LADRONES

Reginald Horace Blyth

Traducción y selección: Jorge Braulio

 

Mitsukatte uma nusubito wa notte nige

Cuando sorprendieron

al ladrón del caballo,

escapó montado en él.

Hay algo cómico, incluso profundo, en el hecho de que el hombre use el objeto de su crimen para escapar de las consecuencias.

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ANÓNIMO

Nusubito wo   toraete haha wa   koe wo sage

 

Al sorprender al ladrón

la madre

baja la voz.

La virtud de este verso está en la manera en que el escritor del senryu percibe y expresa lo más significativo, la parte más simbólica de la historia, el descenso de la voz, desde el grito hasta el susurro, la súbita conversión de una mujer en madre.

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ANÓNIMO

 

Hana-nusuto   chô wa mugon de   okkakeru

Ladrón de flores.

Le persigue en silencio

la mariposa.

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ANÓNIMO

Kaki-nusuto   me wo mitsuketa to   shiri wo fuki

“¡Al fin descubro

al que roba los nísperos!”

Se limpia el trasero.

 

Posiblemente está en una letrina, con la puerta entreabierta, o quizás tras un seto. En cualquier caso, se encuentra por azar en una posición privilegiada para descubrir al ladrón.

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YASHARÔ

Dorobô no   kaeri ni marui   tsuki wo home

Al regreso del robo,

ensalza la redondez

de la luna.

 

La sátira aquí es muy delicada. Este hombre ha robado, se ha introducido en algunas casas para apropiarse de cuanto pueda convertirse en dinero. Una vez satisfechas sus necesidades más groseras y materiales, aflora su naturaleza espiritual y contempla la encantadora redondez de la luna con la mente tranquila, apaciguada.

 

Fuentes:

H. Blyth

Oriental Humour. Hokuseido Press. Tokyo, 1959 [I]

Japanese Life and Character in Senryu. Hokuseido Press. Tokyo, 1960 [II]