fotohaikuerdh@gmail.com
Unos ejemplos:
Hola a tod@s, Haijin@s del Mundo:
A petición de los administradores del Foro y la Revista Digital del “Rincón del Haiku”, nos complace anunciar que los haijines Xaro Ortolá y Paco Ayala intentaremos coordinar esta sección de Foto–Haiku de la forma más honorable posible.
Introduciremos, siempre que sea posible, comentarios, enseñanzas o algún pequeño debate de l@s Maestr@s y compañer@s para enriquecer nuestras percepciones.
Comenzaremos esta sección con algún Foto-Haiku de nuestra autoría.
Para abordar el tema de forma sencilla os comentamos que en el llamado Foto-Haiku moderno (citaremos como ejemplo actual las fotos de Kotori y de momiji) estas fotos, dibujos… no son más que las Haigas de los Maestros antiguos, donde se pintaba el Aware del Haiku con pincel y tinta sobre papel de arroz. Podemos admirar, por ejemplo, las maravillosas Haigas del Maestro Yosa Buson (S.XVIII).
Ahora con cámaras, móviles y sensibilidad, es fácil para nosotros poder captar ese preciado “Momento Haiku”.
Esperamos vuestra entusiasta y prolífica participación. Será una maravillosa experiencia de disfrute y aprendizaje en áreas, fotografía y palabra, tan distintas como complementarias.
Deseamos que esta sección sea de vuestro agrado, que con cariño compilaremos para tod@s l@s que amamos el Haiku-Dō.
¡¡¡Qué los vientos de la Inspiración nos guíen a buen puerto!!!
Gracias.
Agosto, 2025
Invierno
Córdoba, Argentina
Un hallazgo inútil
I
De estos años intentado descifrar algunos haikus, llegué a muchas conclusiones y formulé muchas ideas. Algunas menos interesantes que otras, pero algunas. Esas exploraciones que respondían a la obligación descriptiva que organiza el trabajo de investigación. Estas exploraciones dejaban un amplio muestrario de comentarios, muchas veces como anotaciones al margen de una traducción. En el amplio blanco que enmarca el haiku que divide la página, me permití anotar coincidencias extrañas o hallazgos inútiles. Tal vez el siguiente tan solo delate mi entusiasmo por las posibilidades de unir lo inédito del haiku, mis fantasías marginales. Con ella no quiero llegar a ninguna conclusión, quiero habilitar otro tejido de pensamiento. En ese tejido el haiku desborda su naturaleza de objeto literario volviéndose una especie de artilugio para ahondar en reflexiones atravesadas por la multiplicación de los significantes.
II
En 1904 Argentina y Chile se encuentran en medio de conflicto de demarcación de los límites de cierta zona austral de la Patagonia, residencia de grandes valles y glaciares. Hasta 1881, el “Tratado de límites” habían tenido a la cordillera de lo Andes como límite natural entre los países. Sin embargo, un problema de interpretación de la enunciado ““la línea fronteriza seguiría las altas cumbres que dividen las aguas (divortium aquarum)” y su ajuste con la falta de coincidencia cumbres y aguas etre los paralelos 40° y 52° donde los picos mas altos y las aguas no coincidían derivaron en un enfrentamiento ocasionado por el enigma constitutivo del lengua: el malentendido.
Algunos enfrentamientos entre patrullas militares y equipos de exploración de ambos países (conformados por indígenas, criollos, ingenieros) conllevaban distintas amenazas como el levantamiento de banderas en territorios imprecisos o la construcción de mojones de piedra, hechos que constituyeron explicitas provocaciones al país vecino.
Aunque respectivas prensas nacionales alentaban el conflicto armado, ambos países en revisión e sus presupuestos nacionales para redirigirlos a la preparación y reparación de las fuerzas marciales solicitan la intervención diplomática internacional de Reino Unido para resolver el conflicto, lo cual derivo en un acuerdo en un fallo arbitral en 1902 donde se estableció un límite fronterizo en base a un una combinación divisoria de aguas y las cumbres más altas. Pero la participación inglesa no terminará allí y un poco vuelve a redirigir la cámara de nuestra historia.
Ante la posibilidad de iniciar un conflicto armado, Argentina y Chile fueron compradores de una serie de busques fabricados en costas italianas preparándose para ese conflicto armado. Los cuales con la firma del tratado de 1902, una de las condiciones era el abandono de la formación militar por lo cual los buques Bernardino Rivadavia y su gemelo Mariano Moreno, encallados en las costas italianas estuvieron a la deriva quieta del destino que les dieran sus dueños latinoamericano.
A comienzos del siglo XX, Japón se encontraba en plena expansión de la flota imperial para enfrentar la inminente guerra ruso-japonesa. Empujado por su ambición de poder marítimo, Japón adquirió los dos acorazados argentinos, rebautizados con dos nombres que delatan el soplo estéticos que toca todo lo que se erige japonés en el mundo: Kasuga y Nisshin. Ambos pasaron a integrar en 1904 la recién conformada clase Kasuga, desempeñando un papel crucial como buques de defensa. Su historia se entrelaza con la del capitán argentino Manuel Domecq García, quien había presidido la comisión encargada de supervisar la construcción de estos acorazados en Génova. Ya bajo bandera japonesa, en 1904 García fue designado observador militar en la guerra ruso-japonesa, presenciando de primera mano el bautismo de fuego de los antiguos navíos argentinos: el ocaso de los emblemáticos nombres de proceres argentinos dejaba lugar a los nacientes defensores que se presentan como delicadas atmosferas para defender las costas de tierras futuras por conquistas.
III
Como si hubieran doblado un planisferio por la mitad, aquellos nombres consonánticos, fácilmente reproducibles en nuestro idioma, poco nos explican sobre la extraña coincidencia de que una batalla naval se librara bajo dos kigo presentes en innumerables haikus. Nisshin, 日進el “progreso”, y Kasuga, “un día de primavera”. Podría parecer una salida fácil suponer que la sensibilidad estacional alcanza incluso los frentes de batalla. Un deseo de conquista y defensa se esconde detrás de nombres de evocaciones de paisajes que delatan el matices. En la entrada del saijiki, encontramos que kasuga o haru no hi evoca una atmósfera primaveral, cuando el brillo del sol devuelve el color a las cosas enfriadas por el invierno.
春の日を音せで暮る簾かな
haru no hi wo oto sede kuru sudare kana
Sin ruido atardece un día de primavera tras las cortina de bambú.
Kaya Shirao
Hay un mutismo compartido entre el acorazado y el silencio de primavera. La brisa primaveral apenas mueve la sombra de las cosas pese al brillo de una luz que invade cada rincón del paisaje. Así también, esos barcos de defensa encallados en costas tranquilas parecen cabizbajos en noches de marea alta, cuando resguardan sus fuerzas para volverse un gigante imperceptible al borde de ataque. Algo de la quietud y del silencio de los grandes barcos cruzando ríos y mares, ese silencio del deslizamiento con el silencio del sol en el día de primavera, parece coincidir en este hallazgo inútil.
西山の山寺にあり春
En el templo de la montaña
en Nishiyama,
ha llegado la primavera.
Shiki
Obras completas pp. 77
Hay en kasuga algo imbricado en la estación y en la escritura, una vibración que no depende de la pronunciación ni del fonetismo, sino de una constelación de asociaciones que se solapan. Un atlas de imágenes se abre en la piel, en los oídos, en la sinestesia. Primero la mirada se levanta: la primavera licenciosa se revela en el templo de Nishiyama, donde el sol entibia las cosas con un silencio apacible. Luego la escena se desplaza al litoral: en un día semejante, quien se acerque a la costa puede descubrir la magnitud del acorazado, gigante inmóvil, como si la misma primavera devenga cuerpo de hierro y acero. Entre el kigo y el navío, entre la fugacidad y la monumentalidad, resuena la misma palabra, kasuga.
-.-
Septiembre, 2025
Invierno
Córdoba, Argentina
Traducción abierta de un texto de Shiki.
Relato del pequeño jardín
Masaoka Shiki
Tengo un pequeño jardín de veinte tsubo. Como está ubicado al sur de la casa tiene como telón de fondo los cedros de parque Ueno. Gracias a que mi barrio es un suburbio deshabitado, el azul del cielo es mucho más amplio y, desde aquí, puedo disfrutar del deambular de las nubes y las aves. Cuando me mudé, el jardín parecía un cementerio de bambusal. No había ni césped ni un árbol. Tiempo después el dueño de la casa plantó tres pinos y le devolvió un poco de dignidad. Yo sumé algunos esquejes de rosas que una vecina me había regalado. Muchas veces me sorprendí adorando las cuatro o cinco flores que brotaron. Al año siguiente tuve que cubrir la presencia del ejército en Kinzhou pero el viaje se prolongó porque me enfermé y quedé internado en Kobe. Cuando volví a mi hogar a finales de otoño, el jardín estaba más desolado que la primera vez. Solo un par de crisantemos blancos torcidos crecían desor-denadamente. Mientras lo miraba en silencio un sinfín de emociones se amontonaban en mi pecho. Aunque todavía me sentía débil, me abrumó la alegría de regresar con vida. Sin pensarlo comencé a tararear san kei shū kō.[1] La sencillez de este jardín y sus flores me conmovieron en lo mas profundo. A medida que mi enfermedad empeoraba ya no podía salir de casa. El jardín se convirtió en mi mundo. Sus flores mi única inspiración. Ese pequeño espacio y sus pocas flores me han hecho olvidar que estoy agonizando en la celda personal que es mi habitación.
Al año siguiente, cuando la primavera empezaba a sentirse y el canto de los pájaros llenaban el aire, abrí la ventana de mi habitación y me arrastré hasta el jardín para que mis párpados se entibiaran. Las plantas y los árboles habían revitalizado ese espacio tan pequeño como la palma de una mano. A pesar de que la brisa fresca se filtraba por los agujeros de mi ropa, me sentí increíblemente cómodo. Había brotado un arbusto de hagi que mi vecina me había obsequiado el año anterior. Había crecido lo suficiente para ofrecerme una variedad de verdes y rojos que anticipaban la llegada del otoño. Pasé muchos días enfrascando en el movimiento de los sombras del árbol de shii.[2] Así, me pasaba los días en un estado de contemplación mezclado con cansancio.
Aunque el invierno y mi enfermedad me quitaban las fuerzas, frente a ese pequeño jardín me sentía como un recién nacido. Era como si me ofreciera la oportunidad de una nueva vida, de crecer sano junto a los brotes de hagi. A veces aparecía una mariposa, cuyo simple revoloteo bastaba para elevar mi espíritu. Sentía que mi alma se movía con su misma ligereza, persiguiendo el aroma de las flores y descansando sobre sus brotes. Luego la mariposa volaba cerca de los cedros, se paseaba por el jardín vecino y, al regresar, se entretejía entre las ramas de los pinos y el estanque. Cuando ella desaparecía me quedaba sumido en mis pensamientos hasta incomodarme. El calor de la fiebre subía y volvía a acurrucarme debajo de las sábanas. Allí entre el sueño y la ilusión, me encontraba en un vasto e infinito campo donde volaba arrebatado junto a una mariposa que exploraba el tejado de mi vecino. Mientras volábamos, más mariposas aparecían. Cuando me tomaba un instante para observarlas descubría que todas ellas eran pequeñas divinidades, hijos e hijas de los dioses. Al compás de una música que resonaba en el cielo, las mariposas bailaban y alzaban en vuelo. Yo, por no quedarme atrás, sin temer a los espinos ni a las zarzas, los pisoteaba y los saltaba, hasta que, al intentar cruzar un arroyo caía a mi despertar: empapado en sudor, con el piyama completamente mojado, y con la fiebre, quizá, ya por encima de los treinta y nueve grados.
Pasado el mejor momento de los lotos y con el hototogitsu resonando en el cielo, las rosas florecieron en abundancia. Aunque su colorido no carece de encanto, la veredera belleza de mi jardín residía en el otoño del hagi y el susuki. Este verano el hagi extendió su ramas y tuvo un crecimiento robusto. Las hojas amarillentas del año pasado han dado paso a un verdor profundo. Cuando hay sol pido que me acerquen una silla hasta él para recoger pequeño insectos de los brotes. Desde finales de agosto, campanitas (kikyō) y clavelinas (nadeshiko) mostraron sus frutos y las flores de la mañana (asagao) escanseaban, pero los hagi florecían de uno a dos capullos a la vez. Contaba con los dedos los capullos conteniendo la emoción: si hoy eran dos, mañana serian cuatro, al día siguiente ocho, luego diez, hasta que algún día serían mil. Sin embargo, tras una noche de tifón me desperté inquieto. Escuché ruidos en el jardín, me arrastré hasta allí para saber que sucedía. Me dijeron que el viento había roto las ramas del hagi que tanto se había esforzado por crecer en verano. Sentí que se me hundía el corazón. No había nada que hacer. Si lo hubiese sabido hubiera apuntalado las ramas con bastones, pero ya era tarde para arrepentirse. El viento del tifon del año pasado había volado las tejas del techo, pero no había hecho tanto daño como este que destrozo la voluntad de los tréboles. Aquel día el cielo estaba tan despejado que dejaba sentir el frescor del otoño. Pedí que me acercaran una silla y un balde con agua al jardín para limpiar el barro de las ramas que aún seguían en pie. Sólo logre que me duelan las piernas. Finalmente las ramas se pudrieron sin florecer. Nuevamente, el pequeño jardín quedo desolado, solo me quedaban los pinos y algunas hierbas.
La primavera pasada, luego equinoccio, Ogai me envío varios paquetes de semillas. Las planté de inmediato, pero apenas crecieron unas zinnias. Me desilusione por completo porque de verdad quería tener unas celosías. Cuando llegó el verano, sucedió algo muy extraño. Un brote apareció en la zona donde había sembrado las celosías. Lo até delicadamente a un bambú y lo cuidé con esmero. A medida que crecía podía verse el rojo de las primera hojas de celosía. Estaba encantado. Desmalecé toda esa zona y cuando alcanzó más de 30 centímetros, el viento del tifón volvió. Aunque las ramas de hagi volvieron a romperse, esta solo se torció un poco. La enderecé y volví a atarlo al bambú. Ahora tiene casi medio metro. Aunque delgada y tambaleante, su rojo ardiente es hermoso. Días después del tifón, mis vecino del frente me regalaron unos plantines de celosías para acompañar la mía. Tiempo después, muy temprano en la mañana, tocaron la puerta trasera. Era Fusetsu llevando una gran celosía en los brazos. Bajo suave lluvia de mañana la plantó y se fue. El contraste entre el brillo de las hojas de las celosías con las ramas de hagi desnudas creaba una escena de profunda melancolía. Aquella anciana vecina que me había ayudado a crear este pequeño paraíso regalándome rosas se mudó. Poco antes del otoño, supe que había fallecido.
Un jardín pequeño, atestado de hierbas y flores.
Octubre 1898, en Hototogistsu
Bibliografía
Masaoka, S. (1999). Ensayos sobre los nombres de las flores, vol. 9: Flores de septiembre (H. Kadota, Transcripción; S. Kobayashi, Corrección). Sakuhinsha. (Obra original publicada en 1898 en Hototogisu; recogida en Obras completas de Shiki, vol. 12 – Ensayos II, Kōdansha, 1975). Disponible en Aozora Bunko: https://www.aozora.gr.jp/cards/000305/files/42170_12291.html
Notas:
[1] 「三逕就荒」 (San-kei shū-kō): alude a un verso de un poema chino clásico, evocando jardines abandonados y la nostalgia de lo efímero.
[2] El árbol de shii es un tipo de roble.
CONSTRUIR
Por la mañana
También las piedrecitas
Tienen su sombra.
DECONSTRUIR
Octavio Paz, el gran poeta mexicano que cultivó el arte del haiku, decía que las cosas se esconden en la sombra de sus nombres. Asunto de calado filosófico. La relación entre la “cosa” y el “nombre” ha sido una cuestión omnipresente en la metafísica, alguna corriente de la cual, como el nominalismo del Medievo europeo, negaba la existencia de la realidad –de los conceptos, de las cosas, de los llamados “universales”– fuera de sus nombres. ¡Los nominalistas eran haijines sin saberlo! Y es que la mente del haijin, cuando se asoma al Inconsciente con su intuición, desnuda a las cosas no solo de sus nombres, sino hasta de la sombra, del ropaje de los nombres. La herramienta para hacerlo es su impersonalidad. Cuando el haijin se despoja de su yo o de su intelecto, la cosa –el objeto, la sensación expresada– se muestra vacía de la codificación de la semántica. Como una mariposa que, libre y feliz, sale volando, libre de las ataduras de la relación significante-significado. La claves es eso: la impersonalidad, la vaciedad del yo, el no agente personal de la acción del poema.
En la lengua japonesa, en donde no se marcan la persona o agente de la acción verbal porque no hay desinencias personales en los verbos, es relativamente fácil ser impersonal cuando se compone un haiku. En las lenguas occidentales no lo es tanto. Voy a demostrar esto con un prodigioso haiku de Issa Kobayashi.
Nani mo nai ga
Kokoro yasusa yo
Suzushisa yo
Nani mo nai ga no quiere decir exactamente «no tengo nada», sino «no hay nada» lo cual es diferente aunque la acción de no tener se aplique a uno mismo. En la expresión japonesa no hay verbo alguno que nos permita inventarnos el verbo «tener» en primera persona. Una traducción aproximada que respetara esta impersonalidad del primer verso del original sería usando el verbo «tener» en infinitivo, por ejemplo:
Sin tener nada,
Solo paz en el alma
Y frescor de la brisa.
El admirado maestro Fernando Rodríguez Izquierdo personaliza la acción de «tener» enfatizándola además con el pronombre «yo» , y lo versiona así:
Yo nada tengo,
Pero gozo de calma
Y del frescor.
Con esto de la impersonalidad del haijin no he me apartado sin razón del tema de la sombra de los nombres, de la sombra de las piedrecitas, por volver a mi haiku de este mes. Antes bien, la sombra de esas insignificantes piedras –acompaño fotografía– advertida en el suelo de hormigón, durante un paseo muy mañanero realizado hace unos pocos días, la produce un agente impersonal no mencionado en el verso: un rayo de sol.
Es, por tanto, un haiku impersonal. El haijin es solo la cámara que fotografía el instante. Un instante, me pareció, de grandiosidad cósmica. El testimonio poético de que una cosa inorgánica, en el lenguaje humano, como una pequeña piedra, posee el mismo derecho que cualquier persona u objeto grande –como un árbol o una montaña– a tener su sombra, a tener un nombre. Pero no lo tiene, aunque tenga sombra, y esto le llamó la atención al haijin. La piedrecita sin nombre pasó, entonces, a formar parte con todo derecho del engranaje de la realidad cósmica en la cual las cosas existen aun sin nombre. Todo ellos gracias a su sombra. La sombra creada por el sol naciente. La sombra que oculta el nombre de cada una de esas piedrecitas del camino, que, no por carecer del nombre, son menos cosa.
GALLINÁCEAS
(Septiembre)
Canta un gallo, mil gallos.
Amanece.
Luz tan cacareada
pocas veces se ha visto.
¿Qué traerá este día así anunciado
con clarines más vivos que sus llamas?
Ángel González (Alba en Cazorla)
Quién no ha escuchado en un pueblo cualquiera el canto del gallo al amanecer. En el mundo rural, éste forma parte del paisaje sonoro cotidiano.
tori no ne no tonari mo toshî yoru no yuki
Un gallo canta
cerca pero lejano
Noche de nieve
Kagami Shikô
Gallos, gallinas, pavos, faisanes, perdices, codornices, urogallos, pavos reales, chachalacas, paujiles… Son aves en general de patas robustas y alas cortas redondeadas, la mayoría no voladoras o de vuelo escaso. Su pico es corto, ancho y fuerte para poder alimentarse preferentemente de grano, aunque también de semillas, insectos y algunos frutos.
miwatori no oyako hiki an ochibo kana
Gallinas y pollitos
picotean juntos
los granos de arroz suelto.
Masaoka Shiki
Cielo de abril
hacia el mismo surco
todas las gallinas
Idalberto Tamayo
Criadas en granjas o silvestres, se encuentran distribuidas por todo el planeta. Son aves vinculadas históricamente a las migraciones humanas. Antes del primer milenio a. de C. no había pollos ni gallinas en Europa Occidental. En su lugar de origen, el sudeste asiático y el oeste de la India, se retrasa su domesticación, relacionándose ésta con el cultivo del arroz.
Se oye un gallo…
el plumón va y viene
en el traspatio
Ana López Navajas
Aire de lluvia
Picoteando un huevo
la bataraza*
*Bataraza: gallina de plumaje gris con pintas y manchas blancas.
Rodolfo Langer
Se crían en su mayoría para la producción de carne y huevos o con fines cinegéticos. (Las codornices se enfrentan a un riesgo alto de extinción en estado silvestre. Los faisanes son criados exclusivamente para la caza.)
Chirriar de cigarras-
En silencio el vecino
despluma un gallo.
Pilar Carmona (Piluca)
En el cubo de agua
sumerge a la gallina clueca
Aire frío
Idalberto Tamayo
Pollo al curry,
el viento de abril
en la ventana
Isabel Rodríguez (Isa)
Pero será el canto, que habla de lo cotidiano en esa vida sencilla del mundo rural, el que atraiga en mayor medida la atención de los poetas.
El gallo rojo
engulle una hebra de apio
y luego…¡canta!
María Victoria Porras (Mavi)
Sol de la tarde,
va espaciando sus cantos
el gallo afónico.
Anna María Santolaria (Estela)
kiji naku ya kumo sakete yama arawaruru
El canto de un faisán:
las nubes se abren
y aparecen las montañas
Masaoka Shiki
desvainando arvejas
junto a mi madre;
el gallo canta también…
Mirta Gili
Toda la tarde
han cantado los gallos-
Cae el azahar.
María Victoria Porras (Mavi)
Cesta de yarey*
Alrededor de la abuela
cacarean las gallinas
*Cuba: Palmera de cuyas hojas se hacen diversos útiles tejidos.
Idalberto Tamayo
Sendero angosto
rompe el silencio el canto
de la perdiz.
Idalberto Tamayo
junto al brasero
la niña imita el piar
de los pollitos
María Rosario Ortolá (Destellos/Xaro La)
El gallo, ese altanero que impera en los corrales, es el arquetipo de ave radiante por excelencia. Su simbolismo está relacionado con su comportamiento natural más evidente: el canto al amanecer. En la India es el atributo del dios Skanda, personificación de la energía solar. En Japón, su canto está asociado a Amaterasu, diosa del Sol. En el islam, goza de una veneración absoluta y con su canto se señala la presencia del ángel. En el cristianismo, , la iglesia lo incorpora y utiliza con frecuencia. (Misa del gallo, Pedro y las tres veces que canta el gallo, la figura del gallo en cimborrios y torres de iglesias para alejar el mal…)
niebla matinal…
escarba en la hojarasca
un gallo rojo
María Rosario Ortolá (Destellos/Xaro La)
Canta un zorzal
en la cola del gallo
de la veleta
Jorge Braulio
el gallo huido
canta bajo la luna…
setas de chopo
María Rosario Ortolá (Destellos/Xaro La)
Criarse entre gallinas, escuchar su cloqueo, percibir el olor de sus plumas, en las manos el calor de los huevos…Gallinas, gallos, pavos, perdices o faisanes, el mundo rural cercano lo reflejan poemas, relatos, cuentos, y en el caso que nos ocupa, haijines atentos. Por muchos años.
kiku arete niwatori nerau itachi kana
En los crisantemos marchitos,
una comadreja
¡acechando a las gallinas!
Masaoka Shiki
harukaze ni o o hirogetaru kujaku kana
Con la brisa de primavera
extendiendo su cola
¡el pavo real!
Masaoka Shiki
camino a casa
comiendo higos* tintos
que picaron las perdices
*Higo, breva: fruto de la higuera.
Félix Arce (Momiji)
Se encrespa el gallo,
con su aleteo avienta
plumas caídas.
Juan Francisco Pérez (Raijo)
Se abren las nubes.
Una gallina incuba
huevos de oca
María Ángeles Millán (Hikari)
osoki hi ya kiji no oriiru hasino ne
el día
navega lentamente
faisanes
posando sobre el puente
Yosa Buson
Lluvia menuda;
se acurruca un pollito
bajo el rosal.
Roberto Miguel Escaño (Escaño)
els paons escuats
groguegen els til-lers
en la roureda
los pavos sin cola
amarillean los tilos
en el robledal
Joan Antón Mencos (mencs6)
kiji tatte hito odorokasu karena kana
Sobre el páramo marchito,
el sobresalto
por el vuelo de un faisán
Kobayashi Issa
También el viejo
sonríe ante la cola
del pavo real
Jordi Doce
Luz otoñal-
Una perdiz volando
sobre la viña
Gorka Arellano
kijinaku ya nosu no suso yama i emo nashi
El canto de un faisán:
al pie de los montes Nasu
ni una casa
Masaoka Shiki
niwatori no koe ni shigururu ushiya kana
Un gallo canta
Cae la lluvia invernal
sobre el establo.
Matsuo Bashô
Haibun 63
Habitación 105
Cuando llego están las de la limpieza. Hay que esperar a que el suelo se seque. A continuación entran a cambiarle…
Invitada por la luminosidad que se percibe, del pasillo, entro en la sala de estar. En un panel la inscripción:
…..“San Juan de Dios informa.
……………..Prevención del Covid-19.
…………………………….Mascarillas…
……………………………………………Lavado frecuente…
………………………………………………………….Al estornudar…
…………………………………………………………………….Utilice las escaleras…”
Como un autómata, y como si después de más de seis meses, fuese la primera vez que leo esas recomendaciones.
La televisión de pared presenta en su gran pantalla, imágenes veraniegas de hermosas playas con gente feliz. Todos sin protección.
En la sala hay personas mayores en sillas de ruedas. En una mesa tres de ellos con un acompañante, juegan a las cartas. Me acerco a la pared acristalada, desde donde se presenta otra perspectiva: un cielo azul, el brillo del sol, una zona ajardinada con bancos. Ahí hay un hombre joven con dos chiquillos sonrientes mirando hacia arriba. La niña levanta una pancarta en la que hay dibujado un corazón sobre fondo verde, con flores alrededor, y en letras grandes “TE QUEREMOS, ABUELO”. Y la abuela le enseña risueña:
-“¡Míralos! ¿Los ves? ¿Los ves?…”
Nadie sabrá nunca si el abuelo, en algún momento, ha llegado a verlos.
Vuelvo a la habitación y después del cambio de ropa y postura, lo encuentro con los ojos entreabiertos, pero como todo su cuerpo, inmóviles. Le saludo y le digo mi nombre… ¡Mueve ligeramente los ojos!
Sigo hablándole y le acaricio la frente: ¡la frunce!
No hay duda, se han producido dos gestos en su expresión! Mi ilusión es que ha podido percibir mi compañía, y me envía señales, pero quizás desde mi sentir, veo más allá de lo que hay.
El gran corazón de Yama está cansado y no bombea bien. Sin solución y ante el malestar, quería dormir, dormir, dormir…
Montaña blanca.
Por el curso del río
brillo de estrellas.
Carmen García Carnicér
Pamplona 22-8-2020
Roxana Dávila Peña
mushi
Ya debe ser medio día. Huele a lluvia. Desde los postes, dos zopilotes abren sus alas y vuelan bajito hacia los matorrales. Todo está verde. Las biznagas y las candelillas con una que otra flor. Vine a Rincón Colorado a ver la historia de un pasado sumergido. El mar ha desaparecido y queda un sendero lleno de fósiles, caracoles y ostras. Siento el crujido de las piedras bajo mis pies como un eco seco en el silencio del desierto coahuilense, donde antes había dinosaurios.
Casi resbalo. La mano cálida de papá se apoya sobre la mía. Acomoda su sombrero y me habla sobre lo que guarda en su memoria. ¿Cómo sería ese mundo? Me vuelvo viajera. Casi metálico, comienza bajo y asciende poco a poco el chirrido de una chicharra. Desde el mirador, a lo lejos, en los cerros, se alternan la sombra y la luz bajo nubes inmóviles. Ya de regreso, el sabor de una manzana que traje de Arteaga.
Voz que se apaga.
Espinas de huizache
en mi vestido.
Ha vuelto el invierno de forma bastante violenta, con temporales de lluvia y viento, además de mucha nieve en la Cordillera de los Andes, lo que ha convertido a Santiago en un verdadero congelador. Sin embargo, los primeros brotes de almendros, duraznos y ciruelos me consuelan con la promesa de la pronta llegada de la primavera. Por mientras, disfruto del calor literario que me entrega escribir sobre el otoño en Japón.
Septiembre, en el mundo del kigo, corresponde a 仲秋 chuushuu o mitad del otoño; en el calendario lunar sería 葉月 Hadzuki u Octavo Mes. Abarca desde 白露 hakuro o blanco rocío, alrededor del 8 de septiembre, al día anterior al comienzo de 寒露 kanro o rocío frío, alrededor del 8 de octubre. Se escuchan los insectos y la luna es más brillante que nunca. Cada mañana se ve más rocío sobre la vegetación al amanecer, el cual va haciéndose cada vez más frío con el avance de la estación. El 23 de septiembre ocurre el 秋分 shuubun o equinoccio de otoño, durante el cual el día y la noche tienen prácticamente la misma duración.
Es, desde la antigüedad, la estación favorita de los poetas, así que la elección de este mes fue difícil.
Kigo: 名月 meigetsu; luna llena. Se refiere a la luna que cae el 15 del octavo mes del calendario lunar. Como sugiere un famoso haiku de Issa, la luna es tan grande que parece que se puede tocar con la mano. Se venera a esta luna con pastelillos de arroz, castañas o patatas dulces, poniéndolos junto a un jarrón con varillas de miscanto. Fue utilizado como kigo por primera vez en el Haikai Shougakushou (1641).
La Luna de Medio Otoño es un evento anual que existía antes de la introducción del calendario lunar en Japón, y que se celebra aun en la actualidad. En la antigüedad, el taro (Colocasia esculenta) era una importante fuente de alimento en Japón, y la Luna de Medio Otoño era el festival de su cosecha. Esto es un vestigio del hecho de que a la Luna de Medio Otoño también se le llama imo-meigetsu o luna de la patata. Es importante notar que la Luna de Medio Otoño no necesariamente coincide con la luna llena. Estadísticamente, es más probable que ocurra en una luna que no es luna llena. Esto se debe a que el calendario lunar y la edad de la luna no coinciden exactamente, lo que resulta en una discrepancia en el tiempo entre la luna nueva y la luna llena.
Período: 仲秋 chuushuu; mitad del otoño
Categoría: 天文 tenmon; astronomía
Haijin: Matsuo Bashou (1644-1694)
名月や池をめぐりて夜もすがら
meigetsu ya ike wo megurite yo mo sugara
luna llena, rodeando el estanque toda la noche
…
Kigo: 啄木鳥 kitsutsuki; pájaro carpintero. Término general para los pájaros carpinteros de la familia de los carpinteros (Picidae), que incluye el pico kizuki, el pico picapinos y el pito japonés. Estas aves son residentes. Sus llamativos colores y el sonido que emiten al buscar alimento son impactantes en los bosques de otoño.
Período: 三秋 sanshuu; tres otoños
Categoría: 動物 doubutsu; animales
Haijin: Mizubara Shuoushi (1892-1981)
啄木鳥や落ち葉をいそぐ牧の木々
kitsutsuki ya ochiba wo isogu maki no kigi
pájaro carpintero, apura las hojas caídas, árboles del prado
…
Kigo: 月見 tsukimi; contemplación de la luna. El acto de contemplar y apreciar la luna de la cosecha a mediados de otoño. Se hacen arreglos de hojas finas con ofrendas de pastelillos de arroz y alimentos de temporada. Se celebra con amigos y familia y, además de contemplar la luna, se disfruta de comida y bebida, y poemas que enriquecen el ambiente. Mucha gente también visita lugares famosos para contemplar la luna, como Matsushima, Obasute y el templo Ishiyama dera.
Período: 仲秋 chuushuu; mitad del otoño
Categoría: 生活 seikatsu; vida diaria
Haijin: Hatano Souha (1923-1991)
仲よしの女二人の月見かな
nakayoshi no onna futari no tsukimi kana
dos amigas contemplando la luna
…
Kigo: コスモス kosumosu; cosmos. Esta planta anual de la familia de las Asteráceas alcanza una altura de unos dos metros. Sus hojas están finamente divididas y sus tallos son delgados. Produce flores blancas o rosadas de septiembre a octubre. El cosmos es una planta anual de la familia de las Asteráceas, originaria de México, introducida en Japón después del período Meiji. Se cultiva en jardines y parterres por sus hermosas flores. Su inflorescencia tiene la misma estructura que la de un girasol, con una flor tubular en el centro y grandes pétalos alrededor.
Período: 仲秋 chuushuu; mitad del otoño
Categoría: 植物 shokubutsu; vegetación
Haijin: Kitayama Hiroji (¿?)
コスモスや茎より素描始めたる
kosumosu ya kuki yori sugaki hajimetaru
cosmos, el primer boceto desde el tallo
…
Espero hayan disfrutado estos haikus de mitad de otoño que seleccioné para ustedes. Deseando les acompañen durante septiembre, me despido hasta el próximo artículo.
1895. OTOÑO (CONTINUACIÓN)
絶壁の草動きけり秋の風 天文 秋風
zeppeki no kusa ugoki keni aki no kaze
Las plantas en el acantilado…
meciéndose
con la brisa otoñal.
cielo y elementos: brisa otoñal
ともし火を見れば吹きけり秋の風 天文 秋風
tomoshibi o mireba fuki keri aki no kaze
Mirando la lámpara
se puede ver cómo sopla:
la brisa de otoño.
cielo y elementos: brisa otoñal
秋風や平家弔ふ経の声 天文 秋風
akikaze ya heike tomurau kyou no koe
Brisa de otoño:
en la conmemoración de Heike
cantando los sutras.[1]
cielo y elementos: brisa de otoño
秋風や圍ひもなしに興福寺 天文 秋風
akikaze ya kagoi mo nashi ni koufukuji
Vientos de otoño,
sin muros circundantes
el templo Kofukuji.[2]
cielo y elementos: brisa otoñal
般若寺の釣鐘細し秋の風 天文 秋風
hannyaji no tsurigane hososhi aki no kaze
La campana estrecha
del Templo Hannyaji:
la brisa de otoño.[3]
cielo y elementos: brisa otoñal
秋風や生きてあひ見る汝と我 天文 秋風
akikaze ya ikite aimiru nare to ware
Viento de otoño:
vivos y cara a cara
¡tú y yo![4]
cielo y elementos: brisa otoñal
送られて一人行くなり秋の風 天文 秋風
okurarete hitori yuku nari aki no kaze
Me despidieron…
sigo caminando solo
en la brisa de otoño.[5]
cielo y elementos: brisa otoñal
無住寺に荒れたきままの野分哉 天文 野分
mujuuji ni aretaki mama no nowaki kana
El templo vacío
cayendo en ruinas
¡tempestad de otoño!
cielo y elementos: vendaval de otoño
豆腐買ふて裏道戻る野分哉 天文 野分
toufu kaute uramichi modoru nowaki kana
Tras comprar tofu
vuelvo por el callejón…
¡un tifón!
cielo y elementos: vendaval de otoño
鳥消えて舟あらはるる霧の中 天文 霧
tori kiete fune arawaruru kiri no naka
Los pájaros desaparecen,
aparecen los barcos…
la niebla.
cielo y elementos: niebla
中天に並ぶ岩あり霧の奥 天文 霧
chuuten ni narabu iwa ari kiri no oku
En lo más alto
unas rocas alineadas…
niebla profunda
cielo y elementos: niebla
けさの露ゆふべの雨や屋根の草 天文 露
kesa no tsuyu yuube no ame ya yane no
El rocío de esta mañana
y la lluvia de esta tarde,
en el techo de paja.
cielo y elementos: rocío
無造作に名月出たる畠かな 天文 名月
muzousa ni meigetsu detaru hatake kana
Naturalmente,
la luna de la cosecha sale
¡sobre un campo baldío!
cielo y elementos: luna de la cosecha
名月や寺の二階の瓦頭口 天文 名月
meigetsu ya tera no nikai no katouguchi
Luna de la cosecha,
en el segundo piso del templo, [6]
un tragaluz.
cielo y elementos: luna de la cosecha
道尽きて雲起りけり秋の山 地理 秋の山
michi tsukite kumo okori keri aki no yama
El camino termina
las nubes se alzan:
¡la montaña en otoño!
tierra: montañas en otoño
底見えて魚見えて秋の水深し 地理 秋の水
soko miete sakana miete aki no suishinshi
Se ve el fondo,
se ven los peces,
¡las profundas y cristalinas aguas de otoño!
tierra: aguas cristalinas del otoño
七タや蜘の振舞おもしろき 人事 七タ
tanabata ya kumo no furumai omoshiroki
El Festival de Tanabata…[7]
el comportamiento de la araña
¡qué interesante!
asuntos humanos: Festival de Tanabata
売れ残るもの露けしや草の市 人事 草市
urenokoru mono tsuyukeshi ya kusa no ichi
Los artículos no vendidos
en el mercado de flores de Obon[8],
empapados de rocío.
asuntos humanos: mercado de flores de Obon
聖靈の寫眞によるや二三日 人事 魂祭
shouryou no shashin ni yoru ya nisannichi
Durante dos o tres días[9],
las fotos del difunto
cargadas de espiritualidad.
asuntos humanos: Festival de las almas
なまくさき漁村の月の踊かな 人事 踊
namakusaki gyoson no tsuki no odori kana
El olor a mar
bailando[10] bajo la luna
¡pueblo pesquero!
asuntos humanos: baile de Obon
盆過の小草生えたる墓場哉 人事 盆過ぎ
bonsugi no ko kusa haetaru hakaba kana
Después de Obon
¡unas pequeñas plantas brotan
en el cementerio![11]
asuntos humanos: después de Obon
扇捨てて手を置く膝のものうさよ 人事 捨扇
ougi sutete te o oku hiza no mono usa yo
Guardando el abanico,
con tristeza coloco mis manos
sobre mis rodillas.
asuntos humanos: guardando el abanico plegable
こしらへて案山子負ひ行く山路哉 人事 案山子
koshiraete kakashi oi yuku yamaji kana
Yendo por un camino de montaña
¡llevando un espantapájaros
a la espalda!
asuntos humanos: espantapájaros
籾干すや鶏遊ぶ門の内 人事 籾干
momihosu ya niwatori asobu mon no uchi
Secando la cáscara de arroz,
unas gallinas se mueven
puertas adentro.[12]
asuntos humanos: secando la cáscara de arroz
雨雲に入りては開く花火かな 人事 花火
amagumo ni hairite wa hiraku hanabi kana
Explotando
justo en las nubes de lluvia
¡los fuegos artificiales!
asuntos humanos: fuegos artificiales
人かへる花火のあとの暗さ哉 人事 花火
hito kaeru hanabi no ato no kurasa kana
Tras los fuegos artificiales,
en oscuridad,
la gente regresando a casa.
asuntos humanos: fuegos artificiales
同じ事を廻燈寵のまはりけり 人事 走馬燈
onaji koto o mawaridourou no mawari keni
Las mismas cosas
rotando alrededor
de la lámpara giratoria.
asuntos humanos: lámpara giratoria
余り淋しと鳥なと飛ばせ鳴子引 人事 鳴子
amari sabishi to tori na to tobase naruko hiki
Ahora estoy solo
¡los pájaros se han ido volando
al hacer sonar el naruko![13]
asuntos humanos: naruko
物干に大阪人の月見哉 人事 月見
monohoshi ni oosakabito no tsukimi kana
Una mujer de Osaka,
junto al tendedero,
mirando la luna.
asuntos humanos: observación de la luna
方丈や月見の客の五六人 人事 月見
houjou ya tsukimi no kyaku no gorokunin
En una pequeña cabaña,
cinco o seis invitados
observando la luna.
asuntos humanos: observación de la luna
鹿聞いて淋しき奈良の宿屋哉 動物 鹿
shika kiite samishiki nara no yadoya kana
En mi posada de Nara,
en soledad,
escucho a los ciervos.[14]
animales: ciervos
啼きなから蟻にひかるる秋の蝉 動物 秋の蝉
nakinagara ari ni hikaruru aki no semi
mientras sigue cantando,
la cigarra de otoño
es arrastrada por las hormigas
animales: cigarra de otoño
赤蜻蜒飛ぶや平家のちりぢりに 動物 蜻蛉
akatonbo tobu ya heike no chirijiri ni
Volando,
unas libélulas rojas:
¡Heike[15] se dispersa!
animales: libélula
きぬぎぬや蕣いまだ綻びず 植物 朝顔
kinuginu ya asagao imada hokorobizu
A la mañana siguiente,
el asagao
aún no ha florecido.
plantas: campanilla
ニつ三つ木の実の落つる音淋し 植物 木の実
futatsu mitsu konomi no otsuru oto sabishi
Tan solo el sonido
de dos o tres frutas
cayendo.
plantas: nuez/baya/fruta
道ばたの木僅にたまるほこり哉 植物木僅
michibata no mukuge ni tamaru hokori kana
Junto al camino,
la recolección
de rosas de Sharon
plantas: rosas de Sharon
松茸はにくし茶茸は可愛らし 植物 松茸
matsutake wa nikushi chatake wa kawairashi
Los hongos matsutake son feos,
pero los hongos shimeji amarillos[16]
¡son preciosos![17]
plantas: hongos matsutake
古塚や恋のさめたる柳散る 植物 柳散る
furuzuka ya koi no sametaru yanagichiru
Un viejo monumento…
con la caída de las hojas de sauce
¡los amoríos se enfrían![18]
plantas: hojas de sauce cayendo
明家の戸に寐る犬や柳散る 植物 柳散る
akiie no to ni neru inu ya yanagichiru
Junto a la puerta de la casa desierta
duerme un perro…
caen las hojas del sauce y se dispersan.
plantas: hojas de sauce cayendo
柿ばかり並べし須磨の小店哉 植物 柿
kaki bakari narabeshi suma no komise kana
En una pequeña tienda de Suma
solo caquis
¡y todos alineados!
plantas: caqui
柿くへば鐘が鳴るなり法隆寺 植物柿
kaki kueba kane ga naru nari houryuuji
Comiendo un caqui,
suenan las campanas
en el Templo Horyuji[19].
plantas: caqui
渋柿やあら壁つづく奈良の町 植物 柿
shibugaki ya ara kabe tsuzuku nara no machi
Caquis amargos…
hay muros rugosos
por todo Nara.
plantas: caqui
温泉の町を取り巻く柿の小山哉 植物 柿
yu no machi o torimaku kaki no koyama kana
Rodeado de colinas
con caquis,
¡el pueblo de las aguas termales![20]
plantas: caqui
晩鐘や寺の熟柿の落つる音 植物 熟柿
banshou ya tera no jukushi no otsuru oto
Campanas del atardecer,
y el sonido de los caquis maduros
cayendo en el templo.[21]
plantas: caquis maduros
桔梗活けてしばらく仮の書斎哉 植物 桔梗
kikyou ikete shibaraku kari no shosai kana
Arreglando campanillas
por un tiempo,
en mi estudio temporal.[22]
plantas: campanilla
一本に子供あっまる榎の実かな 植物 榎の実
ippon ni kodomo atsumaru e no mi kana
Bajo el árbol
los niños se amontonan:
los almeces.
plantas: almeces
武家町の畠になりぬ秋茄子 植物 秋茄子
bukemachi no hatake ni narinu akinasubi
Floreciendo en los campos
donde antaño vivieron los samuráis:
¡berenjenas de otoño!
plantas: berenjena de otoño
稲の秋命拾ふて戻りけり 植物 稲
ine no aki inochi hiroute modori keri
El arroz está maduro…
habiendo sobrevivido
vuelvo a casa![23]
plantas: plantas de arroz
通夜堂の前に粟干す日向哉 植物粟
tsuyadou no mae ni awa hosu hinata kana
Frente a la sala de peregrinos,
se seca el mijo
en un lugar soleado.[24]
plantas: mijo “cola de zorra”
松が根になまめきたてる芙蓉哉 植物 芙蓉
matsu ga ne ni namameki tateru fuyou kana
Junto a la raíz del pino
¡qué elegancia!:
la rosa de algodón.
plantas: rosa de algodón
芦の穂に汐さし上る小川かな 植物 芦の穂
ashi no ho ni shio sashiageru ogawa kana
La marea
hace crecer el arroyo
¡hasta la punta de los juncos!
plantas: puntas de juncos
がさがさと猫の上りし芭蕉哉 植物 芭蕉
gasagasa to neko no noborishi basho kana
Un crujido:
¡el gato trepando
al bananero!
plantas: bananero
芭蕉破れて繕ふべくもあらぬ哉 植物 芭蕉
bashou yarete tsukuro fubeku mo aranu kana
Ahora que no hay viento,
¡arreglo
el bananero roto![25]
plantas: bananero
僧もなし山門閉ぢて萩の花 植物 萩
sou mo nashi sanmon tojite hagi no hana
Sin sacerdotes
la puerta del templo[26] está cerrada…
trébol en flor
plantas: trébol
切売の西瓜くふなり市の月 植物 西瓜
kiriuri no suika kuu nari ichi no tsuki
Comiendo
sandía en rodajas,
¡la luna sobre el mercado!
plantas: sandía
鶏遊ぶ銀杏の下の落葉かな 植物 銀杏落葉
tori asobu ichou no shita no ochiba kana
Bajo el ginkgo,
unas gallinas juegan
¡entre las hojas caídas!
plantas: hojas de ginkgo caídas
松に菊古きはもののなつかしき 植物 菊
matsu ni kiku furuki wa mono no natsukashiki
Unos crisantemos
entre los pinos…
¡cuántos recuerdos![27]
plantas: crisantemo
人形をきざむ小店や菊の花 植物 菊
ningyou o kizamu komise ya kiku no hana
Tallan muñecas
en un pequeño comercio…
flores de crisantemo.[28]
plantas: crisantemo
せわしなや桔梗に来り菊に去る 植物 菊
sewashina ya kikyou ni kitari kiku ni saru
Dejando apresuradamente
los crisantemos,
vuelvo a las campanillas[29]
plantas: crisantemo
1895. INVIERNO
菊の香や月夜ながらに冬に入る 時候 立冬
kiku no ka ya tsukiyonagara ni fuyu ni iru
La fragancia de los crisantemos
en una noche de luna
¡ha comenzado el invierno!
estación: primer día de invierno
薔薇の花の此頃絶えし寒さ哉 時候 寒さ
bara no hana konogoro taeshi samusa kana
En estos días
las rosas están desapareciendo…
¡el frío!
temporada: el frío
旅寵屋の我につれなき寒さ哉 時候寒さ
hatagoya no waga ni tsurenaki samusa kana
En la posada
son antipáticos…
¡qué frío!
temporada: el frío
寒き日を書をもてはいる厠かな 時候 寒し
samuki hi o sho o mote wa hiru kawaya kana
Un día frío…
con un libro en la mano
entro al aseo.
temporada: el frío
病む人の病む人をとふ小春哉 時候 小春
yamu hito no yamu hito o tou koharu kana
Una persona enferma
visitando a otra persona enferma
¡buen tiempo en invernal!
temporada: buen tiempo invernal
うれしくば開け小春の桜花 時候 小春
ureshikuba hirake koharu no sakurabana
Estoy feliz,
¡que florezcan los cerezos
en este hermoso día de invierno![30]
temporada: buen tiempo invernal
梅活けて君待つ篭の大三十日 時候 大晦日
ume ikete kimi matsu io no oomisoka
Arreglos de flores de ciruelo…
te espero en mi retiro
en Nochevieja.[31]
temporada: Nochevieja
激石が来て虚子が来て大三十日 時候 大晦日
souseki ga kite kyoshi ga kite oomisoka
¡Llegó Soseki!
¡llegó Kyoshi!
¡es Nochevieja![32] 448
temporada: Nochevieja
汽車道の一段高き冬田かな 天文 冬田
kishamichi no ichidan takaki fuyuta kana
Las vías del tren
un nivel más arriba
¡arrozales en invierno!
cielo y elementos: arrozales en invierno
古濠の小鴨も居らぬ氷かな 天文 氷
furubori no kogamo mo oranu koori kana
No hay ni un patito
en el viejo foso
¡está congelado!
cielo y elementos: hielo
鶺鴒の刈株つたふ氷かな 天文 氷
sekirei no karikabu tsutau koori kana
La lavandera
avanza entre los rastrojos
¡hay hielo!
cielo y elementos: hielo
暁の氷すり砕く硯かな 天文 氷
akatsuki no kouri surikudaku suzuri kana
Al amanecer
rompiendo el hielo en pedazos,
la piedra de tinta.
cielo y elementos: hielo
旭のさすや檐の氷柱の長短 天文 氷柱
hi no sasu ya noki no tsurara no nagamijika
Brillando el sol de la mañana,
carámbanos largos y cortos
en los aleros!
cielo y elementos: carámbanos
山里や雪積む下の水の音 天文 雪
yamazato ya yuki tsumu shita no mizu no oto
Pueblo de montaña,
bajo un manto de nieve
el sonido del agua.
cielo y elementos: nieve
月影や外は十夜の人通り 人事 十夜
tsukikage ya soto wa juuya no hitodoori
Luz de luna –
gente de afuera entrando y saliendo
a la Ceremonia de las Diez Noches.[33]
asuntos humanos: Ceremonia de las Diez Noches
冬ごもり達磨は我をにらむ哉 人事 冬寵
fuyugomori daruma wa ware o niramu kana
Reclusión invernal…
Bodhidharma[34]
¡mirándome fijamente!
asuntos humanos: reclusión invernal
冬ごもり世間の音を聞いて居る 人事 冬寵
fuyugomori seken no oto o kiite iru
Reclusión invernal…
se escuchan los sonidos
del mundo exterior.
asuntos humanos: reclusión invernal
雲のぞく障子の穴や冬ごもり 人事 冬寵
kumo nozoku shouji no ana ya fuyugomori
Mirando las nubes
a través de un agujero en el shoji…[35]
reclusión invernal.
asuntos humanos: reclusión invernal
人病んでせんかたなさの冬ごもり 人事 冬寵
hito yande senkatanasa no fuyugomori
Un hombre enfermo…
la inevitable
reclusión invernal.
asuntos humanos: reclusión invernal
化物に似てをかしさよ古火桶 人事 火桶
bakemono ni nite okashisa yo furu hioke
Es raro…
¡el viejo brasero de madera
parece un monstruo!
asuntos humanos: brasero de madera
巨燵から見ゆるや橋の人通り 人事 炬燵
kotatsu kara miyuru ya hashi no hitodoori
Desde el kotatsu[36]
se puede ver
a personas cruzando el puente.
asuntos humanos: kotatsu
鋸に炭切る妹の手ぞ黒き 人事 炭
nokogiri ni sumi kiru imo no te zo kuroki
Serrando el carbón,
las manos de mi hermana menor
se han puesto negras.
asuntos humanos: carbón
煤払や神も仏も草の上 人事 煤払
susuhaki ya kami mo hotoke mo kusa no ue
Limpieza de fin de año,[37]
dioses y budas
juntos sobre la hierba.
asuntos humanos: limpieza de fin de año
煤はいて蕪村の幅のかかりけり 人事 煤払
susuhaite buson no fuku no kakari keri
Limpieza de fin de año…
colgando
un pergamino de Buson[38].
asuntos humanos: limpieza de fin de año
煤はきのここだけ許せ四畳半 人事 煤払
susuhaki no koko dake yuruse yojouhan
Renuncio
a mi pequeño cuarto[39]
solo para la limpieza de fin de año.
asuntos humanos: limpieza de fin de año
千年の煤もはらはず仏だち 人事 煤払
sennen no susu mo harawazu butsudachi
Nadie ha limpiado
el hollín de mil años
de los Budas.[40]
asuntos humanos: limpieza de fin de año
馬の尻に行きあたりけり年の市 人事年の市
uma no shiri ni yukiatari keri toshinoichi
Chocando
contra el trasero de un caballo,
el mercado de fin de año.
asuntos humanos: mercado de fin de año
死にかけしこともありしか年忘れ 人事 年忘
shinikakeshi koto mo arishika toshiwasure
Me muero,
pero aún sigo por aquí
¡fiesta de fin de año![41] 457
asuntos humanos: fiesta de fin de año
鴨啼くや上野は闇に横はる 動物 鴨
kamo naku ya ueno wa yami ni yokotawaru
Acostados
en la oscuridad de Ueno,
graznan los patos.
Animales: pato
内濠に小鴨のたまる日向哉 動物 鴨
uchibori ni kogamo no tamaru hinata kana
En el foso interior
los patitos se amontonan…
¡un lugar soleado![42]
animales: pato
うとましや世にながらへて冬の蝿 動物 冬の蝿
utomashi ya yoninagara hete fuyu no hae
¡Es odioso
vivir en un mundo
con moscas de invierno!
animales: mosca invernal
我病みて冬の蝿にも劣りけり 動物冬の蝿
ware yamite fuyu no hae nimo otori keri
Estoy enfermo
¡y ni siquiera puedo compararme
con una mosca invernal![43]
animales: mosca de invierno
山茶花のここを書斎と定めたり 植物 山茶花
sazanka no koko o shosai to sadametari
Las camelias
van aquí:
preparando mi estudio.
plantas: camelia sasanqua
枯薄ここらよ昔不破の関 植物 枯薄
kare susuki kokora yo mukashi fuwa no seki
La hierba marchita de la llanura,
alrededor
de la antigua barrera de Fuwa.[44]
plantas: hierba marchita de la llanura
舞ひながら渦に吸はるる木葉哉 植物 落葉
mainagara uzu ni suwaruru konoha kana
Girando,
succionadas por el remolino,
¡las hojas caídas!
plantas: hojas caídas
掘割の道じくじくと落葉哉 植物 落葉
horiwari no michi jikujiku to ochiba kana
Serpentea
el camino del canal
¡caen las hojas!
plantas: hojas caídas
1896. AÑO NUEVO
元日は是も非もなくて衆生也 時候 元日
ganjitsu wa ze mo hi mo nakute shujou nari
Día de Año Nuevo.
nada es correcto o incorrecto,
solo personas.
temporada: Año Nuevo
正月や橙投げる屋敷町 時候 正月
shougatsu ya daidai nageru yashikichou
¡Año Nuevo!
jugando a la pelota en la calle
con una naranja amarga[45].
temporada: Año Nuevo
元朝の上野静かに灯残れり 時候 元旦
ganchou no ueno shizuka ni hi nokoreri
Luces encendidas
en la quietud de Ueno…
mañana de Año Nuevo.
temporada: Mañana de Año Nuevo
今年はと思ふことなきにしもあらず 時候 元旦
kotoshi wa to omou koto nakinishimoarazu
No puedo negarlo…
estoy pensando
en las cosas este año.[46]
temporada: Mañana de Año Nuevo
1896. PRIMAVERA
垂れこめて古人を思ふ春日哉 時候春の日
tarekomete kojin o omou haruhi kana
En reclusión,
medito sobre los antiguos,
¡día de primavera!
estación: día de primavera
舟と岸と話して居る日永哉 時候 日永
fune to kishi to hanashite iru hinaga kana
En la orilla,
hablándole a los barcos,
¡un día largo!
temporada: día largo
この春を鏡見ることもなかりけり 時候 春
kono haru o kagami miru koto mo nakarikeri
Esta primavera,
mirarme al espejo
es algo que no haré.[47]
temporada: primavera
春の夜の妹が手枕更けにけり 時候 春の夜
haru no yo no imo ga tamakura fuke ni keri
Tarde de primavera,
mi hermana menor
usando su brazo como almohada.
estación: tarde de primavera
– – – – – – – – – – – – – – –
[1] Prefacio: «Templo de Sumadera.» El templo se encuentra en Suma (Kobe). El servicio probablemente fue en honor a Taira no Atsumori, quien falleció en las cercanías, como se relata en un famoso episodio del Cuento de Heike sobre la Guerra de Genpei (1180-1185).
[2] Prefacio: “Nara.” Kofukuji es un famoso templo budista en Nara. El emperador Meiji ordenó la demolición de los muros durante el movimiento antibudista para facilitar el tráfico.
[3] Prefacio: “Nara”. Hannyji, un templo en Nara. Sufrió daños hasta 1892 a causa del movimiento antibudista. Hay un monumento con este haiku en el templo.
[4] Prefacio: “Estuve con Hyotei, del 6º ejército, en los campos de batalla de Liaodong hace algún tiempo. Regresaba a casa, pero enfermé en Kobe y Suma y ahora me estoy muriendo. Me quedé atónito al reencontrarme con él en un pabellón en mi primer día aquí. No sé qué decir”. Shiki se encontró con su amigo en Hiroshima. Ioki Ryozo (cuyo nombre de haijin era Hyotei) era de Matsuyama y discípulo de Shiki en el haiku. Sirvió como médico en la Guerra Sino-japonesa, donde conoció a Shiki. Al parecer, estaba con el 5º ejército en lugar del 6º, como afirmaba Shiki.
[5] Prefacio: «Me despido.»
[6] Prefacio: «Templo Shojuji». Este era el templo familiar de Shiki en Matsuyama. Hay un monumento en el templo.
[7] El Festival Tanabata se celebra el séptimo día del séptimo mes, conmemorando el encuentro anual de las estrellas Vega (la tejedora) y Altair (pastora de bueyes).
[8] El Festival Bon (o de Obon), celebrado el día 15 del séptimo mes, es una ocasión para recibir y honrar las almas de los ancestros fallecidos. El mercado de flores permanecía abierto desde el atardecer del día 12 hasta la mañana siguiente, momento en el que Shiki habría observado el rocío sobre las plantas que quedaban sin vender.
[9] Durante el Tama Matsuri, otra denominación para el Festival Bon, el día central es el 15 del séptimo mes, para dar la bienvenida y honrar a las almas de los antepasados fallecidos.
[10] Bon Odori, baile en el Festival Bon para dar la bienvenida a los espíritus de los antepasados el día 15 del séptimo mes.
[11] El festival que da la bienvenida a los espíritus de los antepasados se celebra el día 13 del séptimo mes. Las plantas originales fueron demolidas por la multitud que visitaba las tumbas.
[12] Hay un monumento al haiku en Matsuyama. Las cáscaras se secaban sobre esteras de bambú en el suelo.
[13] Naruko (badajo): Tubos de bambú atados con una cuerda y al tirar hacen un ruido metálico que ahuyenta a los pájaros.
[14] Preface: “Nara.”
[15] Prefacio: «Suma». Cerca de Kobe, donde Shiki se recuperaba, el clan Heike (o Taira) fue diezmado en la Guerra Genpei (1180-1185) por el clan Minamoto. Además de que el color habitual de los Heike es el rojo, las libélulas simbolizan a los samuráis, y también se creía que eran almas muertas, especialmente en Obon y en los cementerios.
[16] Una especialidad de Matsuyama. Se utiliza la palabra dialectal chacake (hongo de té). Diversas especies se llaman shimeji.
[17] Prefacio: «Inscrito en una pintura». Este haiku tiene una estructura de pareado (8+9).
[18] Prefacio: «A la salida del barrio rojo de Dogo, un sauce llorón se cierne sobre el monumento que conmemora el lugar de nacimiento de Ippen Shonin. [abreviado]» Ippon (1234-1289) fundó la secta Jishu del Budismo de la Tierra Pura. Nació en el templo Hogonji de Matsuyama. La zona de Dogo era el distrito de los onsen, que incluía burdeles y templos. Shiki estaba de visita en la zona con Natsume Soseki y otro amigo.
[19] Prefacio: «Descansando en una tetería cerca del Templo Horyuji». La tetería era, de hecho, la de la Posada Kadosada, donde se alojaba. Es uno de los haikus más famosos de Shiki. Estos eventos se refieren al Templo Todaiji, pero al escribirlo cambió el lugar a Horyuji, probablemente por el bullicio y porque allí había huertos de caquis.
[20] Prefacio: «Dogo». Una zona de aguas termales que ahora forma parte de Matsuyama. Shiki fue allí con Natsume Soseki.
[21] Escrito en Nara.
[22] Prefacio: «Alquilo temporalmente una habitación en casa de Soseki». Shiki se mudó a la pensión de Natsume Soseki en Matsuyama. Soseki, que vivía en el primer piso, se mudó al segundo. Shiki permaneció allí unos 50 días.
[23] Prefacio: «De regreso a la capital (Tokio)».
[24] Prefacio: «Templo Ishite». Un templo budista en Matsuyama. «Tsuyudou» se refiere a los albergues establecidos para los peregrinos que realizan la Peregrinación de Shikoku a los 88 templos, en la isla de Shikoku.
[25] Las hojas grandes se dañan fácilmente por el viento y las tormentas.
[26] Templo Tokoin en Osa, también conocido como Templo del Trébol (haginotera).
[27] Prefacio: «Celebrando el número 100 de la Revista Educativa de Ehime (Ehime Kyoiku Zasshi)». Hay un monumento al haiku frente a la antigua oficina de la revista.
[28] Prefacio: «Nara.»
[29] Prefacio: «Enfermo en mi ciudad natal durante dos meses en otoño, ahora deseo irme a cuidar de mi familia». Este fue el último haiku de Shiki en Matsuyama antes de partir, vía Nara y otros lugares, hacia Tokio.
[30] Prefacio: «Regreso triunfal de las tropas de la Guardia Imperial». Regresan como vencedoras de la exitosa Guerra Sino-Japonesa.
[31] Prefacio: «Soseki debería venir como prometió».
[32] Prefacio: «Kyoshi y Soseki vinieron». Uno es el principal discípulo de Shiki, Takahama Kyoshi, y el otro, el famoso novelista y amigo de Shiki, Natsume Soseki.
[33] Un servicio que implica el canto del Nembutsu (Salve, Buda Amida) que comienza a la medianoche del tercer día del décimo mes y dura hasta la mañana del día 13. Es un ritual de la Escuela Jodoshu (Tierra Pura). Actualmente se celebra con frecuencia del 1 al 15 de octubre.
[34] El semi-legendario fundador del zen, conocido en Japón como Daruma. Sus imágenes retratan una mirada fija e intensa.
[35] Paredes corredizas de papel translúcido sobre un marco de madera.
[36] Un kotatsu es una mesa con un futón sobre la estructura y un brasero de carbón debajo, para sentarse y calentarse.
[37] Tradicionalmente, el día 13 del duodécimo mes.
[38] Yosa Buson (1716-1784), el poeta de haiku a quien Shiki resucitó en el mundo literario. Fue pintor (haiga) además de poeta.
[39] Literalmente dice “una habitación de cuatro tatamis y medio”. Un tatami tiene aproximadamente seis por tres pies, es una medida empleada para el tamaño de una habitación. (NT: un pie son 30,5 cms, un tatami 0,9 m x 1,8 m, lo que equivale a 1,62 metros cuadrados.)
[40] Prefacio: “Nara.”
[41] A menudo se refiere específicamente a tal reunión en Nochevieja.
[42] Del Palacio Imperial de Tokio.
[43] Prefacio: «Enfermo en cama».
[44] Una histórica barrera/puesto de control en Tosando, ubicada en Sekigahara, prefectura de Gifu.
[45] Daidai, un objeto decorativo y comida de Año Nuevo, popularmente colocado sobre kagami machi (pastel de arroz espejo). (NT: Es una naranja amarga que se usa como decoración en Año Nuevo por su simbolismo: «daidai» significa «generaciones», representando continuidad familiar).
[46] Prefacio: «No digo que alguien de treinta años sea viejo». Shiki acababa de cumplir treinta años (según las cuentas japonesas), tenía problemas con su sucesión en el haiku, y sabía que estaba gravemente enfermo.
[47] Prefacio: “Lo haré.”