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Tercera parte. El templo de las ranas.

Rana en meditación en el estanque de las ranas dedicado a Issa.

En Japón es común relacionar la posición natural de la rana con la posición sentada del practicante de meditación. Las ranas son figuras ligadas a la abundancia de vida que llega con el verano y la lluvia, y también suelen caricaturizar el mundo humano, por lo que están ligadas al júbilo y el humor. El humor es una de las características más notables de los poemas de Issa, y en sus mejores poemas el humor da paso a captar la profundidad del instante en el que dos vidas se cruzan.

 

おれとしてにちみくらする蛙哉

Ore toshite nichimikura suru kawazu kana

Como yo, juegas
a mirarme fijamente
eh, ranita.

En este haiku lo primero que vemos es un juego cómico, ya que la palabra michikura refiere al juego infantil de mirarse fijamente a los ojos sin apartar la vista. Se trata de un juego entre iguales, Issa mira a la rana y la rana mira a Issa, y en ese momento algo profundo está sucediendo. Nos presenta un encuentro con el otro que está fuera de la mirada antropocéntrica: este haiku no capta la mirada de Issa, ni la mirada de la rana, sino el justo instante en el que el cruce de miradas se vuelve conciencia de dos individuos sentados en silencio y que se han percatado del juego de su meditación. En ese instante, en el que se conectan, Issa entiende de qué se trata, y entendiendo el instante que los ha reunido le contesta cariñosamente a su compañero. Si ocurre una iluminación o satori, éste nace en un momento en el que nos damos cuenta que en el mundo natural fluye lo meditativo: la empatía con el vecino es una manera de abrazar el aquí y ahora.

 

やせ蛙負けるな一茶これにあり
Yasegaeru makeruna Issa kore ni ari

Ranitita
¡No pierdas!
Issa está aquí.

Es curioso imaginar a dos ranas haciendo sumo, pero la instantánea de los movimientos de dos ranas encimándose, estirándose y peleando entre sí forma parte de un largo imaginario visual en el que las proezas de ranas y sapos se representan como realizando este tipo de lucha. Issa cuenta que escribió este poema después de ver a las dos ranas llevando a cabo el enfrentamiento.

La clave de este haiku está en varias notas. La primera es enfocarse en sólo una de las ranas que está peleando, es decir, en la rana más pequeñita y débil,que está enfrentándose a una mayor. El poeta parece decir que esta ranitita se encuentra en el punto decisivo de la contienda. La segunda es la presencia de la voz humana, no para interrumpir el duelo, sino para alentar el esfuerzo del débil. Así, el aliento se convierte en la presencia del poeta, Issa, que en un arrebato se expone completamente en el haiku, mostrándonos la simpatía de su corazón, sincero y capaz de romper con todo estilo.

Este poema está ligado al lugar en donde Issa lo compuso, en los alrededores del templo Entenji, un templo de periodo Heian que por entonces se encontraba a las afueras de Tokio en la aldea de Rokugatsu. En 1962 se erigió una estela con este haiku. Este tipo de estelas son comunes en Japón y reciben el nombre general de kuhi (句碑). Los kuhi japoneses son un fenómeno interesante pues entretejen un paisaje (el del lugar donde se erigen) con la profundidad del poema, y también con la vida del poeta, pues se asume que el poeta haya pasado por ese lugar, donde compuso el haiku. Así los kuhi se convierten en una especie de reliquia del sentimiento poético de un lugar.
                          El estanque de las ranas con la estela del poema (kuhi句碑) al fondo

Junto con la estela el templo decidió crear la ambientación del poema utilizando el estanque y el jardín del templo. Así, el estanque que da a la estela se ha llenado con esculturas de ranas sentadas, algunas más haciendo meditación, y en su centro una escultura de las ranas contendiendo. Cuando se fundó esta reliquia poética, los vecinos en colaboración con las autoridades del templo decidieron organizar un festival de Issa (Issa matsuri) para recordar al autor y generar un espacio para las artes en la comunidad.

El Issa matsuri, en el distrito de Takenotzuka, se lleva a cabo cada año el día 19 de noviembre, que es la fecha del aniversario de la muerte del poeta. En este evento se oficia una ceremonia budista. También se realiza una reunión de escritura de haikus en que cual se escogen los mejores haikus de participantes de las escuelas primarias y secundarias de Japón. El festival incluye una presentación musical y el famoso kaeru sumō que es un duelo de sumo con participantes disfrazados de ranas que dramatizan el famoso haiku.

El Dharma ecológico y la poesía

 David Lanoue, uno de los traductores más prolíficos de los haikus de Issa, dice: “Long before the ecological movement, Issa was a green poet” (Mucho antes de que hubiera el movimiento ecológico, Issa ya era un poeta verde), subrayando así que su poética anticipa la visión de la llamada ecología profunda. El comentario de Inoue ilustra una tendencia a la lectura en clave ecopoética del mundo del haiku, que viene motivada por la urgencia de conservar o enverdecer nuestros vecindarios y orientar nuestra propia cultura hacia el cuidado y conciencia ecológica. La clave ecopoética no sólo altera la comprensión literaria anterior del haiku, sino también la comprensión ecológica anterior, pues comprueba que cualquier horizonte ecológico descansa en una visión del mundo entrelazada a la comprensión del corazón y el sentimiento espiritual.

Hasta aquí he seguido la ecopoética del satoyama de Issa para transmitir al lector cierta cotidianidad, cierta atención que pervive en el mundo japonés y que abona de manera notable su repertorio ecológico y cultural, aunque ese mismo satoyama se encuentra severamente amenazado de extinción en muchas zonas de Japón. Como he tratado de mostrar aquí, la visión del haijin hunde sus raíces en la compasión y en una facilidad para ver en términos humanos la vida de los otros seres vivos que nos permite delinear algunas de las cualidades ecológicas de la raíz budista y animista japonesa, de su dharma (enseñanza) ecológico. Además, su popularidad da testimonio de que la identidad ecológica japonesa, identidad compleja y que incluye a una larga lista de desastres ecológicos, como el desastre químico de Minamata o el nuclear de Fukushima, todavía mantiene una reserva de enseñanzas sabias en la sensibilidad religiosa y en el lenguaje poético.

Desde ese dharma ecológico Issa representa, lo que un amigo poeta anuncia como “un poeta del mutualismo en el contexto de la vida samsárica”[i]. Su poética delinea con ternura y belleza, y también con la precisión de la mirada científica, nuestra coexistencia conectada a la tierra. El lugar de esta conexión es el paisaje del satoyama, un tejido vecinal del Japón que está marcado por la geografía, la vida comunitaria y seres vivos diversos. Así, la vida que nos rodea, aunque sea pequeña y humilde, nunca es una vida mecánica, ciega o torpe. La vida de los otros seres vivos cantada o captada en los poemas nos enseña la verdad y la belleza que no es aparente a primera, ni a segunda vista. En aprender a ver esa verdad está implícita una práctica, y virtud del ser humano en el espacio de la atención, la fe y el corazón. Esta es una las virtudes de su poesía en la educación ecológico-espiritual japonesa, y su poética es todavía un sustrato, un abono cultural al que los japoneses pueden acudir para volver a escuchar la vida que palpita en aquello que merece nuestro respeto y cuidado

Comprender que miramos al mundo desde un lugar con el corazón y no desde el vacío de una racionalidad homogénea tiene serias connotaciones en el debate ecológico actual. Pues el paisaje del satoyama en Japón, como en muchos otros paisajes similares en el mundo, sufre el constante avance de una visión meramente lucrativa y antropocéntrica que destruye las relaciones y silencia las voces. Por ello leer, componer y sentir el haiku es un recuerdo constante de la belleza espiritual del ser humano que aún es capaz de cantarle a su vecindario y a sus seres vivos. La visión poética del satoyama de Issa es útil para modelar la identidad ecológica, no desde una globalidad planetaria (que parece no arraigar), sino teniendo por suelo un horizonte vivo siempre cercano y palpable.

Si buscamos construir una nueva ecología desde una posible asamblea de visiones y maneras de habitar el mundo, tendremos que abrirnos a las otras participaciones de la poesía. Es decir, a invitarnos a practicar la poesía más allá de una participación literaria, como un canal de comunicación entre el ser humano y su vecindario. Como dijeron los antiguos poetas mexicanos, un lugar de encuentro entre hablas que da sentido a nuestras vidas y las otras vidas. Ese encuentro, se convierte entonces en la poesía en testimonio de la verdad que solo puede ser depositada en la sabiduría de la palabra poética. El haiku, con sus siglos de profundidad, no es ajeno a esta participación.

Finalmente, quiero decir que traducir con el ojo en la ecopoética y con el corazón en la senda espiritual, abre las posibilidades de enriquecernos y de adoptar lo mejor de otras culturas, así como de encontrar puentes naturales entre visiones sabias y conectadas al campo y la tierra. La participación de la poesía, los poetas y los paisajes japoneses en este escenario de urgencia ecológica nos enriquece. Algunos intelectuales como Bruno Latour, Viveiros de Castro o los zapatistas también convocan a ensayar una nueva asamblea cosmopolítica, pues hemos caído en cuenta de que no hay un solo mundo factual, sino una pluralidad de mundos y por lo tanto diversas cualidades de lo que llamamos el entretejido ecológico. Podemos, y hay una opción política en decir que en el mundo del haiku hay un dharma ecológico, tal como en los ikaros de la Amazonía o en las poéticas de la milpa de México se encuentran también enseñanzas ecológicas del mundo. Cada uno de acuerdo a sus maneras, pero también abiertos a dialogar.

La opción al diálogo, que comienza con la escucha atenta, nos insiste en decir que una visión ecológica sorda a la poesía, las artes y la religión no solo es una señal de torpeza cultural, sino que en la práctica se vuelve incapaz de transformar de raíz a las culturas sumidas en los hondos deseos egoístas del consumo desmedido. La enseñanza de los sabios-poetas de otras épocas y regiones es agua que cura ese problema, pues ha nacido del corazón desnudo del ser humano frente a lo que vive y siente como él o ella. Dicho de otra manera, la poesía es una herramienta que trabaja allí donde no alcanza el dato científico. De nosotros depende hacerla parte de nuestro camino, si no espiritual, por lo menos educativo, hacia una ecología integral.              El sumo de las ranas (kaeru sumō) en el festival de Issa en el templo Entenji,
                                                                           noviembre de 2019 .

 

Yaxkin Melchy Yupari
Universidad de Tsukuba

 

Obras citadas y consultadas.

AITKEN. Robert. The Mind of Clover. Essays in Zen Buddhist Ethics [La mente del trébol. Ensayos en ética budista zen], San Francisco, EUA: North Point Press, 1984.

DUN, R.R. “Poetic Entomology: Insects in Japanese Haiku” [Entomología poética: Los insectos en los haikus japoneses], American Entomologist, Summer (2000). p.70-72.

ENTENJI. Entenji (página en línea del templo Entenji) 『幡勝山成就院炎天寺』
http://www.entenji.com (consultado en octubre de 2019).

HAN, Lingji & WATANUKI, Toyoaki.“Kobayashi Issa no mushi no ku ni miru sakuhin sekai ―ka, nomi, hae wo megutte―” [Los haikus de insectos en las obras de Kobayashi Issa], en Toshokan jōhō media kenkyū 10-2 (2012), p. 18-28. 「小林一茶の虫の句にみる作品世界. ―蚊,蚤,蠅をめぐって― 」『図書館情報メディア研究』 第10巻2号、19~28頁、2012年。

FAVARON, Pedro. El Camino. 2019. (libro inédito).

HAYA, Vicente. Haiku-dō. El haiku como camino espiritual. Colaboración de Akiko Yamada. España: Kairós, 2007.

HAYA, Vicente. “Mosquito” Archivado en El alma del haiku: Issa, Clásico, haiku de lo sagrado (página en línea) entrada de 10.10.11 | 12:00.
http://blogs.periodistadigital.com/elalmadelhaiku.php/2011/10/10/lo-que-esta-es-sagrado (consultado a principios de 2019).

HAYA, Vicente. “Una entrevista a Vicente Haya” en Haijin (página en línea) viernes, 20 de enero de 2017. https://destellosdehaijin.blogspot.com/2017/01/una-entrevista-vicente-haya.html (consultado en octubre de 2019).

ISSA Kobayashi. The Year of My Life. [El año de mi vida] Trad. Nobuyuki Yuasa, EUA: University of California Press, 1960.

ISSA, Kobayashi, Ora ga haru, [La primavera de mi vida] Versión de Sachiko Iwabuchi, en Japanese Text Initiative (página en línea), EUA: University of Virginia Library. http://jti.lib.virginia.edu/japanese/issa/KobOrag.html (consultado el 31 de octubre de 2016).

ISSA, Kobayashi. Inch by inch. 45 haiku by ISSA [Pulgada a pulgada. 45 haikus de Issa], Albuquerque, USA: La Alameda Press, 1999.

ISSA, Kobayashi. The Spring of My Life: And Selected Haiku. [La primavera de mi vida y haikus selectos] Trad. Sam Hamill, Boston, EUA:Shambhala, 1997.

LANOUE. David. G. Issa and the Meaning of Animals: A Buddhist Poet’s Perspective. [Issa y el significado de los animales: desde la perspectiva de un poeta budista], Louisiana, EUA: HaikuGuy.com, 2014.

LANOUE. David. Haiku of Kobayashi Issa en HaikuGuy.com (página en línea)
http://haikuguy.com/issa/index.html (consultado en julio-septiembre de 2019).

LEVINSON, Edward. Whisper of the Land. Visions of Japan. [Susurros de la tierra. Visiones de Japón] Kioto, Japón: Fine Line Press, 2014.

SHIRANE, Haruo. Japan and the culture of the four seasons [Japón y la cultura de las cuatro estaciones], EUA: Columbia University Press, 2012.

TSUKUBA DAIGAKU FUZOKU CHŌKAKU TOKUBETSU-SHIENGAKKŌ. [Un estudiante de segundo grado de secundaria obtuvo una excelencia en el concurso nacional de haiku para estudiantes de primaria y secundaria del Festival de Issa].「中学部2年生生徒が、一茶まつり全国小中学生俳句大会で秀逸をいただきました」(página en línea) http://www.deaf-s.tsukuba.ac.jp/topics2015/tyuu20151201.htm (consultado en noviembre, 2019).

 

Notas.

[i] De mi conversación con el poeta y ecocrítico Andrés González Berríos sobre este ensayo.

ISSA Y EL DINAMISMO EXPRESIVO

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   En el idioma japonés suele distinguirse entre “onomatopeya” –que se aplica a palabras o locuciones dotadas de un efecto sonoro-, y lo que podríamos llamar “dinamismo expresivo” –aplicable a palabras o frases que se refieren a otros aspectos no sonoros, pero sí dinámicos, de las palabras-. El fenómeno sonoro se llama se llama “gion”, y la palabra portadora del mismo se llama “gion-go”. El mero dinamismo expresivo se llama “gitai”, y la palabra que lo comporta se dice “gitai-go”.

   En Japón se editan diccionarios monográficos de gion-go y gitai-go, y yo tengo uno entre mis libros.

   En nuestra lengua, hablamos de onomatopeya, pero acaso no tengamos tan claro lo del dinamismo expresivo, como fenómeno comparable.

   Sin embargo, dicho dualismo existe también en español; y es –por ejemplo- la diferencia entre “el chisporroteo de una vela” (onomatopeya) y “el vaivén de los recuerdos” (dinamismo expresivo).

   En mi diccionario japonés mencionado, encuentro un artículo a página entera dedicado a Issa, y concretamente a este haiku suyo: “mumasoo na / yuki ga fuuwari / fuwari kana” (ver icono).

   Este haiku cuenta 17 sílabas (5/7/5) en su pauta métrica. Lo traduzco así:

 

  Rompe a caer

una hermosa nevada:

copitos, copos…

 

El artículo que estudia este haiku japonés resalta el hecho de que la frase “dinámico-expresiva” “fuuwari fuwari” (que significa algo así como ‘suavemente, quedamente’ –no olvidemos que la nieve suele ser silenciosa- representa una alteración de cantidad silábica de la frase japonesa “yuki ga fuwari fuwari to ochite kita” ‘la nieve empezó a caer suave, suave…’. Y, según el articulista, Issa convirtió la frase repetitiva “fuwari fuwari” en “fuuwari fuwari” –con alargamiento de la vocal “u” en su primer miembro; y así consigue romper la monotonía de repetir “fuwari” sin cambios en su longitud vocálica. Es aproximadamente como si dijéramos en español “suaave, suave”. (En mi versión traduzco tal variación de longitud léxica, mediante las palabras diferenciadas de mi tercer verso: “copitos, copos…” ).

El artículo citado no habla de la métrica que se supone como habitual del haiku: 5/7/5 sílabas. Pero es cierto que Issa, añadiendo una sílaba en el primer “fuwari > fuuwari” al final del segundo verso , consigue cumplir la pauta métrica habitual, de la que él suele ser concienzudo cumplidor. Pues efectivamente, una vocal larga cuenta como dos sílabas en la prosodia japonesa..

Paso a explicar las palabras:

mumasoo na: equivale a “umashi”, un antiguo adjetivo sinónimo de “utsukuhii” ‘hermoso, precioso’.

yuki: nieve, nevada.

ga: posposición gramatical que marca como sujeto al nombre precedente.

fuuwari fuwari: locución adverbial. Según lo antedicho equivale a ‘suaave, suavemente…’

kana: kireji (o palabra de cesura) para marcar el cierre del poema.

   Mediante una sencilla estampa silenciosa, Issa nos hace ver la nieve irrumpiendo gradualmente sobre nosotros –espectadores-, con esa riqueza diferenciada en intensidad de sensación: “suaave, suave…” / “copitos, copos…”

 

                                                        Fernando Rodríguez-Izquierdo y Gavala Universidad de Sevilla.

Segunda parte. La enseñanza de una larva de mosquito.

En Japón se ha escrito de los insectos desde los primeros poemas que fueron recopilados en la antigua antología del Manyōshū, donde los insectos ocupan el segundo lugar en cantidad de menciones, sólo detrás de los pájaros. Insectos y pájaros comparten en la poética estacional japonesa un lugar protagónico debido a sus cantos. En Japón, especialmente entre mayo y octubre, aparece en el paisaje sonoro una gran cantidad de sonidos de insectos. Sus nombres a veces corresponden a las onomatopeyas de sus cantos, por ejemplo tsuku-tsuku-boshi es el nombre una especie de cigarra y min-min-zemi es el nombre de otra.

Dentro de la poesía clásica japonesa el canto de los insectos generalmente anuncia la llegada, entrada o salida de una estación, y refiere a un sentimiento particular que corresponde con el del poeta. Además, la breve vida de los insectos representa lo transitorio y efímero de la vida humana. Las relaciones de observación y atención al mundo de los insectos se han desarrollado fuertemente en la historia de la cultura japonesa, en la pintura, en las ciencias naturales, entre ellas la entomología y los clubes escolares, y la tradición del haiku.

Aunque los insectos son una parte importante de la tradición poética japonesa, Issa sobresale como un poeta que puso especial atención a ese mundo. Según las estadísticas de Han y Watanuki de la Universidad de Tsukuba, el haijin de Nagano compuso alrededor de 1,695 haikus de insectos.[i] En los primeros lugares encontramos: mariposas (299 haikus), luciérnagas (246), mosquitos (165), grillos (113), pulgas (106) y moscas (97). La lista de insectos incluye 49 especies, entre ellas algunas populares como las abejas, tábanos, mantis, libélulas y hormigas, y otras menos populares como las hormigas voladoras, el pececillo de plata (insecto del papel) y las larvas de mosquito. En esta categoría también se suelen incluir otros animales rastreros, como sanguijuelas, lombrices, caracoles y serpientes. La mayor parte de estos poemas los escribió después de los 40 años, en diarios como el Séptimo diario de viaje (Shichiban nikki七番日記), escrito entre los 48 y 56 años.

La visión de Issa hacia los insectos es una mirada que capta sus modos de vida sutiles y también les atribuye cualidades humanas (antropomorfización). Así, crea un mundo de penetrante mirada en la cual, la vida de los pequeños seres es análoga al drama humano. Hacia ese drama extiende su voluntad de diálogo, es decir que parece dirigir la palabra a estos animales y expresarles su sentimiento de identificación, de simpatía y de solidaridad.

Se ha debatido sobre las razones del porqué Issa se identificaba con estos animales pequeños. Según algunos estudiosos japoneses la razón principal es porque tenía un fuerte un sentimiento de abandono y de estado de indefensión, que lo identificaba con la debilidad de estos seres. Desde esta lectura psicologista se dice que Issa, quien vivió en la pobreza y rodeado de prematuras pérdidas familiares, proyectaba los rasgos de su propia vida en la vida de estos seres. Sin embargo, esta visión ya ha sido cuestionada pues no alcanza a explicar la variedad y profundidad de su microcosmos poético. Desde nuestra comprensión del satoyama, hay que decir que Issa es primeramente un gran observador de la vida que ocurre alrededor de su casa y en los lugares por los que camina. En segundo lugar, que la mirada campesina, acostumbrada a pasar más tiempo en contacto con la tierra, se sorprende con lo parecido que pueden ser las vidas de los seres vivos sin importar su aspecto o dimensión.

La visión de Issa incluye la curiosidad por la diversidad y especificidad de la vida que hay en la mirada del biólogo, y se extiende hacia el territorio espiritual, pues no se agota en presentar a estos seres como animales cuyos comportamientos responden a instintos como comer, procrear o morir. Su visión identifica en los insectos acciones muy particulares como gozar el alimento, acompañarse en la soledad, temer a la muerte, contemplar la lejanía de una montaña, sentir el ascenso a una cumbre o extasiarse en la transformación en algo nuevo. No hay duda de que Issa ve el mundo vivo como un solo tejido espiritual, el del samsara, en el cual todos los seres vivos, sin importar sus escalas, se encuentran conectados por el mismo drama del sufrimiento y por una misma luz en la compasión. En términos budistas, extiende a la poesía de los animales el precepto compasivo de no matar con el pensamiento, es decir, que ninguna vida, aunque sea la vida que yo quito, me sea indiferente.

A continuación presentaré algunos de sus poemas de insectos: lo haré tratando de ir de los más grandes a los más pequeños y finalizaré con un comentario sobre un haiku a propósito de la vida de una larva de mosquito (en japonés bōfura [孑孑]).

 

 

Cigarra

 

鳴ながら蝉の登るやぬり柱

naki nagara semi no noboru ya nuri-bashira

Mientras escala
el poste barnizado
va cantando la cigarra.

 

Chapulín (Saltamontes)

 

枯々の野辺に恋するいなご哉

kare-gare no nobe ni koi suru inago kana

Haciendo el amor
en el monte seco
los chapulines.

 

Caracol

 

かたつむり そろそろ登れ 富士の山
Katatsumuri sorosoro nobore Fuji no yama

Caracolito,
paso a pasito, subiendo
el monte Fuji.

Araña

 

隅の蜘案じな煤はとらぬぞよ

sumi no kumo anjina susu wa toranu zo yo

Arañas del rincón,
no se preocupen.
No barreré sus casas.

 

La mosca

 

やれ打つな蠅が手をすり足をすり

Yare utsuna hae ga te wo suri ashi wo suri

No aplastes a la mosca
que está pidiendo perdón
frotando sus patitas.

 

Cuatro haikus de la larva de mosquito

 

けふの日も棒ふり虫と暮にけり

kefu no hi mo bôfuri mushi to kure ni keri

Junto a las larvas
de los mosquitos, también
hoy está atardeciendo.

 

けふの日も棒ふり虫よ翌も又

Kefu no hi mo bôfurimushi yo su mo mata

 Hoy también,
oh, larva de mosquito,

y mañana también.

 

ぼうふりも御経の拍子とりにけり

bôfuri mo okyô no hyôshi tori ni keri

 También las larvas
de mosquito, siguen el ritmo
del noble Sutra.

 

ぼうふりが天上するぞ三ケの月

bôfuri ga tenjô suru zo mika no tsuki

¡Vuelas al cielo!
larva de mosquito.
Luna creciente.

 

En japonés, al igual que en castellano, algunos insectos reciben distintos nombres según las etapas de sus vidas que están marcadas por asombrosas metamorfosis. Esta distinción se encuentra en la palabra para mosquito, que se dice ka (蚊), y larva de mosquito, que se dice bōfura (孑孑). En este último haiku la visión del poeta penetra en el mundo de la transformación (la metamorfosis) de una larva de mosquito. La imagen podría ser la de una larva en una cubeta de agua entrevista en la noche. La larva con sus movimientos parece que asciende enérgicamente, porque dentro de su mundo de agua quizá ya sueña que asciende con un par de alas a la luz de la luna que se refleja en la superficie. Además el delgadísimo filo de esta luna creciente (que en japonés expresa la idea de una luna creciente de apenas tres días) señala el comienzo de una nueva vida también para la larva.

Lo maravilloso de este haiku es que la íntima relación entre una larva de mosquito y la Luna es algo que rebasa las escalas de la comprensión científica. Sin embargo, es fácil entenderlo desde la poesía, pues en el mundo de la transformación de la larva de mosquito las fases de su vida se corresponden con las fases de la vida del satélite, y es en esa relación, que anula las escalas, a donde ha penetrado la visión del poeta. El ascenso de una larva de mosquito que vuela en una charca se vuelve un baile íntimo con el rayo lunar que acaricia la superficie del agua convirtiéndola en la puerta al cielo. El milagro poético es que este sentimiento profundo corresponde con la transformación de los seres vivos, y aquí lo pequeño nos revela un tesoro de la verdad de la vida.

Issa, al concentrarse en algo tan pequeño y desatendido por el ojo humano como una larva de mosquito, nos da una respuesta a la pregunta de hasta dónde puede llegar a fortalecerse o debilitarse las conexiones entre diferentes actores: animales, astros y seres humanos. Su mensaje ecológico de la interdependencia supera la mera imagen del «Planeta Tierra», pues se trata de un mundo en el cual el lazo ecológico que conecta los astros y los insectos es la profundidad del corazón de todo lo vivo. El horizonte es el hogar, paisaje en el que aprendemos cada día lo que somos capaz de ver y sentir. El hogar, el vecindario poético, es el entretejido de nuestras propias experiencias con la vida. La atención a la vida desde la conciencia de que se vive en un mundo de relaciones es otra manera de describir la poética del campo, del satoyama.

[i] Como referencia Bashō compuso 31 haikus en los que aparecen insectos. Las estadísticas sobre los insectos en la obra de Issa se encuentran en el artículo de Lingji Han y Toyoaki Watanuki titulado “The Phrase about insects in Haiku of Issa Kobayashi’s Works” [en japonés]. También hay un artículo introductorio al tema de los insectos en el haiku japonés [en inglés] de R.R. Dunn, titulado Poetic Entomology: Insects in Japanese Haiku.

 

Haiku 12

うぐひすの啼くやちいさき口明て

uguisu no naku ya chiisaki kuchi aite

 

El llanto del ruiseñor-

su pequeña boca

abierta.

 

Aunque naku presenta las dos acepciones, aquí “cantar” no parece la respuesta más adecuada. El canto del ruiseñor es un tópico, una costumbre; sin embargo, el hecho de que llame, reclame atención, grite o llore forma parte de un acontecimiento especial, y Buson observa cómo, en ese gesto, el ruiseñor mantiene su pequeña boca abierta.

A nivel del kanji, es interesante destacar cómo el haijin emplea el término “ugüisu” en hiragana, para introducir “く” que es una muestra visual de la propia acción (el pico abierto) del animal.

Después, vuelve a recurrir al hiragana para introducir el verbo: en un primer vistazo, el lector japonés observa el pico del ruiseñor, abierto, en dos ocasiones, acompañado del kanji de boca (perfectamente reconocible). Buson, sin embargo, podría haber optado por el inequívoco kanji (koe: voz, canto, sonido, “trino, gorjeo”) pero prefiere la sutileza de la ambigüedad.

INÉDITOS

Nota inicial: Los textos reproducidos a continuación, se hicieron públicos por primera vez en 1926, en el volumen 14 de las Obras completas de Shiki (Shiki zenshû) publicado por las ediciones Arusu, bajo el título “Fragmentos inéditos de Una cama de enfermo de seis pies de largo”. Se cree que son borradores sobre diferentes temas de textos preparados por Shiki para esta obra, que nunca llegaron a publicarse en vida.

– Recientemente hemos creado una sección de ofertas de trabajo en un periódico de Tokio y es extremadamente práctico, pero ¿hasta dónde podemos fiarnos? Todo el mundo se lo pregunta. Acabo de escuchar la opinión de una persona que, leyendo uno de estos anuncios, se comprometió a ir a ver concretamente de qué se trataba.

Como el anuncio decía que estaban buscando un empleado de oficina cerca de Kakigara-chô, la persona fue a la dirección indicada, y allí se encontró con una persona de aspecto sospechoso, instalado en una pequeña estancia que medía menos de 3 por 4 m. Según esta persona, el trabajo consistía en recuperar el dinero de préstamos o acosar a los deudores, y además era necesario comenzar depositando 30 yenes. El salario dependía de las habilidades de cada cual. Este tipo de trabajo, en cualquier caso, al tener que dejar como depósito 30 yenes, es inconcebible para un estudiante con pocos recursos, así que la persona en cuestión abandonó el lugar sin más.

Luego también fue a otra dirección donde buscaban igualmente a un empleado de oficina. Había un pequeño edificio con un letrero nuevo. En respuesta a sus preguntas, fue informado de que reclutaban empleados para una compañía de seguros y que pagaban de acuerdo con el monto de pólizas conseguidas. Esta remuneración se correspondía con el diez por ciento de lo conseguido. Cuando preguntó si se podía convertir en empleado asalariado, le dijeron que poco a poco, que cuando hubiera conseguido dinero para la empresa, que no era imposible para una persona capaz.

– En un bosque de la familia imperial cerca de Berlín, en Alemania, donde el emperador cazó con el Tsarévitch de Rusia, en una hora y media se dice que mataron a 739 ciervos y venados. De este total, el Emperador habría matado a 39 él mismo, y el Tsarévitch a 27. Además, cuando cierto conde invitó al emperador de Alemania en su reserva de caza, habrían matado en un día a 6256 faisanes, 159 conejos y 13 liebres. Al pie del monte Fuji, cientos de hombres no habrían matado en dos días ni dos ciervos: es el día y la noche.

– Cuando un perro ve a otro perro, inmediatamente le lame el ano. O bien, cuando encuentra un excremento junto a un camino, lo huele de inmediato. Como resultado, parece que las enfermedades de los perros se transmiten muy fácilmente.

Notas del traductor y las fuentes

– Las tres ediciones de Shiki zenshû (Obras completas de Shiki) publicadas hasta el momento y comentadas por Janine Beichmann, la biógrafa de Shiki, son:

* Samukawa, Sokotsu, et al., eds. Shiki Zenshû. 15 volúmenes, Arusu, 1924- 1926. Una edición bellamente producida pero no tan completa como la siguiente.

*Kawahigashi, Hekigotô, et al., eds. Shiki Zenshû. 22 volúmenes, Kaizosha, 1929-1931. Más completa que la edición Arusu, pero no tan completa como la siguiente.

*Masaoka, Chûsaburô, et al., eds. Shiki Zenshû. 25 volúmenes (22 de la obra de Shiki y tres volúmenes complementarios de obras secundarias). Kôdansha, 1975-1978. El mejor de todos los trabajos recopilados hasta ahora. Ensamblado minuciosamente para incluir mucho material nuevo que no se conocía antes, sus textos se basan en comparaciones con todas las versiones conocidas e incluyen mucho material complementario, así como abundantes ilustraciones.

Sobre el yen: (¥) La palabra «yen» significa «círculo» u «objeto redondo». Esta moneda fue adoptada de forma oficial por el gobierno Meiji a través de la «Ley de la Nueva Moneda» y aprobada en 1871.

– El Tsarévitch era el primogénito del Zar de Rusia.

 

Nota: Kyoshi escribe a la muerte de Shiki

Reproducimos a continuación un fragmento de “Cien Haikus de Kyoshi*” escrito por Teiko Inahata**.

 

“Shiki yuku ya

ju-shichi nichi no

getsumei ni

  

Shiki ha fallecido

con la serena luz de la luna

de la decimoséptima noche.

 

 Kyoshi escribió este famoso poema de luto y condolencias con motivo de la muerte de Shiki.

Shiki murió en la madrugada del 19 de septiembre de 1902. Tenía treinta y seis años de edad, y Kyoshi veintiocho. Shiki fue un gran innovador del haiku y mentor de Kyoshi. Este escribe en sus memorias acerca de esa noche:

 <<… salí al jardín poco después de la medianoche. La hermosa luna estaba en lo más alto del cielo, por encima de los enrejados para las calabazas. Mirándola, mi corazón estaba lleno de una emoción indescriptible…>>

 Poco después, la madre de Shiki lo hizo llamar para decirle que este había fallecido. Kyoshi percibió que era como si el alma del difunto Shiki estuviera ascendiendo hacia el cielo. En ese momento, casi involuntariamente, el haiku surgió de sus labios. El haiku, creado tan espontáneamente, es sin embargo solemne y refinado, y refleja el afecto y la veneración que él sentía por Shiki”.

* Recordamos que Kyoshi fue amigo y discípulo de Shiki, y se mantuvo con él y lo cuidó hasta el final.

**Teiko Inahata.- Nacida en 1931, nieta de Kyoshi, aprendió haiku de su abuelo y de su padre Takahama Toshio. Ha editado la revista de haiku “Hototogisu” y selecciona las entradas de haiku para el periódico Asahi. Ha sido presidenta de la Asociación de Haiku Tradicional de Japón, directora del Museo Kyoshi Memorial y asesora de la Asociación Internacional de Haiku.

Shiki ha muerto

Masaoka Shiki ha muerto. El viernes 19 de septiembre de 1902 alrededor de la 1,00 a.m. El día 18, había escrito con su propia mano sus tres últimos poemas.

 

糸瓜咲て痰のつまりし佛かな

Hechima saite

Tan no tsumarishi

Hotoke kana

 

Esponjas en flor

Ahogado por la flema

Un hombre muerto [un Buda]

 

 

痰一斗糸瓜の水も間にあはず

Tan itto

Hechima no mizu mo

Ma ni awazu

 

Un barril de flema

El agua de esponja

Ya no es suficiente

 

をととひのへちまの水も取らざりき

Ototoi no

Hechima no mizu mo

Torazariki

 

La noche pasada

nadie ha recogido

el agua de esponja

 

Estos poemas se publicaron en la portada del diario Nihon el domingo 21 de septiembre, en el centro de la página, en gran formato, como un facsímil del texto caligrafiado por Shiki.

 

Notas del traductor y las fuentes

Caligrafía de los tres poemas digitalizada en la Biblioteca Nacional de la Dieta (Tokio). La digitalización completa y original del kakemono, su caja y forma de conservación, puede descargarse desde aquí.

 

Portada del diario Nihon del domingo 21 de septiembre de 1902. Puede verse el gran espacio reservado en el centro de dicha portada, a la fiel reproducción del texto caligrafiado por Shiki.

– Se traduce luffa (hechima) por esponja. Es un tipo de calabaza llamada esponja vegetal, o calabaza esponjosa, usada en fresco por la medicina china porque produce un jugo con el que se prepara un “agua” expectorante, y seca, como esponja o estropajo en todo el mundo. Shiki plantó dichas esponjas en su jardín en junio de 1901. También es llamada Luffa acutangula, calabaza de seda, okra china (Canadá), turai (India ), khia mướp Khia (Vietnam), บวบ เหลี่ยม o buap liyam (Tailandia) y sigua 丝瓜 (China).

– En este mismo sentido, y sobre sus variaciones en países hispanohablantes, Jorge Braulio comenta literalmente lo siguiente (Hojas en la Acera -HELA- nº 35 año IX, septiembre 2017, pag. 32):

Hechima: Luffa aegyptiaca. Fam. Cucurbitáceas. Lufa. Es una planta trepadora, originaria del sur y sureste asiático. El epíteto «aegyptiaca» se debe a que, a principios del siglo XVIII, los botánicos europeos la conocieron en Egipto. Se le atribuyen propiedades medicinales, entre las que se cuenta el alivio de las flemas y la tos. En Argentina: esponja. En Colombia: pepinillo de esponja. En Costa Rica y Nicaragua: paste. En Cuba: estropajo, friega platos, jaboncillo. En España: esponja vegetal, esponja de calabaza. En Puerto Rico: esponja, esponja de pobre, servilleta de pobre. En República Dominicana: esponja, musú, servilleta de pobre. Venezuela: quimgombo.

Lo que Shiki denomina como agua de estropajo- hechima no mizu- es un remedio casero elaborado con el zumo de dicha planta”.

– En base a esto, en el mismo artículo, Jorge Braulio (Cuba) traduce los poemas del siguiente modo:

Estropajo en flor.

Ahora soy un Buda

ahogado en flemas.

 

Litros de flema.

Ni el agua de estropajo

me sirve ya.

 

Desde anteayer,

nadie recoge agua

de estropajo.

 

– Lozerand comenta que el término hotoke, puede designar tanto a un Buda como a un difunto (por eso, dado su doble sentido, se hace constar entre corchetes).

Entrega nº 127. 17 de septiembre

– Carta de “El ermitaño de las fragancias, alias el que se tira pedos”.

Os presento mis saludos. Últimamente, las entregas de una cama de enfermo de seis pies de largo son apenas fragmentos muy breves. Cuando siento el dolor, pregunto acerca de su salud.

Y Bodhidharma también lo hace. Desde el Día de los Muertos, se retiró a su cueva y, con una cinta anudada en la cabeza, emprendió la ascesis bajo la cascada y ya no hubo más noticias de él.

 

Haibyô no

Yume miru naran

Hototogisu

Gômon nado ni

Dare ga kaketa ka

 

¿Podría ser el sueño

de un tuberculoso? [De un haijin enfermo?]

El Cuco,

a la tortura,

¿Quién lo ha sometido? [Cucú, cucú]

 

Notas del traductor y las fuentes

– Shiki se encuentra muy mal. No hubo entrega el día 16.

– Como ya se refirió en las entregas 25, 60 y 77, Shiki llama en clave de humor a su propia casa como la casa de “El ermitaño de las fragancias”, alias “el que se tira pedos”. No se le escapa el hedor y el humor sarcástico le ayuda en estos momentos, como ya se ha dicho, tras tanto tiempo encerrado, sin poder incorporarse y con alteraciones gravísimas de su salud, úlceras, efectos secundarios de medicamentos y nutrición anti-astringente y expectorante, alteraciones intestinales, etc.

– Shiki parece parafrasear a Nishi Shôjiro, un poeta de kyôka (sílabas que literalmente significan “poemas locos”, o “poemas cómicos”), es decir, de una especie de waka (generalmente tanka) paródica.

– Las entregas se hicieron breves a partir del 31 de agosto (con la relativa excepción del 7 de septiembre), y cada vez más breves a partir del 11 de septiembre, cuando Shiki notó el empeoramiento de su condición, y especialmente a partir del 12.

– Irónicamente, Nishi se comparaba con Bodhidharma para mostrar compasión y disculparse por su silencio. El Día de los Muertos (Obon) se celebraba alrededor del día 15 del séptimo mes del antiguo calendario. Después de la transición al nuevo calendario en 1873, las fechas de este festival divergieron según las regiones de Japón: en algunas se celebra a mediados de julio, en otras a mediados de agosto y en otros tiene una fecha variable de acuerdo con el antiguo calendario lunar.

– Lozerand advierte: El poema tiene dos juegos de palabras que se hacen ver entre corchetes.

El primero es sobre la homofonía entre el hai , que designa haiku, y el hai , que designa los pulmones.

El segundo lo hace con el verbo kakeru (aquí en la forma completa e interrogativa: kaketa ka) y el sonido del grito del cuco (kaketaka). Así, se podría decir que escuchamos la canción del poeta del haiku tras saber del sufrimiento de los tuberculosos. Obviamente es una referencia al nombre literario elegido por el propio Shiki: «el cuco», es decir «el poeta tuberculoso».

– Shiki vuelve a hablar de la tortura: ya lo hizo en su reciente entrega 123 del 12 de septiembre.