CONSTRUIR
Bajo el paraguas.
Gotas en los oídos,
Entre mimosas.
DECONSTRUIR
Este fin de semana ha sido lluvioso en la Sierra de San Vicente, con aguanieve ayer tarde. Pero fue anteayer, sábado, cuando al caer la tarde, salí a pasear. Botas en pies y paraguas en la mano. Hay un tramo, ya en el camino de descenso que discurre por una carretera apenas transitada, en donde crecen las mimosas. La lluvia, aunque fina, caía sobre la tela negra del paraguas produciendo unos sonidos sordos, profundos, redondos.
A la derecha, los altos arbustos de las mimosas, con sus flores mojadas, trémulas y amarillas, se doblaban hacia el camino saludando a este solitario paseante.
Paseante que tuvo la extraña ocurrencia de soltar el paraguas en el asfalto de la carretera y corresponder al saludo de las mimosas capturándolas en una foto para los amigos de El Rincón. Capturar el instante dentro del corazón de uno mismo. El secreto del haiku.