Otoño
Aires de otoño con nieblas, alternancia de días cálidos y frescos.
La achicoria silvestre sigue regalando la belleza de sus flores celestes a pesar que sus tallos, al ritmo de la nueva estación, se notan secos. Como muchas de las autóctonas de esta región, al querer cortar una rama, sus espinas se dejan sentir.
Con los primeros rayos de sol, la mañana apacible invita a disfrutar de la naturaleza. Sobre la piel ese aire fresco con retazos de olores marinos. Unos zumbidos de abejas, el trisar de golondrinas que llega desde algún lugar, el olor de pan horneando, se mezclan con el verde de este pequeño espacio. Recorro el sendero de lajas hasta llegar al rincón de rocallas y encuentro al cactus espiral en actividad, si, actividad!!! El pimpollo, grande, alargado, hoy muestra los sépalos, blancos en el centro con borduras moradas hacia los extremos.
Tomo fotos y regreso a preparar el desayuno
Pasados unos minutos salgo, no puedo dejar de pensar en esa belleza que esta mañana me regala, vuelvo al lugar y noto que sigue el proceso natural y abre los pétalos, me quedo cerca con mi cámara fotográfica y puedo seguir todo el proceso.
Mañana de sol
Infinidad de estambres
en el cactus espiral
Una maravilla de la naturaleza.
Ayer…hoy
La flor de ayer,
en el cactus espiral,
se ha cerrado.
Un cielo rojizo, la quietud de hojas amarillando en los álamos, los gorriones, el ruido de las olas desde la lejanía, bandadas de gaviotas…
Moscas…
Los pétalos atigrados
de la flor estrella