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Haiku 34

小豆賣小家の梅のつぼみがち

Azuki uru koie no ume no tsubomi gachi

Las judías vendidas
en la pequeña casa-
los brotes de los ciruelos

 

Desglose:

 小豆azuki: vigna angularis o frijol azuki, soja roja o judía. Es una legumbre asiática,

賣 uru: vender,

小家 koie: casa pequeña y sencilla,

つぼみ tsubomi: brote.

 

Comentario y notas culturales: 

Similitud de color y forma de los frijoles o judías azuki y los brotes del ciruelo.

Diciembre 2021

Como siempre, antes de que nos demos cuenta, el año llega a su fin. Qué mejor, entonces, que un haiku de Bashou sobre fin de año, para cerrar el primero de esta columna en la cual he buscado trasmitirles el flujo constante a través de los siglos de la poesía japonesa.

Comenzamos con un poema de Fujiwara no Sadaie (1162-1241), quien, se dice, compuso cuando niño. Sadaie fue hijo del gran poeta y maestro de tantos otros, Fujiwara no Toshinari o Shunzei, por lo que recibió instrucción en poesía desde la cuna.

旅人の笠きて馬に乗りながら口を引かれて西へこそ行け

tabibito no kasa kite uma ni nori nagara kuchi wo hikarete nishi wo koso yuke

con el sombrero de viajero y a lomos del caballo, tiro las riendas y voy hacia el Oeste.

Algunos interpretan los dos últimos versos: 口を引かれて西へこそ行け (tiro las riendas y voy hacia el Oeste) como el hecho que, cuando se muere en el camino (durante un viaje), Buda te guía a su Paraíso Occidental.

Bashou toma este tanka de Sadaie  ̶ cambiando al caballo por sus sandalias de paja ̶  y compone este haiku que aparece en el Nozarashi kikou, crónica en la cual relata un viaje que realizó para, entre otras cosas, visitar su pueblo natal, donde su madre había muerto el año anterior. Antes del poema está este preámbulo: sacándome mis sandalias de paja en un sitio, poniendo mi bastón en otro, sigo pasando las noches en el camino mientras el año llega a su fin.

年暮ぬ笠きて草鞋はきながら

toshi kurenu kasa kite waraji haki nagara

el año termina y yo aún con el sombrero y calzando las sandalias

En cierta medida es un compromiso a la vida del viajero, pero hecho en una ocasión tan importante como el fin del año, momento en el cual revisamos nuestras memorias y nos planteamos objetivos para la nueva jornada que está por comenzar, tanto literal como figurativamente.

Así también quisiera agradecer esta oportunidad, con la que me siento infinitamente honrada de hablarles mes a mes de una de las características que más admiro de la literatura japonesa: su intertextualidad constante, su trasmisión incesante de ideas, conceptos y paisajes que fluyen, se reinterpretan, toman nueva forma sin abandonar la vieja, se mantienen vivos constituyendo una tradición riquísima, constante, mágica que jamás deja de asombrarnos e inspirarnos.

¡Gracias y Feliz Año para todos!

Noviembre 2021

CONSTRUIR

Hojas pisadas
Bajo la lluvia fría.
Tarde en San Pedro.

DECONSTRUIR

Acompaño una fotografía del sendero donde, paraguas en mano, me interné el pasado sábado por la tarde. Fue en los alrededores del monasterio cisterciense de San Pedro de Cardeña, cerquita de Burgos, donde pasé cuatro días sin teléfono, ordenador, mujer ni familia, disfrutando de la belleza de los salmos con la comunidad monástica y saboreando el  silencio en los paseos y en mi celda y las palabras de un par de buenos libros que elegí de la biblioteca del monasterio. En uno de esos paseos bajo la lluvia, pude respirar el aroma a tierra, a podredumbre, a otoño mientras pisaba las hojas derrotadas por el agua caída del cielo. De regreso a la celda, escribí unos diez o doce haikus. Deseché todos a favor del que ahora presento a los lectores de El Rincón. Con él, no sé si transmito la sensación de la fragancia. La fragancia.

   En uno de los diez principios del arte de la composición de haikus según el maestro Bashō. Los dos meses anteriores comenté los del reflejo y de la resonancia que aludían, respectivamente, a la vista y al oído. Este debe hablar a la nariz. “La fragancia”, decía Rogan, “es como el aroma de una flor a la deriva y flotante en una corriente de agua”.  Un ejemplo de la fragancia en poesía nos lo ofrece Dohō en estos versos:

¡Tantos nombres
y todos tan confusos
para las flores de primavera!

 

Una mariposa,
sorprendida, de su sueño
se despierta.

  Los primeros tres versos (sigo el comentario de Makoto Ueda en el libro ya citado en otra de mis aportaciones) nos hablan de la belleza de las flores de primavera: es tan profuso el número de ellas que resulta difícil y confuso recordar el nombre de todas ellas. Pero la palabra “confusos”  produce la impresión de algo inestable, como de algo revoloteando en el rincón de un hermoso paisaje primaveral. El autor de los tres últimos versos, nada menos que Bashō, percibió este “aroma” y creo la imagen de una mariposa revoloteando.

    En el siglo XIV vivió una gran poeta llamada Eifukumon-in, la esposa del emperador Fushimi. Los versos descriptivos, en forma de tanka, de esta mujer se servían de la técnica que Kyōgoku Tamekane (compilador de la antología Gyokuyōshū) llama precisamente “dicción impregnada de fragancia”. He aquí una muestra de Eifukumon-in:

 Atardecer.
La luz por los aleros
ya es fugitiva,
pero sobre la flor
un rato se entretiene.     

Es un poema sobresaliente porque, además, incorpora maravillosamente el principio del reflejo. El desafío para el haijin es combinar cuantos principios poéticos (ya llevo comentados ocho o nueve) pueda en la limitación de dieciséis sílabas.

   En cuanto a la fragancia,  no todas las fragancias deben proceder de flores. ¿Por qué no de ese denso aroma terroso y otoñal que desprenden las hojas mojadas por la lluvia y holladas por los pies? El otoño nos ofrecen multitud de ejemplos, de invitaciones a escribir haikus que insinúen el aroma o que rebosen del mismo.

Ariel Bartolini

 

 

 

 

 

 

 

Unas palabras del autor

 

Intento el haiku desde 2015.

Primero fue un camino hacia la brevedad. Enseguida una intuición, que no llegaría a aquella por condensar o por cifrar, sino por un nuevo objeto en la escritura. La percepción de un instante, la exploración de sus resonancias y sus pliegues.

Descubrí la perspectiva nutriente de una larga tradición, remontada a poetas itinerantes del Japón del siglo XVII. Una escritura que apoya en las sensaciones un diapasón, capaz de hacer reverberar y hacer audibles ecos replegados en un suceso insignificante.

“Eso” que el diapasón logra resonar queda en el haiku como una sonoridad aguarda en un instrumento musical. Cada lector toca el instrumento y oye. El instante registrado, se extiende, se reinterpreta. Cada lectura renueva una percepción, como los aros de una piedra que cae al agua.

Una escritura que no crea sino que capta. Es una red lanzada. Una vez recogida, es el pulido, la búsqueda del término, la métrica, la música. La respiración del haiku. Afinación de la red, de la captura. El haiku es un roce del afuera que nos impulsa a inventariar y registrar.

Mi camino hacia el haiku se inició en un curso con Alberto Silva. Luego con lecturas y deslumbramientos. Bashó, Shiki, Taigi, Kyoshi, Soseki. Experiencias de crecimiento en Paseos.net, luego -y hasta ahora- en El Rincón del Haiku, la Escuela Makoto. Un curso y el conocimiento de Vicente Haya. Participar del grupo Puente y Camino.

Ahora invitado por El Rincón del Haiku, mi casa, ofrezco esta recopilación de haikus que estuvieron honrados por sus selecciones semanales y mensuales. Cada comentario y cada selección fueron para mí el espacio de pequeños y sucesivos pasos.

Los comparto, siempre agradecido a cada uno por los intercambios que hay en ellos, por las lecturas que fueron afinando estas breves músicas del mundo.

 

la tanza en vuelo,
dos perros olfateando
tripas de pez 

*

luna entre álamos.
en un crujir de hojas
se ovilla el gato

*

campanadas
con la tierra que vuela
empieza a llover

*

en el viento
las hebras del yuchán,
sol de la tarde

*

haz de luz –
el vuelo de una abeja
sobre el remanso

*

luz de luna.
un silencio en el canto
de los zorzales

*

graznido.
el brillo de una rama
en la corriente

*

luna de día,
las ramas del sauce
rozan la helada

*

menta en el cerro,
el tronco de un molle
partió la roca

*

brisa nocturna,
se oye una comadreja
entre las cañas

*

el olor del ajo
en la tabla mojada.
luna creciente

*

la brisa llega
de los naranjos en flor.
luna creciente

*

luna de tarde.
levanta vuelo un zorzal
en la hojarasca

*

niebla en los álamos.
el brillo de la helada
cubriendo un perro

 

Noviembre 2021

Haikutopías

         Para la presente entrega de Ladera norte he recogido titulares de noticias aparecidas en el diario El País durante el mes de octubre. Todas ellas están marcadas por el signo de la catástrofe, la corrupción, la violencia, la indignidad, la degradación… los signos más habituales de los desafortunados tiempos que corren.

         El haiku -en su diminuta humildad que lo eleva a la categoría de piedra angular- pretende servir de contrapeso a semejante tropelía que socava los fundamentos de la humanidad y su ecosfera.

         La utopía es el último recurso y quizás el único –sin esperanza con convencimiento, que diría el poeta- que puede repararlo y redimirlo.

<<El Papa deplora la “larga incapacidad” de la Iglesia ante los casos de pederastia>>

Chispea.

La niña toca los cuernos

del caracol.

 

<<Una ciclista que ha logrado salir de Afganistán cuenta
los miedos y la lucha para practicar su deporte
La huida en bicicleta del terror talibán>>

Bosque de hayas.

Huellas de bicicleta

por el sendero.

 

<<La Fiscalía pide intervenir millones de euros en bitcoins
de una supuesta estafa>>

Roce de ramas.

Entre las hojas del suelo

una moneda.

<<Las vidas ahogadas en el mar menor
Tras el último episodio estival de peces muertos, en el que se recogieron más de cuatro toneladas y media de cadáveres, la paciencia general se ha agotado.>>

Mar rizada.

Por todo el arenal

conchas de almejas.

 


<<El impacto medioambiental del gran derrame petrolero
en la costa sur de California “es irreversible»>>

En las rocas

manchadas de galipote

se mecen las anémonas.

 

<<Disparos con mira telescópica y silenciador en pleno parque nacional
La Guardia Civil asegura que cada vez resulta más frecuente en España que cazadores furtivos utilicen técnicas y material propios de unidades militares>>

Entre dos luces.

Monte a través, una piara

de jabalíes.


<<Un terremoto de magnitud 4,8, el mayor desde el inicio
de la erupción del volcán, sacude la isla de La Palma>>

Aire caliente.

El temblor en la rama

que deja el saltamontes.

 

 

Noviembre 2021

La libélula,
incapaz de posarse en la punta
de la hoja de hierba.

– Matsuo Bashô
(Trad. Vicente Haya)

«15. Tratar a todos los seres vivientes con respeto y consideración.
a. Prevenir la crueldad contra los animales que se mantengan en las sociedades humanas y protegerlos del sufrimiento.

16. Promover una cultura de tolerancia, no violencia y paz.
a. Alentar y apoyar la comprensión mutua, la solidaridad y la cooperación entre todos los pueblos tanto dentro como entre las naciones.
f. Reconocer que la paz es la integridad creada por relaciones correctas con uno mismo, otras personas, otras culturas, otras formas de vida, la Tierra y con el todo más grande, del cual somos parte».

(de la Carta de la Tierra)