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Entrega nº 33. 14 de junio

Me han dicho que pronto se publicará una revista titulada El Nô (Nôgaku), en cuya edición colabora mi colega y paisano I. Ikenouchi. Diseñada para contribuir al resurgimiento de este arte, actualmente a punto de marchitarse, es, por supuesto, independiente de las diferentes escuelas y uno de sus principales objetivos es ayudar a los músicos cuyo número está disminuyendo gradualmente.

Ya que el Nô se desarrolla, en esencia, en un mundo conservador y sin concesiones al modernismo, hoy es prácticamente imposible actualizarlo, incluso aunque tuviéramos el firme deseo de hacerlo. Sin embargo, si nos limitamos a las pocas reformas necesarias que requiere por el paso del tiempo, podríamos al menos modificar ciertos hábitos vigentes entre los actores, que ya no están en sintonía con nuestros tiempos. Muchos de estos hábitos se han vuelto completamente ridículos y, además, no es raro que, por ejemplo, el sistema denominado «de líderes de linajes» haya dado lugar a todo tipo de abusos desde la Restauración Imperial, debido a que los actores, habiendo perdido a sus protectores, se centraron exclusivamente en asegurar su subsistencia. Uno podría pensar que es fácil erradicar estos malos hábitos, pero, en realidad, surgen muchas dificultades en el momento de hacerlo. Lo cierto es que si nos detenemos a pensarlo, la situación material de los actores de Nô es realmente difícil, y tenemos que empatizar con su destino, siendo obvio que, si destruimos parte de su forma de ser, debemos al tiempo darles las garantías de que obtendrán todo lo que se merecen.

En su día, cuando aún estaba vivo, el noble Iwakura Tomomi se había convertido en un gran protector del mundo Nô, de modo que este arte, después de haber experimentado un momento de declive, había reencontrado la atención, incluso hasta el punto de conocer por un tiempo una cierta prosperidad, pero, después de la muerte de Iwakura, nadie ha asumido esta responsabilidad, por lo que el mundo de Nô está ahora completamente dislocado.

De vez en cuando, surge una personalidad que, pareciendo querer insuflar aire nuevo, organiza una manifestación de apoyo, pero, debido a los conflictos entre las diferentes escuelas, surgen disputas pueriles y todos estos hermosos proyectos quedan en papel mojado, lo cual es muy lamentable.

Los periodistas de la revista El Nô, creyendo que lo hecho valió la pena, han fundado una gran asociación para aunar voluntades, con el objetivo de defenderse y promocionarse, sin preferencias por ningún modelo, y que incluya a las cinco escuelas de shites: Konparu, Kondô, Kanze, Hôshô y Kita, y a las diferentes escuelas de wakis; por no mencionar a los flautistas, y a quienes tocan los ko-tsuzumi, los ō-tsuzumi, o los taiko. ¡Esto sí que es una iniciativa prometedora!

En mi opinión, el Nô debería estar bajo el patrocinio de la Agencia de la Casa Imperial, o, de lo contrario, debería formarse un grupo sólido de aristócratas para cumplir con este papel protector, porque, si no se adopta una de estas dos formas y continuamos igual, creo que vamos a enfrentar serias dificultades. Además, dada la naturaleza del Nô, considero que no habría nada irrazonable en pedir el patrocinio de la Agencia de la Casa Imperial o a un grupo de aristócratas y, por otro lado, desde mi perspectiva, creo que hoy sería una tarea completamente natural para ellos colocar al mundo Nô bajo su protección especial.

En contrapartida, sería necesario que desde el Nô se preparen reformas razonables, que los actores renuncien a las ridículas disputas a las que están acostumbrados, y que nadie se oponga a la armonización de las diferentes escuelas para barrer los privilegios de los diferentes líderes de linajes, y para promover la progresión de los más jóvenes. Como los actores tendrían una vida material asegurada, sus conductas degradantes disminuirían por sí mismas.

Por poner solo un ejemplo: dado que el alquiler de la ropa del espectáculo es caro y constituye hoy una buena parte del presupuesto de algunas escuelas, a veces el acceso a ella no solo provoca querellas y disputas viles entre colegas, sino que incluso llegan a las manos. Creo que tales fenómenos desaparecerían por sí solos si se garantizara a los actores unos ingresos justos. Todavía habría mucho que decir al respecto, pero lo diré ya otro día.

 

Erratas

En la duodécima entrega de Una cama de seis pies de largo, hablando de una pintura de Bunpô, expliqué que, en la decimosexta imagen de la derecha, había un ilusionista que presentaba sus torres frente al pórtico de un santuario. Pero eso, me dicen, es inexacto, y prefiero retractarme en este punto.

En la entrega vigésimoquinta, por error le atribuí a Ensui un verso que en realidad se encuentra en El Chubasquero del mono, atribuido a Hanzan en la forma:

 

El búho,

al quedarse dormido

fue atrapado

Mimizuku wa / Nemuru tokoro o / Sasarekeri

 

Hay otro verso con un «búho real» en El Chubasquero, pero en cuanto a un «búho», el versículo más antiguo que conozco está en el libro de haikai titulado La barca que cruza el cañaveral (Ashiwake-bune) publicadas en el año 7 de la era Genroku (1695).

De todos modos, es muy doloroso para mí consultar libros de referencia aquí, en mi cama de enfermo, y por ello, suelo escribir confiando en mi frágil memoria. Así, este tipo de errores ocurren fácilmente y por ello, les pido que me disculpen.

 

Notas del traductor y las fuentes

 

– El teatro Nô, es también traducido como Noh o Nôgaku.

– Fundada en julio de 1902 por Ikenouchi Nobuyoshi, la revista El Nô, duró hasta abril de 1921.

– Ikenouchi Nobuyoshi (1858-1934), intentó defender y revivir el Nô en el Japón moderno. Era hijo de Ikenouchi Masatada, un samurái y maestro de esgrima, que por la apertura Meiji perdió sus cargos oficiales y tuvo que convertirse en granjero. Su otro hijo y hermano de Ikenuchi, fue el reconocido haijin Takahama Kyoshi, discípulo de Shiki. Como Shiki, todos originarios de Matsuyama.

– El Nô perdió mucho por la restauración imperial de Meiji. Habiéndose convertido en propiedad casi exclusiva del Shogun y sus vasallos, se había separado de cualquier público popular. La caída del Shogunato, literalmente puso a este teatro en la calle, sin cabida para su espectáculo, sin audiencia. Fue salvado por la nueva aristocracia de la corte, y especialmente por Iwakura Tomomi, que lo convirtió en un noble teatro, que se podía presentar a los invitados extranjeros. Según afirma Jean-Jacques Tschudin, en El Kabuki antes de la modernidad (L’Âge d’homme, 1995, pp. 29-32), aunque hoy tiene poca audiencia, ahora se trabaja en este arte por placer, obteniéndose ingresos por la enseñanza de sus bailes y su arte vocal, y este sistema se ha ido volviendo cada vez más importante en los tiempos modernos.

Jean-Jacques Tschudin (1934-2013), fue un investigador francés, aunque nacido en Suiza (Neuchâtel). Dedicó la mayor parte de su trabajo a las artes escénicas japonesas, publicando obras tan interesantes como Literatura japonesa (1983, edición revisada en 1995), El Kabuki antes de la modernidad (1995), Literatura japonesa (2008) o Historia del teatro clásico japonés (2011).

– En torno al llamado sistema de líderes de linajes, se organizaron diversas artes japonesas, como por ejemplo el Ikebana (arte de las flores), el Cha-no-yu (ceremonial del té), el Juego de Gô o el propio Nô. Desde la época de Edo en particular, en torno a un modelo «familiar», se estructuraron tomando como referencia a un cabeza de familia o líder de linaje, llamado iemoto, que transmitía las enseñanzas de líder a otro iemoto: su heredero o sucesor.

Iwakura Tomomi (1825-1883) fue un aristócrata que dio nombre a la conocida Misión Iwakura. Desempeñó un importante papel político durante la restauración imperial de Meiji. Desde 1871 hasta 1873, dirigió la referida importante misión diplomática que recibiría su nombre, organizada desde el Gobierno por todo el mundo, destinada a recopilar la información necesaria para perfilar una política de modernización del país.

– Las diferentes escuelas de Nô que cita Shiki (Konparu, Kondô, Kanze, Hôshô y Kita), toman su nombre de sus fundadores, personas que destacaron en este arte y que muchos años más tarde, fueron reconocidas entre otras muchas con el título «Ningen Kokuhô» o «Personajes Tesoro Nacional», también designadas bajo el título de Jûyô Mukei Bunkazai Hojisha (lit. «Portador de Importante Legado Cultural Intangible»).

– En un escenario de Nô, intervienen varios actores, especializados en diferentes tipos de personajes. El shite (literalmente “el que actúa”), interpreta al personaje principal y baila. El waki (literalmente «el que está a un lado»), ejerce de ayudante y va dando las entradas al shite y contextualiza describiendo lugares y situaciones.

– Los instrumentos que Shiki refiere, constituyen la pequeña orquesta siempre presente en el escenario en las piezas del Nô. Junto a la flauta, hay tres tipos de tambores de tamaño creciente, que llevan el compás: un tambor al hombro (ko-tsuzumi), cuyo parche requiere humedad para emitir un tono agudo; un tambor de rodilla (ō-tsuzumi), cuyo parche se seca para emitir un tono alto e intenso; y un tambor abombado (taiko), que marca el ritmo con sonido grave y es tocado con dos baquetas de ciprés (bachi). Se puede oír el sonido de cada uno o ver su ejecución, clicando en el enlace sobre cada nombre.

– Shiki refiere que hay más que hablar sobre el futuro del Nô y asegura que lo hará en el futuro. Y así ocurrirá varias veces, en las entregas 52 (de 3 de julio), 63 (de 14 de julio), 68 (de 19 de julio) y muy especialmente en la entrega 83 del 3 de agosto.

– Shiki recuerda mal y confundió los originales:

mimizuku wa / nemuru tokoro o / sasarekeri         por

fukuro wa / nemuru tokoro o / sasarekeri

Genroku es el nombre que recibe una de las eras japonesas, posterior a la Era Jōkyō y anterior a la era Hōei. Esta era abarcó el periodo desde el noveno mes de 1688 hasta el tercer mes de 1704. Transcurre dentro del llamado Periodo Edo, correspondiente al inicio de la Edad Moderna en aquel país, y durante el Shogunato Tokugawa. El emperador reinante era Higashiyama-tennō.

 

NIEVE, LUNA, FLORES.

En los albores de la presente primavera, me encontré con una sabrosa frase traducida de Kuukai (1) –o Kooboo Daishi, por otro nombre (2)-, monje budista (774-835) del medievo japonés. Tal frase me impactó vivamente, y reza como sigue:

“La verdad está demasiado cerca de nosotros; y, debido a su misma cercanía, no atinamos a percibirla con claridad.”

Alude a la necesidad de “tomar distancia”, como suele decirse, para adquirir una visión panorámica adecuada. Creo que la citada frase puede aplicarse a muchas situaciones, y que fundamentalmente quiere decir esto: que superemos nuestros posibles prejuicios y conveniencias personales, para alcanzar una verdad que en cierto modo nos habita.

Kuukai fue fundador de la escuela Shingon (3) del Budismo –o de la “verdadera palabra”-. Fue también poeta y gran calígrafo, hasta el punto de que los japoneses han acuñado una frase proverbial semejante a la nuestra -“El mejor escribano echa un borrón”-, indicando que es humano equivocarse, incluso en el terreno que uno cree dominar. Dicha frase japonesa suena así: “Kooboo mo fude no ayamari” (4), con el significado siguiente: También Kooboo se equivoca con el pincel.

Como poeta, se le atribuye la autoría del poema conocido como “iroha” (5), donde aparecen sin repetirse las 49 sílabas básicas del japonés antiguo (hoy día quedan en 47). Tal poema se usa aun hoy para practicar la escritura a pincel del silabario “hiragana”, sobre todo.

La espiritualidad de Kuukai suele considerarse asociada a la comunión vital de la persona con la naturaleza a través de las cuatro estaciones –lo cual es también un ideal del haiku-.

“Nieve, luna, flores” forman una expresión emblemática, que podemos considerar casi al hilo de la sucesión de las estaciones: la nieve invernal preludia el Año Nuevo, y asimismo la primavera –representada por las flores-; y pasando por el puente del verano llegamos a la luna, símbolo del otoño y presagio a su vez del invierno.

Es curioso que el haijin Teitoku (1570-1653)(13), uno de los antecesores de Bashoo, supo encadenar esta misma tríada de conceptos en un haiku (6), cuyo verso inicial coincide cabalmente con el compuesto lírico trimembre que venimos comentando. Dicho haiku suena así:

setsugekka / ichido ni misuru / utsugi kana

// Teitoku

 

Nieve, luna, flores…

¡a la vez nos las muestra

el “utsugi”!

Teitoku aporta además el verano mediante su mención del arbusto “utsugi”, con lo cual nos hace ver que el clima rueda con sus vicisitudes a lo largo de todo el año. Paso a comentar los elementos léxicos de este haiku.

(7) setsugekka: es el primer verso, constituido por la sucesión de las palabras mencionadas “yuki-tsuki-hana” (nieve-luna-flores), pero en su lectura china “setsu-getsu-ka”, que consta de cinco sílabas japonesas. La unión de “tsu” y “ka” produce una contracción léxica “-kka”, aunque no por ello disminuye el número de sílabas en su cómputo.

(8) ichido ni: locución adverbial: simultáneamente, a la vez.

(9) misuru: forma verbal antigua y en presente de “miseru” ‘enseñar’. Es conjugación causativa del verbo “miru” ‘ver’, significando así ‘hacer ver, enseñar, mostrar’.

(10) utsugi: (tiene dos posibles representaciones en “kanjis” o ideogramas). Arbusto llamado “Deutzia scabra”, especialmente significativo del verano, que da flores blancas en dicha estación; la cual se iniciaba en “uzuki” (11), cuarto mes del calendario lunar y primero del verano: su correspondencia actual coincidiría con el mes de julio. La semejanza fonética entre el arbusto “utsugi” y el mes “uzuki” contribuye a construir un juego de palabras muy de la época, y del incipiente género del “haikai” cultivado entonces. Aparte de ello, la casi identificación fonética del final de “uzuki” con “tsuki” ‘luna’ en su lectura japonesa, también es señalada por los profesores Abe Kimio y Osou Isoji, recopiladores y comentaristas de los versos de Teitoku en la magna edición de Iwanami , p. 37. En realidad es una puesta en juego de la paronomasia que, en el comentario de estos profesores al haiku en cuestión, es calificada de “kudoi” ‘palabrería’.

La métrica del haiku que presentamos es la habitual de 5/7/5 sílabas, colaborando así al efecto rítmico.

Se nos presentan en este haiku cuatro “kigos” o palabras de estación:

Nieve: alude al invierno ( y, actualmente, también a año Nuevo)

Flores: alude (en aquella época) a Año Nuevo, y siempre a primavera.

Utsugi (arbusto): alude al verano, por su floración.

Luna: alude al otoño.

Quiere decir que las blancas flores veraniegas de utsugi, contempladas a la luz de la luna, son suaves al tacto y a la mirada, como una especie de nieve perpetua. La artificiosidad aquí vertida es asimismo bastante característica de la escuela Teimon de Teitoku.

Este haiku pudo haberlo conocido Bashoo, por coincidencia temporal.   Aunque nuestro gran maestro se formaba en otra escuela, la llamada “Danrin” de Sooin (1604-1682), más favorecedora de la espontaneidad, y del “aware”o asombro humano ante la naturaleza.

 

                                   Fernando Rodríguez-Izquierdo y Gavala.

Universidad de Sevilla

Haiku 2

日の光今朝や鰯のかしらより

hi no hikari kesa ya iwashi no kashira yori

Esta mañana

la luz del sol

sobre las cabezas de las sardinas.

Fecha: escrito en la Era Meiwa (1764-1772).

 

Comentario y cuestiones culturales:

 Buson nos habla de un día luminoso en que los rayos del sol iluminan las plateadas cabezas de las sardinas, marcando el inicio de la primavera tras el setsubun o ceremonia que señala el fin del invierno. Durante aquella noche, se clavaban las cabezas de las sardinas en maderos o postes frente a las puertas de las casas, para alejar a los espíritus malignos.

 

Haiku 1

1

ほうらいの山まつりせむ老の春
hourai no yama matsuri semu oi no haru

 

Celebremos Hōrai-

Otro año nuevo más

de un anciano.

Fecha: escrito en la Era Yasunaga (1772-1781).

 

Monte Penglai o de los inmortales (China),
Palacio de la Ciudad Prohibida, Pekín.

Comentario y notas culturales:

 Es el año nuevo, el comienzo ancestral de la primavera, una catarsis: Buson agradece seguir vivo en su vejez y desea participar con los adornos de la celebración. Se alude al  Monte Hōrai (la montaña sagrada de los inmortales), festividad o tradición en que se  llevan ofrendas al kami en el santuario sintoísta, quizá en un espacio elevado, para obtener buena fortuna y longevidad.     

EL HAIKU EN LA INDIA

INTRODUCCIÓN

En esta ocasión detenemos el paso en un país lleno de contrastes y colorido: India. La rica tradición cultural de este país también le ha dejado espacio al haiku, que va avanzando con paso lento pero firme.

Desde comienzos del siglo XX poetas como Rabindranath Tagore o Subramania Bharathi se acercaron al haiku atraídos por su sencillez y la profundidad de su belleza. El primero visitó Japón en cinco ocasiones, se sintió fuertemente atraído por la cultura japonesa desde el primer momento y eso se reflejó en su obra, especialmente en Stray Birds (Pájaros callejeros) y en Fireflies (Luciérnagas)

   Si derramas lágrimas cuando extrañas el sol, también extrañas las estrellas.

 

Pájaros callejeros

La mariposa no cuenta años sino momentos,

y por lo tanto tiene tiempo.

 

A Subramania Bharathy se le atribuye el haber traducido los primeros haikus en tamil y popularizado la existencia del arte.

 

escuchar los sonidos

del comienzo de la lluvia monzónica

aquí viejas orejas

                                          Traducción original en tamil por Bharathy©

                                      Traducción al inglés por Ramesh Anand©

 

 

fuego ardiente

¿Qué es el silencio

de la flor que cae?

                                                        Original Translation in Tamil by Bharathy©

                                                         Translation in English by Ramesh Anand©

 

El haiku ha logrado colarse en el corazón de los hindúes, que ven la cultura japonesa muy cercana a la suya.

Bharathy afirma «una persona que se mezcla con la soledad, el silencio, la voz de las flores y vive alineada con la naturaleza se llama poeta» y repite las palabras de Yonae Noeguchi: «La particularidad de la poesía japonesa es que permite realizar más diciendo menos».

 

La India tiene una fuerte inclinación hacia la espiritualidad, la meditación, y en sus pueblos se sigue estando muy ligado a la naturaleza. Casi todos los estados de la India tienen practicantes de haiku y éste se escribe en los distintos idiomas del país: Punjabi, Hindi, Marathi, Gujarathi, Malayalam, Tamil, y así hasta 22 lenguas diferentes, aunque en los últimos años, y en especial a la hora de participar en encuentros, revistas o concursos internacionales el idioma utilizado es el inglés y todo lo que se aprende del haiku está en ese idioma.

Pero si hay un idioma hindú especialmente prolífico es el tamil.

 

EL HAIKU EN TAMIL

En tamil haiku se llama” thulippa”. “Thuli” significa “pequeño” y “Pa” significa poesía.

Subramanya Bharathy tomó la iniciativa de introducir el haiku al pueblo tamil. El tamil es una de las lenguas más antiguas de la India, conocida por poemas como el aathizhudi de una sola línea, thirukkural de dos líneas y sindhar de tres líneas.

1974, Kavikko Abdul Rahman publicó seis de sus haikus en la antología Paalveedhi, considerados como los primeros haikus en lengua tamil.

En agosto de 1984, Amudhabharathy publicó el primer libro de haiku totalmente en tamil, Pullipookkal.

Desde la publicación de Pullipookal se han publicado 500 libros de haiku en ese idioma. En 1990, el Dr. Leelavadhi publicó el primer libro de ensayo sobre haiku, Idhudhaan Haiku que se basa en el libro de haiku de R.H.Blyth publicado en 1949, pero el Dr. Leelavadhi dejó claro que «esta no es una traducción del libro de R.H.Blyth».

 

los peces saltan

en las aguas

las nubes ondulan

                                                                           Original en tamil por Sujatha©

 

En 1988, la revista Karanthadi editada por Cheenu Tamizhmani, fue la primera en publicar sólo haiku y sus géneros relacionados. Posteriormente, muchas revistas empezaron a publicar haiku de varios distritos de Tamil Nadu.

Los poetas tamiles han tomado como base para sus haikus los libros: Haiku oru pudhiya arimugam de Sujatha publicado en 1991, el libro de investigación de haiku de Nellai Muthu, Tamizhil haiku publicado en 1994 y el libro de investigación del poeta Nirmala Suresh, Haiku kavidhaigal publicado en 1997.

La especialista Nellai Su Muthu dijo una vez: «Aunque el arte es originalmente importado de Japón, un haiku tamil se completa sólo si la cultura o la vida tamil se simboliza en el haiku porque el haiku brota en tamil».

Desde 1994, el haiku ha creado su lugar en varias materias en algunas universidades como Chennai o Bharathydasan. Se estudia no sólo haiku, sino senryu, haibun y haiga, y han creado nuevas formas propias combinando haiku con poemas típicos como Limericku (Limericku + haiku), Limersenryu (Haibun + Senryu), Limerbun (Haibun + Limericku)

 

El Haiku, visto como parte de la filosofía Zen del Buda, atrae la atención de todos porque contiene la belleza, el fervor y la picardía de un niño. (Kannikkovil Raja)

 

 

flor caída …..

nunca regresa a un tallo,

su mariposa

                                                                                 Original en tamil por Sujatha©

 

 

en el estanque

la luna – he vuelto

sin mi baño

                                                                                 Original en tamil P. Mithra®

 

 

edad para jugar

ella vende

juguetes

                                                                            Original en tamil de Pon. Kumar©

 

Varios poetas están trabajando para llevar el haiku tamil a la escena mundial publicando haiku en tarjetas postales, sobres, diarios, tazas de té, bolígrafos, abanicos plegables de mano, pegatinas, tarjetas de visita, etc. Una forma de dar a conocer su especial visión del haiku.

 

 

AUTORES DE HAIKU CONTEMPORÁNEOS

 

Angelee Deodhar falleció el 28 de junio de 2018, dejando a sus innumerables admiradores en todo el mundo conmocionados y devastados. Oftalmóloga de profesión, esta poetisa de Chandigarh ha mostrado el camino a muchos por su dedicación y pasión por el haiku, senryu, haibun, y otras formas de poesía. Su contribución ha sido inmensa y consiguió que la India haya ocupado su lugar en el mundo del haiku.

 

una ligera brisa

la luna en el baño para pájaros

escalofríos

 

atardecer temprano en invierno

el único sonido

el viento a través de los pinos

 

Sapo

hermano de la rana de Bashô

¿cómo puedo diseccionarte?

 

después de que se apaguen las luces

el cuartel silencioso

sólo las cigarras

 

entre nosotros

vapores de las tazas de té

frío otoñal

 

taller haiga

en la línea de bajada del pincel

el sonido de la lluvia

 

soltar al perro

en el frío del amanecer

las estrellas a la deriva

 

mañana de Pascua

en la hierba fresca y tranquila

un conejo salvaje

 

luces de coche

coloreando el pavimento resbaladizo de lluvia

– otro monzón

 

 

Algunos de sus libros son:

  • If Someone Asks…Masaoka Shiki’s Life and Haiku, 2005 
  • Classic Haiku: A Master’s Selection, edited by Miura Yuzuru, 2006 
  • Ogura Hyakunin Isshu: 100 Poems by 100 Poets, 2007 
  • Children’s Haiku from around the world-A Haiku Primer 2007
    Indian Haiku, 2008 
  • The Distant Mountain, 2009

 

 

 

Kala Ramesh es un claro ejemplo de cómo el haiku, la tanka, el haibun, han calado hondo en los corazones de los habitantes de este particular lugar.

Poetisa, editora y antóloga, Kala Ramesh escribe y enseña haiku, tanka, haibun y renku a niños en edad escolar y a estudiantes universitarios especialmente. Es toda una institución en el arte del haiku en la India.

“Los hindúes están despertando lentamente y de forma segura a su belleza y las razones no son muy lejanas. Haiku trata de la fuerza creativa de la Naturaleza y si leemos el Rig Veda, todo lo que vemos son versos de alabanza a la Naturaleza. Imagínese una de las civilizaciones más antiguas conocidas por el hombre, antes de que existiera el lenguaje tal como lo conocemos ahora, cuando el sol no era llamado sol, ni la Luna ni la Tierra eran conocidas por sus nombres. Probablemente, lo único que hicieron los hombres y las mujeres fue maravillarse con los colores y las maravillas que los rodeaban. No es sorprendente que la naturaleza fuera adorada en el período védico”

 

Doblo

los pétalos de rosa ….

el sari de mamá

 

“Hay muchas maneras de aprender haiku pero la mejor es mantener los cinco sentidos abiertos – estar receptivos. Que nuestros ojos se conviertan en la cámara, la mente, un cuaderno de bocetos. ¡Escuchar, oler, tocar, ver y saborear mientras caminas por el camino del haiku!”

 

 

paseo por el bosque

la sombra de una araña

sube al árbol

 

campanas de templo

las gotas de lluvia aisladas

en mi paraguas

 

puente de montaña

Paso a través de

las nubes

 

Templo Devi…

junto con las hormigas

entro descalza

 

“Siento que la India se ha despertado al haiku de una manera positiva. Sí, nunca puede ser tan popular como la poesía o la escritura convencional. Pero el haiku pronto encontrará su lugar en la India, al igual que las películas de arte y el cine paralelo siempre tendrán un hueco en el mundo de Bollywood”

 

hora de dormir…

pregunta si su muñeca de trapo

puede quedarse despierta hasta tarde

 

plenilunio

un Taj Mahal resplandeciente

sobre el río Yamuna

 

 

Para disfrutar de los haikus de Kala Ramesh:

  • On the cards: Wishbone Moon, A Women’s Haiku Anthology, by Jacar Press, USA. Editors: Roberta Beary, Ellen Compton and Kala Ramesh.
  • Beyond the horizon beyond –by Vishwakarma Publications, August 2017 .
  • Haiku and My Haiku Moments: an Activity Book by Kala Ramesh – published by Katha, New Delhi, 2010 December. Reprint, December 2017.
  • The unseen arc, Kala’s tanka collection, winner of the Snapshot Press eChapbook Award, UK, June 2017.
  • Naad Anunaad: an Anthology of Contemporary World Haiku, Editor-in-Chief. Published in 2016 by Vishwakarma Publications. 2017
  • One-line twos, in collaboration with Marlene Mountain, by Bones, Denmark 2016.
  • FIRST Katha Ebook of Haiku, Haibun, Senryu and Tanka published by Katha, Editor, Kala Ramesh et al. 2013.
  • Take Five: Best Contemporary Tanka 2008, 2009 and 2010 Anthology.

Paresh Tiwari es oficial de la Marina de profesión, escritor creativo e ilustrador por elección. Paresh creció en las calles de Lucknow y descubrió el haiku hace algunos años.

“Descubrí el haiku casi por casualidad durante un período de lucha y dolor en mi vida. Había angustia creativa, pero también la necesidad de lidiar con el bagaje personal y emocional. Fue entonces cuando encontré algunos haikus en una antología de poesía. Estaba enamorado”

 

campos de mostaza

un dedal de sol

en cada flor

 

bufanda de cachemir –

el olor de las bolas de naftalina

en nuestro beso

 

oscuridad temprana –

el vuelo dentado de

una luciérnaga

 

“El haiku me dio paz. Me pareció catártico y meditativo. Me ayudó a reflexionar sobre mi vida y a encontrar respuestas que parecían fuera de mi alcance hasta entonces. Durante un año más o menos, escribí al menos un haiku al día. Y me di cuenta de que por primera vez en mi vida, estaba verdaderamente consciente de lo que me rodeaba; el cielo cerúleo, los rayos de sol pálido a través de las nubes gris pizarra, la promesa colgante de la llovizna en la suave brisa, los susurros silenciosos de las hojas, el aroma amaderado de la corteza húmeda por todas partes y el profundo color negro de una carretera empapada por la lluvia debajo de mis pies. Fue liberador”

 

luciérnagas…

por un tiempo mi jardín

imita la noche

 

Charco de callejón –

un barco de papel se desliza

sobre las estrellas

 

Además de colaborar en numerosas antologías y revistas de haiku, Paresh ha publicado dos libros: An Inch of Sky – Collection of Haiku and Haibun (2014) y Raindrops Chasing Raindrops: Haibun and Hybrid (2017)

 

Geethanjali Rajan enseña japonés e inglés en la ciudad de Chennai, India. Escribe prosa, artículos de opinión, haiku, tanka, haibun y otras formas de poesía. Sus escritos se pueden encontrar en varias revistas internacionales en línea y algunas impresas. Actualmente es editora de haiku en Cattails (UHTS).

 

un árbol solitario

comparte un campo estéril.

casa natal

 

Pongal

sus tobilleras siguen

el tintineo de un cencerro

*Pongal – el festival de la cosecha en Tamilnadu, India, se celebra el 15 de enero.

 

hoja solitaria de otoño

aguardas

para descender

 

lago de montaña

cada salpicadura del remo

sacude la luna

 

noche de invierno

mis ojos siguen

los pájaros a casa

 

la estancia en el hospital.

fuera de mi ventana

otra hoja cae

 

el olor de las rosas

en el jardín de mi vecino.

Día de San Valentín

 

la lluvia de anoche.

que lleva a mi sofá

marcas de patas

 

clase de música

un coro de estornudos

después de las lluvias

 

monzón~

sólo una pizca de cielo

en los charcos

 

OTROS HAIKUS    

 

restaurante de lujo –

un ciego se quita las gafas

para inspeccionar la factura

                                                     Rajiv Lather ©

***

viento fuerte

las luchas de los pescadores

para encender su cigarrillo

                                                                  Quamrul Hassan, Bangladesh©

 

la primera lluvia –

alguien más también

extendiendo su mano

                                                        Rohini Gupta, Mumbai©

***

crepúsculo de otoño

mis padres en silencio

en el columpio

                                                                         Ramesh Anand (Tamil Nadu, India) ©

***

tarde calurosa

un carretero se limpia la mano

en la espalda del burro

                                                   Thiagarajan ©

***

paseo nocturno

voy más despacio

cerca del arbusto de jazmín

                                                               Johannes Manjrekar ©

***

brisa nocturna –

los perros rompen la suavidad

de la canción del grillo

                                               Madhuri Pillai ©

***

sauce llorón

Apenas hay

brisa de invierno

                                       Pravat Kumar Padhy ©

***

frío invernal…

el edredón de retazos huele

a recuerdos

                                                         Shloka Shankar ©

***

de ayer

charco seco…

barcos de papel

                                             Anitha Varma ©

***

 

Nota

Todos los derechos de los haikus aquí publicados corresponden a sus autores.

PRESENTACIÓN

Colección de haikus del maestro Yosa Buson
-reunidos por sus discípulos en 1784-.

Traducción de Jaime Lorente y Setsuko Takeoka
Comentarios y notas culturales de Jaime Lorente

En 1784 los discípulos de Buson se reunieron en sentido homenaje, un año después de su muerte: habían publicado un libro con 868 haikus del Maestro.

Iniciamos en El Rincón del Haiku una serie que pretende transmitir a sus lectores el espíritu de aquel Buson Haikushû o colección de haikus del Maestro, publicando un haiku cada mes siguiendo el orden establecido por sus discípulos. Nuestra tarea se fundamenta en el deseo de ofrecer los haikus de Buson con la máxima humildad posible, sin adornos o recreaciones poéticas, tal y como fueron escritos dentro de la traición absoluta que supone verter un idioma en otro, acción por la que pedimos disculpas de antemano. Ojalá nos aproximemos al sentir de Buson: maestro del haiku y pintor cuyo aware describía una escena en los márgenes de un lienzo…

Jaime Lorente y Setsuko Takeoka

KIKAKU NOS BRINDA UN HAIKU MUY SINGULAR

Aunque todo haiku bien hecho goza de su singularidad propia, el que hoy presento aquí, en “El Rincón del Haiku”, reúne muchas características especiales, como iremos viendo.

Lo he encontrado –como un artículo entre muchos- en un librito japonés de bolsillo, primer volumen de cierta colección de (al menos) seis, titulada “Sekai-shi kobore-banashi” o ‘Historias que circulan por el mundo”, de la editorial Kadokawa Bunko, obra muy leída en Japón. Son anécdotas varias de cualquier tiempo y lugar, frecuentemente divulgadas por tradición oral. La historicidad, a veces, puede ponerse en entredicho; aunque para tales casos resulta válido el refrán italiano “Si non é vero, é bene trovato”.

En nuestro caso, se trata de un haiku de Takarai Kikaku, uno de los más cercanos y relevantes discípulos de Bashoo, también denominados “los diez filósofos”. El artículo en cuestión se halla en el vol. 1 (2ª ed., 1974, p. 120). Su texto original lo reproduzco íntegro en (ic 1).

Creo que cualquier alumna o alumno –“ladies first”, no lo olvidemos- de tercer curso de japonés, podrá leerlo sin gran dificultad. Lo traduzco a continuación:

***

¡MIRA BIEN LO QUE HAY!

Se cuenta del haijin Kikaku, que en un convite, cierto nuevo rico –quien se le acercó, portando ante sí un gran biombo dorado- se dirigió a él con el ruego muy expreso de que le escribiera unos versos. “Cualquier cosa servirá” –añadió.

“Cualquier casa servirá, ¿verdad?” –exclamó Kikaku, como cerciorándose de lo escuchado-. Acto seguido, el poeta escribió esto en el biombo:

   “Prohibido usar la zona

   como un urinario”

   A su anfitrión, hombre impulsivo como era, un color se le subía a la cara y otro se le iba. Al advertir eso sagazmente, Kikaku añadió a lo escrito:

“monte de flores”.

                                                                             ***

He aquí el haiku completo de Kikaku:

kono tokoro   /   shooben muyoo   /   hana no yama                                    Kikaku (ic 2)

“Prohibido usar la zona

como un urinario:

monte de flores.”

      Al traducir, me he servido de una pauta métrica muy próxima a la consabida de 5-7-5 sílabas, a saber: 7-7-5, que conserva el ritmo biensonante del género.

En el presente haiku de Kikaku, junto a un sentido –muy japonés por cierto, y muy haikista- de respeto a la naturaleza, aparece también el humor, en torno a algo tan normal como es el orinar. El poeta se vale de un eufemismo “shooben”, que significa algo así como ‘una conveniencia o necesidad menor’, concepto que he traducido como “urinario”, palabra nuestra bien clara, aunque poco usada, casi un cultismo.

Las singularidades del texto original de Kikaku son varias:

El rasgo de su improvisación –viéndose instado a decorar sobre la marcha un precioso biombo, seguramente dotado de un paisaje campestre- es muy patente. Yo diría que Kikaku busca más la sorpresa que el asombro, rasgo éste nada extraño en él.

Los versos primero y segundo recuerdan un posible y tosco aviso, plantado mediante una estaca clavada en campo abierto: “Prohibido usar la zona como un urinario”. Busca así provocar la sorpresa, mencionando un tema maloliente (para compensarlo luego mediante el tercer verso) al mismo tiempo que se apela a la conciencia de quien lee.

El segundo verso del texto original consta de dos palabras yuxtapuestas de lectura china: “shooben muyoo”: ’(para una) necesidad menor, no usar’, algo así como una frase redactada en estilo antiguo “kanbun”, o japonés con ideogramas chinos.

En contraste con lo anterior, los versos primero y tercero tienen una sintaxis y lectura netamente japonesa: “kono tokoro /   / hana no yama” ‘este lugar /   / monte de flores’. Tal rasgo nos asegura que no estamos ante un texto chino, sino japonés. Los versos recién citados son descriptivos, y por ello en cierto modo se destacan del segundo verso –más bien, una prohibición- y lo enmarcan, como arropándolo.

Hay un “kigo” o palabra de estación: “hana”, un sustantivo que es lícito interpretar en su sentido general de ‘flor(-es)’, o bien en el específico de ‘flor(-es) de cerezo’. En el contexto, puede tratarse de colinas pobladas de cerezos. En cualquiera de ambas opciones, este último verso remite a la primavera.

El tercer y último verso trastoca el sentido de los dos anteriores: de una prohibición y de un hecho cotidiano y prosaico-aunque maloliente-, pasamos mediante este verso final a una imagen cien por cien poética y deleitable, acorde con la nobleza del biombo. Con lo cual, lo prosaico se torna en poesía.

Tal era la intención de Kikaku. Y ahí radica el estupor de su anfitrión.

Y ahí precisamente –añadiríamos- se hace sentir el valor del haiku.

 

   – Fernando Rodríguez-Izquierdo y Gavala. Universidad de Sevilla.

Entrega nº 32. 13 de junio

– No me importa no tener utensilios de lujo, pero sí es cierto que aún quería tener una piedra de tinta de buena calidad. Sin embargo, como había escuchado que si no llego a la irónica suma de dos o tres yenes no encontraría nada bueno, había abandonado la ilusión. Pero no sé por qué, recientemente la idea me había vuelto a la cabeza, más insistente, de nuevo, aunque sé que es completamente ridículo para alguien en mi situación, gastar tanto dinero, y por tanto debo quedar satisfecho con una tinta de piedra común, de diez o quince centavos.

Fue entonces cuando Hekigotô llegó con la piedra de Kitô, su hermano mayor fallecido, que en su momento reclamó. En un lado se socava un rectángulo, en el otro hay hojas de platanero talladas. No creo que el material sea de una calidad demasiado excepcional, pero esta piedra que seguramente ni siquiera llegue a los quince centavos, tal vez sea mejor, pues es de las que se venden en las Ferias-Exposiciones, y además es un recuerdo de Kitô. Por todo ello despierta en mí nostalgia, y yo, la miro atentamente, mañana y noche, a mi lado, junto a mi cabecera.

La tinta líquida,

secándose sobre las hojas enrolladas

del platanero

Bokuju no / Kawaku bashô no / Makiba kana

-.-

 

Peonias herbáceas.

Se dispersa el polvo*

en el tintero

                                                            *ralladura de la piedra de tinta

Shakuyaku wa / Chirite suzuri / Hokori kana

-.-

 

Lluvias del quinto mes.

Tal vez pida prestada

una buena piedra de tinta

Samidare ya / Yoki suzuriishi / Kari etari

 -.-

Notas del traductor y las fuentes

 

– E. Lozerand, el traductor de Shiki, llama al hermano de Hekigotô, Takemura Kitô. Por el contrario, su biógrafa J. Beichman, le llama Takemura Kôtô. Respeto el nombre usado según la fuente.

– Takemura Kitô (1866-1901), era el hermano mayor de Kawahigashi Hekigotô, y un amigo cercano de Shiki. Se dedicó a un importante trabajo lexicográfico que interrumpió su muerte prematura.

Shiki le dedica una entrada (la del 7 de febrero de 1901) en su anterior diario titulado Una gota de tinta. Reproduzco a continuación, en castellano, dicha entrada.

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–7 de febrero (en Una Gota de Tinta)

Los diccionarios del idioma japonés han progresado lentamente desde el Genkai, pero aún deben perfeccionarse, no hace falta decirlo. Mi amigo Takemura Kôtô (Tan) siempre fue muy consciente de esto, y su mayor deseo era dedicar su vida a la creación de un diccionario completo e íntegro. Debía incluir todas las palabras especializadas y técnicas, además de las del lenguaje coloquial. Y la historia de cada palabra (su origen y cambios en el significado) también debía ser explicada. Sin embargo, él no tenía los recursos financieros necesarios para un proyecto tan grande, así que cuando la editorial Fuzambô le prometió la oportunidad de compilar uno bajo sus auspicios, se fue a trabajar allí provisionalmente. Sin embargo, lo saturaron con trabajos para libros de texto, y no pudo cumplir con su ambición. Finalmente se fue, y en primavera del año pasado se convirtió en profesor de la Escuela Normal Superior de Mujeres. En septiembre, contrajo tuberculosis e ingresó en el Hospital de la Cruz Roja. Hicieron todo lo que pudieron, pero nada ayudó. El primero de febrero de este año ingresó en el reino de los muertos.

¿Me duele por él, que no pudo compilar un buen diccionario para la sociedad, o lo siento por mi vínculo con él, roto en una mañana? Ni él, ni yo ni nadie, podía pensar que moriría antes que yo. Mi viejo maestro Kawahigashi Seikei tuvo cinco hijos. Kôtô fue el tercero. La familia Takemura lo adoptó. El cuarto es Kazen, el quinto Hekigotô. Kôtô tuvo tres hijos, todos aún jóvenes.

………………………………………………..

  • Las Ferias-Exposiciones a las que Shiki hacer referencia, eran unos eventos comerciales típicos de ya entrada la Era Meiji (1868-1912) y Taishô (1912-1926), destinados a fomentar el comercio y la industria. La primera tuvo lugar en 1877.

Entrega nº 31. 12 de junio

En un libro de texto para escuelas superiores femeninas, se ha incluido un texto de Ishikawa. En él, se hace una referencia a un lugar de muy dudosa reputación de Ryogoku, llamado Yotsume-ya. De repente, se ha provocado un escándalo y se ha culpado, o al autor del libro de texto, o a los funcionarios de la Junta de Aprobación. Pero, en mi opinión, incluso habiendo grados de culpabilidad, el enfoque de la crítica elegido por los censores, señalando, bien la negligencia del autor, bien la de los funcionarios, es incorrecto. Hubiera sido mejor hacerla desde otro punto de vista. De hecho, es su ignorancia la que debe ser cuestionada. Apuesto a que probablemente, ni uno ni otros sabían qué era Yotsume-ya: por eso el primero lo mencionó en su libro de texto y por eso mismo también, los otros le dieron permiso.

Así, si es su ignorancia lo que provocó este desafortunado resultado, ¿no es más bien eso lo que se debería criticar? Hasta ahora, los especialistas en literatura nacional, o aquellos pertenecientes a los Kokugaku (estudios nacionales), solo han dedicado sus esfuerzos al estudio del Cuento de Genji o a Notas de almohada; y aun estando en tiempos modernos, solo les interesa lo de entonces. Al comienzo del Clan Tokugawa, se contentaban con despreciar a todos lo demás, rechazarlos y no prestarles atención, de modo que ocho o nueve de cada diez, ignoran por completo trescientos años de literatura. En este incidente de Yotsume-ya, su ignorancia no es muy grave en sí misma, y ​​no hay que echar más leña al fuego, pero en realidad, si vamos un poco más lejos, este episodio atestigua claramente los efectos producidos por la ausencia de cualquier investigación en la literatura en la etapa de los Tokugawa: es por eso que deseo denigrar lo más posible la incompetencia de estos especialistas de la literatura pseudo-clásica. Nos debe sorprender, en particular, la grosería de un autor de libros de texto que cita algo en su trabajo, sin siquiera comprender su significado. Los especialistas en literatura, deberían aprovechar la oportunidad de generar un riguroso examen de conciencia.

 

Notas del traductor y las fuentes

 

Ishikawa Masamochi (1753-1830), fue un erudito, estudioso de Kokugaku (escuela de filología y filosofía japonesas que se originó durante el período del shogunato Tokugawa que estudiaba principalmente a los clásicos japoneses, de la que se habla más adelante) y escritor de libros yomihon y kyôka.

– El clan Tokugawa fue uno de los clanes más poderosos de Japón. Alcanzaron el dominio de Japón durante el período Edo, en donde establecerían el shogunato Tokugawa entre 1603 y 1868.

Kyōka («salvaje» o «poesía loca») es un subgénero paródico popular la poesía japonesa tanka, con un metro pues de 5-7-5-7-7, una waka cómica. La forma floreció durante el período Edo (siglos XVII-XVIII) y alcanzó su cenit durante la era Tenmei (1781–1789). De la misma manera que los poetas en el estilo kanshi (poesía china de los poetas japoneses) escribieron poemas humorísticos kyōshi (ver más abajo), los poetas en el estilo japonés waka, compusieron poemas humorísticos en el estilo de 31 sílabas. El estudioso de la literatura japonesa Tanaka Rokuo, sugiere que el estilo se puede haber inspirado en los gishôka (笑 歌 = «verso juguetón y burlón»), una poesía escrita para leerse a los invitados de un banquete, donde se leían en una atmósfera similar a la de una barbacoa.

Kyôshi es una forma de poesía japonesa que usa caracteres chinos y fue popular entre 1770 y 1800. Los Kyôshi evitan las formas poéticas típicas, y con frecuencia incluyen expresiones humorísticas y juegos de palabras o de doble sentido. La forma está principalmente relacionada con la ya referida kyôka y con el kyôbun, una forma de escritura en prosa que también usa solo caracteres chinos, principalmente escrita por samurái y gente del pueblo (chônin).

– Las Escuelas Superiores femeninas a las que Shiki se refiere, se establecieron en Japón en 1899, y recibían niñas y jóvenes de entre 10 y 16 años.

– El lugar llamado Yotsume-ya, era un famoso negocio especializado en la venta de afrodisíacos y utensilios eróticos, y estaba ubicado en el corazón de Tokio, cerca del puente de las Dos Provincias (Ryogoku).

– Antes, desde 1886, los libros de texto requerían la aprobación oficial de la llamada Junta de Aprobación. Desde 1903, y hasta 1947, fueron redactados directamente por el ministerio.

– Los Kokugaku o «estudios nacionales», como se ha dicho anteriormente forman una corriente intelectual, floreciente en el siglo XVIII, basada en el deseo de reenfocar todos los estudios hacia los textos originarios que hablaban de la supuesta «alma japonesa», como la Crónica de las cosas antiguas (Kojiki) del siglo VIII, comentado por Motoori Norinaga, pero también el Cuento de Genji. Los estudios de literatura nacional, desarrollados a mediados de la era Meiji, a fines de la década de 1880, han mantenido una particular reverencia por esta literatura del período Heian, tratándola como una verdadera Edad de Oro. Mantenían un desprecio por las obras de cualquier otra época.

Kojiki (o Furukotofumi) es el libro histórico más antiguo que se conserva sobre la historia de Japón. Literalmente, significa «registro de cosas antiguas». Este menciona a otra compilación más vieja que se dice fue destruida por el fuego. Según el prólogo, el libro fue presentado por O no Yasumaro basándose en una historia memorizada por Hieda no Are en 712, bajo la orden de la Corte Imperial de Emperatriz Genmei. Al Kojiki le sigue el Nihonshoki.

Motoori Norinaga (1730-1801) fue un erudito japonés del Kokugaku durante la era Edo. Es probablemente el más conocido y prominente de los eruditos en esta tradición. Su estudio sobre Kojiki es muy reconocido.

– El Cuento de Genji (Genji Monogatari), generalmente traducido como Novela de Genji, Romance de Genji o Historia de Genji, es una novela clásica de la literatura japonesa, considerada por muchos como la novela más antigua de la historia, escrita alrededor del año 1000 por Murasaki Shikibu.

– El libro de la almohada (Makura no Sôshi), que puedes descargar clicando aquí, es un diario escrito por la autora japonesa Sei Shônagon, dama de la corte de la emperatriz Sadako (no confundir con la emperatriz Timei – Sadako Kujô-), hacia el año 1000, durante la era Heian. Posiblemente sea el nikki (o diario íntimo) más famoso de la literatura japonesa.

Entrega nº 30. 11 de junio

  • Sentirte acorralado y descubrir por primera vez un sentido a la vida; mientras que, a la inversa, sin haber acabado todavía con todos tus recursos, poder caer en sentirte fácilmente en peligro de muerte.
  • Aquí vive alguien que sabe de pesca. Solo con ver la foto de un curso de agua, él podría sentenciar: «En este río seguramente hay ayus».
  • Esta casa ilustre, desde el tiempo del “gobierno de los campamentos”, tiene, lógicamente, una fortuna en proporción a su rango. Pero eso sí, en el desayuno solo comemos sopa de miso y verduras saladas. Cuando le preguntamos por ello a quien cocina, él responde: «Aunque a mí también hay cosas que me agradarían más, no debemos cambiar las viejas costumbres”.
  • Aquí vive alguien que no usa un mosquitero, ni tan siquiera cuando los mosquitos se lo están comiendo vivo. Ella le dice: «Duerme con una lámpara que ilumine solo lo necesario».

 

Notas del traductor y las fuentes

  • Shiki ya comentaba en su primera entrega, la sensación de estar acorralado y sin embargo, querer buscar el sentido de la vida.
  • En las entregas quinta y 29ª, Shiki ya habló de gente que pesca.
  • Con “el gobierno de campamentos”, Shiki hace referencia a un gobierno muy militarizado: se refiere al bakufu o gobierno del shogun Tokugawa. El shogunato Tokugawa, también conocido como shogunato Edo, bakufu Tokugawa o, por su nombre original en japonés, bakufu Edo, fue el tercer y último shogunato​ que ostentó el poder en todo Japón; los dos anteriores fueron el shogunato Kamakura y el shogunato Ashikaga
  • Shiki dedicó toda la entrega del 1 de julio de 1901 de su texto Gyōga Manroku (Notas perdidas y escritas tumbado de espaldas) a las dificultades que representan los mosquitos para un paciente como él. Recordemos que en los últimos años de su vida, Shiki, postrado por su enfermedad, escribió 3 libros-diarios: “Una gota de tinta”, el referido “Notas perdidas y escritas tumbado de espaldas”, y por último, este texto de “Una cama de enfermo de seis pies de largo”.