Deseo que tengan un feliz inicio de año y que termine siendo mejor que el anterior. Para comenzar con una buena lectura, he preparado un conjunto de traducciones de poemas sobre macacos japoneses (Macaca fuscata). Estos animales son una presencia constante a lo largo del año en algunos lugares de Japón, sin un periodo de celo bien definido y con vocalizaciones constantes, además de un rango de actividades que varía con las estaciones. Son la especie de primate, si no se incluye a la nuestra, que habita más al norte, lo que los expone a climas fríos y nieve durante parte del año. Se hicieron conocidos fuera de Japón por imágenes del Valle del Infierno (Jigokudani 地獄谷), en la prefectura de Nagano, donde se sumergen en aguas termales durante el invierno, pero también han sido estudiadas las costumbres de algunos grupos de lavar la comida antes de consumirla. Entre la gran cantidad de haikus sobre estos animales, seleccioné casi exclusivamente invernales para estar en armonía con esta temporada en el hemisferio norte. Sin embargo, en cuanto a tanka 短歌 y kanshi 漢詩, no logré encontrar ninguno que se situara en ese periodo del año, por lo que elegí los que consideré más relevantes, siendo la mayoría de otoño o sin asociación estacional.
El nombre más común en japonés para estos animales es saru さる, pero también existen mashi まし y mashira ましら, todos escribibles con el sinograma 猿, además de masaru 真猿, que podría interpretarse como monos genuinos, y yaen 野猿, monos silvestres. Ninguno de estos apelativos se vincula con alguna estación específica y existen haikus sobre monos de cualquier momento del año. Un nombre que sí es considerado como palabra estacional de invierno es kan’en 寒猿, que significa monos del frío, pese a que aparece en un kanshi otoñal del príncipe Motohira 具平 (964-1009). Sin duda, la conexión con el invierno se estableció debido a que es la estación caracterizada por el frío (samu, kan 寒).
Una de las asociaciones más comunes que tienen en la poesía clásica es con la melancolía. Esto se debe, por una parte, como con el resto de los animales, a que el verbo que expresa la emisión de sonido, naku 鳴く o 啼く, es homófono con llorar, naku 泣く. En este caso, ese efecto se intensifica por la similitud de sus vocalizaciones con las de nuestra especie. No obstante, con los monos, también influyó el poema chino incluido al final del tercer apartado, que conecta sus gritos (ch: jiào; sakebi 叫) con un pathos de la madrugada. Por otra parte, los macacos han tenido una gran importancia religiosa en Japón, observable en el culto a deidades como el Indestructible de Rostro Azul (Shômen Kongô 青面金剛), cuyas ceremonias se realizaban en días marcados por el signo del mono (kôshin 庚申), o el Avatar Rey de la Montaña (Sannô Gongen 山王権現), cuyos mensajeros eran estos animales, etc. El grupo de los tres (sanzaru 三猿), cuyo sentido se explica en la cuarta entrada y que se conectó estrechamente con los dioses arriba mencionados, es el ejemplo más representativo por su presencia en muchos lugares.
1.
Ôtomo no Tabito 大伴旅人 (665-731), político y militar. Es el poema número 344 de la Antología de la miríada de hojas (Man’yôshū 万葉集; c. 759).
痛醜賢良乎為跡酒不飲人乎熟見者猿二鴨似
あな醜賢しらをすと酒飲まぬ人をよく見ば猿にかも似む
Ana miniku / sakashira o su to / sake nomanu / hito o yoku miba / saru ni kamo nimu
¡Pero qué feo!
Cuando se está de fiesta,
el que no bebe
puede parecer mono
si se lo mira bien.
2.
El Emperador de Saga 嵯峨 (786-842), poeta sinófilo, promotor del budismo tántrico, uno de los grandes calígrafos de su época y quien comisionó las primeras tres antologías imperiales. Éste es el poema número 11 de la Antología que sobrepasa las nubes (Ryôunshū 凌雲集; 814) y tiene el título «Paso las noches en la parada de Kayô y extraño la ciudad capital» (Héyáng yì jīng sù yǒu huái jīng yì 河陽驛經宿有懷京邑).
河陽亭子經數宿 月夜松風惱旅人
Héyáng Tíngzi jīng shù sù / Yuèyè sōngfēng nǎo lǚrén
雖聽山猿助客叫 誰能不憶帝京春
suī tīng shānyuán zhù kè jiào / shuí néng bù yì dìjīng chūn
En el Pabellón de Kayô, hemos pasado varias vísperas;
en noches de luna, el viento entre los pinos aflige a estos viajeros.
Aunque oigo a los monos de los montes que me acompañan con sus gritos,
¿quién puede no extrañar la capital imperial en primavera?
3.
Ôshikôshi no Mitsune 凡河内躬恒 (859-925), gobernador de provincias, poeta y uno de los compiladores de la Antología de la poesía japonesa antigua y moderna (Kokinwakashū 古今和歌集; 905). Éste es el poema número 1067 de esa colección, compuesto durante una visita del emperador monje de Uda 宇多 al río que corre entre Arashiyama y Nagaoka.
わびしらにましらな鳴きそあしひきの山のかひある今日にやあらなむ
Wabishira ni / mashira na naki so / ashibiki no / yama no kai aru / kyô ni ya aranamu
No chillen, monos,
desoladoramente.
Parece que hoy
no habrá ningún barranco
en el monte de arduo acceso.
En este poema, kai かひ funciona como palabra pivote (kakekotoba 掛詞) al remitir a dos términos homófonos: kai 峡, que significa barranco o quebrada, y kai 甲斐, que quiere decir efecto, función, valor o uso. El primer sentido se refuerza por las otras palabras del mismo campo semántico (engo 縁語): el monte (yama 山), «arduo acceso» (ashibiki あしひき) y el mono (mashira ましら), todas las cuales remiten al paisaje de la zona. El segundo cobra relevancia ante la petición de evitar entristecer el día y la explicación en prosa que nos sitúa en el contexto de una salida festiva. Por esta razón, los últimos tres versos podrían traducirse como: «Hoy no parece / que vaya a haber motivo / en el monte de arduo acceso». Ambas interpretaciones complementarias remiten a un poema de Xiè Guān 謝観 que ya sólo se conserva en la Antología de poemas japoneses y chinos para cantar (Wakan rôeishū 和漢朗詠集; c. 1013), con el número 454, que dice:
瑤臺霜滿 一聲之玄鶴唳天
Yáo tái shuāng mǎn / yī shēng zhī xuán hè lì tiān
巴峽秋深 五夜之哀猿叫月
Bāxiá qiū shēn / wǔ yè zhī āi yuán jiào yuè
El pabellón enjoyado, lleno de escarcha;
las grullas negras lloran al unísono hacia el cielo.
En el Barranco de Bā, el otoño se profundiza;
en la tristeza de la madrugada, los monos aúllan a la luna».
4.
Ryôgen 良源 (912-985), nombrado el Gran Maestro de la Compasión (Jie Daishi 慈恵大師), décimo octavo patriarca de la Escuela de la Terraza Celestial (Tendaishū 天台宗), abad y restaurador del Templo de Enryaku (Enryakuji 延暦寺). Éstos son los «Poemas de los siete monos» (Shichienka 七猿歌), ofrendados al Avatar Rey de la Montaña o Sannô Gongen 山王権現, deidad guardiana de su monasterio.
つらつらとうき世の中を思うにはまじらざるこそまさるなりけれ
Tsuratsura to / ukiyo no naka o / omou ni wa / majirazaru koso / masaru narikere
Si consideras
este mundo flotante
con gran cuidado,
no te harás parte de él
y serás todo un mono.
見聞かでもいわでもかなわざるものをうき世の中にもまじるならいは
Mikikademo / iwademo kanawa / zaru mono o / ukiyo no naka ni mo / majiru naranai wa
Aunque no digas,
aunque no veas ni oigas,
no se hará real
si no evitas mezclarte
con el mundo flotante.
つれもなくいとわざるこそうかりけれ定めなき世を夢と見ながら
Tsuremonaku / itowazaru koso / ukarikere / sadamenaki yo o / yume to minagara
Sin tener vínculo,
no habrá resentimiento
y pasarás
este mundo flotante
como si fuera un sueño
何事も見ればこそげにむつかしや見ざるにまさることはあらじな
Nanigoto mo / mireba koso geni / mutsukashi ya / mizaru ni masaru / koto wa araji na
Es muy difícil
si se ve alguna cosa.
Sólo al no ver
se vuelve muy seguro
que serás todo un mono.
きけばこそ望みもおこれはらもたて聞かざるぞけにまさるなりけり
Kikeba koso / nozomi mo okore / hara mo tate / kikazaru keni / masaru narikeri
Al escuchar,
nacen las esperanzas
y la intención.
Al no oír, por milagro,
todo un mono serás.
こころにはなにわのことを思うとも人のあしきにはいわざるぞよき
Kokoro ni wa / Naniwa no koto o / omou to mo / hito no ashiki ni wa / iwazaru zo yoki
Aunque pensaras
en cosas de Naniwa
en tu corazón,
sería mejor que no hables
de la maldad humana.
見ず聞かずいわざる三つのさるよりも思わざるこそまさるなりけり
Mizu kikazu / iwazaru mitsu no / saru yori mo / omowazaru koso / masaru narikeri
Más que los tres monos
que no ven, que no escuchan
y que no dicen,
por no pensar en ello
todo un mono serás.
La expresión «mundo flotante» (ukiyo うき世) se refiere al ciclo de nacimientos y muertes en este mundo ilusorio de sufrimiento. Es decir, se trata de una traducción del sánscrito saṃsāra (vagancia). Se puede escribir con dos mezclas distintas de sinogramas: 憂世, que enfatiza el malestar, y 浮世, que resalta la transitoriedad. En este sentido, las recomendaciones del poema van dirigidas a evitar el apego a esta realidad y la aflicción que conlleva. Como se puede extraer del poema que menciona a la ciudad portuaria de Naniwa, lo principal es no inmiscuirse en los males que nos rodean, pues eso nos ataría a ellos.
Las tres abstenciones mencionadas son: no mirar (mizaru 見ざる), no escuchar (kikazaru 聞かざる) y no decir (iwazaru いわざる), lo que implica no actuar deliberadamente ni en la atención a esos fenómenos fugaces ni en el discurso sobre ellos. De ese modo, uno viviría espontáneamente recibiendo las cosas como llegan, sin encadenarse a nada, de forma incondicionada (ch: wúwéi zìrán; j: mui shizen 無為自然). El juego está en que cada amonestación incluye el verbo auxiliar de negación zaru ざる, el cual suena como mono, saru さる o zaru ざる (cuando es antecedido por algún modificador). Por eso, en el último poema se habla de los tres monos (mitsu no saru 三つのさる), que son las tres omisiones. Además, masaru まさる es una palabra pivote (kakekotoba 掛詞) que remite por un lado a un macaco japonés (masaru 真猿) y, por otro, a ser excelente o superarse (masaru 勝る), por eso, fue traducido por “ser todo un mono”. Dominar la vía, desde la perspectiva de Ryôgen, es vivir como uno de los monos que sirven a la deidad Rey de la Montaña, sin intenciones, sin bien ni mal, sin apegos ni resentimientos, entre los cambios del medio en los que no mantienen la atención. Debido a esas homofonías, los monos están presentes en todos los poemas, aunque no lo parezca en la traducción y, en el último, donde se habla de los tres, aparecen tres veces.
5.
Sakanoue no Korenori 坂上是則 (d. 930), funcionario y poeta. Éste es el poema número 425 de la Nueva antología seleccionada para cantar (Shinsenrôeishū 新撰朗詠; c. 1135)
秋山のかひにみかへり鳴く声を夜深く聞きて袖ぞぬれぬる
Aki yama no / kai ni mikaeri / naku koe o / yobukaku kikite / sode zo nurenuru
Si oigo a altas horas
al voltear al barranco
voces que chillan
entre montes otoñales,
he de mojar mis mangas.
Aunque este poema no nombra a los monos, hace claras referencias al poema de Xiè Guān, por lo que se entiende que las voces de las que habla son de esos animales.
6.
Minamoto no Tadafusa 源忠房 (siglo XII). Éste es el poema número 698 de Las secuencias de cien poemas del cuarto año de la era Eikyū (Eikyū yonen hyakushu 永久四年百首; 1117).
みたひてふこゑたにきけはよそひとにものおもひまさるねをそなくなる
Mitai chô / koe tani kikeba / yoso hito ni / monoomoi masaru / ne o so naku naru
De otra persona
la voz que oigo en el valle
parece ser.
Es el ruido que emite
un mono que cavila.
La expresión «naku naru» なくなる con que termina el poema se entiende en el contexto como emitir sonido o chillar (naku 鳴く), sobre todo por la partícula o を que nos indica la transitividad del verbo. Sin embargo, suena a desaparecer (nakunaru 無くなる) o morir (nakunaru 亡くなる), lo que refuerza la tristeza de la escena.
7.
La dama de Higo 肥後 (siglo XII), también llamada de Hitachi 常陸, poetisa y servidora de la corte del Emperador Retirado del Claustro del Río Blanco (Shirakawa-in 白河院). Éste es el poema número 700 de Las secuencias de cien poemas del cuarto año de la era Eikyū (Eikyū yonen hyakushu 永久四年百首).
あしひきのやまへにあそふこのはさるおもふこころそありてなくなる
Ashibiki no / yama e ni asobu / kono hasaru / omou kokoro so / arite naku naru
Aquellos monos
que juegan en el monte
de ardua subida
se lamentan al tener
un corazón que siente.
La palabra que traduje como corazón, kokoro こころ, además de referirse al centro de los afectos, significa mente, es decir, donde se realizan los procesos cognitivos. Por lo tanto, no implica ningún órgano específico. De la misma forma, el verbo omou おもふ conlleva el sentimiento, pero también el pensamiento. Ella afirma que los macacos comparten esos rasgos con los humanos, lo que nos hace muy parecidos. Por otra parte, el último verso, en el que aparece otra vez la expresión «naku naru» なくなる, puede entenderse no como una consecuencia (sienten o piensan, entonces chillan), sino como una ineluctable sucesión (sienten o piensan, después mueren). Este cogito invertido exacerba la apreciación de la fugacidad (mujôkan 無常感) al hacernos ver que, como ellos, vamos a desaparecer con todo nuestro intelecto y sensibilidad. Como resultado, los juegos efímeros de los monos en un mundo que provoca chillidos/llanto remiten a la «Parábola de la casa en llamas» (Katakuyu 火宅喩) del Sutra del Loto.
8.
Daishin 大進, dama de compañía de la residencia de la Sexta Avenida en tiempos del emperador del Claustro de Toba 鳥羽. Éste es el poema 701 de Las secuencias de cien poemas del cuarto año de la era Eikyū (Eikyū yonen hyakushu 永久四年百首; 1117).
さらぬたにおいてはもののかなしきにゆふへのましらこゑなきかせそ
Saranu tani / oite wa mono no / kanashiki ni / yūbe no mashira / koe na kikase so
Deja ese valle
sin visitar, no me hagas
oír la voz
del mono en el crepúsculo
con su melancolía.
Este poema, más que los dos anteriores aquí presentados de la misma secuencia, muestra el arraigo de las imágenes de Xiè Guān y de Ôshikôshi no Mitsune. En el poema de Daishin, la quebrada ha sido sustituida por un valle, pero el aullido de los monos ya está ligado a la melancolía nocturna. Esta poetisa enfatiza la sensibilidad de esos animales, ya que son capaces de percibir la tristeza de las cosas (mono no kanashiki もののかなしき), algo ligado a su impermanencia.
9.
Dōgen 道元 (1200-1253), monje fundador de la escuela budista Sōtō 曹洞 (ch: Cáodòng) en Japón, filósofo y poeta. Éste es el segundo de los “Cinco poemas sobre el Sutra del Loto” (Dai Hokkekyō goshu iwaku 題法華経五首云く).
渓の響き峰に鳴猿妙妙に只此経を説くとこそ聞け
Tani no hibiki / mine ni naku saru / taedae ni / tada kono kyō wo / toku to koso kike
Eco en el valle,
en la cumbre, aúllan monos
muy débilmente:
escúchalos predicar
justo así este sutra.
En contraste con los poemas de Ryôgen, el de Dôgen invita a contemplar el mundo de los fenómenos a nuestro alrededor, la única realidad que existe. Ahí se encuentra la misma sabiduría que en el texto más importante del budismo japonés, por lo que los sonidos de los monos que reverberan tenuemente en el valle son como una predica a la que hay que poner atención. Los ecos, usualmente signos de lo derivativo, condicionado y carente de sustancia, aquí transmiten esa verdad. En consecuencia, ¿no es la doctrina budista de la misma naturaleza que esos sonidos replicados? Desde su perspectiva, estar despierto (satoru 悟る) es vivir en el presente tal cual se nos presenta, algo que todos podemos lograr, pese a recaer por momentos en otros estados mentales, transitorios como todo lo que existe. Así, la revelación suprema de Śākyamuni de que todos podíamos ser budas, incluso si pasábamos por los infiernos, se cumple cotidianamente al estar en concordancia con el mundo.
10.
Yamaguchi Sodô 山口素堂 (1642-1716), empleado del gobierno militar, poeta de haikai y de tanka discípulo de Kitamura Kigin 北村季吟, calígrafo y practicante de la ceremonia del té.
炭がまや猿も朽葉も松の雪
Sumigama ya / saru mo kuchiba mo / matsu no yuki
Ah, la carbonera:
con monos y hojarasca,
nieve en los pinos.
Hay tres palabras estacionales de invierno en este poema: sumigama 炭がま, traducido por carbonera, que nombra un horno temporal de madera y adobe utilizado para producir carbón; kuchiba 朽葉, que traduje como hojarasca, pero que implica su proceso de desintegración después de acumularse al final del otoño; y yuki 雪, nieve.
11.
Takarai Kikaku 宝井其角 (1661-1707), uno de los diez discípulos principales de Bashô en torno al que se formó el gremio de haikai de Edo.
炭竃の蓋をひらけば猿の声
Sumigama no / futa o hirageba / saru no koe
Al remover
tapa de la carbonera,
voces de monos.
12.
Shiba Sonome 斯波園女 (1664-1726), poetisa de haikai discípula de Bashô, crítica y oftalmóloga.
この猿はやしろ久しき時雨かな
Kono saru wa / yashiro hisashiki / shigure kana
¿Está ese mono
por la llovizna continua
en el santuario?
Shigure 時雨, que nombra a las lloviznas intermitentes que caen en el archipiélago a finales de noviembre, es una palabra estacional del inicio del invierno, que comenzaba por el 8 de ese mes en el calendario lunar vigente hasta la era Meiji.
13.
Yosa Buson 与謝蕪村 (1716-1784), poeta de haikai y pintor.
猿どのゝ夜寒訪ゆく兎かな
Saru-dono no / yozamu toiyuku / usagi kana
¿Visita al conejo
en esta fría noche
el señor mono?
このむらの人は猿也冬木だち
Kono mura no / hito wa saru nari / fuyugidachi
Macacos son
la gente de esta aldea:
árboles que hibernan.
Fuyugi o fuyuki 冬木, que significa literalmente árboles de invierno, hace referencia a los caducifolios durante ese periodo en el que han quedado sin hojas. Las ramas desnudas son la imagen característica de esas plantas que hibernan, aquí habitadas por monos.
14.
Bakusui 麦水 (1718-1783), poeta de haikai, ajedrecista, practicante de la ceremonia del té y anticuario.
霜多き山路になりぬ猿の声
Shimo ôki / yamaji ni narinu / saru no koe
Las sendas del monte
se cubrieron de escarcha.
Voces de monos.
La escarcha, aunque puede presentarse desde el otoño, como en el poema chino de Xiè Guān, es una palabra estacional de invierno.
15.
Masaoka Shiki 正岡子規 (1867-1902), reformador de la poesía japonesa, haikuísta y editor.
世の人はさかしらをすと酒飲みぬあれは柿くひて猿にかも似る
Yo no hito wa / sakashira o su to / sake nominu / are wa kaki kuite / saru ni kamo niru
Para la gente
cuando estamos de fiesta,
yo que no bebo
puedo parecer mono
al comerme algún caqui.
Este tanka de Shiki retoma y se apropia del poema de Ôtomo no Tabito, producido más de un milenio antes, pero que había sido olvidado frente al prestigio de la poesía china. El caqui (kaki 柿) da frutos a mediados del otoño, por lo que es una palabra de esa estación.