Presentamos a nuestros lectores la edición N.° 27 de la revista Cantarrana, dedicada en esta ocasión al haiku contemporáneo escrito por poetas cubanos y colombianos. Es una coedición realizada gracias al empeño de la Asociación Colombiana de Haiku, presidida por el poeta Umberto Senegal, del blog cubano «Con luz reflejada» dirigido por el joven poeta Lester Flores López y de la revista de poesía «Cantarrana». Todos viviendo en tiempo de haiku, leyéndolo, escribiéndolo, investigando, debatiendo, difundiéndolo y siempre fieles a su filosofía de vida. …
Todas las entradas de: el rincón del haiku
cinco, seis, siete y ocho
cinco
El caserón de la curva, así es como le dicen al rancho de mis abuelos. Lo encuentro igualito que en mis recuerdos: azulosas paredes de palma, las ventanas con mallas para los bichos, el suelo de mármol. Tengo suerte porque aquí sí me dejan andar descalzo.
Despertaron a mi prima Helem para que nos saludara. Es demasiado seria, quizás porque es ucraniana y los extranjeros son raros. Sin embargo, su mamá, Nadia, me dio un beso y me abrazó fuerte.
Me caigo de sueño. Mi abuela me da un vaso de leche tibia y unos queques. Abuelo se sienta cerca y cuando lo miro se pone al revés los dientes postizos con la lengua. Pero no me da risa.
Noche cerrada.
A la luz del candil
abuela crece.
seis
Ni los gallos me hicieron levantarme a pesar de lo fastidiosos que
son. Estaba muerto de cansancio. El desayuno estaba muy rico: pan tostado, huevo hervido y leche con café. Luego abuela nos coló café claro. Aún sigue usando el colador con su gorrito de tela.
Helem quiso ver mis libros y me enseñó los suyos. Luego de eso, siento que somos los mejores primos. Ni siquiera a Milián le gustan los libros. Helem es la hermana que siempre quise tener. El libro que más le gustó fue “La familia Mumin”, de Tove Jansson. Se lo regalé. A cambio me regaló uno sobre mariposas nocturnas. Está en ruso pero tiene unas fotos muy lindas. En el último viaje ella todavía era muy chiquita y casi no jugábamos, pero ahora me doy cuenta de que es genial.
Hoy me llevó al río. “Está cerca”, dijo. Yo no sé lo que es cerca para mi prima porque había que caminar un montón. Por el camino se trepó a una mata de mamoncillos. Yo esperé abajo mientras ella me lanzaba los más maduros.
Ojo de agua.
Robar un mango
de las ofrendas.
siete
Abuelo tiene tremendo miedo a las arañas. Nos vio sacándolas de sus madrigueras con un trozo de jabón atado a un hilo y nos regañó desde lejos. Soltamos todas, menos una que escondimos en un frasco vacío de mayonesa. Luego la olvidamos en la sala y se ha formado tremendo problema porque abuelo la vio y dijo que nos iba a encerrar en el gallinero. Nos gritó cantidad de cosas. Abuela mató a la araña y nos sentimos culpables.
Caída del sol.
Enterramos a la araña
junto a su cueva.
ocho
Cosechar café.
Hoy nos han picado
las santanillas.
Haiku 3
三椀の雜煮かゆるや長者ぶり
san-wan no zouni kayuru ya chouja buri

Tres cuencos de sopa zooni–
hoy puedo permitirme
maneras de rico.
—
Fecha: escrito en la Era Meiwa (1764-1772).
Comentario y notas culturales:
“Zōni” (el kigo de este haiku) es una sopa propia del Año Nuevo, con mochi (bolas de arroz), verduras, carne, encurtidos y otros ingredientes, según la región. Cocinar este plato, propio del desayuno, es muy caro para la gente común del periodo Edo (1603-1868), como Buson, de tal modo que comer tres tazones de sopa era propio de personas adineradas. En un principio, se trataba de un plato exclusivo de los samuráis, siendo el entrante de la cena (Honzen-ryōri) propia de las batallas de campo. Hoy en día es un plato asequible para la gente común, que forma parte del menú tradicional de Año Nuevo, el osechi ryōri (おせち料理). “Zōni”, literalmente significa “pasteles de arroz con verduras hervidas”. En aquella época, la riqueza podía medirse por la cantidad de arroz que se disponía, tratándose de un producto abundante en las despensas de los señores feudales.
El haiku en Argentina 2
ACLARACIONES Y AMPLIACIONES DE LA PARTE 1 DEL PRESENTE ARTÍCULO.
Antes de continuar con la segunda parte de este artículo dedicado al haiku en Argentina quiero aclarar que algunos autores y autoras que aparecen en la primera parte de la selección de haijines argentinos han querido añadir algunos datos a sus respectivas biografías tras su publicación. Estos autores son Antonio Libonati (César Bianchi), Juan Carlos Durilén, Julia Guzmán y Jorge Alberto Giallorenzi. Por lo tanto recomiendo una nueva lectura de estas biografías.
SELECCIÓN DE AUTORES CONTEMPORÁNEOS (SEGUNDA PARTE)
MARY VIDAL (Patagonia Argentina – Santa Cruz)
Colaboradora habitual de los sitios Paseos.net y El Rincón del Haiku, Mary Vidal comparte en sus haikus su amor por el mar y por los paisajes patagónicos.
El mar, la estepa proporcionan deslumbrantes formas de vida que se fusionan con fuertes vientos, a veces, la nieve y diversas condiciones climáticas. Es el ambiente en el que crecí. Nuestra Patagonia tan vasta y rica en paisajes me ha permitido, además, estar en contacto con la vida en la cordillera, los lagos, los ríos, los glaciares…todo llena los sentidos y el aware brota y crece en cada rinconcito.
El camino iniciado con el haiku me ha permitido tener un contacto distinto con los seres vivientes y su entorno. A medida que pasa el tiempo descubro: ¡cuánto me falta por aprender!
Poza rocosa.
Centellean los colores
de una anémona
*
Cielo sin nubes.
Se aleja de la espuma
el cangrejo ermitaño
*
Brisa en el pecio.
Deslizan por la herrumbre
crías de pulpo.
*
Entre coralinas
el huevo de tiburón.
Frío de otoño
*
En la estepa
las alas de un ñandú.
Nubes de polvo
*
En la senda
estiércol seco de guanaco.
Las manzanillas…
*
Bajada de la Osa.*
Los callos en el cuerpo
de la ballena
*Paraje deshabitado (dedicado a pesca costera) a unos 20 km de Caleta Olivia – Provincia de Santa Cruz
RODOLFO LANGER (Buenos Aires)
Auditor, ludotecario y soñador como él mismo se define, ha colaborado en los suplementos literarios de «El periódico» de San Miguel de Tucumán, en «El País» de Montevideo, en la revista literaria «Otras Puertas» y en numerosas antologías. Tiene publicado un libro de cuentos: » No, yo soy casado», ganador del Concurso Internacional de Cuentos con humor de la Editorial CADDAN. En Ediciones de La Cultura Publicó la novela “Una sociedad sin cuñados” Tiene varios cuentos publicados en diversos diarios y revistas de Argentina y Uruguay. Ha dictado talleres de Creatividad Literaria y Técnica del cuento.
Ha obtenido numerosos premios y distinciones, coordinó talleres de creatividad literaria y escribe haikus que han sido publicados en España, Rumania y Méjico. Finalista del Concurso internacional de haiku de la Universidad de Albacete, 2008. Colaborador habitual del sito “El Rincón del haiku”, participó en la antología seleccionada «Perro sin dueño», de la Universidad de Albacete, España. Sus haikus también aparecen en la antología “Un viejo estanque” Editorial Comares, S.L, 2014.
junto a la orilla,
el olor a peperina
viene del cerro.
*
refleja el lago
las maderas del puente,
canto de aves.
*
la luna llena,
el río y la sombra
de la prisión.
*
entre las ruinas
grises del terremoto,
trinos de pájaros.
*
sutil aroma
patio de los naranjos,
y una melodía.
*
rayo de sol
una copa de vino,
pienso en mi padre.
*
rayo de luna
a través del cristal,
ladra un perro.
*
cri-cri de grillos,
la sombra de los robles
cubre la luna.
ÁNGELA MOLINA ALONSO
Su interés por el haiku la llevó a ser la última alumna del poeta Tomiji Kubota. Posteriormente, en 1996 se convierte en alumna de Neri L. Mendiara en el Instituo Tôzai. A partir del año 2000 forma parte del jurado del Encuentro Internacional de Haiku que realiza dicho Instituto hasta 2012. Su faceta pictórica se vio plasmada en sus haikus, al igual que su inmenso amor por la naturaleza.
En su libro “Haiku por argentinos”, Buenos Aires, Dunken, 2006, comparte:
Última vez…
Los rayos del crepúsculo
ante la muerte.
*
Dioses de un pueblo…
Murmullo de ladrillos
en viejos túneles.
*
Charcos de luna
después del chaparrón
¿y la rayuela?
*
Solo mi voz
Se columpia en suspiros
Con esa luna.
*
Estamos juntos
empapados de luna
grillos cantores.
*
Juega la tarde,
a una ventana abierta
le pinta duendes.
*
Suene un violín
de trinos y retamas
se llena el aire.
*
En viejo patio
glicinas enhebrando
trozos de cielo.
*
Ángela falleció en octubre de 2018.
Aires de niña (…)
Parrales y glicinas
detengo un tiempo.
*
RAFAEL ROLDÁN AUZQUI
Nacido el 19 de mayo de 1960, Córdoba, Argentina. Reside en su ciudad natal. Escritor, poeta, docente, es Profesor y Licenciado en Letras Modernas (Universidad Nacional de Córdoba).
Sus colaboraciones figuran en periódicos y revistas del país y del extranjero. Diversas antologías lo incluyen y ha recibido diversas distinciones en su trayectoria literaria, entre las que se destaca la del Fondo Nacional de las Artes. Ha publicado una serie de plaquettes -en forma individual y colectiva-, la última –en 2008- bajo el título “Haikus en sorbos”, con el auspicio de la Asociación Cultural “Letras para el Café”.
Miembro del Grupo Córdoba Haiku desde su fundación, su búsqueda espiritual y su afán por conciliar la cultura occidental con la sabiduría de Oriente, lo llevó a realizar diversos viajes para tomar contacto y experimentar la espiritualidad, por Chile, Perú, Brasil, Kuala Lumpur, París e India, en 2001 y 2008. Entre sus obras literarias cabe destacar: Haikus a flor de voz (1997), Ed. del Copista, Córdoba, La Llave Dorada (2004), Ed. Brujas, Córdoba, o India en haikus y otros florilegios (2011), Ed. Ruinas Circulares, Buenos Aires, entre otras muchas.
Boca a otro mundo…
Con la mirada absorta,
luz y misterio.
*
A contraluz,
torre y paloma se alzan…
¿Cuándo, la paz?
*
Niebla de otoño:
entre las ramas secas
el cielo espera…
*
Noche otoñal:
la luna va entre nubes…
La apura el viento.
*
La luna llena
perfuma con su luz…
Noche estival.
*
De verde claro
a variados fulgores…
¡todo renace!
*
Luces y sombras
modulan el verdor…
Las aguas, mansas.
BEA CANDIANI (MARÍA BEATRIZ CANDIANI)
Nacida en Capital Federal, 1948. Reside en La Calera, Córdoba, Argentina, desde el año 1957. Ejerce la docencia en Artes Plásticas en todos sus niveles hasta su jubilación en 2004. Coordina el grupo de escritores La Nueva Tinta, que presentará la primera revista literaria de La Calera en marzo 2019. Publica en diversas antologías literarias de la provincia. Es coautora del libro” La Calera Testigos de nuestra historia” y de” Haikus desde extremo occidente.”
Estudia y escribe Haiku desde hace diez años. Se integra al Grupo Córdoba Haiku en el año 2010. Participa de encuentros internacionales con sus haikus.
Como aporte a la comunidad, diseña blogs para artistas de la tercera edad.
Crea el conjunto de blogs “deartebea. blogspot.com.ar” que se dedican a la literatura, al arte y al tejido. Entre ellos, “Al rescate del arte vamos”.
Durante el presente año publicará dos libros para niños: El Reino Olvidado con ilustraciones de Mariana Gsponer y Poemas y cuentos de Abu Bea y Abu Lewis, con ilustraciones realizadas por ella.
Trayectoria en el arte del haiku
“Siempre sentí curiosidad por este tipo de poesía, que con su breve estructura podía ser la síntesis de un momento único para el poeta. Y por esa síntesis, que me parecía una red contenedora para el espíritu, comencé con lo poco que sabía, a escribir tercetos que solo respetaban el número de sílabas.
Buscaba haikus en todas las páginas posibles de Internet, hasta que en una publicación del blog Hojas de Haiku de Juan Carlos Durilén, encuentro a escritores conocidos en un nuevo grupo de haiku formado en la ciudad de Córdoba. Dado el interés que sentía por este tipo de poema, tengo la suerte de ser invitada a formar parte del grupo en el año 2010.
Desde esa fecha, ha participado en multitud de concursos y encuentros, siendo sus haikus seleccionados para publicación y premiados en distintas ocasiones.
Con el Grupo Córdoba Haiku ha participado en diversas presentaciones, ferias del libro y encuentros, y es además la encargada del diseño gráfico y la distribución de las publicaciones de dicho grupo.
En 2017 publicó con el Grupo Córdoba el libro “Haikus desde Extremo Occidente”, Aquilea Ediciones, Córdoba (2017)
Realizado en conjunto por el grupo, con prólogo de Alberto Silva, ilustrado con acuarelas del Ingeniero Armando J. Oldani. Se presenta por primera vez en la Universidad Tecnológica Nacional de Córdoba. El título de este libro “permite vislumbrar el desplazamiento mediante el cual un estilo poético en principio foráneo se convierte en semilla que puede renacer en el suelo de América Latina” dice Alberto Silva en el prólogo. Se consigue en la Librería Haiku, Barcelona”.
La tarde esparce
un aroma a laurel.
Tiempo de poda.
*
Humo en el cielo.
Los teros en bandada
chillan su espanto.
*
Los picaflores
han parado su vuelo…
Para observarme.
*
Redonda y sólida,
perforando la noche:
la luna llena.
*
Sobre las salvias,
la mariposa blanca
vuela insistente.
*
Buscando el néctar…
Presencia de un instante,
¡alas de humo!
*
Biombos silvestres:
salvajes en la noche,
quietos de día.
*
En la quebrada,
brillos pulverizados
por las vertientes.
*
Desde las cumbres,
unos jotes negrísimos
huelen la muerte.
*
La megaluna…
Posando entre las hojas
de una palmera.
*
Noche sin paz:
un malambo de gatos
en la terraza.
CECILIA IUNNISSO
Mi nombre completo es Cecilia Iunnisso Fernández. Nací en la ciudad de Rosario, en la Provincia de Santa Fe, República Argentina. Actualmente resido en la misma ciudad. Soy Contadora Pública, graduada en el Universidad Nacional de Rosario (Argentina).
Con respecto al Mundo Haiku, comencé a interesarme allá por 2007-2008, leyendo cuanto libro caía en mis manos. Soy autodidacta.
Con un grupo de amig@s creamos un blog, llamado Haiga. Siempre me mantuve en el anonimato, hasta que alguien me invitó a participar del Concurso Internacional organizado por la Facultad de Derecho de Albacete, en 2016. Obtuve una mención.
Siempre he participado de los Kukai de Hela, en algunas ocasiones, obtuve el primer lugar. Y, posteriormente, fui antologada en el Libro editado en México, “Haikus de las dos orillas”, con haijines de España, Perú, Uruguay, Ecuador, México…
En el llamado realizado en Medellín, sobre Haikus de los elementos, fui seleccionada con tres Haikus.
SER FUEGO/ LUZ
A media tarde
el sol entre los juncos.
Huele a pescado.
*
claro de sol …
una perra pariendo
sobre las hojas
*
SER TIERRA
*
la polvareda –
el sudor del tobiano*
entre las crines
* Caballo overo (de color parecido al melocotón).
Actualmente soy miembro seleccionador de los haikus semanales en el Foro de El Rincón del Haiku. Org.
Además, escribo Tanka y e incursionado en Sedoka”
sigue a la hormiga
la sombra con su carga
entre guijarros
*
niebla en el río –
la silueta de una gato
cruzando el puente
*
nieve en los montes –
algunas azaleas
ya florecidas
*
tras el chubasco
vuelve al muro la sombra
de los racimos
*
la polvareda –
el sudor del tobiano
entre sus crines
*
ninguna flor –
la hojarasca en el parque
desparramada
*
a media tarde
el sol entre los juncos –
huele a pescado
*
senda de polvo –
dos mendigos descalzos
junto a la fuente
*
fogón de piedra –
el embate del hacha
en las encinas
y, los queridos HAIKUS PORTEÑOS
el fondeadero –
zurean las palomas
entre la niebla
*
El arrabal.
Trozos de luna blanca
en cada charco.
*
vieja pared –
un puñado de yerba
secándose al sol
*
Barrio de tango,
al final de la calle
luna y misterio
*
Un hombre solo
de soledad porteña-
los adoquines.
LUIS ALBERTO PLAQUIN (15/11/1950 – Resistencia – Provincia del Chaco, Argentina)
Mi llegada al haiku ha sido de forma casual, con el descubrimiento, hacia 2011, de un sito en internet; allí nació mi entusiasmo por este arte de los japoneses, que me llevó a rastrear y hallar otros sitios, llegando a participar en un par de foros españoles (Paseos y El Rincón del Haiku).
Participé en algunos concursos; tuve la suerte de ganar el II Concurso Internacional de Haiku “El Vuelo del Samandar” -La Habana –Cuba 2014.
Finalista en el I Certamen Internacional de Haiku Haikunversaciones. Navarra -España – 2016.
Seleccionado en el Concierto Internacional de Haiku “Ser Agua” -2015- Concierto Internacional “ Ser Aire” – 2017 –Concierto Internacional “Ser Tierra” -enero 2018 –Concierto Internacional “Ser Fuego-Luz» julio2018- Medellín – Colombia
Viento invernal
quitando de las ramas
un viejo nido
*
Nubarrones…
Se va rizando el agua
de la laguna
*
Pasto escarchado.
Sobre el poste un tordo
erguido al sol
*
Un ave muerta
bajo del arbolito.
Hojas lustrosas
*
Amanecer…
en el tazón del perro
agua escarchada
*
Hacia el tilo
vuelan también palomas
Truenos a lo lejos
*
Duranta en flor,
se demoran allí
los abejorros
ROLANDO PACIENTE
Nació en Lomas de Zamora (Provincia de Buenos Aires) el 9 de abril de 1965.
Profesor en Castellano Literatura y Latín, Profesor para la Enseñanza Primaria, Profesor para la Alfabetización de Jóvenes y Adultos, Bibliotecario de instituciones educativas y Psicólogo Social.
Desde 1986 ejerzo la docencia, y he trabajado en los niveles de la Educación Primaria, Secundaria y en Educación Superior; desde ese entonces, investigo, escribo y difundo la poesía Haiku; tanto los libros de mi autoría y los que he publicado con las producciones de mis alumnos están editados en idioma español, portugués, inglés, japonés y en sistema Braille.
En las instituciones en donde he trabajado, he llevado a cabo un Proyecto didáctico pedagógico de Poesía Haiku, a través del cual me permitió enseñar y difundir esta maravillosa forma poética.
Actualmente, coordina Talleres de escritura creativa, Talleres de Poesía Haiku y Talleres de narración oral destinados para Profesores, Maestros, Psicopedagogos, Directivos y Bibliotecarios. Conferencista, escritor, compilador, narrador oral.
Su obra pedagógica y poética publicada, está conformada por los siguientes libros:
(2002) El enigma del viento. Ediciones del Ángel – Virrey del Pino: La Matanza – Ediciones del Ángel.
(2011) Haiku: Proyecto y antología por alumnos de Cañuelas. Buenos Aires: Dunken.
(2012) Haiku: Desde el camino. Edición Trilingüe – español – portugués – inglés. Buenos Aires: Dunken.
(2012) Haiku: Propuesta didáctica y antología bilingüe – español – japonés. Buenos Aires: Dunken.
(2014) Tanka: Las horas y los días. Edición bilingüe – español – portugués – Buenos Aires: Dunken.
(2017) Las huellas del caminante: Proyecto y antología literaria por alumnos de Cañuelas y Lobos. Buenos Aires: TAHIEL Ediciones.
(2018) Saquen una hoja: Microrrelatos. Buenos Aires: TAHIEL Ediciones.

Donde hubo un mar,
hoy crecen los trigales.
¿Qué habrá mañana?
*
Blanco el sendero,
en procesión los pétalos,
y hormigas negras.
*
La tarde en sombras,
rosada la alguna;
quedan las garzas…
*
Primaverales,
los loros reverdecen,
al árbol seco.
*
Llevaba a cuestas,
un equipaje blanco;
la hormiga negra.
*
Sobre las cruces,
cantando las calandrias.
¿Quién dijo olvido?
*
Campo de lino,
en flor azul, la pampa…
¿Descendió el cielo?
*
Por un instante,
sobre la estatua rota,
dos mariposas.
*
Quieto el molino,
en la rueda oxidada;
palomas blancas.
*
Gris la mañana,
en la niebla, perdidos;
los girasoles.
ELENA BRAVO (ELENA DE SAN TELMO)
Camino, miro, escribo.
Soy Elena Bravo psicoanalista, fotógrafa y escritora nacida en Buenos Aires. En 2004 comencé a estudiar sobre la cultura de Japón y a escribir haiku. A partir de entonces incorporé la fotografía a los haikus de mi autoría. Presentando en la Medioteca del Parque Avellaneda “Imágenes evocando haikus” (2006) y creé una página web “Fotos y Haikus”. Realicé varios talleres en instituciones dependientes de organizaciones japonesas en Argentina. Desde el año 2008 he concurrido a los Encuentros Internacionales de Haiku realizados por el Instituto Tozai “Oriente y Occidente” en Buenos Aires con el auspicio de la Embajada de Japón, obteniendo menciones por los haikus escritos in situ y que posteriormente fueron publicados por Ediciones Tozai. En el año 2011 presenté un libro de artista “Haiku de Buenos Aires” en la Feria del Libros de Autor, posteriormente elegido para presentar en la Feria Bienal de Fotografía de Córdoba Argentina. En 2017 Participé en la Antología Internacional“La Estación de las espigas” y el 1º de febrero 2018 escribí para la Ronda de Haiku- Kukai. Tema Año Nuevo. 120 AÑOS DE AMISTAD ENTRE ARGENTINA Y JAPÓN- Fundación Sadako en la Embajada de Japón- Obteniendo el 2do. lugar en la votación de los concurrentes. En 2018 Participé del Cuaderno de Haiku-Antología 2018. Grupo de Haiku de Buenos Aires «Puente y Camino», del cual sigo formando parte en la actualidad.
Un apagón.
La sombra de una vela
parpadea en la pared.
*
Chicos de barrio
en las dedos luciérnagas
La luna nueva.
*
Los dos sonríen
el abuelo y el nieto
sólo dos dientes-
*
Final del verano
Aún huele a jazmín
luna creciente.
*
Brilla el rocío.
Amanece en los pétalos
de las magnolias.
*
Otro Año Nuevo
en los ojos del gato
la luna llena.
LÍA MIERSCH
Buenos Aires, 1950. Se dedica con exclusividad a la poesía haiku. De 1997 a 2000 integró el Grupo Seibu de Poesía Haiku.
Miembro ponente en el II, III y IV Encuentro Internacional de Haiku, San Isidro, Provincia de Buenos Aires, 2002, 2004, 2006, organizado por el Instituto Tôzai. Colabora con publicaciones especializadas y sitios de internet y participa como escritora invitada en ciclos y cafés literarios
Autora del poemario “Haiku”, Editorial Dunken, Buenos Aires, 2004
El Instituto Tozai ha publicado sus ponencias:
“Taller de Haiku para poetas menudos – una experiencia en la escuela pública”, Haiku II, Editorial Dunken, 2004
“El Haiku en silla de ruedas – una experiencia en el hogar de ancianos”, Haiku III, Editorial Dunken, 2006
“El Haiku en escena – una experiencia de Teatro Espontáneo”, Haiku IV (en preparación)
Distinciones:
- Seleccionada en el concurso organizado por Diario La Nación y Empresa Metrovías integrando el libro “Poesía en el Subte”, Ediciones de La Flor, Buenos Aires, 1999
- Premio a la Composición en Lengua Extranjera, concurso internacional orgaizado por Iga Cho Basho, Okensho Kai, Japón, 2000
- Seleccionada por unanimidad del jurado en el concurso de escritura in situ (sin categorías) del I Encuentro Internacional de Haiku, Instituto Tozai, San Isidro, 2000
Deshabitada.
Deshojando a escondidas
la margarita
*
El río quieto.
Un barco navegando
sobre mis sueños
*
Bocas sin dientes
Ríen la misma risa
abuelo y nieto
*
Los barriletes.
Allá lejos, tan alto,
en otro otoño
*
Si hoy muriera,
que tejan mi mortaja
las mariposas
*
Nada especial.
Sólo el viento en las tejas.
Lejos, los perros
*
Tan silenciosa…
Flameando en el ciruelo
la primavera
*
Dados de niebla
echan suertes al juego
de nuestro encuentro
*
La Cruz del Sur
clava sus nazarenas
en mis exilios
*
Demolición.
Sólo queda una puerta.
Ninguna llave
*
Entre los yuyos
he perdido un amor.
Se ha vuelto grillo
*
Árbol tronchado.
Los gritos de mis ojos
quién los escucha?
*
Pasó el cartero.
Tan sólo hojitas secas
bajo mi puerta
*
Viajan poetas
en el tren de las ocho
Parecen otros
MIRTA GILI
Natural de San Nicolás de los Arroyos, se dedica al haiku desde hace más de diez años. Habitual colaboradora de los sitios El Rincón del Haiku y Paseos.net. En el año 2014 recibió una mención especial en el concurso “Haiku por Japón: Samurai Tsunenaga Hasekura en lengua española”:
atardece –
boquean entre pétalos
las carpas del templo…
Sus haikus han aparecido en las antologías “Un viejo estanque” (Ed. Comares, 2011) y “Clarea el día” (Mandala Ediciones 2014)
Es autora del blog “Haiku – Mirta Gili”: http://instantehaikumg.blogspot.com/
jacarandá,
el plac de una flor
en el silencio del alba
*
luz del ocaso –
se hace grande la sombra
de un picaflor
*
mientras le oye,
mueve una hoja de orégano
entre los dientes
*
corona de cristo,
anidan en el tiesto
unas hormigas
*
otro aguacero –
reverdecen las juntas
del empedrado
*
pisando hojas –
reaparece el farol
entre las ramas
*
. ocaso –
se sostiene en el muro
la última hoja
*
ladrillos húmedos…
sobre las hojas brilla
la puesta de sol
*
brisa matinal –
se mueve un trozo de hoja
sobre la hormiga
*
llovizna –
bajo los zapatos de goma
las hojas secas
*
CLAUDIA BAKÚN
Es poeta, artista plástica y docente de música.
Ha editado dos libros de poesía: Sombraluz (1994, Edición del autor , colección el fandango) y Accidentes geográficos(2014, 13000 pájaros ediciones).
Su formación literaria es esencialmente autodidacta, exceptuando la experiencia de taller realizada con Norberto Uman y Norberto Cobarrubias.
Ha participado en encuentros poéticos como Clima enrarecido, del grupo Signo Ascendente, y el Encuentro “Abrazo de voces” organizado por Las Pretextas, y en espacios de lectura como el Rincón de los poetas, el café de las Pretextas, el ciclo literario “Antonio Aliberti”, El orate y la musa, entre otros.
En 2010 participa del Foro de Haiku de «El Rincón de Haiku», sitio en el que se interioriza sobre este género, siendo considerada haijin.
Desde 2010 administra su blog Pinceles Verdes.
Contacto: claudiabakunyahoo.com.ar
Sitio web: http://pincelesverdes.blogspot.com.ar
sólo oír el viento
y acariciar a mi perra
querría esta tarde
*
¿dónde la luna?
desde aquí sólo veo
la lámpara en el vidrio
*
aroma a café…
mi vecina recuerda
a su madre
*
casi veinte años…
otro perro nos mira
tomar mate
*
ojos de anciana…
mirando los gorriones
se iluminan
*
mesas de café-
la paloma otea el cielo
desde la silla
*
una naranja
va y viene por el aire…
padre e hija
*
dos colibríes…
luz rosada en la senda
que lleva a casa.
*
este sendero…
mis pies pisan mis pasos
de diez veranos
*
prendida al pecho
la luciérnaga ignora
cuánto ilumina.
BIBI VARELA GIBB
Natural de Río Cuarto, Córdoba, es Licenciada en Artes Visuales por la Universidad de la misma ciudad.
Habitual colaboradora de los sitios El Rincón del Haiku y Paseos.net.
Mención Especial en el IV Concurso Internacional de Haiku de la Facultad de Derecho de Albacete:
Falda del monte
El sol de la mañana
En el ternero
Sus haikus aparecen en las antologías “Un viejo estanque” (Ed. Comares, 2011) y “Clarea el día” (Mandala Ediciones 2014) así como en el libro recopilatorio “Luna en el río” (2016)
Gotas de lluvia
aún brillan las luces
de la ciudad.
*
Crepita el fuego
En las uñas del gato
hilos de seda.
*
Atardecer
Detrás de la llovizna
las hojas mustias.
*
La sombra
de la hamaca vacía
llena de flores.
*
Sol de otoño
ha quedado en los pliegues
de un pañuelito.
*
Hojas crujientes
En un rincón oscuro
¡ el sol tan cálido !
*
Plaza de pueblo
En el banco una anciana
también la brisa.
*
Sendero incierto
Apenas entra el sol
y languidece.
*
Se ha ido el sol
sobre la rama seca
todo el rocío.
*
En los dedos arenisca
y en la piel agua de río.
ARIEL BARTOLINI
Una larga y volátil relación con la escritura encontró en el haiku el camino donde destilar y profundizar la percepción como materialidad poética.
Explorar, siempre incipientemente, esta senda estrecha, es parte de mis grandes felicidades: la felicidad familiar que compartimos con mi esposa hijos y nietos; la arquitectura, y remar a través del Delta del Paraná, materia incesante en mis asombros.
En mi cultivo del haiku he transitado por Paseos, por la Escuela Makoto, participo aprendiendo siempre en El Rincón del Haiku y junto al grupo de Haiku “Puente y Camino” en Buenos Aires.
lluvia en las piedras,
una mariposa azul
que se deshace
*
curvado al viento
el brillo de la tanza
de una cometa
*
luna de día,
las ramas del sauce
rozan la helada
*
se fue la sombra
de la libélula azul,
sol en la herrumbre
*
el olor del ajo
en la tabla mojada,
luna creciente
*
tablón de costa ,
brilla en los mejillones
la luz de luna
*
voló el alguacil,
en la hoja del junco
un leve vaivén
*
hilo de araña,
una hoja de ligustro
girando al sol
*
relincho largo,
la tijereta atrapa
un alguacil
*
se deshizo
la forma de una nube
sobre el arroyo
ADRIÁN ALEJANDRO GÓMEZ
Psicólogo de profesión, ha compartido sus haikus tanto en Argentina como en España, obteniendo diversos premios en concursos internacionales.Su libro Fuegos invisibles, Poemas y haikus, Buenos Aires, Editorial Dunken, 2013, recopila 50 de sus haikus entre otros escritos.
Impertubable
ronronea en el tapial,
lejos del frío.
*
Primer invierno.
En brazos de la abuela
ríe otra vez.
*
Un viento suave…
Y en las ramas del sauce
¡la nuba blanca!
*
Amanece,
en el árbol podado
…sólo silencio.
*
Esta tarde
todo el cielo nublado,
también mis ojos.
*
¡La luna roja!
Indiferentes hablan
dos pescadores.
*
Vuelta al hospital,
en la cama vacía
la luz del alba.
*
Nube tras nube.
Sobre la antena un ave
detiene el vuelo.
*
Calle oscura.
¿Luciérnagas o estrellas
entre los fresnos?
*
Hora de irnos.
La mariposa blanca
aún no llegó.
*
Mate amargo,
contemplando la brisa
se aquieta el alma”
*
GRUPOS Y ASOCIACIONES DE HAIKU
Además de la labor de las instituciones y asociaciones que promueven el haiku, cabe destacar la tarea de diversos grupos de haijines que, unidos por su amor el haiku, se reúnen periódicamente para compartir conocimientos, intercambiar opiniones y dar a conocer el haiku a lo largo del país.
Como ejemplos está el Grupo Córdoba Haiku, grupo que lleva en activo desde el año 2009.
En octubre de 2008 Juan Carlos Durilén participó del V Encuentro Internacional de Haiku, organizado por el Instituto Tōzai “Oriente y Occidente”, en Buenos Aires. En su viaje de regreso tomó forma la idea de crear un grupo de haiku en Córdoba. Con esa iniciativa de su parte, al mes siguiente (noviembre 2008), lanzó una convocatoria dirigida a todos los haijines cordobeses. Programó una reunión con todos los que respondieron a su llamado y eso dio lugar a que al año siguiente (1 de agosto de 2009), con la presencia de las y los haijines Juana Dangl (ya desaparecida), Raquel Mehl, Julia Guzmán, Rafael Roldán Auzqui y el propio Juan Carlos, quedara creado el Grupo Córdoba Haiku.
Tiempo después Julia Guzmán se separa del grupo al tiempo que se van sucediendo interesantes incorporaciones y recambios (todas haijines mujeres) como Juana Barrionuevo, Bea Candiani, Gloria Benítez, Norma Villarreal y Olga Gil López, hasta llegar a la conformación actual.
Además de presentaciones en la Feria del Libro de Córdoba y publicaciones en la revista de la Sociedad Argentina de escritores, han publicado un minilibro de haibun, posters, plaquetas y marcadores de libros. En 2017 el Grupo Córdoba publicó el libro Haikus desde Extremo Occidente, Aquilea Ediciones, Córdoba 2017)

Otro ejemplo es Puente y camino, grupo de haiku que se reúne en la ciudad de Buenos Aires y cuyo objetivo principal es la producción, el estudio y difusión del haiku. Comenzó a funcionar hace ya varios años y se consolidó tras el seminario que el Prof. Vicente Haya dictó en Argentina en el 2015.
Los integrantes han participado ininterrumpidamente de los Encuentros Internacionales de haiku organizados por el Instituto Tozai desde 2002. En la actualidad algunos son alumnos y profesores de la Escuela Virtual de Haiku Makoto.
El grupo valora al haiku como una manera de estar en el mundo. Estar armonizados con la naturaleza, contemplarla y entrar en ella, formar parte desde adentro.
Cada encuentro es una oportunidad para compartir inquietudes, conocimientos y vivencias del camino del haiku. Es un espacio gratuito que intenta ser “camino” y “puente” entre los maestros clásicos japoneses y la actualidad, entre Oriente y Occidente.
El grupo ha realizado talleres itinerantes de iniciación al haiku desde 2011 en Villa Urquiza, Palermo, Biblioteca Jean Jeaures y Hotel La Paz de la ciudad de Lujan, Buenos Aires.
Entre sus componentes se encuentran Rosalía Gila, Sandra Pérez, Elsa Serra, Alicia Céspedes, Elena Bravo (Elena de San Telmo), Cristina Ghiringhelli, Cesar Bianchi, Nora Balat o Ariel Bartolini. Su labor durante 2018 ha culminado con la publicación de la primera antología del grupo, Cuaderno de haiku, que vio la luz a finales de 2018.
También es destacable la labor de la Fundación Sadako, cuya misión principal es concienciar a la sociedad de la necesidad de la paz en todos los sentidos, promover el cuidado del medioambiente y fomentar la amistad entre Japón y Argentina: Formamos una ONG con el firme deseo de que todas las personas alcancen su propia paz interior para luego trasmitir este estado a otros, de esta manera creemos que estemos en camino para ayudar a construir la paz en el mundo.
Entre sus múltiples actividades relacionadas con la cultura japonesa destaca la iniciativa Haikus por la paz. Aquí una muestra de los haikus recibidos:
Entre los tilos
con la voz de los grillos
canta el silencio
菩提樹に
コオロギの声
われ一人
*
tibio estío
la sombra alargada
de la hormiga
夏涼し
影長くなり
アリの足
*
El viento mueve
las grullas multicolores . . .
Suena un Koto
風吹いて
鶴がいろいろ
琴の音
*
aquí verano
resplandece en sus cuencos
uvas y peras
夏来たり
ブドウにナシに
水垂るる
*
es primavera
¿sin pájaros sin flores?
pasan soldados
鳥は来ず
花も咲かずに
兵の春
*
El cañón
de un tanque abandonado,
¡Nido de palomas!
捨て置かれ
戦車大砲
鳩巣かな
*
fotos quemadas
la casa derruida
a dónde volver
写真燃え
どこにただいま
家もなし
*
un niño llama
trepa entre escombros
nadie responde
子供泣く
返事はないか
がれき山
*
La paz conmigo
y el murmurar del agua
entre las piedras
平和なり
岩間を流る
水の音
*
ella espera
al esposo caído
en la trinchera
待ちわびて
夫倒れる
陣地にて
*
Vibran chicharras
entre ramajes frescos.
Llega el verano.
虫鳴いて
青き草には
夏来たり
*
Nubes que pasan
las ancianas se ríen
del tic-tac tic-tac.
雲高く
老女笑う
時が経ち
*
Vibran chicharras
entre ramajes frescos.
Llega el verano.
セミ震え
若葉の雫
夏来たり
Como cierre a este recorrido por el haiku argentino nos quedamos con una reflexión de otro argentino ilustre, Alberto Silva, que amablemente ha querido compartir sus impresiones sobre el haiku.
ALBERTO SILVA: REFLEXIÓN SOBRE EL HAIKU
Nacido en Buenos Aires, Alberto Silva es poeta, traductor y especialista en temas japoneses y transculturales. Además de los cuatro volúmenes de la serie Zen (Bajo la Luna, Buenos Aires 2012-2014; Herder Editorial 2018), entre sus libros más importantes se cuentan La invención de Japón, El libro del Haiku, Libro de Amor de Murasaki. En poesía ha publicado El viaje, Celebración del Mar, Perros Calientes y Ferrocarriles Repentinos.
Es licenciado en Filosofía (Universidad Católica de París), Doctor en Letras y Ciencias Humanas (Universidad de la Sorbonne) y Doctor en Ciencias Políticas (Min. Educ. España).
En El libro del haiku la lista de autores antologados comprende desde el siglo XVII con el maestro Matsuo Bashô hasta autores como Meisetsu o Kioshi, ya en el siglo XX, acompañada de una extensa y profunda reflexión sobre el haiku y sus creadores.
A mi pregunta sobre cuál es su opinión sobre el haiku, el señor Silva ha tenido a bien responder con una reflexión en su página personal de Facebook y que reproduzco aquí con su permiso:
“Empiezo aclarando que no tengo un juicio formado y expresado públicamente sobre el tema: nunca opino sobre la poesía de otro como haría un crítico literario que dirime lo bueno y lo malo en materia de poesía. En el caso de haikus argentinos, sólo lo hice dos veces, porque me gustaban: una vez por escrito (con Juan Carlos Durilén); otra vez oralmente (con Rolando Paciente). En algún caso opiné para precaver sobre textos que anuncian ser “haikus” sin (en mi opinión) llegar a serlos: cito el caso de Mario Benedetti, hombre que contó con mi admiración durante su vida (como crítico social e incluso en algunas de sus novelas), pero que cometió el desliz (de nuevo: en mi opinión) de escribir a destajo un libro de “haikus”.
Lo anterior implica que no considero al haiku como un bloque. Leo cada haiku, uno por uno, como la escritura poética de un poeta que escribe haikus y a menudo también versos de tipo distinto (ocurre con Borges, Shiki, Stevens, Haroldo de Campos, Jacques Roubaud, René Coyaud, etc.). Esto que digo a su vez remite a algo obvio, pero que conviene recordar: como cualquier poesía, un haiku es pasible de opinión y gusto según cada uno estime con libertad (y en mi caso casi siempre privadamente) la calidad o atractivo que suscitan en términos poéticos.
Personalmente reacciono (e invito a reaccionar) ante los haikus de alguien igual que ante la poesía de cualquier poeta. Los versos de todo tipo que leo me interesan más o menos. Me atraen más o menos. Dicho lo cual, algunos haikus me gustan mucho. Por ejemplo, esa serie enigmática de «haikus estrictos» sobre la rana que salta en el estanque, estableciendo una espléndida conexión entre Bashô, Buson y Ryôkan, lejanos en el tiempo y por sus circunstancias personales. También me gusta la serie de «poemas haikeados» (por así decir) de Wallace Stevens sobre el mirlo, que no me cuesta conectar con sus “Adagia”. O aquel arranque de Juan Ramón Jiménez sobre la rosa. Sin olvidar el vibrante texto de Ezra Pound que me permito citar: “The apparition of these faces in the crowd // petals on a wet black bough”. Me sitúa de inmediato en el andén de una estación de tren, mientras anochece con lluvia. Me considero otro pétalo oscurecido de humedad e intemperie, en pleno fragor citadino. Me siento humano, me siento urbano, me siento partícipe solidario de la aventura de “vivir juntos”, como decía Roland Barthes.
Los escritores de haikus de Japón no forman actualmente una cofradía. Son poetas y, como todos los poetas, se desempeñan lo mejor que pueden, participando en todo caso del movimiento cultural de su tiempo. Sin embargo, también hubo en el siglo XVII un movimiento específicamente ligado al haiku, que merece atención. Muy vinculado a las propuestas de Bashô, ilustrado y detallado en sus “Diarios de Viaje”, que tuve el honor de traducir para FCE y que circulan en lengua castellana en América Latina y la península. Este movimiento de Bashô (en polémica retórica y poética con otras corrientes de haiku, según está debidamente historiado) aunaba lo que al comienzo de estas notas llamé (en dicho momento para distinguir) la letra y el espíritu del haiku. La de Bashô era la propuesta de “un modo de vida” vinculado a “un modo de escritura”. Con alivio observo que fue éste el tipo de haiku más difundido fuera de Japón, el que llegó a nosotros. En todo caso es el que más me interesa. Y reconozco que no me imanta la evolución actual del haiku en Japón.
Observo que en algunos países los escritores de haiku se conectan o se agrupan. Lo considero con el máximo respeto, atendiendo a lo que acabo de comentar sobre el Bashô peregrino en visita a sus pares poetas. A la vez mantengo cierta distancia, como la tomaría ante una asociación de sonetistas o cultores de décimas, églogas o poesía gauchesca. Esto lo digo exento de toda ironía, conviene insistir.
Por otra parte, mi talante poético no es el haiku, aunque en este periodo estoy escribiendo poemas haikeados como parte de mi colaboración con Giacomina Penette, artista plástica argentina (los primeros frutos aparecieron en este FB). Porque sigo considerando al haiku como una escuela posible de escritura. Y de vida también, debido a la estrecha conexión con el Zen de algunos haijines (hombres del haiku).
A pesar de lo cual, quien haya leído “El Libro del Haiku” verá que no me extiendo en el aspecto que podríamos llamar «lo Zen de haiku». Allí más bien insisto en que el haiku merece ser considerado (y debería ser evaluado) como “poesía-poesía”, como poesía sin más, sin la muleta o servidumbre que podría fácilmente significar ser de alguna forma considerado como “expresión o resultado del Zen”. Se estaría considerando al Zen como una doctrina espiritual o una estrategia retórica (¡cosa que pasa muchísimo!), cuando el Zen sólo es un fermento, una mirada.”
Leticia Sicilia, 2019©
Haiga 5
Hemos escuchado muchas veces la frase: “tanto o más difícil que escribir un haiku es saber leerlo”, y seguramente damos fe que es así. Saborear un haiku requiere de un proceso que va más allá del impacto inicial. Queda resonando en nuestro interior y vamos completando lo sugerido, lo que no está dicho. Aparecen nuestros propios sentidos al servicio del haiku. Muchas veces el aware no nos llega hasta descubrirlo en el interior de sus versos. Un proceso que el lector realiza minuciosamente, paladeando cada palabra.
Algo similar ocurre con la pintura oriental tradicional, aquella que también sugiere y no nos muestra todo. La que nos hace estar presentes en la obra, la que también completamos como espectadores y nos hace transformar en co-autores de la misma pintura.
En el libro “101 CUENTOS CLÁSICOS DE LA CHINA” Recopilación de Chang Shiru y Ramiro Calle, hay uno en particular que da cuenta de esto que hoy quisiera compartir:
El emperador de la Dinastía Song decretó un concurso nacional a fin de seleccionar a los mejores pintores para la Academia Imperial de Bellas Artes. El mismo monarca escribió un verso para que los concursantes crearan su obra bajo ese título. El verso decía:
«Un templo antiguo en la profundidad de las montañas.»
Miles de pintores participaron en el concurso, desarrollando su imaginación para interpretar el verso del emperador. Algunos de ellos dibujaron un templo antiguo en la falda de la montaña. Otros dibujaron un bosque del que se destacaba parte del tejado de una construcción antigua. Había quienes pintaron los muros rojos de los templos sobre un fondo de montañas, etc.
Aunque el estilo pictórico marcaba dos tendencias fundamentales: la detallista y la esencial, en las obras presentadas al concurso se apreciaban dos denominadores comunes: el templo y las montañas.
Después de las primeras selecciones, quedaban cien pinturas para el final del concurso nacional. El mismo emperador formó parte del jurado. Los organizadores enseñaban uno a uno los cuadros al tribunal, a fin de obtener sus calificaciones. Al emperador no le llamaron la atención ninguna de las obras que le enseñaron, porque no le gustaba la expresión pictórica demasiado directa y realista. Dijo:
-La reproducción gráfica de un templo entre las montañas aminora el sentido poético del título y empobrece la imaginación y la espiritualidad del verso.-
Cuando iba a retirarse desanimado, los cortesanos abrieron una pintura muy original: Allí no se veía ningún templo ni nada por el estilo. Sólo había un viejo monje que cargaba dos cubos de agua con un palanquín caminando por entre un bosque silencioso. El emperador se quedó mirando este cuadro con sorpresa y gran satisfacción. Al cabo de un buen rato, exclamó:
– ¡Magnifico! Este es el que más me gusta. No se ve ningún templo, pero te parece que está cerca. Lo antiguo del monasterio está en la edad del monje. Ni hay montañas, pero el bosque lo evoca. Aparentemente falta una relación entre la pintura y el verso, pero el lenguaje alegórico del pintor invita a desarrollar nuestra imaginación, pensando en ese templo antiguo y las montañas que no se ven en el cuadro. Si el verso da una imagen del templo entre las montañas, la pintura sugiere un ambiente poético nada común.
Los demás miembros del jurado manifestaron su sincera conformidad con el criterio del emperador, eligiendo por unanimidad al autor de esta original obra como el primer ganador de este concurso.
Dice el emperador: “Aparentemente falta una relación”, y no, no falta. Son precisamente esas relaciones invisibles las que forman parte de la obra, parte del haiga y parte del haiku. De eso se trata.

La Vela
Hay lugares en los que uno busca la soledad y otros en los que la encuentra sin buscarla. Siempre me han gustado las pequeñas ermitas en las que no hay casi nadie. Y nunca me han gustado las grandes ermitas en las que hay mucha gente…
Entro en una ermita. Es un lugar de Castilla. En la ermita no hay nadie. Es una ermita fría…más que fría: gélida. Casi no se percibe la luz de la tarde. Entra muy poca luz a través de unas sencillas vidrieras, nada que ver con la de las grandes catedrales.
Pero lo que me sorprende al entrar no es el suelo gastado, como a un conocido amigo haijin1, sino una vela que hay al lado del altar. Esa vela es la única luz, la pequeña luz que hay en la ermita. Alguien la dejó encendida, quizá como ofrenda hace un poco tiempo. Poco tiempo, porque no está muy consumida.
Tiene algo especial esta vela, porque es la única que hay encendida en la ermita…y porque le da un color especial a la ermita…Una pequeña vela en una ermita pequeña…
solo una vela
ilumina la ermita –
atardecer
-.-
1. Frutos Soriano.
más que el sermón
me conmueve el gastado
suelo del templo.
No siempre la brevedad es haiku
No siempre escribir tres versos pautados por su brevedad, nos asegurará que estemos escribiendo un haiku: “La esencia del haiku es el haimi, dice Vicente Haya en su libro Aware, no puede ser el 5,7,5 pues hay otras formas poéticas con esa regla que no son haiku como el senryû y el zappai”.
Distinguir cuando lo que se ha escrito no es un poema haiku es uno de los aprendizajes que debemos encarar y no es tarea fácil; aún después de tiempo en el camino del haiku, algunos haijines, tenemos ese riesgo, esa tentación de hacer algo elaborado o de querer expresar ideas, por ello la importancia de un maestro que esté ahí a la hora de desviarnos, antes de que un desliz se multiplique y nos lleve a alejarnos del camino.
Poesía y poesía haiku
Para distinguir un poema de un haiku, podemos y debemos estudiar lo que es un haiku, pero también hay ejercicios como el siguiente que pueden ayudar a los que se inician a ver lo que es un poema no haiku, aunque cumpla con las 17 silabas y con la clásica distribución de los tres versos.
Hemos seleccionado tres versos de un poema de Daniel Favero (poeta argentino víctima del terrorismo de estado, desaparecido durante la dictadura militar) que reducimos a 17 sílabas distribuidas igualmente en tres versos ¿podríamos tener un haiku?
Tu risa va descalza por un campo minado,
va burlando tragedias; se parece a la vida
que tiene diez mil años de sitio y sigue y sigue
(…)
Daniel O. Favero
Tu risa
va burlando tragedias:
se parece a la vida
Aunque el poema es hermoso no sería un haiku porque es una idea, algo que el poeta piensa y lo que pensamos por sí solo no compone un haiku.
Pueden pasar años antes de aprender a diferenciar un poema haiku de uno que no lo es, y esto no siempre ocurre por desconocer la teoría sino por la ceguera particular que produce el conocimiento intelectual cuando es simplemente una adquisición de información que no integramos en nosotros mismos. El resultado es algo así: “conocemos mucho de haiku” mientras que la realidad es que tenemos mucha información sobre el haiku en una parcela estanca de nuestro intelecto incapaz de interactuar con nuestras creaciones. Para que nuestros poemas tengan haimi, sabor de haiku, necesitamos algo más que conocer las reglas y ejercitarnos en su escritura. Dice Vicente Haya, en su libro Aware: “El haiku es un proceso que debe darse en ti. No es un aprendizaje intelectual; es un entrenamiento en la percepción.”
Personalmente me llevó años reconocer que muchos de mis intentos no lo eran. Algunos sobrevivieron y forman parte del primer libro que publiqué: “En los bolsillos huesos de melocotón”. Identificar poemas que no eran haiku me ayudó -aunque suene paradójico- a captar un poco mejor lo que era un haiku.
Algunos ejemplos de esos poemas de mi autoría que son solo una idea, una creencia, un pensamiento, o puro estado emocional, y que llamé anti-haikus son:
El olor del espliego
borra el peso
de este mundo.
Sin rumbo fijo;
y es de noche
y es invierno.
El perfume
de las flores que piso
queda en el aire.
No vive quien
no ve florecer las rosas
sin desear nada.
Cuando reconocemos que el poema que hemos escrito no es un haiku, no llamarlo así es lo primero, y lo segundo reconocer que puede ser (como poema) muy bueno, pero -si lo que prima es que intentamos escribir haikus- debemos volver sobre las reglas, a la lectura de los clásicos, sobre las lecciones de los maestros y sobre todo a escribir y tirar, escribir y tirar, y de vez en cuando salvar alguno para que nuestro maestro corrija, nos diga que somos unos cursis o que tenemos un “yo” como una catedral. Y para que, a pesar de ello, o especialmente por ello, sigamos en el camino, ganando poco a poco algo de humildad y de intimidad con el mundo.
Senryu y Zappai
Al inicio del artículo hemos mencionado otras formas poéticas de Japón con la misma alternancia del haiku, de ellas solo decir :
Senryu
Tiene intención, hay suceso. El senryu es heredero del haiku arcaico . Puede hacer reír, cabrear, ser una broma o un reclamo social.
Otra primavera,
tras ese hombre que se pierde
entre hojas jóvenes
IP51
Zappai
Un zappai es una idea, no hay suceso.
No hay mantas
para el invierno que se avecina
a esta tierra
IP51
El haiku es la poesía de la sensación y de la brevedad, pero también de “algo más”. Vislumbrar ese “algo más” es lo que atrapa al que se inicia en el camino del haiku. Por esto último renunciamos a los juegos de palabras, a vivir solo la aventura del lenguaje que es todo tipo de poesía y que tanto atrapa. Porque, en esa otra búsqueda que es el haiku, el “poeta” va tomándole el gusto a ir desarmando esa complejidad que él es, queda atrapado en esa otra aventura que es aprender a ser más sencillo, más transparente, menos intelectual, a estar más atento a la vida, actuando con la mayor impecabilidad que pueda lograr, porque tal vez eso que va mermando en él (esas capas que con anterioridad ha ido sumando sobre sí mismo) y esa nueva forma de estar en el mundo que le pide el haiku, lo lleven a sentirse más cerca o en camino hacia eso que es nombrado como “esencia”, “ser”, “energía”, “lo inefable”.
Isabel Pose
Audios de Zoe, 6 años (Navarra, España). 23
Huele / a hierba cortada / y hace sol
Mayo 2019
Pasto quemado,
la llama cobra fuerza
con el viento
Nombre del niño/a: Mateo Klos
Edad: 12 años
Colegio: Villa Devoto School
Ciudad: Buenos Aires
País: Argentina
……….
Un perrito negro
al mover la cola
levanta tierra
Nombre del niño/a: Milagros González Merlini
Edad: 13 años
Colegio: Villa Devoto School
Ciudad: Buenos Aires
País: Argentina
……….
Bajo la luz del sol
huyen dos pájaros
del arbusto
Nombre del niño/a: Milagros González Merlini
Edad: 13 años
Colegio: Villa Devoto School
Ciudad: Buenos Aires
País: Argentina
……….

Sopla el viento,
la corneja casca
una pipa
Nombre del niño/a: Ander Arellano Gil
Edad: 10 años
Colegio: CP Griseras
Ciudad: Tudela, Navarra
País: España
……….
Entrega nº 33. 14 de junio
Me han dicho que pronto se publicará una revista titulada El Nô (Nôgaku), en cuya edición colabora mi colega y paisano I. Ikenouchi. Diseñada para contribuir al resurgimiento de este arte, actualmente a punto de marchitarse, es, por supuesto, independiente de las diferentes escuelas y uno de sus principales objetivos es ayudar a los músicos cuyo número está disminuyendo gradualmente.
Ya que el Nô se desarrolla, en esencia, en un mundo conservador y sin concesiones al modernismo, hoy es prácticamente imposible actualizarlo, incluso aunque tuviéramos el firme deseo de hacerlo. Sin embargo, si nos limitamos a las pocas reformas necesarias que requiere por el paso del tiempo, podríamos al menos modificar ciertos hábitos vigentes entre los actores, que ya no están en sintonía con nuestros tiempos. Muchos de estos hábitos se han vuelto completamente ridículos y, además, no es raro que, por ejemplo, el sistema denominado «de líderes de linajes» haya dado lugar a todo tipo de abusos desde la Restauración Imperial, debido a que los actores, habiendo perdido a sus protectores, se centraron exclusivamente en asegurar su subsistencia. Uno podría pensar que es fácil erradicar estos malos hábitos, pero, en realidad, surgen muchas dificultades en el momento de hacerlo. Lo cierto es que si nos detenemos a pensarlo, la situación material de los actores de Nô es realmente difícil, y tenemos que empatizar con su destino, siendo obvio que, si destruimos parte de su forma de ser, debemos al tiempo darles las garantías de que obtendrán todo lo que se merecen.
En su día, cuando aún estaba vivo, el noble Iwakura Tomomi se había convertido en un gran protector del mundo Nô, de modo que este arte, después de haber experimentado un momento de declive, había reencontrado la atención, incluso hasta el punto de conocer por un tiempo una cierta prosperidad, pero, después de la muerte de Iwakura, nadie ha asumido esta responsabilidad, por lo que el mundo de Nô está ahora completamente dislocado.
De vez en cuando, surge una personalidad que, pareciendo querer insuflar aire nuevo, organiza una manifestación de apoyo, pero, debido a los conflictos entre las diferentes escuelas, surgen disputas pueriles y todos estos hermosos proyectos quedan en papel mojado, lo cual es muy lamentable.
Los periodistas de la revista El Nô, creyendo que lo hecho valió la pena, han fundado una gran asociación para aunar voluntades, con el objetivo de defenderse y promocionarse, sin preferencias por ningún modelo, y que incluya a las cinco escuelas de shites: Konparu, Kondô, Kanze, Hôshô y Kita, y a las diferentes escuelas de wakis; por no mencionar a los flautistas, y a quienes tocan los ko-tsuzumi, los ō-tsuzumi, o los taiko. ¡Esto sí que es una iniciativa prometedora!
En mi opinión, el Nô debería estar bajo el patrocinio de la Agencia de la Casa Imperial, o, de lo contrario, debería formarse un grupo sólido de aristócratas para cumplir con este papel protector, porque, si no se adopta una de estas dos formas y continuamos igual, creo que vamos a enfrentar serias dificultades. Además, dada la naturaleza del Nô, considero que no habría nada irrazonable en pedir el patrocinio de la Agencia de la Casa Imperial o a un grupo de aristócratas y, por otro lado, desde mi perspectiva, creo que hoy sería una tarea completamente natural para ellos colocar al mundo Nô bajo su protección especial.
En contrapartida, sería necesario que desde el Nô se preparen reformas razonables, que los actores renuncien a las ridículas disputas a las que están acostumbrados, y que nadie se oponga a la armonización de las diferentes escuelas para barrer los privilegios de los diferentes líderes de linajes, y para promover la progresión de los más jóvenes. Como los actores tendrían una vida material asegurada, sus conductas degradantes disminuirían por sí mismas.
Por poner solo un ejemplo: dado que el alquiler de la ropa del espectáculo es caro y constituye hoy una buena parte del presupuesto de algunas escuelas, a veces el acceso a ella no solo provoca querellas y disputas viles entre colegas, sino que incluso llegan a las manos. Creo que tales fenómenos desaparecerían por sí solos si se garantizara a los actores unos ingresos justos. Todavía habría mucho que decir al respecto, pero lo diré ya otro día.
Erratas
En la duodécima entrega de Una cama de seis pies de largo, hablando de una pintura de Bunpô, expliqué que, en la decimosexta imagen de la derecha, había un ilusionista que presentaba sus torres frente al pórtico de un santuario. Pero eso, me dicen, es inexacto, y prefiero retractarme en este punto.
En la entrega vigésimoquinta, por error le atribuí a Ensui un verso que en realidad se encuentra en El Chubasquero del mono, atribuido a Hanzan en la forma:
El búho,
al quedarse dormido
fue atrapado
Mimizuku wa / Nemuru tokoro o / Sasarekeri
Hay otro verso con un «búho real» en El Chubasquero, pero en cuanto a un «búho», el versículo más antiguo que conozco está en el libro de haikai titulado La barca que cruza el cañaveral (Ashiwake-bune) publicadas en el año 7 de la era Genroku (1695).
De todos modos, es muy doloroso para mí consultar libros de referencia aquí, en mi cama de enfermo, y por ello, suelo escribir confiando en mi frágil memoria. Así, este tipo de errores ocurren fácilmente y por ello, les pido que me disculpen.
Notas del traductor y las fuentes
– El teatro Nô, es también traducido como Noh o Nôgaku.
– Fundada en julio de 1902 por Ikenouchi Nobuyoshi, la revista El Nô, duró hasta abril de 1921.
– Ikenouchi Nobuyoshi (1858-1934), intentó defender y revivir el Nô en el Japón moderno. Era hijo de Ikenouchi Masatada, un samurái y maestro de esgrima, que por la apertura Meiji perdió sus cargos oficiales y tuvo que convertirse en granjero. Su otro hijo y hermano de Ikenuchi, fue el reconocido haijin Takahama Kyoshi, discípulo de Shiki. Como Shiki, todos originarios de Matsuyama.
– El Nô perdió mucho por la restauración imperial de Meiji. Habiéndose convertido en propiedad casi exclusiva del Shogun y sus vasallos, se había separado de cualquier público popular. La caída del Shogunato, literalmente puso a este teatro en la calle, sin cabida para su espectáculo, sin audiencia. Fue salvado por la nueva aristocracia de la corte, y especialmente por Iwakura Tomomi, que lo convirtió en un noble teatro, que se podía presentar a los invitados extranjeros. Según afirma Jean-Jacques Tschudin, en El Kabuki antes de la modernidad (L’Âge d’homme, 1995, pp. 29-32), aunque hoy tiene poca audiencia, ahora se trabaja en este arte por placer, obteniéndose ingresos por la enseñanza de sus bailes y su arte vocal, y este sistema se ha ido volviendo cada vez más importante en los tiempos modernos.
– Jean-Jacques Tschudin (1934-2013), fue un investigador francés, aunque nacido en Suiza (Neuchâtel). Dedicó la mayor parte de su trabajo a las artes escénicas japonesas, publicando obras tan interesantes como Literatura japonesa (1983, edición revisada en 1995), El Kabuki antes de la modernidad (1995), Literatura japonesa (2008) o Historia del teatro clásico japonés (2011).
– En torno al llamado sistema de líderes de linajes, se organizaron diversas artes japonesas, como por ejemplo el Ikebana (arte de las flores), el Cha-no-yu (ceremonial del té), el Juego de Gô o el propio Nô. Desde la época de Edo en particular, en torno a un modelo «familiar», se estructuraron tomando como referencia a un cabeza de familia o líder de linaje, llamado iemoto, que transmitía las enseñanzas de líder a otro iemoto: su heredero o sucesor.
– Iwakura Tomomi (1825-1883) fue un aristócrata que dio nombre a la conocida Misión Iwakura. Desempeñó un importante papel político durante la restauración imperial de Meiji. Desde 1871 hasta 1873, dirigió la referida importante misión diplomática que recibiría su nombre, organizada desde el Gobierno por todo el mundo, destinada a recopilar la información necesaria para perfilar una política de modernización del país.
– Las diferentes escuelas de Nô que cita Shiki (Konparu, Kondô, Kanze, Hôshô y Kita), toman su nombre de sus fundadores, personas que destacaron en este arte y que muchos años más tarde, fueron reconocidas entre otras muchas con el título «Ningen Kokuhô» o «Personajes Tesoro Nacional», también designadas bajo el título de Jûyô Mukei Bunkazai Hojisha (lit. «Portador de Importante Legado Cultural Intangible»).
– En un escenario de Nô, intervienen varios actores, especializados en diferentes tipos de personajes. El shite (literalmente “el que actúa”), interpreta al personaje principal y baila. El waki (literalmente «el que está a un lado»), ejerce de ayudante y va dando las entradas al shite y contextualiza describiendo lugares y situaciones.
– Los instrumentos que Shiki refiere, constituyen la pequeña orquesta siempre presente en el escenario en las piezas del Nô. Junto a la flauta, hay tres tipos de tambores de tamaño creciente, que llevan el compás: un tambor al hombro (ko-tsuzumi), cuyo parche requiere humedad para emitir un tono agudo; un tambor de rodilla (ō-tsuzumi), cuyo parche se seca para emitir un tono alto e intenso; y un tambor abombado (taiko), que marca el ritmo con sonido grave y es tocado con dos baquetas de ciprés (bachi). Se puede oír el sonido de cada uno o ver su ejecución, clicando en el enlace sobre cada nombre.
– Shiki refiere que hay más que hablar sobre el futuro del Nô y asegura que lo hará en el futuro. Y así ocurrirá varias veces, en las entregas 52 (de 3 de julio), 63 (de 14 de julio), 68 (de 19 de julio) y muy especialmente en la entrega 83 del 3 de agosto.
– Shiki recuerda mal y confundió los originales:
mimizuku wa / nemuru tokoro o / sasarekeri por
fukuro wa / nemuru tokoro o / sasarekeri
– Genroku es el nombre que recibe una de las eras japonesas, posterior a la Era Jōkyō y anterior a la era Hōei. Esta era abarcó el periodo desde el noveno mes de 1688 hasta el tercer mes de 1704. Transcurre dentro del llamado Periodo Edo, correspondiente al inicio de la Edad Moderna en aquel país, y durante el Shogunato Tokugawa. El emperador reinante era Higashiyama-tennō.
