La luna está gorda – / Hay una estrella / que está lejos
La luna está gorda – / Hay una estrella / que está lejos
Unas palabras de la autora
Mercedes Pérez “kotori” nació en Madrid en 1960. Autodidacta y polifacética, se ha dedicado profesionalmente a la Agricultura Ecológica, a las terapias energéticas y a la gerencia de una librería en Madrid. Gran aficionada a la fotografía, a la Naturaleza y a la escritura encontró la convergencia de esas inquietudes en el haiku.
Bibliografía:
–“El humo de las ofrendas”. UNO Editorial, 2018
-«Trece Lunas» – Antología de haiku «la mujer y la luna» Colección Haibooks – UNO editorial
–«Las palabras del paisaje». Fotografía y haiku. Albacete 2017
-“Luna en el río”. UNO Editorial, 2017
-“El haiku japonés y la navaja albaceteña: el Kire”, Asociación de la Gente del Haiku de Albacete (AGHA) Editado por Diputación de Albacete 2017
-“Como si nada”. Libro en solitarioUNO Editorial, 2016
–“Cent haïkus pour la paix” Editions L’iroli, 2015
-“Clarea el día. Antología de haiku en castellano”. Mandala Ediciones 2014
-“Un Viejo Estanque. Antología de Haiku Contemporáneo en Español”. Editorial Comares, S.L. 2014
-“Haikus del parque II”. UNO Editorial 2012
–“Sin otra luz”. Ed. LápizCero Ediciones 2012
-“El Camino del Viento”. Antología colectiva, Haiku. Ed. QVE 2011
-“Sol de invierno” Antología de haiku de la AGHA. Ed. QVE 2009
Concursos, menciones, finalista:
–Maestra de afinación, título otorgado por el maestro Vicente Haya por los haikus para el “Concierto Haiku” Ciudad de Medellín “Ser Luz” 2018
–Maestra de afinación, título otorgado por el maestro Vicente Haya por los haikus para el “Concierto Haiku” Ciudad de Medellín “Ser Tierra” 2018
–Maestra de afinación, título otorgado por el maestro Vicente Haya por los haikus para el “Concierto Haiku” Ciudad de Medellín “Ser Aire” 2017
–Primer premio del haiku ganador del VIII Concurso Internacional de Haiku de la Facultad de Derecho de Albacete, UCLM 2017
–Primer premio del Primer Certamen de Foto-relato Ágora 15, 2015
-Primer premio del haiku ganador del VII Concurso Internacional de Haiku de la Facultad de Derecho de Albacete, UCLM 2015
–Segundo premio en el concurso de haiku “Haikus por Japón: Samurai Hasekura” 2013
–Finalista del I concurso de haiku “ El vuelo del Samandar” Cuba 2013
–Mención de honor VI Concurso Internacional de Haiku de la Facultad de Derecho de la UCLM de Albacete 2012
–Primer y tercer premio del IV Certamen Internacional de Haiku No-Michi 2011
–Revistas literarias, artículos y texto y otros:
– Colaboración con la Revista Cátrera nº 3 2018
-Colaboración revista haiku francófona Gong Primavera 2018
-El Espacio del Haiku en el nº 81-82 de revista literaria Barcarola.
-Revista digital sobre haiku HELA en varios números.
– Revista de la Academia Norteamericana de la Lengua Española (RANLE) Vol. V No. 9 Año 2016 Nueva York
-Miembro de la “Asociación de la gente de haiku de Albacete” AGHA.
-Miembro fundador y docente de la “Escuela de Haiku Makoto”. 2010
Blog de Haiku: “El reflejo de Uzume”
**************
noche invernal…
la gata entra en casa
oliendo a hojas
*
nubes de paso…
del pajarillo en vuelo
cae una sámara
*
un muñeco de nieve
sin acabar…
la orilla del bosque
*
apenas queda nieve;
el leve color
de las violetas
*
naranjas pudriéndose
en la hierba del claustro…
vuelve la lluvia
*
entre las acículas
los senderos del agua…
aun canta el gallo
*
una de las ranas
croa a destiempo;
el deshielo entre las rocas
*
de pronto el gato
se eriza entero…
el sol tras la calima
*
mientras exprimo el limón
la luna que nace
tras la montaña
*
una lagartija
trepando hacia la hiedra…
retumba el cielo
*
la quijada de una oveja
entre el tomillo
restos de nieve
*
un viento con olor a establo;
las flores cerradas
de la datura
*
el sol tras la cima…
las yeguas preñadas
se adentran en los robles
*
un vellón
en una espina del tojo
la lluvia de anoche
Día nublado
de pronto las sombras
de las gaviotas
Nombre del niño: Mateo Klos
Edad: 12 años
Colegio: Villa Devoto School
Ciudad: Buenos Aires
País: Argentina
-.-Árbol pelado
cantan sobre sus ramas
los benteveos
Nombre de la niña: Milagros González Merlini
Edad: 12 años
Colegio: Villa Devoto School
Ciudad: Buenos Aires
País: Argentina
-.-brisa de la tarde,
vuela en círculos
un gran cóndor.
Nombre del niño: Gaspar Katz
Edad: 11 años
Colegio: Villa Devoto School
Ciudad: Buenos Aires
País: Argentina
-.-Contra el puente
raspa los cuernos un ciervo
el agua calma
Nombre del niño: Nicolás Soler
Edad: 11 años
Colegio: Villa Devoto School
Ciudad: Buenos Aires
País: Argentina
-.-
1
ほうらいの山まつりせむ老の春
hourai no yama matsuri semu oi no haru
Celebremos Hōrai-
Otro año nuevo más
de un anciano.
—
Fecha: escrito en la Era Yasunaga (1772-1781).
Monte Penglai o de los inmortales (China),
Palacio de la Ciudad Prohibida, Pekín.
Comentario y notas culturales:
Es el año nuevo, el comienzo ancestral de la primavera, una catarsis: Buson agradece seguir vivo en su vejez y desea participar con los adornos de la celebración. Se alude al Monte Hōrai (la montaña sagrada de los inmortales), festividad o tradición en que se llevan ofrendas al kami en el santuario sintoísta, quizá en un espacio elevado, para obtener buena fortuna y longevidad.
INTRODUCCIÓN
En esta ocasión detenemos el paso en un país lleno de contrastes y colorido: India. La rica tradición cultural de este país también le ha dejado espacio al haiku, que va avanzando con paso lento pero firme.
Desde comienzos del siglo XX poetas como Rabindranath Tagore o Subramania Bharathi se acercaron al haiku atraídos por su sencillez y la profundidad de su belleza. El primero visitó Japón en cinco ocasiones, se sintió fuertemente atraído por la cultura japonesa desde el primer momento y eso se reflejó en su obra, especialmente en Stray Birds (Pájaros callejeros) y en Fireflies (Luciérnagas)
Si derramas lágrimas cuando extrañas el sol, también extrañas las estrellas.
Pájaros callejeros
La mariposa no cuenta años sino momentos,
y por lo tanto tiene tiempo.
A Subramania Bharathy se le atribuye el haber traducido los primeros haikus en tamil y popularizado la existencia del arte.
escuchar los sonidos
del comienzo de la lluvia monzónica
aquí viejas orejas
Traducción original en tamil por Bharathy©
Traducción al inglés por Ramesh Anand©
fuego ardiente
¿Qué es el silencio
de la flor que cae?
Original Translation in Tamil by Bharathy©
Translation in English by Ramesh Anand©
El haiku ha logrado colarse en el corazón de los hindúes, que ven la cultura japonesa muy cercana a la suya.
Bharathy afirma «una persona que se mezcla con la soledad, el silencio, la voz de las flores y vive alineada con la naturaleza se llama poeta» y repite las palabras de Yonae Noeguchi: «La particularidad de la poesía japonesa es que permite realizar más diciendo menos».
La India tiene una fuerte inclinación hacia la espiritualidad, la meditación, y en sus pueblos se sigue estando muy ligado a la naturaleza. Casi todos los estados de la India tienen practicantes de haiku y éste se escribe en los distintos idiomas del país: Punjabi, Hindi, Marathi, Gujarathi, Malayalam, Tamil, y así hasta 22 lenguas diferentes, aunque en los últimos años, y en especial a la hora de participar en encuentros, revistas o concursos internacionales el idioma utilizado es el inglés y todo lo que se aprende del haiku está en ese idioma.
Pero si hay un idioma hindú especialmente prolífico es el tamil.
EL HAIKU EN TAMIL
En tamil haiku se llama” thulippa”. “Thuli” significa “pequeño” y “Pa” significa poesía.
Subramanya Bharathy tomó la iniciativa de introducir el haiku al pueblo tamil. El tamil es una de las lenguas más antiguas de la India, conocida por poemas como el aathizhudi de una sola línea, thirukkural de dos líneas y sindhar de tres líneas.
1974, Kavikko Abdul Rahman publicó seis de sus haikus en la antología Paalveedhi, considerados como los primeros haikus en lengua tamil.
En agosto de 1984, Amudhabharathy publicó el primer libro de haiku totalmente en tamil, Pullipookkal.
Desde la publicación de Pullipookal se han publicado 500 libros de haiku en ese idioma. En 1990, el Dr. Leelavadhi publicó el primer libro de ensayo sobre haiku, Idhudhaan Haiku que se basa en el libro de haiku de R.H.Blyth publicado en 1949, pero el Dr. Leelavadhi dejó claro que «esta no es una traducción del libro de R.H.Blyth».
los peces saltan
en las aguas
las nubes ondulan
Original en tamil por Sujatha©
En 1988, la revista Karanthadi editada por Cheenu Tamizhmani, fue la primera en publicar sólo haiku y sus géneros relacionados. Posteriormente, muchas revistas empezaron a publicar haiku de varios distritos de Tamil Nadu.
Los poetas tamiles han tomado como base para sus haikus los libros: Haiku oru pudhiya arimugam de Sujatha publicado en 1991, el libro de investigación de haiku de Nellai Muthu, Tamizhil haiku publicado en 1994 y el libro de investigación del poeta Nirmala Suresh, Haiku kavidhaigal publicado en 1997.
La especialista Nellai Su Muthu dijo una vez: «Aunque el arte es originalmente importado de Japón, un haiku tamil se completa sólo si la cultura o la vida tamil se simboliza en el haiku porque el haiku brota en tamil».
Desde 1994, el haiku ha creado su lugar en varias materias en algunas universidades como Chennai o Bharathydasan. Se estudia no sólo haiku, sino senryu, haibun y haiga, y han creado nuevas formas propias combinando haiku con poemas típicos como Limericku (Limericku + haiku), Limersenryu (Haibun + Senryu), Limerbun (Haibun + Limericku)
El Haiku, visto como parte de la filosofía Zen del Buda, atrae la atención de todos porque contiene la belleza, el fervor y la picardía de un niño. (Kannikkovil Raja)
flor caída …..
nunca regresa a un tallo,
su mariposa
Original en tamil por Sujatha©
en el estanque
la luna – he vuelto
sin mi baño
Original en tamil P. Mithra®
edad para jugar
ella vende
juguetes
Original en tamil de Pon. Kumar©
Varios poetas están trabajando para llevar el haiku tamil a la escena mundial publicando haiku en tarjetas postales, sobres, diarios, tazas de té, bolígrafos, abanicos plegables de mano, pegatinas, tarjetas de visita, etc. Una forma de dar a conocer su especial visión del haiku.
AUTORES DE HAIKU CONTEMPORÁNEOS
Angelee Deodhar falleció el 28 de junio de 2018, dejando a sus innumerables admiradores en todo el mundo conmocionados y devastados. Oftalmóloga de profesión, esta poetisa de Chandigarh ha mostrado el camino a muchos por su dedicación y pasión por el haiku, senryu, haibun, y otras formas de poesía. Su contribución ha sido inmensa y consiguió que la India haya ocupado su lugar en el mundo del haiku.
una ligera brisa
la luna en el baño para pájaros
escalofríos
atardecer temprano en invierno
el único sonido
el viento a través de los pinos
Sapo
hermano de la rana de Bashô
¿cómo puedo diseccionarte?
después de que se apaguen las luces
el cuartel silencioso
sólo las cigarras
entre nosotros
vapores de las tazas de té
frío otoñal
taller haiga
en la línea de bajada del pincel
el sonido de la lluvia
soltar al perro
en el frío del amanecer
las estrellas a la deriva
mañana de Pascua
en la hierba fresca y tranquila
un conejo salvaje
luces de coche
coloreando el pavimento resbaladizo de lluvia
– otro monzón
Algunos de sus libros son:
Kala Ramesh es un claro ejemplo de cómo el haiku, la tanka, el haibun, han calado hondo en los corazones de los habitantes de este particular lugar.
Poetisa, editora y antóloga, Kala Ramesh escribe y enseña haiku, tanka, haibun y renku a niños en edad escolar y a estudiantes universitarios especialmente. Es toda una institución en el arte del haiku en la India.
“Los hindúes están despertando lentamente y de forma segura a su belleza y las razones no son muy lejanas. Haiku trata de la fuerza creativa de la Naturaleza y si leemos el Rig Veda, todo lo que vemos son versos de alabanza a la Naturaleza. Imagínese una de las civilizaciones más antiguas conocidas por el hombre, antes de que existiera el lenguaje tal como lo conocemos ahora, cuando el sol no era llamado sol, ni la Luna ni la Tierra eran conocidas por sus nombres. Probablemente, lo único que hicieron los hombres y las mujeres fue maravillarse con los colores y las maravillas que los rodeaban. No es sorprendente que la naturaleza fuera adorada en el período védico”
Doblo
los pétalos de rosa ….
el sari de mamá
“Hay muchas maneras de aprender haiku pero la mejor es mantener los cinco sentidos abiertos – estar receptivos. Que nuestros ojos se conviertan en la cámara, la mente, un cuaderno de bocetos. ¡Escuchar, oler, tocar, ver y saborear mientras caminas por el camino del haiku!”
paseo por el bosque
la sombra de una araña
sube al árbol
campanas de templo
las gotas de lluvia aisladas
en mi paraguas
puente de montaña
Paso a través de
las nubes
Templo Devi…
junto con las hormigas
entro descalza
“Siento que la India se ha despertado al haiku de una manera positiva. Sí, nunca puede ser tan popular como la poesía o la escritura convencional. Pero el haiku pronto encontrará su lugar en la India, al igual que las películas de arte y el cine paralelo siempre tendrán un hueco en el mundo de Bollywood”
hora de dormir…
pregunta si su muñeca de trapo
puede quedarse despierta hasta tarde
plenilunio
un Taj Mahal resplandeciente
sobre el río Yamuna
Para disfrutar de los haikus de Kala Ramesh:
Paresh Tiwari es oficial de la Marina de profesión, escritor creativo e ilustrador por elección. Paresh creció en las calles de Lucknow y descubrió el haiku hace algunos años.
“Descubrí el haiku casi por casualidad durante un período de lucha y dolor en mi vida. Había angustia creativa, pero también la necesidad de lidiar con el bagaje personal y emocional. Fue entonces cuando encontré algunos haikus en una antología de poesía. Estaba enamorado”
campos de mostaza
un dedal de sol
en cada flor
bufanda de cachemir –
el olor de las bolas de naftalina
en nuestro beso
oscuridad temprana –
el vuelo dentado de
una luciérnaga
“El haiku me dio paz. Me pareció catártico y meditativo. Me ayudó a reflexionar sobre mi vida y a encontrar respuestas que parecían fuera de mi alcance hasta entonces. Durante un año más o menos, escribí al menos un haiku al día. Y me di cuenta de que por primera vez en mi vida, estaba verdaderamente consciente de lo que me rodeaba; el cielo cerúleo, los rayos de sol pálido a través de las nubes gris pizarra, la promesa colgante de la llovizna en la suave brisa, los susurros silenciosos de las hojas, el aroma amaderado de la corteza húmeda por todas partes y el profundo color negro de una carretera empapada por la lluvia debajo de mis pies. Fue liberador”
luciérnagas…
por un tiempo mi jardín
imita la noche
Charco de callejón –
un barco de papel se desliza
sobre las estrellas
Además de colaborar en numerosas antologías y revistas de haiku, Paresh ha publicado dos libros: An Inch of Sky – Collection of Haiku and Haibun (2014) y Raindrops Chasing Raindrops: Haibun and Hybrid (2017)
Geethanjali Rajan enseña japonés e inglés en la ciudad de Chennai, India. Escribe prosa, artículos de opinión, haiku, tanka, haibun y otras formas de poesía. Sus escritos se pueden encontrar en varias revistas internacionales en línea y algunas impresas. Actualmente es editora de haiku en Cattails (UHTS).
un árbol solitario
comparte un campo estéril.
casa natal
Pongal
sus tobilleras siguen
el tintineo de un cencerro
*Pongal – el festival de la cosecha en Tamilnadu, India, se celebra el 15 de enero.
hoja solitaria de otoño
aguardas
para descender
lago de montaña
cada salpicadura del remo
sacude la luna
noche de invierno
mis ojos siguen
los pájaros a casa
la estancia en el hospital.
fuera de mi ventana
otra hoja cae
el olor de las rosas
en el jardín de mi vecino.
Día de San Valentín
la lluvia de anoche.
que lleva a mi sofá
marcas de patas
clase de música
un coro de estornudos
después de las lluvias
monzón~
sólo una pizca de cielo
en los charcos
OTROS HAIKUS
restaurante de lujo –
un ciego se quita las gafas
para inspeccionar la factura
Rajiv Lather ©
***
viento fuerte
las luchas de los pescadores
para encender su cigarrillo
Quamrul Hassan, Bangladesh©
la primera lluvia –
alguien más también
extendiendo su mano
Rohini Gupta, Mumbai©
***
crepúsculo de otoño
mis padres en silencio
en el columpio
Ramesh Anand (Tamil Nadu, India) ©
***
tarde calurosa
un carretero se limpia la mano
en la espalda del burro
Thiagarajan ©
***
paseo nocturno
voy más despacio
cerca del arbusto de jazmín
Johannes Manjrekar ©
***
brisa nocturna –
los perros rompen la suavidad
de la canción del grillo
Madhuri Pillai ©
***
sauce llorón
Apenas hay
brisa de invierno
Pravat Kumar Padhy ©
***
frío invernal…
el edredón de retazos huele
a recuerdos
Shloka Shankar ©
***
de ayer
charco seco…
barcos de papel
Anitha Varma ©
***
Nota
Todos los derechos de los haikus aquí publicados corresponden a sus autores.
El haiku se caracteriza por su brevedad, por la simpleza de sus palabras, por transmitir un sentimiento auténtico y profundo. La pintura que lo acompañe en la construcción del haiga deberá también contar con esas características.
En la pintura oriental, el Vacío está presente de una forma notoriamente clara, expresado por medio del espacio no pintado. Éste es un elemento constitutivo de la obra, no es la mera falta de pintura. Este Vacío se complementa equilibradamente con lo pintado, relacionando de esta manera lo visible con lo invisible.
De la misma manera ocurre con el haiku, el Vacío se expresa en el silencio, está presente en lo no dicho, pero esa presencia silenciosa es una presencia dinámica. El haiku surge del silencio y las palabras de un haiku dicen mucho menos que el silencio que las rodea.
A diferencia de otro tipo de poemas en el que el lector es “espectador” de la construcción del poeta, en el haiku hay una invitación al lector a participar. El haiku con su silencio evoca, moviliza, sugiere, coloca al lector en presencia de lo invisible y éste, por su parte, siente y complementa haciendo visible lo invisible.
La pintura que acompañe al haiku o viceversa, también deberá contar con esa invitación para que el observador y lector, ambos en este caso, sean también protagonistas del momento, del aware que transmite el haiga.
Nihonga es una palabra que puede traducirse como pintura japonesa. En la actualidad también se utiliza para denominar a una técnica de pintura que utiliza para su implementación, pigmentos que se obtienen puliendo minerales y piedras preciosas. Debido al alto costo esta técnica es bastante exclusiva.
Cada uno de los creadores de haiga tenía su propio estilo respondiendo los distintos tipos de Nihonga. En su mayoría respondían a escuelas, cada una con sus características. Escuela Nanga o Bunjinga, Escuela Kano y Escuela Tosa como las principalales.
Durante el período Edo la escuela Nanga tuvo gran aceptación, en parte porque a muchos artistas se les consideraba letrados o intelectuales. Tenían puesta la mirada en China y representaban generalmente paisajes. El nombre de nanga es la abreviación de nanshūga, referido a las escuelas de pinturas chinas del Sur. Utilizaban la tinta negra y ocasionalmente un toque de color. Este tipo de pintura era más utilizado para un estilo poético que aún tenía identidad china.
La escuela Kanō ya fue una escuela con identidad más japonesa que se practicó desde el siglo XV hasta el XIX abarcando los períodos Muromachi y Edo. Esta escuela también usaba el negro y sus matices. Los famosos biombos y grandes paneles que separaban los ambientes de los castillos son de ese período. Este tipo de pintura está más ligada a los poemas waka o tanka.
Para acompañar los haiku, lo más común era el tipo de pintura zenga. Compatían con el haiku más de una característica: era real, simple, despojada y espontánea.
La Escuela Tosa abarcó los períodos Muromachi (1333– 1573), Momoyama (1573–1615) y Edo (1615–1868). Se caracterizaba por la luz, los colores vivos y brillantes, las líneas simples y geométricas. Fue fundada oficialmente por Tosa Mitsunobu. Primero se dedicó a temáticas épicas pero, finalmente en los últimos tiempos incluyó aves y flores.
También los grabados Ukiyo-e (grabados en madera) fueron soporte para los haiga.
Pese a la gran difusión y popularidad que alcanzó el haiku en esos períodos, solo algunos haijines se lanzaron a producir haiga.
La primavera viene cuando comenzamos a escuchar el trino continuo de los pájaros y empezamos a ver el campo florido y hermoso, como dice una canción.
Pero, para mí, el inicio de la primavera tiene mucho que ver con los olores. La primavera es la estación que más huele. Ese olor de las flores recién salidas, de hierbas desconocidas, de hierbas aromáticas…
Estas hierbas, las aromáticas, llenan de olor el monte, pero también los jardines de las ciudades. Y mis dedos. Desde pequeño, tengo el impulso de coger una rama de romero y pasarle los dedos…y olerlos…En mis dedos, durante algún tiempo está impregnado el olor del romero…
bancos vacíos –
el olor del romero
sigue en mis manos
VI UN ÁRBOL
Vi un árbol más grande que todos los demás
y repleto de piñas inalcanzables;
vi una iglesia grande y con las puertas abiertas
de la que todos salían fuertes y pálidos
y listos para morir;
vi a una mujer que sonriente y maquillada
jugaba su suerte a los dados
y vi que perdía.
En torno a aquello se dibujaba un círculo
que nadie traspasa.
Edith Södergran
De niños nuestra curiosidad nos lleva a mirarlo todo, nada se escapa a nuestro interés; en cambio, cuando somos adultos, las “preocupaciones” y “ocupaciones” nos conducen a estar mucho más tiempo en nuestro mundo mental que en el mundo exterior. Por ello, cuando nos iniciamos en el camino del haiku es necesario reeducar la mirada, en primer lugar: sacarla nuevamente fuera de nosotros mismos -como cuando éramos niños- siendo conscientes de que nunca podremos percibirlo “todo”, y que por ello importará lo qué decidamos mirar. En segundo lugar: ejercitarla y recuperar su flexibilidad, para poder relacionar los sucesos que vertebran nuestra experiencia de vida. Vida en la que siempre hay un fondo y cosas nimias.
Tan lejanos de la luna,
el color y el aroma
de la glicina.
Buson
Decidimos qué mirar
Decidimos qué mirar y, por lo mismo, siempre perdemos algo que, aunque esté dentro de lo que nuestros sentidos pueden percibir, no captamos -al menos con la suficiente presencia en nuestra conciencia-. Ello se debe a que al mirar centramos la atención y lo que no esté dentro de ese foco se nos escapa, pasa desapercibido. Por ejemplo, en el siguiente haiku, el detalle de los pétalos de cerezo que va separando el pato al nadar, por unos segundos al menos, lo fue todo; el poema no nos habla de nada más.
El pato al nadar
va separando con su pecho
los pétalos del cerezo
Rôka
De la misma manera, si miramos al cielo no veremos -o aparecerá difuso- ningún otro elemento que se encuentre al lado o enfrente nuestro:
Tobedo tobedo kari gekkō wo nogare ezu
aunque vuela y vuela
el ganso salvaje no puede escapar
de los rayos de la luna
Niwa Nobuko
Y aunque lo que percibimos nunca pueda ser la totalidad de nada, aunque siempre sea una parcela de la vida, está en nosotros ejercitarnos para tener una mirada atenta y flexible. Una mirada que pueda enfocar lo que nos está llegando con estímulos más fuertes, pero que pueda ir, si así lo pide el momento, hacia un amplio horizonte visual o desplazarse hacia algo ínfimo, aparentemente insignificante; vagar, perderse, aguzarse, para captar la relación entre las cosas, los seres, los fenómenos naturales, los sucesos, la vida, que coinciden en un espacio y tiempo determinado, nuestro aquí y ahora. El aquí y ahora que deberán reflejar nuestros haikus.
Así es como, dentro de un mismo haiku, podremos ir de algo tan pequeño como puede ser una hoja caída a algo inmedible e inasible como el viento:
Frágiles hojas de otoño (detalle)
que desmenuza
el viento del norte… (panorámica)
Takao
“Poemas Japoneses a la muerte” de Yoel Hoffmann
o de un grillo que canta a las montañas de otoño:
Un grillo, que canta, (cosa nimia)
me acompaña por
las montañas de otoño (central: montañas) (fondo: otoño)
Shiko
“Poemas Japoneses a la muerte” de Yoel Hoffmann
En cambio otros, pueden centrarse en algo pequeño, y hacer de un detalle el poema más profundo:
yameru te ni
nosete fuji-busa
amarikeri
Un ramo de glicinas
pesa en la mano enferma
demasiado
Takako
“Jaikus inmortales” Traducción de Antonio Cabezas
«Uno se convierte en lo que mira, dice Laura Esquivel,
en lo que recuerda, en lo que anhela, en lo que transmite.
Ahora sé que el futuro comienza hoy y depende
de lo que elijo ver, de lo que me permito decir,
de lo que quiero recordar y de lo que decido amar».
© Isabel Pose
Colección de haikus del maestro Yosa Buson
-reunidos por sus discípulos en 1784-.
Traducción de Jaime Lorente y Setsuko Takeoka
Comentarios y notas culturales de Jaime Lorente
En 1784 los discípulos de Buson se reunieron en sentido homenaje, un año después de su muerte: habían publicado un libro con 868 haikus del Maestro.
Iniciamos en El Rincón del Haiku una serie que pretende transmitir a sus lectores el espíritu de aquel Buson Haikushû o colección de haikus del Maestro, publicando un haiku cada mes siguiendo el orden establecido por sus discípulos. Nuestra tarea se fundamenta en el deseo de ofrecer los haikus de Buson con la máxima humildad posible, sin adornos o recreaciones poéticas, tal y como fueron escritos dentro de la traición absoluta que supone verter un idioma en otro, acción por la que pedimos disculpas de antemano. Ojalá nos aproximemos al sentir de Buson: maestro del haiku y pintor cuyo aware describía una escena en los márgenes de un lienzo…
Jaime Lorente y Setsuko Takeoka
Aunque todo haiku bien hecho goza de su singularidad propia, el que hoy presento aquí, en “El Rincón del Haiku”, reúne muchas características especiales, como iremos viendo.
Lo he encontrado –como un artículo entre muchos- en un librito japonés de bolsillo, primer volumen de cierta colección de (al menos) seis, titulada “Sekai-shi kobore-banashi” o ‘Historias que circulan por el mundo”, de la editorial Kadokawa Bunko, obra muy leída en Japón. Son anécdotas varias de cualquier tiempo y lugar, frecuentemente divulgadas por tradición oral. La historicidad, a veces, puede ponerse en entredicho; aunque para tales casos resulta válido el refrán italiano “Si non é vero, é bene trovato”.
En nuestro caso, se trata de un haiku de Takarai Kikaku, uno de los más cercanos y relevantes discípulos de Bashoo, también denominados “los diez filósofos”. El artículo en cuestión se halla en el vol. 1 (2ª ed., 1974, p. 120). Su texto original lo reproduzco íntegro en (ic 1).
Creo que cualquier alumna o alumno –“ladies first”, no lo olvidemos- de tercer curso de japonés, podrá leerlo sin gran dificultad. Lo traduzco a continuación:
***
¡MIRA BIEN LO QUE HAY!
Se cuenta del haijin Kikaku, que en un convite, cierto nuevo rico –quien se le acercó, portando ante sí un gran biombo dorado- se dirigió a él con el ruego muy expreso de que le escribiera unos versos. “Cualquier cosa servirá” –añadió.
“Cualquier casa servirá, ¿verdad?” –exclamó Kikaku, como cerciorándose de lo escuchado-. Acto seguido, el poeta escribió esto en el biombo:
“Prohibido usar la zona
como un urinario”
A su anfitrión, hombre impulsivo como era, un color se le subía a la cara y otro se le iba. Al advertir eso sagazmente, Kikaku añadió a lo escrito:
“monte de flores”.
***
He aquí el haiku completo de Kikaku:
kono tokoro / shooben muyoo / hana no yama Kikaku (ic 2)
“Prohibido usar la zona
como un urinario:
monte de flores.”
Al traducir, me he servido de una pauta métrica muy próxima a la consabida de 5-7-5 sílabas, a saber: 7-7-5, que conserva el ritmo biensonante del género.
En el presente haiku de Kikaku, junto a un sentido –muy japonés por cierto, y muy haikista- de respeto a la naturaleza, aparece también el humor, en torno a algo tan normal como es el orinar. El poeta se vale de un eufemismo “shooben”, que significa algo así como ‘una conveniencia o necesidad menor’, concepto que he traducido como “urinario”, palabra nuestra bien clara, aunque poco usada, casi un cultismo.
Las singularidades del texto original de Kikaku son varias:
El rasgo de su improvisación –viéndose instado a decorar sobre la marcha un precioso biombo, seguramente dotado de un paisaje campestre- es muy patente. Yo diría que Kikaku busca más la sorpresa que el asombro, rasgo éste nada extraño en él.
Los versos primero y segundo recuerdan un posible y tosco aviso, plantado mediante una estaca clavada en campo abierto: “Prohibido usar la zona como un urinario”. Busca así provocar la sorpresa, mencionando un tema maloliente (para compensarlo luego mediante el tercer verso) al mismo tiempo que se apela a la conciencia de quien lee.
El segundo verso del texto original consta de dos palabras yuxtapuestas de lectura china: “shooben muyoo”: ’(para una) necesidad menor, no usar’, algo así como una frase redactada en estilo antiguo “kanbun”, o japonés con ideogramas chinos.
En contraste con lo anterior, los versos primero y tercero tienen una sintaxis y lectura netamente japonesa: “kono tokoro / / hana no yama” ‘este lugar / / monte de flores’. Tal rasgo nos asegura que no estamos ante un texto chino, sino japonés. Los versos recién citados son descriptivos, y por ello en cierto modo se destacan del segundo verso –más bien, una prohibición- y lo enmarcan, como arropándolo.
Hay un “kigo” o palabra de estación: “hana”, un sustantivo que es lícito interpretar en su sentido general de ‘flor(-es)’, o bien en el específico de ‘flor(-es) de cerezo’. En el contexto, puede tratarse de colinas pobladas de cerezos. En cualquiera de ambas opciones, este último verso remite a la primavera.
El tercer y último verso trastoca el sentido de los dos anteriores: de una prohibición y de un hecho cotidiano y prosaico-aunque maloliente-, pasamos mediante este verso final a una imagen cien por cien poética y deleitable, acorde con la nobleza del biombo. Con lo cual, lo prosaico se torna en poesía.
Tal era la intención de Kikaku. Y ahí radica el estupor de su anfitrión.
Y ahí precisamente –añadiríamos- se hace sentir el valor del haiku.
– Fernando Rodríguez-Izquierdo y Gavala. Universidad de Sevilla.