo expresaba bellamente el maestro Eckhart: “Mientras persista cualquier idea de Dios en tu alma. Dios no podrá entrar en ella”.

Renunciar a la idea del “yo” para dar cabida al mundo, tal es el propósito y el camino del haijin. Sus instrumentos están al alcance de su mano: dejando de lado los juicios, críticas, opiniones o puntos de vista, es decir la especulación mental, el haijin se entrena para estar atento, para vivir en el presente, para habitar en el justo lugar en que su contacto con el mundo se da a través de los órganos de los sentidos (seis en la concepción budista, que incluye la conciencia del cuerpo-mente, es decir la propiocepción como un sexto sentido).

[1] Sin yo, sin nadie, el testigo invisible que observa el camino solitario en el crepúsculo de otoño puede ser el haijin o cualquier persona que lea u oiga el haiku. Quizás por eso Cortázar apreciaba tanto este haiku. 99 HAIKUS DE MU-I, traducción de Vicente Haya y Keiko Kawabe, p. 30, MANDALA Ediciones, Madrid, 2010.

[i] Thanissaro Bikkhu (Geoffrey DeGraff), SELVES&NO-SELVE, THE BUDDHIST TEACHING ON ANATTA, https://www.accesstoinsight.org/lib/authors/thanissaro/selvesnotself.pdf

Cabrera G., Mª Concepción, Haikus del yo, Tesis de grado, U. de Sevilla, p. 22.

La luz del haiku

Tan breve, tan abierto en su aparente sencillez, pero qué sorprendente… Hasta en su forma más convencional, el haiku es capaz de abarcarlo todo y de expresar los matices más sutiles. Si, por ejemplo, evocamos la luz, la memoria se enciende con un caleidoscopio de imágenes, que afloran desde todas partes y se imponen, se mezclan y se relacionan, más allá de los nombres que las imaginaron; como si, siendo ya tan nuestras, acabaran por ser anónimas: el pálido centelleo de la escarcha; la niebla luminosa flotando en el aire del embarcadero, y la niebla con llovizna que impide ver el Fuji; el rastrojo que empieza a ennegrecerse con el primer chubasco; aguas turbias fluyendo bajo las flores de cerezo; la marea olvidada entre las piedras, junto a algas verdosas; el color de unos iris un día de lluvia y la emoción al ver de pronto unas violetas en el camino; la sombra de cada cosa, intensificada por la luz del otoño, o desvelada al bajar la marea…

                En los límites del haiku clásico -17 sonidos y palabra o expresión estacional-, no hay límite. Tokugen nos propone este enigma: si nos fijamos bien, no hay nada tan negro como la nieve. Bashô se atreve a hablar del grito, casi blanco, de los patos junto al mar ya oscuro; y Buson -evocando quizá al gran maestro- ve cómo un viento súbito hace empalidecer a las aves acuáticas. A lo largo del tiempo, los poetas de haiku contemplan la Vía Láctea -tenue, pero deslumbrante- y la describen de mil maneras: sobre un mar revuelto, sobre los arrozales, colgada sobre la cima del monte, entrevista por la ventana rota, velando el baile de un borracho, acompañando a la mujer que regresa sola con su fardo de arroz o a la enamorada que acude con el pelo mojado a una cita… ¿Y la luna? Bashô la ve huir entre las ramas goteantes de lluvia, y Taigi asocia la luna brumosa con el chasquido de una red, río abajo.

¿Qué decir de la gran luna llena, de la que un niño se encapricha, y ante la cual se siente peor el mudo que el ciego? Esa luna se detiene un instante sobre las flores para admirarlas, hipnotiza a la libélula, desvela y enmudece a sus contempladores, alumbra a quien lee una carta, ilumina la niebla que gatea sobre el agua, consuela al solitario y recibe la gratitud de quien escribe su último poema: el del adiós… Mokkoku habla de las “gotas de luna” que suben a bordo con la red barredera; observación que recuerda lo que Sei Shônagon anotaba, ocho siglos antes: “En una noche de clara luna, cuando se cruza el río, me fascina ver el agua dispersarse en gotas de cristal al paso de los bueyes”. Chiyo-ni compara la “flor de luna“ (yûgao) con la piel de una mujer al desnudarse (Yûgao es el nombre de una de las amantes secretas del príncipe Genji), pero Chiyo-ni se fija también en el rojo de labios que fluye con las aguas primaverales, en la libélula que persigue su propio reflejo, y en las jóvenes hierbas: en el resplandor del agua entre hoja y hoja…

                Todo lo que brota, florece o se marchita, se llena de luz. Y vuelven a bullir las imágenes. La garza blanca se hace invisible en la nieve, pero la nieve resalta la palidez violeta de la “flor de u” y la esbeltez del ciervo, y su fulgor inunda de quietud la casa… Hay una flor tan blanca, que no deja ver el rocío; dos valles que se alumbran uno a otro bajo el relámpago; una hortensia dudosa que acaba decantándose por el azul… El oro empañado y el verdor fresco avivan la nostalgia de Chora por los tiempos antiguos, un sentimiento compartido por Tanizaki en su “Elogio de la penumbra”, cuando habla, por ejemplo, de la estancia más apartada de la casa, cuyos tabiques móviles y biombos dorados “captan la extrema claridad del lejano jardín”: “¿No han percibido nunca sus reflejos, tan irreales como un sueño? Dichos reflejos, parecidos a una línea del horizonte crepuscular, difunden en la penumbra ambiental una pálida luz dorada… A veces, el polvo de oro que hasta entonces sólo tenía un reflejo atenuado, como adormecido, justo cuando pasas a su lado se ilumina súbitamente con una llamarada y te preguntas, atónito, cómo se ha podido condensar tanta luz en un lugar tan oscuro…”

***

Agosto 2023

Les saludo desde un frío Santiago. Al elegir el haiku de este mes, me encuentro en la disyuntiva estacional entre elegir un haiku que se ajuste a la estación del hemisferio sur, en el cual me encuentro físicamente, o del hemisferio norte, en el cual está Japón, o que calce con el calendario lunar en uso en la época de Bashou. Al final he decidido elegir uno de fines de verano, y que viene compilado en la que, probablemente, sea la obra más conocida del maestro en el mundo entero, el Oku no hosomichi.

桜より松は二木を三月越シ

sakura yori matsu wa futaki wo mitsuki goshi

desde el cerezo al pino de dos troncos he visto pasar tres meses

Bashou comienza su famoso viaje relatado en este “kikou” o crónica viajera, a inicio de primavera, ocasión marcada por el florecimiento de los cerezos, y después de tres meses de camino llega al pino de Takekuma, hito natural famoso en la literatura desde tiempos remotos, ya que es un árbol que creció con dos troncos. Lo famoso del lugar puede ser atestiguado por la gran cantidad de poemas en que es mencionado o utilizado como tema compositivo, de los cuales Bashou toma inspiración.

Tenemos, para comenzar, un poema de Tachibana no Suemichi (¿? – 1060), compilado con el número 1041 en el Rollo XVIII de la cuarta antología imperial, Goshuui Wakashuu, compilada el año 1086.

 

武隈の松は二木を都人のいかがと問はばみきとこたへむ

takekuma no matsu wa futaki wo miyakobito no ikaga to towaba miki to kotaemu

en Takekuma los pinos entrelazados, si la gente de la capital me pregunta ¿cómo son? Responderé que he visto sus dos troncos

 

Este tanka puede sonar demasiado descriptivo, pero era la función requerida, ya que Suemichi lo compuso al visitar Takekuma en camino a Michinoku en compañía de su padre, Tachibana no Norimitsu.

El tanka que sigue en esta antología, Goshuui Wakashuu, compilado con el número 1042 es de Nouin (988 – 1051), y utiliza el mismo tema.

 

武隈の松はこのたび跡もなし千歳を経てや我は来つらん

takekuma no matsu wa kono tabi ato mo nashi chitose wo tate ya wa wa kitsuran

del pino de Takekuma en este viaje no queda ni rastro, aunque pase una eternidad volveré

 

Los “uta makura”, lugares utilizados en poesía, y los “meishou”, lugares famosos, ofrecen al poeta y al lector un mundo detrás de unas pocas palabras; mundo que hay que conocer y comprender para poder apreciar la complejidad de contenido escondida detrás de estos versos engañosamente cortos.

“武隈の松 takekuma no matsu”, el pino de Takekuma, tiene como rasgo característico los dos troncos o “二木 futaki”; algunos lo interpretan como dos árboles unidos o entrelazados, por lo que se utilizaba en poemas románticos o de amistad. También es interesante notar el uso de la palabra pino o “松 matsu” que tiene su kakekotoba (palabras homófonas) en el verbo esperar, que se dice de la misma forma “待つ matsu”. Otra homofonía con la que Bashou juega en el haiku, es la de “三月 mitsuki” tres meses, que suena parecido al verbo ver “見 mi”, y que combinado con “より yori”, partícula que puede utilizarse para hacer comparación o marca de tiempo. Considerándola con la última acepción, sería “desde”, es decir, “desde que vi los cerezos hasta que llegué en mi viaje al pino de Takekuma, han pasado tres meses”. Una vez más permitiendo entregar muchísimo más significado del que los 17 sonidos nos pueden ofrecer a simple vista.

Espero hayan disfrutado del camino por el que los llevé en este artículo, el cual, así como los de montaña que van y vienen entre los árboles, lo hace entre las palabras y los poemas, el tiempo y los poetas ¡Que tengan un hermoso mes de agosto!

¡¡Imágenes, imágenes, imágenes!! (1 de 2)

Una de las cosas que nos puede dar una idea de la trascendencia de Shiki en la cultura japonesa, es la cantidad de imágenes que se crean sobre él y se muestran en la red (dibujos, caricaturas, carteles, obras de arte como pinturas, relieves o esculturas, sellos, etc.). A continuación, una amplísima muestra de lo hallado. Recomendamos la visualización detenida de las mismas, pues algunas contienen curiosos matices imperceptibles en una mirada superficial. Se añade (o deja puesto) el nombre del autor/a cuando ello ha sido posible.

Empezamos con este curioso cartel que anuncia «El día del caqui». Claro, quién mejor que Shiki:Lo dicho, es a propósito de la celebración el 26 de octubre, del Día del caqui, y el dibujo con caqui y templo, hace referencia al famoso haiku de Shiki:
    Comiendo caquis: / el sonido de la campana / del templo Hôryûji

¡Sorprendente! Esta imagen que sigue, aunque no lo parezca, está hecha exclusivamente con manos, no se ve otra cosa en cabeza, letras, fondo  y ropa que no sean manos… amplía, amplía…

Y a continuación… ¿eso? ¿qué mira Shiki de reojo? ¿eso? ¡Su oreja! Porque su oreja es él…y la oreja de ese otro él vuelve a ser él … en fin un lío, mejor observar despacio… nuevamente… amplía…

 

Y caricaturas, imágenes y dibujos a decenas…

 

 

 De Suichi

 

Ilustración para un texto en prosa que escribió 3 días antes de morir: Mañana del 14 de septiembre. Shiki escucha como un vendedor pregona natto desde la calle.

 

 

 

 

 

 

Imágenes de  Una cama de enfermo de seis pies de largo hecha en comic. Y más comics…

Unos sellos:

 

 

Matsuyama fu la tierra que vio nacer a las dos grandes figuras literarias del periodo Meiji, Soseki y Shiki (grandes amigos por otra parte) y por ello el frecuente que se le homenajee conjuntamente: relieves, monumentos, muñenos, sellos, carteles…

De Warabi-za

 

Y aún quedan muchísimas más, algunas muy interesantes, pero ya una selección de ellas las reservamos para la próxima entrega y evitamos el atracón.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El shasei de Shiki. Compilación de textos imprescindibles.

Corregido, actualizado y ampliado a 1 de septiembre de 2023

El shasei, piedra angular del haiku moderno.

«El shasei de Shiki», una recopilación de los artículos que han ido traduciendo Jaime Lorente y Elías Rovira sobre este asunto, ya publicados en El Rincón del Haiku con algunos fragmentos extra. Disponemos así de una amplia obra sobre el shasei, piedra angular del haiku moderno. Sin duda, ofrece un conocimiento profundo sobre esta cuestión desde diferentes perspectivas.

Descargar desde este enlace:

El shasei de Shiki

LOS ORÍGENES ESPIRITUALES DEL HAIKU 3. El Taoísmo

  1. Taoísmo

El taoísmo, representado por Lao-Tsé (Rōshi) y Chuangts (Sōshi), llegó a Japón en parte directamente y en parte a través de la poesía china. Directamente, tal vez, la influencia fue restringida, porque Sōshi especialmente es muy difícil en el original, aunque no en la traducción inglesa. La relación entre el taoísmo y el zen no es nada fácil de establecer. Pueden haberse originado juntos en la mente china; el Zen puede ser la aplicación práctica de los ideales taoístas, injertados en el árbol religioso budista. La historia ortodoxa del Zen dice que hubo una sucesión ininterrumpida de patriarcas Zen desde Shakamuni, pasando por Daruma, hasta los maestros Zen chinos. Todo esto es de dudosa historicidad y un tanto improbable. Sin embargo, lo importante para el haiku son esas ideas, esos ensayos del alma que se han transmitido a Japón desde aquellos antiguos místicos chinos. Los siguientes son pasajes característicos de Rōshi primero y de Sōshi después:

 

RŌSHI

道沖而 用之、 或不脅。酒子似変物之宗

(等四章)

El Camino es un vacío insaciable, un abismo sin fondo, es decir, el origen de todo en el mundo.

天地不仁、以高物信郊向。

聖人不仁、以百性鶴郊狗。

(第五章)

El Cielo y la Tierra son despiadados; tratan las cosas como a perros de paja. Los sabios son despiadados; tratan a las personas como a perros de paja.

 

上帝若水。水善利高物面不争。

歳衆人所悪、 故幾於道,

(第八常)

El Gran Bien es como el agua, el agua que sirve a todas las cosas sin conflictos. Está donde a los hombres no les gusta estar (en el lugar más bajo). Por eso está cerca del Camino.

 

希言自然,故翼風不終朝,薬雨不終日。

教信此者。天地。天地向不能久而況於人

呼。

(第二十三)

Ser de pocas palabras es seguir la naturaleza. La tempestad no dura toda la mañana, ni una tormenta de lluvia cae todo el día. ¿Cuál es su causa? El Cielo y la Tierra. Y si el Cielo y la Tierra no la mantienen tanto tiempo, mucho menos debería el hombre.

 

知人者智、 自知明。(第三十三参)

Quien conoce a los demás tiene conocimiento. Quien se conoce a sí mismo está iluminado.

反者道之動、 弱者道之用、 天地高物生於

有、有生於無。(第 四十)

Volver (a la Naturaleza) es la actividad del Camino. La debilidad es el uso del Camino. Todas las cosas en el Cielo y en la Tierra surgen de la Existencia, pero la existencia surge de la Inexistencia.

 

驚道日銀、損之又報

鈴摩日益、以至於無烏、無鳥而無不魚。(第四十八章)

Aprender es añadir algo cada día. Seguir el Camino es quitar algo cada día, hablar, quitar, hasta llegar a la Inactividad, esa Inactividad que es Todo-actividad.

 

知者不賞、言者不知。(第五十六章)

Los que saben, no hablan. Los que hablan, no saben.

 

聖人欲不欲、 不費難得之。(第六十四章)

El sabio quiere cosas no deseadas (por otros); no da preferencia a las cosas difíciles de conseguir.

 

信言不美、美言不信、善者不精、

籍者不善、知者不博、博者不知。(第八十一章)

La verdad no es agradable de oír. Las palabras que suenan agradables no son verdaderas. Los hombres buenos no discuten. Los hombres que discuten no son buenos. El que sabe no es culto. El hombre culto no sabe.

 

而 後眼如耳、年如発、鼻如口。

 A partir de ahora, mis ojos son uno con mis oídos, mis oídos con mi nariz, mi nariz con mi boca.

Rishi, 2, 3.

 

Compara esto con Rōshi, 56:

塞其戸、 閉共門、捧其鋭、解其紛、

和其光、同其菓、 是謂玄同。

Cerrar la puerta (de su boca), cerrar los portales (de la vista y el oído), embotar la agudeza, desenredar las complicaciones, templar el brillo, alisar el polvo (de la discriminación): esta es la nivelación misteriosa.

 Es del tipo de haikus como el siguiente, pero no sólo:

海くれて鴨の 整ほのかにしろし

Umi kurete   kamo no koe   honoka ni shiroshi

El mar se oscurece:
las voces de los patos salvajes
son ligeramente blancas.

(Bashō)

 

SŌSHI

 恵子謂荘子日、吾有大樹。人謂之標。英

大本擁麺、 而不中潮張、其小枝容曲、而

不中規短。立之第、匠者不願。今子之言

大面無。衆所前去也。荘子日、.今チ

有大樹、悲其無、 何不樹之於無何有之

繩、臓真之野、街復平無 郎其側、道造学

彩臥其下. 不天斤斧。 物無害者。無所 可

用。 安所国苦哉。(内 詩澄藩遊第一)

Keishi le dijo a Sōshi: “Tengo un gran árbol llamado ‘El orgullo de la India’. Su tronco es tan retorcido y bulboso que una línea de tiza [para marcar la longitud de la madera] es inútil. Las ramas están tan contorsionadas que el compás y la escuadra no podrían hacer nada. Se encuentra al borde de la carretera, pero los carpinteros ni siquiera le echan un vistazo. De la misma manera, Señor, sus palabras son grandes e inútiles, y la gente es indiferente a ellas”. Sōshi replicó “…Señor, te aflige la inutilidad de tu gran árbol; ¿por qué no lo plantas en la Región del No Ser, el Dominio de lo infinitamente Vasto, vagar junto a él en estado de no acción, dormir apaciblemente [El título del capítulo, ‘Placer apacible’, procede de esta frase] reclinado bajo su sombra? Entonces el hacha no le haría daño; nada podría herirlo. No habiendo forma de utilizarla, ¿cómo podría sufrir daño?”

 

唯達者知通露一。篇是不用、而雷諸唐。(斎物論第ニ)

Sólo “quien ha llegado” sabe y comprende que todas las cosas son Una. No se habla a sí mismo como separado de las cosas, sino que se identifica con ellas en su actividad esencial.

 

夫大道不稀、大禁不賞、大仁不仁、

大原不廉、 大勇不伎。(節ニ)

La gran Vía no se expresa; la elocuencia perfecta no habla; la justicia absoluta no es desinteresada; el completo valor no es valiente.

 

注鶏而不溝。酌溝而不。 而不知其所由索、此之謂篠光 (第ニ)

Por mucho que vertamos, nunca va a rebosar; por mucho que repartamos, no se va a agotar; más aún, si no hay ninguna razón para ello, – a esto se le llama la Luz Oculta.

 

上徴武士、則支離撲費於其間。上有大役、

則支離以有常疾不受功、上興病者業、則

受三鐘興十東薪、夫支離其形者、縮是以

養其身、 終其天年、又況文離 徳者学。

(内第、 人間性、 第四)

Cuando la gente es llamada por las autoridades, el jorobado se pavoneaba entre ellos. Cuando la orden fue para hacer obras públicas, el jorobado, ya que es un lisiado sin remedio, no se puso a trabajar. Cuando el gobierno distribuía grano a los enfermos, él recibía tres shō y diez haces de leña. Si un jorobado, debido a su malformación corporal, es capaz de alimentarse y vivir hasta el final de sus días, ¡cuánto más provechoso es ser un jorobado moral!

若然者、其心志、其容疲、其額。渡然

似秋 、渡然似春、喜経通四時、興物有宣,

而莫知其極。 故聖人之用兵也。 亡図面不

失人心。 利深施平高世、不郎障 人。故築

通物非聖人也.有親非仁也。(第六)

Un hombre así (un Hombre Real) no se ve afectado por las circunstancias, su actitud es tranquila, su expresión (facial) poco demostrativa. Su frescura es la del otoño, su calidez la de la primavera. Sus emociones siguen su curso natural como el ciclo de las cuatro estaciones. Su armonía con la naturaleza está más allá de toda estimación humana. Así que cuando el sabio utiliza el ejército de tal manera que arruina el país, no pierde el amor de ese pueblo. Si otorga su benevolencia a éste y a las generaciones venideras, no es por amor al pueblo. Así pues, no corresponde a un sabio hacer felices a otros seres. Ser aficionado a las cosas, esto no es Amor universal.

 

夫蔵舟於峯、蔵山 於潔、謂之固突。然而

夜牢有力者負之而走。除者不知也。藤小

大有宜、縮有所遂。 若夫蔵天下於天下、

而不得所遂。是仮物之大情也。

(第六)

A un barco escondido en un arroyo, o (“una isla montañosa escondida”[1]) en un pantano, se le considera seguro. Aun así, algo fuerte puede llevárselo a medianoche. Los hombres en su ilusión no se dan cuenta de esto. Ocultar las cosas pequeñas en las grandes está bien, pero pueden perderse. Si, por el contrario, escondes el universo en el universo mismo, no hay lugar donde pueda perderse. Esta es la Gran Naturaleza de todas las cosas.

 

俄而子来有病瑞 職然将死、其妻子環而泣

之。 子物往間之日、叱避。無恒化。衛其

戸典之語目、偉哉造化。又将梁J以汝篇、

将築以政適、以政露鼠平。以汝常識管

平。子来日、父母於子、東両南北唯之命

従、陰易於人、不婦於父母、彼近吾死、

而我不聴、我則悼安。彼何罪蒔。夫大塊

載我以形、券我以生、快我以 老、息我以

(第六)

Shirai enfermó repentinamente, jadeaba y estaba al borde de la muerte. Su mujer y sus hijos lloraban a su alrededor. Shiri se acercó y les gritó: “¡Fuera de aquí, no frustréis su cambio!” Luego, apoyándose en la puerta (poste) dijo: “¡Maravilloso es el Creador! ¿Qué hará de él ahora? ¿Será el hígado de una rata o los codos de un gusano?” Shiri respondió: “Un niño debe ir obedientemente… Este, Oeste, Sur, Norte, según le digan sus padres. El Ying y el Yang [los negativos y positivos poderes de la Naturaleza] no son simplemente la madre y el padre de un hombre. Cuando me llevan a la muerte, y me opongo a ellos, soy rebelde; ellos son intachables. Gran Naturaleza, al darme la forma (humana) me da un lugar (en el mundo); por la vida, me permite trabajar; por la vejez, la satisfacción; por la muerte, el cese de la existencia”.

 

孔子日、魚相造平水、人相造平道。 相造

平永者穿池面養給、 相造平道者、無事而

生定。故日、魚相忘呼江湖、人相志平道

(第六)

Confucio dijo: “Los peces están hechos para el agua, los hombres para el Camino. Los que viven en el agua se entregan por entero a los estanques y se alimentan en ellos; los que viven en la Vía, viven en reposo, una vida de certeza. Y así se dice: ‘Los peces son inconscientes de los ríos y los lagos; los hombres nunca piensan en el Camino, y en cómo caminar por él’ ”.

Antes de hablar de la influencia de Rōshi y Sōshi sobre Bashō, podemos mencionar lo que Sōin [Fundador de la Escuela Danrin, 1604-1682] escribió en parte sobre un retrato de Sōshi:

 

荘調が文章にならひ、

守武が録属を仰がざらんや

“¿No nos basamos en los escritos de Sōshi, y veneramos la influencia de Moritake?”

Termina con el verso:

世の中や葉葉とまれくもあれ

Yono naka ya   chōchō tomare   kaku mo are

El mundo
es después de todo como la mariposa,
sea como sea.

(Sōin)

 

Esto, por supuesto, se refiere a lo que es quizás el más conocido pasaje de Sōshi:

不和薦之夢露胡蝶奥,胡蟻之夢鶴周興。

¿Soy un hombre que soñaba con ser una mariposa, o soy una mariposa soñando que soy un hombre?

Este fue el origen de muchos haikus sobre mariposas, por su identificación con el poeta en esa forma ligera y soñadora que forma parte tanto de la naturaleza del insecto como del poeta.

El poeta que más insistió en el hecho de que “los escritos de Sōshi son haikai”, fue Okanishi Ichū, 岡西惟中, fallecido en 1692, discípulo de Sōin. En una de sus obras 俳講栄求 Haikai Mokyu, aparece el siguiente pasaje:

北の海に解と言魚有り、其の魚の大さ幾

千里と云よ、事をしらす、此鳥海の 動く時

北より南の海へうつらんとす。 水にう

つ事三千里、 風c乗てのr る事九高里と

書けリ、 是期心の天遊機化自然の大自在

底なリ。しかれば今する俳謝も、方すの

胸中よb額れ出で、 天地の外に打むか

自由壁化の趣向をおもひめぐらし、 有事

ない事とり合て活法自在の旬微を誠の俳

識と毎るべし

山にかけリ野に遊びて、 花をめで、紅葉

にあこがる 折ふ、しでとに、此心をもて

作する事是俳 の追姦遊ならすや。

En el Océano del Norte hay un pez llamado el Kon, no sé de cuántos ri de tamaño. Cuando el mar se mueve, se prepara para partir hacia el Océano del Sur. Bate sus aletas en el agua durante 3.000 ri. Asciende en un torbellino 90.000 ri[2]. Así es la mente en su actividad celestial, sus transformaciones y libertad natural. Pero el haikai también surge desde un pecho de apenas unos pocos centímetros cuadrados que contemplando lo que está más allá del cielo y tierra, reflexiona y forma su idea de cambio libre. Uniendo lo que es y lo que no es, obtenemos un verso de libertad viva. Esto es auténtico haikai.

Vagando por las montañas, jugando en los campos, admirando los cerezos en flor, anhelando sobre las hojas carmesí del otoño, -siempre que hacemos estas cosas, ¿no es nuestro estado de ánimo el de “Disfrutar con tranquilidad”?

 

Durante el periodo que abarca la vida de Bashō, los estudios confucianos florecieron enormemente [véase apartado 5. Confucianismo], y Sōshi y Rōshi eran leídos junto con Confucio y Mencio como algo natural, publicándose sus libros y comentarios sobre ellos durante esa época. Se dice que el propio Bashō estudió los clásicos chinos, y especialmente a Sōshi y Rōshi, con Tanaka Tōkō, 田中桐江 1668-1742, pero sus fechas apenas coinciden con las de Bashō, 1644-1694.

Cabe mencionar que en esta época era común aplicar la palabra gugen, 寓言 alegoría, al pensamiento de Sōshi, y también al haikai. Esto tiene relación con la alegorización de la escuela Teitoku de haikai.

Es difícil juzgar el conocimiento que Bashō tenía de Sōshi, pero no cabe duda de que el pensamiento y el talante del “filósofo” chino eran muy afines a su propio carácter. El número de citas y referencias a Sōshi es comparativamente grande, mientras que a Rōshi son pocas porque su aplicación es más bien política, y en parte porque no tiene los elevados vuelos de fantasía que caracterizan a Sōshi.

En la obra de Kikaku 田舎の句合 Inaka no Kuawase, de 1680, se dice que Bashō tomó el nombre de くくさい Kukusai. Anteriormente había asumido el seudónimo de 桃 Tōsei, Melocotón Verde, en admiración por Ritaihaku, cuyo nombre significa “ciruela blanca” 李白. El nombre Kukusai, “Volando por ahí”, está tomado del célebre pasaje de Sōshi al final del capítulo 2, El Ajuste de controversias, al que ya hemos aludido:

普者荘周夢爵胡蝶。頼親然胡蝶也。自際

適志興不知周也。俄然党、則選遊然周也。

不知周之夢露胡蝶興。胡葉之夢爵周興。

Antes soñaba que era una mariposa volando disfrutando. No sabía que era Sōshi.

De repente me desperté y volví a ser Sōshi. No sabía si era Sōshi soñando que era una mariposa, o una mariposa soñando ahora que era Sōshi.

 

En el mismo Inaka no Kuawase encontramos los siguientes versos de Yajin, siendo los comentarios de Bashō:

 

壁の姿葬千年をわらふとかや              野人

Kabe no mugi    yomogi sen-nen wo        warō to kaya

La cebada junto al muro
se ríe, puede ser,
de los tres mil años de la hierba de ganso.

  (Yajin)

[NT.- “Hierba de ganso” es un nombre común para diversos pastos o hierbas].

 

壁に生る姿は 菌の聯朔 をしらす冥競大

椿を論するに似たり。

La cebada junto al muro es como la seta que no sabe nada del primer mes ni del último día, como la tortuga que habla del Gran Árbol de la Camelia.

Estas dos comparaciones proceden del primer capítulo de Sōshi.

 

限となりぬ騎牛の容由貝        野人

Kogarashi to   narinu katatsumuri no   utsusega

Ha llegado la tormenta:
el caparazón vacío
de un caracol.

(Yajin)

 

幅牛のうつせ貝もさびたり。されどもか

れが角の上にあらそはんときは、 右いさ

さかまさりなんや。

Esta “concha vacía de un caracol” tiene sabi. ¿Pero no sería mejor que lucharan en los cuernos?

Este fragmento procede del capítulo 25 de Sōshi, en el que Keishi presenta a Taishinjin al rey; Taishinjin le habla de los dos cuernos de un caracol. En un cuerno hay un reino llamado Provocación, y en el otro un reino llamado Estupidez. Estos están siempre luchando, causando miseria y muerte entre sus habitantes.

Sōshi está, por supuesto, señalando la relatividad de las cosas.

Además de estos ejemplos de comentarios de Bashō sobre el haiku, podemos citar algunas de las propias composiciones de Bashō. En el Nozarashi Kiko, 1684:

ニ上山富麻寺に諦で庭上の松を見るに凡

そ千とせも経たるならん、 大いさ牛を腰

すとも云ふべけん。かれ非情といへども

 俳縁にひかれて斧斤の罪をまぬかれたる

ぞ幸にして尊とし

 

僧朝顔幾死に返る法の松

Sō asagao   iku shini kaeru   nori no matsu

Visité el templo Tomaji en el monte Futakami. En el jardín vi un pino; debe tener unos mil años. Se podría decir que es suficientemente grande para esconder un buey.
Aunque insensible por su relación kármica con el Buda, había evitado el pecado del hacha,  y esto era a la vez afortunado y loable.

El monje… una gloria de la mañana,
muriendo una y otra vez;
este pino… ¡la ley budista!

 

Esta referencia al buey proviene del cuarto libro de Sōshi:

匠石之警至於曲藍見機武機。

其大蔽牛

Un maestro carpintero Seki, de camino a Sai, llegó a Kyokuen, y vio un árbol, sagrado para los espíritus de la tierra. Era lo bastante grande como para esconder un buey.

Sōshi se empeña en mostrar la inutilidad de este gran árbol, de cuyas ramas incluso se podría ahuecar una barca. Bashō lo contempla como un árbol, con cariño y asombro, pero también desea tener el peculiar sabor del pensamiento espiritual de Sōshi, el “color local” chino. Lo trae casi por costumbre. En el Oi no Kobumi, de 1687, leemos:

かの三月の糧をあつむるに力を入れす。

No me esforcé mucho en reunir provisiones para
esos tres meses.

 

Esto proviene del primer capítulo de Sōshi:

 

適千里者三月楽織

Aquel que vaya a mil ri tendrá que llevar provisiones para tres meses.

Hay algunos haikus de Bashō que están conectados de alguna manera con Sōshi, por ejemplo:

唐土の俳諧問はん飛ぶ胡蝶

Morokoshi no   haikai towan  tobu kochō

Preguntaré,
sobre el haikai de China,
esta mariposa revoloteando.

 

Esto tiene el proscripto, 非子書賛, “Escrito en una imagen de Sōshi”. La “mariposa” se refiere, por supuesto, a la alegoría de Sōshi mencionada anteriormente. La misma relación se ve en:

君や蝶我や荘子の夢心

Kimi ya chō   ware ya sōshi no   yume-gokoro

Tú eres la mariposa,
¿y yo el corazón soñador
de Sōshi?

 

起きよ起きよ我が友にせん寝る胡蝶

Okiyo okiyo   waga tomo ni sen   nuru kochō

Levántate, levántate,
y sé mi compañera,
¡mariposa durmiente!

 

Dice Bashō, en el Diario Genjuan, 幻住庵記 :

素はまれまれとぶらふ人々に心を野かし、

あるは営守の、黒のをのこども入り本

りで、わのしいの積くひあらし、乗の豆

畑に通ふなど我が開きしらぬ農談、日低

に山の輪にかいれば、 夜確設に月 を待ち

ては影を律ひ、燈を取 ては同雨に是非

をこらす。

Durante el día, mi mente es de vez en cuando estimulada por la gente que me visita. A veces el viejo guardián del santuario, a veces los jóvenes de la aldea vienen y cuentan cómo los jabalíes devoran y arrasan las plantas de arroz, cómo los conejos vienen a menudo a los campos de guisantes, y cosas así, hablando de asuntos agrícolas que son nuevos para mí.

El sol ya está detrás de las montañas, y yo me siento tranquilamente en el crepúsculo con mi sombra, esperando la luna. Enciendo la lámpara y medito sobre la verdad de las palabras de la Penumbra.

 

Esta última frase se basa en un pasaje de Sōshi:

問雨問景日、養子行、今子止。発子、

今子起。何共無特操。最日寄有待而然

者那、香所待、又有持而然者耶。容待蛇

紺鯛葉耶。悪識所以然。悪識所以不然。

(京物幹節二)

La Penumbra preguntó a la Sombra: “Acabas de caminar, y ahora te has detenido; te sentaste y ahora estás de pie; ¿por qué eres tan inconstante?” La Sombra respondió: “Espero el movimiento de algo (forma), y de esto (forma). Espero el movimiento de algo más (el Creador). Mi espera del movimiento es como la espera de las escamas de la serpiente [sobre la que se desliza] o las alas del higurashi [una especie de cigarra]-. ¿Cómo puedo saber por qué hago esto y por qué no hago aquello?”

 

En Oku no Hosomichi, Bashō cita una parte de una waka de Saigyō:

(終夜嵐に渡をはとばせて]

月をたれたる汐越の松

(Yo mo Sugara arashi ni nami wo hakobasete)

tsuki wo taretaru shiogoshi no matsu

                 (Toda la noche, con el violento viento,)

Los pinos de Shiogoshi,

colgando la luna en sus ramas,

(envuelven las olas.)

 

此の一首にで数景書きたり、 若し一禁を

加ふるものは、無用の指を立つるがごと   し。

Luego continúa…

con este poema,  se expresan en su totalidad muchas escenas.
Añadir otra palabra sería “un dedo inútil”.

_________________________________________

[1] Podemos omitir esto por completo y tomar 有力者 como un hombre; o considerar 山 como una colina (isla) y 有力者 como una fuerza mayor que el hombre, es decir, la Naturaleza.

[2] Estas cinco líneas son el principio de Sōshi.

El futuro del haiku. Una entrevista con Kaneko Tohta

Corregido y actualizado el 30 de agosto de 2023

Tras la publicación de IKIMONOFŪEI (COMPOSICIÓN POÉTICA SOBRE LOS SERES VIVOS, DE KANEKO TOHTA), presentamos ahora:

 

El futuro del haiku

Una entrevista con Kaneko Tohta

Traducción original al inglés por Kon Nichi Translation Group

(Richard Gilbert, Itō Yūki, David Ostman, Mashiro Hori, Koun Franz, Tracy Franz, Kanamitsu Takeyoshi)

Universidad de Kumamoto

Traducción al español de Jaime Lorente

Descarga gratuita desde aquí

El futuro del haiku

Haiku 53

53

“Un poeta shi chino [Su Dongpo] atesoraba tanto como un cuarto de hora de crepúsculo; en nuestro propio país, una poeta de waka [Sei Shonagon] alababa el amanecer púrpura”. -célebre frase del Periodo Heian-

  春の夜や宵あけぼのゝ其中に 

Haru no yo ya yoi akebono no sono naka ni

En medio del crepúsculo
y el alba;
noche de primavera

Este hokku de Buson se basa en la técnica de la alusión, utilizada por su maestro indirecto Bashô en sus inicios. Como indica Crowley (Haikai Poet Yosa Buson and the Bashô revival, p.111), se trata de una referencia a un poema chino de Su Dongpo y su poema “Noche de primavera”, donde escribe que: «Un cuarto de hora de noche de primavera vale mil piezas de oro». De acuerdo con Crowley, en chino, xiao 宵  tiene el mismo significado que ye 夜, al contrario que en japonés, donde yoi 宵 significa crepúsculo y yo 夜, noche. Así, determina que “Buson entendió mal el poema de Su Dongpo: ambos alaban la misma hora del atardecer”.

De igual modo, Buson cuestiona con humor el punto de vista de los escritores japoneses del Periodo Heian, como la autora Sei Shonagon (El libro de la Almohada) pues al comienzo de su célebre libro se dice: “En primavera, el amanecer es lo mejor”.

Buson introduce el humor alterando la tradición clásica. Si leemos el hokku, observamos la presencia continua de la noche, literalmente:

noche de primavera; noche amanecer entre medias

Buson junta las palabras yoi (noche) y akebono (amanecer), una detrás de la otra, yuxtaponiéndolas con el primer verso: noche de primavera. Al repetir dos veces la palabra noche, da mayor importancia a este momento temporal destacando un atractivo que parecía olvidado por los poetas japoneses. Buson, muy cercano a la poesía clásica china, rescata este valor.

El pájaro de fuego

Un cuento ruso, genialmente orquestado por Igor Strawinsky, habla de un pájaro de fuego que aparece a medianoche, iluminando con su fulgor todo el jardín, para robar las manzanas de oro del zar. (Gaston Bachelard recuerda que su abuela llamaba “pájaros del fuego” a las pequeñas fogatas que ella misma provocaba al soplar con una pajita sobre la llama). El fuego está en el origen de todos los mitos. Prometeo escala el Olimpo, lo roba, lo guarda en un junco seco o en un tallo de hinojo, y se lo entrega a la humanidad, pagando un alto precio por su osadía… En otro relato mitológico, la diosa Izanami -que acaba de crear el archipiélago japonés- morirá al dar a luz a la divinidad del fuego. La chispa divina es poderosa y es ambigua. Igual que el monte Fuji -un volcán aparentemente dormido-, sugiere temor y peligro, pero también belleza y quietud. El fuego destruyó Pompeya, pero preservó, al mismo tiempo, sus ruinas bajo las cenizas del Vesubio.

                “Al amor de la lumbre” -bella expresión que remite a la niñez más cálida- se ha contado la historia de la humanidad. Nos lo recuerda Kapuscinski en su libro “Viajes con Herodoto”: “La gente se reúne alrededor del fuego para contar historias. Más tarde se llaman mitos y leyendas, pero en el momento en que se cuentan y se escucha, todo el mundo cree que son purísima verdad, la realidad más real… La luz del fuego atrae y compacta al grupo, libera sus mejores energías. La llama y la comunidad. La llama y la historia. La llama y la memoria”. En el “Alfanhuí” de Sánchez Ferlosio encontramos este pasaje delicioso: “El maestro contaba historias por la noche. Cuando empezaba a contar, la criada encendía la chimenea. La criada sabía todas las historias y avivaba el fuego cuando la historia crecía. Cuando se hacía monótona, la dejaba languidecer; en los momentos de emoción, volvía a echar leña en el fuego, hasta que la historia terminaba y lo dejaba apagarse. (…) Una noche se acabó la leña antes que la historia, y el maestro no pudo continuar”.

El fuego está en el corazón de la cultura japonesa; en los festivales, en la cerámica, en el chanoyu, en la poesía…  En verano, los fuegos artificiales o hanabi (flores de fuego) irrumpen desde las orillas de los ríos, en Tokio, Omagari o Nagaoka; desde los barcos, en el mar de Kumano, o frente a la costa de Mijayima. Fuegos relacionados, como nuestras “fallas”, con ritos de fertilidad y regeneración de la vida, purificación y catarsis, muerte y resurrección… Negro y rojo son los colores que identifican el lacado japonés; el rojo es un color sagrado: el color del fuego, de la sangre y del sol. En la cerámica japonesa se valora especialmente el celadón perfectamente cocido; tan exclusivo, que se conoce como “color oculto” (hisoku): un azul cristalino, similar al cielo despejado después de la lluvia… El fuego es esencial en la ceremonia del té: en el batido con agua caliente; en el sonido del agua hirviendo en la tetera; en el calor de manos y labios al contacto con la taza, en el aroma del incienso y en la cerámica (evocando aquellas tazas vidriadas, blancas o verdes, que -según Lu Yü- resaltan el color ámbar del brebaje); sobre todo, esas tazas rústicas modeladas a mano, cuya belleza, peso y tacto valora el invitado.

Con el toque humorístico, tan vinculado al haiku, Sôkan advierte: “aunque haga frío, / no te acerques al fuego, / buda de nieve…” La imagen reaparecerá, casi idéntica, en otro poema de Bashô: “enciende el fuego / y verás qué sorpresa: / ¡bola de nieve!”. Desde su pobreza alegremente asumida, Ryôkan muestra su confianza y su gratitud: “el viento trae / las hojas suficientes / para hacer fuego”. Y Hakyô -un poeta más cercano, casi contemporáneo- evoca, melancólicamente, las pálidas manos de unos enfermos calentándose sobre un fuego de hojas caídas… Y al final, una bella parábola de la tradición zen: Saliendo a la oscuridad de la noche, el maestro le ofrece el farol encendido a su discípulo, pero cuando éste va a cogerlo, el maestro apaga la llama; en ese mismo momento, el discípulo alcanza la iluminación…

***

Julio 2023

Escribo este artículo durante un frente lluvioso que afecta toda la zona centro sur de Chile, sin embargo, en el hemisferio norte, donde está Japón, es verano, y de esta estación es el haiku que les traigo.

夕顔の白ク夜ルの後架に紙燭とりて

yuugao no shiroku yoru no kouka ni shisoku torite

el blanco de la ipomoea alba, con una linterna de papel voy al baño

Comencemos por el kigo: “夕顔 yuugao o ipomoea alba”, planta trepadora del género Ipomoea, también conocida con los nombres vulgares de flor de luna, dama de noche, amole, entre otros. De flores blancas con forma de embudo, que florecen por la tarde y se marchitan en la mañana, de ahí proviene su nombre en japonés 夕 yuu, atardecer y 顔 kao (gao), rostro. Es un kigo de mediados de verano. Su utilización como tópico viene del mundo del waka o poesía clásica, sobre todo en la imagen que existe desde su aparición en el Genji monogatari.

En esta ocasión, el primer verso y la mitad del segundo “夕顔の白ク yuugao no shiroku, el blanco de la ipomoea alba” lo toma Bashou de la sección 19 del Tsuredzure gusa, zuihitsu escrito en el 1331 por Kenkou Houshi. En dicha sección, Kenkou habla de las cuatro estaciones, y cuando describe el verano dice lo siguiente:

“あやしき家に夕顔の白く見えて、蚊遣火ふすぶるもあはれなり”

“Se ve el blanco de la ipomoea alba y levantarse el humo de los fuegos para espantar los mosquitos.”

Por otra parte, el resto del haiku, Bashou lo toma de una escena al inicio del capítulo cuarto ‘Yuugao’ del Genji monogatari, redactado por Murasaki Shikibu en el año 1008. En este capítulo, Genji va a visitar a la que había sido su ama de cría. Llegando de noche, le llama la atención las flores que ve en el jardín de una casa cercana y pregunta por su nombre; le responden “yuugao”, y una de las damas de la casa le envía un abanico con el siguiente poema:

心あてにそれかとぞ見る白露の光そへたる夕顔の花

kokoro ate ni soreka to zo miru shiratsuyu no hikaru soetaru yuugao no hana

creo que es él a quien veo, la luz del blanco rocío para adornar la flor de la ipomoea

En el poema se juega con el nombre de Genji, Hikaru, que significa luz, y el rostro de la dama que él ve entre las persianas y que le llama la atención; lo que le hace preguntar por las flores como subterfugio para establecer contacto con las damas. Genji lee este poema a la luz de las antorchas caminando por el jardín hacia la residencia de la dama en cuestión, pero en el haiku, Bashou va al baño. Así, una vez más, el maestro trae algo del mundo clásico y lo pone en un contexto mundano. Aunque también podemos argumentar que toma algo del mundo frívolo, secular de la corte, pero que se puede disfrutar también desde una mirada más contemplativa, o en una situación más reflexiva, ya que “後架 kouka” se refiere a el baño en los templos budistas.

Dejo a ustedes la interpretación que más les agrade, y les propongo pensar en otras posibilidades; una de las bellezas que nos ofrece la poesía asiática, tan abierta a la interpretación personal.

Me despido desde un Santiago de Chile, que por lo menos por ahora, ha decidido entrar al invierno ¡Hasta el próximo artículo!