CONSTRUIR
De luz bañada
Una pequeña flor.
Mis sueños andan.
DECONSTRUIR
Lo compuse esta mañana, uno de agosto, cuando a las ocho de la mañana me disponía a cerrar la puerta del balcón y bajar la persiana para mantener la casa en penumbra el resto del día. Pero antes de bajar la persiana, mi vista se quedó clavada en esta solitaria flor, única superviviente en un tiesto de geranios, que parecía dar los buenos días al vacío.
El contraste de su pequeñez y su rojo color contra la inmensidad del cielo azul y radiante de la mañana me hizo soñar no sé qué…
A cuantos conocen la obra de Bashō, el tercer verso podrá recordarles un famoso poema que el maestro compuso aquejado del mal que muy poco después lo llevaría a la muerte:
En el camino,
Enfermo por páramos,
Vagan mis sueños.
Tabi ni yande
Yume wa kareno o
Kakameguro
たびに病んで
夢は枯野
かかめぐる。