Décimo día. 22 de mayo

(mayo sigue siendo duro para Shiki. No hay entrega el 19, 20 y 21 de mayo)

Nota del traductor: En las entregas 10, 11 y 12, Shiki describe unos dibujos. A fin de que quien lee pueda observar lo mismo que hace más de 110 años observaba Shiki cuando escribía, se han buscado y localizado esos dibujos, y, excepcionalmente, se han insertado en los textos.

– Volvamos a los cuadernos de pintura de Nangaku y Bunpô que ya mencioné hace unas entregas. Traté allí de comparar sus respectivos méritos, pero fui criticado, con el pretexto de que algunos dibujos de Bunpô, teniendo algo de vulgar, no tienen nada que ver con los de Nangaku. Como no he visto otros trabajos de Nangaku, ni tampoco ninguno de gran formato, es difícil para mí decir claramente cuál de ellos es el mejor, pero es obvio que las obras de Bunpô muestran una imaginación mucho más rica y poseen un encanto mucho más sutil: uno puede juzgar fácilmente hojeando este libro. Sin embargo, es cierto que las obras de Nangaku muestran también una gran habilidad en la composición, la organización general y el manejo del pincel, y no hay necesidad de tratarlos con condescendencia. Es por esto que me permitiré más adelante dar mi decisión final, y yo tal vez debería contenerme al apreciar las obras de Bunpô recogidas en este catálogo, ya que está compuesto en principio por los dibujos que acompañan los poemas del viaje de Yosai, y por tanto su concepción general depende de ello, pero, sin embargo, al no estar aquí esos poemas, carezco de cierta información importante.

Lo que aparece en estos dibujos de viaje, probablemente se encuentre en la Gran Ruta del Mar del Este (Tôkai-do), que conecta a Edo con Kioto. En el cuaderno, como las imágenes que representan un concurso se dividen en dos campos, los dibujos de Nangaku siempre están puestos en el campo de la izquierda, y los de Bunpô a la derecha.

Comencemos con el primer dibujo a la derecha, que es pues de Bunpô: tres barcos pasan en primer plano y, en la distancia, cerca del horizonte, podemos adivinar un velero. Aparte de eso, ni montaña, ni tierra, ni isla … nada. La idea en sí misma ya es interesante. De hecho, no es una composición común haber puesto en primer plano la más grande de las tres embarcaciones, con una estructura de junco; y haber colocado un poco más atrás la que lleva a unos veinte pasajeros, acurrucados uno contra el otro. Un pintor ordinario necesariamente habría representado este barco con pasajeros más cerca, más o menos, al frente y centro de la imagen.

La segunda imagen a la derecha es la de una posada, tal vez el lugar de uno de los relevos, un sitio de parada en la Gran Ruta. En cualquier caso, ahí uno no se espera a ningún personaje trascendente. Tres hombres están representados. Uno de ellos rocía agua en el suelo frente a la puerta. Los otros dos tienden una cortina. Uno de ellos, en la parte inferior, sostiene un extremo de la tela; el otro, montado en una escalera, se cuelga en un lugar alto. Al pie de la escalera, unas sandalias, una escoba, un pequeño taburete y un recogedor de basura con suciedad. Estas son cosas muy pequeñas. ¿Y cuántas pinceladas tomó en total? Muy pocas. Parece que no tomó más de dos minutos para dibujar todo, y eso, no se puede lograr con métodos ordinarios.

La tercera imagen a la derecha representa un cruce: en medio de olas bastante grandes, dos “pasadores de gente” llevan a los pasajeros sobre sus hombros. Además, dibujando solo las olas y los hombres, sin nada de tierra, el pintor encuentra la manera para mostrar el río con fuerza, y desde ese punto de vista esta imagen se parece a la anterior con los tres barcos. Uno de los dos “pasadores de gente” se dibuja en un lado, el otro, detrás. Estas variaciones de formas son interesantes, pero tienes que ver realmente bien la imagen para entenderla.

Como no interpreto bien lo que representa la cuarta imagen de la derecha, me abstengo de comentar sobre ella.

La quinta imagen de la derecha se dibuja con un pincel rápido, bastante a su manera y, aunque es muy pequeña, sin embargo, se basa en un diseño extremadamente complejo. En el frente se dibuja una pequeña casa de dos metros sobre tres, con un letrero donde está escrito: moño y tonsura en media luna, por 16 mon. A través de la ventana lateral, vemos a un hombre rasurando a un guerrero bigotudo. Debajo de esta ventana, una escoba, y en el piso, junto a ella, algo así como un balde y una cubeta. Si suponemos que la ventana de la que acabo de hablar está girada hacia el este, entonces el lado contiguo, orientado hacia el norte, está ocupado casi en su totalidad por una gran pared, en cuya parte superior se abre una pequeña ventana, donde puso una maceta que debe ser una especie de campo de arroz en miniatura. Al lado de esta ventana rampa un gecko. El techo está cubierto de tejas, con algunos guijarros. Esta casa ocupa la mayor parte del frente del dibujo y está construida sobre un pequeño muro de piedra. Como esta pared tiene vista a un pequeño arroyo, en la parte de atrás vemos un pedazo de puente. Por lo tanto, si proporciona una descripción general de los lugares, debe ser un puesto de peluquería ubicado al final de un puente que cruza un río.

No solo es extremadamente atractivo, sino que solo Bunpô representa con un pincel todo un conjunto de detalles, tanto la ubicación de la casa como su estructura, sin olvidar nada. Él realmente tiene un talento increíble.

En la sexta imagen a la derecha, un guerrero tira de un caballo por el medio de una llanura con juncos chinos. De nuevo, no hay nada aparte de estas grandes hierbas, ni árbol ni dique; además, estas hierbas están más dispersas por abajo y más densas por arriba, de modo que la llanura parece vasta, siniestra y ligeramente ascendente. El guerrero y el caballo ocupan el centro de la imagen, un poco hacia arriba. No entiendo exactamente lo que representa este dibujo, pero como el caballo tiene una banda ventral y no está ensillado, uno puede preguntarse si no se trata de un caballo salvaje que un guerrero busca domesticar.

Es interesante el hecho de que él sea un guerrero, y no un palafrenero (se nota en el moño, la ropa y la espada), y también que muestra claramente la actitud brusca del caballo, asustado por el viento entre la hierba alta.

 

        … notas de las fuentes y comentarios propios

  • En la entrada del sexto día, ya hablamos de Watanabe Nangaku (1767-1813), que fue un pintor japonés, nacido en Kyoto; estudiante de Maruyama Masataka (Ōkyo); introdujo el estilo Maruyama-Shijo en Edo, donde enseñó; y de Kawamura Bunpô (1779-1821), que fue un grabador japonés del período Edo , un especialista en ukiyo-e.
  • También decíamos: “El álbum del Concurso Takurabe gafu que miraban Shiki y Kyoshi, bajo el título hoy de “Concurso de poemas locos escritos en los caminos de la costa (Kaidô kyôka awase)”, tiene dos volúmenes, incluye poemas de Yosai e ilustraciones de Watanabe Nangaku y Kawamura Bunpô. Las ilustraciones versan sobre dieciocho temas poéticos, de uno en uno, representados por cada uno de los dos artistas como si de una competición se tratara. Es una delicia, muy recomendable, y puedes verlo pinchando aquí”.
  • Shiki, comenta esos dieciocho temas de los 18 dibujos, y aquí en esta entrega, comenta los 6 (5 realmente) primeros de Bunpô que pueden observarse en el libro 2. En la siguiente entrega comenta otros 6 y en la siguiente los 6 restantes. Hemos podido localizar dichos dibujos, y se han insertado en el texto. Si alguien quisiera encontrarlos directamente en el cuaderno escaneado, pasamos a ubicarlos concretamente sobre dicho libro, que puede verse en línea o descargar directamente pinchando aquí.
  • Así, el primer dibujo que comenta Shiki, con tres barcos, puede verse en página 5 del documento referido.
  • El segundo dibujo que comenta Shiki, sobre una posada con tres hombres, puede verse en la página 7.
  • El tercer dibujo, de los contrabandistas cruzando el río cargando a otras personas, puede verse en la página 9.
  • El cuarto dibujo Shiki rehúsa a comentarlo al no apreciar el tema con claridad (página 11). Es este:
  • El quinto, de una barbería con un «gecko» en la pared, está en la página 13 del documento.
  • Y el sexto, en el que un guerrero sujeta un caballo entre las hierbas, está en la página 15.
  • En las páginas pares del pdf, pueden observarse las obras de Nangaku.
  • El traductor al francés, Lozerand, refiere la complejidad de la traducción de términos pictóricos del japonés que son muy técnicos y que finalmente traduce como: fuchi (composición) que significa la disposición de los diferentes elementos, kekkô (organización del conjunto) para la disposición, la estructura y fudetsuki (manejo del pincel) la forma de escribir o dibujar. De igual modo, ha traducido Shukô (un término fundamental de la estética de la época Edo que designa la idea original) como un truco particular con el que se trata un tema que puede ser reconocido.
  • Lo que se traduce como “pasadores de gente”, eran personas fuertes que ayudaban por unas monedas a otros viajeros más débiles a cruzar los ríos. Su labor era la de un barquero, pero vadeando el río con personas sobre sus espaldas. En ellos se vive, en parte, el mito de Caronte. Los había ocasionales, como meras personas que ante una circunstancia prestaban su ayuda puntual y solidaria, de donde surgió el conocido cuento zen de “dos monjes y una mujer”.
  • Yosai es uno de los pseudónimos del famoso escritor Ueda Akinari o Ueda Shûsei (1734-1809), autor de los reconocidos “Cuentos de luna y lluvia (Ugetsu monogatari)” y “Cuentos de lluvia de primavera (Harusame monogatari)”. Por otro lado, podemos ver los cuatro tomos originales en japonés del libro que Shiki refiere de Yosai –“Concurso de poemas locos sobre la Ruta de los Mares (Kaidô kyôka awase)”- en línea pinchando aquí. Por lo que Shiki comenta en la entrega, parece que no disponía del primer volumen.
  • Edo (estuario), ​ es el nombre que tuvo Tokio hasta 1868, año de la restauración Meiji.
  • El famoso Tôkai-dô, (Camino del Mar del Este), supuso un camino trascendental en la vida de Matsuo Bashô. Fue la más importante de las Cinco Rutas del Período Edo, conectando Edo (hoy en día Tokio) hasta Kioto, en Japón. A diferencia de la interior y menos transitada Nakasen-dō, Tôkai-dô transcurría a lo largo de la costa del mar del este de Honshu, de ahí el nombre de la ruta. Viajar a lo largo del Tokaido, fue un tema muy popular en el arte y la literatura de la época.
  • El reconocido artista Hiroshige -autor de Cien famosas vistas de Edo (Meisho Edo hyakkei, 1856-1858)-, representó cada una de las 53 estaciones de descanso (shukuba) de Tokaido en su obra “Las Cincuenta y Tres Estaciones de Tokai-dô”.
  • En cada una de las cincuenta y tres etapas que marcaron la Gran Ruta, se estableció un relevo para los viajeros y sus caballos. Una de ellas, es la que está representada en los dibujos que Shiki refiere.
  • El Mon fue la moneda de Japón desde el periodo Muromachi en 1336, hasta el periodo Meiji temprano en 1870. Co-circuló con el nuevo yen hasta 1891. El Kanji para mon es 文.
  • Un gecko es una lagarto propio de tierras cálidas. Se caracterizan porque no tienen párpados y se lamen los ojos para mantenerlos húmedos.
  • Los “juncos chinos” que aparecen en el dibujo aludido del guerrero y el caballo, parecen ser el Miscanthus Sinensis, llamado también «hierbas de pampa, susuki, suzuki y hierba de plata japonesa”.
  • La haijin Nishiguchi Sachiko (1925-) escribió:                                            suzuki en flor / la esposa, con veinte años, / y desaparecida.
  • Un palafrenero, según la RAE, es un criado que lleva del freno el caballo o sencillamente un mozo de caballos, muy numerosos por aquellos tiempos en Japón.