Entrega nº 117. 6 de septiembre

Aunque se trabaje en el puesto más humilde, es necesario tener un poco de tiempo libre para jugar al go”. Y ahí se ve a algunos que se dan aires de caballeros, pero, cuando los miras jugando, ¡están muy orgullosos de su primera partida ganada!, y luego, se apresuran a volver a querer jugar, como si estuvieran atormentados por un fuego ardiente tras perder dos o tres partidas seguidas. Pasan noches sin dormir, y hasta hacen crujir las fichas, sin respirar, sin pensar en los golpetazos que dan. Vistos desde fuera, parecen enloquecidos. Así, en estas condiciones, ¡es más que una cuestión de ocio!

Notas del traductor y las fuentes

– Ya se hizo alguna referencia al juego del go en las entregas 33 y 59 de 14 de junio y 10 de julio respectivamente. El go (gô) es un juego de tablero de estrategia para dos personas (en cada país oriental varía su nombre). Se originó en China hace más de 2500 años. Fue considerado una de las cuatro artes esenciales de la antigüedad China. Los textos más antiguos que hacen referencia al go son las analectas de Confucio. Los tableros pueden ser de 7×7, 9×9, 13×13 y 19×19. Cuantas más intersecciones, mayor la dificultad. Lo más normal es de 19×19. Se sabe que originalmente se jugaba en tableros de 17×17 pero cuando el juego llegó a Corea y Japón en los siglos V y VII d.C., los tableros de 19×19 ya se habían vuelto la norma. El go es muy popular en Asia Oriental, pero también ha ganado cierta popularidad en otras partes del mundo. Llegó a Europa a través de Japón, por lo cual se conoce por su nombre allí, go, del japonés igo.