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Haiku 15

梅ちてさびしく成しやなぎ哉

ume chirite sabishiku narishi yanagi kana

Las flores del ciruelo caen;
el sauce
aún más solo.

 

Entre el ciruelo y el sauce existe una relación asociativa profunda, de hermandad. Ambos comparten, por ejemplo, unas flores de color blanco. La sensibilidad de Buson observa este vínculo entre el hermano mayor, que pierde sus flores, y el hermano pequeño refugiado en su creciente soledad. En ese microcosmos o representación del universo que es la naturaleza, según el taoísmo, los árboles se necesitan, se acompañan: no se trata de una personificación sino de una muestra compasiva por parte del poeta, a quien le duele, le aflige la caída de las flores, de las hojas, de los pétalos de un ser vivo, (elemento de lo sagrado que conforma la realidad en que transita el haijin).

Cada pétalo caído es un avance hacia la vejez de sus ramas y, en definitiva, del propio árbol. En este caso, la relación entre ambos seres y el contrate complementario entre la vida y la muerte, la lozanía y la caducidad, permanece en la mirada del poeta, quien nos dice en otro haiku (recogido por Blyth, Spring, p. 317):

散るたびに老行く梅の梢かな

chiru tabi ni oi-yuku ume no kozue kana

 

Con cada pétalo caído
las ramas del ciruelo
envejecen.

 

Sabishii queda abreviado en sabi. El aware puede incluir dos términos estéticos que han arraigado en la sociedad japonesa: es el wabi-sabi o belleza triste de las cosas. Este concepto se encuentra al mismo nivel que el orden racional y el canon de belleza del mundo griego de Occidente. Son palabras de difícil traducción: wabi sugiere el sentido austero, sobrio, de la belleza; sabi implica soledad, abandono, realidad cambiante, asimetría. Refieren a lo efímero de la vida, a lo imperfecto, humilde, simple y modesto, con cierta carga melancólica. En este haiku está muy presente la fugacidad de la vida, el paso del tiempo que acecha la primavera para derruir la flor. Sin embargo, el haijin no introduce sus sentimientos u opinión acerca de lo ocurrido. El cerezo japonés, sakura, es una muestra de la existencia transitoria de todos los seres, también nosotros. En Occidente podemos asimilarlo al tempus fugit latino y al «todo fluye, nada permanece» de Heráclito. Wabi-sabi es, en definitiva, la toma de conciencia y aceptación sobre lo efímero de la existencia y la fragilidad de las cosas.

En Occidente, el paisaje es una estructura fija, detenida: una imagen o icono. Sin embargo, en esta cultura oriental la palabra connota aspecto del viento, es decir, algo que fluye o se derrama, imperfecto y asimétrico, en continua transformación. Según cierto proverbio japonés: «al dibujar una rama también es necesario escuchar el soplo del viento». Mientras nosotros valoramos lo monumental, canónico, racional, simétrico, antiguo y duradero, el japonés afirma la belleza en un vaso roto o en una reciente flor marchita. Ambos son wabi-sabi: estructuras asimétricas en continuo cambio.

Bashō nos lo muestra:

落ざまに水こぼしけり花椿

ochizama ni mizu koboshi keri hana tsubaki

La flor de la camelia
ha caído
derramando su agua.

Y la réplica de Buson:

椿落ちて昨日の雨をこぼしけり

tsubaki ochite kinoo no ame o koboshi keri

La camelia cae
tras la lluvia de ayer,
derramando su agua.

Doble panorama

La palabra “panorama” ya es bastante expresiva de una totalidad, ya que significa –a partir del griego- “ver(lo) todo”. El ojo humano es muy abarcador, y focaliza enseguida una imagen dada, ya sea cercana o lejana. Puede verse, pues, un amplio paisaje en conjunto, aunque nos resulta imposible mirar simultáneamente al cielo y al suelo. Sería lo que podemos llamar “doble panorama”. Y este haiku de Joosoo (léase “Yoosoo”) (1665-1604) –contemporáneo de Bashoo y uno de sus discípulos inmediatos- así nos hace ver lo aparentemente imposible:

hototogisu / naku ya kosui no / sasa nigori

 

Canta un cuclillo.

Por el lago va un cielo

con finas nubes.

 

 

   Para hacer posible lo imposible se requiere: el canto de un pájaro, que alerte nuestra sensibilidad; y un reflejo del cielo a ras del suelo, en las aguas de un lago o charco. Tal es la escena que nos brinda Joosoo en su haiku. Pasamos a aclarar las palabras:

“hototogisu”: cuco o cuclillo.

“naku”: verbo en presente que expresa el canto o grito de un animal. En este caso, un canto.

“ya”: “kireji” o palabra de cesura. Equivale a una pausa.

“kosui”: sustantivo, que es un compuesto de lectura china: “ko” ´lago”, y “sui” “agua”. El conjunto significa a su vez “lago”“.

“no”: posposición equivalente a nuestra preposición “de”.

“sasa”: “leve, ligero”; actúa aquí como adverbio, antepuesto al verbo que sigue.

“nigori”: verbo “nigoru” “nublarse”, aquí en una forma de infinitivo sustantivado, y matizado por el adverbio precedente, significando “leve nublado”. El verbo “nigoru” presta cierto dinamismo al contexto. De hecho, en español, la palabra “nublado” puede considerarse nombre, adjetivo, o participio del verbo “nublarse”.

Estamos ante un poema sobre todo visual, aunque también interviene el sentido auditivo, en el canto del cuclillo.   En el aspecto visual, existe un doble plano: el reflejo a nivel del suelo, y la realidad del cielo en lo alto. La métrica del poema es perfecta.

Podemos incluso imaginar el suave murmullo de las olitas del lago, como haciendo fondo al canto del ave, y acaso prestando su tenue son a la imagen de la nubes.

 

Fernando Rodríguez-Izquierdo y Gavala.

Universidad de Sevilla.

Haiku 14

若草に根をわすれたる柳かな

wakakusa ni ne o wasuretaru yanagi kana


La joven hierba

oculta la raíz;

¡el sauce!

 Blyth comenta sobre este poema (Spring, p.284) que “no se trata tanto de una personificación del sauce, sino de la proclamación del avance de la primavera. Las hojas y las ramas del sauce crecen incontrolablemente, crecen las hierbas tiernas. Lo que en invierno era raíz, ahora son hojas; lo que era campo yermo y hierbas muertas ahora se forma la maleza verde y amarillenta”.

La mente japonesa, “difusa” en palabras de V.Haya, es de carácter relacional (los seres y objetos guardan un vínculo, una causa-efecto)… está “especialmente capacitada para sentir como un todo las miríadas de impresiones sueltas que se dan alrededor nuestra (V.Haya, El espacio interior del haiku, págs. 33 y 34)”. Por el contrario, la mente occidental se concentra en un punto específico sin atender con tanta predilección al resto de las premisas.

La materia que ha estado en las diversas estaciones es el sauce: la raíz soporta el frío invierno, desnuda, a la intemperie; las hierbas salvajes de la primavera crecen a su alrededor, de forma azarosa, ofreciendo un manto que parece cicatrizar las heridas del árbol. Por ello, se prefiere la traducción anterior.

En este comienzo de la primavera brotan las primeras hierbas: jóvenes, frescas, que aportan verdor al suelo, cubren la tierra tras el gélido invierno y su manto blanquecino.

Las hierbas y las hojas cubren y ocultan, casi todo. Vemos cómo aparecen las “hierbas de la primavera” en otros hokkus (haikus) de Buson:

我 帰る道いく筋ぞ はる春の草

waga kaeru michi ikusuji zo haru no kusa


En mi regreso

cuántos caminos hay-

la hierba de la primavera *.

*Intromisión del haijin en el poema con el uso de “waga”, que significa “yo, a mí”.

草霞み 水に声なき 日暮かな

kusa kasumi mizu ni koe naki higure kan


Las hierbas en la bruma,

el silencio del agua,

atardecer.

 

También las hojas cubren el suelo. El kigo que vamos a comentar, wakaba, se compone del adjetivo “wakai” (joven) y “ba” (hoja). Así Buson escribe:

 

不二ひとつうずみ残して若葉かな

fuji hitotsu uzumi nokoshite wakaba kana


Tan sólo el monte Fuji

sin cubrir-

las primeras hojas.

 

El hielo se derrite, el agua corre en torrentes cristalinos y ruidosos. Buson nos lo muestra:

 

おちこちに 瀧の音聞く若葉かな

ochi kochi ni taki no oto kiku wakaba kana


Aquí y allí

el sonido de la cascada-

primeras hojas.

 

Y el poeta nos recuerda cómo lo antiguo y lo nuevo se funden (la piedra y las nuevas hojas):

 

絶頂の城たのもしき若葉かな

zetchô no shiro tanomoshiki wakaba kana

 

Un confortante castillo

sobre la cima de la montaña;

las jóvenes hojas.

 

O cómo la vida vuelve a los valles verdosos:

 

蛇を切って 渡る谷間の若葉かな

Ja o kitte wataru tanima no wakaba kana


Muerta la serpiente

atravieso el valle-

primeras hojas.

 

谷路行く人は小さき若葉かな

 Tani-ji yuku hito wa chiisaki wakaba kana


Atravesando la senda del valle

la gente parece pequeña,

primeras hojas.

 

若葉して水白く麦黄みたり

Wakaba shite mizu shiroku mugi kibami tari.


Las jóvenes hojas,

el agua blanquecina,

el trigo amarillento *.

*Literalmente: el trigo se dirige hacia el color amarillento (kibami tari).

 

 

 

HAIKU 13. SAUCES, HOJAS Y HIERBAS

SAUCES, HOJAS Y HIERBAS

Siguen 6 poemas sobre esta temática. El sauce (yagi) y la hierba/hierba joven (waka/wakakusa) son kigos de primavera. Para la corte de Kioto, durante el periodo Heian, el sauce era considerado precursor de la estación. Como ha indicado el maestro Haya (El corazón del haiku, p.95) “Lo verde (…) es nuestra primera impresión de lo que está vivo, su expresión más evidente. El verde es el color de la Vida y por ello mismo el color de la divinidad en el Japón tradicional”. El hokku (haiku) número 13, que sigue a continuación, no se comprende sin esta referencia.

 

13

禁城春色曉蒼々-El palacio del Emperador en el verdoso amanecer primaveral-

青柳や我大君の艸か木か

aoyagi ya waga ookimi no kusa ka ki ka

 

El verde sauce:

sea hierba o árbol

es de nuestro Emperador.

 

 Haiku sin verbo. El uso de la forma verbal en la traducción parece necesaria para aclarar el significado del poema. Buson mezcla la poesía china, el waka y su conocimiento y cultura de la historia de Japón, para elaborar un hokku (haiku) ad hoc, quizá a partir de una obra pictórica. En estos primeros balbuceos aún es frecuente la síntesis de poemas antiguos o referencias a los mismos.

Buson combina dos referencias: un poema de Kashi y los anales japoneses de Kojima. En primer lugar, un poema en 8 líneas de Kashi (718-772), con estos primeros versos:

«Al amanecer, mientras las velas de plata aún arden, el camino es largo en la capital;En el palacio, la escena matutina de la primavera es clara y luminosa.Un millar de ramas caídas de los sauces cuelgan sobre las verdes inscripciones de la pared;Cien voces de ruiseñores.Se puede escuchar alrededor del palacio de Kensho. » Buson probablemente leyó esto en el Tôshisen, una colección de poemas de la dinastía Tang. Después, en Taiheki (los anales de la historia japonesa de 1318 a 1368, escritos por el sacerdote Kojima) encontramos esto: “Bajo el reinado del Emperador Tenchi, un hombre llamado Fujiwara Chikata, comenzó la guerra con la corte imperial, utilizando cuatro demonios: kinki -diablo de oro-, fuuki -diablo de viento-, suiki -diablo de agua- y Ongyoki -diablo invisible-, para combatir al ejército del Emperador. La gente común no puede resistirse a ellos en las provincias de Iga y Ise, donde nadie obedeció las leyes imperiales.

Un hombre llamado Ki no Tomotake, mandado por la corte, fue a estas provincias, creó un waka y lo recitó a estos demonios:«Todas las cosas, ya sean hierbas o árboles, están gobernadas por el emperador,y ni siquiera un demonio puede darle la espalda al Emperador y vivir en esta tierra. » Leído el waka, los cuatro tipos de demonios se dispersaron en cada dirección y desaparecieron, perdiendo sus poderes en todos los lugares. Fujiwara no Chikata fue derrotado. Incluso se dice que los cuatro demonios fueron el arquetipo original de los ninja. Al combinar estas dos referencias, Buson ha hecho poesía desde el punto de vista literario al hacer que nos demos cuenta de que el sauce, por su propia naturaleza, combina la belleza del árbol con la de las hierbas. Se prefiere en este hokku la traducción de Emperador frente a Shogun, dado el acervo histórico-literario. Para hokkus que traten del presente, en Buson será recomendable hablar de Señor, refiriéndonos al shogunato Tokugawa.

                                                                                                 Fujiwara con los cuatro demonios

A menudo hay que imaginarse el sauce en hileras, con el verdor que ilumina y sirve de guía al propio camino que, tras el invierno, recupera su vigor. La senda, para Buson, como lugar imperdible y melancólico… ¿A dónde van los caminos?

 

君行や柳緑に道長し

kimi yuku ya yanagi midori ni michi nagashi

 

Te marchas;

los sauces verdes,

el largo camino. *

* Kimi: podrían usarse otras formas de tratamiento para la segunda persona, como anata o kijo (sobre todo empleado por mujeres), otaku, kisama, omae…cada uno con sus peculiaridades. Buson elige “kimi”, con un carácter informal y familiar. Sólo hay un verbo (yuku: ir, marcharse) pues el resto son sustantivos. No hay necesidad de más verbos. Es una despedida entre sauces verdes, jóvenes, rejuvenecidos, que acompañarán a la persona en su largo viaje.

ISSA Y EL DINAMISMO EXPRESIVO

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   En el idioma japonés suele distinguirse entre “onomatopeya” –que se aplica a palabras o locuciones dotadas de un efecto sonoro-, y lo que podríamos llamar “dinamismo expresivo” –aplicable a palabras o frases que se refieren a otros aspectos no sonoros, pero sí dinámicos, de las palabras-. El fenómeno sonoro se llama se llama “gion”, y la palabra portadora del mismo se llama “gion-go”. El mero dinamismo expresivo se llama “gitai”, y la palabra que lo comporta se dice “gitai-go”.

   En Japón se editan diccionarios monográficos de gion-go y gitai-go, y yo tengo uno entre mis libros.

   En nuestra lengua, hablamos de onomatopeya, pero acaso no tengamos tan claro lo del dinamismo expresivo, como fenómeno comparable.

   Sin embargo, dicho dualismo existe también en español; y es –por ejemplo- la diferencia entre “el chisporroteo de una vela” (onomatopeya) y “el vaivén de los recuerdos” (dinamismo expresivo).

   En mi diccionario japonés mencionado, encuentro un artículo a página entera dedicado a Issa, y concretamente a este haiku suyo: “mumasoo na / yuki ga fuuwari / fuwari kana” (ver icono).

   Este haiku cuenta 17 sílabas (5/7/5) en su pauta métrica. Lo traduzco así:

 

  Rompe a caer

una hermosa nevada:

copitos, copos…

 

El artículo que estudia este haiku japonés resalta el hecho de que la frase “dinámico-expresiva” “fuuwari fuwari” (que significa algo así como ‘suavemente, quedamente’ –no olvidemos que la nieve suele ser silenciosa- representa una alteración de cantidad silábica de la frase japonesa “yuki ga fuwari fuwari to ochite kita” ‘la nieve empezó a caer suave, suave…’. Y, según el articulista, Issa convirtió la frase repetitiva “fuwari fuwari” en “fuuwari fuwari” –con alargamiento de la vocal “u” en su primer miembro; y así consigue romper la monotonía de repetir “fuwari” sin cambios en su longitud vocálica. Es aproximadamente como si dijéramos en español “suaave, suave”. (En mi versión traduzco tal variación de longitud léxica, mediante las palabras diferenciadas de mi tercer verso: “copitos, copos…” ).

El artículo citado no habla de la métrica que se supone como habitual del haiku: 5/7/5 sílabas. Pero es cierto que Issa, añadiendo una sílaba en el primer “fuwari > fuuwari” al final del segundo verso , consigue cumplir la pauta métrica habitual, de la que él suele ser concienzudo cumplidor. Pues efectivamente, una vocal larga cuenta como dos sílabas en la prosodia japonesa..

Paso a explicar las palabras:

mumasoo na: equivale a “umashi”, un antiguo adjetivo sinónimo de “utsukuhii” ‘hermoso, precioso’.

yuki: nieve, nevada.

ga: posposición gramatical que marca como sujeto al nombre precedente.

fuuwari fuwari: locución adverbial. Según lo antedicho equivale a ‘suaave, suavemente…’

kana: kireji (o palabra de cesura) para marcar el cierre del poema.

   Mediante una sencilla estampa silenciosa, Issa nos hace ver la nieve irrumpiendo gradualmente sobre nosotros –espectadores-, con esa riqueza diferenciada en intensidad de sensación: “suaave, suave…” / “copitos, copos…”

 

                                                        Fernando Rodríguez-Izquierdo y Gavala Universidad de Sevilla.

Haiku 12

うぐひすの啼くやちいさき口明て

uguisu no naku ya chiisaki kuchi aite

 

El llanto del ruiseñor-

su pequeña boca

abierta.

 

Aunque naku presenta las dos acepciones, aquí “cantar” no parece la respuesta más adecuada. El canto del ruiseñor es un tópico, una costumbre; sin embargo, el hecho de que llame, reclame atención, grite o llore forma parte de un acontecimiento especial, y Buson observa cómo, en ese gesto, el ruiseñor mantiene su pequeña boca abierta.

A nivel del kanji, es interesante destacar cómo el haijin emplea el término “ugüisu” en hiragana, para introducir “く” que es una muestra visual de la propia acción (el pico abierto) del animal.

Después, vuelve a recurrir al hiragana para introducir el verbo: en un primer vistazo, el lector japonés observa el pico del ruiseñor, abierto, en dos ocasiones, acompañado del kanji de boca (perfectamente reconocible). Buson, sin embargo, podría haber optado por el inequívoco kanji (koe: voz, canto, sonido, “trino, gorjeo”) pero prefiere la sutileza de la ambigüedad.

INÉDITOS

Nota inicial: Los textos reproducidos a continuación, se hicieron públicos por primera vez en 1926, en el volumen 14 de las Obras completas de Shiki (Shiki zenshû) publicado por las ediciones Arusu, bajo el título “Fragmentos inéditos de Una cama de enfermo de seis pies de largo”. Se cree que son borradores sobre diferentes temas de textos preparados por Shiki para esta obra, que nunca llegaron a publicarse en vida.

– Recientemente hemos creado una sección de ofertas de trabajo en un periódico de Tokio y es extremadamente práctico, pero ¿hasta dónde podemos fiarnos? Todo el mundo se lo pregunta. Acabo de escuchar la opinión de una persona que, leyendo uno de estos anuncios, se comprometió a ir a ver concretamente de qué se trataba.

Como el anuncio decía que estaban buscando un empleado de oficina cerca de Kakigara-chô, la persona fue a la dirección indicada, y allí se encontró con una persona de aspecto sospechoso, instalado en una pequeña estancia que medía menos de 3 por 4 m. Según esta persona, el trabajo consistía en recuperar el dinero de préstamos o acosar a los deudores, y además era necesario comenzar depositando 30 yenes. El salario dependía de las habilidades de cada cual. Este tipo de trabajo, en cualquier caso, al tener que dejar como depósito 30 yenes, es inconcebible para un estudiante con pocos recursos, así que la persona en cuestión abandonó el lugar sin más.

Luego también fue a otra dirección donde buscaban igualmente a un empleado de oficina. Había un pequeño edificio con un letrero nuevo. En respuesta a sus preguntas, fue informado de que reclutaban empleados para una compañía de seguros y que pagaban de acuerdo con el monto de pólizas conseguidas. Esta remuneración se correspondía con el diez por ciento de lo conseguido. Cuando preguntó si se podía convertir en empleado asalariado, le dijeron que poco a poco, que cuando hubiera conseguido dinero para la empresa, que no era imposible para una persona capaz.

– En un bosque de la familia imperial cerca de Berlín, en Alemania, donde el emperador cazó con el Tsarévitch de Rusia, en una hora y media se dice que mataron a 739 ciervos y venados. De este total, el Emperador habría matado a 39 él mismo, y el Tsarévitch a 27. Además, cuando cierto conde invitó al emperador de Alemania en su reserva de caza, habrían matado en un día a 6256 faisanes, 159 conejos y 13 liebres. Al pie del monte Fuji, cientos de hombres no habrían matado en dos días ni dos ciervos: es el día y la noche.

– Cuando un perro ve a otro perro, inmediatamente le lame el ano. O bien, cuando encuentra un excremento junto a un camino, lo huele de inmediato. Como resultado, parece que las enfermedades de los perros se transmiten muy fácilmente.

Notas del traductor y las fuentes

– Las tres ediciones de Shiki zenshû (Obras completas de Shiki) publicadas hasta el momento y comentadas por Janine Beichmann, la biógrafa de Shiki, son:

* Samukawa, Sokotsu, et al., eds. Shiki Zenshû. 15 volúmenes, Arusu, 1924- 1926. Una edición bellamente producida pero no tan completa como la siguiente.

*Kawahigashi, Hekigotô, et al., eds. Shiki Zenshû. 22 volúmenes, Kaizosha, 1929-1931. Más completa que la edición Arusu, pero no tan completa como la siguiente.

*Masaoka, Chûsaburô, et al., eds. Shiki Zenshû. 25 volúmenes (22 de la obra de Shiki y tres volúmenes complementarios de obras secundarias). Kôdansha, 1975-1978. El mejor de todos los trabajos recopilados hasta ahora. Ensamblado minuciosamente para incluir mucho material nuevo que no se conocía antes, sus textos se basan en comparaciones con todas las versiones conocidas e incluyen mucho material complementario, así como abundantes ilustraciones.

Sobre el yen: (¥) La palabra «yen» significa «círculo» u «objeto redondo». Esta moneda fue adoptada de forma oficial por el gobierno Meiji a través de la «Ley de la Nueva Moneda» y aprobada en 1871.

– El Tsarévitch era el primogénito del Zar de Rusia.