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Octubre 2022

CONSTRUIR

Largo paseo
con Zarca sorda y vieja.
Primeros fríos.

DECONSTRUIR

¿Quién es Zarca? Quizás vaya contra el espíritu del haiku, decirlo. Sí, sería más poético dejar en el misterio la identidad de Zarca. Sin embargo, “deconstruir” es eso: una traviesa aguja que pincha la fantasía de la burbuja multicolor del poema. Por eso, hago justicia a esta sección de Deconstruir revelándolo.

Zarca es mi perra. Tiene una particularidad: un ojo de cada color. Además, tiene diecisiete años, una edad muy avanzada para su raza Pointer (adjunto foto). Ya no oye cuando la llamo para comer ni para sacarla de paseo y debo buscarla alrededor de la casa. Pero como sé que le gusta pasear todavía, la llevo conmigo estas mañanas de principios de otoño en que ya sentimos en la piel la bajada de la temperatura y los erizos de las castañas amarillean. Mi haiku es para ella.

Octubre 2022

El dia ha aixecat cobert i la boirina humiteja l’ambient. Surto d’hora a caminar. Ahir al vespre es va albirar un estol de cigonyes, que van fer parada en el seu viatge cap a terres més càlides, i m’agradaria acostar-me. Tot i que els darrers anys han sovintejat, encara és novetat.

Em dirigeixo cap a la plana. Allà els camps ofereixen un bon espai obert. A hores d’ara, ja han estat llaurats i femats. Els grocs de la colza i els daurats del blat han deixat pas al marró de la terra, aquest matí més intens per la humitat. Alguns conreus de blat de moro encara puntegen el paisatge de verd.

La frescor matinal es deixa sentir, com les olors, que a aquesta hora semblen més netes. Al llarg del camí es barregen la dolçor del fonoll, arrasat en desbrossar els marges, amb la fortor àcida dels fems abocats als camps, l’olor de la terra molla amb la subtil olor de la boira.

matí emboirat

cargols aquí i allà

per tot el marge

També les orenetes, arrenglerades als fils elèctrics, preparen la seva marxa. Una mica més enllà, s’acosten algunes cigonyes planant de baixada. Que elegant és, el seu vol¡

M’emociona acostar-m’hi! Fins avui, sempre les havia vist a distància. Tiro cap allà, acostant-me a poc a poc, fins a agafar un rec que hi ha entre dos camps. El terra és ben moll, encara hi ha aigua de les pluges d’aquests darrers dies. Tant és. Continuo endavant, traient tan sols el cap de tant en tant, fins a arribar a uns matolls, ja força a prop.

olor de fems

claquegen les cigonyes

al camp proper

-.-

El día ha amanecido cubierto y la neblina humedece el ambiente. Salgo temprano a caminar. Ayer al atardecer, se divisó una bandada de cigüeñas, que hicieron un alto en su viaje hacia tierras más cálidas, y me gustaría acercarme. Pese a que en los últimos años se las ha avistado con frecuencia, todavía es novedad.

Me dirijo hacia el llano. Allá los campos ofrecen un buen espacio abierto. A estas alturas, ya han sido labrados y abonados. Los amarillos de la colza y los dorados del trigo han dejado paso al marrón de la tierra, esta mañana más intenso por la humedad. Algunos cultivos de maíz todavía puntean el paisaje de verde.

La frescura matinal se deja sentir, como los olores, que a esta hora parecen más limpios. A lo largo del camino se mezclan la dulzura del hinojo, arrasado al desbrozar los márgenes, con el fuerte olor ácido del estiércol vertido en los campos, el olor de la tierra mojada con el sutil olor de la niebla.

mañana de niebla

caracoles aquí y allá

por todo el margen

También las golondrinas, puestas en fila en los hilos eléctricos, preparan su marcha. Algo más allá, se acercan algunas cigüeñas planeando de bajada. ¡Qué elegante es su vuelo!

¡Me emociona acercarme! Hasta hoy, siempre las había visto a distancia. Voy hacia allá, acercándome despacio, hasta coger una reguera que hay entre dos campos. El suelo está bien mojado, todavía hay agua de las lluvias de estos últimos días. Da igual. Continúo adelante, asomando la cabeza de vez en cuando, hasta llegar a unos matorrales, ya bastante cerca.

olor a estiércol

crotoran las cigüeñas

en el campo cercano

Octubre 2022

Salgo a recorrer la primavera que se esparce por la estepa con una variedad de colores en verdes: claros, oscuros, intensos, suaves.

En este jardín entre planicies, cañadones, arenas, arcillas, rocas, pedregales sus colores se unen con el de las flores, tejen una paleta de amarillos, rosas, rojos, azules, blancos, violáceos… se mezclan, se difuminan, entre olores característicos de todo el espacio

El detalle del tomillo tan agradable, que tienta a no moverse para que la piel deje que resbale por cada centímetro; otros son acres como el duraznillo, el botón de oro,…

No podían faltar ruidos del viento que sin pedir permiso se mete entre la vegetación y cada tanto juega con la arena a formar pequeños remolinos, shhhh shhhh.

Se despiertan las voces  de  pájaros, que son música para los oídos, un  yal negro; por el suelo la viudita; de mata en mata los chingolos,  otros de lugares que no logro detectar.

También son gritos o silencios los de aves en busca de sus presas: lechuzas, halcones, aguiluchos, caranchos.

Volviendo al espacio inmediato  puedo ver el detalle de flora y fauna.

Paso corto y mirada larga

Pedregal
Rayos de sol
en los zapatitos de reina

Sobre  un molle.
El canto
del yal negro

El sol acompaña la caminata, el frescor se siente.

Regresando lleno mis sentidos con herbáceas de flores muy delicadas y que pronto desaparecen como las estrellitas, el junquillo silvestre (marancel), cerastium, y otras más duraderas como el alfilerillo, patas de perdiz, magallana, calafate,…

En una pequeña planicie las violetas silvestres muestran la belleza de sus flores amariposadas.

Octubre 2022

Haibun 37

Orbayu 3

El siguiente haibun tiene sus precedentes en Orbayu, el haibun número 15, de febrero de 2021; y en Orbayu 2, el número 26, de noviembre de 2021, a los que puedes acceder directamente clicando sobre ellos.

El amanecer se adentra en el bosque que cubre la niebla. El camino asciende la montaña.

El orbayu se hace lluvia, a veces, la lluvia se hace orbayu. Chubasqueros que se ponen y se quitan.

Los peregrinos con grandes ponchos de plástico que cubren

 las mochilas parecen animales fantásticos que salen de la niebla, en el corazón del bosque, y vuelven a ella.

Un peregrino. Todos los peregrinos. Somos siempre el mismo, un único peregrino que sale y entra en la niebla.

Nada más.

 En el amanecer, la llovizna hace visibles todas las telarañas.

Caminamos, hacemos planes para otros viajes. Hablamos, callamos. Los ciclistas, avisando con un tintineo, como criaturas de otro mundo que atravesaran el bosque, nos pasan saludando con la cabeza.

En cada rama de retama una tela y en cada hilo de la tela gotas de lluvia.

Ayer mariposas

Mojadas por la niebla

hoy solo las arañas en las telas

(Chame)

Debemos estar en lo alto de una montaña porque la niebla se espesa por momentos. Sin árboles, sin vallados.

Por un momento esta blancura que nos rodea.

Sin palabras, sin principio ni final.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El viento arrecia. Nos abrigamos todo lo que podemos. El camino por fin comienza a descender.

No sabemos a dónde hemos ascendido, no sabemos a dónde descendemos. Las arañas, qué colores tan vivos, jalonan imperturbables las veredas, suspendidas en el aire, en la nada.

La niebla se aclara un poco, el canto de un pájaro suena en alguna parte.

Apenas un trazo oscuro, un instante, golondrinas que aparecen entre la niebla. Volando a ras de la hierba. Entre las vacas que pacen sin ruido.  

Llegamos a La Espina sobre las once. En el Rincón de Vanesa un pincho y caña y café con leche. Y dejamos que las mochilas también descansen un rato.

De vuelta a la intemperie. A un lado y otro del camino los robles comienzan a perder las hojas. Caminamos. Encontramos. El veterano peregrino inglés que en español solo sabe decir  “así así…” y “fatal”.

Los caminos embarrados y encajados en el terreno, como corredoiras, nos obligan a caminar como funambulistas entre charcos que parecen estanques. Las raíces de los castaños asoman en los taludes esquivando el aire y volviendo a la tierra.

Una rana salta en el pequeño arroyo que discurre junto al sendero. Un gran abedul, con los pequeños retoños que brotan de sí, perfila la claridad más allá, en los prados. 

El albergue municipal de Tineo está descuidado y desangelado. Afuera, con una ramita de fresno limpio de las botas el barro traído de la montaña. El sol, qué hermoso. Un mirlo rebusca entre la hojarasca.

Dos señorucas vestidas de faena caminan despacio, charlando, al otro lado de la pequeña valla. Una lleva una carretilla con patatas. “La vida. Cuando empiezas a disfrutar se termina”. Su acento es campestre, hermoso.

El mirlo sigue rebuscando. El sol, su brillo, en la hojarasca revuelta.

El camino es la vida. Pienso de repente, no sé por qué. Acabará en Pola de Allande, pronto. Demasiado pronto, y sufro. Me desangelo como este lugar.

Me gustaría no desconfiar. No prejuzgar. Sé que yo, ese yo sin mí, cuando yo no estoy, no es así. Como el orbayu. Un poco frío a veces. Un poco sin estar del todo. A veces… 

La ramita de fresno… con el barro de la montaña, me sobrecoge de pronto tirarla al suelo sin más. No sé por qué. Deseo por un momento que hubiese aquí mismo una telaraña que la recogiera. Una tela transparente como el aire, solo visible bajo el rocío de la mañana.

Remoloneamos por el pueblo hasta la hora de cenar. Café Montesol. Tranquilo y pulcro. Sándwich vegetal. La señora me pregunta si me pone un filetito. Al final el sándwich vegetal llega sin huevo y con jamón york. Me esperaba algo así. La simpatía, la empatía, de la señora alimenta algo en mí que sin pasar por la boca nutre directamente el corazón.

Al volver al albergue Tineo ha desaparecido en la niebla de la noche. Solo algunas luces, allí abajo, justo donde perdimos el camino correcto.

Sueño que sueño.

gotas de rocío

la telaraña recoge moras

desprendidas anoche

 

Félix Arce Araiz (Mômiji)
Santander (España)

Las flores del nirvana II

La primera parte fue publicada en la Revista Literaria Taller Igitur en marzo de 2021 y ahí pueden referirse si quieren conocer toda la información sobre la Lycoris radiata y sus asociaciones culturales, además de otros ocho poemas. Baste decir aquí que florece en torno al equinoccio de otoño, segundo periodo del año en que se realizan los rituales budistas del higan 彼岸, y se la relaciona con el más allá en varias de sus formas, desde los paraísos hasta los infiernos, sin olvidar la budeidad. En el siguiente conjunto, se traduce manjushage 曼珠沙華 (del sánscrito mañjūṣaka) por “flor celestial” y higanbana 彼岸花 por “flor del nirvana”.

1.
Masaoka Shiki 政岡子規 (1867-1902), reformador de la poesía japonesa, haikuísta y editor.

 

日の落る野中の丘や曼珠沙華
Hi no ochiru nonaka no oka ya manjushage

¡La colina en medio
del campo en que se pone el sol!
Flores celestiales.

曼珠沙花野暮な親父の墓の前
Manjushage yabona oyaji no haka mae

Frente a la tumba
de mi rústico padre,
flores celestiales.

2.
Kawahigashi Hekigotô 河東碧梧桐 (1873-1937), haikuísta discípulo y colaborador de Masaoka Shiki 政岡子規, elector de la sección de haiku del periódico Nihon 日本, promotor del haiku de la «Nueva Tendencia» (Shinkeikô 新傾向), ensayista y editor.

法窟の大破に泣くや曼珠沙華
Hôkutsu no taiha ni naku ya manjushage

Llorar ante el destrozo
en el recinto de práctica.
Flores celestiales.

La palabra hôkutsu 法窟, que significa literalmente «cueva del Dharma», se refiere a un recinto dedicado a las prácticas ascéticas y devocionales. Pese al nombre, suele ser un edificio de madera.

須磨寺や松が根に咲く曼珠沙華
Sumadera ya matsu ga ne ni saku manjushage

El Templo de Suma.
Flores celestiales
que abren al pie de los pinos.

川沿や芒が中の曼珠沙華 
Kawazoi ya susuki ga naka no manjushage

Borde del río.
Flores celestiales
en medio de los pastos.

Susuki 芒 es el nombre de la especie de pasto Miscanthus sinensis, que crece en grupos compactos y produce altos penachos blancos en el otoño. Es una de las siete hierbas de dicha estación y se cultiva con propósitos ornamentales.

3.
Taneda Santôka 種田山頭火 (1882-1940), haikuísta de estilo libre discípulo de Ogiwara Seisensui 荻原井泉水, caminante y monje de la Escuela Cáodòng (Sôtôshū 曹洞宗).

彼岸花さくふるさとはお墓のあるばかり
Higashibana saku furusato wa o-haka no aru bakari

Brotan las flores del nirvana
en una aldea
en que sólo hay tumbas.

4.
Aioigaki Kajin 相生垣瓜人 (1898-1985), haikuísta y elector para la revista Ashibi 馬酔木.

彼岸花彼の岸よりぞ飛来せし
Higanbana a no kishi yori zo hirai seshi

Flores del nirvana.
Justo del otro lado,
vienen volando…

Este haiku contiene un juego de palabras con la etimología del nombre de la flor y de la festividad budista, lo que podría hacer pensar en las flores como almas que llegan desde algún más allá. Sin embargo, el sustantivo hirai 飛来, que se refiere a la acción de venir volando, es usado principalmente en relación con las aves que se posan en la superficie del agua, como los cisnes y patos, por lo que nos sitúa en una ribera.

曼珠沙華雲より鴉下りにけり
Manjushage kumo yori karasu orinikeri

Flores celestiales.
Bajaron esos cuervos
de entre las nubes.

浄土をば偲ぶべしとや曼珠沙華
Jôdo o ba shinobu beshi to ya manjushage

¡Debo pensar
justo en la Tierra Pura!
Flores celestiales.

5.
Yamaguchi Seishi 山口誓子 (1901-1994), haikuísta discípulo de Takahama Kyoshi 高浜虚子 y, luego, adalid del haiku de vanguardia, editor y elector de la sección de haiku del periódico Asahi 朝日.

曼珠沙華地獄の道の軟らかに
Manjushage jigoku no michi no yawaraka ni

Flores celestiales.
Con placidez
por la senda del infierno…

Este haiku sintetiza dos de los mitos asociados con la Lycoris radiata al usar el nombre proveniente del Sutra del Loto y evocar otro de los nombres de la flor: jigokubana 地獄花 o flor del infierno.

6.
Suzuki Masajo 鈴木真砂女 (1906-2003), administradora de un hotel tradicional y, luego, de una fonda, además de haikuísta discípula de Kubota Mantarô 久保田万太郎 y de Azumi Atsushi 安住敦.

恋の夢獏に食はさじ曼珠沙華
Koi no yume baku ni kuwasaji manjushage

No ha de devorar
los sueños de amor el baku.
Flores celestiales.

La criatura mitológica llamada mò en chino o baku en japonés es una especie de quimera con trompa y colmillos como los de un elefante. Es un protector contra las fuerzas malignas y se lo ha asociado particularmente con la habilidad de neutralizar las pesadillas. En este sentido, el haiku nos indica la creencia de su autora de que su amorío del momento tendrá buen término.

7.
Watanabe Hakusen 渡邊白泉 (1913-1969), empleado de la editorial Sanseidô 三省堂, haikuísta de vanguardia y teórico del haiku sin palabra estacional.

トンネルの口や孤独の曼珠沙華
Tonneru no kuchi ya kodoku no manjushage

La entrada al túnel.
Sólo una solitaria
flor celestial.

8.
Katsura Nobuko 桂信子 (1914-2004), haikuísta discípula de Hino Sôjô 日野草城, editora y vicepresidenta de la Asociación de Haiku Moderno (Gendai Haiku Kyôkai 現代俳句協会).

遠きより見る月明のまんじゆさげ
Tôki yori miru getsumei no manjusage

Vistas de lejos,
flores celestiales
a la luz de la luna.

まんじゆさげ月なき夜も蘂ひろぐ
Manjusage tsuki naki yoru mo shibe hiroku

Flores celestiales.
Hasta en noches sin luna
abren sus pistilos.

9.
Matsuzaki Tetsunosuke 松崎鉄之介 (1918-2014), empleado de la Oficina de Recaudación de Tokio, asesor fiscal, haikuísta discípulo de Ôno Rinka 大野林火, directivo de la Asociación de Haikuístas (Haijin Kyôkai 俳人協会) y colaborador del Museo Literario del Haiku (Haiku Bungakukan 俳句文学館).

汀女亡し今年乏しき曼珠沙華
Teijo nashi kotoshi toboshiki manjushage

Este año sin Teijo,
las flores celestiales
son escasas.

La haikuísta Nakamura Teijo 中村汀女 murió en 1988.

10.
Kadokawa Gen’yoshi 角川源義 (1917-1975), doctor en literatura japonesa, haikuísta, empresario cultural fundador de la Corporación Kadokawa, de los premios Kadokawa para haiku y tanka, del Museo Literario del Haiku (Haiku Bungakukan 俳句文学館), etc. y miembro de la Asociación de Haikuístas (Haijin Kyôkai 俳人協会).

野の池に仏微笑す曼珠沙華
No no ike ni hotoke bishô su manjushage

En esa charca,
sonríen los budas…
Flores celestiales.

11.
Sakaguchi Mihoko 坂口三保子 (n. 1922).

老い猫は何処で果てしや彼岸花
Oi neko wa doko de hateshi ya higanbana

El gato anciano
¿dónde va a sucumbir?
Flores del nirvana.

12.
Itami Mikihiko 伊丹三樹彦 (1929-2019), haikuísta, editor, fotógrafo y consultor de la Asociación de Haiku Moderno (Gendai Haiku Kyôkai 現代俳句協会).

彼岸花父母への仏事怠るとは
Higanbana fubo e no butsuji okotaru to wa

Flores del nirvana.
El descuidar las ceremonias
para los padres…

彼岸花帰山仁王は白布ぐるみ
Higanbana kisan niô wa hakufu gurumi

Flores del nirvana.
El Rey Benevolente vuelve a su montaña
con paño blanco.

Los Reyes Benevolentes o Niô 仁王 son manifestaciones guerreras del bodhisattva Vajrapani (Shukongôshin 執金剛神) que sirven de guardianes a los templos. Normalmente, sus esculturas se encuentran en pares que flanquean la entrada a los terrenos de las instituciones budistas. En Japón, suelen llevar el torso desnudo y una especie de pantalón falda que cubre hasta las rodillas. Por su parte, kisan 帰山, que significa literalmente «regresar a la propia montaña», es una palabra budista en la que «montaña» se refiere al templo o monasterio al que se pertenece. Como resultado, parece que el haiku muestra admiración ante la escultura de uno de estos guardianes que ha regresado restaurada a su sitio.

彼岸花蝶あたふたとあたふたと
Higanbana chô atafuta to atafuta to

Flores del nirvana.
Una mariposa con prisa,
con mucha prisa…

彼岸花迷い鴎に火の海ぞ
Higanbana mayoi kamome ni hi no umi zo

Flores del nirvana:
para la gaviota extraviada,
un mar de fuego.

戦友の碑へ火線成す彼岸花
Sen’yū no hi e kasen nasu higanbana

Flores del nirvana
que hacia la estela de los compañeros de armas
forman una línea de fuego.

13.
Satô Yoshiko 佐藤淑子 (n. 1955), pedagoga con doctorado y profesora de la Universidad para Mujeres de Kamakura (Kamakura Joshi Daigaku 鎌倉女子大学).

彼岸花日の神に朱を欺かず
Higanbana hi no kami ni ake o azamukazu

Flores del nirvana.
Sin ser como el rojo
de la diosa solar…

14.
Ogura Yoshiro 小倉喜郎 (n. 1965), haikuísta.

デジャ・ヴユして彼岸花に立眩み
Deja • vu shite higanbana ni tachi kurumi

Un déjà-vu.
Me detengo perdido
entre higanbanas…

15.
Kinoshita Setsuko 木下節子, editora en jefe de la revista Manantial (Izumi 泉) y secretaria general de la sede de Ehime de la Asociación de Haikuístas (Haijin Kyôkai 俳人協会).

石佛を積みし城垣彼岸花
Sekibutsu o tsumi shi shôen higanbana

El muro del castillo
de budas de piedra apilados…
Flores del nirvana.

16.
Hirose Toshiko 広瀬敏子

兵の墓の供華なり彼岸花
Tsuwamono no haka no kuge nari higanbana

Ofrenda floral
en la tumba del soldado:
flores del nirvana.

17.
Yanagisawa An 柳沢杏

どこからも彼岸花見え水の音
Doko kara mo higanbana mie mizu no oto

De cualquier punto,
se ven flores del nirvana.
Sonido de agua.

Septiembre 2022

Después de la lluvia

Mi caminata hoy la hago por el borde de las mesetas. Después de muchos días de lluvia el paisaje ha variado un tanto, los senderos que habitualmente recorría son arcillosos, se han formado zanjones irregulares, por lo que es imposible pasar por algunos de los tramos.

El aire fresco recorre mi rostro dejando deslizar unas lágrimas…

En un faldeo de meseta socavado por la lluvia, quedan a la vista las raíces de las zampas   (arbusto de hojas de un verde suave) abundantes en esta parte de la meseta, cercana al mar.

Las raíces forman un entretejido digno de una pintura. Me detengo y no puedo dejar de observar la belleza entre tintes grises que les dan un atractivo especial.

Continuando la caminata hay partes de suelo seco, agrietado, donde hubo evaporación suficiente. Otros  espacios permanecen encharcadas

Unos pasos más adelante, en charcos con aguas turbias apenas se observan partes de algunas manzanillas silvestres y emergiendo algunas flores secas.

 

Tarde nublada

En el barro agrietado

unas huellas

Septiembre 2022

CONSTRUIR

Acaba agosto
y carretera abajo,
cantan los grillos.

 DECONSTRUIR

Compuesto ayer, o quizá anteayer, mientras descendía por la carretera El Real-Navamorcuende a la hora en que la tarde ya ha sido vencida y se acerca el crepúsculo, pero aún hay luz suficiente para disparar la foto que acompaño.

   La voz de los grillos, cuya fatiga ya se percibe al final del verano, acompasaba mis pasos en el paseo vespertino de cuarenta minutos que realizo a diario desde mi casa. Castaños y robles flanquean esta carretera sinuosa, que baja del puerto El Piélago, en las primeras estribaciones de la Sierra de Gredos.

  Nada más comentarios deconstructores. Solo una sensación –la del sonido y la de mis pasos hacia abajo- y una leve conmoción: el paso del tiempo.

Las hachas de la mantis

Las mantis son insectos[1] carnívoros del orden Mantodea que se caracterizan por tener cuerpos esbeltos y patas delanteras adaptadas para capturar a sus presas y sujetarlas. Su forma puede recordar a las manos alzadas en plegaria de algún creyente, pero, en el este de Asia, es más común encontrarles parecido con herramientas para cortar, especialmente hachas. Aunque se alimentan principalmente de otros insectos, las más grandes pueden llegar a cazar pequeños vertebrados. También es muy conocido el hábito de las hembras de devorar a los machos, más pequeños, tras el apareamiento. En Japón, habitan trece especies distintas, incluyendo a la famosa Mantis religiosa, cuya área de distribución se extiende por Eurasia y África. Algunas son completamente verdes, mientras que otras son pardas o de una mezcla de ambos colores, lo que les ayuda a camuflarse con la vegetación.

El nombre japonés más común para estos animales es kamakiri, cuya etimología implica un saltamontes (kirigirisu 蟋蟀 o 螽斯) que porta hoces (kama 鎌). Esta palabra puede escribirse como 鎌切 o, más frecuentemente, usando las combinaciones de origen chino 蟷螂 y 螳螂. También se utiliza el sinicismo tôrô, que es precisamente la lectura fonética de las grafías anteriores. En el haiku, es frecuente el uso de ibomushiri, considerado un arcaismo y escrito siempre con los silabarios fonéticos. Finalmente, al igual que en las lenguas europeas, existen nombres relacionados con la aparente postura de adoración a las deidades, tales como ogamimushi 拝み虫, que significa «bicho que rinde veneración», e inorimushi 祈り虫, «bicho que hace plegaria», pero son escasos en comparación con sus similes en la esfera cultural cristiana. No he encontrado ningún poema en el que se usen. Estos apelativos son incluidos entre las palabras estacionales de los tres meses del otoño lunar, es decir, agosto, septiembre y octubre, por eso, los he seleccionado para esta ocasión.

En Japón, es muy famosa una alegoría del capítulo cuarto del Libro del Maestro Zhuang (Zhuāngzi; jp: Sôshi 莊子)[2] en el que una mantis levanta sus brazos para encarar un carruaje que va en su dirección, como si pudiera detenerlo con lo mejor de sí. En el texto, se utiliza como ejemplo tragicómico de quien se obstina en tratar de enfrentar con rectitud a un soberano vicioso y déspota creyendo que lo va a corregir. El sabio consultado en el pasaje, en constraste, sugiere imitar los modos cambiantes del susodicho hasta ganarse su confianza y poder encaminarlo. Esa imagen se convirtió en ejemplo de valor incondicional, aunque inútil. Derivado de ello, se utiliza la expresión «la mantis enfrenta al carruaje con sus hachas» (tôrô ga ono o motte ryūsha ni mukau 蟷螂が斧をもって隆車に向かう) o alguna variante para señalar un esfuerzo vano. Aquí incluyo un par de haikus que aluden a dicha alegoría.

Tsukuba, 14/11/2019

1.
Tachibana Hokushi 立花北枝 (d. 1718), pulidor de espadas y uno de los diez discípulos principales de Bashô.

蟷螂や露引きこぼす萩の枝
Kamakiri ya tsuyu hiki kobosu hagi no eda

¡Una mantis!
De esa rama de hagi
derrama el rocío.

2.
Kobayashi Issa 小林一茶 (1763-1828), monje de la Escuela de la Verdad de la Tierra Pura (Jôdoshinshū 浄土真宗) y poeta de haikai.

蟷螂が片手かけたりつり鐘に
Kamakiri ga katate kaketari tsurigane ni

En la campana colgante,
a aquella mantis
le falta una pata.

 

Tsukuba, 1/11/2019

3.
Masaoka Shiki 政岡子規 (1867-1902), reformador de la poesía japonesa, poeta de tanka, haikuísta y editor.

かまきりのゆらゆら上る芒哉
Kamakiri no yurayura noboru susuki kana

¡Penacho de pasto
por el que sube una mantis
contoneándose!

4.
Kawahigashi Hekigotô 河東碧梧桐 (1873-1937), haikuísta discípulo y colaborador de Masaoka Shiki 政岡子規, elector de la sección de haiku del periódico Nihon 日本, promotor del haiku de la «Nueva Tendencia» (Shinkeikô 新傾向), ensayista y editor.

蟷螂や我行く道に現はるゝ
Kamakiri ya ware iku michi ni arawaruru

¡Una mantis!
Aparece en el camino
por el que voy.

 

Tsukuba, 9/10/2019

5.
Takahama Kyoshi 高浜虚子 (1874-1959), haikuísta discípulo de Masaoka Shiki 正岡子規, editor a cargo de la revista Hototogisu, novelista y dramaturgo.

草むらや蟷螂蝶を捕へたり
Kusamura ya kamakiri chô o toraetari

Esa maleza:
la mantis ha atrapado
una mariposa.

6.
Nishiyama Hakuun 西山泊雲 (1877-1944), productor de sake y haikuísta discípulo de Takahama Kyoshi 高浜虚子.

蟷螂や喰みこぼしたる蝶の翅
Kamakiri ya hami koboshitaru chô no hane

¡Una mantis!
Alas de mariposa que tira
tras comer.

Tokio, 11/11/2019

7.
Ozaki Hôsai 尾崎放哉 (1885-1926), haikuísta de verso libre discípulo de Ôgihara Seisensui 荻原井泉水, vicedirector de la filial de Osaka de la compañía de seguros Tôyô 東洋. Abandonó todo para concentrarse en el haiku mientras trabaja como empleado en templos.

かまきりばたりと落ちて斧を忘れず
Kamakiri batari to ochite ono o wasurezu

Sin olvidar sus hachas,
cae una mantis abruptamente…

8.
Hara Sekitei 原石鼎 (1886-1951), haikuísta discípulo de Takahama Kyoshi 高浜虚子, empleado de la revista Hototogisu, elector para el periódico Mainichi 毎日 de Osaka y editor.

秋風に蟷螂羽をひろげけり
Akikaze ni kamakiri hane o hirogetari

Ante el viento otoñal,
sus alas extiende
una mantis.

Tsukuba, 29/10/2019

9.
Kubota Mantarô 久保田万太郎 (1889-1963), haikuísta discípulo de Matsune Tôyôjô 松根東洋城, novelista, dramaturgo, miembro de la Academia Japonesa de las Artes (Nihon Geijutsuin 日本芸術院), profesor de la Universidad Kokugakuin 國學院, director de la Asociación Japonesa de Teatro (Nihon Engi Kyôkai 日本演劇協会) y miembro del jurado de distintos premios.

蟷螂の斧ふりあげし哀しさよ
Kamakiri no ono furiageshi kanashisa yo

Levanta en alto
sus hachas de mantis…
¡Qué tristeza!

10.
Yamaguchi Seison 山口青邨 (1892-1988), doctor en ingeniería de minas, profesor emérito de la Universidad de Tokio, traductor de alemán, haikuísta discípulo de Takahama Kyoshi 高浜虚子 y editor.

わが庭のもの蟷螂の死をいたむ
Waga niwa no mono kamakiri no shi o itamu

Todo mi jardín
lamenta la muerte
de aquella mantis.Tsukuba, 1/11/2019

11.
Mitsuhashi Takajo 三橋鷹女 (1899-1972), poetisa de tanka, haikuísta y colaboradora en revistas de haiku.

たそがれの蟷螂母を威し去る
Tasogare no kamakiri haha o odoshisaru

A mi mamá
espanta mucho
una mantis al crepúsculo.

12.
Saitô Sanki 西東三鬼 (1900-1962), dentista, director del Departamento de Odontología del Hospital Kôri 香里, editor en jefe de la revista de haiku de la librería Kadokawa 角川 y miembro fundador de la Asociación de Haikuístas (Haijin Kyôkai 俳人協会).

石の上に踊るかまきり風もなし
Ishi no ue ni odoru kamakiri kaze mo nashi

Una mantis que baila
sobre una piedra.
No hay ni viento.

 

雌が雄食うかまきりの影と形
Mesu ga osu kuu kamakiri no kage to kata

Silueta y aspecto
de una mantis
cuya hembra devora al macho.

Tsukuba, 25/09/2019

13.
Hino Sôjô 日野草城 (1901-1956), abogado, director de la filial de Kobe de la Compañía de Seguros Sumitomo, haikuísta discípulo de Takahama Kyôshi 高浜虚子 y, luego, adalid del haiku vanguardista.

蟷螂にひゞける鐘は東大寺
Kamakiri ni hibikeru kane wa Tôdaiji

Doblan campanas
del Gran Templo de Oriente
por esa mantis.

14.
Nakamura Kusatao 中村草田男 (1901-1983), haikuísta discípulo de Takahama Kyoshi 高浜虚子, profesor emérito de la Universidad Seikei 成蹊, presidente de la Asociación de Haikuístas (Haijin Kyôkai 俳人協会) y editor.

蟷螂は馬車に逃げられし馭者のさま
Kamakiri wa basha ni nigerareshi gyosha no sama

Pudo escapar
la mantis del carruaje.
Aquel conductor…

Tsukuba, 1/11/2019

15.
Yamaguchi Seishi 山口誓子 (1901-1994), haikuísta discípulo de Takahama Kyoshi 高浜虚子 y, luego, adalid del haiku de vanguardia, editor y elector de la sección de haiku del periódico Asahi 朝日.

わが病知らず蟷螂吾を攀づ
Waga yamai shirazu kamakiri ware o yozu

Sin conocer mi enfermedad,
a mí se aferra
una mantis.

 

蟷螂の斧くちびるにあてて舐む
Kamakiri no ono kuchibira ni atete namu

Acerca a sus labios
sus hachas de mantis
y las lame.

Aunque los insectos no tienen labios como los nuestros, las partes superiores e inferiores de sus aparatos bucales reciben el mismo nombre, tanto en español, como en japonés.

蟷螂のずしんと降りし砂の庭
Kamakiri no zushin to orishi suna no niwa

El descender
con un ruido sordo de la mantis…
Jardín de arena.

 

かりかりと蟷螂蜂の皃を食む
Karikari to kamakiri hachi no kao o hamu

Con un cronch, cronch,
la mantis devora el rostro
de una avispa.

16.

Yuriyama Ukô 百合山羽公 (1904-1991), haikuísta discípulo de Ikenouchi Takeshi 池内たけし.

招かざる蟷螂舞へり文化祭
Manekazaru kamakiri maeri bunkasai

Una mantis no invitada
sabe bailar.
Festival de artes.

17.
Katô Shūson 加藤秋邨 (1905-1993), especialista en literatura japonesa y haikuísta.

斧あげて風におどろくいぼむしり
Ono agete kaze ni odoroku ibomushiri

Una mantis
levanta sus hachas
y baila al viento

 

死に近き蟷螂闇をかきむしり
Shini chikaki kamakiri yami o kakimushiri

Cercana a la muerte,
una mantis araña
la oscuridad…

18.
Nozawa Setsuko 野澤節子 (1920-1995), haikuísta, diarista y maestra de ikebana.

蟷螂の青き目のうちより視らる
Kamakiri no aoki me no uchi yori miraru

Soy vista
desde el fondo de los ojos verdes
de una mantis

19.
Īda Ryūta 飯田龍太 (1920-2007), haikuísta hijo de Īda Dakotsu 飯田蛇笏, periodista y editor.

園長の留守の机のいぼむしり
Enchô no rusu no tsukue no ibomushiri

Una mantis
en el escritorio vacante
del director del parque.

-.-

[1] Recordemos que los insectos son artrópodos con cuerpos segmentados en tres partes y seis patas, además de que la mayoría de las especies, como todas las mantis, tienen alas.

[2] En el sistema de transcripción Wade-Giles, ya en desuso en la academia, se escribía Chuang Tzu, escritura quizá más conocida en el mundo hispánico.

Agosto 2022

Avui surto cap a Sant Feliuet, a Savassona. M’agrada aquest recorregut, entre d’altres coses, perquè, tot i caminar sempre entre boscos, la composició d’aquests va variant segons l’orientació dels pendents. Al llarg del matí, els turons es van succeint, intercalats amb zones de conreu. Blat i colza ja són segats, als camps el rostoll es va assecant al sol i de la terra reescalfada es va desprenent la calor. Fa massa dies que no plou gens ni mica.

Al primer tram m’acompanya una certa frescor, amenitzada pel cant d’alguns pinsans i tords, entre roures i alzines. Travesso dos petits torrents que semblen catifes de fullaraca. Quan m’enfilo cap a Les Punxes, amb el sol encara baix, ja dominen els pins i el bosc és més calorós. Al cap d’una estona vorejo un turó endinsant-me al vessant nord, al bosc tornen a dominar roures i alzines i es refresca l’ambient. El dia va avançant, i sembla que els ocells aturen la seva activitat.

Tot d’una, ja a les envistes del castell, recordo que uns amics m’havien comentat de l’existència d’una balma per darrere d’aquest. Al meu davant un corriol que mai no he transitat s’enfila turó amunt. L’agafo fins a la carena.

Vaig carenejant fins a trobar-me darrere l’edificació i, vorejant-la per ponent, agafo un camí ben fressat flanquejat, a llevant, per una paret de roca trencada que arriba als 7 o 8 metres d’alçada, i, a ponent, pel bosc -sembla tardor!- que baixa en un pendent molt pronunciat fins a la carretera que passa una mica més enllà. De seguida…

roques antigues

sota les fulles d’alzina

uns rossinyols secs

 

Em dirigeixo cap a l’ermita, travessant el bosc que hi ha als seus peus. Enrere deixo els grans blocs de pedra escampats entremig dels arbres, que donen al paratge un aire especial. Avança el matí, i la calor i les cigales ja es deixen sentir. Quan arribo al cim, al meu davant s’obre, de nord a sud, el paisatge de les Guilleries i el Collsacabra. L’atmosfera no és gaire clara, però al sud es retalla la silueta del Montseny i, resseguint per l’est tot el bosc, arribem a la capçalera de l’embassament de Sau. El Ter trenca el paisatge, donant pas al Collsacabra, on dominen impressionants cingleres sedimentàries que limiten el curs del riu.

boirina

entre els turons

la llera del riu

 

* https://es.wikipedia.org/wiki/Cantharellus_cibarius

*  https://parcs.diba.cat/es/web/viuelparcescola/espai-natural-guilleries-savassona

* https://www.rutaspirineos.org/rutas/collsacabra

-.-

Hoy salgo hacia Sant Feliuet, en Savassona. Me gusta este recorrido porque, entre otras cosas, pese a caminar siempre entre bosques, la composición de los mismos va variando según la orientación de las pendientes. A lo largo de la mañana, las colinas se van sucediendo, intercaladas con zonas de cultivo. Trigo y colza ya están segados, en los campos el rastrojo se va secando al sol y de la tierra recalentada se desprende el calor. Hace demasiados días que no llueve lo más mínimo.

En el primer tramo me acompaña un cierto frescor, amenizado por el canto de algunos pinzones y zorzales, entre robles y encinas. Atravieso dos pequeños torrentes que parecen alfombras de hojarasca. Cuando subo hacia Les Punxes, con el sol todavía bajo, ya dominan los pinos y el bosque se vuelve más caluroso. Al cabo de un rato bordeo una colina entrando en la vertiente norte, en el bosque vuelven a dominar robles y encinas y el ambiente refresca un poco. El día va avanzando, y los pájaros parecen detener su actividad.

De repente, ya a la vista del castillo, recuerdo que unos amigos me habían comentado de la existencia de una cueva por detrás de este. Delante de mí un sendero que nunca he transitado sube colina arriba. Lo cojo hasta la cresta.

Voy siguiendo la cresta hasta encontrarme detrás de la edificación y, bordeándola por poniente cojo un camino que parece muy transitado, flanqueado, a levante, por una pared de roca rota que llega hasta los 7 u 8 metros de altura, y, a poniente, por el bosque -¡parece otoño!- que baja en una pendiente muy pronunciada que le llevará hasta la carretera que pasa un poco más allá. Enseguida…

rocas antiguas

bajo las hojas de encina

unos rebozuelos secos

 

Me dirijo hacia la ermita, atravesando el bosque que hay a sus pies. Atrás dejo los grandes bloques de piedra esparcidos en medio de los árboles, que dan al paraje un aire especial. Avanza la mañana, y el calor y las cigarras ya se dejan sentir. Cuando llego a la cima, delante de mí se abre, de norte a sur, el paisaje de las Guilleries y el Collsacabra. La atmósfera no está muy clara, pero en el sur se recorta la silueta del Montseny y, siguiendo por el este todo el bosque, llegamos a la cabecera del embalse de Sau. El Ter rompe el paisaje, dando paso al Collsacabra, donde dominan impresionantes riscos sedimentarios que limitan el curso del río.

días sin lluvia

el cauce del río

entre las colinas

 

* https://es.wikipedia.org/wiki/Cantharellus_cibarius

*  https://parcs.diba.cat/es/web/viuelparcescola/espai-natural-guilleries-savassona

* https://www.rutaspirineos.org/rutas/collsacabra

Agosto 2022

Nieve

Las noticias indican sobre intensas nevadas en la cordillera, y en general en toda la Patagonia.

Los copos caen durante la madrugada, han llegado a la meseta, su caída en medio del dulce silencio, se desplaza en lo oscuro y solo ella es claridad que avanza.

Nieve

en la achicoria .

Primeras luces

 

Su suavidad blanca se acumula, dejando al descubierto apenas unas espinas en los cactus, en otros espacios el verdeante de las últimas hojas de rosal.  Más allá del callistemon emerge el rojo de sus flores.

En un momento el bullicio de un bando de gorriones en busca de comida y más tarde un zorzal que picotea entre la lavanda, mira atento, se detiene, sigue comiendo hasta que algún sonido proveniente de la casa del vecino lo asusta  y levanta vuelo.

Un pájaro, en otra parte del patio, de un hermoso plumaje gris ceniciento, borde de alas con una fina línea negra, cola alargada, negra, pico amarillo, una belleza. No logro detectar qué pájaro es. Por un momento pienso: tal vez un zorzal distinto de los que habitualmente aparecen?

El frío sigue con temperaturas bajo cero.

Los abuelos, como cada mañana tomados de la mano, a paso lento y con una charla, vaya a saber de qué, siguen su trayecto hacia la costa.

Marejada.

El ruido se siente

desde lejos