El ratón / se está muriendo / por las moscas
El ratón / se está muriendo / por las moscas
Tarde soleada
sube hasta el nido
una fila de hormigas
Nombre del niño/a: Milagros González Merlini
Edad: 12 años
Colegio: Villa Devoto School
Ciudad: Buenos Aires
País: Argentina
-.-
Ondas en el agua
Dos palomas muertas
flotan entre hojas
Nombre del niño/a: Camila Aricochi
Edad: 11 años
Colegio: Villa Devoto School
Ciudad: Buenos Aires
País: Argentina
-.-
Tarde en el lago
en el pico de un pato
un pez naranja
Nombre del niño/a: Sofía Groba
Edad: 12 años
Colegio: Villa Devoto School
Ciudad: Buenos Aires
País: Argentina
-.-Ruido en los árboles
La luna llena
reflejada en el lago
Nombre del niño/a: Milagros González Merlini
Edad: 12 años
Colegio: Villa Devoto School
Ciudad: Buenos Aires
País: Argentina
-.-
Veinticuatro
Pasamos la tarde conversando bajo las matas de anón. Hacía un aire riquísimo y hasta dormimos. Dice mi prima que cuando sea mayor será cosmonauta como Yuri Gagarin. Yo no sé ni lo que quiero ser de mayor. Tal como están las cosas con mis padres, ya no importa; además, viviré en este rancho para toda la vida. A lo mejor me toca trabajar en la cooperativa como mi abuelo y el tío David. Eso sí, sería terrible tener que usar dientes postizos.
Escondrijo.
Con tallos de hierba seca
jugamos a fumar.
veinticinco
Los cocuyos dicen que me voy a casar seis veces y Helem se muere de la risa, pero yo creo que es mentira porque no hay tanta gente de mi edad en este pueblo. Aparte de que eso quiere decir que voy a andar con mis hijos de acá para allá cada vez que me divorcie. Hoy no tengo deseos de hablar con nadie y me he pasado el día leyendo. Abuela está pilando café con mi madre y Nadia. Helem se fue a la cooperativa con su padre y el abuelo. Si uno el canto de los pájaros, el crujir de las ramas de los úpitos y el ruido de abuela en el pilón, parece música.
Al robarme el azúcar
de la vitrina,
¡un alacrán!
Veintiséis
Tuve hoy mi primera clase de idiomas. Helem me está enseñando a hablar ruso para lucirnos delante de la gente. Tío David nos llevó al pueblo y estuvimos mataperreando; fuimos hasta la biblioteca que es súper chiquitica y dice Helem que ya se sabe casi todos los libros de memoria. Nos encontramos a los tres pesados que me vigilan y le dije a mi prima que corriésemos, pero ella se acercó y empezó a hablarles en ruso. De pronto se viró hacia mí y me dijo “idisudá”, que quiere decir “ven acá”. Yo le dije “vistrá, vistrá”, que significa “rápido, rápido”. Los pesados se quedaron locos. Y uno dijo con admiración “¡vieron, vieron, son extranjeros de verdad!” El otro nos preguntó si no se nos rajaba la lengua como dicen que pasa por hablar otro idioma. Les enseñamos la lengua y nos fuimos. Cuando nos sentamos en la pizzería nos estuvimos riendo de aquellos bobos tremendo tiempo.
Una y otra vez.
Contra el cristal
la mariposa.
Al regreso, me sentí muy feliz de pronto y le dije a mi tío que estaba contento de quedarme a vivir en el rancho. Él sonrió y me frotó la cabeza.
Caserón de la curva.
El olor del maíz
asado en leña.
Veintisiete
Cada día pasa alguien vendiendo leña. Pero mi abuela solo le compra a Deisi. Deisi tiene como mil años. Una vez le preguntamos y mi madre nos regañó porque era de mala educación preguntar la edad. Le dije que entonces en el mundo entero todos son unos maleducados porque la primera pregunta que nos hacen siempre a los niños es “cómo te llamas” o “cuántos años tienes”. Dice Deisi que es viejísima y que vino de Haití en un barquito de papel. Lo de Haití se lo creímos, pero lo del barquito es un paquete. Mi abuela siempre nos dice que debemos respetar mucho a Deisi porque es muy pobre y que a su edad es muy duro estar cargando leña. Por eso la ayudamos con sus bultos hasta la carretera. Esta tarde abuela nos dio un beso a cada uno y nos enseñó los nombres de las plantas medicinales del patio. Nosotros le contamos las historias de nuestros libros. Porque mi abuela no sabe leer.
Ruinas del molino.
La abuela nos corona
con flores de maravilla.
Veintiocho
Me gustó mucho ir a Ojo de Agua bien temprano. Pasamos por unos campos sembrados que se perdían a lo lejos. ¡Y las vacas! Dice tío que fajan si ven algo rojo. Son muy lindas de todas formas. En la vaquería que pasamos había muchas amontonadas para el ordeño. Yo no quise tocar a ninguna porque había una peste a caca tremenda. Los zapatos se me embarraron. Menos mal que no fui descalzo. En Ojo de Agua hay otro río y allí dos mujeres le daban golpes a la ropa mojada contra las piedras. Siempre me tengo que bañar en la orilla porque no sé nadar. Una de las mujeres nos habló de las madres de agua, que son unos seres con cuerpo de serpiente que se aparecen desde el fondo del río, agarran a un niño y se lo llevan con ella. Luego de esto creo que no aprenderé a nadar, en la orilla se está muy bien. Helem no teme a las madres de agua porque dice que Dios la protege. Ojalá Dios me protegiera. También a mi padre. Pienso de pronto en lo que dijo abuela de las tojosas que llaman a la desgracia.
Mediodía.
Vacas en fila india
a campo abierto.
Dos campesinos.
Una garza les mira
recoger leña.
鶯を雀歟と見しそれも春
uguisu o suzume ka to mishi sore mo haru
¿Un gorrión?
No, se trata de un ruiseñor-
ya es primavera.
Comentario y notas culturales:
El ruiseñor japonés anuncia la llegada de la primavera (el término para este animal, en lengua inglesa sería warbler –curruca- en vez de nightingale, ruiseñor, aunque por simplificar, y por tratarse de un término más conocido, utilizamos este último). Según Nobusuke Takatsukasa, en Japanese birds (cita tomada de R..H.Blyth, Spring, p. 173): “El ruiseñor japonés es del tamaño del gorrión, pero más delgado y alegre. Su parte superior es de color marrón oliva; la frente, la garganta y la parte central del abdomen, todas blancas como el polvo. A principios del invierno revolotea de rama en rama, más bien cerca del suelo, en un seto frondoso o en un arbusto de jardín, emite un sonido «chut, chut», impaciente por la llegada de la primavera. Cuando llega la primavera, se fundirá en su melodioso «ho-hoh, hokekyo….”. Este haiku es un ejemplo de ki kasanagi [季重なり] es decir, un poema con dos kigo (gorrión y ruiseñor), dos imágenes superpuestas que finalmente son aclaradas.
La primavera se introduce con la llegada del ruiseñor. Sin embargo, a veces un kigo de primavera como el uguisu hace hincapié en el final del invierno. Ocurrió con dos intentos de jisei. Buson intentó componer un jisei a la altura del de Bashô, y lo probó hasta en 3 ocasiones. En las dos primeras había un uguisu como eje principal, en la última fue un ciruelo.
En medio de la noche del 24 de diciembre de 1783 (según el calendario lunar japonés), es decir, el 16 de enero de 1784 en el calendario gregoriano, Buson -ya enfermo- dictó a su estudiante Gekkei los dos primeros haikus, a modo de jisei. Luego descansó un rato, y cuando aparecía la primera luz del alba, dictó el último hokku.. Aún tuvo tiempo para despedirse de su familia y sus discípulos. Veamos los dos primeros y su relación con el haiku que nos ocupa (en cuanto al kigo):
A.- 冬鶯むかし王維が垣根かな
Fuyu uguisu mukashi ôi ga kakine kana
Ruiseñor de invierno,
años atrás, en la maleza
de Wang Wei *.
* Wang Wei, poeta y pintor chino del siglo VIII, admirado fervientemente por Buson, escribió sobre todo poesía de la naturaleza influenciada por el taoísmo y el zen. Wang hizo gran parte de su mejor trabajo en su casa de campo, donde se aisló del mundo. Un ruiseñor de invierno ha bajado a un espacio inferior (seto, maleza) para alimentarse. No puede buscar comida en las ramas, pues esta acción es propia de la primavera. A diferencia del canto agudo propio de la estación floreciente, con la vitalidad característica, es éste un haiku enclavado en el invierno y el ruiseñor sólo es capaz de un canto breve y tibio. Quizá esa llamada procede de la casa de campo de Wang Wei, como una invitación a su morada. Quizá Buson quiera dirigirse hacia ella, su última casa, junto al pintor de la dinastía Tang. En estos jisei hay mucho contenido emocional e incluso filosófico ante la cercanía de la muerte, alejándole de la línea ortodoxa. En la poesía japonesa, las luciérnagas pueden representar el espíritu de los muertos (véase el caso de la poeta Chiyo-ni y su hijo fallecido, el “cazador de luciérnagas”); por su parte, las aves simbolizan a veces las como almas que visitan el otro mundo.
B.- うぐいすや何ごそつかす藪の霜
uguisu ya nani gosotsukasu yabu no shimo
El ruiseñor-
¿Qué leve sonido hace?
La escarcha en el arbusto *.
* Buson, además del sonido débil y breve del ruiseñor, escucha un susurro, una ligera nota proveniente de aquel arbusto cubierto de escarcha. Un ruiseñor que intenta sobrevivir al invierno y alcanzar la primavera: inevitable paralelismo con Buson. El uso de nani (何) es llamativo: implica asombro, sorpresa, incredulidad…hoy este pronombre se emplea con frecuencia en el manga, tanto en las series como en el ámbito escrito, para indicar algo que genera desconcierto ante lo imprevisible. En este haiku quitar la escarcha es aplazar la muerte, el invierno, anhelando el regreso de la primavera. Sin embargo, ya es tarde. Así que rechaza este haiku como su auténtico jisei. La aceptación de su propia muerte le llevará a la flor del ciruelo en una temprana primavera. Se cerrará así el ciclo de los complementarios, y su propia vida.
-Sobre la comida
* Me parece que, a diferencia de la cocina de los restaurantes comunes, se espera que la buena cocina que se sirve como parte de la ceremonia del té, experimente muchas variaciones. Pero lo cierto es que cuando encargas comida en un restaurante especializado, con comidas del tipo de la ceremonia del té, siempre tienen la misma carta: sopa de miso, algún plato de encurtidos, estofado a fuego lento y carne a la parrilla. Como esto es así, un buen cocinero en la casa puede ser inventivo, sin copiar nada de ningún restaurante. Parece que el verdadero espíritu de la cocina de la ceremonia del té, es renunciar a una cierta variedad de platos, y rechazar cualquier tipo de invención o experimentación.
* La cocina de Tokio destaca lo que es dulce y azucarado. Los paladares de Tokio parecen tan delicados como los de las mujeres o los niños.
* En la cocina de Tokio, nos gusta que el caldo esté claro, no nos gusta que esté oscuro. Por lo tanto, usamos solo un poco de salsa de soja. Esto explica por qué los guisos son sosos. ¿Un poco de color dañaría al gusto?… ¿no es esto el colmo de la estupidez?
* Los pasteles blancos de arroz glutinoso cuestan un centavo, y los rojos valen dos centavos y medio. No hay diferencia el en sabor entre ellos. La diferencia de un centavo y medio es el precio del color. Puede parecer un lujo gratuito, pero ¿la belleza en la presentación no aumenta la calidad de los sabores?
* Las huevas de besugo son mucho mejores que las huevas de bacalao. Pero, como a la gente no le gustan tanto, son mucho más baratas.
* La intensidad del sabor de una salsa de soja, no tiene nada que ver con su sal. El picor del wasabi, no es el del jengibre.
Notas del traductor y las fuentes
– El apetito y la alimentación que lo sacia, son para Shiki de tremenda importancia y un tema recurrente. Ya se ha hablado de ello en numerosas entregas anteriores.
– Por ejemplo, sobre lo suave de la cocina de Tokio, ya habló en su día, comparándola con la de Nagoya, en su entrega 59 de 10 de julio.
– Recordemos, en Japón es muy apreciado el mochi, un pastel hecho de mochigome, un pequeño grano de arroz glutinoso. Una variedad muy frecuente es la del mochi relleno de judías rojas dulces.
– Martes 29 de julio. Nublado. Anoche, alrededor de la medianoche, después de que Hekigotô se fuera, no pude dormir. Inmediatamente volví a hacer otro ejercicio y compuse diez poemas sobre lirios. Después de una hora, me quedé dormido.
Desperté alrededor de las 6 a.m. Me quitaron el mosquitero, abrieron las persianas y eché un vistazo al periódico. Leí con impaciencia el artículo del Dr. Tamari sobre las peras occidentales. Las historias de los ermitaños indios están llegando a su fin.
Duermo un par de horas.
Aproximadamente a las 9 am, después de defecar, tengo dolor y, como de costumbre, tomo analgésicos. Incluso antes de que las drogas hayan hecho efecto, ya me siento feliz.
Luego le pido a mi vieja madre que me lea el periódico. Gracias a los pequeños signos agregados que indican la lectura de los caracteres chinos, ella logra descifrar de alguna manera la transcripción de una mala historia épica, solo la escucho con un oído, su tono calmado… me estremece y es el mejor momento del día.
Un tazón de leche y un poco de pan.
«Aquí hay algunas nueces y frijoles viejos»: alineo cuatro o cinco de cada uno y los dibujo en mi Cuaderno de frutos. Para el almuerzo, sushi a la líe. Este es un tipo de sushi donde la carne de pescado se mezcla con tofu.
Nueva siesta. Cuando me despierto, disfruto de una sopa dulce de frijoles rojos en polvo. Poco después de las 4 de la tarde, Sachio llega para hacer su turno de apoyo.
Cena. Tres tazones de arroz, carnes a la parrilla, batatas, berenjenas, guisantes, verduras confitadas con tres condimentos (vinagre, salsa de soja y azúcar). Yo como con apetito. Desenterramos del jardín con las raíces un iris doméstico en flor, que le doy a Sachio para su casa. En la alcoba decorada, una pintura de tortuga con hierbas acuáticas, firmada por Bunpô, pero seguramente es falsa. La pintura del salón es un sumi-e de Fusetsu, se trata de una vista de la quinta etapa del ascenso del Monte Fuji.
En un jarrón de latón, coloco un iris.
En una pequeña maceta, colocaron una piedra volcánica del Monte Fuji, alrededor de la cual han puesto dos o tres tallos cortos de caña de tigre, de aproximadamente tres pulgadas de largo: fue un regalo de Shizetsu-sei, hecho con sus propias manos.
Notas del traductor y las fuentes
– Recordemos que lo que Shiki va escribiendo, es publicado dos días después en el diario Nihon. Así, él escribe el martes 29 de julio (de 1902) y la fecha de la entrega al público, aparece como 31 de julio.
– Shiki leía la columna en el periódico de Tamari Kizô (1856-1931), primer doctor en Agronomía (1899) de Japón, de la primera promoción de la Escuela Agrícola de Komaba. Se quedó en Nueva Orleans para la Exposición Universal de 1884-1885, con Takamine Jokichi (1854-1922), estudió en Michigan entre 1885 y 1887, importó el piretro de los Estados Unidos, fue el primer catedrático del departamento de Horticultura en la Universidad Imperial de Tokio (1891), antes de ser director de la Escuela de Agua y Bosques de Shizuoka, y más tarde de Kagoshima. Fue nombrado miembro de la Cámara de los Pares en 1922.
– Con respecto a la prensa con explicaciones sobre los caracteres chinos, para gente menos formada, ya se habló en la entrega 65 de 16 de julio.
– Desde el mes de junio, Shiki llenó con pinturas tres cuadernos que le ofrecieron sus amigos: un cuaderno de frutos, un cuaderno de plantas y flores, y un cuaderno de juguetes de niños. Por ejemplo, en el primero dibujó 18 imágenes de vegetales y frutas entre el 27 de junio al 6 de agosto de 1902 (ya encuadernado tiene 12 cm de alto por 9 cm de ancho). También incluyó dos haigas de Izan Shimomura. Son momentos en que Shiki empeoraba aún más, necesitaba morfina diariamente para aliviar el dolor, pero aun así, tumbado de espaldas, dibujaba imágenes mientras su hermana lo apoyaba en los momentos en los que la morfina surtía su mayor efecto.
– Shiki toma productos de cuajada de soja (tofu) porque tienen propiedades laxantes, de lo que ya se habló en la entrega 5 de 10 de mayo.
– Hay un postre japonés hecho de frijoles rojos y azúcares en sopa. La característica especial es el detalle de lo que toma Shiki, que es a base de frijoles secos y reducidos a polvo. Así, es fácil de transportar y se recompone fácilmente agregando agua caliente y mezclando todo. Muchos dulces típicos japoneses tienen como base la harina de arroz glutinoso y el anko (pasta de judías/frijoles rojos dulces azuki). Se habló de ello en la entrega nº 41 de 22 de junio
– De Bunpô, Shiki ya ha hablado, y se han expuesto las imágenes que él comentaba en las entregas 6, 10–12, 22 y 53, de 12 de mayo, 22 al 24 de mayo, 3 de junio y 4 de julio.
– La caña de tigre, es uno de los nombres de la «Fallopia Japónica”. También se le conoce como “nudo de hierba japonés”. Tiene tallos huecos con distintos nodos planteados de forma que tiene cierta apariencia de bambú.
– El regalo de Shizetsu-sei, con esa concreta presentación, es tal vez una probable alusión a las Cuatro Maravillas de las Montañas Huang, o montañas amarillas, famoso macizo montañoso de la provincia de Anhui en el este de China. Las «cuatro maravillas bajo el cielo” son: sus elevados y singulares pinos, sus rocas con formas extravagantes, el imponente cúmulo de nubes y sus abundantes fuentes termales. Han fascinado a poetas, pintores y visitantes durante muchos siglos.
– El monte Fuji siempre ha sido un lugar sagrado y de referencia para los japoneses. Les estaba prohibido a las mujeres llegar a la cima hasta la era Meiji (finales del s. XIX).
Nota: En esta entrega, Shiki se encuentra con fuerzas y compone algunos poemas: A fin de facilitar la comprensión y excepcionalmente, las notas se irán insertando en el cuerpo del texto, y aparecerán claramente diferenciadas en color rojo con sus habituales enlaces. No obstante, y para quien lo prefiera, también se dispone de la misma entrega con el formato habitual a continuación de esta. Ojalá os sea útil.
Un emperador Tang, al que le gustaban los largos días de verano, parece haber alcanzado la comprensión, pero para mí, por otro lado, qué dolor acostarse día y noche en un catre mohoso y mirar siempre el mismo techo.
A quienes están muy ocupados, les suele gustar tumbarse y descansar un poco doblando los codos para echarse una siesta. Yo, en cambio ¡qué feliz sería si pudiera dar un paso o dos por el jardín, a la sombra de los árboles, apoyado en un bastón!
Pero nada que hacer. En los días calurosos, sufro por el calor, y en los días lluviosos, sufro por la lluvia. Paso largos días inactivo, confundido, sin siquiera poder leer, y al final, angustiado, con el corazón atormentado y falto de aliento, agito las manos, lloro sin aliento… pierdo la cabeza. En los últimos tiempos, aprovechando un ligero respiro en mis sufrimientos, he pensado sobre cuál sería la forma en la que los poetas de haikai de otros tiempos pasaban estos días de verano, tanto, que he llegado, no sin dificultad, a componer unos poemas… ah, ¡qué emocionante!
Así, he visto aparecer ante mí, tal como son, como visiones, el destino de estos poetas, su hogar, y después, verso tras verso, he llegado a escribir más de diez poemas sobre más de diez poetas.
Kotogotoku
Yabure uchiwa mo
Atsusa kana
Sin excepción…
todos los abanicos rotos
¡Qué calor!
Los anoto aquí, esperando que les mantengan despiertos a la hora de la siesta, o que les hagan reír con una buena taza de té.
Bashô:
Yareuchiwa
Natsu mo ichiro no
Sonae kana
Abanico rasgado.
¡También en verano con la estufa!
Ha pensado
Sí, hace mucho calor, pero aún así Bashô está siempre preparado para una taza de té. Quizás también sea necesario escuchar como un eco ese kigo de yare-bashô, que significa las hojas del plátano (bashô) que se rasgan (yare)… bajo la lluvia y el viento cuando llega el final del otoño.
Kikaku:
Shukuzan no
0-aite atsushi
Hiru itto
En compañía de Shukuzan
¡qué calor!
de desayuno, un barril
Kyorai:
Kaki no hana
Chiru ya shikan no
Itoma nashi
Flores de caqui dispersas,
las responsabilidades oficiales
no permiten el ocio
Jôsô:
Aoarashi
Kyorai ya kuru to
Kado ni tatsu
Chubasco sobre el follaje.
Esperando a Kyorai
de pie en el portal
Chigetsu:
Gichû-ji e
Otokuni tsurete
Gebana tsumi
Templo Gichû:
recoger flores de verano
mientras cargo con Otokuni
– Kawai Chigetsu. Fue monja y discípula de Bashô, así como una de las cuatro famosas haijines de la era Genroku. No sabemos mucho sobre los primeros años de Chigetsu. Se cree que nació en Usa, cerca de Kyoto, alrededor de 1632, y sirvió en la Corte Imperial cuando era joven. Se casó con Kawai Saemon, un comerciante que operaba en la bahía sudoeste del Lago Biwa. Cuando Saemon murió, sin haber tenido hijos con Chigetsu, esta decidió adoptar a su hermano menor, Kawai Otokuni, para que heredara el negocio familiar.
– El templo Gichû es un templo de la escuela Tendai, en Ôtsu, donde se encuentra la tumba de Bashô, así como la de Minamoto Yoshinaka (1154-1184), también conocido como Kiso, un general de finales del período Heian y el comienzo del período Kamakura, héroe de El Cantar de Heike. En un bosque de montaña que pertenece al templo, pasó sus últimos días Jôsô.
– Kawai Otokuni (fechas desconocidas), discípulo de Bashô, hermano menor (entonces hijo adoptivo) de la monja y haijin Chigetsu.
– Estas «flores de verano» (Illicium anisatum) se ofrecen en el altar en honor de los muertos durante el período de ascesis, dite ango (varsa en sánscrito), durante el cual el practicante budista permanece recluido en su celda.
Sonome:
Keshi saku ya
Tazuneatetaru
Chigetsu-an
¡florecen las amapolas!
¡Por fin encontré
la ermita de Chigetsu!
Shiba Sonome (1664-1726), discípula de Bashô, fue otra de las Cuatro mujeres famosas haijin de la era Genroku.
Izen:
Hiru gaya ni
Kojiki to mireba
Izen-bô
Bajo los mosquiteros de día,
parece un vagabundo
el bonzo Izen
Onitsura:
Sake o niru
Otoko mo deshi no
Hokku tsukuri
El hombre que cocina sake
también, para sus discípulos,
compone unos versos
Koi koi to iedo hotaru ga tonde yuku.
“Ven, ven,” le dije, / pero la luciérnaga / se fue volando
Igualmente, fue gran defensor del makoto (la autenticidad), y de él es la famosa frase “sin autenticidad no hay haiku”.
Taigi:
Haikai no
Hotoke senku no
Ango kana
Para el Buda del haikai,
recluso, ¡se entrega al ascetismo
de los mil versos!
– Tan Taigi (1709-1771) fue un haijin del periodo Edo. Junto con Yosa Buson y otros poetas que formaron en 1776 la escuela Sankasha, contribuyó a revitalizar la herencia de Matsuo Bashô y el retorno a las formas más serias del haiku.
– El texto aquí es metafórico: Taigi estaba involucrado en el camino del budismo antes de dedicarse al haikai, y era conocido por su celo y por su esfuerzo. Por ello, Shiki compara su intenso trabajo poético con el de un asceta.
Buson:
Uchiwafutatsu
Kaku to Setsu to o
Egaki keri
Dos paipáis:
están pintados
Kikaku y Ransetsu
Shôha:
Mura to hanasu
Korekoma uchiwa
Totte soba ni
Dialogo con Mura.
Korekoma con su abanico
a nuestro lado
En los confines del templo,
se oye cortar bambú:
lluvia fina en la noche
(trad. V. Haya)
Kitô:
Ri Shi-den
Kaze fukikaesu
Hirune kana
El viento pasa las páginas
de La Vida de Li Si
¡Qué siesta!
– Takai Kitô (1741-1789), fue discípulo de Buson. En la entrega 61 de 12 de julio, se habla de su pertenencia, como la de su maestro, al llamado estilo Tenmei del haiku. Shiki lo imagina con un libro sobre la vida de un prestigioso y ancestral político chino entre sus manos… durmiendo la siesta.
– Li Si (fallecido en 208 a. C.) fue abogado y político que sirvió como canciller de la dinastía de Qin (246 – 208 a. C.), escritor reconocido de filosofía legalista y notable calígrafo. John Knoblock, de la Universidad de Stanford, considera a Li Si como una de las dos o tres figuras más importantes de la historia china.
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Entrega nº 79. 30 de julio (mismo texto con notas al final)
– Un emperador Tang, al que le gustaban los largos días de verano, parece haber alcanzado la comprensión, pero para mí, por otro lado, qué dolor acostarse día y noche en un catre mohoso y mirar siempre el mismo techo.
A quienes están muy ocupados, les suele gustar tumbarse y descansar un poco doblando los codos para echarse una siesta. Yo, en cambio ¡qué feliz sería si pudiera dar un paso o dos por el jardín, a la sombra de los árboles, apoyado en un bastón!
Pero nada que hacer. En los días calurosos, sufro por el calor, y en los días lluviosos, sufro por la lluvia. Paso largos días inactivo, confundido, sin siquiera poder leer, y al final, angustiado, con el corazón atormentado y falto de aliento, agito las manos, lloro sin aliento… pierdo la cabeza. En los últimos tiempos, aprovechando un ligero respiro en mis sufrimientos, he pensado sobre cuál sería la forma en la que los poetas de haikai de otros tiempos pasaban estos días de verano, tanto, que he llegado, no sin dificultad, a componer unos poemas… ah, ¡qué emocionante!
Así, he visto aparecer ante mí, tal como son, como visiones, el destino de estos poetas, su hogar, y después, verso tras verso, he llegado a escribir más de diez poemas sobre más de diez poetas.
Los anoto aquí, esperando que les mantengan despiertos a la hora de la siesta, o que les hagan reír con una buena taza de té.
Bashô:
Yareuchiwa
Natsu mo ichiro no
Sonae kana
Abanico rasgado.
¡También en verano con la estufa!
Ha pensado
Kikaku:
Shukuzan no
0-aite atsushi
Hiru itto
En compañía de Shukuzan
¡qué calor!
de desayuno, un barril
Kyorai:
Kaki no hana
Chiru ya shikan no
Itoma nashi
Flores de caqui dispersas,
las responsabilidades oficiales
no permiten el ocio
Jôsô:
Aoarashi
Kyorai ya kuru to
Kado ni tatsu
Chubasco sobre el follaje.
Esperando a Kyorai
de pie en el portal
Chigetsu:
Gichû-ji e
Otokuni tsurete
Gebana tsumi
Templo Gichû:
recoger flores de verano
mientras cargo con Otokuni
Sonome:
Keshi saku ya
Tazuneatetaru
Chigetsu-an
¡florecen las amapolas!
¡Por fin encontré
la ermita de Chigetsu!
Izen:
Hiru gaya ni
Kojiki to mireba
Izen-bô
Bajo los mosquiteros de día,
parece un vagabundo
el bonzo Izen
Onitsura:
Sake o niru
Otoko mo deshi no
Hokku tsukuri
El hombre que cocina sake
también, para sus discípulos,
compone unos versos
Taigi:
Haikai no
Hotoke senku no
Ango kana
Para el Buda del haikai,
recluso, ¡se entrega al ascetismo
de los mil versos!
Buson:
Uchiwafutatsu
Kaku to Setsu to o
Egaki keri
Dos paipáis:
están pintados
Kikaku y Ransetsu
Shôha:
Mura to hanasu
Korekoma uchiwa
Totte soba ni
Dialogo con Mura.
Korekoma con su abanico
a nuestro lado
Kitô:
Ri Shi-den
Kaze fukikaesu
Hirune kana
El viento pasa las páginas
de La Vida de Li Si
¡Qué siesta!
Notas del traductor y las fuentes
– En la entrega 21 de 2 de junio Shiki ya habló de la comprensión y ya se dijo que <<con la comprensión, Shiki se refiere al satori del zen, que a menudo se traduce como “iluminación” o “despertar”, pero cuyo significado literal es “comprensión” y hace referencia a eso y al “conocimiento”, a la “conciencia” o al “significado verdadero u oculto”>>.
– El traductor al francés, comenta que la obra La alta hiedra en los pinos (Shôra gyokueki) de 1897, puede ser considerada una precursora de Una gota de tinta y Una cama de seis pies de largo, pues su autor la escribe en un periodo que pasa inmovilizado, y las palabras de Shiki recuerdan a las del comienzo de esta obra «El mal me da un respiro. Me apoyo en mi bastón y camino en todas las direcciones de este estrecho jardín que podría sostener en la palma de mi mano »
– Shiki mismo escribió en 1891:
Kotogotoku
Yabure uchiwa mo
Atsusa kana
Sin excepción…
todos los abanicos rotos
¡Qué calor!
– Sí, hace mucho calor, pero aún así Bashô siempre está preparado para una taza de té. Quizás también sea necesario escuchar como un eco ese kigo de yare-bashô, que significa las hojas del plátano (bashô) que se rasgan (yare)… bajo la lluvia y el viento cuando llega el final del otoño.
– Takarai Kikaku (1666-1707) fue uno de los discípulos más importantes de Bashô. En cuanto a Matsudaira Yorimoto (1629-1693), alias Shukuzan, fue uno de los consejeros del señor feudal de Matsuyama-han. Durante sus estancias en Edo, estudió haikai con Bashô y Kikaku.
– Un “barril” de sake era un tonel estándar con una capacidad de 18,39 litros, lo que sin duda es mucho sake para una tarde.
– Mukai Kyorai (1651-1704) fue uno de los discípulos y antólogos más importantes de Bashô. Se había entrenado en el uso de armas, pero finalmente no tomó al respecto ninguna responsabilidad oficial.
– Rakushi-sha (El hogar de las frutas caqui caídas) es el nombre de la casa de campo de Kyorai. Tiene su origen en una noche ventosa donde aún sin mudurar, todos los kakis de los árboles del jardín habían caído, pero ya se habían vendido a un comerciante.
– Naitô Jôsô (1662-1704) fue uno de los principales discípulos de Bashô, siendo un respetado poeta haiku durante la era Genroku. Comenzó siendo un samurái de Owari, pero dejó el servicio militar y por problemas de salud. Al fallecer Bashô, le guardó luto durante tres años y fue su seguidor devoto de por vida
– Kawai Chigetsu. Fue monja y discípula de Bashô, así como una de las cuatro famosas haijines de la era Genroku. No sabemos mucho sobre los primeros años de Chigetsu. Se cree que nació en Usa, cerca de Kyoto, alrededor de 1632, y sirvió en la Corte Imperial cuando era joven. Se casó con Kawai Saemon, un comerciante que operaba en la bahía sudoeste del Lago Biwa. Cuando Saemon murió, sin haber tenido hijos con Chigetsu, esta decidió adoptar a su hermano menor, Kawai Otokuni, para que heredara el negocio familiar.
– El templo Gichû es un templo de la escuela Tendai, en Ôtsu, donde se encuentra la tumba de Bashô, así como la de Minamoto Yoshinaka (1154-1184), también conocido como Kiso, un general de finales del período Heian y el comienzo del período Kamakura, héroe de El Cantar de Heike. En un bosque de montaña que pertenece al templo, pasó sus últimos días Jôsô.
– Kawai Otokuni (fechas desconocidas), discípulo de Bashô, hermano menor (entonces hijo adoptivo) de la monja y haijin Chigetsu.
– Estas «flores de verano» (Illicium anisatum) se ofrecen en el altar en honor de los muertos durante el período de ascesis, dite ango (varsa en sánscrito), durante el cual el practicante budista permanece recluido en su celda.
– Shiba Sonome (1664-1726), discípula de Bashô, fue otra de las Cuatro mujeres famosas haijin de la era Genroku.
– Hirose Izen, murió en 1711, discípulo de Bashô.
– Uejima Onitsura (1661-1738), haijin muy influenciado por Bashô. Dirigió una fábrica de sake. Según Blyth escribió el primer “haiku de verdad” escrito en la historia:
Koi koi to iedo hotaru ga tonde yuku
“Ven, ven,” le dije, / pero la luciérnaga / se fue volando
Igualmente, fue el defensor del makoto (la autenticidad), y de él es la famosa frase “sin autenticidad no hay haiku”.
–Tan Taigi (1709-1771) fue un haijin del periodo Edo. Junto con Yosa Buson y otros poetas que formaron en 1776 la escuela Sankasha, contribuyó a revitalizar la herencia de Matsuo Bashô y el retorno a las formas más serias del haiku.
– El uso aquí es metafórico: Taigi estaba involucrado en el camino del budismo antes de recurrir al haikai, y era conocido por su celo y por el esfuerzo. Por ello, Shiki compara su intenso trabajo poético con el de un asceta.
– En la entrega 41 de 22 de junio, Shiki habla de su descubrimiento de Buson como gran referencia para el haiku. Coloca en la escena a Kikaku y Ransetsu, dos reconocidos discípulos de Bashô.
– Kuroyanagi Shôha (1727-1771) estudió con Hattori Nankaku (1683-1759) y escribió versos en chino. Más tarde se convertiría en discípulo de Buson. Korekoma es su hijo. No puedo evitar reproducir este haiku de Shôha:
En los confines del templo,
se oye cortar bambú
lluvia fina en la noche
(trad. V. Haya)
– Cuando Shiki habla de Mura, se refiere a Buson. Es un juego de palabras y Lozerand explica que el sinograma 村 (pueblo) puede leerse “son”, como en Buson, o como “mura”, tal y como Shiki, jugando, refiere aquí.
– Takai Kitô (1741-1789), fue discípulo de Buson. En la entrega 61 de 12 de julio, se habla de su pertenencia, como la de su maestro, al llamado estilo Tenmei del haiku. Shiki lo imagina con un libro sobre la vida de un prestigioso y ancestral político chino entre sus manos… durmiendo la siesta.
– Li Si (fallecido en 208 a. C.) fue abogado y político que sirvió como canciller de la dinastía de Qin (246 – 208 a. C.), escritor reconocido de filosofía Legalista y notable calígrafo. John Knoblock, de la Universidad de Stanford, considera a Li Si como una de las dos o tres figuras más importantes de la historia china.
Parece que los especialistas occidentales de la teoría de la Estética han asentado los conceptos de “sensación de realidad” y “sensación de irrealidad” para trabajar con una distinción clara. La “sensación de realidad” es lo que sentimos cuando miramos una cosa real, y la “sensación de irrealidad” cuando miramos, por ejemplo, una pintura. Depende de ellos conceptualizar dichos términos de esa manera, pero en realidad no entiendo cómo diferencian “sensación de realidad” y “sensación de irrealidad”. Cuando miramos una panorámica, por ejemplo, es precisamente algo que está en la unión de la realidad y de la pintura, y el sentimiento experimentado es tanto un sentido de realidad como un sentido de irrealidad. Y cuando se trata de cosas que están en el límite de la realidad y la pintura, ¿cómo nombramos el sentimiento que tenemos con respecto a lo que tenemos problemas para clasificar? Si consideramos las pinturas como reales, ¿podemos decir que sentimos una realidad frente a la pintura? Por otro lado, si uno percibe por error una cosa real como una pintura, ¿cuál es el sentimiento entonces? ¿Podemos decir que sentimos una sensación de ficción frente a algo real? No sabemos si el sentido de la realidad es un sentimiento de ficción, o lo contrario. En cualquier caso, tal vez esté bien haber llamado «sensación irreal» a lo que se siente frente a una pintura, ya que es cierto que aún ese hecho no se ha explicado suficientemente desde un punto de vista psicológico, la discusión pues no tiene ningún objeto. El sentimiento cuando miramos una pintura es propio, único, es variado y complejo, tiene parte de cierta sensación de realidad, que uno nota con respecto a lo representado, pero también se suman otros sentimientos en ese sentido. Por ejemplo, también sentimos una sensación de belleza en los colores o en la fuerza del pincel. Pero si simplemente llamamos a todo esto último «sensación irreal», no entenderemos lo que verdaderamente es. Nunca he leído libros sobre Estética Filosófica y nunca podré leerlos. Si mis ideas son inexactas, me gustaría conocer y que me enseñasen dicha teoría.
Notas del traductor y las fuentes
– Los dos términos que Shiki usa para referirse a “sensación de realidad” y “sensación de irrealidad”, tuvieron un devenir diferente en el idioma japonés. El primero, jikkan, se sigue refiriendo hoy al sentimiento de presencia, de realidad; mientras que el segundo, kakan, ha desaparecido. Además de en Shiki, se en cuentran rastros de ambos a fines del siglo XIX, en los textos del crítico Ishibashi Ningetsu (1865-1926), por ejemplo.
– Etimológicamente, Estética es “sensación”.
– Finalmente, no será cierto que Shiki no podrá leer textos de Estética Filosófica, lo hará y escribirá comentarios al respecto en la entrega 95 de 15 de agosto, dentro de 17 días según este diario.
– Aunque los haikus publicados en el diario Nihon no son objeto de un llamamiento público, las personas que lo deseen pueden presentar sus composiciones. Solo se debe tratar un tema por hoja. Cada uno debe estar firmado y con el nombre del haijin. Cualquier tema de temporada puede ser adecuado. Aunque tengamos la idea de no hacer llamamiento a los autores, en absoluto significa eso que rechacemos las contribuciones externas. Simplemente, si apelamos al público, se reciben muchísimos más, muchos se envían por enviar, y entonces la responsabilidad de evaluar todo lo recibido se vuelve pesada y excede las capacidades de un enfermo. A veces eso nos lleva a que dejamos escapar un buen haiku, o que solo leemos los primeros cuatro o cinco haikus para juzgar la calidad del autor y rechazamos los otros poemas sin poder echarles un vistazo. Así que aquellos que tengan sentido de la responsabilidad y sean conscientes de lo que envían, que no duden en hacernos llegar sus haikus.
– En un folleto publicado recientemente, en el encabezado pone “Aviso con motivo de la suscripción para erigir un monumento en el décimo aniversario de la fundación del santuario de Bashô cerca de los restos del Viejo Estanque, y con ocasión de la publicación del Anuario de Poesía Haiku del Gran Japón”, se publica una lista de participantes y otra de apoyos, y mi nombre aparece como “apoyo”, pero yo no estoy al corriente de eso. Conocí y me encontré con el viejo Mikio una o dos veces hará ya diez años. Y en el año 26 de la era Meiji (1893), cuando viajé por las tierras de Oshu, el viejo tuvo la amabilidad de enviarme una carta de recomendación 406. Pero debe quedar claro que no tengo ninguna relación con La Iglesia del Viejo Estanque ni con el Anuario de Poetas Haiku.
– Todas las semanas, recibo en mi ermita los miércoles y domingos. Cualquiera puede venir desde el momento en que tenga algo que decirme. Sin embargo, en mi estado actual, cuando me despierto, tengo grandes sufrimientos, así que no debo ser visitado demasiado temprano en la mañana. Por supuesto, como estoy enfermo, no puedo manifestar ni comportarme a veces con todo el respeto a mis visitantes, me debo permitir a veces ciertas groserías, e incluso puede suceder de vez en cuando, que cuando estoy con grandes dolores, deba interrumpir la visita. Además, no se excluye que diga todo lo que pasa por mi cabeza o que haga peticiones caprichosas. Pido que la gente sea consciente de esto. Podemos hablar de todo, ya sea refinado o vulgar. Lo que prefiero son las conversaciones especializadas, en cualquier campo, incluso si son temas científicos o prácticos. Señalo que rechazo categóricamente cualquier solicitud de escribir o pintar algo en una hoja de papel, un cuaderno de bosquejos o lo que sea. Incluso también recibo fuera de mis días previstos para las visitas.
Notas del traductor y las fuentes
– En 1893, Shiki fundó la columna «Haiku» del diario Nihon. Su discípulo y amigo Kawahigashi Hekigotô lo sucedió en julio de 1901 cuando ya no pudo seleccionar los versos enviados.
– Bashô había sido «deificado» en el período Edo, ya que la corte imperial le otorgó el título de «Hion myôjin» en 1808, literalmente «Gran deidad luminosa del ruido en vuelo» o más simple y próximamente “Dios del sonido del salto”, en referencia al famoso haiku de «la rana y el viejo estanque». En la era Meiji, esta deificación tomó otra forma. En sus inicios, el gobierno resultante de la Restauración Imperial intentó difundir una ideología nacional, la «Gran Enseñanza». Para hacer esto, contrató a misioneros de diversos orígenes, incluidos poetas haikai como Mimori Mikio (1829-1910), también conocido como Shunshû-an, de quien habla Shiki. La empresa de la «Gran Enseñanza» fracasó. En 1884, sin embargo, Mikio fundó una “Rama Bashô de Shintô”. Muy activo, incluso en la prensa (en el periódico Miyako shinbun y la revista Taiyo), logró en 1893 crear un santuario Bashô en Fukagawa (puede conocerse clicando en este enlace de La Ermita Shintô de Bashô, Fukagawa Bashô Iori Hermitage) en el lugar de una vieja casa del poeta, y en 1901 el gobierno reconoció la Iglesia del Viejo Estanque (Furuike kyôkai) como entidad religiosa de obediencia sintoísta. En 1902, Mikio se comprometió a recaudar fondos para conmemorar la fundación del Santuario Bashô de 1893. Por lo tanto, tanto por su actividad pública como también por muy diferentes aspectos, incluida por supuesto también su estética, Mikio (un representante puro de la “vieja escuela mensual”) resulta ser un destacado oponente de Shiki y su gente.
– Ôshû es una ciudad japonesa localizada en la prefectura de Iwate. En julio-agosto de 1893, Shiki había hecho un viaje al Tôhoku (región en la isla principal de Japón, Honshû), siguiendo los pasos de Bashô (Sendas de Oku <<Camino estrecho del interior>> / Oku no hosomichi), y se había encontrado con muchos maestros de haikai. Pero en ese momento aún no estaba comprometido tan radicalmente en su lucha de renovación.
– Shiki habla de que recibe en “la ermita”. Recordemos que, como ya ha referido él mismo en alguna entrega, Shiki llama a su casa en clave de humor la “casa del ermitaño de las fragancias” o “ermita de las frangancias”.
– Recientemente pude ver una pintura de formato grande de Chô Gesshô.
Era un perro mapache caminando en la nieve, iluminado por una luna creciente a través de las nubes. El animal ocupaba el centro de la imagen y estaba rodeado de nieve acumulada entre juncos secos. Por lo tanto, el tema representado es muy simple, pero lo más extraordinario es la parte superior de la boca del perro mapache, así como su espalda, que solo fueron pintadas con tinta china clara, mientras que el resto fue negra oscura. La unión de estas tintas chinas claras y oscuras estaba como muy poco trabajada, y cuando se miraba de cerca, parecía absurdo. Pero cuando alejé un poco la pintura, la parte luminosa de la espalda adquirió una apariencia borrosa muy interesante. Parecía que la nieve se le había ido acumulando y que la luna se iluminaba. Es en este tipo de ideas cuando se nos muestra el genio de Gesshô, absolutamente inimitable. Por otro lado, esta forma de pintar como si estuviera un poco alejado del tema, no se puede comparar con el lado muy meticuloso de los pintores japoneses que dibujan hasta uno por uno cada pelo del cabello, son técnicas muy diferentes.
Alguien me escribió, para contradecirme, acerca de la escasa fama de Gesshô, un tema del que tuve ocasión de hablar en entregas anteriores. No creo que Gesshô sea completamente desconocido, sin duda, pero ¿la escasa fama que tiene se corresponde con su gran talento? Lo dudo. La fama de Buson como haijin sin duda existía, pero no era proporcional a su talento. Es por eso que, llegado a la era Meiji, finalmente adquirió la celebridad que merecía. La persona que me escribió sobre Gesshô me cuenta que un día Rosetsu y él se dispusieron a pintar cada uno cien imágenes que se les habían encargado, pero, a medida que se acercaba la noche, Rosetsu tenía solo ochenta, mientras que Gesshô ya había llegado a noventa y una. Alabó su habilidad con el pincel. Pero es una historia sin importancia y las imágenes pintadas por pedido son entretenimiento de artistas. No es porque uno haya pintado cien o doscientas imágenes que se hace famoso. Sin duda, Gesshô hizo eso porque era un trabajo remunerado. Su gran talento sigue sin ser aún entendido por el público en general.
Notas del traductor y las fuentes
– De Cho Gesshô (1765-1832) ya se habló también en las entregas 5, 35 y 53 de 10 de mayo 16 de junio y 4 de julio respectivamente. Estudió Nanga (literalmente «pintura del sur”) con Matsumura Goshun (1752-1811), quien le dio el nombre de Gesshô. Goshun a su vez era un estudiante de Yosa Buson (1716-1784), además de maestro haijin (de hecho Gesshô tiene también libros de haiga), un maestro Nanga, que a su vez estudió con Maruyama Ôkyo (1733-1795), y juntos fundaron la escuela de pintura Maruyama.
– El mapache japonés, perro mapache o tanuki (Nyctereutes procyonoides), a veces confundido con el tejón, es una especie de mamífero carnívoro de la familia Canidae de aspecto semejante al mapache común y originario de China oriental y Corea.
– Con el fin de obtener ciertos ingresos, a veces los pintores en Japón realizaban “sekiga”. Se trata de cuadros pintados o dibujados sin mayor preparación en un banquete o una reunión a petición.
– Sobre Rosetsu, ya se habló en la sexta entrega de 12 de mayo: Nagasawa Rosetsu (1754-1799), fue pintor de Edo, discípulo de Maruyama Ôkyo, ha dejado pinturas famosas en algunos shôjis (puertas y tabiques de papel enmarcados en una madera corrediza). Su demonio de montaña (yamanba) del muy reconocible Santuario Itsuku-shima (Miya-jima) es particularmente famoso. Tuvo dos periodos (o dos tipos de pintura) bien diferenciados, uno con pinturas de cierta elaboración, y otro con pinturas de trazos muy rápidos y sencillos.