Mar
Tarde fresca. Decido sentarme al borde del acantilado desde donde puedo observar el mar y su movimiento. Una placidez profunda llena los sentidos. Sombras de pequeñas nubes corren del mar a la meseta.
Pasados unos minutos retomo la caminata por el sendero.
Tarde de abril.
Fulgor en las chauchas
del algarrobillo
http://faunayfloradelargentinanativa.blogspot.com/2017/08/algarrobo-patagonico-prosopis-denudans.html
Me dirijo hacia la orilla, avanzando con el sonido de las piedras bajo los pies.
La marea comienza a subir; entre espuma, arenas grises y pequeños remolinos unas Ostreas máximas (fósiles del Mioceno inferior).
En una zona donde la marea no baja el bullicio de gaviotas y gaviotines, brillos de pececillos que saltan en gran cantidad, indica la presencia de un cardumen de sardinas. Cada tanto asoman unas aletas, rígidas, y me parece ver desaparecer un ave. Son ¿tiburones? Es probable, si fueran delfines emergen y dejan ver sus cuerpos.
Más adelante encuentro una cueva formada en una roca, con algas verdes que parecen una verdadera obra de arte.
Olor de algas
Entre fucus*
unos erizos
*alga parda