Archivo de la categoría: El mundo del kigo (Marcela Chandía)

Febrero 2024

Les saludo desde un Santiago rodeado de cerros y montañas que encierran el calor estival.

En este primer año, el plan para la columna es revisar las divisiones que se aplican al kigo, tanto estacionales como temáticas. Pero para que además nos acompañe poéticamente durante el año, dividí estos temas de forma que los vayamos viendo al paso de las estaciones. Por lo tanto, cada tres meses analizaremos las estaciones, y entre medio veremos las categorías.

Muchas veces se considera el haiku como una expresión artística casi espiritual, pero la verdad es que, sobre todo en su variante clásica o tradicional, es un estilo poético muy exacto y puntual, casi milimétrico en cuanto a su precisión espacio temporal. Por ejemplo, “居待月 imachidzuki” es un kigo de mitad de otoño y significa “luna de la noche del décimo octavo día del octavo mes (del calendario lunar)”. Cuando alguna vez compuse un haiku con este kigo, un señor japonés me indicó su sorpresa de cómo una extranjera podía utilizar una palabra tan compleja en cuanto a su significado, siendo que a los mismos japoneses les costaba. Por otra parte, y sólo por argumentar, es interesante notar que este kigo tiene 5 sonidos; ¿cómo indicar esa riqueza de contenido en la misma cantidad de sílabas en español? Personalmente, creo que sería una tarea monumental. Comencemos, pues, nuestro camino hacia la profundidad de este bosque de significados que es “El mundo del kigo”.

Las estaciones del año son la primera gran clasificación en el kigo, de hecho, esta palabra está compuesta por los kanjis de “estación 季” y “palabra 語”. Estas estaciones son primavera, verano, otoño, invierno y Año Nuevo. Las cuatro primeras se dividen, a su vez, en kigos que representan toda la estación (三 san), que se pueden utilizar para componer haiku durante todo el período, y los que indican el comienzo (初 hatsu), mitad (仲 chuu) y fin (晩ban) de cada ciclo estacional. El Año Nuevo, por su parte, se divide en el fin del año viejo (暮 kure) y el nuevo año (新 shin). Dentro de cada una de estas subdivisiones encontraremos, además, las siete categorías, las cuales comenzaremos a conocer en profundidad a partir del próximo artículo.

Este mes nos enfocaremos en la primera estación del año, ya que el Año Nuevo está a caballo entre el fin de un ciclo anual y el comienzo del siguiente. Primavera o “春 haru / shun” se refiere al período comprendido entre “立春 risshun o el primer día de primavera” (alrededor del 04 de febrero) y el día anterior a “立夏 rikka o el primero del verano” (alrededor del 06 de mayo). Todavía hace frío y las camelias comienzan a florecer.  En la actualidad, el comienzo del verano es a inicios de junio, antes de que comience la temporada de lluvia o 梅雨 tsuyu, pero en el mundo del haiku ya es verano en mayo. Sus divisiones son “三春 sanshun o tres primaveras”, indicando el período completo; “初春 shoshun o inicio de primavera”, va desde el primer día de primavera o risshun al día anterior a “啓蟄 keichitsu o despertar de los insectos”, alrededor del 06 de marzo; “仲春 chuushun o mitad de primavera”, y que comprende desde el ya mencionado keichitsu hasta el día anterior a “清明 seimei o puro y claro”, alrededor de 05 de abril; y por último, “晩春 banshun o fin de la primavera”, desde seimei al día antes del inicio del verano o 立夏 rikka el 06 de mayo aproximadamente. Dentro de cada uno de estos intervalos tenemos kigos que se clasifican en “時候 jikou, estacional”, “天文 tenmon, astronomía”, “地理 chiri, geografía”, “生活 seikatsu, vida cotidiana”, “行事 gyouji, eventos”, “動物 doubutsu, animales” y “植物 shokubutsu, vegetación”.

Como se puede apreciar, si se quiere componer haikus en estilo tradicional, se requiere de mucho estudio. Una herramienta indispensable para todo buen haijin es un saijiki o diccionario de kigo con ejemplos de haiku, o un kiyose, que es también un diccionario, sólo que no trae ejemplos. Incluso si se quiere componer haiku en estilo moderno, saber de kigo e incluso utilizarlos, ayuda muchísimo ya que nos da un marco referencial sólido en el cual situar nuestro poema.

Luego de toda esta teoría, los dejo con algunos haikus para que vean los kigos en acción. Elegí para este mes kigos que pertenezcan al período que abarca toda la primavera (三春 sanshun) y a inicio de primavera (初春 shoshun).

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Kigo 東風 kochi, viento del este, viento primaveral. Este es un 子季語 kokigo, o variación.

Período 三春 sanshun, toda la primavera.

Categoría 天文 tenmon, astronomía.

Nishigami Tomi

スカートの襞こまやかに桜東風

sukaato no hida komayaka ni sakura kochi

tiernamente en los pliegues de la falda el viento del este con cerezos

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Kigo 遅日 chijitsu, largo día de primavera. A medida que la primavera avanza el sol se pone cada vez más tarde.

Período 三春 sanshun, toda la primavera.

Categoría 時候 jikou o estacional.

 

Kou Chinatsuko (1945 – 2007)

牛の背ににはとりの乗る遅日かな

ushi no se ni niwatori no noru chijitsu kana

largo día de primavera en que la gallina anda a lomos de la vaca

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Kigo 春めく haru meku, ser como primavera, mostrar signos de primavera. De acuerdo con el calendario, la primavera comienza en 立春 risshun o el primer día de primavera (alrededor del 04 de febrero), pero con esta palabra se indica el ser consciente de la primavera en el sentido real, sentir la llegada de la estación.

Período 初春 shoshun o inicio de primavera.

Categoría 時候 jikou o estacional.

 

Iida Dakotsu (1885 – 1962)

風荒れて春めくといふなにもなし

kaze arete haru meku to iu nani mo nashi

viento tormentoso, no hay nada como la sensación de la primavera

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Espero disfruten de estos primeros pasos en el camino de “El mundo del kigo”, por mi parte estoy muy emocionada de caminar junto a ustedes. ¡Nos vemos en el próximo artículo!

Presentación. Enero 2024

¡Feliz 2024! Les saludo desde un Santiago de Chile que ya sufre los embates de los incendios forestales, a pesar de estar en primavera aún. Efectos del calentamiento global, resultado de nuestras acciones descuidadas con el mundo que nos acoge, que afecta el progreso de las estaciones, las temperaturas y la vida en general.

Con el sonido del ventilador de fondo ―no porque tenga calor, sino para aliviar el humo que me ahoga― reflexiono que, por extraño que parezca, esta nueva columna que comienzo con este artículo me llevará a pensar ―y los llevaré conmigo― precisamente en las estaciones; cómo estas se manifiestan, cómo las percibimos, las vivimos y son reflejadas en la literatura. Y que si queremos comprender y disfrutar mejor esa literatura, debemos entender más profundamente ese vínculo.

Llevo 17 años trabajando como profesora de idioma japonés, y ocho enseñando literatura clásica japonesa. Ambos trabajos están intrínsecamente relacionados, de hecho, uno le dio origen al otro, por lo que siempre están presentes ambos en mi labor, ya sea en el aula, escribiendo o traduciendo. Tal vez sea dicha experiencia la que ha fomentado mi interés en la poesía clásica japonesa, ya que esta es un perfecto ejemplo de cómo el mundo lingüístico y literario se nutren y codependen el uno del otro al punto de convertirse en arte. Los estilos clásicos de lírica nipona no sólo se ajustan a la definición de Coleridge de que “poesía son las mejores palabras en el mejor orden”, sino que el uso de ellas estaba pensado, desarrollado y reglamentado a un nivel tal, que su manejo en sí era gran parte del proceso de convertirse en un artista en las letras.

Específicamente en el haiku clásico, muchas de sus reglas tenían que ver, precisamente, con el uso del vocabulario, como por ejemplo, los casos del kireji y el kigo. Y es en este último que me centraré en esta nueva columna, a la que, después de mucho pensar, decidí darle el sencillo y directo nombre de “El mundo del kigo”. Mes a mes introduciré un aspecto de esta técnica poética, y tras la parte más teórica presentaré también haikus ―traducidos por mí― que muestren ese aspecto del kigo, por lo que, además de comprender mejor la complejidad de estas “palabras estacionales”, puedan disfrutar de bellos poemas. Así que ¡bienvenidos a “El mundo del kigo”!

Cuando se habla del haiku es inevitable mencionar el kigo y explicar que es la palabra estacional que debe contener cada poema, cuando menos en el caso del haiku tradicional. Y si se requiere mayor claridad, usualmente se dice que con “palabra estacional” nos referimos a una que indique en qué estación del año está situado el haiku. Luego nos deleitamos con algunos ejemplos, como 桜 sakura, cerezo = primavera, o 短夜 mijikayo, noche corta = verano. Pero al profundizar un poco más nos encontramos con que el asunto es mucho más complejo. Basta con revisar un saijiki o kiyose, diccionarios de kigo, para notar que las palabras no sólo reflejan una estación en particular, sino que hay categorías de ellas, ej.: eventos, astronomía, plantas, etc; que no cualquier palabra que retrate un momento del año es un kigo, que algunas se utilizan hace siglos, y otras, más recientemente, y que las razones para ser incluidas varían entre literarias, históricas, de costumbres, u otras. Las mismas estaciones reciben un tratamiento más detallado de lo que se podría pensar. No son simplemente cuatro estaciones, sino que, a su vez, se identifica su inicio, apogeo o declive, y, yendo aun más allá, se dividen en micro estaciones que representan la progresión de los cambios estacionales. Toda esta especificidad podría hacer creer que mata la creatividad, o que, cuando menos, la restringe significativamente. Personalmente pienso que, al contrario, ayuda a prevenir el bloqueo creativo. El haijin ya no se enfrenta a la temida página en blanco, ya sea literal o figurativa, sino que tiene algo de donde partir, una especie de base, de punto de origen que le da el puntapié inicial en la composición. Por supuesto, esto implica también estudiar, investigar, aprender mucho vocabulario, o consultar asiduamente un diccionario de kigo, pero precisamente, es esa práctica lo que ha mantenido viva mucha de la tradición literaria, lingüística, social e histórica que, de otra forma, se habría perdido en las vueltas y cambios de los siglos. Visto desde una mirada extranjera, aunque alguien podría decir que leerá los haikus traducidos, o que sólo quiere componer poemas propios en su lengua que no es la japonesa, creo que es igualmente importante conocer y comprender mejor el funcionamiento del haiku en japonés, ya que, a fin de cuentas, es un estilo poético originario de Japón, y por lo tanto, sólo si nos hacemos familiares con él podemos apreciarlo en su belleza y complejidad, o tratar de replicarlo.

Para este primer artículo he elegido un kigo de Año Nuevo: “新年 shin nen o nuevo año”, que pertenece a la categoría estacional, con las variaciones 年新た toshi arata = el año comienza, 新玉 aratama = joya sin pulir, 年始め toshi hajime = el año que comienza, 年立つ toshi tatsu = el año que pasa, 年迎ふ toshi mukau = el año que viene o recibimos, 来る年 kuru toshi = el año que viene, 年明く toshi aku = año brillante o luminoso (por el nuevo amanecer), y 年改まる toshi aratamaru = el año que cambia o el año que comienza. A pesar de la simplificación en la vida moderna respecto a muchos rituales relacionados con esta fecha, todavía tiene una atmosfera solemne y un lugar importante en la vida de los japoneses. Aunque generalmente se le llama “新春 shin shun o nueva primavera”, de acuerdo con el calendario solar ―el Gregoriano es uno de ellos y fue adoptado por Japón a partir de la Era Meiji (1868 – 1912) ― corresponde a mediados de invierno.

Los tres haikus que seleccioné representan diferentes situaciones que asociamos con este importante momento del año: resoluciones, nuevas energías, deseos.

 

Kuroda Momoko (1938 – 2023)

句を捨てゝしづかに年の改まり

ku wo sutete shizuka ni toshi no aratamari

botando el poema tranquilamente el cambio de año

 

Okada Nichio (1932 – 2022)

山に立ち山に礼して年迎ふ

yama ni tachi yama ni rei shite toshi mukau

parado en la montaña la saludo y le doy la bienvenida al año

 

Hoshino Bakukyuujin (1925 – 2013)

只の年またくるそれでよかりけり

tada no toshi mata kuru sorede yokari keri

sería bueno si este fuera un año común y corriente

 

Hago eco del sentimiento del último haijin: dado el contexto mundial, tal vez lo mejor que podemos desear es que este 2024 sea un año lo más normal, común y corriente posible.

Espero hayan disfrutado del inicio de esta nueva columna ¡Nos vemos en el próximo artículo!