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KIKAKU NOS BRINDA UN HAIKU MUY SINGULAR

Aunque todo haiku bien hecho goza de su singularidad propia, el que hoy presento aquí, en “El Rincón del Haiku”, reúne muchas características especiales, como iremos viendo.

Lo he encontrado –como un artículo entre muchos- en un librito japonés de bolsillo, primer volumen de cierta colección de (al menos) seis, titulada “Sekai-shi kobore-banashi” o ‘Historias que circulan por el mundo”, de la editorial Kadokawa Bunko, obra muy leída en Japón. Son anécdotas varias de cualquier tiempo y lugar, frecuentemente divulgadas por tradición oral. La historicidad, a veces, puede ponerse en entredicho; aunque para tales casos resulta válido el refrán italiano “Si non é vero, é bene trovato”.

En nuestro caso, se trata de un haiku de Takarai Kikaku, uno de los más cercanos y relevantes discípulos de Bashoo, también denominados “los diez filósofos”. El artículo en cuestión se halla en el vol. 1 (2ª ed., 1974, p. 120). Su texto original lo reproduzco íntegro en (ic 1).

Creo que cualquier alumna o alumno –“ladies first”, no lo olvidemos- de tercer curso de japonés, podrá leerlo sin gran dificultad. Lo traduzco a continuación:

***

¡MIRA BIEN LO QUE HAY!

Se cuenta del haijin Kikaku, que en un convite, cierto nuevo rico –quien se le acercó, portando ante sí un gran biombo dorado- se dirigió a él con el ruego muy expreso de que le escribiera unos versos. “Cualquier cosa servirá” –añadió.

“Cualquier casa servirá, ¿verdad?” –exclamó Kikaku, como cerciorándose de lo escuchado-. Acto seguido, el poeta escribió esto en el biombo:

   “Prohibido usar la zona

   como un urinario”

   A su anfitrión, hombre impulsivo como era, un color se le subía a la cara y otro se le iba. Al advertir eso sagazmente, Kikaku añadió a lo escrito:

“monte de flores”.

                                                                             ***

He aquí el haiku completo de Kikaku:

kono tokoro   /   shooben muyoo   /   hana no yama                                    Kikaku (ic 2)

“Prohibido usar la zona

como un urinario:

monte de flores.”

      Al traducir, me he servido de una pauta métrica muy próxima a la consabida de 5-7-5 sílabas, a saber: 7-7-5, que conserva el ritmo biensonante del género.

En el presente haiku de Kikaku, junto a un sentido –muy japonés por cierto, y muy haikista- de respeto a la naturaleza, aparece también el humor, en torno a algo tan normal como es el orinar. El poeta se vale de un eufemismo “shooben”, que significa algo así como ‘una conveniencia o necesidad menor’, concepto que he traducido como “urinario”, palabra nuestra bien clara, aunque poco usada, casi un cultismo.

Las singularidades del texto original de Kikaku son varias:

El rasgo de su improvisación –viéndose instado a decorar sobre la marcha un precioso biombo, seguramente dotado de un paisaje campestre- es muy patente. Yo diría que Kikaku busca más la sorpresa que el asombro, rasgo éste nada extraño en él.

Los versos primero y segundo recuerdan un posible y tosco aviso, plantado mediante una estaca clavada en campo abierto: “Prohibido usar la zona como un urinario”. Busca así provocar la sorpresa, mencionando un tema maloliente (para compensarlo luego mediante el tercer verso) al mismo tiempo que se apela a la conciencia de quien lee.

El segundo verso del texto original consta de dos palabras yuxtapuestas de lectura china: “shooben muyoo”: ’(para una) necesidad menor, no usar’, algo así como una frase redactada en estilo antiguo “kanbun”, o japonés con ideogramas chinos.

En contraste con lo anterior, los versos primero y tercero tienen una sintaxis y lectura netamente japonesa: “kono tokoro /   / hana no yama” ‘este lugar /   / monte de flores’. Tal rasgo nos asegura que no estamos ante un texto chino, sino japonés. Los versos recién citados son descriptivos, y por ello en cierto modo se destacan del segundo verso –más bien, una prohibición- y lo enmarcan, como arropándolo.

Hay un “kigo” o palabra de estación: “hana”, un sustantivo que es lícito interpretar en su sentido general de ‘flor(-es)’, o bien en el específico de ‘flor(-es) de cerezo’. En el contexto, puede tratarse de colinas pobladas de cerezos. En cualquiera de ambas opciones, este último verso remite a la primavera.

El tercer y último verso trastoca el sentido de los dos anteriores: de una prohibición y de un hecho cotidiano y prosaico-aunque maloliente-, pasamos mediante este verso final a una imagen cien por cien poética y deleitable, acorde con la nobleza del biombo. Con lo cual, lo prosaico se torna en poesía.

Tal era la intención de Kikaku. Y ahí radica el estupor de su anfitrión.

Y ahí precisamente –añadiríamos- se hace sentir el valor del haiku.

 

   – Fernando Rodríguez-Izquierdo y Gavala. Universidad de Sevilla.

HAIGA 2. CON EL MISMO PINCEL

Con el mismo pincel que los kanji se trazan en el papel, aparecen las distintas pinceladas que configurarán las imágenes para un haiga.

Sumi-e y suibokuga son las técnicas más utilizadas para acompañar un haiku ya que sus trazos simples, tanto lineales como manchas, tienen las características adecuadas para acompañarlos. Ambas técnicas utilizan la tinta negra como único color, permitiendo la síntesis y la sugerencia. La diferencia entre el “sumi-e” que significa pintura con tinta negra y la técnica “suibokuga” no es el color, sino la cantidad de agua. Un suibokuga se pinta húmedo sobre húmedo o sea que requiere de una hoja humedecida previamente.

Cada obra puede tener distintas pinceladas. Pueden ser trazos lineales, de contorno; estos reciben el nombre “sembio”. Se realizan con el “fude”, pincel de punta cónica con pelos naturales y mango de bambú. Éste se utiliza en posición vertical para asegurar una línea delgada independientemente del tamaño del pincel. Se usa para delimitar los contornos y crear un dibujo lineal. Puede combinarse con otros trazos diferentes.

También hay pinceladas de manchas en degradé monocromas. A éstas se las llama pinceladas “mokkotsu”. En este caso el pincel se apoya sobre el papel en forma oblicua para que la mancha tenga el tamaño deseado de acuerdo al largo de los pelos del pincel.

Para lograr el degradé característico de las pinceladas mokkotsu”, se debe preparar una tinta aguada, denominada “media tinta”. Al pincel mojado con agua sin exceso, se lo moja aproximadamente tres cuartos del largo del pelo con la media tinta. Por último en la punta se lo carga con la tinta negra sin diluir. Al apoyar en forma oblicua el pincel y deslizarlo sobre el papel, se obtiene una pincelada que va desde el blanco hasta el negro intenso pasando por los distintos matices de gris.

Si ésta misma técnica se realizara con color ya no se denominaría sumi-e. Recordemos que “sumi” significa tinta negra. Tampoco es correcto llamarlo “sumicolor” ya que en sí mismo es algo contadictorio. En este caso el nombre es “saibokuga” o sea pinceladas sembio y mokkotsu aplicadas con color.

Hay otro tipo de pinceladas como la “pincelada de hacha” que se realiza con el pincel casi seco, apenas entintado. Se pinta dando pequeños y suaves golpes que se deslizan en el papel generando rugosidad y asperezas. Estas pinceladas suelen utilizarse para dar textura a troncos, ramas, piedras, montañas, etc.

Kohitsuga es otra técnica de pintura pero en este caso de detalle. Se pinta con dos pinceles en la misma mano. Uno se carga con agua y otro con tinta. Se coloca el color e inmediatamente se esfuma con agua. Ese efecto se va realizando superponiendo capa sobre capa. El pelaje y las plumas se pintan uno a uno con sumo detalle utilizando un pincel delgado también cónico. Este tipo de pintura es poco frecuente en los haiga debido a la falta de sugerencia y síntesis además de perder la espontaneidad. Lo mismo sucede con la técnica Tarashikomi que requiere de bastante agua y el papel de arroz no es el más adecuado para estas obras.

El haiku en África

 Siguiendo nuestro recorrido por el mundo, en esta ocasión nos vamos al continente africano para disfrutar de su particular visión del haiku.

El presente artículo es obra de Adjei Agyei-Ba, quien amablemente ha permitido su traducción al español por primera vez para El Rincón del Haiku.

Nacido en 1977 en Kumasi, Región de Ashanti (Ghana) Adjei, es profesor de inglés y cofundador de África Haiku Network and Poetry Foundation Ghana. También es coeditor del Mamba Journal, el primer periódico de haiku de África y campeón de un tipo vanguardista de haiku apodado «Afriku», que busca proyectar las vistas, sonidos y escenarios únicos de África. Descubrió el haiku a través de su compatriota Nana Fredua-Agyeman y probó su primera publicación en un diario con Shamrock en 2011.

 

Introducción

El haiku en África está creciendo hoy en día. Y como un «nuevo» arte que encuentra raíces en África, se podría atribuir el mérito a Sono Uchida (un prominente diplomático y poeta de haiku japonés) en Senegal, quien hace 30 años inició un concurso de haiku en francés, que en aquellos días era el único concurso internacional de haiku en el continente africano. Y después, también promovió el haiku en Marruecos (como embajador) entre otros lugares a los que fue destinado. Siendo él mismo un haijin fundó la Asociación Internacional de Haiku, Japón con sus amigos en 1989 para apoyar el desarrollo de los intercambios culturales y humanos a través de las obras de haiku.

Durante sus tres años y medio de misión como embajador de Japón, siempre sintió que Senegal sería un terreno muy fértil para el crecimiento del haiku. La imagen del pueblo senegalés adaptándose a la naturaleza le recordó la vida tradicional del pueblo japonés que el mundo contemporáneo empieza a olvidar. Según Sono Uchida, los poetas de haiku de Japón creían que la Naturaleza no pertenece a los hombres, sino que son los hombres los que pertenecen a la Naturaleza. En ese sentido, los hombres siempre deben venerar la Naturaleza y vivir en armonía con ella.

Su búsqueda de haiku en Senegal fue apoyada por el primer Presidente de Senegal, Su Excelencia Leopold Sedar Senghor, quien también fue un gran amigo del haiku.

En 1980 Uchida escribió este haiku durante su estancia en Dakar:

 

el firmamento cubierto

de polvo sahariano,

el sol blanco no se mueve.

(Traducido del japonés original, fuente desconocida)

 

Las actividades de Haiku en los países de África Occidental

Las actividades de Haiku en África Occidental durante los últimos cuatro años han sido dominadas y defendidas en su mayor parte por poetas ghaneses y nigerianos en círculos internacionales, principalmente a través de su publicación regular en varios sitios web de sociedades y asociaciones de haiku, en plataformas de medios sociales, y participando en concursos internacionales y kukai, con algunos de sus haiku en los puestos más altos, subcampeones y de mención honorífica.

Cabe mencionar a los primeros poetas africanos del haiku como Nana Fredua Agyeman (Ghana), Jacob Kobina Ayiah Acquah (Ghana) y Emmanuel Jakpa (Nigeria), los cuales escribieron y publicaron en revistas, y más tarde Emmanuel-Abdalmasih Samson (Nigeria), quien inventó lo que él llamó «haiku espejo», una técnica que se encontraría en muchas otras culturas de haiku en todo el mundo.

He aquí algunos ejemplos de su primer haiku publicado en varias revistas de todo el mundo:

 

la casa del vencejo

en la pared –

pintada

 

– Nana Fredua Agyeman, Ghana (Simply Haiku 4.).4)

cajas de fósforos vacías

esparcidas en el barro

mi nueva comunidad

 

 

– Jacob Kobina Ayiah Mensah, Ghana (Ambrosia 4)

harmattan*

crujiendo los brotes verdes

de un árbol

 

– Emmanuel Jakpa, Nigeria (Shamrock 15)

 

 

caminando bajo la lluvia                                    concierto de Agosto

cantan los paraguas contrapunto             cantan los paraguas contrapunto

concierto de Agosto                                           caminando bajo la lluvia

  

Emmanuel Sampson Abdalmasih, Notas de Facebook (Serie de Espejo Haiku), 31-08-2011

 

Entre los haijines contemporáneos que siguieron a estos primeros defensores, y que siguen siendo pioneros del haiku africano, se encuentran Adjei Agyei-Baah (Ghana), Celestine Nudanu (Ghana), Kwaku Feni Adow (Ghana), Kojo Turson (Ghana), Emmanuel Jessie Kalusian (Nigeria), Barnabas Ìkéolúwa Adélékè (Nigeria) y Precious Oboh (Nigeria), cuyos trabajos aparecen regularmente en revistas importantes y entre los ganadores de concursos internacionales.

 

sol abrasador

los pasos mesurados de la garza

a la sombra del búfalo

– Adjei Agyei-Baah (El Nido de la Garza XVIII.1, Premio Nido de Garza 2016)

 

noche de apagón

la luna ilumina

la conversación al aire libre

– Kwaku Feni Adow (Concurso Babishaiku 2016, Primer Premio)

 

 

ducha de mediodía

una pezuña de vaca apaga

la sed de la paloma

 

– Barnabas Ikeoluwa Adeleke (Cattails Mayo 2016, Haiku Elección del Editor)

 

 

el hombre sin hogar

prepara su nueva residencia

se acerca a la tormenta

 

– Emmanuel Kalusian (Concurso Haiku Vladimir Devide 2015, Mención)

 

 

después de la tormenta

el desamparo

de las hojas caídas

 

– Turkson Adu Darkwa (5º Concurso Haiku Japón-Rusia 2016, Ganador, Premio del Presidente de la Universidad Internacional de Akita)

 

 

luna harmattan

un árbol sin hojas

se apoya en su sombra

 

– Celestine Nudanu (5º Concurso Haiku Japón-Rusia 2016, Mención Honorífica)

balada de la Luna-

vírgenes pintadas

en colores primarios

 

– Precious Oboh (El Nido de las Garzas XVIII.3))

 

cena con la familia –

hilo a hilo

la baba de okra* nos ata las manos

– Justice Joseph Prah (Mamba Haiku Journal II)

 

Las actividades de haiku en los países de África Oriental

 

Las actividades de haiku en Kenia surgieron con fuerza alrededor de 2006, impulsadas por el Dr. Gabi Greve en Japón, el Director de Worldkigo Database, y Susumu Takiguchi, Presidente del World Haiku Club.

Isabelle Prondzynski, miembro del World Haiku Club, fundó Kenya Saijiki, un foro de debate en Internet que reúne una base de datos kigo (es decir, saijiki) para Kenya y regiones tropicales similares, a principios de 2006 bajo la dirección del Dr. Greve. El grupo comenzó con unos 100 miembros con seis coordinadores locales, y se ha estabilizado y crecido a partir de ahí.

La existencia de Kenya Saijiki proporcionó una base para que los poetas del país entendieran la estética del arte haiku y pudieran así escribir sobre sus estaciones locales, su entorno inmediato y su cultura, que compartían en el escenario mundial a través de la participación en concursos y contribuciones a diarios, blogs y revistas. Cabe señalar que el haiku se incluye como parte del plan de estudios nacional de las escuelas secundarias de Kenya.

Isabelle Prondzynski también inició los Clubes Haiku de Nairobi, con Patrick Wafula, un profesor keniano, como coordinador de estos clubes. Wafula (el segundo premio Shiki Kukai 2010 y maestro profesional en el Centro Comunitario de Bahati, así como miembro de Kenya Saijiki) y Caleb Mutua (un talentoso haijin y periodista keniano, que se convirtió en el primer keniano en ser publicado en el Shamrock Haiku Journal en 2011) están entre las principales figuras del haiku keniata.

 

luna llena –

los cúmulos lentamente

forman un lobo

 

– Patrick Wafula (Shiki Kukai 2010)

en el césped del campus,

hormigueros frescos rodeados

de hongos frescos

 

– Caleb Mutua (Shamrock 18)

 

 

Los clubes de Haiku de Nairobi invitan regularmente a nuevos haijines a unirse, y por lo tanto han transmitido su amor por el haiku a poblaciones cada vez más nuevas durante los últimos diez años. Se reúnen al menos dos veces al año en un kukai de todo el día. Ahora tienen miembros activos en varias regiones de Kenia, además de escribir haiku cuando viajan a países vecinos. El Centro de Información y Cultura de Japón asistió a la primera reunión de Kenya Saijiki en 2006, y en los últimos años ha apoyado la invitación de los miembros de Kenya Saijiki a eventos culturales que proporcionan información sobre Japón.

 

sabana soleada

el león empieza a bostezar

y luego ruge

 

– Mercy Ikuri, Kenia (5º Concurso Haiku Japón-Rusia 2016, mención honorífica)

 

 

aldea maasai

campanas del ganado despertando

el amanecer

 

– Mercy Ikuri, Kenia (Red Haikuista Asahi, 6 de enero de 2017)

 

Aunque no se conoce mucho acerca de las actividades de haiku en otros países de África Oriental, algunos poetas individuales han surgido en la escena internacional:

 

el consejo

se reúne para celebrar

la muerte del búfalo

 

– Nshai Waluzimba, Zambia (17º Concurso HIA Haiku 2015, mención honorífica)

lluvia de monzón

enjuaga los ojos del mendigo

con súplicas más claras

 

– Roundsquare Chomulet, Somalia (Mamba Haiku Journal 1)

 

el matón camina despacio

a la oficina del director

por segunda vez esta semana

 

– Judy McIntosh, Tanzania («Our Daily Online Haiku,» USToday.com enero, 2003)

 

La reciente actividad de haiku de la región de África Oriental incluye la fundación del Concurso Babishaiku, organizado en 2016 por Babishai Niwe Poetry Foundation, una ONG con sede en Uganda dedicada a la promoción de la poesía africana, fundada por Beverley Nambozo Nsengiyunva. La Fundación organizó el segundo concurso internacional de haiku para que los africanos promocionen el haiku. Su primer concurso fue juzgado por Adjei Agyei-Baah, un poeta ghanés con una reputación internacional que también es cofundador de la Africa Haiku Network.

 

 

Las actividades de Haiku en los países sudafricanos

El surgimiento de haiku en la parte sur de África podría estar inspirada por las actividades de los embajadores japoneses y de los profesores y conferenciantes occidentales visitantes. Dennis Brutus, por ejemplo, durante una temprana visita a China en 1973, fue influenciado por el haiku. Y como defensor político racial empleó este breve género poético para comunicar sus momentos íntimos, sus recuerdos de un amor perdido, fugaz y un deseo de recuperación:

 

Ese toque suave en tu mejilla

dentro de muchos años:

cenizas de mi urna.

 

(Fuente: Dennis Brutus Collection at Worcester State College, Worcester, Massachusetts, Publications and Printing Services Worcester State College Press Third Edition 2010)

 

Mención similar puede hacerse de la enorme contribución de Ted Goossen, un profesor de la Universidad de York con especialidad en Literatura Japonesa Moderna y Contemporánea, que trae la cultura japonesa a Zimbabue a través de conferencias públicas y académicas sobre temas tan diversos como la ceremonia del té y la adoración de los antepasados a la escritura del haiku. Las conferencias de Goossen dieron sus frutos, cuando regresó a su país con un delicioso haiku africano escrito por sus estudiantes como memorias:

 

En medio de la noche

dos ranas están croando

al menos tengo compañía

 

– Cynthia Chigiya, Zimbabue

 

 

Un charco de agua

Cubierto de alas

¿Adónde fueron las termitas voladoras?1

 

– Takvra Whande, Zimbabue

 

Gotas de lluvia que caen

ishwa* volando

compañeras en la lengua de un camaleón

 

– anónimo

 

1Las moscas de la lluvia /ishwa son termitas que crecen en la noche después de que ha estado lloviendo. Durante el día pierden las alas y pasan a la clandestinidad.

 

 

Sobre las hojas caídas

el saltamontes se agacha

rezando por la lluvia

 

– anónimo

En Sudáfrica por lo menos seis haijines han publicado un trabajo. Uno de los que aparece en escena a finales de los 90 fue Wilhelm Haupt, que escribió en afrikáans y publicó en los Países Bajos. Uno de sus primeros haikus publicados en una revista holandesa es:

Papá, ven rápido y mira:

El cielo está tan lleno

de huellas de Dios.

 

– Wilhelm Haupt (Vuursteen 1998/3)

 

 

Moira Richards (George, Eastern Cape) escribe principalmente tanka y renga. Una vez se desempeñó como editora de renku para Simply Haiku, y fue co-convocadora del festival anual en línea de poesía femenina en Sudáfrica. Algunas de sus piezas, entre otros participantes en el renku, se pueden encontrar aquí:

el viejo muelle

apunta hacia donde

estaba la luna

 

– Moira Richards (A Hundred Gourds 4:2)

Gus Ferguson es un caricaturista, editor y farmacéutico africano de Ciudad del Cabo, Sudáfrica. Editó el diario de poesía Carapace. Un ejemplo típico de su verso se encuentra a continuación:

Gus Ferguson debe ser martirizado,

pero no con madera y clavos,

debe ser envuelto en hojas de lechuga

y arrojado entre sus caracoles.

 

                         (https://en.wikipedia.org/wiki/Gus_Ferguson)

Steve Shapiro escribe haiku y haiga, y ha publicado dos libros de haiku, In A Borrowed Tent (1994) y Of Little Consequence (2007):

A través de un agujero

en una tienda prestada

la Vía Láctea

(In A Borrowed Tent)

Recogiendo hongos

mi hoja de cuchillo reflejando la neblina

que se arremolina a través de los pinos

(Of Little Consequence)

Dr. Marie Heese publicó Haiku for África en 2014 (Unisa Press, Sudáfrica) y extractos de la colección se pueden leer a continuación:

fé,

pequeño escarabajo, una enorme bola de estiércol

hace rodar, empujándola con la arena más fina.

 

después del nacimiento

nadie le dijo, ella llevará al niño

por el resto de su vida

larga vida al rey

los buitres están dando vueltas, sólo para frustrarlos

sobreviviré un día más

Daniel Hugo, es un poeta que escribe ocasionalmente haiku en afrikáans. Fue locutor/productor especializado de Radiosondergrense, la radio nacional afrikaans, y también fue responsable de los programas literarios «Leeskring» y «Vers en Klank». También fue editor de la editorial Protea Boekhuis. A continuación se muestran piezas de muestra de su haikus escritos al azar:

o haiku sin

naturaleza y estaciones:

rana sin piscina

 

o haiku sin

sílabas contadas:

primavera sin golondrinas

 

haikoewêreldjie:

sólo diecisiete pasos

a la cima del Fuji

 

el gallo tiene una muesca

diaria en su garganta, cacarea

                                               llega el color del alba

Un poeta sudafricano cuyo haiku comenzó a aparecer en revistas en 2015 más o menos es Clifford W Lindemann de Broederstroom. Entre sus publicaciones más recientes se encuentran:

El atardecer y la luna

sonríen a la estrella vespertina

Venus parpadea

 

(Asahi haukuist Network, 30 de diciembre de 2016)

 

 

Mi nieto

saluda primero a la nevera

el pollo de anoche.

 

(Asahi haukuist Network, edición del 6 de enero de 2017)

Otros haijines de países del sur de África registrados en concursos y revistas incluyen:

Miré a mi alrededor

en medio de la calle.

De repente me perdí.

 

– Jacob Nthoiwa, Botswana (University of Botswana English Department, 2003)

 

Verano africano

la trompa de los elefantes

en las llanuras polvorientas

 

-Rakotomahefa Diamondra, Madagascar (The Heron’s Nest XVII.3)

deambulan de la mano

en profunda conexión

nuestros pensamientos y nuestras mentes

 

—Lize Bard, Namibia (Haiku out of Africa, ttps://wandererhaiku.wordpress.com/

November 29, 2016)

 

Los haikus y libros anteriores demuestran la presencia del haiku en los países del sur/meridional de África, pero aún no se han registrado actividades significativas en países como Angola, Lesotho, Malawi, Mozambique, Namibia y Suazilandia.

Actividades de haiku en países del norte de África

El Haiku no ha permanecido únicamente en el corazón de África, sino que también ha viajado a países del norte de África. El ya mencionado Sono Uchida también fue embajador de Japón en Marruecos, donde inició un concurso de haiku que podría haber sido el primer concurso de haiku surgido del mundo árabe.

A pesar de ello, el haiku sigue siendo una práctica relativamente «nueva» en la literatura árabe. El primer libro de haiku traducido del japonés apareció en 2010 por el escritor sirio Muhammad Adimah. Aunque la mayoría de los poetas árabes del haiku utilizan la estructura de tres líneas cortas, esto no siempre se ha considerado una regla estricta. Los críticos literarios del mundo árabe aún no han llegado a un acuerdo sobre si el haiku escrito por jóvenes poetas puede considerarse una nueva forma de poesía o simplemente un nombre diferente para la (ya popular) ficción flash. En julio de 2015, Poetry Letters Magazine [«A study on Arabic Haiku,» Poetry Letters Magazine (Arabic ed.), No. 3, 2015, p. 47-54; Poetry Letters Magazine (Arabic ed.), No. 3, julio de 2015, «número especial («El haiku árabe»)] reconoció el haiku árabe como una forma distinta de poesía al publicar, por primera vez, haikus de 11 poetas árabes de Siria, Marruecos, Irak, Jordania y Túnez.

La 11ª Conferencia de la Asociación Mundial de Haiku de Japón y el 5º Seminario Mundial de Haiku (29 de abril de 2016, Itabashi Green Hall, Tokio) incluyeron al poeta Abdelkader Jamoussi, un enviado de la Embajada de Marruecos en Japón, quien discutió el desarrollo del haiku en Marruecos, y anunció el 2º Seminario de Haiku de Marruecos, que se celebraría en julio. Su trabajo «Is Arab Haiku Possible?» explica la tradición poética del mundo árabe y la amplia posibilidad de futuro del haiku allí.

Ejemplos de haiku de países del norte de África incluyen:

sol abrasador ….

una hoja en busca

de una sombra

 

– Ali Znaidi, Túnez (The Mamba Haiku Journal II)

 

 

 

Otro limonero

en otro país

mis miradas son deseos

 

– Mohammed Bennis, Marruecos (World Haiku 2007 No.3

 

Un lugar cuidadosamente escogido

el gato durmiendo en el jardín

acariciado por el sol

 

—Talib, Morocco (https://talibhaiku.com/)

 

También existen poemas haiku escritos en árabe (y aún no traducidos al inglés) de poetas árabes de Siria, Marruecos, Irak, Jordania y Túnez que se encuentran en Poetry Letters Magazine (ed. árabe), No. 3, julio de 2015, «número especial» (The Arabic Haiku).

Argelia, Egipto, Libia, Mauritania, Marruecos, Sudán y el Sáhara Occidental siguen siendo una zona virgen donde las semillas de haiku aún no han caído. Ali Znaidi es un profesor de inglés de escuela secundaria tunecino y traductor de árabe cuyas formas de haiku y otras formas de poesía japonesa han sido prominentes en la escena internacional recientemente, apareciendo en muchas revistas internacionales y también en concursos. A continuación, algunos de sus trabajos más conocidos:

a pleno sol

el arco iris desapareciendo

en mariposas

 

Grand Prize, Non-Japanese Division, 8th Yamadera Bashō Memorial Museum English Haiku Contest

sirocco….

un pájaro bañándose

en orina de camello

 

 

The International Matsuo Bashō Premio 4ª Edición 2016, Mención honorífica

 

 

superviviente de cáncer….

una flor sorbiendo

el rocío

 

European Quarterly Kukai #14

luna llena… .

el peso de la alegría

del donante de sangre

 

Croatia Blood Donation Haiku Contest 2015, High Commendation

 

 

Otros elementos aleatorios

Richard Wright, un autor negro de América descubrió el haiku en 1959 cuando el poeta sudafricano Sinclair Beiles le entregó el cuarto volumen de Haiku de R.H. Blyth. Este nuevo género poético le llegó como una revelación. El especialista en Wright Jianqing Zheng escribe: «Inmediatamente después de la introducción de Beiles, hubo una entusiasta intensidad por escribir haiku en la vida de Wright en París. Wright era completamente incapaz de detener ‘ su nueva obsesión por el haiku aunque estaba muy enfermo en ese momento». Wright parece no haber tenido ninguna otra fuente de información sobre el haiku y nadie con quien discutir su trabajo. Sin embargo, Wright produjo unos 4.000 haikus, de los cuales 817 fueron seleccionados por el propio poeta para su publicación.

Su colección Haiku: This Other World sin embargo no apareció impresa hasta 1998.

Formación de Sociedades y Asociaciones Haiku en África

La difusión de Haiku en África se puede observar no sólo en las publicaciones, sino también a través de la formación de sociedades y asociaciones. Las actividades de los haikus parecen haberse extendido más rápidamente en África Occidental que en las demás subregiones. Senegal probablemente formó la primera sociedad de haiku en África, ya que la Embajada de Japón en Senegal tiene registros de un concurso de haiku que se remonta a 1979. Este concurso es ampliamente reconocido como un evento cultural senegalés, y el año 2017 marca el trigésimo aniversario de su celebración. Los participantes del concurso anterior habían sido de varios países, pero con una mayor representación de Senegal y Camerún. Senegal tiene una tradición de poesía de «conversación corta», sin ninguna regla relacionada con el conteo de sílabas como en el haiku, pero con rimas y ritmos repetidos, y participando en muchos juegos de palabras.

Tales poemas se recitaban en ocasiones como bodas y bautizos. La Embajada de Japón vio la oportunidad de conectar las culturas tradicionales japonesa y senegalesa alentando la creación del haiku en relación con la poesía oral tradicional en África Occidental.

La segunda asociación de este tipo fue quizás la Nigeria Haiku Society, formada en 2004 por Jerry S. Adesewo. La sociedad, reconocida y debidamente certificada por la Asociación de Autores Nigerianos, fue inaugurada oficialmente el 2 de junio de 2005 por el entonces Embajador de Japón en Nigeria, Sr. Akio Tanaka, en su residencia, durante la ceremonia de entrega de premios del Primer Concurso de Poesía Haiku, organizado en colaboración con un equipo de educación y entretenimiento con sede en Abuja, Arojah Concepts, para las escuelas FCT. Desde entonces ha cesado su actividad.

Una tercera organización de este tipo es la Ghana Haiku Society (GHS), fundada por Adjei Agyei-Baah y Celestine Nudanu en 2016 con el único objetivo de promover el haiku en Ghana y convertirlo en un nuevo género poético aceptable en los estudios de literatura tanto en las escuelas secundarias como en las universidades. En julio de 2015 nació la «African Haiku Network» de dos jóvenes africanos, Emmanuel Jessie Kalusian, instructor nigeriano de TIC especializado en programación informática y redes, y Adjei Agyei-Baah, profesor ghanés del Centro de Enseñanza a Distancia de la Universidad de Ghana, Campus de Kumasi, con el objetivo de promover y enseñar el haiku en África. En febrero de 2016 se lanzó el Mamba Haiku Journal, la primera voz internacional del haiku en África, llamando la atención de la comunidad haiku global sobre el crecimiento del haiku en África. Incluso antes de eso, hay que mencionar el blog de Nana Fredua-Agyeman, «Haiku from Ghana»

Fredua-Agyeman fue uno de los primeros africanos en ser publicado en una revista occidental (Simply Haiku 4.4, en 2006). También cabe mencionar a Jacob Kobina Ayiah Mensah, editor ghanés de Rough Sheet Tanka Journal, que había escrito y publicado bajo el seudónimo » Sitting Mountain » y que fue publicado poco después (Simply Haiku 7.4, 2009).

Libros de haiku / E-Books de África / Reseñas

Los poetas haikus africanos no sólo han logrado publicar revistas y ganar premios y menciones en concursos, sino que también han puesto sus poemas en colecciones y antologías, ya sea en libros impresos o en papel. Abajo hay una lista de libros de haiku escritos por africanos o haikus sobre África escritos por extranjeros:

Haiku for Awuku. Prince K. Mensah (Mensah Press, 2010)

Haiku Rhapsody. Celestine Nudanu (Nudanu Press, 2016)

AFRIKU. Adjei Agyei-Baah (Red Moon Press, 2016)

Bye, Donna Summer! Ali Znaidi (Fowlpox Press, 2014)

Morrocan Haiku. Sally Kendall (Blurb Books, 2010)

Of Little Consequence: Haiku. Steve Shapiro (Snail P. 2007))

Haiku for Africa. Marie Heese (Unisa Press, South Africa, 1997)

In A Borrowed Tent: Ninety nine haiku. Steve Shapiro (Firfield Pamphlet Press; 1St Edition,1994)

Revistas y reseñas de haiku africano

The Mamba Haiku Journal (February 2016 – present)

Review of Mamba Journal I by Akwu Sunday Victor (2016)

Review of Haiku Activities in Ghana, 2016 by Justice Joseph Prah, UHTS Ambassador

Review of Adjei Agyei-Baah’s AFRIKU (Red Moon Press, 2016) by Akwu Sunday Victor

Fuentes:

https://kenyasaijiki.blogspot.co.ke/2006/12/african-haiku.html?m=1

https://kenyasaijiki.blogspot.com/2006/12/kenya-haiku-clubs.html

https://en.wikipedia.org/wiki/Haiku_in_languages_other_than_Japanese

A study on Arabic Haiku, Poetry Letters Magazine (Arabic ed.), No. 3, 2015, p. 47–54

Poetry Letters Magazine (Arabic ed.), No. 3, July 2015, “special issue (the Arabic Haiku)

http://www.sn.emb-japan.go.jp/itpr_ja/haiku2017.html

Agradecimientos:

El autor agradece a Patrick Wafula (Kenia), Maria Steyn (Sudáfrica) y Charles Trumbull (Estados Unidos), por el suministro de materiales de investigación, y a todos mis amigos del haiku (Celestine Nudanu, Emmanuel Kalusian, y Joesph Justice Prah) en casa que revisan este trabajo.

 

 Notas de la traductora:

*El Harmattan es una temporada en el subcontinente de África Occidental, que tiene lugar entre finales de noviembre y mediados de marzo. Se caracteriza por el viento alisio seco y polvoriento del noreste, del mismo nombre, que sopla desde el desierto del Sahara sobre África Occidental hasta el Golfo de Guinea. El nombre está relacionado con la palabra haramata en la lengua twi. La temperatura es fría en la mayoría de los lugares, pero también puede ser caliente en ciertos lugares, dependiendo de las circunstancias locales.

*Okra es una planta fanerógama tropical de fruto comestible, originaria de África y perteneciente a la familia de las malváceas. Es conocida con los nombres de quimbombó, quingombó, gombo, molondrón, ocra, okra o bamia, candia en Senegal y en México se le llama también abelmosco.

*Ishwa: Se denomina así a un tipo de termita con alas comestible. Estos pequeños manjares carnosos han sido consumidos por muchas tribus y culturas de todo el país desde hace siglos, según el Museo de Historia Natural de Zimbabue. Las frescas sólo están disponibles durante el vuelo de apareamiento anual del insecto, que ocurre en el segundo mes de la temporada de lluvias.

Mirar al exterior de nosotros mismos

En la base de todo poema haiku está esa mirada indispensable hacia el exterior de nosotros mismos. Una mirada que implica centrar la atención en otra cosa que no sean nuestros pensamientos, preocupaciones, o proyectos.

Mirar con atención algo externo a nosotros nos libera de estar solamente dentro de nuestro mundo mental.

 

Recogiendo el kimono

un paso

sobre el barro de primavera

     

                                                             Sumiko Ikeda

 

Nos va permitiendo romper el caparazón en el que nos hemos encerrado, porque aunque nuestros ojos vean y nuestras manos toquen y nuestros oídos oigan, muchas veces es un ver y tocar y oler la superficie de las cosas. Para que lo percibido a través de los sentidos de verdad nos llegue, nos emocione, nos conmocione, es necesario haber desplazado el foco de nuestra atención hacia el exterior.

 

 

Todas las piedras

del templo Ishiyama,

bañadas por la luna.

 

                                           Sukehiro Noriko

 

    “Escuche todos los sonidos, el susurro, la leve brisa entre las hojas. Vea la luz sobre esa hoja y observe el sol que se levanta tras el cerro, sobre la pradera. Y el río seco, o ese animal y aquellas ovejas al otro lado de la colina, obsérvelas. Mírelas con ese sentimiento de afecto, de protección en el que uno siente que no desea causar daño a cosa alguna”, dice Krishnamurti en “Cartas a las escuelas II” y esas mismas palabras puede decirlas cualquiera que quiera transmitir como debe ser esa forma de mirar el mundo a la que debe aspirar todo haijin. Porque mirar con un sentimiento de proximidad que nos acerque y posibilite alguna conexión con los otros seres vivos, con la naturaleza, con las cosas en general que suceden a nuestro alrededor, es indispensable para escribir un buen haiku.

 

De la bandada de los chidori,

uno va perdiendo fuerzas

y el viento lo recoge

 

                                                 Chiyo-Jo

 

Practicar este tipo de poesía nos lleva a mirar con atención nuestro entorno; la luna distante que flota en el cielo se nos hace de repente más pronunciada en la conciencia. Deja de formar parte de la indiferencia del decorado, donde no tenía ningún interés en particular para nuestra conciencia, y ahora esa misma luna destaca con una presencia nueva. Las cosas se nos hacen más próximas, más intimas.

 

Atravesando el cielo,

tan clara y plateada

la luna sola.

 

                                               Seisensui Ogiwara

 

    Al desplazar el foco de atención hacia esa montaña lejana, hacia esos árboles en su ladera, hacia la lluvia del otoño, hacia cualquier suceso externo que percibimos a través de nuestros sentidos: descubrimos el mundo, sentimos la vida, y quizá escribiremos algún buen haiku.

 

HAIGA 1. CON EL MISMO PINCEL

Con el mismo pincel que un haijin escribe su haiku en el papel, también puede pintar lo que ha percibido en ese instante de conmoción ante un suceso que no lo dejó indiferente en el mundo. Ambas pinceladas, escritura e imagen, se convierten en una obra única que potencia el aware percibido. Así es una obra HAIGA, al menos así, en sus inicios.

HAIGA es un término compuesto por dos palabras:    HAI que refiere al poema haiku y GA, a imagen, pintura. Si bien es una práctica muy antigua, el término haiga es bastante moderno. En su obra, Blyth, dice que no se usaba ese término ni en la época de Shiki.

Una obra haiga entonces, es una expresión japonesa compuesta por una pintura y un haiku. Si bien constituyen una obra presentada en un mismo espacio, ambos se complementan entre sí. De esta manera el aware que es el basamento del haiku es también el mismo que se expresará en la pintura.

         La obra se fundamenta en una simple pero profunda emoción que intenta transmitir. Por lo tanto, la escena que se expresa, conforma una unidad entre el haiku y la imagen representada.

La pintura con tinta negra, sumi-e, es una técnica de pintura que utiliza los mismos elementos que se usan en la escritura: papel artesanal de arroz, pincel, tinta negra y tintero (los cuatro tesoros del pintor).

Haciendo historia, el japonés era una lengua sin escritura hasta la llegada de los ideogramas chinos, que en japonés reciben el nombre de kanji. Recién hay testimonio de escritura japonesa a partir del año 538. Con su avance, los poetas fueron de los primeros en dejar plasmado por escrito sus producciones. El “Kokinwakashu”, más conocido como “Kokinshu”, compiló 1.111 poemas antes del fin del primer milenio, alrededor del año 900.

La aparición del sumi-e en Japón se produjo una centuria antes, pero su difusión mayor y esplendor se realizó en el período Muromachi (siglo XIV-XVI). Este tipo de pintura había llegado de la mano de los monjes budistas.

Muchos denominan erróneamente al haiku como “poema zen”, tal vez la confusión se deba a la amplia difusión que tuvo esta expresión poética entre quienes practicaban el budismo. Sumado a ello, la práctica del ZEN GA o “pintura zen” se difundió junto con el budismo desde los monjes hasta los granjeros y miembros de la corte. Todo esto generó la combinación justa para la práctica conjunta: texto y pintura.

En el haiku  las imágenes internas se yuxtaponen entre sí. Igualmente una obra haiga contiene una yuxtaposición entre el haiku y la pintura. Esta imagen no es necesariamente una representación del haiku ni viceversa, sino que ambas haiku e imagen se complementan entre sí constituyendo una unidad, una obra en sí misma que es más que la suma del haiku y la pintura. La obra única resultante, amplía la posibilidad de percibir el aware expresado.

En sus inicios los haiga eran dibujados y escritos por el mismo autor. Hirata Shusui, artista japonés del siglo pasado, consideraba que lo ideal en el haiga es que una persona escriba el haiku y otra distinta realice la pintura. En este caso es fundamental que el aware expresado en el haiku sea percibido por el pintor que complementará la obra. La interacción que se dará entre ellos debe ser lo suficientemente estrecha para que la obra resultante no pierda la emoción, el sentimiento que generó el haiku.

         Desde principios del siglo XVII cuando comienza la difusión del haiku durante el período Edo, comenzaron también a crearse los primeros haiga de la mano de quienes practicaban el arte del haiku.

Un ejemplo de ello son los realizados por Basho. Él tenía un alumno, Morikawa Kyoriku, quien a su vez le enseñaba pintura. Entre ambos fueron creando haiga en los que compartían haiku y pintura.

Sin embargo es Nonoguchi Ryūho el que fue considerado como el fundador de los haiga. Si bien desde mucho tiempo antes ya había algunos autores que pintaban y escribían sus haiku en el mismo papel, es Ryūho el que comenzó a realizar este tipo de obra con frecuencia al principio del siglo XVII.

Entre los autores de haiga reconocidos además de Matsuo Bashō, encontramos a Kobayashi Issa, Matsumura Goshun, Kaga no Chiyo, Sakai Hōitsu, Sengai Gibon, Enomoto Kikaku, Hakuin Ekaku, Yosa Buson y Nonoguchi Ryūho entre otros.

 

 

 

Dejar de ser los protagonistas

Introducción

En el prólogo del libro “Nieve, luna, flores” de José María Bermejo, leemos: “La engañosa facilidad del poema ha inundado las antologías con millones de frivolidades”, el mismo Bashô había dicho que una vida entera apenas da para unas cuantas iluminaciones: “El que crea de tres a cinco “haikus” durante su vida es un poeta de “haiku”. El que llega a diez es un maestro.”

Evidentemente un conocimiento poco profundo del tema nos lleva a escribir mal, y puede ser poco profundo aunque se hayan leído varios libros sobre el tema y se tengan conocimientos “intelectuales”. No en vano un viejo texto chino da esta pauta, tan válida para el pintor como para el poeta: “Dibuja bambúes durante diez años, hazte un bambú; después olvida todo lo que sepas de bambúes mientras estás dibujando.”

O sea que, si bien estamos ante una forma de poesía sencilla, porque al haiku la sencillez le es tan fundamental como sus pocas sílabas, no es menos cierto que la sencillez del haiku no es fácil, que su facilidad solo es aparente. Un signo de la riqueza del haiku lo encontramos en las paradojas que constituyen su esencia: utiliza la palabra para transmitir lo que no se puede decir con palabras, transmite un instante y en ese instante la misma eternidad, se sirve de lo concreto para llegar al símbolo, de la sensación para atraer lo espiritual.

En estas entregas trataré de compartir esa parte de aprendizaje, intuiciones y reflexiones que estoy transitando, pues para llegar a expresar nuestras percepciones en forma de poema haiku debemos embarcarnos en un camino de despojamiento, de trabajo interior que nos lleve a disolver nuestro ego y nuestra vanidad para no volcar en nuestros intentos de haikus todo lo que debe callarse.

 

Dejar de ser los protagonistas

 “Una de las funciones del haiku es transformarnos, abandonar

nuestros laberintos mentales y oxigenar nuestro mundo interior”

Vicente Haya

  

Dejar de ser los protagonistas de nuestros haikus no es algo que resulte fácil, principalmente porque estamos acostumbrados a que todo gire en torno nuestro. Incluso, puede llevarnos trabajo reconocer que nos hemos priorizado sobre el resto de cosas que están sucediendo en ese mismo momento y en ese mismo lugar.

Por dar un ejemplo, en este haiku:

 

El perro arrastra

hasta mis pies helados

la rama con nieve.

 

puede parecer que el frío es el protagonista, y por ende la rama, el perro y la nieve. Y, sin embargo, el “yo” no solo está presente sino que toma relevancia y salta a un primer plano en esos “pies helados”.

Quitarnos de en medio, dejar de ser el tema de nuestros haikus, es una de las primeras tareas que debemos afrontar si deseamos si deseamos escribir con haimi, con sabor de haiku. Para conseguirlo debemos dejar de creernos el centro del mundo; es entonces cuando, tal vez, de esa misma vivencia podremos escribir algo así:

 

La rama con nieve

que el perro arrastra

va perdiendo la nieve

 

Porque cuando uno se sabe solo un elemento más de una escena, se pueden ver otras cosas que suceden. Cosas que si somos los protagonistas, perdemos de vivir conscientemente. Para que nuestros “pies helados” no sean lo más importante de un momento vivido, debemos considerarnos una parte más del todo, y así “la rama con nieve que va perdiendo la nieve” captará nuestra atención, nos permitirá vislumbrar un pellizco de lo inefable, sentir un aware más profundo.

 

Mientras llevemos el “yo” a cuestas nos empeñaremos en decir lo que pensamos, lo que queremos, lo que sentimos. Por ello, cuando nos iniciamos en el “camino del haiku”, una de las primeras cosas sobre la que debemos trabajar es sobre nuestro “yo”; un buen maestro nos ayudará a entrar en ese proceso de desprendimiento de capas de importancia y de soberbia desde las que es imposible escribir uno de estos breves poemas y pretender que sea un haiku.

 

Solo cuando no nos consideremos el centro de nada, aquello que escribimos y que parece representar solo una escena objetiva, y que de hecho lo hace, tendrá profundidad y significado; pero para lograrlo el poeta debe estar embarcado en un camino de despojamiento que le permita percibir el mundo. Sentir el mundo para ser capaz de asombrarse con sencillez por la vida que se manifiesta. Esa “vida” que hace posible el asombro, la conmoción, el aware, que intentará transmitir en su poema. Esto es lo maravilloso del camino del haiku, nos va mostrando el mundo, nos va puliendo, nos amplía la mirada, y nos vamos relegando, mixturando con la vida.