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Despunta el joven ciruelo…

蓄つく梅の苗木や

 

 

 

 

 

Notas.-

 Seitan: Un ermitaño, un hombre que ha abandonado el mundo ordinario para vivir y meditar en las montañas. El «valle de los leones» nos recuerda la leyenda de que una vez una leona empujó a sus hijos por el escarpado valle para prepararlos para la vida adulta, y también las pinturas budistas que representan a Buda arrojándose por el escarpado valle para ser devorado por tigres hambrientos. Probablemente, Shiki miró una pintura china y dejó volar su imaginación.

Eboshi: Sombrero alto parecido a un toque, lacado en negro como las plumas de un cuervo, que en la época moderna sólo se lleva en ocasiones ceremoniales.

Bellows’s Festival (Fiesta del Fuelle) Ceremonia tradicional que celebran los herreros y metalúrgicos ante el santuario de Inari (el dios-zorro) el 8 de noviembre según el calendario lunar (en diciembre).

El haiku de Bashō

芭蕉について

 

アラ海ヤ佐渡ニ横タフ天ノ川       芭蕉

araumi ya, Sado ni yokotou, amanogawa   (Bashō)

un mar revuelto:

sobre la isla de Sado,

la Vía Láctea

(Bashō)

 

 

Este haiku no tiene ningún error en su técnica, pero las personas que viven en una sociedad sofisticada como la de la Era Meiji, no aceptarán un haiku tan simple.

 

 

 

 

Notas.-

Shiki realiza una entrada muy breve sobre un haiku de Bashō, maestro al que ya criticara muy duramente hacía 9 años en su obra Bashō Zōdan (puedes leer esos importantísimos artículos en español clicando aquí).

Isla de Sado: Una isla en el Mar de Japón, cerca de la actual prefectura de Niigata. El Mar de Japón es famoso por sus aguas tormentosas.

Nota de Rie Yamanouchi (ayudante de traducción): Es interesante que Shiki, por un lado, admirara la sencilla perfección técnica de la obra de Bashō, pero por otro lado, era consciente de que importa la época en que se escribe. Pensaba que los estilos y temas del haiku deben cambiar a medida que cambia la sociedad. – Rie Yamanouchi.

 

Tsuku-tsuku-boshi

ツク、、ボーシ  

ツクヽヽボーシツクヽヽボーシバカリナリ

Tsuku-tsuku-boshi tsuku-tsuku-boshi bakari nari

Tsuku-tsuku-boshi*
tan sólo cantar
tsuku-tsuku-boshi

 

ツクヽヽボーシ明日無キヤウニ鳴キニケリ

Tsuku-tsuku-boshi asunaki youni nakinikeri

Tsuku-tsuku-boshi:
canta como si no hubiera
un mañana

 

ツクヽヽボーシ雨ノ日和ノキラヒナ

Tsuku-tsuku-boshi ameno hiyorino kirainashi

A las tsuku-tsuku-boshi
no les importa
que llueva o haga sol

 

家ヲ遶リテツクヽヽボーシ樫林

ie o megurite tsuku-tsuku-boshi kashi-bayashi

Las tsuku-tsuku-boshi
cantan en el robledal
en torno a la casa

 

 夕飯ヤツクヽヽボーシヤカマシキ

yu-han ya tsuku-tsuku-boshi yakamashiki

Hora de cenar,
las tsuku-tsuku-boshi
son muy ruidosas

 

Notas.-

Nota de Rie Yamanouchi (ayudante de traducción).- Shiki parece haberse sentido cercano a las cigarras. Las quejas de Shiki sobre la monotonía y el ruido de su canto son probablemente una especie de burla afectuosa. Tal vez viera un reflejo de sí mismo en las efímeras cigarras.  – Rie Yamanouchi

Tsukutsukuboushi ( ツク、、ボーシ , ツクツクボウシ, Meimuna opalifera) es un tipo de cigarra clasificada en la familia Hemíptera (Hemiptera), Homoptera (Homoptera), Cicadae . El nombre «Tsuku-tsuku-boshi» procede de su forma de cantar. Los insectos adultos cantan desde fines del verano hasta principios del otoño. El término «tsuku-tsuku-boshi» es kigo de «otoño» en el haiku.

Lirios y ojos

百合 と目

Unos ejercicios de haikus con el tema “lirios” (ver en Notas).

Derecho. Izquierdo.

 

Notas.-

El «derecho» y el «izquierdo» escritos bajo los haikus son esbozos de la forma de sus propios ojos. Según el Dr. Miyamoto, que visitaba a Shiki a domicilio, el ojo derecho de Shiki tiene forma de «ojo de fénix» con una larga hendidura horizontal, similar a la de Confucio y Shakyamuni, y es un signo de erudición (Shakyamuni fue príncipe de Kapilavastu, asceta, meditador, eremita y maestro espiritual que vivió durante los siglos VI o V a. C. Sobre la base de sus enseñanzas se fundó el budismo).

Respecto a los haikus, Shiki reconocía siempre lo beneficioso que es hacer ejercicios de haiku sobre un tema y luego evaluarlos uno mismo y por otros compañeros. Así reconoce haber escrito 20 poemas sobre el tema espeso/tupido, 15 poemas (en realidad y según su propia definición no son haikus como tales, sino ensayos en 5-7-5, a pesar de que hasta nosotros nos lleguen traducidos como si fuesen verdaderos haikus) en un ejercicio sobre el martín pescador y diez sobre los lirios. Bien, esos ejercicios sobre lirios parecen ser estos que mostramos aquí. De hecho Shiki, que en algunos momentos entrecruzaba sus diarios Una cama de enfermo de seis pies de largo (publicado en el diario Nihon) y este Gyouga-Manroku (que guardaba celosamente como un cuaderno en casa, privado), comenta en la Entrega 80 de 31 de julio que los escribió, y luego en la Entrega 85 de 5 de agosto comenta algunos de estos haikus de lirios y lo que piensan de ello sus discípulos. Reproducimos dicha entrega antes de relatar los haikus:

Entrega 80. 31 de julio

Martes 29 de julio. Nublado. Anoche, alrededor de la medianoche, después de que Hekigotô se fuera, no pude dormir. Inmediatamente volví a hacer otro ejercicio y compuse diez poemas sobre lirios. Después de una hora, me quedé dormido.

Yô arite / Zaisho e ikeba / Yuri no hana

Regresar al país / para algunos negocios. / Flores de lis

 

Mientras, Kyoshi ha seleccionado este otro:

Hime yuri ya / Amari mijikaki / Tsutsu no naka

Lirio Concolor: / El jarrón se ha quedado / demasiado corto

 

Pero Hekigotô no seleccionó este último, ni Kyoshi el anterior.

Hata mo ari / Yuri nado saite / Shima yutaka

También en campos / de lirios en flor, / la isla es rica

Pido ayuda a quienes traducen del japonés. Si alguien se anima a traducir estos haikus, sería excelente. Añado aquí una aproximación desde mis muy básicos conocimientos. Insisto, salvo los citados en el diario, no deben ser tomadas como traducciones formales definitivas. Prefiero, eso sí, ponerlas y esperar a si algún día alguien se anima, a no poner nada. Gracias y disculpas.

También en campos de lirios en flor, la isla es rica.

Hay una hilera con diez lirios del valle.

Campos del sur: plagados ahora de flores de lirio.

La flor de lirio del jardín, rodeada de espigas de campo.

Los lirios con grandes capullos, no crecen lo suficiente.

El lirio del valle, es como una japonesa de baja estatura.

Las flores de lirio tienen un olor rústico. Me encantan.

A lo largo del muro de barro que hay en el campo, los lirios.

Los mensajeros que llegan del campo, vienen con lirios.

Al niño le gustan los lirios. Pregunta el padre al vendedor de flores.

Lirio Concolor: El jarrón se ha quedado demasiado corto

Unos lirios de seis pies, y un muro de barro de solo tres pies.

Regresar al país para algunos negocios.  Flores de lis.

 

○畑モアリ百合ナド咲イテ島ユタカ 、○

○一列ニ十本バカリユリノ花

○鄙ノ==様家南向==イテユリノ花 、

 百姓ノ麦打ツ庭ヤユリノ花     、

 伸ビ足ラヌ百合ニ大キナ蕾カナ

○姫百合ヤ日本ノ女丈低シ

○百合ノ花田舎臭キヲ好ムナリ愛スカナ

 百姓ノ土塀ニ沿ツテ百合ノ花

○百合持ツテ来タル田舎ノ使カナ

○宣教師ノ細君百合ヲ好ミケリ

 花売ノ親爺ニ問ヘバ=鉄砲百合

○姫百合ヤ余リ短キ筒ノ中

○六尺ノ百合三尺ノ土塀カナ

○ 用アリテ在所ヘ行ケバ百合ノ花、

PD. Muchísimas gracias al amigo Danny Ya Mono por su ayuda con los kanjis.

Haiku 51

51

折釘に 鳥 帽 子 か け た り春の宿

orikugi ni eboshi kaketari haru no yado

El tocado del noble cuelga
de un clavo;
la casa de primavera.

—-

El orikugi es un tipo de clavo en forma de gancho hecho de una sola pieza, normalmente de hierro. Un objeto cotidiano muy frecuente en las casas. Eboshi es un tocado que empleaban los nobles en la corte.

De nuevo asistimos al contraste entre lo elevado y cotidiano en clave de humor. Los dos mundos, el del clavo rudimentario y el del tocado, se juntan en la misma escena colgando uno del otro, en equilibrio. Con sencillez, Buson muestra de nuevo su aguda percepción.

 

Mayo 2023

CONSTRUIR

 

Le recordé

saboreando unas fresas.

Largo camino.

 

DECONSTRUIR

En el “Condes” del pasado mes, comenté la relación que hay entre, por un lado, la ausencia de artículos determinados e indeterminados de la lengua japonesa y, por otro, la visión unitaria de la realidad descrita en los haikus compuestos por los maestros japoneses. Fue a propósito de “los lirios” de mi haiku abrileño.

Hoy deseo comentar, y perdón por mi charlatanería de viejo profesor, otro tema bastante relacionado. Me refiero a la ausencia de marcación personal específica que hay en los verbos japoneses. No hay desinencias (ni, aun menos, pronombres personales antepuestos a los verbos, como se hace en inglés o francés) en la conjugación verbal que nos podrían permitir conocer quién habla: si soy yo, o tú, o él-ella, o nosotros, etc. Los japoneses, aunque esto lo conocen por otros recursos lingüísticos usados en la conversación, en el lenguaje escrito deben deducirlo por una especie de metatexto. Aun así, queda un amplio margen a la indefinición, a la ambigüedad. Estas dos cualidades –indefinición y ambigüedad–, que en nuestra expresión literaria suelen ser evitadas deliberadamente, pero que en la expresión literaria japonesa suelen ser valoradas, redunda en uno de los rasgos más esenciales del haiku: su impersonalidad.

   El haiku es, como la naturaleza, impersonal y frío. No es poesía de sentimientos ni de monsergas emocionales. Ni, por supuesto, de religión, ni de moralidad, ni de filosofía, ni de amores. Creo, en efecto, que este rasgo, el de la impersonalidad, al lado de los de la sacralidad y el de la inocencia, forma la santa trinidad de lo que, a mi modesto entender, constituye la esencia del haiku japonés.

En español, solo los infinitivos y los gerundios no son formas personales del verbo (a veces también los participios). En mi haiku de este mes, quizá porque no es fruto de la mente de un japonés, me he tomado la licencia de personalizar el primer verso con un pronombre. El de “Le” (podría haber sido “la). Sin embargo, en el segundo verso, me he servido del gerundio “saboreando” para introducir cierta impersonalidad en la acción de saborear. Es decir, ¿quién saborea las fresas? ¿Soy yo que recuerda a esa persona en el momento en que yo me puse a comer fresas que es una fruta de primavera? ¿O es esa otra persona a la cual estaba comiendo fresas en el pasado, la persona a quien recuerdo en el primer verso?

     Ambas interpretaciones son posibles. Las dos me valen. Con esta indefinición, he pretendido acercarme a la comentada impersonalidad del haiku japonés. Las dos fueron frutos de una sensación: la sensación poderosa del recuerdo, es decir, de la conciencia de un momento del pasado, generado por el acto de comer fresas. Y la sensación del pasado me hizo concluir: ¡qué largo camino este de la vida! Porque el haiku es hijo de la sensación.

Lo demás cae por su peso.  Como dice hermosamente Blyth: «Buscad el Reino de la Sensación, y todo lo demás se os dará por añadidura».

La celebración de la primavera en el templo Dragón Verde

El día del equinoccio de marzo, asistí por primera vez a una ceremonia de bienvenida a la primavera, al final de la meditación en un templo zen en San Francisco (USA). Es una costumbre en los templos zen de Norteamérica que proviene probablemente de Japón y China, cuna del Zen. En estos países, la llegada de la primavera se celebra con gran regocijo e inspiración. Quizás lo mismo pase en todos los países en los que el cambio de la estaciones se presenta de forma semejante. Pero no sucede lo mismo en los países tropicales. La ciudad en la que habito, como muchas otras de condiciones semejantes, ha sido llamada, por su clima amable, la “ciudad de la eterna primavera”. Pero en ella solo conocemos estaciones de lluvia y de sol, lo cual se refleja en la exuberancia de una vegetación que florece de manera continua.

Al ser incluido, de manera más bien inesperada, en una ceremonia que por medio de la palabra celebraba la primavera con versos, canciones y bellas declaraciones, algunas de ellas con un tono de fervor y veneración, al llegar mi turno, no logré juntar en mi escaso inglés palabras suficientes para expresar algo apropiado para el momento.

Los días anteriores habían sido de lluvias intensas y la tierra de la bahía de San Francisco, habitualmente reseca, se veía reverdecida; las ramas de cerezos, duraznos, ciruelos y muchos otros árboles habían comenzado a cubrirse con brotes delicados y llenos de color.  Aunque no lo expresé en inglés, en el momento requerido, esto fue lo que apareció en mi mente-corazón en ese momento y, después de la ceremonia, escribí en español:

Lluvias de primavera

Por la vieja senda

de las nubes blancas,

hijos e hijas de buenas familias

siguen sus huellas.

Tal vez un ghata (estrofa tradicional budista) sea apropiado para un templo zen, pero mi sensibilidad de haijin me recordaba que todavía era posible expresarse de una manera más natural, más simple, menos solemne. Y escribí después algunos haikús que solo ahora comparto:

lluvias de primavera…

el canto agudo de las ranas

hasta el alba

 

lluvias de primavera—

una garza solitaria

acecha en el jardín

 

primavera:

quieta la luna llena

sobre las olas

 

luna de primavera,

alegre el canto matutino

del pavo salvaje

 

 

  (San Riki Sui Shin)
Diente de León

Marzo -abril 2023
Green Gulch Farm, San Francisco CA.

Mayo 2023

En el calendario lunar que estaba en uso durante la época de Bashou, el verano iba desde Udzuki o el cuarto mes, hasta Minadzuki, el sexto. Si hacemos la conversión al calendario actual, sería desde el 05 de mayo al 6 de agosto. Por lo tanto, el haiku que les traigo esta oportunidad utiliza un kigo muy famoso, “hototogisu”, correspondiente a la estación veraniega.

El tanka que Bashou toma como inspiración o base para el haiku de esta ocasión es de Taira no Tadamori1096 – 1153), personaje conocido para todos quienes hayan leído la epopeya bélica Heike monogatari, ya que es uno de los personajes importantes del clan Taira, nada menos que padre de Kiyomori. Este tanka está compilado en el rollo de Otoño del Kin’you Wakashuu, la quinta antología imperial (1127), con el número 238.

行く人を招くか野辺のはな薄今宵もここに旅寝せよとや

yuku hito wo maneku ka nobe no hana susuki koyoi mo koko ni tabi neseyo to ya

al errante invita el miscanto del lado del campo, al amanecer a descansar del viaje

 

El verbo “maneku 招く” que significa invitar, llamar, es el que se utiliza para el famoso “maneki neko”, el icónico gato de la buena suerte que invita a los clientes con su patita levantada Para el haiku, Bashou cambia el foco del verbo “maneku”, que se refiere a quien es invitado, ya que en el poema de Tadamori, el miscanto invita o llama al viajero, mientras en su haiku es al cuco chico. Una estrategia muy utilizada por el maestro al tomar versos o ideas de poemas clásicos, más enfocados en las personas y sus sentimientos, y utilizarlos en el haiku, el que es más centrado en el entorno.

郭公まねくか麦のむら尾花

hototogisu maneku ka mugi no mura obana

cuco chico, te invita el miscanto o el trigo

Este cambio de foco al cuco chico o “hototogisu” ―que se puede escribir de muchas maneras, por ejemplo, 時鳥, 郭公, 杜鵑, 杜宇― le permite también cambiar la estación, ya que este es un kigo de verano. Sin embargo, igualmente utiliza la palabra “obana 尾花” o miscanto, la cual es kigo de otoño.

Profundicemos un poco en las expresiones diferentes que utiliza cada poema para referirse al “miscanto”. En el de Tadamori, el término es “susuki 薄”, específicamente, miscanthus sinensis, por lo que el poeta utiliza la planta, mientras que en el de Bashou, es “obana 尾花”, lo cual hace referencia a la punta de la planta, la “cola u oreja”. Como sucede con la poesía asiática en general, el efecto es visual, el poeta busca pintar una escena en la mente de quien escucha o lee el poema.

Un dato interesante sobre el miscanto, es que en la poesía se diferencia entre el “susuki 薄” o miscanthus sinensis, y el “ogi 荻” o miscanthus sacchariflorus. El último crece en colonias cerca de zonas húmedas, como lechos de ríos, o plantaciones de arroz, mientras que el primero crece en lugares más secos. Así, por ejemplo, en la parte superior del terraplén de un río crecería el susuki, y en la parte inferior, el ogi.

Espero les haya gustado este viaje entre poemas y palabras. Me despido desde un Santiago de Chile que por fin le dio la bienvenida al otoño y espero que estén disfrutando del paso de las estaciones junto a bella poesía.

Bajo la mata de mango

Bajo la mata de mango
al oído se hablan
dos niños

Idalberto Tamayo (Cuba)

 

Viento nocturno;
los frutos del maracuyá
suenan a hueco

Mercedes Pérez (España)

 

Comiendo mangos
a la sombra del mango.
Quién pide más

Rafael García Bidó (República Dominicana)

 

El caer de una hoja de aguacate
Poder morir entre el viento…

Rogelio Rodríguez (España)

 

Al sol de mediodía,
los brotes rojizos
del aguacate

Sandra Pérez (Argentina)

 

Sube un gavilán
por el árbol de aguacates.
Sol de invierno.

Esteban Sánchez Agudelo (Colombia)

El perenquén
y el olor de los plátanos
tras el crepúsculo

Coriolano González Montañez (España)

 

crepita el horno.
el beso de la abuela
sabe a guayaba

Álvaro Davila (México)

 

Temporada de lluvias…
En el aguacate
anida un mirlo pardo

Sandra Galarza Chacón (Ecuador)

 

Fresco nocturno
La rana platanera
está cantando

Jorge Braulio Rodríguez (Cuba)

 

Para el nochero
el aleteo del murciélago
desgajó un mango

Fernando López Rodríguez (Colombia)

 

Lluvia de verano…
La flor marchita
de la pitaya

Roberto Miguel Escaño (República Dominicana)

 

Plátanos verdes,
en un hueco del tallo
anida el mirlo.

Leticia Sicilia (España)