Todas las entradas de: el rincón del haiku

Cafetales (parte 2)

Aguardando
la luna nueva 
Grillos del cafetal

Asoleadero*:
los granos de la pepena**
cubiertos de moho

*asoleadero: terreno o patio para secar los granos del cafeto.

**de pepenar: recoger los frutos de cafeto caídos durante el corte, para secarlos sin despulpar.

Jorge Moreno Bulbarela «Jor»

Café recién hecho.
Unas campanas lejanas
tocan a muerto

Isabel Rodríguez “Isa”

 

Entre el cafetal
la palma derribada
llena de santanillas

Lázaro Orihuela «manglerojo»

 

Pilón de jiquí*
Por el batey el golpe
de la macana**

*Cuba. Tronco vaciado para triturar café.

**Cuba. Garrote pesado de madera dura.

Idalberto Tamayo

 

Trinan los zenzontles
La neblina cubriendo
cafetos en flor

Jaspe Uriel Martínez «Ajenjo»

Febrero 2023

EL MÁS POÉTICO

De las diferentes versiones de este poema:

umi kurete

kamo no koe

honoka ni shiroshi

 

escojo la de Octavio Paz y Eikichi Hayashiya:

 

El mar ya oscuro:

Los gritos de los patos

ligeramente blancos

 

Generalmente se hace una lectura poética de este texto, la mezcla de las percepciones sensoriales se toma como si fuera una figura literaria: la sinestesia. El poeta José Muñoz Cota me decía: “no percibo el color de las voces, pero intuyo que sí lo tienen”. Cierto, muy cierto. Este haiku se lee poéticamente, pero también es posible una lectura al pie de la letra. Hay personas, como el entrañable compañero Arcángelo, que tienen la capacidad de ver el color de los sonidos.

 

EL MÁS SUGESTIVO

También goza de fama este haiku:

kaareda ni

karasu no tomarikeri

aki no kure

 

Sobre la rama seca,

un cuervo se ha posado;

tarde de otoño.

 

Así lo traduce el Maestro Rodríguez-Izquierdo, y señala que es el punto de partida del principio de comparación interna, una técnica de mayor reticencia que la metáfora. Esta forma de escribir es como un esfumado de la expresión metafórica y hace que el lector participe en el hallazgo de las similitudes o las diferencias. Las figuras literarias, en general, deforman lo que nombran, son una especie de caricatura esteticista difícil de apreciar para una mente ingenua y veraz. Recordemos el comentario que hizo un muchachito japonés al leer aquel verso en que Li Po afirma que su cabello cano tiene mil pasos de longitud, y que despertó la simpatía de Arthur Waley: “es la más descarada de las mentiras”.

 

EL MÁS IMPACTANTE

El primer impacto que recibimos de este haiku fue el sonoro:

araumi ya

sado ni yokotau

amanogawa

 

No faltaron compañeros que, en el patio de la escuela, imitando las artes marciales se ponían en guardia al grito de ¡araumi ya!

De las versiones que se han dado destaco las siguientes:

 

Un mar bravío.

Y, tensa sobre Sado,

la Vía Láctea.

(Antonio Cabezas)

 

un mar revuelto:

sobre la isla de Sado,

la Vía Láctea

(José Ma. Bermejo)

 

Tendido fluye

del mar bravo a la isla:

río de estrellas.

(O.Paz y E. Hayashiya)

 

El mar salvaje,

junto a la isla de Sado,

vuelo de naves

(Nuria Parés)

 

   La versión que da Nuria Parés, posiblemente de una traducción francesa, es una maravillosa visión surrealista, digna de ser acompañada de una acuarela.

   La de Octavio Paz y Eikichi Hayashiya, lírica, sugestiva, y el último verso, todo un acierto que, de ser recitado a Abd-ul-Wahab, le haría gritar: ¡olé! antes de desmayarse como lo hizo al escuchar los versos de Abenámar, según cuenta Federico de Shack.

   Las sobrias traducciones de Antonio Cabezas y José María Bermejo, permiten sentir la impresión del mar picado en contraste con el Río del Cielo.

EL MÁS INGENIOSO

Nuria Parés nos dice que el haiku más antiguo de Bashô que se conserva es uno que escribió a los trece años de edad, cuyo valor está fincado casi exclusivamente en el ingenioso juego de palabras, cosa que considera un defecto de su época. Sin embargo, Donald Keene, en La literatura japonesa, se refiere a los retruécanos de manera distinta, ya que se utilizan en la técnica del kakekotoba o “palabra eje”, uno de los rasgos más característicos del verso japonés. Y presenta ejemplos de retruécanos trágicos en las estrofas del teatro Nô.

   Los toponímicos también se prestan para manejar el recurso de la “palabra eje”, y el autor de Sendas de Oku lo usa en los versos del final de esa obra.

hamaguri no

futami ni wakari

yuku aki zo

Aunque se juzga intraducible, Antonio Cabezas, en una de sus versiones intenta el recurso de la palabra eje.

Como la almeja

en dos valvas, me parto

de ti con el otoño.

LOS PRIMEROS HAIKUS

Cronológicamente, los haikus de Bashô, al igual que Jacob, no tienen la primogenitura. Según Antonio Cabezas los primeros textos de este género serían los de Onitsura. En este caso es posible hacer un paralelo con la filosofía para juzgar salomónicamente: el fragmento de Anaximandro es el primer texto filosófico, aunque carece de la trascendencia del poema de Parménides.

LA IMPORTANCIA DE UN HAIKU

El poema del salto de la rana puede considerarse como el mito fundador del haiku, y, en tanto mito, es un mediador que resuelve una contradicción: la del cambio y la permanencia, los dos principios de la estética de Bashô. He ahí su importancia.

Montañas y ríos

Una conocida expresión de la tradición zen dice: “Antes de conocer el zen, las montañas eran las montañas y los ríos eran los ríos. Cuando comencé a estudiar el zen, las montañas ya no eran las montañas ni los ríos eran los ríos. Cuando al fin comprendí la esencia del zen, las montañas son las montañas y los ríos son los ríos.”

Parece que lo esencial de la vida responde a la misma apreciación. Los seres humanos solemos perdernos, dar vueltas y desvíos hasta llegar a estar totalmente confundidos.

El haiku, como el zen, es un retorno a lo esencial. Nada nos hace falta, nada nos sobra. Buscamos inútilmente un tesoro donde nunca podremos encontrarlo. La joya preciosa no está en un lugar lejano o desconocido. Nunca cesa de brillar en nuestro propio corazón.

Recuperar la capacidad de percibir directamente, sin obstrucciones ni distorsiones, sin engaños ni manipulaciones, desnudos, desprevenidos, con sencillez y humildad, como el niño que nunca dejamos de ser, ese es el camino del haiku:

¡Las montañas son las montañas, los ríos son los ríos!

algazara

dos guacamayas

en el techo de la casa

·

sin ruido…

una tras otra cae

gota de rocío

Foto: Cañón del Río Cauca (Antioquia, Colombia), Luis Bernardo Cano

 

Shiki: Las reuniones con los amigotes… y la colectividad en el haiku.

Imagen 1.- La primera reunión de haiku de «Busonki», o reunión por aniversario de la muerte de Yosa Buson. Fotografía conmemorativa tomada en el porche de una habitación de invitados de Shikian (1897, Fuente Museo Shiki). 

Imagen 2.-  Conocida fotografía de Shiki, también en 1897, con 31 años, delante su casa frente jardín el 24 diciembre, con motivo de la primera celebración sobre el Poeta Buson.

Imagen 3.- Busonki de diciembre de 1899 (Fuente: Shikian). Esta foto fue tomada frente a la cerca de pizarra en el lado oeste. Shiki se apoyó en un reposabrazos en el centro de la primera fila.

Seguramente porque Shiki no podía salir de casa en sus últimos años, con cierta frecuencia y con motivos muy dispares (homenajear a un clásico, despedir a un amigo que parte, celebrar la entrada de año, etc.) organizaba grandes reuniones de haijines. Murió el día 19 de septiembre de 1902: pues bien, la última de estas grandes reuniones fue ¡el 10 de septiembre!, cuando apenas tenía fuerzas ya para respirar.

Posiblemente, las más famosas y fructíferas de todas las reuniones fueron los “Busonki”, o reuniones en homenaje a Buson, que se celebraban casi siempre el día 24 de diciembre, fecha de la muerte del gran maestro del haiku y la pintura (fecha de calendario lunar, 17 de enero en el nuevo calendario solar). De la primera, en 1987, tenemos esa fotografía en la Imagen 1, con 20 asistentes y la imagen 2 individual del maestro. En la tercera, en la Imagen 3, ya apreciamos más de 45 asistentes. Aún tenemos una fotografía más de estos encuentros, pero tiene su propia historia y la veremos y comentaremos en la próxima entrega.

Shiki sentía gran admiración por Buson, llegándole a dedicar el libro “Haijin Buson” en 1899, que se venía publicando de forma seriada en el diario Nihon desde 1897. Continúa, a partir de 1898, mediante estas sesiones de lectura colectiva organizadas en el propio domicilio del poeta y hasta pocos días antes de su muerte. Estas sesiones culminaron con la publicación de escritos de un Curso sobre las colecciones de Buson (Buson kushū kōgi). En mayo de 1900, fueron los Versos de invierno, en septiembre de 1900 los Versos de primavera, en enero de 1902 los Versos de verano y, Meisetsu, publicará un último volumen en junio de 1903: Versos de otoño.

Si bien Donal Keene y Janine Beichman dejan buena constancia de la impresión de Buson en Shiki, a quien desee profundizar, recomiendo muy encarecidamente los artículos “Buson and Shiki: Part One & Part Two”, de Mark Morris (University of Adelaide) en Harvard Journal of Asiatic Studies, Vol. 44, No. 2 (Dec., 1984), pp. 381-425 y Vol. 45, No. 1 (Jun., 1985), pp. 255-321.

Me permito recordar aquí también que el haiku tiene un componente imprescindible de colectivo, se originó de la poesía colectiva y de desarrolló como poesía en colectivo: de ahí la importancia de los foros, escuelas, asociaciones, etc.

Ya publicado con anterioridad, también recuerdo aquí cuatro términos que se usan en la colectividad del haiku:

Unza: (za: reunión, uno: destino): Empezaron siendo reuniones de numerosos haijines para la práctica del haiku, meros ejercicios. Finalmente, se convirtieron en sesiones de selección donde se decide colectivamente el destino de los diferentes haikus compuestos por los miembros: ¿serán seleccionados? ¿serán rechazados? Usado para publicaciones en libros, revistas, foros, etc.

Tensaku: Sesiones de numerosos haijines con fines, no de selección, sino de mejora de los haikus. Puesta en común, comentarios y correcciones colectivas.

Kukai: Tiene características de competitividad, de concurso. En esa reunión los haiku se escriben en hojas de papel anónimas, por lo que no se sabe de quién es cada haiku inicialmente y cada cual selecciona tres o cinco de sus favoritos. Cada miembro lee en voz alta su selección de haiku y hace un pequeño comentario al respecto. Gana el que mayor número de selecciones tenga.

Ginkō: Un grupo de haijines pasea con atención por un área determinada de naturaleza, escriben haikus que puedan surgir al respecto y luego los intercambian frecuentemente en formato de kukai.

FUENTES:

Imágenes:

Museo de Shiki

Shikian

Febrero 2023

En el segundo mes del año les traigo un haiku con mucho humor, no sólo en el poema en sí, sino también en la inspiración que tomó el maestro Bashou.

El kigo de primavera ―temporada que en el calendario lunar iba desde el primer al tercer mes del año― utilizado en este haiku 猫の妻 “neko no tsuma, la esposa del gato”, está relacionado con 猫の恋 “neko no koi” o “amor de gatos”, que describe los maullidos de un gato en celo en temporada primaveral llamando a la gata; esa es la “esposa del gato”. Este kigo es un tópico muy utilizado, por ejemplo, por Shoumon, discípulo de Bashou. “Neko no koi”, y por extension “neko no tsuma”, son un tema propio del haiku. Su equivalente en el lenguaje del waka ―poesía clásica, sobre todo, pero no exclusivo, el tanka― es el termino 妻恋ふ鹿 “tsuma kofu shika” o “el ciervo que ama a su esposa”.

猫の妻へつゐの崩よりかよひけり

neko no tsuma hetsui no kuzure yori kayohikeri

la gata iba y venía a través de la fisura en la cocina

La inspiración de este irreverente haiku es una situación que aparece en el Ise monogatari, considerado el primer uta monogatari ―antología poética cuyo trasfondo está escrito en prosa― de la literatura japonesa. Dado que muchos de sus episodios y poemas pertenecen o están relacionados con Ariwara no Narihira (825-880) se le atribuía la autoría a este poeta, pero estudios historiográficos y sociales han llegado a la conclusión de que no es posible que el texto íntegro haya sido escrito por él, y, por tanto, en la actualidad se publica como de autor anónimo.

En la sección 5 aparece la frase 「むかし、男ありけり。…築地の崩れより通ひけり。」 “Mukashi, otoko arikeri… tsuihidji no kuzure yori kayohikeri.” En español: “Hace tiempo había un hombre… iba y venía a través de la fisura en el muro”. El detalle de pasar por el muro destruido tenía el fin de evitar la entrada principal para rehuir la intervención de la familia de la dama en cuestión. Es esta frase la que toma Bashou para los versos segundo y tercero, cambiando el muro por una cocina tradicional a leña o carbón, y al noble Narihira que iba a visitar a la futura emperatriz a escondidas, por el gato. Así como este galán del siglo IX causaba estragos en la corte de Heian, los gatos que se persiguen amorosamente en la cocina provocarán un caos similar. Humor e irreverencia literaria, muy propia del haiku.

Un par de datos complementarios: en el poema se utiliza へつゐ “hetsui” que es lo mismo que 竃 “kamado”, y se refiere a una cocina tradicional con una base de adobe y un recipiente de metal, que se alimentaba de leña o carbón. Y finalmente, como se habrán dado cuenta, este haiku es de metro roto, ya que, en vez de los habituales 17 sonidos, tiene 19.

Y con este romance gatuno, que espero les haya divertido e informado, me despido por este mes, esperando todos tengan un maravilloso febrero, lleno de hermosos haikus. ¡Hasta la próxima entrega!

Haiku 48

48

 

春の夜に尊き御所を守身かな

Haru no yo ni toutoki gosho o moru mi kana

En la noche de primavera
protejo el sagrado
palacio imperial…

Desglose:

春[haru: primavera], の[no: partícula], 夜[yo: atardecer, noche], に[no: partícula], 尊き[toutoki: adjetivo en forma arcaica, actual toutoi尊い:  noble, sagrado, valioso, precioso], 御所[gosho: antiguo palacio imperial], を [o: partícula] 守 [moru: protección, defensa], 身 [mi: cuerpo, uno mismo, el lugar de uno] かな[kana: partícula].

 

Comentario y notas culturales:

Seguramente, Buson se refiere al Palacio Imperial de la ciudad de Kioto (antiguo Heian) como sede de la tradición poética. Sabemos que nuestro haijin fue un firme defensor del ramillete de ideales estéticos y culturales de la dinastía china Tang y de la corte japonesa durante el Periodo Heian. En cierto modo, este poema nos invita a la comprensión de un maestro que no descansa defendiendo o protegiendo los valores literarios que deben preservarse en el haikai, seguramente en consonancia con su teoría (rizoku) basada en aquel “despertar en lo alto”. Sus motivaciones son la poesía de Li Po y el estilo chino de Bashô, pues Buson es un férreo paladín frente a la vulgarización y mercantilización del haikai que resurgió tras la muerte de su maestro indirecto.

 

Haibun 42

Haibun 42

Claro del bosque

El camino interior que va de la playa de La Fosca a playa Castell es plenamente rural. Nadie diría que un poco más allá del encinar se extiende el Mar Mediterráneo.

Aunque es el segundo día del año la temperatura es de primavera.

Los madroños, con sus delicados racimos de campanillas colgantes, reciben al caminante en el margen derecho. En la misma dirección, si pudiéramos sobrevolar los árboles, llegaríamos a cala Salguer.

Oculta entre encinas y alcornoques, el acceso prohibido a una casa.

En el silencio…solo el canto de los pájaros, el “bon día” de algún ciclista y el ritmo de nuestros pasos.

Hasta llegar a la penumbra del bosque, los márgenes del camino muestran su verdor. Las bellotas se amontonan a lo largo de la senda.

Al adentrarnos en la arboleda se tiene la sensación de que siempre ha estado así, llena de nadie. La rugosidad de los troncos, la suavidad del musgo que los cubre…

¿Adentrarnos?…más bien parece que el bosque se adentra en nosotros…nos vuelve ramas de alzinas sureras* arqueadas hacia el cielo o helechos creciendo en la umbría. Nos volvemos salvia acumulada en las raíces de las esparragueras, y setas venenosas, y…

Al girar la curva, un claro en el bosque. La extensión verde brillante se abre ante nosotros. El atajo que lo atraviesa, separa la llanura de la loma.
Lo bordeamos en silencio hasta detenernos junto a una gran encina. Oímos ruido y de repente un rebaño.

Se acerca un perro.
En el aire el olor
del macho cabrío

Trescientas ovejas ripollesas, treinta cabras, dos perros y un pastor. Es joven, simpático.

Dice que este pasto lo siembran como alimento, a las cabras les encantan también las bellotas.

Le hablo del cordero segureño de mi infancia, de la esquila. De los colchones de lana…

–  ¡La oveja segureña! sí, la conozco, dice.  Tuve algunas de esa raza hace años. Son buenas, tienen mucha leche. Y todas daban dos crías.

El camino, el bosque, el silencio… Volvemos a casa rodeando el sembrado.

el sonido de las ovejas
cuando arrancan el pasto –
sol de Año Nuevo

 

Mari Ángeles Millán (Hikari)
Girona

 *alzina surera: (Quercus suber L.) Alcornoque

Cafetales (parte 1)

Ocaso…
En el cafetal
la neblina.

Esteban Sánchez «estebansa.iearm»

Cafetos en flor
El hombre destusa
al gallo fino*

*Gallo de pelea.

Mayra Rosa Soris «Diáfana»

Noche nublada,
ronchas de tlazahuates*
en las ingles

*tlazahuates: ácaros de los cafetales.

Jorge Moreno Bulbarela «Jor»

 

hojarasca –
en el cafetal
se revuelca una culebra

Cáscara de cigarra
prendida al tronco –
un chirrido en las frondas

Jorge Moreno Bulbarela «Jor»

Café de olla
El vendedor de pájaros
entre la niebla

Jaspe Uriel Martínez «Ajenjo»